Siempre la vida te da una sorpresa y cuando creiste que no podria aparecer algo nuevo....
Con los años me fui afianzando en mi trabajo de masajista y al permitirme cada tanto aventuras sexuales en la camilla, tanto con los masajes tantricos como con algo que siempre se da, fui manejando la cosa con la experiencia adquirida.
Esto, lejos de tornar aburrida la experiencia, me ha dado la confianza de poder manejar las cosas y disfrutar y hacer disfrutar mucho al que pase por mi camilla.
Pero cada tanto sale algo nuevo, algo no previsto que te mueve las estanterias y que se disfruta mucho mas.
Esto pasó hace unos dias y aca se los relato.
Me llamó una mujer que por la voz me pareció de 50 y algos, me preguntó sobre los masajes tantricos y mi explicación le fue gustando, me preguntó lisa y llanamente si se podía terminar "garchando" y mientras le decia que si, mi pija comenzó a palpitar por lo que vendría.
Pero la sorpresa se dio cuando me preguntó si yo hacía esos masajes con ese final para hombres.
Obviamente le dije que si y ahi me contó como venia la mano.
Con su marido tenían una vida sexual plena y tenian la fantasía de una pija para el. En los juegos habían incluido didlos que usaban los dos pero querian una pija de verdad. Nunca se animaban a llamar a un tercero y viendo un aviso mio pensaron que seria una buena solución para sus fantasias.
Medio perplejo pero excitado por la idea les dije que si y arreglamos dia, hora y precio y si bien quedó en claro que seria solo para él mientras ella miraba, dentro mio tenia la esperanza de terminar garchando con la veterana.
Llegaron al horario previsto, el un flaco, pintón, bastante canoso, cuerpo cuidado, ella una veterana hermosa, buenas tetas, culo tremendo con una mini que no le quedaba mal para su edad. Pasaron al gabinete y ella se acomodó en un silloncito que tengo y que acomodé como para que sea expectadora de lujo. Le indique a el que se desvistiera por completo y se acomodara boca abajo en la camilla y me retiré por unos minutos para que lo hiciera tranquilo.
Cuando volvi el estaba boca abajo, desnudo como le pedí, tenia lindo culo, blanquito, lampiño. Ella se había sentado y su falda, que se habia subido un poco, dejaba ver un hermoso par de piernas. Por su blanca camisa transparentaba un fino corpiño, blanco tambien dejando entrever sus hermosos pezones, oscuros y duros. Se notaba que lo inminente de la experiencia la tenia excitada.
Y yo, con toda esta situación, ya estaba con mi pija bien dura y se notaba en mi suave pantalon de trabajo. El ver que semejante hembra iba a estar sentada mirando como garchaba con su marido me tenía a full.
Comencé con el masaje relajante y mientras mis manos recorrian su cuerpo ella miraba expectante y cuando cruzabamos miradas me sonreía complice.
Relajé toda la espalda y ya en su culo dediqué bastante tiempo a masajearlo y acariciarlo.
Sintió placer, lo supe por la forma que relajó el cuerpo, por un pequeño suspiro que escapó de sus labios y porque su pija comenzó a crecer asomando por entre sus piernas.
Me quedé un buen rato acariciando su culo y despues baje para sus piernas. Una buena recorrida desde sus pies hasta sus muslos y la calentura que le provoqué mientras masajeaba muy suavemente la cara interna de sus muslos.
Mire a su mujer y estaba caliente, sus musculos tensos, sus manos acariciando sus piernas y su lengua relamiendose... ya no reía, su cara expresaba lujuria.
Cuando pasaba por sus muslos, como sin querer rozaba sus huevos, la cabeza de su humeda pija, me acercaba a su culo, el lo alzaba y me lo entregaba y yo aflojaba y lo hacia desear....
La miro a ella y ya estaba con una mano sobre su concha, habia abierto sus piernas y se acariciaba por encima de su bombacha blanca que ya mostraba sus humedades.
Yo estaba que explotaba, la situación me había calentado mal pero debía calmarme para no estropear todo.
Comencé a subir y bajar mis dedos por la raya de su culo, suave, acariciandolo cada vez que pasaba por su agujerito. Tiraba mas aceite y el suspiraba, jugaba por su ano hasta que con no mucha presión entre mi dedo, el suspiró fuerte y ella clavó sus dedos dentro de su concha.
Me dediqué a ir metiendo y sacando de a poco mi dedo, lubricando, moviendo en circulos, entrando hasta el fondo, metí dos dedos y seguí. Sus gemidos eran profundos, igual que los de su mujer que explotó en un orgasmo pajeandose y viendo como penetraba con mis dedos a su marido.
Mientras hacia eso el me manoteó la pija por encima del pantalón. Me manoseó un poco y ese fue el momento donde aproveché y me saque la ropa.
El miraba mi pija y me pajeaba, me acercó y se la metió en la boca....
Me la chupaba toscamente, sin experiencia, le dije: chupala como a vos te gusta que te la chupen y al instante fue mejorando sus habilidades, lamia mi cabeza, bajaba por el tronco, jugaba con su lengua en el frenillo, y yo me deliraba mientras ella seguia con su paja y yo con tres dedos dentro del culo de su marido.
Entonces pare, me solté y fui a buscar un forro, pase con mi pija dura y reluciente por delante de su mujer que no hizo nada.
Me puse el forro delante de ella y acomode a su marido de costado y asi, con el culito para afuera y en primer plano para ella, le acomodé mi verga en la entrada e hice presión.
Un gesto de dolor y placer y un fuerte suspiro lanzó el marido cuando entró mi cabeza y ella se quedó muy quieta mirando todo, extasiada.
La saque un poco y volvi a entrarla cada vez más, hasta que entró toda. Me quedé quieto un momento para que se acostumbrara y despues comencé a bombear.
Ella se sacó la tanga, agarró su cartera y sacó un consolador, lo encendió y se lo fue enterrando en la concha.
Yo le daba murra a su marido y ella se hacía coger por su amigo de latex.
Los tres en un concierto de gemidos, los tres gozando. Me salí de su marido, lo puse boca arriba, me acomode sus piernas sobre mi hombro y asi lo alzé hasta tener su culo a mi alcance. Le volví a enterrar la pija sin mucho esfuerzo y asi, patitas al hombro me lo fuí garchando, primero tranquilamente y despues aumentando el ritmo freneticamente como para que no olvidara su rotura de culo por un tiempo.
Ella seguía acabando con su didlo, me pidió que pare antes de acabar.
Asi lo hice y le avisé, me pidió que le de la leche a su marido en la boca, que hoy era un dia de estrenos y había que hacerla completita.
El marido se prendió a mi pija y no tardé mucho en llenarsela de leche, mucha, soy de acabar mucho y con la calentura que había juntado la acabada fue gloriosa.
Salido ya de su boca quedé con mi pija chorreante de saliva y leche.
Ella besó a su marido y juntos tragaron mi leche.
Despues miró mi pija y le dijo al marido: - Las cosas hay que hacerlas bien y si te vas a tomar la lechita tenes que dejarle la pija bien limpita.
Dicho esto me agarró y metió mi pija en su boca, la saboreó y me la dejó limpita.
Mi verga se volvió a parar pero ella me hizo ver que su marido aun no habia acabado.
Ella me preguntó si me gustaba tomar leche y ante mi negativa comenzamos a chuparle la pija entre los dos. Cuando lo vi que estaba por acabar me corri y deje que ella se tomara todo.
Yo la acariciaba metiendo una mano en su culo y ya queria cogerla pero me dijo que no, que ya volverían para que le haga un masaje a ella mientras el mira, me dió un tierno pico y me pagó lo acordado mas una interesante propina.
Se fueron felices, ahora espero que cumplan con su promesa y vuelvan
Con los años me fui afianzando en mi trabajo de masajista y al permitirme cada tanto aventuras sexuales en la camilla, tanto con los masajes tantricos como con algo que siempre se da, fui manejando la cosa con la experiencia adquirida.
Esto, lejos de tornar aburrida la experiencia, me ha dado la confianza de poder manejar las cosas y disfrutar y hacer disfrutar mucho al que pase por mi camilla.
Pero cada tanto sale algo nuevo, algo no previsto que te mueve las estanterias y que se disfruta mucho mas.
Esto pasó hace unos dias y aca se los relato.
Me llamó una mujer que por la voz me pareció de 50 y algos, me preguntó sobre los masajes tantricos y mi explicación le fue gustando, me preguntó lisa y llanamente si se podía terminar "garchando" y mientras le decia que si, mi pija comenzó a palpitar por lo que vendría.
Pero la sorpresa se dio cuando me preguntó si yo hacía esos masajes con ese final para hombres.
Obviamente le dije que si y ahi me contó como venia la mano.
Con su marido tenían una vida sexual plena y tenian la fantasía de una pija para el. En los juegos habían incluido didlos que usaban los dos pero querian una pija de verdad. Nunca se animaban a llamar a un tercero y viendo un aviso mio pensaron que seria una buena solución para sus fantasias.
Medio perplejo pero excitado por la idea les dije que si y arreglamos dia, hora y precio y si bien quedó en claro que seria solo para él mientras ella miraba, dentro mio tenia la esperanza de terminar garchando con la veterana.
Llegaron al horario previsto, el un flaco, pintón, bastante canoso, cuerpo cuidado, ella una veterana hermosa, buenas tetas, culo tremendo con una mini que no le quedaba mal para su edad. Pasaron al gabinete y ella se acomodó en un silloncito que tengo y que acomodé como para que sea expectadora de lujo. Le indique a el que se desvistiera por completo y se acomodara boca abajo en la camilla y me retiré por unos minutos para que lo hiciera tranquilo.
Cuando volvi el estaba boca abajo, desnudo como le pedí, tenia lindo culo, blanquito, lampiño. Ella se había sentado y su falda, que se habia subido un poco, dejaba ver un hermoso par de piernas. Por su blanca camisa transparentaba un fino corpiño, blanco tambien dejando entrever sus hermosos pezones, oscuros y duros. Se notaba que lo inminente de la experiencia la tenia excitada.
Y yo, con toda esta situación, ya estaba con mi pija bien dura y se notaba en mi suave pantalon de trabajo. El ver que semejante hembra iba a estar sentada mirando como garchaba con su marido me tenía a full.
Comencé con el masaje relajante y mientras mis manos recorrian su cuerpo ella miraba expectante y cuando cruzabamos miradas me sonreía complice.
Relajé toda la espalda y ya en su culo dediqué bastante tiempo a masajearlo y acariciarlo.
Sintió placer, lo supe por la forma que relajó el cuerpo, por un pequeño suspiro que escapó de sus labios y porque su pija comenzó a crecer asomando por entre sus piernas.
Me quedé un buen rato acariciando su culo y despues baje para sus piernas. Una buena recorrida desde sus pies hasta sus muslos y la calentura que le provoqué mientras masajeaba muy suavemente la cara interna de sus muslos.
Mire a su mujer y estaba caliente, sus musculos tensos, sus manos acariciando sus piernas y su lengua relamiendose... ya no reía, su cara expresaba lujuria.
Cuando pasaba por sus muslos, como sin querer rozaba sus huevos, la cabeza de su humeda pija, me acercaba a su culo, el lo alzaba y me lo entregaba y yo aflojaba y lo hacia desear....
La miro a ella y ya estaba con una mano sobre su concha, habia abierto sus piernas y se acariciaba por encima de su bombacha blanca que ya mostraba sus humedades.
Yo estaba que explotaba, la situación me había calentado mal pero debía calmarme para no estropear todo.
Comencé a subir y bajar mis dedos por la raya de su culo, suave, acariciandolo cada vez que pasaba por su agujerito. Tiraba mas aceite y el suspiraba, jugaba por su ano hasta que con no mucha presión entre mi dedo, el suspiró fuerte y ella clavó sus dedos dentro de su concha.
Me dediqué a ir metiendo y sacando de a poco mi dedo, lubricando, moviendo en circulos, entrando hasta el fondo, metí dos dedos y seguí. Sus gemidos eran profundos, igual que los de su mujer que explotó en un orgasmo pajeandose y viendo como penetraba con mis dedos a su marido.
Mientras hacia eso el me manoteó la pija por encima del pantalón. Me manoseó un poco y ese fue el momento donde aproveché y me saque la ropa.
El miraba mi pija y me pajeaba, me acercó y se la metió en la boca....
Me la chupaba toscamente, sin experiencia, le dije: chupala como a vos te gusta que te la chupen y al instante fue mejorando sus habilidades, lamia mi cabeza, bajaba por el tronco, jugaba con su lengua en el frenillo, y yo me deliraba mientras ella seguia con su paja y yo con tres dedos dentro del culo de su marido.
Entonces pare, me solté y fui a buscar un forro, pase con mi pija dura y reluciente por delante de su mujer que no hizo nada.
Me puse el forro delante de ella y acomode a su marido de costado y asi, con el culito para afuera y en primer plano para ella, le acomodé mi verga en la entrada e hice presión.
Un gesto de dolor y placer y un fuerte suspiro lanzó el marido cuando entró mi cabeza y ella se quedó muy quieta mirando todo, extasiada.
La saque un poco y volvi a entrarla cada vez más, hasta que entró toda. Me quedé quieto un momento para que se acostumbrara y despues comencé a bombear.
Ella se sacó la tanga, agarró su cartera y sacó un consolador, lo encendió y se lo fue enterrando en la concha.
Yo le daba murra a su marido y ella se hacía coger por su amigo de latex.
Los tres en un concierto de gemidos, los tres gozando. Me salí de su marido, lo puse boca arriba, me acomode sus piernas sobre mi hombro y asi lo alzé hasta tener su culo a mi alcance. Le volví a enterrar la pija sin mucho esfuerzo y asi, patitas al hombro me lo fuí garchando, primero tranquilamente y despues aumentando el ritmo freneticamente como para que no olvidara su rotura de culo por un tiempo.
Ella seguía acabando con su didlo, me pidió que pare antes de acabar.
Asi lo hice y le avisé, me pidió que le de la leche a su marido en la boca, que hoy era un dia de estrenos y había que hacerla completita.
El marido se prendió a mi pija y no tardé mucho en llenarsela de leche, mucha, soy de acabar mucho y con la calentura que había juntado la acabada fue gloriosa.
Salido ya de su boca quedé con mi pija chorreante de saliva y leche.
Ella besó a su marido y juntos tragaron mi leche.
Despues miró mi pija y le dijo al marido: - Las cosas hay que hacerlas bien y si te vas a tomar la lechita tenes que dejarle la pija bien limpita.
Dicho esto me agarró y metió mi pija en su boca, la saboreó y me la dejó limpita.
Mi verga se volvió a parar pero ella me hizo ver que su marido aun no habia acabado.
Ella me preguntó si me gustaba tomar leche y ante mi negativa comenzamos a chuparle la pija entre los dos. Cuando lo vi que estaba por acabar me corri y deje que ella se tomara todo.
Yo la acariciaba metiendo una mano en su culo y ya queria cogerla pero me dijo que no, que ya volverían para que le haga un masaje a ella mientras el mira, me dió un tierno pico y me pagó lo acordado mas una interesante propina.
Se fueron felices, ahora espero que cumplan con su promesa y vuelvan
3 comentarios - Un masaje inesperado!