María Teresa tiene sexo hasta cuando va al médico. La gordotapelirroja (ex rubia) tenía turno con su ginecólogo en el centro, tipo 3 y mediade la tarde. Así que nomás, se bañó, perfumó fuerte y se vistió muy elegantecomo siempre, con saco fino, blusita, pollera y tacos, maquillada se puso cremapara las manos, se colgó la cartera de cuero, tomó el colectivo 19 y viajóhasta Capital, donde la esperaba el médico. Demasiado elegante para una simpleconsulta médica.
María Teresa llegó, se sentó en la sala de espera, con su carterasobre su falda, los demás la miraban por qué no excitados con su pinta, subelleza, su pintura de labios rojo fuerte. Cuando la llamaron, fue con sustacos haciendo ruido, entró en el consultorio, el ginecólogo la saludó dulcecon un beso y tras hacerla sentar, le preguntó cómo andaba. María Teresa contóque muy bien, que tenía sexo frecuente, pero que a veces sentía molestias enlas paredes de la vagina, supuestamente (supongo yo) del salchichón con jamóndel marido. Entonces, el doctor la hizo desvestirse y acostarse en la camilla.Uno diría que eso era normal, acostarse, sacarse la ropa y ser examinada. Peroeste tipo, parece, tenía unas ganas con la gordota que venía de antes.
María Teresa, sin sospechar nada, se sacó los tacos, el saco y lapollera, se quitó la bombacha y, tras acostarse, abrió las piernas para que el doctor lerevisara la vagina. El tipo le metió un aparatito suavemente para ver qué onday luego, atrevido el tipo, lo sacó pero le metió sus dedos en la vagina,demasiado adentro hasta el clítoris de la mujer. María Teresa se excitó, comotoda mujer que le tocan donde le gusta. AL sentir las caricias del hombre,empezó a largar flujo excitada. El tipo le pidió que se quedara tranquila y nose moviera mucho, pero conforme le tocaba ella se excitaba más y más.
Y al final el doctor se dio por vencido. En un momento le metiólos dedos más adentro de una y María Teresa pegó un gemido de excitación talque el hombre explotó. Le sacó los dedos, fue, cerró la puerta con llave,volvió y le dijo que iba a probarla de penetrar a ver si sentía molestias.María Teresa se excitó y abrió loca las piernas, lista para un buen penegrueso. Entonces el tipo se sacó todo jadeando y la manoseó bien. Y para susorpresa, María Teresa se dejó toquetear, pensando que era parte de larevisada. Para qué, al gine se le paró bien la pija, se excitó con la gordota ysu aroma a crema y pintura de labios, se le subió y la penetró por la vaginacon su salchichón. María Teresa no sólo volvió a gemir excitadísima, sino quele pidió que la cepillara duro. El tipo frotó, frotó, frotó y frotó, le amasijólas tetas, el cuerpo, le besó la boca llena de pintura de labios, se excitó conel cuerpo suave y perfumado de la gorda y finalmente, acabó y eyaculó terriblemonstruoso semen en la vagina de María Teresa. Y cuando terminó, la mujer lepidió otra por atrás. El tipo la satisfizo nomás, la dio vuelta y trastoquetearle la gorda cola y meterle dedos en el orificio, la penetró duro, ledio y eyaculó de nuevo un montón de semen en su cola. Luego de sacarlo se lopuso en la boca y María Teresa tragó y lamió excitadísima, y pidió más, y eltipo, sin importarle si los demás oían todo de afuera, se la dio de nuevo porla vagina y la llenó de semen de nuevo. Terminaron, se lavaron, se besaron laboca, Tere le dio su número y demás para una posible cita y el doctor le dijoque la penetró para comprobar cómo estaba su vagina. Nada que ver, se la quisocoger de una. Y aquélla agarró viaje y algo más. María Teresa se quedó contentade saber que estaba bien de la vagina, y de paso se ligó linda cepillada.
María Teresa llegó, se sentó en la sala de espera, con su carterasobre su falda, los demás la miraban por qué no excitados con su pinta, subelleza, su pintura de labios rojo fuerte. Cuando la llamaron, fue con sustacos haciendo ruido, entró en el consultorio, el ginecólogo la saludó dulcecon un beso y tras hacerla sentar, le preguntó cómo andaba. María Teresa contóque muy bien, que tenía sexo frecuente, pero que a veces sentía molestias enlas paredes de la vagina, supuestamente (supongo yo) del salchichón con jamóndel marido. Entonces, el doctor la hizo desvestirse y acostarse en la camilla.Uno diría que eso era normal, acostarse, sacarse la ropa y ser examinada. Peroeste tipo, parece, tenía unas ganas con la gordota que venía de antes.
María Teresa, sin sospechar nada, se sacó los tacos, el saco y lapollera, se quitó la bombacha y, tras acostarse, abrió las piernas para que el doctor lerevisara la vagina. El tipo le metió un aparatito suavemente para ver qué onday luego, atrevido el tipo, lo sacó pero le metió sus dedos en la vagina,demasiado adentro hasta el clítoris de la mujer. María Teresa se excitó, comotoda mujer que le tocan donde le gusta. AL sentir las caricias del hombre,empezó a largar flujo excitada. El tipo le pidió que se quedara tranquila y nose moviera mucho, pero conforme le tocaba ella se excitaba más y más.
Y al final el doctor se dio por vencido. En un momento le metiólos dedos más adentro de una y María Teresa pegó un gemido de excitación talque el hombre explotó. Le sacó los dedos, fue, cerró la puerta con llave,volvió y le dijo que iba a probarla de penetrar a ver si sentía molestias.María Teresa se excitó y abrió loca las piernas, lista para un buen penegrueso. Entonces el tipo se sacó todo jadeando y la manoseó bien. Y para susorpresa, María Teresa se dejó toquetear, pensando que era parte de larevisada. Para qué, al gine se le paró bien la pija, se excitó con la gordota ysu aroma a crema y pintura de labios, se le subió y la penetró por la vaginacon su salchichón. María Teresa no sólo volvió a gemir excitadísima, sino quele pidió que la cepillara duro. El tipo frotó, frotó, frotó y frotó, le amasijólas tetas, el cuerpo, le besó la boca llena de pintura de labios, se excitó conel cuerpo suave y perfumado de la gorda y finalmente, acabó y eyaculó terriblemonstruoso semen en la vagina de María Teresa. Y cuando terminó, la mujer lepidió otra por atrás. El tipo la satisfizo nomás, la dio vuelta y trastoquetearle la gorda cola y meterle dedos en el orificio, la penetró duro, ledio y eyaculó de nuevo un montón de semen en su cola. Luego de sacarlo se lopuso en la boca y María Teresa tragó y lamió excitadísima, y pidió más, y eltipo, sin importarle si los demás oían todo de afuera, se la dio de nuevo porla vagina y la llenó de semen de nuevo. Terminaron, se lavaron, se besaron laboca, Tere le dio su número y demás para una posible cita y el doctor le dijoque la penetró para comprobar cómo estaba su vagina. Nada que ver, se la quisocoger de una. Y aquélla agarró viaje y algo más. María Teresa se quedó contentade saber que estaba bien de la vagina, y de paso se ligó linda cepillada.
0 comentarios - María Teresa bien cogida por su ginecólogo