Definitivamente estoy muy mojada, mis gemidos ya no pasan desapercibidos...
Mientras me torturas, con un delicado juego de meter y sacar, meter y sacar, solo la punta de tu dedo medio en mi vagina suplicante, tus labios recorren mi cuello dejando salir de forma espontánea y traviesa tu lengua.
Puedo sentir tu respiración agitada y como vas perdiendo la paciencia conforme me pongo más y más húmeda, lista para ti.
En ese momento decides introducir todo el dedo y no puedo evitar gemir de placer, que un escalofrío recorra mi cuerpo y sienta como cada uno de mis poros se estremecen.
- ¡¡Aaahhhh¡¡
Que bien se siente ese movimiento que ejecutas tan cíclicamente sin perder el ritmo. Adentro hasta donde alcanza tu dedo y lo sacas dando un sutil giro. Pero ambos sabemos que no es suficiente...
Busco tu mirada y sin necesidad de decir una palabra veo como se dibuja en tu cara una sonrisa atrevida, en respuesta a mi semblante suplicante.
Retiras gentilmente tu dedo y lo acercas a mi boca, sin pensarlo lo dejo entrar y saboreo mi ser; tomas mi vestido y lo levantas lentamente sobre mi, dejando al descubierto mi cuerpo desnudo.
Tu mirada se dirige automáticamente a mis pechos, dónde mis pezones ya excitados esperan con ansias tu boca.
Es tanto el deseo sexual que hay entre nosotros que el ambiente se siente espeso, caliente; podemos oír nuestra respiración entrecortada, el latido de nuestros corazones y los pensamientos uno del otro.
Depositas tu mano en mi pecho y firmemente me tiras sobre la cama, me besas ansiosamente y disfrutas con tu tacto mi desnudez, a tientas encuentro el borde de tu pantalón y procedo a desabrocharle pero entre palabras entrecortadas me dices:
- Aún no...
Tus manos ágilmente se mueven por mi cuerpo; mientras nuestras bocas se funden en un sinfín de besos y mordidas, cómo me encanta morder tu labio inferior, siento como tus dedos encuentran mis pezones rozándolos suavemente y continúan por mi vientre hasta llegar a mi vulva...
- ¡¡ Aaaaaahhh !!
No puedo evitar gemir de placer, tus dedos expertos tomaron mi clítoris presionandolo y sobando al mismo tiempo, entrando y saliendo de mi vagina para jugar con mi clítoris. Es el paraíso... Uffff
Cuando creo que no puedo con más placer tu boca se deposita en mi seno y comienzas a chupar ansiosamente mi pezón, jugando con la lengua, succionando y mordiendo sutilmente.
Dios me voy a correr
Aumentas la velocidad de tus manos y boca, puedes sentir como se estremece mi vagina y como mis gemidos son más fuertes. No paras, mantienes el ritmo y yo pierdo la cabeza cada vez más siento que ya no puedo es demasiado placer quiero acabar en tu mano, necesito acabar, mis músculos se están tensando, mi respiración está demasiado agitada, mis ojos en blanco y solo como tu sabes hacerlo me hablas con tu voz ronca de placer:
- Correte para mí
Explosión, alcanzó el clímax, mi vagina explota y deja fluir mis líquidos sobre tus dedos, mi garganta se desgarra con mis gemidos y mis músculos se contraen en temblores. Tus dedos ahora realizando movimientos suaves se retiran de mi vagina pasando antes por mi clítoris.
- Ahora es tu turno
Digo entre suspiros.
- Pensé que no lo dirías
Dices con esa voz ronca de excitación que tanto me gusta.
Te empujó con mis manos para que ahora tu estés abajo, me pongo a gatas y viéndote fijamente con una mirada seductora comienzo a desabrochar tu pantalón, es imposible no ver lo excitado y duro que estás. Jalo tu pantalón y tú boxer con algo de desesperación ya quiero sentir tu pene en mis labios.
Uff siempre me sorprende el tamaño y no logro entender cómo puedes meter todo eso dentro de mí...
Continuará
Mientras me torturas, con un delicado juego de meter y sacar, meter y sacar, solo la punta de tu dedo medio en mi vagina suplicante, tus labios recorren mi cuello dejando salir de forma espontánea y traviesa tu lengua.
Puedo sentir tu respiración agitada y como vas perdiendo la paciencia conforme me pongo más y más húmeda, lista para ti.
En ese momento decides introducir todo el dedo y no puedo evitar gemir de placer, que un escalofrío recorra mi cuerpo y sienta como cada uno de mis poros se estremecen.
- ¡¡Aaahhhh¡¡
Que bien se siente ese movimiento que ejecutas tan cíclicamente sin perder el ritmo. Adentro hasta donde alcanza tu dedo y lo sacas dando un sutil giro. Pero ambos sabemos que no es suficiente...
Busco tu mirada y sin necesidad de decir una palabra veo como se dibuja en tu cara una sonrisa atrevida, en respuesta a mi semblante suplicante.
Retiras gentilmente tu dedo y lo acercas a mi boca, sin pensarlo lo dejo entrar y saboreo mi ser; tomas mi vestido y lo levantas lentamente sobre mi, dejando al descubierto mi cuerpo desnudo.
Tu mirada se dirige automáticamente a mis pechos, dónde mis pezones ya excitados esperan con ansias tu boca.
Es tanto el deseo sexual que hay entre nosotros que el ambiente se siente espeso, caliente; podemos oír nuestra respiración entrecortada, el latido de nuestros corazones y los pensamientos uno del otro.
Depositas tu mano en mi pecho y firmemente me tiras sobre la cama, me besas ansiosamente y disfrutas con tu tacto mi desnudez, a tientas encuentro el borde de tu pantalón y procedo a desabrocharle pero entre palabras entrecortadas me dices:
- Aún no...
Tus manos ágilmente se mueven por mi cuerpo; mientras nuestras bocas se funden en un sinfín de besos y mordidas, cómo me encanta morder tu labio inferior, siento como tus dedos encuentran mis pezones rozándolos suavemente y continúan por mi vientre hasta llegar a mi vulva...
- ¡¡ Aaaaaahhh !!
No puedo evitar gemir de placer, tus dedos expertos tomaron mi clítoris presionandolo y sobando al mismo tiempo, entrando y saliendo de mi vagina para jugar con mi clítoris. Es el paraíso... Uffff
Cuando creo que no puedo con más placer tu boca se deposita en mi seno y comienzas a chupar ansiosamente mi pezón, jugando con la lengua, succionando y mordiendo sutilmente.
Dios me voy a correr
Aumentas la velocidad de tus manos y boca, puedes sentir como se estremece mi vagina y como mis gemidos son más fuertes. No paras, mantienes el ritmo y yo pierdo la cabeza cada vez más siento que ya no puedo es demasiado placer quiero acabar en tu mano, necesito acabar, mis músculos se están tensando, mi respiración está demasiado agitada, mis ojos en blanco y solo como tu sabes hacerlo me hablas con tu voz ronca de placer:
- Correte para mí
Explosión, alcanzó el clímax, mi vagina explota y deja fluir mis líquidos sobre tus dedos, mi garganta se desgarra con mis gemidos y mis músculos se contraen en temblores. Tus dedos ahora realizando movimientos suaves se retiran de mi vagina pasando antes por mi clítoris.
- Ahora es tu turno
Digo entre suspiros.
- Pensé que no lo dirías
Dices con esa voz ronca de excitación que tanto me gusta.
Te empujó con mis manos para que ahora tu estés abajo, me pongo a gatas y viéndote fijamente con una mirada seductora comienzo a desabrochar tu pantalón, es imposible no ver lo excitado y duro que estás. Jalo tu pantalón y tú boxer con algo de desesperación ya quiero sentir tu pene en mis labios.
Uff siempre me sorprende el tamaño y no logro entender cómo puedes meter todo eso dentro de mí...
Continuará
2 comentarios - Mi encuentro perfecto [Parte 2]