Me apasiona el fútbol. El mundo detrás del deporte, juntarme con mis amigos para ir a comer un asado y tomar antes de un partido y todo eso. Desde chico lo jugué y aunque no llegue a profesional si lo hice hasta las divisiones inferiores. El fútbol acá en rosario se vive muy intensamente y yo amo a mi Rosario Central.
Esta historia tiene un poco de fútbol, mucho morbo y traicion también.
Hace unos meses decidí abrirme una cuenta de Badoo solo para ver qué tal, nada sobresaliente hasta que me llegó una notificación de ella, Karen, 19 años de Buenos Aires. Cuando vi sus fotos ya me calentó, una morochita flaquita con tetas normales pero un culo hermoso, bien paradito y redondo. Una boca increíble que tienta hasta al más santo. Empezamos a hablar y pegamos muy buena onda, pero bueno, ella es de Buenos Aires. Fue ahí cuando le pregunté porque buscaba perfiles en rosario y me contó que venía seguido, cada dos semanas. Le pregunté porque y ahí me contestó: ella tiene un novio que también es de Buenos Aires pero hincha de la contra, de Newells. Y venían siempre para los partidos acá en Rosario, ella más para acompañarlo a él y ser una buena novia que por fanatismo, de hecho no le gustaba el fútbol.
Ahí fue cuando mi morbo creció, la idea de cojerme a la novia de un hincha rival me ponía mucho. Seguíamos hablando, mandándonos fotos e ideando el plan para poder vernos y cojer.
La idea era que cuando llegaran para el partido, ella dijera que se sentía mal y que se iba a quedar esperándolo en una cafetería cerca de la cancha hasta que él saliera, una vez él entrara, yo la pasaba a buscar con mi moto y nos íbamos a un telo.
Llego el día, y no se porque pero yo estaba nervioso, ya había tenido sexo muchas veces pero esta era especial. Ella me mando el mensaje de que el cornudo ya había entrado, así que la fui a buscar. Cuando la vi me gusto mucho más que por foto, ahí estaba con su remerita de Newells de mujer, y un shortcito que dejaba un poco de las nalgas al aire. Apenas se subió a la moto fuimos directamente al telo. Cuando llegamos nos comenzamos a besar muy apasionadamente, como si el novio fuera yo y no nos hubiéramos visto en mucho tiempo, yo ya estaba muy al palo, la tenía súper dura y más cuando ella me pasaba la mano por encima. Le dije que no aguantaba más y la tire en la cama, boca arriba, donde lo primero que hice fue bajarle el shortcito a la altura de las rodillas, le corrí la tanguita roja divina que tenía puesta y le empecé a chupar la concha a mas no poder, ella me agarraba la cabeza y gemía de una manera que me volvía loco. Esa conchita era divina, chiquita y depilada que me volvía loco. Después de chuparsela ella me dijo que ahora era su turno, así que me acosté, me saqué toda la ropa y cuando me vio la pija noté su cara de sorpresa, me dijo que le encantaba y que era más grande que la de su novio de Newells. Ahí comprobé lo de su boca, esos labios carnosos me llevaron al cielo, jamas me habían hecho un pete cómo me lo hizo ella, se la metía toda en la boca, aguantando la respiración, poniéndosele toda la cara roja hasta casi vomitar. Casi le acababa en la boca pero yo no quería, tenía otros planes. Inmediatamente después la puse en cuatro, le saqué el shortcito pero no la tanga, me volvía loco, así que se la corría para dejarme toda la concha a mi disposición. Tampoco le saqué la remera, me excitaba mucho la idea de culearme a la novia de un rival con su remera. Cuando me iba a poner el preservativo ella me preguntó si quería hacerlo sin ponérmelo, claramente accedí, más caliente me ponía, así que poco a poco empecé a meterle la pija mientras ella gozaba pero me decía que le dolía, que lo haga despacio que la pija de su novio era más chica y fácil para ella. Una vez entro toda empecé a notar cómo se lubricaba su concha, quedó tan mojadita que era como si la hubiera empapado de lubricante, entraba y salía sola, cada vez que sacaba mi pija salía más blanca por su lechita, la estábamos pasando increíble. Cojimos en todas las posiciones, hasta que le dije si me dejaba el culo, que tenía ese deseo para hacerla bien mia, me dijo que nunca lo había hecho y que le daba miedo, le dije que iba a tener cuidado y que no le iba a doler, entonces accedió. Para eso si necesitamos lubricante, un culo hermoso, chiquito y redondito qué nunca se habían cojido, que lastima, que boludo el leproso, lo iba a hacer yo por primera vez. Fue increíble, ver cómo se le abría y latía cada vez que la sacaba era increíble. Le tuve que acabar en el culo porque no aguante más. Lamentablemente se hizo la hora de volver y la lleve a la cafetería para que se encuentre con el cornudo, bien garchada y con leche canalla adentro.
No quería que la experiencia fuera la única vez, por lo cual hice algo bien de hijo de puta, lo admito. Mientras ella no se daba cuenta le sacaba fotos y hacía algunos videitos. Mi idea era decirle después para cojerla de nuevo a cambio de no difundir las fotos. Y saben que? Ni hizo falta porque ella me dijo que lo quería volver a hacer y hasta le conté que por morbo quería hacer fotos y videos de ella con la remera de Newells y yo con la de central. Mi putita leprosa es hermosa.
Esta historia tiene un poco de fútbol, mucho morbo y traicion también.
Hace unos meses decidí abrirme una cuenta de Badoo solo para ver qué tal, nada sobresaliente hasta que me llegó una notificación de ella, Karen, 19 años de Buenos Aires. Cuando vi sus fotos ya me calentó, una morochita flaquita con tetas normales pero un culo hermoso, bien paradito y redondo. Una boca increíble que tienta hasta al más santo. Empezamos a hablar y pegamos muy buena onda, pero bueno, ella es de Buenos Aires. Fue ahí cuando le pregunté porque buscaba perfiles en rosario y me contó que venía seguido, cada dos semanas. Le pregunté porque y ahí me contestó: ella tiene un novio que también es de Buenos Aires pero hincha de la contra, de Newells. Y venían siempre para los partidos acá en Rosario, ella más para acompañarlo a él y ser una buena novia que por fanatismo, de hecho no le gustaba el fútbol.
Ahí fue cuando mi morbo creció, la idea de cojerme a la novia de un hincha rival me ponía mucho. Seguíamos hablando, mandándonos fotos e ideando el plan para poder vernos y cojer.
La idea era que cuando llegaran para el partido, ella dijera que se sentía mal y que se iba a quedar esperándolo en una cafetería cerca de la cancha hasta que él saliera, una vez él entrara, yo la pasaba a buscar con mi moto y nos íbamos a un telo.
Llego el día, y no se porque pero yo estaba nervioso, ya había tenido sexo muchas veces pero esta era especial. Ella me mando el mensaje de que el cornudo ya había entrado, así que la fui a buscar. Cuando la vi me gusto mucho más que por foto, ahí estaba con su remerita de Newells de mujer, y un shortcito que dejaba un poco de las nalgas al aire. Apenas se subió a la moto fuimos directamente al telo. Cuando llegamos nos comenzamos a besar muy apasionadamente, como si el novio fuera yo y no nos hubiéramos visto en mucho tiempo, yo ya estaba muy al palo, la tenía súper dura y más cuando ella me pasaba la mano por encima. Le dije que no aguantaba más y la tire en la cama, boca arriba, donde lo primero que hice fue bajarle el shortcito a la altura de las rodillas, le corrí la tanguita roja divina que tenía puesta y le empecé a chupar la concha a mas no poder, ella me agarraba la cabeza y gemía de una manera que me volvía loco. Esa conchita era divina, chiquita y depilada que me volvía loco. Después de chuparsela ella me dijo que ahora era su turno, así que me acosté, me saqué toda la ropa y cuando me vio la pija noté su cara de sorpresa, me dijo que le encantaba y que era más grande que la de su novio de Newells. Ahí comprobé lo de su boca, esos labios carnosos me llevaron al cielo, jamas me habían hecho un pete cómo me lo hizo ella, se la metía toda en la boca, aguantando la respiración, poniéndosele toda la cara roja hasta casi vomitar. Casi le acababa en la boca pero yo no quería, tenía otros planes. Inmediatamente después la puse en cuatro, le saqué el shortcito pero no la tanga, me volvía loco, así que se la corría para dejarme toda la concha a mi disposición. Tampoco le saqué la remera, me excitaba mucho la idea de culearme a la novia de un rival con su remera. Cuando me iba a poner el preservativo ella me preguntó si quería hacerlo sin ponérmelo, claramente accedí, más caliente me ponía, así que poco a poco empecé a meterle la pija mientras ella gozaba pero me decía que le dolía, que lo haga despacio que la pija de su novio era más chica y fácil para ella. Una vez entro toda empecé a notar cómo se lubricaba su concha, quedó tan mojadita que era como si la hubiera empapado de lubricante, entraba y salía sola, cada vez que sacaba mi pija salía más blanca por su lechita, la estábamos pasando increíble. Cojimos en todas las posiciones, hasta que le dije si me dejaba el culo, que tenía ese deseo para hacerla bien mia, me dijo que nunca lo había hecho y que le daba miedo, le dije que iba a tener cuidado y que no le iba a doler, entonces accedió. Para eso si necesitamos lubricante, un culo hermoso, chiquito y redondito qué nunca se habían cojido, que lastima, que boludo el leproso, lo iba a hacer yo por primera vez. Fue increíble, ver cómo se le abría y latía cada vez que la sacaba era increíble. Le tuve que acabar en el culo porque no aguante más. Lamentablemente se hizo la hora de volver y la lleve a la cafetería para que se encuentre con el cornudo, bien garchada y con leche canalla adentro.
No quería que la experiencia fuera la única vez, por lo cual hice algo bien de hijo de puta, lo admito. Mientras ella no se daba cuenta le sacaba fotos y hacía algunos videitos. Mi idea era decirle después para cojerla de nuevo a cambio de no difundir las fotos. Y saben que? Ni hizo falta porque ella me dijo que lo quería volver a hacer y hasta le conté que por morbo quería hacer fotos y videos de ella con la remera de Newells y yo con la de central. Mi putita leprosa es hermosa.
9 comentarios - Fútbol y traicion!