José Luis le dieron varios días de descanso y con Belén programaron un asado pues José Luis decía que le hacía falta la familia y por su trabajo se perdió de varias fiestas, entonces quería aprovechar sus vacaciones para disfrutar de todos juntos, ese día yo me vestí pensando en hacer el amor con mi pareja luego de llegar del asado y me puse un hilo dental color rosa, con un brasier del mismo color, una blusa oficinera blanca que dejaba ver un poco el color del brasier, una falda oficinera también ajustada que pronunciaba mi trasero y me llegada casi hasta las rodillas,tacos y mi cabello recogido con una pinza, mi pareja me vio y se puso detrás mío para agarrarme las tetas y manosearme, me besó el cuello y me dio una nalgada, me dejó con ganas de coger pues ya estábamos sobre la hora para ir al asado. Al llegar mi hermana Belén y José Luis estaban en la puerta de entrada saludando a quienes llegaban, nos acercamos y los saludamos de beso y abrazo...
José Luis: Hola bienvenida, estas preciosa.
Yo: muchas gracias José, hace más de un año que no hablamos, gracias por la invitación
José Luis: si quieres ahora nos tomamos un trago y te cuento de mi vida en este tiempo.
Entramos a la casa y nos dirigimos hacia para saludar a mis padres y demás familiares y así se fue llenando la casa de invitados y empezó formalmente el asado con comida y mucho alcohol, por su parte José Luis pasaba por todas partes charlando con todos brindando y riendo pero noté que de vez en cuando me miraba y me reparaba de pies a cabeza y eso lejos de molestarme me generaba de nuevo la curiosidad aquella, hasta que en una ocasión era yo la que lo miraba y él me sorprendió y me tocó mirar hacia otro lado, mi marido estaba distraído charlando con los demás y yo me dirigí a la cocina a buscar hielo para el whisky, lo saqué del refrigerador y me agaché un poco para buscar más vasos, de repente me percaté que José Luis entraba también a la cocina y se quedó mirándome el trasero...
José Luis: uy!! Cuñada que buena vista
Yo: jaja tú y tus ocurrencias, cuanto tiempo llevas ahí mirándome no más
José Luis: el suficiente, el suficiente como para darme cuenta que cada vez estás mejor
Yo: pues gracias... y dime, como has estado, que has hecho, como va tu trabajo
José Luis: todo lo mismo cuñada, mucho trabajo, de ciudad en ciudad de pueblo en pueblo haciendo lo mismo pero me pagan bien así que no me puedo quejar.
Yo: entonces brindemos por tu trabajo y por tu invitación, todo está muy bueno.
José Luis: bueno? buena tú, estás muy bien , que cuñada tengo, eres una mujer de admirar porque te cuidas muy bien eso hace a una mujer muy atractiva, me gustaría bailar algo contigo enseguida, además, te estado observando y te descubrí mirándome, jaja no sé por qué me estabas mirando, tan feo estoy?
Yo: jajaja no, si tú estás bien, no se te nota la carga de trabajo, se te nota fresco, te estaba mirando por eso y claro que podemos bailar más adelante.
José Luis: segura que solo me mirabas por eso? yo por ejemplo me podría quedar mirándote toda la noche y no precisamente tu rostro, tu cuerpo en general para ser discreto.
José Luis comenzaba a lanzar sus piropos y eso me agradaba no sé por qué, será su forma de hacerme saber que quería que algo pasara entre nosotros, su atrevimiento, no sé, pero me gustaba además el whisky me tenía un poco desinhibida y quise ir un poco más allá así que le seguí el juego...
Yo: ok y que tal si dejas la discreción de lado y me dices que piensas cuando me miras.
José Luis: que es una da lástima que mi mujer sea tu hermana, porque de no serlo creo que desde tiempo atrás te habría invitado a salir o a algún viaje conmigo, sin importar si estoy casado o si tú lo estás, te habría invitado a salir, a bailar, a divertirnos así sea solo por una noche.
Eso me sorprendió pero me gustó aún más porque a José Luis se le notaban sus ganas de hacerme suya aunque fuera por una noche y mi curiosidad de saber qué pasaría si dejo que eso suceda fue creciendo, ya no consideraba el estar casada y tener familia, esa curiosidad era más fuerte. Caminé hacia la salida de la cocina pero para ello tenía que pasar por el lado de José Luis y al tenerlo de frente le propuse brindar por su sinceridad, él aceptó y una de sus manos se posó en mi cintura y con descaro clavó su mirada en mi escote que dejaba ver parte de mis tetas
José Luis: esa blusa te queda muy bien , y el rosado del brasier te combina con el color de piel.
Yo: te gusta? me lo puse para mi marido pero ya no sé si sea solo para él.
Nos miramos y su mano terminó de rodear por completo mi cintura para halarme hacia él y nos besamos, me abracé a su cuello como si fuera su mujer mientras sus manos se apoderaban de mi trasero y me lo apretaba con una intensidad tremenda, nuestras lenguas jugaban, yo era un poco más alta que él y me encantaba la sensación de que mis tetas se abultaran contra su pecho...
José Luis: estas muy buena , tu culo, tus piernas, tus tetas se ven hermosas a través de esa blusa, apuesto a que cuando te estabas vistiendo en parte pensaste en que a mí también me gustara, verdad? dime que es así mamacita.
Yo: si mi amor, quieres ser el primero en quitarme la ropa? desde que llegamos tenía curiosidad de saber que se siente coger contigo.
José Luis: ya lo sentirás mi amor, yo también me muero por echarme un polvo contigo.
Sus besos fueron bajando hasta mi escote y hábilmente sin abrir mucho mi blusa sacó uno de mis pechos y comenzó a chupármelo delicioso, se metía lo que podía en la boca y yo se lo ofrecía para que lo disfrutara, igual yo disfrutaba también...
Yo: mmmm aaajjjj dale mi amor, chupa chupa bebé, cómete mis tetas, esta blusa escotada me la puse pensando en ti José Luis.
De repente sentimos que alguien venía a la cocina y rápidamente nos recompusimos, yo simulé estar buscando algo y José simulaba estar sirviendo hielo en varios vasos, era mi pareja
Me quedé sin saber que decir, pero José Luis intervino y le quiso aclarar que el hielo estaba muy escondido en el refrigerador y tuvimos que sacar todo lo que había para poder conseguirlo pero Miguel se dio vuelta y dejó a José hablando solo
José Luis: esto sí que me gusta más, tu marido sospecha eso le pone más morbo a esto, esto no se queda así vas a ser mía Terminé de salir de la cocina y aunque estaba algo asustada sonreí porque sabía que le facilitaría la tarea a José Luis porque yo ya quería ser su puta, quería que él me cogiera no había vuelta atrás..Luego de salir de la cocina con el corazón a mil, la fiesta siguió su curso, de vez en cuando José y yo nos mirábamos con complicidad, luego de bailar con mi esposo José me invitó a bailar y yo me negué en un principio pues quería aclarar un poco mi mente y tratar de apaciguar el deseo que tenía de cogerr con él, pero Edu me insistió en que bailara con José y pues tuve que acceder, cuando José me tomó de la mano sentí algo, no sé, algún tipo de conexión…
José Luis: De nuevo te tengo para mí, aunque solo podamos bailar, pero yo sé que vamos a tener tiempo para nosotros solos y te voy a disfrutar como he querido desde hace tiempo.
Yo no sabía que decirle pues también quería ser cogida por él,
José Luis me apretó un poco más hacia él y mis tetas se abultaron contra su pecho así como había pasado un rato atrás en la cocina y como yo soy un poco más alta que él ver su cara cerca a mis tetas me calentó mucho, me abracé un poco más a él como si fuera su mujer y José lo entendió y en un momento sentí como una de sus manos acarició mi culo…
Yo: no sigas por favor, me tienes loca, quiero que me cojas , que me comas entera.
La canción terminó y de inmediato José Luis hizo un comentario como dándome coordenadas…
José Luis: voy de nuevo a la cocina a picar un poco de hielo, quieres ayudarme?
Yo: debo ir al baño primero y nos vemos allá.
Me dirigí al baño con algo de afán, pues era una oportunidad de oro para poder estar sola unos minutos con José Luis y darle rienda suelta a esas ganas que nos teníamos ambos. En el baño me acomodé un poco el escote y me eché algo de perfume para mi macho, macho que esa noche no sería mi esposo sino mi cuñado, no pensaba en mi familia ni en la de nadie, sólo quería ser poseída él. Al salir del baño tomé un pequeño atajo hacia la cocina pero escuché una voz femenina que me hizo detener, era mi hermana Belén, esposa de José Luis, ella también estaba algo pasada de tragos e invitaba a José a la recámara para echarse un polvo rápido y luego volver a la fiesta, pero José la rechazaba diciendo que aún tenía que picar más hielo y por un costado podía ver como Belén le agarraba la verga a José por encima de su pantalón, pensé “esto no puede ser, ella es mi hermana y no le puedo hacer esto, además no sé qué rumbo tomaría todo si traiciono la confianza de mi familia” y cuando ya me disponía a volver con los demás escuché a Belén salir de la cocina con un vaso de whisky en la mano y tarareando la canción que estaba sonando en ese momento, de inmediato sentí unas manos que desde atrás me rodeaban la cintura, era José…
José Luis: pensabas escaparte mi cuñadita deliciosa? Qué tal si me das un beso y me dejas disfrutarte unos minutos…
Todo se me nubló de nuevo, me di vuelta, me abracé a su cuello y nos besamos, jugábamos con nuestras lenguas y mientras mis manos tomaban su rostro en señal de entrega total, José levantó mi falda y palpó la piel de mi culo y con sus dedos recorrió la costura de mi tanga que con la falda subida se podía ver todo pues era semitransparente…
Yo: Te gusta? vas a tener que hacer algo para quitarme esta calentura, es tu culpa.
José Luis: te quiero meter mi verga, quiero penetrarte toda, quiero dejarte marcada como mía
Nos volvimos a besar y yo le tocaba la verga a José por encima de su pantalón.
Yo: Que tienes ahí? Es para mí?
José: si mi amor, esta verga es toda tuya, que tal si me regalas una mamada?
Yo: pensé que nunca me lo pedirías, me muero por probarte esa verga rica que tienes.
José: y tu no sabes como he soñado este momento, ver tu boca llena de mí.
Me senté y le bajé la cremallera pues no había tiempo que perder, además alguien podría entrar a la cocina y vernos, apenas tuve esa verga en mis manos pude constatar lo que a veces me comentaba Belén y es que José tenía una verga grande y gruesa y yo ya me la quería comer, comencé pasándole la lengua por todo el glande y de inmediato me la metí a la boca, estaba deliciosa, con las venas marcadas, José me cogió del pelo y eso me calentó más….
José: ummm chúpamela amor, que rica boca tienes, déjamela brillante de tu saliva, tienes hambre? Come mi amor, come.
Yo: que verga tan rica cuñadito, es más grande que la de mi marido, que rico!!! Tienes que compartirla más seguido.
José: cuando quieras amor, cuando quieras me llamas y vuelvo para que la chupes así de bien como lo estás haciendo, tu si sabes dar una buena mamada
Se la chupé todo lo que quise, mi boca quedó marcada por esa verga deliciosa,, le chupé los testículos pero de inmediato volvía a esa rica verga que ya denotaba su temple y su disposición para penetrar una vagina y yo me sentía honrada de ser la poseedora de esa vagina.
Yo: me la quieres meter ya mi amor? Me muero por sentirte dentro de mí
ven que ya no aguanto más, no sabes lo que he soñado con este momento y estoy a punto de hacerlo realidad, de tenerte para mí, de clavarte como mi yegua, como mi mujer, de marcarte como mía.
Yo: claro que si papacito delicioso, si hubiera sabido desde antes de tus sueños créeme que seríamos amantes de tiempo atrás.
José me sacó la blusa y de nuevo me devoró las tetas, me las cogía con fuerza y me las chupaba con desespero, como si esa noche fuera la última de nuestras vidas.
Yo: te gustan mis tetas mi amor? Dale, cómetelas todo lo que quieras, son tuyas.
José: ahora entiendo por qué son los juguetes del cornudo de tu pareja tienes unas tetas únicas y hoy me las como yo.
Yo: Hoy y el tiempo que quieras mi vida.
José terminó su tarea con mis pechos y me giró para hacerme apoyar en un mesón, sentí como hacía a un lado mi tanga, esa tanga que me había puesto con la intención de seducir a mi marido pero que esa noche sería testigo directo de un rapidín que me echaría con mi cuñado en la cocina de su casa.
José: uff que culo cuñada, todo eso es mío, hoy me lo como yo.
Yo: ya no aguanto más métemelo por favor méteme esa verga tan rica que tienes.
Y José no se hizo de rogar y de un empujón me la metió toda y comenzó su vaivén, sentí que me llenaba entera, esa verga era única y yo estaba extasiada de ser cogida salvajemente en la cocina…
Yo: ajjj auu que rico mi amor, sigue así cómeme toda mmmmm ajj ajj ajj!!!
José: que rico cuñada, que rica cogida nos estamos dando mi amor, eres mi yegua, me perteneces.
Yo: si mi amor, soy tuya, soy tu yegua, cada que quieras seré tu mujer, dame más dame más que deliciaaa!!!
José se sentó en un silla vieja que había al alcance y yo me senté encima suyo para cabalgarlo y al quedar de frente nos besamos, nos comíamos la boca en una muestra de desespero por devorarnos y lujuria, José sacó su lengua bañada en saliva y yo me la comí como un manjar, la acariciaba con mi lengua como si estuviera comiéndome su verga mientras seguía cabalgándolo…
José: que rica estás cuñada, que cuerpazo, que tetas, que culo y tu cara de calentura me encanta mi amor.
Yo: Ahora que me descubriste mirándote me estaba imaginando yo encima tuyo cogiendo como animales.
Seguí cabalgando a José Luis abrazada a él, era tal la calentura que tuve orgasmo tras orgasmo y se lo agradecía besándolo. Habrían pasado cerca de 30 minutos sin que nadie entrara a la cocina, minutos que para mí se fueron volando de tanto que disfrutaba ser penetrada y poseída por mi cuñado, cuando José sintió que se venía me arrodillé y él se paró para así tragarme su leche, me llenó la boca y me la tragué mientras me masajeaba la vagina, nos vestimos y yo fui al baño a lavarme la boca, José fue al segundo piso a terminarse de organizar y no levantar sospechas, cuando salí del baño venía mi hermana Belén
Nos dirigimos hacia donde estaban los demás y mientras su hijo iba delante
mío y yo lo tenía tomado de los hombros mientras caminábamos José me agarró una nalga en señal de que esa no sería la única vez que nos veríamos y yo ya quería que la siguiente aventura llegara para ser la puta de mi cuñado.
José Luis: Hola bienvenida, estas preciosa.
Yo: muchas gracias José, hace más de un año que no hablamos, gracias por la invitación
José Luis: si quieres ahora nos tomamos un trago y te cuento de mi vida en este tiempo.
Entramos a la casa y nos dirigimos hacia para saludar a mis padres y demás familiares y así se fue llenando la casa de invitados y empezó formalmente el asado con comida y mucho alcohol, por su parte José Luis pasaba por todas partes charlando con todos brindando y riendo pero noté que de vez en cuando me miraba y me reparaba de pies a cabeza y eso lejos de molestarme me generaba de nuevo la curiosidad aquella, hasta que en una ocasión era yo la que lo miraba y él me sorprendió y me tocó mirar hacia otro lado, mi marido estaba distraído charlando con los demás y yo me dirigí a la cocina a buscar hielo para el whisky, lo saqué del refrigerador y me agaché un poco para buscar más vasos, de repente me percaté que José Luis entraba también a la cocina y se quedó mirándome el trasero...
José Luis: uy!! Cuñada que buena vista
Yo: jaja tú y tus ocurrencias, cuanto tiempo llevas ahí mirándome no más
José Luis: el suficiente, el suficiente como para darme cuenta que cada vez estás mejor
Yo: pues gracias... y dime, como has estado, que has hecho, como va tu trabajo
José Luis: todo lo mismo cuñada, mucho trabajo, de ciudad en ciudad de pueblo en pueblo haciendo lo mismo pero me pagan bien así que no me puedo quejar.
Yo: entonces brindemos por tu trabajo y por tu invitación, todo está muy bueno.
José Luis: bueno? buena tú, estás muy bien , que cuñada tengo, eres una mujer de admirar porque te cuidas muy bien eso hace a una mujer muy atractiva, me gustaría bailar algo contigo enseguida, además, te estado observando y te descubrí mirándome, jaja no sé por qué me estabas mirando, tan feo estoy?
Yo: jajaja no, si tú estás bien, no se te nota la carga de trabajo, se te nota fresco, te estaba mirando por eso y claro que podemos bailar más adelante.
José Luis: segura que solo me mirabas por eso? yo por ejemplo me podría quedar mirándote toda la noche y no precisamente tu rostro, tu cuerpo en general para ser discreto.
José Luis comenzaba a lanzar sus piropos y eso me agradaba no sé por qué, será su forma de hacerme saber que quería que algo pasara entre nosotros, su atrevimiento, no sé, pero me gustaba además el whisky me tenía un poco desinhibida y quise ir un poco más allá así que le seguí el juego...
Yo: ok y que tal si dejas la discreción de lado y me dices que piensas cuando me miras.
José Luis: que es una da lástima que mi mujer sea tu hermana, porque de no serlo creo que desde tiempo atrás te habría invitado a salir o a algún viaje conmigo, sin importar si estoy casado o si tú lo estás, te habría invitado a salir, a bailar, a divertirnos así sea solo por una noche.
Eso me sorprendió pero me gustó aún más porque a José Luis se le notaban sus ganas de hacerme suya aunque fuera por una noche y mi curiosidad de saber qué pasaría si dejo que eso suceda fue creciendo, ya no consideraba el estar casada y tener familia, esa curiosidad era más fuerte. Caminé hacia la salida de la cocina pero para ello tenía que pasar por el lado de José Luis y al tenerlo de frente le propuse brindar por su sinceridad, él aceptó y una de sus manos se posó en mi cintura y con descaro clavó su mirada en mi escote que dejaba ver parte de mis tetas
José Luis: esa blusa te queda muy bien , y el rosado del brasier te combina con el color de piel.
Yo: te gusta? me lo puse para mi marido pero ya no sé si sea solo para él.
Nos miramos y su mano terminó de rodear por completo mi cintura para halarme hacia él y nos besamos, me abracé a su cuello como si fuera su mujer mientras sus manos se apoderaban de mi trasero y me lo apretaba con una intensidad tremenda, nuestras lenguas jugaban, yo era un poco más alta que él y me encantaba la sensación de que mis tetas se abultaran contra su pecho...
José Luis: estas muy buena , tu culo, tus piernas, tus tetas se ven hermosas a través de esa blusa, apuesto a que cuando te estabas vistiendo en parte pensaste en que a mí también me gustara, verdad? dime que es así mamacita.
Yo: si mi amor, quieres ser el primero en quitarme la ropa? desde que llegamos tenía curiosidad de saber que se siente coger contigo.
José Luis: ya lo sentirás mi amor, yo también me muero por echarme un polvo contigo.
Sus besos fueron bajando hasta mi escote y hábilmente sin abrir mucho mi blusa sacó uno de mis pechos y comenzó a chupármelo delicioso, se metía lo que podía en la boca y yo se lo ofrecía para que lo disfrutara, igual yo disfrutaba también...
Yo: mmmm aaajjjj dale mi amor, chupa chupa bebé, cómete mis tetas, esta blusa escotada me la puse pensando en ti José Luis.
De repente sentimos que alguien venía a la cocina y rápidamente nos recompusimos, yo simulé estar buscando algo y José simulaba estar sirviendo hielo en varios vasos, era mi pareja
Me quedé sin saber que decir, pero José Luis intervino y le quiso aclarar que el hielo estaba muy escondido en el refrigerador y tuvimos que sacar todo lo que había para poder conseguirlo pero Miguel se dio vuelta y dejó a José hablando solo
José Luis: esto sí que me gusta más, tu marido sospecha eso le pone más morbo a esto, esto no se queda así vas a ser mía Terminé de salir de la cocina y aunque estaba algo asustada sonreí porque sabía que le facilitaría la tarea a José Luis porque yo ya quería ser su puta, quería que él me cogiera no había vuelta atrás..Luego de salir de la cocina con el corazón a mil, la fiesta siguió su curso, de vez en cuando José y yo nos mirábamos con complicidad, luego de bailar con mi esposo José me invitó a bailar y yo me negué en un principio pues quería aclarar un poco mi mente y tratar de apaciguar el deseo que tenía de cogerr con él, pero Edu me insistió en que bailara con José y pues tuve que acceder, cuando José me tomó de la mano sentí algo, no sé, algún tipo de conexión…
José Luis: De nuevo te tengo para mí, aunque solo podamos bailar, pero yo sé que vamos a tener tiempo para nosotros solos y te voy a disfrutar como he querido desde hace tiempo.
Yo no sabía que decirle pues también quería ser cogida por él,
José Luis me apretó un poco más hacia él y mis tetas se abultaron contra su pecho así como había pasado un rato atrás en la cocina y como yo soy un poco más alta que él ver su cara cerca a mis tetas me calentó mucho, me abracé un poco más a él como si fuera su mujer y José lo entendió y en un momento sentí como una de sus manos acarició mi culo…
Yo: no sigas por favor, me tienes loca, quiero que me cojas , que me comas entera.
La canción terminó y de inmediato José Luis hizo un comentario como dándome coordenadas…
José Luis: voy de nuevo a la cocina a picar un poco de hielo, quieres ayudarme?
Yo: debo ir al baño primero y nos vemos allá.
Me dirigí al baño con algo de afán, pues era una oportunidad de oro para poder estar sola unos minutos con José Luis y darle rienda suelta a esas ganas que nos teníamos ambos. En el baño me acomodé un poco el escote y me eché algo de perfume para mi macho, macho que esa noche no sería mi esposo sino mi cuñado, no pensaba en mi familia ni en la de nadie, sólo quería ser poseída él. Al salir del baño tomé un pequeño atajo hacia la cocina pero escuché una voz femenina que me hizo detener, era mi hermana Belén, esposa de José Luis, ella también estaba algo pasada de tragos e invitaba a José a la recámara para echarse un polvo rápido y luego volver a la fiesta, pero José la rechazaba diciendo que aún tenía que picar más hielo y por un costado podía ver como Belén le agarraba la verga a José por encima de su pantalón, pensé “esto no puede ser, ella es mi hermana y no le puedo hacer esto, además no sé qué rumbo tomaría todo si traiciono la confianza de mi familia” y cuando ya me disponía a volver con los demás escuché a Belén salir de la cocina con un vaso de whisky en la mano y tarareando la canción que estaba sonando en ese momento, de inmediato sentí unas manos que desde atrás me rodeaban la cintura, era José…
José Luis: pensabas escaparte mi cuñadita deliciosa? Qué tal si me das un beso y me dejas disfrutarte unos minutos…
Todo se me nubló de nuevo, me di vuelta, me abracé a su cuello y nos besamos, jugábamos con nuestras lenguas y mientras mis manos tomaban su rostro en señal de entrega total, José levantó mi falda y palpó la piel de mi culo y con sus dedos recorrió la costura de mi tanga que con la falda subida se podía ver todo pues era semitransparente…
Yo: Te gusta? vas a tener que hacer algo para quitarme esta calentura, es tu culpa.
José Luis: te quiero meter mi verga, quiero penetrarte toda, quiero dejarte marcada como mía
Nos volvimos a besar y yo le tocaba la verga a José por encima de su pantalón.
Yo: Que tienes ahí? Es para mí?
José: si mi amor, esta verga es toda tuya, que tal si me regalas una mamada?
Yo: pensé que nunca me lo pedirías, me muero por probarte esa verga rica que tienes.
José: y tu no sabes como he soñado este momento, ver tu boca llena de mí.
Me senté y le bajé la cremallera pues no había tiempo que perder, además alguien podría entrar a la cocina y vernos, apenas tuve esa verga en mis manos pude constatar lo que a veces me comentaba Belén y es que José tenía una verga grande y gruesa y yo ya me la quería comer, comencé pasándole la lengua por todo el glande y de inmediato me la metí a la boca, estaba deliciosa, con las venas marcadas, José me cogió del pelo y eso me calentó más….
José: ummm chúpamela amor, que rica boca tienes, déjamela brillante de tu saliva, tienes hambre? Come mi amor, come.
Yo: que verga tan rica cuñadito, es más grande que la de mi marido, que rico!!! Tienes que compartirla más seguido.
José: cuando quieras amor, cuando quieras me llamas y vuelvo para que la chupes así de bien como lo estás haciendo, tu si sabes dar una buena mamada
Se la chupé todo lo que quise, mi boca quedó marcada por esa verga deliciosa,, le chupé los testículos pero de inmediato volvía a esa rica verga que ya denotaba su temple y su disposición para penetrar una vagina y yo me sentía honrada de ser la poseedora de esa vagina.
Yo: me la quieres meter ya mi amor? Me muero por sentirte dentro de mí
ven que ya no aguanto más, no sabes lo que he soñado con este momento y estoy a punto de hacerlo realidad, de tenerte para mí, de clavarte como mi yegua, como mi mujer, de marcarte como mía.
Yo: claro que si papacito delicioso, si hubiera sabido desde antes de tus sueños créeme que seríamos amantes de tiempo atrás.
José me sacó la blusa y de nuevo me devoró las tetas, me las cogía con fuerza y me las chupaba con desespero, como si esa noche fuera la última de nuestras vidas.
Yo: te gustan mis tetas mi amor? Dale, cómetelas todo lo que quieras, son tuyas.
José: ahora entiendo por qué son los juguetes del cornudo de tu pareja tienes unas tetas únicas y hoy me las como yo.
Yo: Hoy y el tiempo que quieras mi vida.
José terminó su tarea con mis pechos y me giró para hacerme apoyar en un mesón, sentí como hacía a un lado mi tanga, esa tanga que me había puesto con la intención de seducir a mi marido pero que esa noche sería testigo directo de un rapidín que me echaría con mi cuñado en la cocina de su casa.
José: uff que culo cuñada, todo eso es mío, hoy me lo como yo.
Yo: ya no aguanto más métemelo por favor méteme esa verga tan rica que tienes.
Y José no se hizo de rogar y de un empujón me la metió toda y comenzó su vaivén, sentí que me llenaba entera, esa verga era única y yo estaba extasiada de ser cogida salvajemente en la cocina…
Yo: ajjj auu que rico mi amor, sigue así cómeme toda mmmmm ajj ajj ajj!!!
José: que rico cuñada, que rica cogida nos estamos dando mi amor, eres mi yegua, me perteneces.
Yo: si mi amor, soy tuya, soy tu yegua, cada que quieras seré tu mujer, dame más dame más que deliciaaa!!!
José se sentó en un silla vieja que había al alcance y yo me senté encima suyo para cabalgarlo y al quedar de frente nos besamos, nos comíamos la boca en una muestra de desespero por devorarnos y lujuria, José sacó su lengua bañada en saliva y yo me la comí como un manjar, la acariciaba con mi lengua como si estuviera comiéndome su verga mientras seguía cabalgándolo…
José: que rica estás cuñada, que cuerpazo, que tetas, que culo y tu cara de calentura me encanta mi amor.
Yo: Ahora que me descubriste mirándote me estaba imaginando yo encima tuyo cogiendo como animales.
Seguí cabalgando a José Luis abrazada a él, era tal la calentura que tuve orgasmo tras orgasmo y se lo agradecía besándolo. Habrían pasado cerca de 30 minutos sin que nadie entrara a la cocina, minutos que para mí se fueron volando de tanto que disfrutaba ser penetrada y poseída por mi cuñado, cuando José sintió que se venía me arrodillé y él se paró para así tragarme su leche, me llenó la boca y me la tragué mientras me masajeaba la vagina, nos vestimos y yo fui al baño a lavarme la boca, José fue al segundo piso a terminarse de organizar y no levantar sospechas, cuando salí del baño venía mi hermana Belén
Nos dirigimos hacia donde estaban los demás y mientras su hijo iba delante
mío y yo lo tenía tomado de los hombros mientras caminábamos José me agarró una nalga en señal de que esa no sería la única vez que nos veríamos y yo ya quería que la siguiente aventura llegara para ser la puta de mi cuñado.
3 comentarios - me saque las ganas con mi cuñadp