Parte 1 – En busca de acción
Les traigo un nuevo fanfiction de Dragon Ball. Lo que acontece en este episodio sucede varios años después de lo visto en Super y la película de Broly (2018) Todos los personajes son mayores de edad.
Otra historia dividida en dos partes. En esta, Milk, tras una reunión con sus libertinas amigas, Bulma, 18 y Videl se ponen al tanto de sus últimas aventuras eróticas y queda en evidencia su falta de sexo, decidiendo poner manos a la obra y conquistar a quien sea, o quienes sea, o lo que sea, con tal de recuperar el tiempo perdido desde que Goku se fue a entrenar por enésima vez.
Protagonistas: Milk (aunque también aparecen Bulma, 18 y Videl)
Cuando se era la esposa de guerreros que arriesgaban la vida por la Tierra, era importante apoyarse y contenerse mutuamente. Milk, Videl, 18 y Bulma, desde que la Tierra peligró con la llegada de Beerus, solían hacer actividades juntas para relajarse de la constante presión de saber que la vida en el planeta y hasta el universo, cada dos por tres peligraba.
Una de las salidas favoritas del grupo de amigas, era el onsen, los baños termales tradicionales. Bulma había alquilado una de esas termas para ellas solas, como siempre, gracias a su abultadísima billetera. Tras darse un festín en un restaurant lujoso, completarían la experiencia en las burbujeantes aguas vaporosas, a solas, en uno de los sitios más lujosos de la ciudad.
Juntas no dejaban títere con cabeza. Nadie se salvaba de sus críticas, y por supuesto, sus esposos eran el foco habitual de sus críticas. Mientras llegaban al lugar, Milk no dejó de quejarse de las largas ausencias de Goku y de cómo la veía tan solo como una proveedora de comida y no como una esposa. A Bulma le pasaba lo mismo, aunque Vegeta era mucho más atento y apasionado (ella dijo “abierto” cosa que ninguna entendió a que se refería) mientras que 18 era la más afortunada en esa materia.
- Krilin sigue siendo un semental en la cama, no tiene límite, tan solo quisiera que ganara más dinero, eso tampoco ha cambiado. – Comentó- Le dije que se anote a cada competencia de lucha que se dispute para traer más, le falta mucha ambición, se conforma con ese estúpido trabajo de policía.- Suspiro 18 desilusionada.- Aunque lo compensa en la cama cada noche, de eso no me quejo… le gusta dejarse el uniforme, arrestarme y someterme por horas.
- Bueno si quieres persuadirlo de algo ya sabes que darle…- Comento sugestiva la peliazul guiñando un ojo.- No sería la primera vez.
- Ya tuvimos un anal esta semana y trato de no habilitarlo muy seguido, sino se vuelve habitual para él, habitual para mí y pierde la gracia.
- Siempre tan discreta, 18. No tienes que contarlo todo- La retó Milk, tras oír ese detalle, mordiéndose la lengua de la envidia.
- No está bien usar el sexo para extorsionar, además no todo es dinero, ya lo hemos hablado, un esposo bueno en la cama no se puede comprar.- Intervino Videl.
Entre risas y comentarios picantes, el cuarteto de mujeres llegó al ofuro indicado (con ese nombre se las conoce a dichas bañeras) vistiendo solo yukatas y getas (kimonos de algodón y chanclas de madera) y se desnudaron sin pudor conversando alegremente, siguiendo el hilo de conversación iniciado durante la comida. Lo habían hecho tantas veces que no existía ninguna clase de pudor entre ellas y se despojaban de sus ropas con total naturalidad.
Era un recinto cerrado con maderos, de piso de tablones y camino de piedras. Decorado con bambú y plantas orientales. En el centro, aguas burbujeantes y perfumadas aguardaban por recibir sus esculturales cuerpos desnudos.
- ¡Oh está muy caliente! ¡Qué agradable!- Se maravillo Milk, morocha escultural de senos portentosos y trasero firme, conservando una figura envidiable gracias a su riguroso entrenamiento marcial de joven, cuando era una de las mujeres más codiciadas. Ahora, deseaba que hasta su esposo se fijara en ella como antes, Milk había perdido la esperanza en el mundo y no entendía que pasaba con los hombres.
- No sé por qué no vives en un ofuro, vos que puedes sustentarlo, Bulma.- Expresó la hija de Ox Satán, el Rey Demonio del monte Frypan mientras se soltaba el cabello, cosa que rara vez hacia.- Yo viviría aquí, es la única cosa que me relaja y me hace olvidar al irresponsable de mi esposo.
- ¿No viste lo que salió entrar? Con lo que cobran bien estoy pensado en poner mi propio ofuro.- La segunda en entrar hasta el cuello fue 18 sin inmutarse por el calor.
Rubia, modelo internacional, de enormes tetas operadas recientemente y un rostro tan hermoso como severo. A pesar de haber sido convertida e humana gracias a su esposo, conservaba las maneras de una androide ruda y directa. Como siempre, 18 era la que tenía los números en la mira. Justamente, hablaban del dinero ganado por la androide en su trabajo de modelo internacional.
- ¿Aún no sabes en que invertir 18?- Preguntó Milk- Deberías asesorarla, Bulma, aunque no lo digas sabemos que tu fortuna está en ascenso, lo dicen todos los medios…
- Te vi en esa revista de ciencia famosa. Deberías desnudarte y salir en “Playdragon”, esa revista pagaría fortunas por desnudos de mujeres hermosas como me pagó a mí.- Dijo 18 sin una pizca de humildad.
- Siempre tan pendientes del dinero, si escucho esa palabra una vez más me marcho. Tan solo disfruten ¿Quieren? - Dijo Bulma sin darle importancia.- Saben que no me gusta hablar de dinero, me estresa.
Bulma se recostaba en un borde antes de entrar, atendiendo a su comunicador con las gafas puestas, parecía desinteresada en la reunión, pero no dejaba escapar una palabra. A pesar de los años, estaba más hermosa que nunca, con curvas delanteras y traseras incomparables. Todavía no pudieron hacerle confesar si Shen-Long había tenido algo que ver en su belleza eterna, quizás había inventado una fuente de la juventud, como que no sería raro dado su talento innato para la tecnología, sin siquiera tener que estudiar.
- No es justo, la que más dinero tiene es la que menos se preocupa por él.- Observó molesta 18, ocasionando aprobaciones.
- Hablemos mejor de porqué Videl está tan relajada y callada.- Intervino Bulma desviando la conversación, bajándose las gafas para observar a su amiga- Algo la tiene saltando de alegría y no nos ha dicho nada. Seguro que fue una noche memorable con Gohan ¿No?
La más joven del grupo rió nervosa colorada y no por la temperatura del agua, hundiéndose en ella, queriendo desaparecer.
Aunque hacía tiempo que no entrenaba, la prodigiosa hija de Mr. Satán (sí, otro Satán) era una de los terrícolas más fuertes gracias a su entrenamiento con Gohan y aunque no era de dominio público, a diferencia del resto, seguía en acción luchando contra el crimen junto a su esposo en un disfraz de heroína un tanto ridículo.
- Vamos, habla, que te tiene a tus tetas tan risueñas. – la acosó 18 desde atrás, tomándole los pechos, que con los años, no habían querido quedarse atrás de las del resto.
- ¡Hey, para ya! – Se quejó Videl salpicando y haciendo fruncir el ceño a Bulma al mojarse de sorpresa.
Aunque repasaban toda clase de temas de conversación, como 18 y sus apuestas, Bulma y sus inventos, o Milk lidiando con Goku, en las termas afloraban como vapores volcánicos asuntos más ardientes, íntimos. Era allí donde más pronto que tarde hablaban de sus relaciones sexuales.
- No puedo decirlo, no puedo hablar de Gohan estando con mi suegra.- Todas rieron porque siempre ocurría lo mismo, se hacía la difícil pero terminaba hablando al final.- Sería raro para ella.
- Sabes que en estas salidas soy tu amiga y no solo tú suegra.- La reprobó decepcionada.- Además siempre terminas refregándome tu intimidad con mi Gohan de todos modos.
- Quizás si ustedes empiezan a hablar de sus aventuras me anime al final…- Negocio la jovencita.- Además prefiero escuchar y aprender de ustedes, que son tan eruditas.- Las elogió.
- Yo ya lo dije, nada cambio en mi cama, sigue igual de bien, aunque a decir verdad, necesitábamos una chispa.- Comenzó 18.- Perdíamos ese extra después de hacerlo de mil maneras… en la intemperie, con disfraces, en cada rincón de la casa, después de probar el bondage, ciertos fetichismos, los juguetes… al final encontramos algo que nos encendió de nuevo.
Tras una pausa en la que la androide construyó el suspenso, confesó.
- Nos estamos filmando. Gastamos, debo admitirlo, demasiado en cámaras de video en altísima definición y una computadora para lograr diversos ángulos y editarlos. Estoy satisfecha con los resultados y ahora descubrimos que vernos nos excita también. Krilin tiene pasta de actor porno, es incansable.
- Eso me gusta.- Admitió Bulma.- Es como que se filman y el mismo material, los ayuda a ser mejores, a ponerse cachondos. Es un círculo vicioso interesante.
- ¡Son todas unas aventureras!- Se maravillo Videl, como solía hacer al escuchar las odiseas sexuales de sus amigas mayores.- Admiro como cada mes se salen con algo totalmente nuevo.
- Igual no es su resistencia lo que más me gusta, sino su deformidad.
- ¿Deformidad? Oh esto va de mal en peor.- Dijo tapándose la boca Milk que se hacía la distraída últimamente cuando relataban sus aventuras sexuales.
- Así es, mi Krilin nació con una particularidad, una tercera pierna, o quizás sea el torso de un siamés adherido a su entrepierna, o tengo la teoría de que el pene es Krilin mientras que lo demás es un cuerpo falso adherido, o una extraña prótesis de carne, - Continuó alardeando- Si no fuera porque no tiene escamas diría que heredó un pene de dinosaurio, o tal vez sea un androide encubierto construido con un miembro de...
- Si, ya entendimos, tiene un pene enorme, no somos tontas. - La cortó Milk, que empezaba a cabrearlas con su actitud quejosa y negativa.- ¿Qué hay de vos Bulma? Has estado ocupada y Vegeta se fue de viaje con Bra, de seguro estás extrañándolo.
Las mujeres voltearon hacia Bulma, la lideresa del grupo, encendía un cigarro lista para soltar una bomba atómica en medio de la pileta.
- ¿Dijiste que querías oír algo atrevido para tomar valor, Videl? Yo te daré una lección de perversión.
- Oh, no me sorprende de ti, Bulma, siempre fuiste una libertina. No creo que le ganes a mi emprendimiento de pornografía independiente- La desafió la androide.
Bulma guardó su comunicador, y se hundió en el agua sacándose las gafas, y distendida como quien lee un horóscopo, confesó.
- ¿Segura 18? Porqué yo pasé a una liga superior, probé el incesto e hice debutar a Trunks.
Se hizo un silencio más intenso que el burbujeo del agua. 18 pareció tildarse como una computadora sobrecargada. Milk arqueó las cejas sin entender, como si buscara el chiste oculto. Videl desencajó la boca como en una caricatura y chilló.
- ¿Qué? “¡¿Queeee?!” ¿Escuche bien?- Se horrorizo la hija de Mr. Satán.- ¿Lo hiciste con Trunks?
Bulma asintió tranquila, soltando una bocanada de humo.
- Eso es tan inmoral como ilegal, quizás también desagradable, creo que más lo último que otra cosa.- Se cruzó de brazos la androide, reprobando tal desfachatez.
- Espera, espera ¿Esto no es una broma? ¿Te cogiste a Trunks?- Miro a un lado a otro sin entender que 18 y Videl se lo tomaran en serio (Milk estaba entre ambas, frente a Bulma)
Con cierta impaciencia, como quien odia explicar lo obvio, la inventora relató su aventura prohibida sin caer en los detalles escabrosos. Contó que su hijo había perdido una apuesta con Goten y se había metido en el embrollo de fotografiarla semidesnuda, y al descubrirlo con las manos en la masa, intentando fotografiarla desnuda, decidir ayudarlo.
- Quería que se librara de esa tonta deuda de juego pero me empecé a calentar con la idea y el también estaba caliente. Fue una combinación mortal: casa sola, excitados, mi gusto por los jóvenes, sus hormonas descontroladas...
- No puedo escuchar más.- Lo sofrío Milk hundiéndose en el agua. 18 le pidió que continuara.
- Le mostré un poco más de carne, y un poco más, y un poco más, y cuando vi que no se inhibía y le gustaba, nos comimos como dos amantes primerizos. Luego le pedí un masaje y lo deslumbré. Lo dejó palote, no le di lo que quería hasta que me rogaba más, lo hice esperar una eternidad y luego... no necesito contar el resto, ya se lo imaginarán.
- Diría que fue cruel hacerlo desear si no fuera porque hablamos de tú y tu hijo.- Observó 18.
- Descuida, no volví a jugar con él, ahora tiene la iniciativa y me despierta como me gusta que me despierten.- Susurró cachonda. – Es un chico muy atento, bueno con la boca y le gusta complacerme.
- ¿Engañaste a Vegeta? ¡Estás jugando con fuego! ¿Mira si se enloquece y quiere conquistar el planeta como cuando recién llego?- Se espanto Milk, horrorizada.- Esta mal en muchos, no… en todos los niveles.
- Teníamos algo así como una semana libre, ocurrió hace unos días cuando él se fue de viaje. Podíamos hacer lo que quisiéramos y mi “Vegie” también la pasó de maravillas. – Se excusó- Con eso me refería a que es de mente abierta, créase o no los saiyajin pueden ser muy atrevidos.- Explicó.
- ¡No puedo creerlo! – Expresó Videl sin saberse si estaba traumatizada o maravillada.- Entonces si nos ganaste a todas, siempre varios pasos adelante en locuras amiga.
- Simplemente ocurrió, Videl. No es para tanto, además no me gusta verlo solo y estudiando todo el día, vi que podía hacerle bien una aventura y yo soy la mejor guía que puede tener.
- Como dice el dicho, solo se es familia de la cintura para arriba ¿no?- Concordó Videl en broma dejando a su suegra boquiabierta de decepción.
- Oh, por Dende, esto es… magnífico.- Cambio de parecer 18.
- No conozco muchas palabras, pero no usaría magnífico para describir al incesto.- La contradijo Milk, en claro desacuerdo con sus amigas.- Quizás ilegal, inmoral, inapropiado o inmaduro, también desagradable. Creo que más lo último que otra cosa.
- No voy a ser la única en hablar, les aviso, suelten la lengua o me voy a ofender.- Se hizo la enojada Bulma queriendo pasar la papa caliente de la responsabilidad de un relato picante.- Vamos Videl y Milk, hablen…
- Yo ya descubrí que los saiyajins pueden ser divertidos hace unos días.- Se apresuró a continuar Videl, que no quería cortar el hilo de relatos picantes.
La muchacha contó que al igual que 18, necesitaban un empujón en sus intimidades y la respuesta llegó en forma de una vieja amiga del matrimonio: Eraza.
- ¿Esa rubia de pelo corto?- Preguntó Bulma, que había visto a la sensual rubia en cumpleaños de Videl en algunas ocasiones y ya sabía por dónde iba la mano.
- Exacto. Vino de visita a la ciudad para el cumpleaños de Gohan y tuve una idea atrevida en mente, recordando como ellos habían tenido unos episodios juntos que por supuesto, Gohan me menciono hace tiempo.
- ¿Mi hijo salió con esa chica tan vulgar?- La desaprobó Milk.- Pensé que tú habías sido la primera.
- Oh no, ella lo preparó para mi.- Bromeó haciendo reír a todas (menos a su suegra)- Así que charlas van, charlas vienen, ella dijo que no sabía que regalarle y le propuse el trío como quien no quiere la cosa.
Bulma y 18 se mostraron muy interesadas en la aventura de Videl. Sabían que no era tan osada como ellas y escucharon con atención todo el episodio. Conto con cierto detalle que se había comprado lencería erótica para sorprenderlo al terminar el cumpleaños y Gohan, se maravilló con verla con eso puesto.
- Entonces le dije que había olvidado el segundo regalo y que estaba en el placard, entonces lo abrió, y Eraza se había escondido allí, con un conjunto igual al mío pero rojo. Tuvieron que haber visto su cara, no entendió nada y tardó en darse cuenta.
- Oh ese Gohan es tan inocente como parece.- Mencionó 18.- Sigue siendo un tonto.
- Estaba casi asustado, no quería sentir que me traicionaba y entonces Eraza y yo tuvimos que soltarnos y hacerle un pequeño baile entre las dos para que se relajara. Creo que no cayó en cuenta de que todo estaba preparado hasta que empezamos a comérsela entre las dos, de ahí en más fue todo en subida, con decirles que me animé y también tuve mi primera experiencia lésbica.
- ¡Oh, esa es mi chica!- La felicitó Bulma.- ¡Trío y tijeras en una noche, es motivo de celebración! ¡Luego de aquí fiesta de chicas en casa!- 18 también mostró su entusiasmo, todas menos Milk, que se cruzó de brazos en un rincón, molesta.
- Es suficiente, una tiene relaciones con su hijo y la otra tiene mil apodos para el miembro súper dotado de su esposo. Puedo escuchar eso, pero ahora no me sacó la imagen mental de mi hijo con esa chica tan vulgar, con esas actitudes obscenas es como se pierden los esposos Videl, te lo advierto. Vas por mal camino.
Sin embargo, al mirarlas, el trío le devolvió miradas de bronca. Había sido la gota que colmó el vaso.
- Bueno, Milk, cuéntanos tú qué hiciste de interesante en la cama estos días.- Preguntó ponzoñosa la androide.- Ilústranos, de seguro hiciste muchas cosas osadas.
Aunque Milk entendió el sarcasmo en su tono, aceptó el desafió.
- Me armé de valor, volví al sexshop por el dildo buttload negro texturizado por el que había preguntado el precio ¿Recuerdan que les conté?… solo que esta vez lo compre.
Se hizo un nuevo silencio, más largo y pesado. Bulma la miró incrédula, las demás no ocultaron su aburrimiento y se prepararon para contraatacar.
- ¡Bueno, al menos no cometí incesto, ni actos lésbicos, ni… ni… ni hice de esas mil cosas inmorales que 18 hace!- Se defendió desarmada, cruzada de brazos ante el reproche inminente de sus amigas.
- ¡Se acabó! – La confrontó Bulma- A ver, cuéntanos tú, sabionda, algo interesante que hayas hecho que no sea masturbarte o comprarte dildos. – Videl y 18 la miraron alarmadas. Nunca habían escuchado pelear a las mayores del grupo de amigas.- Ya que todo lo que hicimos te molesta, te incomoda, te disgusta ¿Tienes algo mejor que contar o solo quieres contagiarnos tu amargura como todo el día?
Milk le dedicó una mirada de odio mientras se dejaba en evidencia su falta de actividad sexual.
- ¡Yo no soy una mujer tan vulgar! Lo que hacen está mal, son mujeres casadas no… no… putas.- Arrojó desdeñosa.
- Aburrido.- Resopló 18.- ¿Cuándo te volviste tan básica? La falta de sexo sin dudas te está afectando.
- ¡Es lo que suponíamos, la última vez nos contaste que tu gran aventura fue meterte un pepino que compraste en el mercado! - La atacó cansada de su negatividad Bulma.- ¡Te molesta que tengamos vidas sexuales plenas, nos envidias y en vez de resolver la tuya nos tiras malas vibras!
- Si tu esposo no sabe ni lo que es una vagina no tenemos la culpa, amiga, no deberías mirarnos así tan reprobatoria.- Agregó 18, poniendo roja de ira a la esposa de Goku.- Resuelve tus asuntos y si no te gusta enterarte de lo que hacemos, no vengas o escucha en silencio. Nos atacaste todo el día…
Milk se ofendió y salió de la pileta haciendo oídos sordos a las palabras conciliatorias de Videl, que intentó detenerla. Mojada como estaba, marchó sin toalla con sus exuberantes cubran salpicando a los cambiadores sin siquiera voltear, cerrando la puerta shoji (puerta corrediza tradicional) con tanta fuerza que se salió de sus rieles y se rompió.
Una vez al volante de su aeronave nueva, camino a su hogar, reconoció que a pesar de las ofensas, a pesar de su enojo, Bulma y 18 estaban en lo cierto. Su vida sexual era nula, peor que la de una monja y envidiaba lo osadas que se había vuelto las demás, incluso su nuera, aunque no quería admitirlo.
- Videl compartió a Gohan y hasta lo hizo con una mujer… mis planes eran llenar la bañera y probar de nuevo mi juguete. Me convertí en la frígida que siempre deteste. - Dijo para sí misma, comprendiendo que había sido un dolor en el culo para ellas en todo momento, y aún así, la aguantaron hasta el final cuando explotaron por su negatividad.
No solo se sentía mal, sino que les daba la razón en todo. Habría sido maduro de su parte admitir cuanto necesitaba una buena zarandeada en vez de criticarlas hasta por respirar. Estaban en confianza y no tenía nada de malo admitir un momento de sequía, después de todo, las primeras reuniones habían sido sus favoritas porque pudo participar ávidamente en dichas conversaciones hablando de su intimidad como ellas.
- Oh me siento tan estúpida. Fui una chiquilla envidiosa.- Exclamó descubriendo que nuevamente, su esposo estaba ausente.
Una vez en la oscuridad e la cama se autoimpuso no solo no volver a ser tan dura con sus amigas, además de eso, imitarlas, superarlas, volver a ser la mujer atrevida y activa que siempre fue y lo lograría con su Goku o sin él. Después de todo aún era exuberante, muy hermosa, toda una mujer madura digna de causar infartos a cualquier hombre.
- Si quieres entrenar, entrena, cabrón. Pero no voy a dejar desperdiciar este cuerpote un solo día más…- Se decidió abrazándose a su almohada y apagando la luz. Antes de eso, había guardado todos sus juguetes en una caja en un armario y se prometió no volver a sacarlos hasta que obtenga un “juguete” de carne y hueso perteneciente a todo un macho con el cual tener sexo, cueste lo que cueste. La próxima vez, ella sería el foco de atención, tendría una aventura y ella se volvería la envidia de todas…
…
Las cosas no le salían tan fáciles como Milk pensó que saldrían. Los hombres no llegaron a su cama con la facilidad que pensó, quizás por su inexperiencia en la conquista (solo había seducido a Goku y había sido exitosa, 100% de efectividad) por ser exigente o porque se sentían intimidados con su presencia, carácter fuerte o buscaban mujeres que no entraran en la categoría milf, cosa que la decepcionaba.
- Fue un gusto conocerla, señora, creo que mis amigos me llaman.- Expresó un hombre atractivo entrado en los 20 con el que había mantenido una charla algo tendida en su bar habitual “El aliento dragón” un sitio nocturno de categoría en las afueras de Satán City. Le gustaba el sitio por la música a un volumen discreto, la cantidad de hombres solteros y el rango de edad amplio en el que encajaba.
- Oh que pena, creí que nos estamos entendiendo, muchacho. ¿Dijiste Troy, verdad?- Dijo Milk seductora, intentando que se quedara tomándolo de la camisa a cuadros.- Además, tus amigos no parecen muy interesados en que regreses, esperan que avances a primera base muchachón.
Los hombres habían estado observando el dialogo esperando que el muchacho lograra una conquista, casi como si alentaran por un luchador en un torneo, pero los nervios le había ganado y se regresaba con ellos, que le hacían señas para que continuara.
- Lo siento, Milk, eres muy agradable y atractiva, pero busco más jovencitas, de mi edad por lo menos ¡Los siento!- Se disculpó tras sentarse con su grupo de amigos como un animal asustado que regresaba a su madriguera.
- Otro que se me escapa.- Refunfuñó observando su copa vacía, copa que se había llenado incontables veces en la semana, testigo de hombres que la rechazaban por una u otra razón. Por tener parejas, por buscar más jóvenes, por buscar más bajitas, o más altas, por ser homosexuales o por no ser fursona (mitad hombre, mitad animal) Siempre tenían excusas y ella regresaba sola al monte Paoz un vez más, mirando con cariño al baúl de dildos arrepintiéndose de su decisión.
- Quizás no estoy tan buena como creí…- Se dijo viéndose en el cristal tras la barra, vestida para el infarto con un vestido tradicional que enseñaba el perfil de sus piernas y caderas (qipao), harta de la música, los colores, la algarabía de los demás, los hombres. No obstante, las desgracias nunca venían solas.
Regresando y en medio de la ruta, tan cansada como desilusionada, su aeronave comenzó a trastabillar y hacer sonidos raros cuando aún faltaban varios kilómetros para llegar a su hogar.
- ¡Vamos, no puede estar pasando! ¡Funciona maldita chatarra!- Gritó golpeando el volante, aunque las luces parpadeaban y las pantallas tenían intermitencias sin control que evidenciaban una falla de poder.
Alcanzó a detenerla contra un árbol a varios metros de la carretera, previniendo cualquier accidente peor. Al salir y abrir el capó, notó que la batería estaba descargada. Había viajado más de lo habitual esos días y olvidó llevarla a recargar por estar preocupada por otras cosas, comprendiendo que era una mujer sola, en medio de la nada, con montañas y bosque a cada lado, y a las dos de la mañana.
- ¡Puta suerte, y sin señal, cómo no! ¿Nada funciona en este mundo? ¡Todo me sale mal! – Gritó histérica a un borde de la autopista, cargando con la batería esperando aguantar hasta la estación de servicio más cercana. Por suerte, era una mujer fuerte y camino por cientos de metros rumbo a un horizonte de luces que era Satán City, aunque lamentaba no saber volar para resolver el embrollo en minutos.
- Estoy casada con prácticamente un Dios que sabe volar, que lucho contra extraterrestres, saiyajines, androides, demonios, dioses, otros extraterrestres, otros saiyajines pero claro, nunca se le ocurriría enseñarle a su esposa a volar, ni se le ocurriría buscarme para ver si necesito ayuda, ni regresar a acostarse con ella evitándole toda esta maldita mierda ¡Puta madre Goku!- Gritó escuchando su eco en las montañas. - ¡Si me cojieras como debes no estaría aquí!- Siguió refunfuñando por minutos, acordándose incluso de la madre del vendedor de aeronaves.
Escuchó un bocinazo.
- Disculpe, señorita, ¿necesita ayuda con eso? - Milk volteó sorprendida. Un camión verde que parecía del ejército la encandilaba con sus faroles y un hombre barbado, alto y fortachón, bajaba a socorrerla. Parecía un soldado y su instinto de conquista despertaba en un segundo al ver que se trataba de todo un galán. Además, si era un militar, de seguro andaba necesitando acción.
- Llevó la batería de mi aeronave a recargar a une estación de servicio, claro que acepto cualquier tipo de ayuda…- Admitió acercándose al barbado con los brazos estirados por el peso de la misma, con las tetas infladas por la posición. – Podrías dejarme en la estación, lo agradecería sin dudarlo.- Soltó con el típico tono seductor de las películas porno.
- Tengo una idea mejor, regresemos a la aeronave y conectare la batería a mi vehículo, le dejare lo suficiente para que pueda regresar.
- Oh mucho mejor.- Admitió sorprendida de la ocurrencia.- Quedó a cuatrocientos metros más o menos, solo necesito un poco de energía para regresar.
Aceptando ser socorrida, Milk se subió al camión creyendo que no solo estaba salvada de pasar la noche caminando con la batería, además, quizás aceptaría medidas de pago alternativas.
- Es peligroso para una mujer atractiva como usted deambular sola. Quizás debió esperar en la aeronave. – Dijo el hombre mirándola de arriba abajo, en especial las piernas desnudas y el perfil de su cadera.
- Se cuidarme, cielo. Y no pienso pasar la noche ahí adentro, con frío, sola… aunque no es muy distinta a mi casa ahora que lo pienso.- Dejó escapar de su vida diaria, para ver si picaba. Al observarlo, se percató de un detalle curioso: Su uniforme tenía un parche de la extinta Red Ribbon, aunque no le dio importancia, le pareció curioso un uniformado con dicho símbolo.
- Sin dudas esta será una noche diferente. Al menos no caminará kilómetros con eso a cuestas, se lo aseguro… - Dijo con una risita curiosa que Milk no supo si debía interpretar como nerviosa o irónica.
Una vez que le indicó dónde había quedado su nave, el camión descendió por la loma con lentitud hasta iluminar con los faroles a la nave y arrimarse lo suficiente. Milk bajó, colocó la batería en su lugar y al desenrollar el cable de conexión, escuchó el inconfundible sonido de un gatillo. Milk volteó y se encontró con el militar apuntándole con una uzi.
- Lo siento, señora. Vimos la aeronave estacionada pero al ver que no tenía la batería supusimos que se la llevaba al pueblo y la necesitamos para llevarnos la nave volando. Aléjese con cuidado, ahora pertenece a la Red Ribbon.
- ¿Supusimos?- Preguntó Milk tan sorprendida como nerviosa, sabiendo que para una artista marcial como ella un hombre armado no era problema, pero si se trataban de más... - ¿Es que no quedan hombres caritativos en el mundo?
- Muchachos, bajen. Es nuestra.- Al recibir la orden, 3 hombres con el mismo uniforme bajaron de la parte trasera del camión, armados con ametralladoras y revólveres. – Ribolta, conéctala al camión. Zamson, ten todo listo para salir disparados.- Ordenó con presteza el capitán. – Tú, Ernest no le quites un ojo.
El trío hizo un gesto de asombro al verla, como si fueran piratas ante un botín precioso. Parecían los típicos malhechores, brutos, sucios y groseros, y aunque quizás podía deshacerse de ellos con facilidad, una idea atrevida le estaba ganando terreno a su razón.
- ¡Vamos! ¿No éramos amigos? – Retrocedió Milk contra el capó de su nave, bajándolo e inclinándose contra él casi sensual.- Dijiste que no tendría que caminar con la batería a cuestas.
- En efecto, mujer, no caminará con ella ni con nada, porque nos llevaremos todo.- Expresó de forma socarrona Ribolta, un hombre calvo y grueso parecido a Ten Shin Han que no tardó en notar sus curvas.
- Es más, esas ropas pueden ser incómodas.- Intervino Zamson, apuntándola al busto con una pistola.- Quizás este mejor sin ellas y pueda caminar libremente ¿No?- Se trataba de un hombre de pelo largo y bigote, delgado pero musculoso.
Cuando ese último acercó la pistola a ella rozándole un pecho, de un simple movimiento Milk golpeó la mano del malhechor y el revólver se perdió en la selva.
- ¡Hey! ¡No es tan inofensiva, casi me arranca la mano!- Se asustó como un niño enorme.
- Colabore, señora, no queremos abrir fuego, como dije, la aeronave ahora pertenece a la Red Ribbon- Los hombres vitorearon enseñando sus símbolos en los hombros como si fuera un emblema deportivo.
“¿Red Ribbon? Si supieran que mi esposo los desbarató a los 12 años, nunca pensé que quedarían de estos locos…”- Pensó Milk sin dar indicios de temor y muy ofendida por haber sido llamada señora.
Aunque cualquiera estaría horrorizada ante una situación así, Milk no perdió la calma ni el objetivo. Parecían hombres rudos, fuertes y obtusos que podían dominarse fácilmente con sus atributos bamboleantes. Así como un reportero huele primicias o un detective pistas, una mujer cachonda como ella, en abstinencia y ardiendo de necesidades, olía una buena aventura sexual digna de contarse a sus amigas…
- Aléjese del capó, no se resista señora o lo lamentará.- La amenazó el capitán.- ¿Acaso no ve que estamos armados? – Haciéndole un ademán con el arma- ¡No bromeamos!
El hombre barbado y musculoso se le acercó, ella no retrocedió y lo miró a los ojos, sin siquiera prestarle atención a la uzi.
- Veo que se sienten muy valientes con esas pistolas, me pregunto si saben usar estas otras.- Milk llevó una mano al paquete del hombre, que sorprendido, retrocedió.- Al parecer no es tan grande como la metralleta ¿O me equivoco?
- ¿Acaso se me insinúa?- Expresó sorprendido.
- Vaya, parece que la mujer esta cachonda.- Agregó Ribolta, el calvo musculoso.- Quizás podamos llevarnos más que una nave, capitán.- Aceptó el que parecía el más obtuso del equipo. Como todo cavernícola poco seso, perdió la razón en segundos y se babeó ante las curvas de Milk.
- Hasta que al fin alguien me entiende.- En un arrebato de atrevimiento, Milk tomó el rostro del bandido y lo besó, lamentándolo al instante por el gusto a gasolina y cosas peores que tenía en la boca.
- Oh esto sí que me gusta, hace tiempo que no tenemos acción de este estilo. Casi nunca robamos algo de una mujer tan hermosa.- Se mostró de acuerdo el pelilargo Zamson poniéndose del lado opuesto y tomando el rostro de Milk para besarlo con su obscena boca de forma dominante. Ese, en cambio, parecía que destilaba licor en vez de saliva, si seguía besándolo podía darle el test de alcoholemia positivo.
- ¡Hey, aléjate que yo la vi primero! – La tomó el calvo de un brazo- ¡Ustedes pónganse a trabajar que ella es mía! – Lo amenazó empujándolo.
“Perfecto, lo único que falta es que peleen entre ellos, encima de mugrientos e inmundos, idiotas”- Pensó mientras forcejeaban tirándola de un brazo cada uno.
- ¿Acaso se olvidan de mi, granujas? – Intervino el que no dejó de apuntarla con un rifle M16, Ernest, un hombre barbado, rechoncho con una boina con el emblema rojo.- No pienso quedarme a ver como se divierten y yo haciendo de tonto apuntando con el arma.
El tercero arrojó el arma y se abalanzó sobre Milk, besándola con ahínco contra el capó, con tanta vehemencia que la nave se inclino, metiéndole una lengua libidinosa hasta la garganta y abrazándola como un oso. No eran tan apuestos como el capitán pero servirían para su propósito, pensó concentrada en el beso.
Cuando el hombre comenzó a besarle el cuello mientras sentía una hercúlea erección haciéndole presión contra la entrepierna, el capitán golpeó a su compañero con la culata del M16, poniéndolo a dormir, haciendo que se derrumbara contra el suelo como agua.
- Ernest nunca supo compartir. El que se pone en plan pirata como él lo va a acompañar en sueños ¿De acuerdo?
El calvo y el pelilargo asintieron, con sonrisas maliciosas, listos para unirse al festín que Milk les ofrecía.
- Que bueno que se hayan puesto de acuerdo, espero que no me hagan esperar más, sería una decepción que hombres tan rudos no sepan cómo tratar a una dama.- Susurró
- No se preocupe, sé muy bien cómo tratarla…
Y así comenzó todo. El capitán corrió el cierre de su bragueta y dejó libre el pene medio flácido, la tomó de la cabeza, y se la metió en la boca a Milk, inclinada hacia el falo, sintiendo el ardiente glande casi derritiéndose en su lengua, creciendo poco a poco rumbo a su garganta mientras las armas eran arrojadas al suelo.
- Oh mira como chupa…- Comentó uno de los malhechores.
- Se nota que tenía ganas, será muy fuerte, pero está caliente como una pava.- Dijo el otro.
Para estar más cómoda, la mujer tomó la cadera del hombre y lo arrojó contra el capó de la aeronave (sorprendiéndolo con su dominio), continuando con la mamada, lengüeteando el glande dedicándole una mirada que creyó solo le daría a Goku.
“Si serás tonto, Goku, no sabes lo que te pierdes, tu deberías ser el que recibe esta felatio”
El resto también desplegaban sus miembros ávidos de atención, y los complació con sus manos, uno a cada lado de ella como toda una actriz porno, mientras su boca succionaba y chupaba que daba gusto, muy golosa y hambrienta de penes aunque no destaquen en la higiene.
“Si la limpieza fuera ki, estos serían Yamcha”
Sin dudas estaba muy desesperada para llevarse esos miembros a la boca, tanto como aquellos vagabundos que para calmar su hambruna, revuelven la basura en busca de lo que sea. Aquellos penes no sabían bien, olían peor, y con solo masturbarlos la envolvían con una atmósfera de baño de gasolinera. Aún así, continuó con su labor bucal hasta que el capitán estuvo totalmente erecto y sus manos hicieron lo propio con los penes del resto.
Los bandidos a cada lado cada tanto la tomaban de la cabeza para dirigirla hacia sus falos, complaciéndolos gustosa. Mientras uno ponía los ojos en blanco tras un chupón fuerte en su glande, el capitán tomó su vestido del pecho y lo desgarró descubriendo sus tetas, con sus deliciosos pezones apuntando al cielo estrellado.
Como todo hombre ante un buen par, las tomo en sus manos y hundió la cara entre ellas refregándose el rostro con sus tetas, raspándola con su barba de virulana. Como hacía tiempo no le hacían, le agarró las tetas y comenzó a besarlas y chuparlas inflándole los pezones, perdiendo la razón cuando intentaba recordar la última vez que Goku se las había mamado. El resto, como si fueran animales que comían después del líder, hicieron lo suyo chupando sus pezones y dejándole marcas allí donde succionaban.
El militar tomó a la mujer y la puso contra el capó, invirtiendo la ubicación descubriéndole la entrepierna con rapidez a admirar la vagina de Milk expuesta, húmeda y brillante. Una vagina impecable con una prolija bello púbico recortado sobre los labios formando un rectángulo. Un hombre como él no estaba acostumbrado a ver vaginas tan pulcras y sabrosas.
- Vamos, que esperas, cómeme el coño o tus amigos lo harán primero…- Dijo abriéndoselo con dos dedos, enseñando el interior acuoso.
El hombre hundió la boca y nariz en su vagina lamiendo con ganas, pinchándola con la barba, provocando los primeros gemidos en la mujer, más por la necesidad que tenía de una boca en su coño que por la habilidad del hombre, que solo atinaba a lamer y succionar en ningún lugar específico, como un animal comiendo de su plato de alimento, solo hundía la boca y pasaba la lengua como una víbora borracha.
- Chupa aquí, hazme el favor machote- Dijo Milk tomándolo de los pelos y llevándolo a su clítoris, que medio oculto entre una mata de bellos, fue chupado de manera profunda por el hombre. A fuerza de lamidas, hasta le peinó los pelos de tan húmedos y babosos que eran sus besucones.
Al ver que su vulva ya estaba siendo reclamada, uno se entretuvo con sus senos y el tercero acalló sus gemidos introduciéndole el miembro hasta el cuello, produciendo sonidos muy guarros.
- Aggk, aggk, jjjkk, kkkk, agggh…- Hizo arcadas Milk, obsequiándole una mirada sensual y salpicando saliva para todos lados con cada empellón que hasta le aplastaba la nariz contra el pubis peludo y no le importaba, después de todo, esas bocas comiéndole las tetas y la vulva la estaban volviendo loca.
- Así, cómela toda, zorra, hasta el fondo… trágala, trágala… oh…sí, si eso es…
Para sorpresa de todos y hasta de él mismo, Zamson se corrió de repente penetrándole la boca, tan profundo dentro de su garganta, que Milk apenas pudo ni saborearle la leche, lo cual le pareció una suerte a medias.
“Tenía tantas ganas de saborear una buena corrida y el estúpido se viene casi en mi estómago, hoy no es mi día.”
- ¡Siempre tan precoz, Zamson!- Se burló Ribolta entre carcajadas.- Aunque rompiste tu marca de 5 segundos, te felicito.
- ¡Hacía años que no me la comían así, entiende! Y parece que lo disfruta.- Dijo mirando para abajo a la mujer, que se retorcía al ritmo que la lengua del capitán la penetraba y se empapaba con los jugos de la mujer corriéndose.
- Les juro que nunca me comí una raja tan rica como esta.- Dijo el capitán limpiándose la boca con el antebrazo tan burdo como su lenguaje.- Lástima para ustedes que me la comí toda y le deje hasta los pelos de mi barba adentro.
- No importa, a mi me interesa comer otra cosa.- Arremetió el calvo.
- ¿Cambian de posición? Me gusta más cuando trabajan en equipo que cuando pelean como monos…- Los alentó al ver que la reubicaban de nuevo esquivando al soldado inconsciente en el suelo, ahora con la boca apuntando al Este y la cola al Oeste, Milk se dejó manipular aunque más o menos intuía como venia la mano. El líder la tomaba del rostro para besarla (a pesar de las pollas que habían pasado por ella) y del otro lado, el calvo le abría las nalgas admirando su orificio mejor guardado, el pequeño nudo de globo, virgen y apretadito.
“Me está mirando el agujerito, nunca me lo habían admirado, Goku ni se enteró que podía divertirse con él, esto se está tornando peligroso.”
Como era de esperarse, el bandido pasó su lengua por el ano girándola y besándole en su centro, tratando de entrar, estirando el asterisco con las manos y dándole sonoras nalgadas cada tanto, aunque dos pollas ahogaban cualquier sonido de su boca rebosada.
Ribolta se abrazó a su cadera para hundirse en su trasero, conectando su boca a la cola de Milk, chupándola como nunca nadie lo había hecho. Milk, a pesar de la vergüenza de sentirse invadida en lo más íntimo y obsceno que tenía por un desconocido, se empapó el coño de placer como si fuera una adolescente remilgada en su primer roce.
- ¡Ah que gusto da comerse un culo así!- Se expresó como quien acababa de darse un manjar en un tenedor libre y el resto le dejaba respirar retirando las pichas de la boca.- El agujero de mi esposa parece la rodilla de un cerdo, este hasta me aprieta el meñique.- Comparó metiendo dicho dedo apenas, sintiendo lo cerradito que era.
- Ribolta, agradecería que te callaras, ya todos sabemos cómo es el culo de tu mujer.- Lo increpó con razón en medio del goce el cabecilla provocando risas.
- Muchachos, agradezco la atención, pero esto no está completo si no me taladran como mineros buscando oro.- Dijo aprovechando la distracción reubicándose en el capó (que se estaba abollando de tanto apoyarse), boca arriba, levantando una pierna y conduciendo su sexo hacia el del bandido líder, dejándole su humedad en la punta con una frotada, no obstante vendrían problemas previsibles.
- ¡No señor!- Intervino Zamson quitando al capitán del medio.- Tu le comiste el coño, Rivolta el culo, yo se la meto primero, es lo justo. El flacucho parecía más decidió y no tardó en rozarle la punta de la polla con los labios de mariposa mojados.
“Aquí vamos de nuevo, una orgia con estos animales era demasiado bueno para ser cierto”
- ¿Estás loco? ¡Ya te corriste en su boca, precoz! ¡Me toca a mí correrme!- Exigió el corpulento calvo tomando a Milk y girándola hacia él.- Ustedes pueden mirar, si queda algo de esta mujer, luego se los daré.
- ¿¡Acaso yo estoy pintado!?- Exclamó el capitán iniciando una pelea innecesaria.- Si no fuera por mi ni hubieran visto la aeronave, peleles. ¡Así que quítense y mastúrbense como cada noche inútiles!
- ¡Yo fui el que adivino que se llevaba la batería a pie! ¡Si fuera por ti habríamos cargado la nave en el camión y nos hubiéramos ido a la cama como niños de teta, estúpido!- le echo en cara Zamson golpeándole el pecho con un dedo (y levantándose los pantalones con la otra)- ¡Estoy harto de tus decisiones de mierda, fue por inoperantes como tú que la gloriosa Red Ribbon desapareció!
- ¿Otra vez con esa mierda de la Red Ribbon?- Se lamentó Milk golpeándose la frente de la decepción, sintiéndose avergonzada por estar desnuda, en esa situación con esos hombres.
- ¡Me paso tus críticas por el culo! – Quitándole el dedo que lo apuntaba de un revés- ¡Que te quede claro que aquí mando yo, el líder de la nueva Red Ribbon seré yo!
Como la mujer previno, se trenzaron en una pelea desprolija y ridícula, ya que al pelear desnudos, parecían elefantes revoleando sus trompas para todos lados. Con la gracia de la situación ganándole a la excitación, vio al capitán noquear a Zamson, el que quedaba en pie, y declararse macho alfa de la manada de cavernícolas.
- Muy bien, ahora sí, me libre de las sobras, mujer, en posición, mujer, tendrás lo que quieres, le daré a esa cueva tuya el taladro que tanto quiere…
- ¡Por fin! ¡Métemela de una puta vez!- Se desespero inclinándose contra el vehículo, creyendo que ya no se excitaría jamás.
Sin embargo, esa noche sería recordada como la peor de todas no solo por la sucesión de accidentes, sino porque cuando estaba por concretar el intento de orgía, varios faroles se encendieron desde la carretera encandilándolos a la vez que oficiales con megáfonos gritaban:
- ¡Alto! ¡Arriba las manos! ¡Sáquele las manos encima de la mujer!- Dijeron las fuerzas de seguridad apuntando con sus pistolas a los malhechores, que maldecían en varios idiomas por haber sido capturados y perdido la oportunidad de tirarse a una bella mujer.
Milk no podía creerlo. Parecía que hubieran esperado el mejor momento para arrestarlos. Justo cuando estaba por obtener lo que quería, justo cuando iba a tener una increíble historia para contarles a sus amigas, tenían que llegar los aguafiestas uniformados.
- ¿Qué ocurre? ¿Y la mujer? ¿Me la puedo tirar?- Dijo Ernest despertando mientras esposaban a sus compañeros y se los llevaban a un patrullero mientras le tomaban el testimonio a Milk, semidesuda, y se ocupaban de su bienestar ofreciéndole una taza de café caliente.
- Vaya, la felicito, señora, está muy calmada. Comúnmente las victimas de semejantes atracos quedan en estado de shock.- Desconfió un policía a ver su expresión de descontento a pesar de ser salvada justo a tiempo.
- He pasado por muchas cosas, oficial, estos tipos no eran nada… estaba a punto de noquearlo cuando bajara la guardia.
- La cagaron, como de costumbre, somos una vergüenza para la Red Ribbon…- Dijo Zamson, resistiéndose a meterse al patrullero.
- ¿Red Ribbon? ¿Acaso no saben que los acabó un niño de doce años?- Dijo un policía bien conocido por Milk. Este se saco el chaleco y se lo dio a la mujer para que se cubriera.- Sin dudas esperaba el momento preciso para atacar, conozco a esta mujer y no se anda con vueltas. Yo me encargó de aquí en más muchachos.
- ¿Seguro, oficial? Podemos encargarnos de todo para que regrese a casa temprano, no querrá descuidar al caramelo que tiene de muj…
- Ejem.- Carraspeo Krilin, deteniendo al impertinente policía- Como dije, yo me encargo, es conocida mía.
- Como diga, oficial Krilin. – Haciendo una reverencia- De aquí en más déjennos todo a nosotros, señora, si no tiene nada más que decir, puede marcharse, y recuerde esto: sea fuerte, fue muy afortunada por sobrevivir, estos piratas renegados eran muy peligrosos y si no fuera por, bueno, sus encantos, se habrían marchado con el botín y no los hubiéramos atrapado… es más, le dejaré un número.
- ¿Su número?- Aceptó sorprendida por lo lanado que era ese policía, no obstante…
- No, no, soy casado. Este número es de un grupo de ayuda para superar traumas, con tantos androides, monstruos, atracos y extraterrestres hay muchos grupos de estos para ayudarse, se lo recomiendo.
- Sí, gracias por todo, los llamaré, fue muy traumático casi haber sido violada.- Dijo con tanto sarcasmo que el policía quedó rascándose la barbilla sin entender.
- Vamos Milk, sube a mi patrullero. Ya llamaron a la grúa y se encargará de tu aeronave.- Se la llevó Krilin.
Este ya no era un simple oficial de tránsito que andaba en una motoneta, ahora era un oficial hecho y derecho con su espacioso patrullero, y una vez dentro, pudieron hablar con tranquilidad.
Milk se sintió sumamente incómoda por estar semidesnuda, con las ropas rasgadas y oliendo a mil demonios al lado del mejor amigo de su esposo. Encima, se sentía estúpida por dejarse abusar por semejantes especímenes de primate y ni siquiera haberlo hecho bien. ¿Tan fea se había vuelto con los años? ¿No quedaban amantes de las milfs? Se sentía derrumbada, ridícula y olvidada.
- 18 me dijo que no le respondes ni mensajes ni llamadas ¿Está todo en orden?- Preguntó con calma arrancando la patrulla.
- Nada de lo que deba preocuparse, oficial.- Corto secante, cansada de su mala suerte, deseando ducharse y olvidarse de esa mala noche con licor en su casa.
- Vamos Milk, nos conocemos de hace años, no me trates como a un cualquiera como siempre hiciste, puedo escucharte, puedo ayudarte. Sé que pudiste librarte de esos tipos en un abrir y cerrar de ojos. Puedes contarme que ocurre, no diré nada.- Dijo tocándose la placa.- sé guardar secreto profesional.
- Eso es de los psicólogos, no policías.- Le retrucó.- Mira, Krilin, te agradezco, pero estoy pasando por un mal momento, me pelee con las demás y solo quiero una ducha caliente. Te agradecería que…
- Hablaré con Goku.- La interrumpió.- Un esposo debe ser un esposo siempre. Hasta Vegeta que se transformaba en mono y destruía planetas mientras viajaba en bolas de boliche espaciales entendió eso y ahora es el esposo del año.
- Entonces lo sabes.- Admitió avergonzada.- Tú y 18 son muy unidos, es lógico que te cuente todo, hasta que una amiga está formando telarañas en la entrepierna y deba humillarme por atención.
Sorpresivamente, Krilin no rió, al contrario, le dedicó una mirada fraternal.
- Están apareciendo fanáticos de la Red Ribbon por todas partes, la semana pasada reduje a tres. Son tan pobres como tontos y quieren derrocar nuestra monarquía absoluta, un fanatismo por otro, si me lo preguntas. Hacen atracos y violaciones, esos podían tener enfermedades Milk, no debiste dejarte ni tocar por ellos. Te mereces algo mejor que unos ladronzuelos.
- Siempre creí eso. – Se sinceró a pocos kilómetros del Monte Paoz.- Pero fue Bulma la que eligió el esposo ideal después de todo, el que pudo cambiar, Videl a mi estudioso Gohan, que fue capaz de colgar la capa y ser un hombre responsable, y 18 bueno… a ti, que eres un oficial respetado por tus camaradas, por lo que vi. – Dijo, por poco haciendo un comentario sobre su mastodóntico pene- Yo hice la peor apuesta, a él nada lo apasiona más allá de las peleas y la comida, siempre fue así y aunque por momentos creí que cambiaba, no duró. No podrás hacerlo entrar en razón.
En medio del silencio, tras la reflexión, sonó el celular del hombre y este estacionó a un lado de la carretera en la montaña para hablar.
- Luego de tantas batallas peligrosas, me sorprende que te detengas para hablar por teléfono por temor a chocar.
- La seguridad es lo primero más en las montañas. – Y vio la foto de la androide rubia en su pantalla- Oh, es 18, que raro, no suele llamar, menos sabiendo que estoy por llegar a casa.
- Ni se te ocurre decirle algo de mi incidente, si se entera que estamos compartiendo un auto podrías tener problemas…
- ¿Sí amor, que pasa?... – Atendió despreocupado sin darle importancia a sus preocupaciones.
Para desgracia de la mujer, que quería llegar rápido, Krilin le tuvo que dar muchas explicaciones dado que había visto en las noticias el arresto de los bandidos de la Red Ribbon y había reconocido a la nave de Milk siendo remolcada en el fondo.
- Sí, amor, está conmigo.- Dijo suspirando, temiendo una reprimenda de su esposa. Milk se compadeció por Krilin. Encima que trabajaba en el turno de noche y tenía el gesto de ayudarla, quizás se ganaría un regaño de su esposa cuando solo había sido un caballero.
Sin embargo, no parecía estar recibiendo un reto, al contrario, el hombre no se veía ni intimidado o incomodado por la llamada. Por fin cortó.
- Ella reconoció tu aeronave, lo siento si querías ocultarle este episodio incómodo.
- Tarde o temprano todo se sabe.
- Igual la buena noticia es que los medios lo cubrieron como un hurto violento, y 18 cree que eso es lo que pasó, no saben nada de lo demás y no se compartió tu identidad, la mantendremos oculta.
- Gracias, Krilin.- Susurró agradecida mientras estacionaba frente a su casa (el 439 del Distrito Este).- Me sacaste de un enorme apuro hoy…
Y al decir enorme, se le vino a la mente una idea incómoda.
Se hizo un silencio, y cuando la mujer estaba por abrir la puerta, el calvo habló.
- Ves todo demasiado negativo, Milk. Es lógico que en los malos momentos veamos la vida del resto como un idilio, pero no creo que sea así. Vegeta sigue siendo un altanero orgulloso con el que ni se puede conversar, Gohan, bueno, sin ofender a tu hijo, pero no colgó la capa del todo ya que sale a combatir el crimen en mayas sin decidirse a dejar las artes marciales o no. Y yo, no soy tan bueno como mi esposa dice, tengo mis defectos como cualquiera, me gusta la vida simple y 18 no tolera eso, que es muy ostentosa, deberías enfocarte en lo positivo, en que tienes dos hijos maravillosos y un esposo que siempre hizo los sacrificios necesarios por todos nosotros.
- Vaya, Krilin, no conocía ese lado filosófico tuyo.- Admitió gratificada con sus palabras de ánimo.- Me arrepiento de haberte tratado tan mal estos años, he sido cruel y ahora me doy cuenta cuán molesta fui para mis amigas, mi esposo, para todos.
- Siempre fuiste un dolor en el trasero, he. - Bromeó.
Krilin se sonrojó de repente, y como armándose Salió del coche con ella.
- ¿No te vas a tu casa?
- Quizás pienses que 18 es celosa y llamó para controlarme, todo lo contrario, se preocupó por ti, llamó para que vaya a ayudarte y me quedara a hacerte compañía, si no tienes algo mejor que hacer podemos pasar el rato.
- ¿El rato?- Se sorprendió por la propuesta, inclinada sobre la ventanilla desde afuera, deseando no estar errada en su predicción- Si no te va a dar problemas puedo invitarte a tomar algo, es lo menos que puedo hacer por ti.
- Muero por un café.- Aceptó saliendo del patrullero.- ¿Estas con Goten?
- No creo, se la pasa en Capsule Corp, supuestamente estudia con Trunks, aunque no se que estudia.- Explicó abriéndole la puerta de su casa a Krilin.
Tras tantas equivocaciones, tantos actos fallidos y una noche para el olvido, quizás encontraría la droga que buscaba en el lugar menos pensado: el amigo de su esposo, aunque si los elogios de 18 eran ciertos, esa noche podría sufrir una sobredosis.
Gracias por leer! Si les gusto no se olviden de comentar y dejar puntos! Se los agradecería!
En el siguiente Fanfiction va a entrar en acción nuestra androide favorita!
Fanfictions de DB anteriores:
La Tradición Saiyajin: http://www.poringa.net/posts/relatos/3357411/Fanfiction-de-Dragon-Ball-La-tradicion-saiyajin.html
La Tradición Saiyajin 2: http://www.poringa.net/posts/relatos/3361531/Fanfiction-de-Dragon-Ball-La-tradicion-saiyajin-Parte-2.html
Hijos Pervertidos: http://www.poringa.net/posts/relatos/3365942/Fanfiction-Dragon-Ball-Hijos-pervertidos.html
Hijos Pervertidos 2: http://www.poringa.net/posts/relatos/3370590/FanFiction-Dragon-Ball-Hijos-Pervertidos-Parte-2.html
Les traigo un nuevo fanfiction de Dragon Ball. Lo que acontece en este episodio sucede varios años después de lo visto en Super y la película de Broly (2018) Todos los personajes son mayores de edad.
Otra historia dividida en dos partes. En esta, Milk, tras una reunión con sus libertinas amigas, Bulma, 18 y Videl se ponen al tanto de sus últimas aventuras eróticas y queda en evidencia su falta de sexo, decidiendo poner manos a la obra y conquistar a quien sea, o quienes sea, o lo que sea, con tal de recuperar el tiempo perdido desde que Goku se fue a entrenar por enésima vez.
Protagonistas: Milk (aunque también aparecen Bulma, 18 y Videl)
Cuando se era la esposa de guerreros que arriesgaban la vida por la Tierra, era importante apoyarse y contenerse mutuamente. Milk, Videl, 18 y Bulma, desde que la Tierra peligró con la llegada de Beerus, solían hacer actividades juntas para relajarse de la constante presión de saber que la vida en el planeta y hasta el universo, cada dos por tres peligraba.
Una de las salidas favoritas del grupo de amigas, era el onsen, los baños termales tradicionales. Bulma había alquilado una de esas termas para ellas solas, como siempre, gracias a su abultadísima billetera. Tras darse un festín en un restaurant lujoso, completarían la experiencia en las burbujeantes aguas vaporosas, a solas, en uno de los sitios más lujosos de la ciudad.
Juntas no dejaban títere con cabeza. Nadie se salvaba de sus críticas, y por supuesto, sus esposos eran el foco habitual de sus críticas. Mientras llegaban al lugar, Milk no dejó de quejarse de las largas ausencias de Goku y de cómo la veía tan solo como una proveedora de comida y no como una esposa. A Bulma le pasaba lo mismo, aunque Vegeta era mucho más atento y apasionado (ella dijo “abierto” cosa que ninguna entendió a que se refería) mientras que 18 era la más afortunada en esa materia.
- Krilin sigue siendo un semental en la cama, no tiene límite, tan solo quisiera que ganara más dinero, eso tampoco ha cambiado. – Comentó- Le dije que se anote a cada competencia de lucha que se dispute para traer más, le falta mucha ambición, se conforma con ese estúpido trabajo de policía.- Suspiro 18 desilusionada.- Aunque lo compensa en la cama cada noche, de eso no me quejo… le gusta dejarse el uniforme, arrestarme y someterme por horas.
- Bueno si quieres persuadirlo de algo ya sabes que darle…- Comento sugestiva la peliazul guiñando un ojo.- No sería la primera vez.
- Ya tuvimos un anal esta semana y trato de no habilitarlo muy seguido, sino se vuelve habitual para él, habitual para mí y pierde la gracia.
- Siempre tan discreta, 18. No tienes que contarlo todo- La retó Milk, tras oír ese detalle, mordiéndose la lengua de la envidia.
- No está bien usar el sexo para extorsionar, además no todo es dinero, ya lo hemos hablado, un esposo bueno en la cama no se puede comprar.- Intervino Videl.
Entre risas y comentarios picantes, el cuarteto de mujeres llegó al ofuro indicado (con ese nombre se las conoce a dichas bañeras) vistiendo solo yukatas y getas (kimonos de algodón y chanclas de madera) y se desnudaron sin pudor conversando alegremente, siguiendo el hilo de conversación iniciado durante la comida. Lo habían hecho tantas veces que no existía ninguna clase de pudor entre ellas y se despojaban de sus ropas con total naturalidad.
Era un recinto cerrado con maderos, de piso de tablones y camino de piedras. Decorado con bambú y plantas orientales. En el centro, aguas burbujeantes y perfumadas aguardaban por recibir sus esculturales cuerpos desnudos.
- ¡Oh está muy caliente! ¡Qué agradable!- Se maravillo Milk, morocha escultural de senos portentosos y trasero firme, conservando una figura envidiable gracias a su riguroso entrenamiento marcial de joven, cuando era una de las mujeres más codiciadas. Ahora, deseaba que hasta su esposo se fijara en ella como antes, Milk había perdido la esperanza en el mundo y no entendía que pasaba con los hombres.
- No sé por qué no vives en un ofuro, vos que puedes sustentarlo, Bulma.- Expresó la hija de Ox Satán, el Rey Demonio del monte Frypan mientras se soltaba el cabello, cosa que rara vez hacia.- Yo viviría aquí, es la única cosa que me relaja y me hace olvidar al irresponsable de mi esposo.
- ¿No viste lo que salió entrar? Con lo que cobran bien estoy pensado en poner mi propio ofuro.- La segunda en entrar hasta el cuello fue 18 sin inmutarse por el calor.
Rubia, modelo internacional, de enormes tetas operadas recientemente y un rostro tan hermoso como severo. A pesar de haber sido convertida e humana gracias a su esposo, conservaba las maneras de una androide ruda y directa. Como siempre, 18 era la que tenía los números en la mira. Justamente, hablaban del dinero ganado por la androide en su trabajo de modelo internacional.
- ¿Aún no sabes en que invertir 18?- Preguntó Milk- Deberías asesorarla, Bulma, aunque no lo digas sabemos que tu fortuna está en ascenso, lo dicen todos los medios…
- Te vi en esa revista de ciencia famosa. Deberías desnudarte y salir en “Playdragon”, esa revista pagaría fortunas por desnudos de mujeres hermosas como me pagó a mí.- Dijo 18 sin una pizca de humildad.
- Siempre tan pendientes del dinero, si escucho esa palabra una vez más me marcho. Tan solo disfruten ¿Quieren? - Dijo Bulma sin darle importancia.- Saben que no me gusta hablar de dinero, me estresa.
Bulma se recostaba en un borde antes de entrar, atendiendo a su comunicador con las gafas puestas, parecía desinteresada en la reunión, pero no dejaba escapar una palabra. A pesar de los años, estaba más hermosa que nunca, con curvas delanteras y traseras incomparables. Todavía no pudieron hacerle confesar si Shen-Long había tenido algo que ver en su belleza eterna, quizás había inventado una fuente de la juventud, como que no sería raro dado su talento innato para la tecnología, sin siquiera tener que estudiar.
- No es justo, la que más dinero tiene es la que menos se preocupa por él.- Observó molesta 18, ocasionando aprobaciones.
- Hablemos mejor de porqué Videl está tan relajada y callada.- Intervino Bulma desviando la conversación, bajándose las gafas para observar a su amiga- Algo la tiene saltando de alegría y no nos ha dicho nada. Seguro que fue una noche memorable con Gohan ¿No?
La más joven del grupo rió nervosa colorada y no por la temperatura del agua, hundiéndose en ella, queriendo desaparecer.
Aunque hacía tiempo que no entrenaba, la prodigiosa hija de Mr. Satán (sí, otro Satán) era una de los terrícolas más fuertes gracias a su entrenamiento con Gohan y aunque no era de dominio público, a diferencia del resto, seguía en acción luchando contra el crimen junto a su esposo en un disfraz de heroína un tanto ridículo.
- Vamos, habla, que te tiene a tus tetas tan risueñas. – la acosó 18 desde atrás, tomándole los pechos, que con los años, no habían querido quedarse atrás de las del resto.
- ¡Hey, para ya! – Se quejó Videl salpicando y haciendo fruncir el ceño a Bulma al mojarse de sorpresa.
Aunque repasaban toda clase de temas de conversación, como 18 y sus apuestas, Bulma y sus inventos, o Milk lidiando con Goku, en las termas afloraban como vapores volcánicos asuntos más ardientes, íntimos. Era allí donde más pronto que tarde hablaban de sus relaciones sexuales.
- No puedo decirlo, no puedo hablar de Gohan estando con mi suegra.- Todas rieron porque siempre ocurría lo mismo, se hacía la difícil pero terminaba hablando al final.- Sería raro para ella.
- Sabes que en estas salidas soy tu amiga y no solo tú suegra.- La reprobó decepcionada.- Además siempre terminas refregándome tu intimidad con mi Gohan de todos modos.
- Quizás si ustedes empiezan a hablar de sus aventuras me anime al final…- Negocio la jovencita.- Además prefiero escuchar y aprender de ustedes, que son tan eruditas.- Las elogió.
- Yo ya lo dije, nada cambio en mi cama, sigue igual de bien, aunque a decir verdad, necesitábamos una chispa.- Comenzó 18.- Perdíamos ese extra después de hacerlo de mil maneras… en la intemperie, con disfraces, en cada rincón de la casa, después de probar el bondage, ciertos fetichismos, los juguetes… al final encontramos algo que nos encendió de nuevo.
Tras una pausa en la que la androide construyó el suspenso, confesó.
- Nos estamos filmando. Gastamos, debo admitirlo, demasiado en cámaras de video en altísima definición y una computadora para lograr diversos ángulos y editarlos. Estoy satisfecha con los resultados y ahora descubrimos que vernos nos excita también. Krilin tiene pasta de actor porno, es incansable.
- Eso me gusta.- Admitió Bulma.- Es como que se filman y el mismo material, los ayuda a ser mejores, a ponerse cachondos. Es un círculo vicioso interesante.
- ¡Son todas unas aventureras!- Se maravillo Videl, como solía hacer al escuchar las odiseas sexuales de sus amigas mayores.- Admiro como cada mes se salen con algo totalmente nuevo.
- Igual no es su resistencia lo que más me gusta, sino su deformidad.
- ¿Deformidad? Oh esto va de mal en peor.- Dijo tapándose la boca Milk que se hacía la distraída últimamente cuando relataban sus aventuras sexuales.
- Así es, mi Krilin nació con una particularidad, una tercera pierna, o quizás sea el torso de un siamés adherido a su entrepierna, o tengo la teoría de que el pene es Krilin mientras que lo demás es un cuerpo falso adherido, o una extraña prótesis de carne, - Continuó alardeando- Si no fuera porque no tiene escamas diría que heredó un pene de dinosaurio, o tal vez sea un androide encubierto construido con un miembro de...
- Si, ya entendimos, tiene un pene enorme, no somos tontas. - La cortó Milk, que empezaba a cabrearlas con su actitud quejosa y negativa.- ¿Qué hay de vos Bulma? Has estado ocupada y Vegeta se fue de viaje con Bra, de seguro estás extrañándolo.
Las mujeres voltearon hacia Bulma, la lideresa del grupo, encendía un cigarro lista para soltar una bomba atómica en medio de la pileta.
- ¿Dijiste que querías oír algo atrevido para tomar valor, Videl? Yo te daré una lección de perversión.
- Oh, no me sorprende de ti, Bulma, siempre fuiste una libertina. No creo que le ganes a mi emprendimiento de pornografía independiente- La desafió la androide.
Bulma guardó su comunicador, y se hundió en el agua sacándose las gafas, y distendida como quien lee un horóscopo, confesó.
- ¿Segura 18? Porqué yo pasé a una liga superior, probé el incesto e hice debutar a Trunks.
Se hizo un silencio más intenso que el burbujeo del agua. 18 pareció tildarse como una computadora sobrecargada. Milk arqueó las cejas sin entender, como si buscara el chiste oculto. Videl desencajó la boca como en una caricatura y chilló.
- ¿Qué? “¡¿Queeee?!” ¿Escuche bien?- Se horrorizo la hija de Mr. Satán.- ¿Lo hiciste con Trunks?
Bulma asintió tranquila, soltando una bocanada de humo.
- Eso es tan inmoral como ilegal, quizás también desagradable, creo que más lo último que otra cosa.- Se cruzó de brazos la androide, reprobando tal desfachatez.
- Espera, espera ¿Esto no es una broma? ¿Te cogiste a Trunks?- Miro a un lado a otro sin entender que 18 y Videl se lo tomaran en serio (Milk estaba entre ambas, frente a Bulma)
Con cierta impaciencia, como quien odia explicar lo obvio, la inventora relató su aventura prohibida sin caer en los detalles escabrosos. Contó que su hijo había perdido una apuesta con Goten y se había metido en el embrollo de fotografiarla semidesnuda, y al descubrirlo con las manos en la masa, intentando fotografiarla desnuda, decidir ayudarlo.
- Quería que se librara de esa tonta deuda de juego pero me empecé a calentar con la idea y el también estaba caliente. Fue una combinación mortal: casa sola, excitados, mi gusto por los jóvenes, sus hormonas descontroladas...
- No puedo escuchar más.- Lo sofrío Milk hundiéndose en el agua. 18 le pidió que continuara.
- Le mostré un poco más de carne, y un poco más, y un poco más, y cuando vi que no se inhibía y le gustaba, nos comimos como dos amantes primerizos. Luego le pedí un masaje y lo deslumbré. Lo dejó palote, no le di lo que quería hasta que me rogaba más, lo hice esperar una eternidad y luego... no necesito contar el resto, ya se lo imaginarán.
- Diría que fue cruel hacerlo desear si no fuera porque hablamos de tú y tu hijo.- Observó 18.
- Descuida, no volví a jugar con él, ahora tiene la iniciativa y me despierta como me gusta que me despierten.- Susurró cachonda. – Es un chico muy atento, bueno con la boca y le gusta complacerme.
- ¿Engañaste a Vegeta? ¡Estás jugando con fuego! ¿Mira si se enloquece y quiere conquistar el planeta como cuando recién llego?- Se espanto Milk, horrorizada.- Esta mal en muchos, no… en todos los niveles.
- Teníamos algo así como una semana libre, ocurrió hace unos días cuando él se fue de viaje. Podíamos hacer lo que quisiéramos y mi “Vegie” también la pasó de maravillas. – Se excusó- Con eso me refería a que es de mente abierta, créase o no los saiyajin pueden ser muy atrevidos.- Explicó.
- ¡No puedo creerlo! – Expresó Videl sin saberse si estaba traumatizada o maravillada.- Entonces si nos ganaste a todas, siempre varios pasos adelante en locuras amiga.
- Simplemente ocurrió, Videl. No es para tanto, además no me gusta verlo solo y estudiando todo el día, vi que podía hacerle bien una aventura y yo soy la mejor guía que puede tener.
- Como dice el dicho, solo se es familia de la cintura para arriba ¿no?- Concordó Videl en broma dejando a su suegra boquiabierta de decepción.
- Oh, por Dende, esto es… magnífico.- Cambio de parecer 18.
- No conozco muchas palabras, pero no usaría magnífico para describir al incesto.- La contradijo Milk, en claro desacuerdo con sus amigas.- Quizás ilegal, inmoral, inapropiado o inmaduro, también desagradable. Creo que más lo último que otra cosa.
- No voy a ser la única en hablar, les aviso, suelten la lengua o me voy a ofender.- Se hizo la enojada Bulma queriendo pasar la papa caliente de la responsabilidad de un relato picante.- Vamos Videl y Milk, hablen…
- Yo ya descubrí que los saiyajins pueden ser divertidos hace unos días.- Se apresuró a continuar Videl, que no quería cortar el hilo de relatos picantes.
La muchacha contó que al igual que 18, necesitaban un empujón en sus intimidades y la respuesta llegó en forma de una vieja amiga del matrimonio: Eraza.
- ¿Esa rubia de pelo corto?- Preguntó Bulma, que había visto a la sensual rubia en cumpleaños de Videl en algunas ocasiones y ya sabía por dónde iba la mano.
- Exacto. Vino de visita a la ciudad para el cumpleaños de Gohan y tuve una idea atrevida en mente, recordando como ellos habían tenido unos episodios juntos que por supuesto, Gohan me menciono hace tiempo.
- ¿Mi hijo salió con esa chica tan vulgar?- La desaprobó Milk.- Pensé que tú habías sido la primera.
- Oh no, ella lo preparó para mi.- Bromeó haciendo reír a todas (menos a su suegra)- Así que charlas van, charlas vienen, ella dijo que no sabía que regalarle y le propuse el trío como quien no quiere la cosa.
Bulma y 18 se mostraron muy interesadas en la aventura de Videl. Sabían que no era tan osada como ellas y escucharon con atención todo el episodio. Conto con cierto detalle que se había comprado lencería erótica para sorprenderlo al terminar el cumpleaños y Gohan, se maravilló con verla con eso puesto.
- Entonces le dije que había olvidado el segundo regalo y que estaba en el placard, entonces lo abrió, y Eraza se había escondido allí, con un conjunto igual al mío pero rojo. Tuvieron que haber visto su cara, no entendió nada y tardó en darse cuenta.
- Oh ese Gohan es tan inocente como parece.- Mencionó 18.- Sigue siendo un tonto.
- Estaba casi asustado, no quería sentir que me traicionaba y entonces Eraza y yo tuvimos que soltarnos y hacerle un pequeño baile entre las dos para que se relajara. Creo que no cayó en cuenta de que todo estaba preparado hasta que empezamos a comérsela entre las dos, de ahí en más fue todo en subida, con decirles que me animé y también tuve mi primera experiencia lésbica.
- ¡Oh, esa es mi chica!- La felicitó Bulma.- ¡Trío y tijeras en una noche, es motivo de celebración! ¡Luego de aquí fiesta de chicas en casa!- 18 también mostró su entusiasmo, todas menos Milk, que se cruzó de brazos en un rincón, molesta.
- Es suficiente, una tiene relaciones con su hijo y la otra tiene mil apodos para el miembro súper dotado de su esposo. Puedo escuchar eso, pero ahora no me sacó la imagen mental de mi hijo con esa chica tan vulgar, con esas actitudes obscenas es como se pierden los esposos Videl, te lo advierto. Vas por mal camino.
Sin embargo, al mirarlas, el trío le devolvió miradas de bronca. Había sido la gota que colmó el vaso.
- Bueno, Milk, cuéntanos tú qué hiciste de interesante en la cama estos días.- Preguntó ponzoñosa la androide.- Ilústranos, de seguro hiciste muchas cosas osadas.
Aunque Milk entendió el sarcasmo en su tono, aceptó el desafió.
- Me armé de valor, volví al sexshop por el dildo buttload negro texturizado por el que había preguntado el precio ¿Recuerdan que les conté?… solo que esta vez lo compre.
Se hizo un nuevo silencio, más largo y pesado. Bulma la miró incrédula, las demás no ocultaron su aburrimiento y se prepararon para contraatacar.
- ¡Bueno, al menos no cometí incesto, ni actos lésbicos, ni… ni… ni hice de esas mil cosas inmorales que 18 hace!- Se defendió desarmada, cruzada de brazos ante el reproche inminente de sus amigas.
- ¡Se acabó! – La confrontó Bulma- A ver, cuéntanos tú, sabionda, algo interesante que hayas hecho que no sea masturbarte o comprarte dildos. – Videl y 18 la miraron alarmadas. Nunca habían escuchado pelear a las mayores del grupo de amigas.- Ya que todo lo que hicimos te molesta, te incomoda, te disgusta ¿Tienes algo mejor que contar o solo quieres contagiarnos tu amargura como todo el día?
Milk le dedicó una mirada de odio mientras se dejaba en evidencia su falta de actividad sexual.
- ¡Yo no soy una mujer tan vulgar! Lo que hacen está mal, son mujeres casadas no… no… putas.- Arrojó desdeñosa.
- Aburrido.- Resopló 18.- ¿Cuándo te volviste tan básica? La falta de sexo sin dudas te está afectando.
- ¡Es lo que suponíamos, la última vez nos contaste que tu gran aventura fue meterte un pepino que compraste en el mercado! - La atacó cansada de su negatividad Bulma.- ¡Te molesta que tengamos vidas sexuales plenas, nos envidias y en vez de resolver la tuya nos tiras malas vibras!
- Si tu esposo no sabe ni lo que es una vagina no tenemos la culpa, amiga, no deberías mirarnos así tan reprobatoria.- Agregó 18, poniendo roja de ira a la esposa de Goku.- Resuelve tus asuntos y si no te gusta enterarte de lo que hacemos, no vengas o escucha en silencio. Nos atacaste todo el día…
Milk se ofendió y salió de la pileta haciendo oídos sordos a las palabras conciliatorias de Videl, que intentó detenerla. Mojada como estaba, marchó sin toalla con sus exuberantes cubran salpicando a los cambiadores sin siquiera voltear, cerrando la puerta shoji (puerta corrediza tradicional) con tanta fuerza que se salió de sus rieles y se rompió.
Una vez al volante de su aeronave nueva, camino a su hogar, reconoció que a pesar de las ofensas, a pesar de su enojo, Bulma y 18 estaban en lo cierto. Su vida sexual era nula, peor que la de una monja y envidiaba lo osadas que se había vuelto las demás, incluso su nuera, aunque no quería admitirlo.
- Videl compartió a Gohan y hasta lo hizo con una mujer… mis planes eran llenar la bañera y probar de nuevo mi juguete. Me convertí en la frígida que siempre deteste. - Dijo para sí misma, comprendiendo que había sido un dolor en el culo para ellas en todo momento, y aún así, la aguantaron hasta el final cuando explotaron por su negatividad.
No solo se sentía mal, sino que les daba la razón en todo. Habría sido maduro de su parte admitir cuanto necesitaba una buena zarandeada en vez de criticarlas hasta por respirar. Estaban en confianza y no tenía nada de malo admitir un momento de sequía, después de todo, las primeras reuniones habían sido sus favoritas porque pudo participar ávidamente en dichas conversaciones hablando de su intimidad como ellas.
- Oh me siento tan estúpida. Fui una chiquilla envidiosa.- Exclamó descubriendo que nuevamente, su esposo estaba ausente.
Una vez en la oscuridad e la cama se autoimpuso no solo no volver a ser tan dura con sus amigas, además de eso, imitarlas, superarlas, volver a ser la mujer atrevida y activa que siempre fue y lo lograría con su Goku o sin él. Después de todo aún era exuberante, muy hermosa, toda una mujer madura digna de causar infartos a cualquier hombre.
- Si quieres entrenar, entrena, cabrón. Pero no voy a dejar desperdiciar este cuerpote un solo día más…- Se decidió abrazándose a su almohada y apagando la luz. Antes de eso, había guardado todos sus juguetes en una caja en un armario y se prometió no volver a sacarlos hasta que obtenga un “juguete” de carne y hueso perteneciente a todo un macho con el cual tener sexo, cueste lo que cueste. La próxima vez, ella sería el foco de atención, tendría una aventura y ella se volvería la envidia de todas…
…
Las cosas no le salían tan fáciles como Milk pensó que saldrían. Los hombres no llegaron a su cama con la facilidad que pensó, quizás por su inexperiencia en la conquista (solo había seducido a Goku y había sido exitosa, 100% de efectividad) por ser exigente o porque se sentían intimidados con su presencia, carácter fuerte o buscaban mujeres que no entraran en la categoría milf, cosa que la decepcionaba.
- Fue un gusto conocerla, señora, creo que mis amigos me llaman.- Expresó un hombre atractivo entrado en los 20 con el que había mantenido una charla algo tendida en su bar habitual “El aliento dragón” un sitio nocturno de categoría en las afueras de Satán City. Le gustaba el sitio por la música a un volumen discreto, la cantidad de hombres solteros y el rango de edad amplio en el que encajaba.
- Oh que pena, creí que nos estamos entendiendo, muchacho. ¿Dijiste Troy, verdad?- Dijo Milk seductora, intentando que se quedara tomándolo de la camisa a cuadros.- Además, tus amigos no parecen muy interesados en que regreses, esperan que avances a primera base muchachón.
Los hombres habían estado observando el dialogo esperando que el muchacho lograra una conquista, casi como si alentaran por un luchador en un torneo, pero los nervios le había ganado y se regresaba con ellos, que le hacían señas para que continuara.
- Lo siento, Milk, eres muy agradable y atractiva, pero busco más jovencitas, de mi edad por lo menos ¡Los siento!- Se disculpó tras sentarse con su grupo de amigos como un animal asustado que regresaba a su madriguera.
- Otro que se me escapa.- Refunfuñó observando su copa vacía, copa que se había llenado incontables veces en la semana, testigo de hombres que la rechazaban por una u otra razón. Por tener parejas, por buscar más jóvenes, por buscar más bajitas, o más altas, por ser homosexuales o por no ser fursona (mitad hombre, mitad animal) Siempre tenían excusas y ella regresaba sola al monte Paoz un vez más, mirando con cariño al baúl de dildos arrepintiéndose de su decisión.
- Quizás no estoy tan buena como creí…- Se dijo viéndose en el cristal tras la barra, vestida para el infarto con un vestido tradicional que enseñaba el perfil de sus piernas y caderas (qipao), harta de la música, los colores, la algarabía de los demás, los hombres. No obstante, las desgracias nunca venían solas.
Regresando y en medio de la ruta, tan cansada como desilusionada, su aeronave comenzó a trastabillar y hacer sonidos raros cuando aún faltaban varios kilómetros para llegar a su hogar.
- ¡Vamos, no puede estar pasando! ¡Funciona maldita chatarra!- Gritó golpeando el volante, aunque las luces parpadeaban y las pantallas tenían intermitencias sin control que evidenciaban una falla de poder.
Alcanzó a detenerla contra un árbol a varios metros de la carretera, previniendo cualquier accidente peor. Al salir y abrir el capó, notó que la batería estaba descargada. Había viajado más de lo habitual esos días y olvidó llevarla a recargar por estar preocupada por otras cosas, comprendiendo que era una mujer sola, en medio de la nada, con montañas y bosque a cada lado, y a las dos de la mañana.
- ¡Puta suerte, y sin señal, cómo no! ¿Nada funciona en este mundo? ¡Todo me sale mal! – Gritó histérica a un borde de la autopista, cargando con la batería esperando aguantar hasta la estación de servicio más cercana. Por suerte, era una mujer fuerte y camino por cientos de metros rumbo a un horizonte de luces que era Satán City, aunque lamentaba no saber volar para resolver el embrollo en minutos.
- Estoy casada con prácticamente un Dios que sabe volar, que lucho contra extraterrestres, saiyajines, androides, demonios, dioses, otros extraterrestres, otros saiyajines pero claro, nunca se le ocurriría enseñarle a su esposa a volar, ni se le ocurriría buscarme para ver si necesito ayuda, ni regresar a acostarse con ella evitándole toda esta maldita mierda ¡Puta madre Goku!- Gritó escuchando su eco en las montañas. - ¡Si me cojieras como debes no estaría aquí!- Siguió refunfuñando por minutos, acordándose incluso de la madre del vendedor de aeronaves.
Escuchó un bocinazo.
- Disculpe, señorita, ¿necesita ayuda con eso? - Milk volteó sorprendida. Un camión verde que parecía del ejército la encandilaba con sus faroles y un hombre barbado, alto y fortachón, bajaba a socorrerla. Parecía un soldado y su instinto de conquista despertaba en un segundo al ver que se trataba de todo un galán. Además, si era un militar, de seguro andaba necesitando acción.
- Llevó la batería de mi aeronave a recargar a une estación de servicio, claro que acepto cualquier tipo de ayuda…- Admitió acercándose al barbado con los brazos estirados por el peso de la misma, con las tetas infladas por la posición. – Podrías dejarme en la estación, lo agradecería sin dudarlo.- Soltó con el típico tono seductor de las películas porno.
- Tengo una idea mejor, regresemos a la aeronave y conectare la batería a mi vehículo, le dejare lo suficiente para que pueda regresar.
- Oh mucho mejor.- Admitió sorprendida de la ocurrencia.- Quedó a cuatrocientos metros más o menos, solo necesito un poco de energía para regresar.
Aceptando ser socorrida, Milk se subió al camión creyendo que no solo estaba salvada de pasar la noche caminando con la batería, además, quizás aceptaría medidas de pago alternativas.
- Es peligroso para una mujer atractiva como usted deambular sola. Quizás debió esperar en la aeronave. – Dijo el hombre mirándola de arriba abajo, en especial las piernas desnudas y el perfil de su cadera.
- Se cuidarme, cielo. Y no pienso pasar la noche ahí adentro, con frío, sola… aunque no es muy distinta a mi casa ahora que lo pienso.- Dejó escapar de su vida diaria, para ver si picaba. Al observarlo, se percató de un detalle curioso: Su uniforme tenía un parche de la extinta Red Ribbon, aunque no le dio importancia, le pareció curioso un uniformado con dicho símbolo.
- Sin dudas esta será una noche diferente. Al menos no caminará kilómetros con eso a cuestas, se lo aseguro… - Dijo con una risita curiosa que Milk no supo si debía interpretar como nerviosa o irónica.
Una vez que le indicó dónde había quedado su nave, el camión descendió por la loma con lentitud hasta iluminar con los faroles a la nave y arrimarse lo suficiente. Milk bajó, colocó la batería en su lugar y al desenrollar el cable de conexión, escuchó el inconfundible sonido de un gatillo. Milk volteó y se encontró con el militar apuntándole con una uzi.
- Lo siento, señora. Vimos la aeronave estacionada pero al ver que no tenía la batería supusimos que se la llevaba al pueblo y la necesitamos para llevarnos la nave volando. Aléjese con cuidado, ahora pertenece a la Red Ribbon.
- ¿Supusimos?- Preguntó Milk tan sorprendida como nerviosa, sabiendo que para una artista marcial como ella un hombre armado no era problema, pero si se trataban de más... - ¿Es que no quedan hombres caritativos en el mundo?
- Muchachos, bajen. Es nuestra.- Al recibir la orden, 3 hombres con el mismo uniforme bajaron de la parte trasera del camión, armados con ametralladoras y revólveres. – Ribolta, conéctala al camión. Zamson, ten todo listo para salir disparados.- Ordenó con presteza el capitán. – Tú, Ernest no le quites un ojo.
El trío hizo un gesto de asombro al verla, como si fueran piratas ante un botín precioso. Parecían los típicos malhechores, brutos, sucios y groseros, y aunque quizás podía deshacerse de ellos con facilidad, una idea atrevida le estaba ganando terreno a su razón.
- ¡Vamos! ¿No éramos amigos? – Retrocedió Milk contra el capó de su nave, bajándolo e inclinándose contra él casi sensual.- Dijiste que no tendría que caminar con la batería a cuestas.
- En efecto, mujer, no caminará con ella ni con nada, porque nos llevaremos todo.- Expresó de forma socarrona Ribolta, un hombre calvo y grueso parecido a Ten Shin Han que no tardó en notar sus curvas.
- Es más, esas ropas pueden ser incómodas.- Intervino Zamson, apuntándola al busto con una pistola.- Quizás este mejor sin ellas y pueda caminar libremente ¿No?- Se trataba de un hombre de pelo largo y bigote, delgado pero musculoso.
Cuando ese último acercó la pistola a ella rozándole un pecho, de un simple movimiento Milk golpeó la mano del malhechor y el revólver se perdió en la selva.
- ¡Hey! ¡No es tan inofensiva, casi me arranca la mano!- Se asustó como un niño enorme.
- Colabore, señora, no queremos abrir fuego, como dije, la aeronave ahora pertenece a la Red Ribbon- Los hombres vitorearon enseñando sus símbolos en los hombros como si fuera un emblema deportivo.
“¿Red Ribbon? Si supieran que mi esposo los desbarató a los 12 años, nunca pensé que quedarían de estos locos…”- Pensó Milk sin dar indicios de temor y muy ofendida por haber sido llamada señora.
Aunque cualquiera estaría horrorizada ante una situación así, Milk no perdió la calma ni el objetivo. Parecían hombres rudos, fuertes y obtusos que podían dominarse fácilmente con sus atributos bamboleantes. Así como un reportero huele primicias o un detective pistas, una mujer cachonda como ella, en abstinencia y ardiendo de necesidades, olía una buena aventura sexual digna de contarse a sus amigas…
- Aléjese del capó, no se resista señora o lo lamentará.- La amenazó el capitán.- ¿Acaso no ve que estamos armados? – Haciéndole un ademán con el arma- ¡No bromeamos!
El hombre barbado y musculoso se le acercó, ella no retrocedió y lo miró a los ojos, sin siquiera prestarle atención a la uzi.
- Veo que se sienten muy valientes con esas pistolas, me pregunto si saben usar estas otras.- Milk llevó una mano al paquete del hombre, que sorprendido, retrocedió.- Al parecer no es tan grande como la metralleta ¿O me equivoco?
- ¿Acaso se me insinúa?- Expresó sorprendido.
- Vaya, parece que la mujer esta cachonda.- Agregó Ribolta, el calvo musculoso.- Quizás podamos llevarnos más que una nave, capitán.- Aceptó el que parecía el más obtuso del equipo. Como todo cavernícola poco seso, perdió la razón en segundos y se babeó ante las curvas de Milk.
- Hasta que al fin alguien me entiende.- En un arrebato de atrevimiento, Milk tomó el rostro del bandido y lo besó, lamentándolo al instante por el gusto a gasolina y cosas peores que tenía en la boca.
- Oh esto sí que me gusta, hace tiempo que no tenemos acción de este estilo. Casi nunca robamos algo de una mujer tan hermosa.- Se mostró de acuerdo el pelilargo Zamson poniéndose del lado opuesto y tomando el rostro de Milk para besarlo con su obscena boca de forma dominante. Ese, en cambio, parecía que destilaba licor en vez de saliva, si seguía besándolo podía darle el test de alcoholemia positivo.
- ¡Hey, aléjate que yo la vi primero! – La tomó el calvo de un brazo- ¡Ustedes pónganse a trabajar que ella es mía! – Lo amenazó empujándolo.
“Perfecto, lo único que falta es que peleen entre ellos, encima de mugrientos e inmundos, idiotas”- Pensó mientras forcejeaban tirándola de un brazo cada uno.
- ¿Acaso se olvidan de mi, granujas? – Intervino el que no dejó de apuntarla con un rifle M16, Ernest, un hombre barbado, rechoncho con una boina con el emblema rojo.- No pienso quedarme a ver como se divierten y yo haciendo de tonto apuntando con el arma.
El tercero arrojó el arma y se abalanzó sobre Milk, besándola con ahínco contra el capó, con tanta vehemencia que la nave se inclino, metiéndole una lengua libidinosa hasta la garganta y abrazándola como un oso. No eran tan apuestos como el capitán pero servirían para su propósito, pensó concentrada en el beso.
Cuando el hombre comenzó a besarle el cuello mientras sentía una hercúlea erección haciéndole presión contra la entrepierna, el capitán golpeó a su compañero con la culata del M16, poniéndolo a dormir, haciendo que se derrumbara contra el suelo como agua.
- Ernest nunca supo compartir. El que se pone en plan pirata como él lo va a acompañar en sueños ¿De acuerdo?
El calvo y el pelilargo asintieron, con sonrisas maliciosas, listos para unirse al festín que Milk les ofrecía.
- Que bueno que se hayan puesto de acuerdo, espero que no me hagan esperar más, sería una decepción que hombres tan rudos no sepan cómo tratar a una dama.- Susurró
- No se preocupe, sé muy bien cómo tratarla…
Y así comenzó todo. El capitán corrió el cierre de su bragueta y dejó libre el pene medio flácido, la tomó de la cabeza, y se la metió en la boca a Milk, inclinada hacia el falo, sintiendo el ardiente glande casi derritiéndose en su lengua, creciendo poco a poco rumbo a su garganta mientras las armas eran arrojadas al suelo.
- Oh mira como chupa…- Comentó uno de los malhechores.
- Se nota que tenía ganas, será muy fuerte, pero está caliente como una pava.- Dijo el otro.
Para estar más cómoda, la mujer tomó la cadera del hombre y lo arrojó contra el capó de la aeronave (sorprendiéndolo con su dominio), continuando con la mamada, lengüeteando el glande dedicándole una mirada que creyó solo le daría a Goku.
“Si serás tonto, Goku, no sabes lo que te pierdes, tu deberías ser el que recibe esta felatio”
El resto también desplegaban sus miembros ávidos de atención, y los complació con sus manos, uno a cada lado de ella como toda una actriz porno, mientras su boca succionaba y chupaba que daba gusto, muy golosa y hambrienta de penes aunque no destaquen en la higiene.
“Si la limpieza fuera ki, estos serían Yamcha”
Sin dudas estaba muy desesperada para llevarse esos miembros a la boca, tanto como aquellos vagabundos que para calmar su hambruna, revuelven la basura en busca de lo que sea. Aquellos penes no sabían bien, olían peor, y con solo masturbarlos la envolvían con una atmósfera de baño de gasolinera. Aún así, continuó con su labor bucal hasta que el capitán estuvo totalmente erecto y sus manos hicieron lo propio con los penes del resto.
Los bandidos a cada lado cada tanto la tomaban de la cabeza para dirigirla hacia sus falos, complaciéndolos gustosa. Mientras uno ponía los ojos en blanco tras un chupón fuerte en su glande, el capitán tomó su vestido del pecho y lo desgarró descubriendo sus tetas, con sus deliciosos pezones apuntando al cielo estrellado.
Como todo hombre ante un buen par, las tomo en sus manos y hundió la cara entre ellas refregándose el rostro con sus tetas, raspándola con su barba de virulana. Como hacía tiempo no le hacían, le agarró las tetas y comenzó a besarlas y chuparlas inflándole los pezones, perdiendo la razón cuando intentaba recordar la última vez que Goku se las había mamado. El resto, como si fueran animales que comían después del líder, hicieron lo suyo chupando sus pezones y dejándole marcas allí donde succionaban.
El militar tomó a la mujer y la puso contra el capó, invirtiendo la ubicación descubriéndole la entrepierna con rapidez a admirar la vagina de Milk expuesta, húmeda y brillante. Una vagina impecable con una prolija bello púbico recortado sobre los labios formando un rectángulo. Un hombre como él no estaba acostumbrado a ver vaginas tan pulcras y sabrosas.
- Vamos, que esperas, cómeme el coño o tus amigos lo harán primero…- Dijo abriéndoselo con dos dedos, enseñando el interior acuoso.
El hombre hundió la boca y nariz en su vagina lamiendo con ganas, pinchándola con la barba, provocando los primeros gemidos en la mujer, más por la necesidad que tenía de una boca en su coño que por la habilidad del hombre, que solo atinaba a lamer y succionar en ningún lugar específico, como un animal comiendo de su plato de alimento, solo hundía la boca y pasaba la lengua como una víbora borracha.
- Chupa aquí, hazme el favor machote- Dijo Milk tomándolo de los pelos y llevándolo a su clítoris, que medio oculto entre una mata de bellos, fue chupado de manera profunda por el hombre. A fuerza de lamidas, hasta le peinó los pelos de tan húmedos y babosos que eran sus besucones.
Al ver que su vulva ya estaba siendo reclamada, uno se entretuvo con sus senos y el tercero acalló sus gemidos introduciéndole el miembro hasta el cuello, produciendo sonidos muy guarros.
- Aggk, aggk, jjjkk, kkkk, agggh…- Hizo arcadas Milk, obsequiándole una mirada sensual y salpicando saliva para todos lados con cada empellón que hasta le aplastaba la nariz contra el pubis peludo y no le importaba, después de todo, esas bocas comiéndole las tetas y la vulva la estaban volviendo loca.
- Así, cómela toda, zorra, hasta el fondo… trágala, trágala… oh…sí, si eso es…
Para sorpresa de todos y hasta de él mismo, Zamson se corrió de repente penetrándole la boca, tan profundo dentro de su garganta, que Milk apenas pudo ni saborearle la leche, lo cual le pareció una suerte a medias.
“Tenía tantas ganas de saborear una buena corrida y el estúpido se viene casi en mi estómago, hoy no es mi día.”
- ¡Siempre tan precoz, Zamson!- Se burló Ribolta entre carcajadas.- Aunque rompiste tu marca de 5 segundos, te felicito.
- ¡Hacía años que no me la comían así, entiende! Y parece que lo disfruta.- Dijo mirando para abajo a la mujer, que se retorcía al ritmo que la lengua del capitán la penetraba y se empapaba con los jugos de la mujer corriéndose.
- Les juro que nunca me comí una raja tan rica como esta.- Dijo el capitán limpiándose la boca con el antebrazo tan burdo como su lenguaje.- Lástima para ustedes que me la comí toda y le deje hasta los pelos de mi barba adentro.
- No importa, a mi me interesa comer otra cosa.- Arremetió el calvo.
- ¿Cambian de posición? Me gusta más cuando trabajan en equipo que cuando pelean como monos…- Los alentó al ver que la reubicaban de nuevo esquivando al soldado inconsciente en el suelo, ahora con la boca apuntando al Este y la cola al Oeste, Milk se dejó manipular aunque más o menos intuía como venia la mano. El líder la tomaba del rostro para besarla (a pesar de las pollas que habían pasado por ella) y del otro lado, el calvo le abría las nalgas admirando su orificio mejor guardado, el pequeño nudo de globo, virgen y apretadito.
“Me está mirando el agujerito, nunca me lo habían admirado, Goku ni se enteró que podía divertirse con él, esto se está tornando peligroso.”
Como era de esperarse, el bandido pasó su lengua por el ano girándola y besándole en su centro, tratando de entrar, estirando el asterisco con las manos y dándole sonoras nalgadas cada tanto, aunque dos pollas ahogaban cualquier sonido de su boca rebosada.
Ribolta se abrazó a su cadera para hundirse en su trasero, conectando su boca a la cola de Milk, chupándola como nunca nadie lo había hecho. Milk, a pesar de la vergüenza de sentirse invadida en lo más íntimo y obsceno que tenía por un desconocido, se empapó el coño de placer como si fuera una adolescente remilgada en su primer roce.
- ¡Ah que gusto da comerse un culo así!- Se expresó como quien acababa de darse un manjar en un tenedor libre y el resto le dejaba respirar retirando las pichas de la boca.- El agujero de mi esposa parece la rodilla de un cerdo, este hasta me aprieta el meñique.- Comparó metiendo dicho dedo apenas, sintiendo lo cerradito que era.
- Ribolta, agradecería que te callaras, ya todos sabemos cómo es el culo de tu mujer.- Lo increpó con razón en medio del goce el cabecilla provocando risas.
- Muchachos, agradezco la atención, pero esto no está completo si no me taladran como mineros buscando oro.- Dijo aprovechando la distracción reubicándose en el capó (que se estaba abollando de tanto apoyarse), boca arriba, levantando una pierna y conduciendo su sexo hacia el del bandido líder, dejándole su humedad en la punta con una frotada, no obstante vendrían problemas previsibles.
- ¡No señor!- Intervino Zamson quitando al capitán del medio.- Tu le comiste el coño, Rivolta el culo, yo se la meto primero, es lo justo. El flacucho parecía más decidió y no tardó en rozarle la punta de la polla con los labios de mariposa mojados.
“Aquí vamos de nuevo, una orgia con estos animales era demasiado bueno para ser cierto”
- ¿Estás loco? ¡Ya te corriste en su boca, precoz! ¡Me toca a mí correrme!- Exigió el corpulento calvo tomando a Milk y girándola hacia él.- Ustedes pueden mirar, si queda algo de esta mujer, luego se los daré.
- ¿¡Acaso yo estoy pintado!?- Exclamó el capitán iniciando una pelea innecesaria.- Si no fuera por mi ni hubieran visto la aeronave, peleles. ¡Así que quítense y mastúrbense como cada noche inútiles!
- ¡Yo fui el que adivino que se llevaba la batería a pie! ¡Si fuera por ti habríamos cargado la nave en el camión y nos hubiéramos ido a la cama como niños de teta, estúpido!- le echo en cara Zamson golpeándole el pecho con un dedo (y levantándose los pantalones con la otra)- ¡Estoy harto de tus decisiones de mierda, fue por inoperantes como tú que la gloriosa Red Ribbon desapareció!
- ¿Otra vez con esa mierda de la Red Ribbon?- Se lamentó Milk golpeándose la frente de la decepción, sintiéndose avergonzada por estar desnuda, en esa situación con esos hombres.
- ¡Me paso tus críticas por el culo! – Quitándole el dedo que lo apuntaba de un revés- ¡Que te quede claro que aquí mando yo, el líder de la nueva Red Ribbon seré yo!
Como la mujer previno, se trenzaron en una pelea desprolija y ridícula, ya que al pelear desnudos, parecían elefantes revoleando sus trompas para todos lados. Con la gracia de la situación ganándole a la excitación, vio al capitán noquear a Zamson, el que quedaba en pie, y declararse macho alfa de la manada de cavernícolas.
- Muy bien, ahora sí, me libre de las sobras, mujer, en posición, mujer, tendrás lo que quieres, le daré a esa cueva tuya el taladro que tanto quiere…
- ¡Por fin! ¡Métemela de una puta vez!- Se desespero inclinándose contra el vehículo, creyendo que ya no se excitaría jamás.
Sin embargo, esa noche sería recordada como la peor de todas no solo por la sucesión de accidentes, sino porque cuando estaba por concretar el intento de orgía, varios faroles se encendieron desde la carretera encandilándolos a la vez que oficiales con megáfonos gritaban:
- ¡Alto! ¡Arriba las manos! ¡Sáquele las manos encima de la mujer!- Dijeron las fuerzas de seguridad apuntando con sus pistolas a los malhechores, que maldecían en varios idiomas por haber sido capturados y perdido la oportunidad de tirarse a una bella mujer.
Milk no podía creerlo. Parecía que hubieran esperado el mejor momento para arrestarlos. Justo cuando estaba por obtener lo que quería, justo cuando iba a tener una increíble historia para contarles a sus amigas, tenían que llegar los aguafiestas uniformados.
- ¿Qué ocurre? ¿Y la mujer? ¿Me la puedo tirar?- Dijo Ernest despertando mientras esposaban a sus compañeros y se los llevaban a un patrullero mientras le tomaban el testimonio a Milk, semidesuda, y se ocupaban de su bienestar ofreciéndole una taza de café caliente.
- Vaya, la felicito, señora, está muy calmada. Comúnmente las victimas de semejantes atracos quedan en estado de shock.- Desconfió un policía a ver su expresión de descontento a pesar de ser salvada justo a tiempo.
- He pasado por muchas cosas, oficial, estos tipos no eran nada… estaba a punto de noquearlo cuando bajara la guardia.
- La cagaron, como de costumbre, somos una vergüenza para la Red Ribbon…- Dijo Zamson, resistiéndose a meterse al patrullero.
- ¿Red Ribbon? ¿Acaso no saben que los acabó un niño de doce años?- Dijo un policía bien conocido por Milk. Este se saco el chaleco y se lo dio a la mujer para que se cubriera.- Sin dudas esperaba el momento preciso para atacar, conozco a esta mujer y no se anda con vueltas. Yo me encargó de aquí en más muchachos.
- ¿Seguro, oficial? Podemos encargarnos de todo para que regrese a casa temprano, no querrá descuidar al caramelo que tiene de muj…
- Ejem.- Carraspeo Krilin, deteniendo al impertinente policía- Como dije, yo me encargo, es conocida mía.
- Como diga, oficial Krilin. – Haciendo una reverencia- De aquí en más déjennos todo a nosotros, señora, si no tiene nada más que decir, puede marcharse, y recuerde esto: sea fuerte, fue muy afortunada por sobrevivir, estos piratas renegados eran muy peligrosos y si no fuera por, bueno, sus encantos, se habrían marchado con el botín y no los hubiéramos atrapado… es más, le dejaré un número.
- ¿Su número?- Aceptó sorprendida por lo lanado que era ese policía, no obstante…
- No, no, soy casado. Este número es de un grupo de ayuda para superar traumas, con tantos androides, monstruos, atracos y extraterrestres hay muchos grupos de estos para ayudarse, se lo recomiendo.
- Sí, gracias por todo, los llamaré, fue muy traumático casi haber sido violada.- Dijo con tanto sarcasmo que el policía quedó rascándose la barbilla sin entender.
- Vamos Milk, sube a mi patrullero. Ya llamaron a la grúa y se encargará de tu aeronave.- Se la llevó Krilin.
Este ya no era un simple oficial de tránsito que andaba en una motoneta, ahora era un oficial hecho y derecho con su espacioso patrullero, y una vez dentro, pudieron hablar con tranquilidad.
Milk se sintió sumamente incómoda por estar semidesnuda, con las ropas rasgadas y oliendo a mil demonios al lado del mejor amigo de su esposo. Encima, se sentía estúpida por dejarse abusar por semejantes especímenes de primate y ni siquiera haberlo hecho bien. ¿Tan fea se había vuelto con los años? ¿No quedaban amantes de las milfs? Se sentía derrumbada, ridícula y olvidada.
- 18 me dijo que no le respondes ni mensajes ni llamadas ¿Está todo en orden?- Preguntó con calma arrancando la patrulla.
- Nada de lo que deba preocuparse, oficial.- Corto secante, cansada de su mala suerte, deseando ducharse y olvidarse de esa mala noche con licor en su casa.
- Vamos Milk, nos conocemos de hace años, no me trates como a un cualquiera como siempre hiciste, puedo escucharte, puedo ayudarte. Sé que pudiste librarte de esos tipos en un abrir y cerrar de ojos. Puedes contarme que ocurre, no diré nada.- Dijo tocándose la placa.- sé guardar secreto profesional.
- Eso es de los psicólogos, no policías.- Le retrucó.- Mira, Krilin, te agradezco, pero estoy pasando por un mal momento, me pelee con las demás y solo quiero una ducha caliente. Te agradecería que…
- Hablaré con Goku.- La interrumpió.- Un esposo debe ser un esposo siempre. Hasta Vegeta que se transformaba en mono y destruía planetas mientras viajaba en bolas de boliche espaciales entendió eso y ahora es el esposo del año.
- Entonces lo sabes.- Admitió avergonzada.- Tú y 18 son muy unidos, es lógico que te cuente todo, hasta que una amiga está formando telarañas en la entrepierna y deba humillarme por atención.
Sorpresivamente, Krilin no rió, al contrario, le dedicó una mirada fraternal.
- Están apareciendo fanáticos de la Red Ribbon por todas partes, la semana pasada reduje a tres. Son tan pobres como tontos y quieren derrocar nuestra monarquía absoluta, un fanatismo por otro, si me lo preguntas. Hacen atracos y violaciones, esos podían tener enfermedades Milk, no debiste dejarte ni tocar por ellos. Te mereces algo mejor que unos ladronzuelos.
- Siempre creí eso. – Se sinceró a pocos kilómetros del Monte Paoz.- Pero fue Bulma la que eligió el esposo ideal después de todo, el que pudo cambiar, Videl a mi estudioso Gohan, que fue capaz de colgar la capa y ser un hombre responsable, y 18 bueno… a ti, que eres un oficial respetado por tus camaradas, por lo que vi. – Dijo, por poco haciendo un comentario sobre su mastodóntico pene- Yo hice la peor apuesta, a él nada lo apasiona más allá de las peleas y la comida, siempre fue así y aunque por momentos creí que cambiaba, no duró. No podrás hacerlo entrar en razón.
En medio del silencio, tras la reflexión, sonó el celular del hombre y este estacionó a un lado de la carretera en la montaña para hablar.
- Luego de tantas batallas peligrosas, me sorprende que te detengas para hablar por teléfono por temor a chocar.
- La seguridad es lo primero más en las montañas. – Y vio la foto de la androide rubia en su pantalla- Oh, es 18, que raro, no suele llamar, menos sabiendo que estoy por llegar a casa.
- Ni se te ocurre decirle algo de mi incidente, si se entera que estamos compartiendo un auto podrías tener problemas…
- ¿Sí amor, que pasa?... – Atendió despreocupado sin darle importancia a sus preocupaciones.
Para desgracia de la mujer, que quería llegar rápido, Krilin le tuvo que dar muchas explicaciones dado que había visto en las noticias el arresto de los bandidos de la Red Ribbon y había reconocido a la nave de Milk siendo remolcada en el fondo.
- Sí, amor, está conmigo.- Dijo suspirando, temiendo una reprimenda de su esposa. Milk se compadeció por Krilin. Encima que trabajaba en el turno de noche y tenía el gesto de ayudarla, quizás se ganaría un regaño de su esposa cuando solo había sido un caballero.
Sin embargo, no parecía estar recibiendo un reto, al contrario, el hombre no se veía ni intimidado o incomodado por la llamada. Por fin cortó.
- Ella reconoció tu aeronave, lo siento si querías ocultarle este episodio incómodo.
- Tarde o temprano todo se sabe.
- Igual la buena noticia es que los medios lo cubrieron como un hurto violento, y 18 cree que eso es lo que pasó, no saben nada de lo demás y no se compartió tu identidad, la mantendremos oculta.
- Gracias, Krilin.- Susurró agradecida mientras estacionaba frente a su casa (el 439 del Distrito Este).- Me sacaste de un enorme apuro hoy…
Y al decir enorme, se le vino a la mente una idea incómoda.
Se hizo un silencio, y cuando la mujer estaba por abrir la puerta, el calvo habló.
- Ves todo demasiado negativo, Milk. Es lógico que en los malos momentos veamos la vida del resto como un idilio, pero no creo que sea así. Vegeta sigue siendo un altanero orgulloso con el que ni se puede conversar, Gohan, bueno, sin ofender a tu hijo, pero no colgó la capa del todo ya que sale a combatir el crimen en mayas sin decidirse a dejar las artes marciales o no. Y yo, no soy tan bueno como mi esposa dice, tengo mis defectos como cualquiera, me gusta la vida simple y 18 no tolera eso, que es muy ostentosa, deberías enfocarte en lo positivo, en que tienes dos hijos maravillosos y un esposo que siempre hizo los sacrificios necesarios por todos nosotros.
- Vaya, Krilin, no conocía ese lado filosófico tuyo.- Admitió gratificada con sus palabras de ánimo.- Me arrepiento de haberte tratado tan mal estos años, he sido cruel y ahora me doy cuenta cuán molesta fui para mis amigas, mi esposo, para todos.
- Siempre fuiste un dolor en el trasero, he. - Bromeó.
Krilin se sonrojó de repente, y como armándose Salió del coche con ella.
- ¿No te vas a tu casa?
- Quizás pienses que 18 es celosa y llamó para controlarme, todo lo contrario, se preocupó por ti, llamó para que vaya a ayudarte y me quedara a hacerte compañía, si no tienes algo mejor que hacer podemos pasar el rato.
- ¿El rato?- Se sorprendió por la propuesta, inclinada sobre la ventanilla desde afuera, deseando no estar errada en su predicción- Si no te va a dar problemas puedo invitarte a tomar algo, es lo menos que puedo hacer por ti.
- Muero por un café.- Aceptó saliendo del patrullero.- ¿Estas con Goten?
- No creo, se la pasa en Capsule Corp, supuestamente estudia con Trunks, aunque no se que estudia.- Explicó abriéndole la puerta de su casa a Krilin.
Tras tantas equivocaciones, tantos actos fallidos y una noche para el olvido, quizás encontraría la droga que buscaba en el lugar menos pensado: el amigo de su esposo, aunque si los elogios de 18 eran ciertos, esa noche podría sufrir una sobredosis.
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En el siguiente Fanfiction va a entrar en acción nuestra androide favorita!
Fanfictions de DB anteriores:
La Tradición Saiyajin: http://www.poringa.net/posts/relatos/3357411/Fanfiction-de-Dragon-Ball-La-tradicion-saiyajin.html
La Tradición Saiyajin 2: http://www.poringa.net/posts/relatos/3361531/Fanfiction-de-Dragon-Ball-La-tradicion-saiyajin-Parte-2.html
Hijos Pervertidos: http://www.poringa.net/posts/relatos/3365942/Fanfiction-Dragon-Ball-Hijos-pervertidos.html
Hijos Pervertidos 2: http://www.poringa.net/posts/relatos/3370590/FanFiction-Dragon-Ball-Hijos-Pervertidos-Parte-2.html
2 comentarios - FanFiction de Dragon Ball: Milk Hervida