Había que experimentar

Llego un punto donde era difícil exitarme y también me daba algo de pena acercarme chicas y por la burla de mis amigos al decirme gay por ser penoso con ellas decidí hacerles caso, un día en fin de semana invite al chico gay del salón a mi casa, estaba aterrado pero decidido a probar de una vez, el es algo afeminado y supuse que talvez si trataba de seducirlo podríamos llegar a algo no tan serio pero candente. Al llegar a mi casa hablamos y pasado un rato le comenté que no me sentí seguro de mi sexualidad y que quería ver si el como amigo podría ayudarme a descubrirla y ver de una vez por todas que soy en verdad, así que él se sorprendió y dijo que con gusto me ayudaría, yo estaba tranquilo por fuera pero por dentro muy asustado y le dije que podía proceder o hacer lo que él quiera, el sería la chica por decirlo así y yo en otras palabras disfrutaría del show. El se sentó sobre de tal manera que podía verme y sentir mi pene, eh de decir que cuando se sentó ya lo tenía algo erecto pero quería que siguiera encerio me estaba gustando pero tenía que seguir con el plan, me dijo que si podía besarme y acepte, cuando me besó encerio pude sentir algo y empecé a meter mano, tocar su cintura y acariciarlo, mi pene estaba erecto total mente y el empieza a moverse de una forma tan excitante mientras besa mi cuello y yo sólo pensaba en que no quería que terminara, se bajó y sin decirme ni pedirme permiso me desabrochó el pantalón y aún que ya había tenido encuentros así con chicas antes yo deseaba que el ya se lo metiera a la boca, lo agarro muy fuerte y empezó a masturbarme mientras me veía, de arriba a abajo con delicadeza hasta que empezó a lamer la punta de este, yo no aguante y tome tu cabeza y empuje mi pene hacia su boca para meterlo todo y el sólo lo disfrutaba mientras me decía cosas tan calientes que después de un rato y una calentura enorme le dije que estaba apunto de correrme, que si quería quitarte lo podía hacer y cuando me iba a quitar el toma más fuerte y me dice: no me lo quites, es mi recompensa por mi trabajo, al escuchar eso lo tome de nuevo por la cabeza, trate de metérsela toda hasta que pude correrme en su boca, fue bastante ya que hacía días preparaba la cita con el y salió como lo esperaba, termino de limpiarme bien con su lengua y me pidió que si podía besarme, lo pensé porque no quería darle falsas esperanzas pero por dentro me moría por besarlo y al final yo fui quién se lanzó a besarlo, un toque un tanto peculiar por lo anterior pero igual de sabroso y caliente, le agradecí y me dijo que si volvía a tener problemas lo llamara y creo que se me ah echo vicio desde entonces porque lo llamo algo seguido para nuevas experiencias