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Cuidando de mi ahijada

Esta historia sucedió hace unos años - no muchos- cuando mi esposa y yo recién habíamos comprado nuestra casa.
Ella tenía una sobrina llamada Rocío que al nacer me la dieron como ahijada.
Rocío siempre fue muy pegada a mí, desde chiquita solía acompañarme al mercado o al centro, donde yo fuera ella iba conmigo.
Se fue haciendo señorita y Rocío se fue poniendo mas hermosa: de estatura baja - no llegaba a 1.60, piel trigueña, ojos verdes, cabello lacio y largo, hasta la cintura. De tetas redondas y firmes y de una cola bien parada y piernas torneadas debido a la práctica de patín.
Al promediar sus 15 años sus padres debieron marcharse a otra ciudad por cuestiones de trabajo, por lo que no veía mi ahijada desde hacía unos 5 años.

Una tarde mi cuñado me llama por teléfono preguntando si podríamos recibir a su hija un tiempo hasta que consiguiera departamento para alquilar ya que venía de vuelta a la ciudad a estudiar una carrera universitaria. Por supuesto no pusimos ningún reparo con mi mujer y le dimos el ok para que la enviara.

Rocío llegó una tarde, cargada de bolsos y con la sonrisa a flor de piel: estaba más mujer, bonita, elegante y bastante "desarrollada" desde la última vez que habíamos estado juntos.

Pasaron un par de meses y toda era armonía en nuestra casa, nosotros bien con nuestro trabajo, Rocío bien con la facultad y haciendo amistades.
Una noche de primavera mi ahijada salió a bailar con sus amigas como siempre lo hacía y fue cuando mi mujer  - cerca de las 5 de la madrugada- recibió un llamado a su teléfono: era ella que me rogaba que la fuese a buscar porque estaba descompuesta... nos dijo la ubicación del boliche y partí a "rescatarla".

Llegué al lugar indicado y luego de unos 10 minutos apareció Rocío ayudada por una de sus amigas... tenía puesto un pantalón corto de cuerina acompañada por medias de red, una remera color crema que debido a la firmeza de sus tetas la elevaba y dejaba ver su ombligo Subieron al auto y Rocío intercalaba risas con arcadas. Dejamos a su amiga en su casa (en el culo del mundo) y emprendimos el retorno.
Mi ahijada se acomodó apoyando su cabeza sobre mi hombro, disminuí la velocidad y pasé mi brazo sobre los suyos ... mi mano quedó rozando su vientre desnudo ...entendiendo que estaba dormida acaricié su estómago y sus caderas ... Rocío se acurrucó aún más contra mí.
La posición me permitía ver a través del escote sus tetas jóvenes y duras y mi mano al acariciarla llegaba a tocar el nacimiento de ellas... mi pija respondía al instinto.
Anduvimos así un trecho no muy largo y cómo noté que Rocío se estaba moviendo, retiré mi mano de su vientre ... Rocío tomó mi mano y la puso de nuevo donde estaba, solo que esta vez directamente sobre uno de sus pechos.
" ... me hacés sentir bien tío ... quedate así ... yo estoy borracha así que mañana no voy a recordar nada ..." dijo alimentando mi morbo.
Comencé a acariciar su teta pellizcando el pezón ... mi ahijada levantó la vista y acercándose me besó en los labios.
Me tiré hacia la banquina y detuve la marcha ... nos besamos ... apreté sus pechos tratando de exprimirlos, hacía mucho que no tenía unos tan jóvenes entre mis manos...ella desprendió el pantalón y buscó mi pija y al encontrarla ya lista se inclinó y se la llevó a su boca.
No duré ni 5 minutos, su habilidad y mi calentura hicieron que estallara enseguida ... le dije que iba a acabar y se la hundió aún más, llevando directo a su estómago el fruto de su labor.
Nos besamos y retomé el camino a casa ... Rocío seguía con mi pija en su mano izquierda, restos de leche se encontraban en sus dedos. Con su mano derecha desabotonó su pantanloncito y empezó a tocarse, arqueando la espalda cada vez que le venían "cosquillas".
Una cuadra antes de llegar volvió a inclinarse y chupó hasta que paré el motor para abrir la cochera.

Después de entrar el auto ayudé a que bajara y fuimos abrazados hasta su habitación, su borrachera era evidente y no iba a permitir que se cayera y despertara a mi mujer, no sabía en ese estado qué podía contar mi ahijada.

Se tiró en la cama y me pidió que la desvistiese: la iba a tener desnuda frente a mí ... cuando uno piensa con la cabeza de abajo se nubla todo raciocinio.
La desvestí lentamente, no sólo para poder apreciarla detalladamente sino con el debido cuidado de que no despertara mi esposa...
Era perfecta ... su conchita totalmente depilada, sus muslos ... ella adivinó mi confusión y agarrándome el miembro tironeó para acercarme y dijo en voz apenas audible: " ... estoy borracha pero no tanto ... quedate tranquilo que esto nunca pasó ..." y dicho esto, comenzó a mamármela despacio.

"... cogeme..." me pidió ... mi cabeza (la de arriba) giraba a mil revoluciones: mi esposa estaba en la pieza de al lado...
" ... no puedo ,,, es peligroso..." atiné a decir en contra de mis deseos obviamente.
" ... metémela un poquito, nada más ... otro día me cogés bien cogida, pero ahora haceme acabar que no doy más..."
Me asomé a constatar que mi mujer siguiera en la pieza y me acomodé entre sus piernas ... calzé la cabeza y tratando de pensar en cualquier otra cosa para no acabar, empecé un meta y ponga que duró 1 minuto hasta que dobló su espalda y apretando las sábanas me dió a entender que había terminado.

Salí de su interior con la pija totalmente empapada en sus jugos y acercándosela a la boca hice que la limpiara.
Le dí un beso y me fuí a dormir.

No tuvimos que esperar mucho tiempo para repetir, esa semana mi esposa tuvo que viajar por trabajo y estuvo 2 días afuera de casa.

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