me puse un vestido , corto, sandalias, y un conjunto interior muy chiquito y sexi, al poco tiempo llegó por mí, yo ya estaba lista, íbamos en su camioneta, durante el camino íbamos hablando de muchas cosas y durante la autopista hicimos varias paradas, al caer la noche y en la carretera, empezó lo bueno.
Mientras conducía, El acariciaba mi pierna, de arriba hacia abajo, y metía sus dedos en mi vagina, ya de noche y muy excitada me despoje de mi vestido, él se sorprendió y me dijo, que me veía exquisita, desabroche su pantalón y le saque su hermosa verga, y me dispuse a hacerle una buena mamada ya que él estaba haciendo muy buen trabajo con sus dedos, tanto que me provocó un gran orgasmo y yo en recompensa le mamaba su pene muy rico de arriba a abajo y también sus bolas, para ser un hombre mayor aguantaba mucho, hasta que me cansé y decidí terminar, él me tomó muy fuerte de mi cabeza e hizo que terminará en mi boca y me comiera todo su semen.
Durante el camino terminé cansada, y dormí lo que restó, dadas las 12 de la madrugada arribamos al hotel, bajamos de la camioneta, hacía mucho calor, me sujetó de la cintura y entremos al hotel, todos me miraban, ya que me veía muy bien y tan sexi y más morbo despierta que me miren con un hombre maduro.
Al entrar a la habitación, me pidió que me quedara en la puerta, el entró y sacó algo de su maleta, se acercó a mí, me tomo por detrás contra la pared y me dijo! Vas a ser mi perrita este fin de semana y harás lo que quiera, yo estaba muy excitada y sólo quería que me cogiera a lo que respondí que sí.
me colocó un collar y una correa, me dijo que caminara a gatas, como una perrita, Pero yo más caliente lo hice y al llegar al centro de la habitación él se sentó y yo estando en cuatro
me subí a la mesa de centro, él se levantó se colocó frente a mí y sacó su rica verga, la introdujo en mi boca me tomó del cabello y así me estuvo cogiendo por varios minutos, fuerte y rápido a la vez, de pronto se colocó tras de mí, yo continuaba de a perrita en la mesa de centro, comenzó a cogerme por mi culo, el disfrutaba cogerme por atrás, acariciaba mis redondas nalgas y decía que lo apretaba muy rico, la verdad disfrutaba que me la metiera por mi colita, estuvo disfrutando con mi hermoso trasero, hasta que metió sus dedos por mi vagina, me estimuló tan bien que grite de placer humedeciendo todo mi sexo, se quitó el condón y nuevamente se colocó frente a mí, llenando toda mi cara con su leche y yo dándole una limpiada con mi lengua.
Mientras conducía, El acariciaba mi pierna, de arriba hacia abajo, y metía sus dedos en mi vagina, ya de noche y muy excitada me despoje de mi vestido, él se sorprendió y me dijo, que me veía exquisita, desabroche su pantalón y le saque su hermosa verga, y me dispuse a hacerle una buena mamada ya que él estaba haciendo muy buen trabajo con sus dedos, tanto que me provocó un gran orgasmo y yo en recompensa le mamaba su pene muy rico de arriba a abajo y también sus bolas, para ser un hombre mayor aguantaba mucho, hasta que me cansé y decidí terminar, él me tomó muy fuerte de mi cabeza e hizo que terminará en mi boca y me comiera todo su semen.
Durante el camino terminé cansada, y dormí lo que restó, dadas las 12 de la madrugada arribamos al hotel, bajamos de la camioneta, hacía mucho calor, me sujetó de la cintura y entremos al hotel, todos me miraban, ya que me veía muy bien y tan sexi y más morbo despierta que me miren con un hombre maduro.
Al entrar a la habitación, me pidió que me quedara en la puerta, el entró y sacó algo de su maleta, se acercó a mí, me tomo por detrás contra la pared y me dijo! Vas a ser mi perrita este fin de semana y harás lo que quiera, yo estaba muy excitada y sólo quería que me cogiera a lo que respondí que sí.
me colocó un collar y una correa, me dijo que caminara a gatas, como una perrita, Pero yo más caliente lo hice y al llegar al centro de la habitación él se sentó y yo estando en cuatro
me subí a la mesa de centro, él se levantó se colocó frente a mí y sacó su rica verga, la introdujo en mi boca me tomó del cabello y así me estuvo cogiendo por varios minutos, fuerte y rápido a la vez, de pronto se colocó tras de mí, yo continuaba de a perrita en la mesa de centro, comenzó a cogerme por mi culo, el disfrutaba cogerme por atrás, acariciaba mis redondas nalgas y decía que lo apretaba muy rico, la verdad disfrutaba que me la metiera por mi colita, estuvo disfrutando con mi hermoso trasero, hasta que metió sus dedos por mi vagina, me estimuló tan bien que grite de placer humedeciendo todo mi sexo, se quitó el condón y nuevamente se colocó frente a mí, llenando toda mi cara con su leche y yo dándole una limpiada con mi lengua.
3 comentarios - la perra de un maduro