Después de algún tiempo y cuestiones personales retomamos los juegos que con Anto, sentimos que nos fortalecen en la confianza y nos hacen crecer como pareja además obvio, de mantenernos estimulados permanentemente.
Ella tiene unas amigas de cuando vivía en La Plata y cada cierto tiempo va a visitarlas. Esta vez me pidió que la acompañe y que de paso yo visite a mis amigos de allá también. Me pareció una buena propuesta ya que hacía mucho que no iba.
Fuimos en el auto, paseamos un poco y caímos a la casa de dos de sus amigas. Subí al departamento para saludar (ya que yo también las conozco un poco). Una de ellas, la que nos abrió, desde que conocí a Anto me parece un camión y obviamente, como toda mujer, se dio cuenta y muchas veces Anto me ha dicho que se da cuenta como me gusta. Esta vez no fue la excepción, porque en el viaje en ascensor me canse de mirarla y mirar su cuerpo en los espejos, pero la historía no viene por acá.
Voy a ser breve. Llegó la noche, salí con mis amigos a comer pero como laburaban al otro día enseguida los fui dejando en sus casa y le hablé a Anto. Ella estaba en el departamento con sus amigas, pero también habian ido otras chicas y también chicos. Me dijo que vaya para allá que estaban terminando de cenar e iban a tomar algo.
Me copé porque basicamente no tenía otra alternativa posible. Cuando llego, ya habia pocas luces, música fuerte y mucho alcohol. Anto bajó a abrirme y estaba cambiada, tenia un top rojo y unas calzas engomadas negras que le marcaban todo el orto de una manera bestial. Cintura perfecta. Me volví loco y le digo "no me esperaba todo esto qué onda?" a lo que me respondió que ibamos a salir un rato y que cuando yo quiera nos ibamos.
Ya en clima, y un poco tomado me di cuenta que los flacos que habia eran piolas pero cada oportunidad de mirarle el orto a Anto lo hacian. Cuando iba a buscar algo a la cocina o al balcón, sin disimulo. Esas cosas la verdad me encantan y me dan orgullo porque es una bomba, cualquiera la miraría y está bien.
Luego fuimos a un pequeño boliche y allí también se la querían comer entre dos panes, a lo que me acerco a ella y le digo "che te quieren comer jaja" y me contestó "y vos no querés?" le dije "sí pero esto está lleno de pendejos no les compito, jaja" me puso una cara pícara y siguió en la suya hasta que avanzada la noche nos fuimos. Saludamos a todos y vi como varios aprovecharon la ocasión para apoyarle las manos en la cintura descubierta.
Fuimos hasta el auto que estaba a una cuadra del boliche, en una de las tantísimas esquinas oscuras que hay en La Plata. Ni bien se sentó la abracé y le empecé a comer la boca, se dio cuenta de la calentura que estaba aguantando. Tirpe el asiento levemente hacia atrás y me regaló un pete descomunal, le largué todo, una belleza de mujer. Incluso me dí cuenta que algunas personas que estaban pasando saliendo del boliche sospechaban que algo pasaba en el auto pero la oscuridad colaboraba.
Ojo, me encanta que nos vean, muchas veces que tenemos relaciones en casa tratamos de que sea cerca de una ventana y juegos así. Un placer. En fin, cuando terminó de limpiarse la boca me dijo "está lleno de pendejos esto" y le digo "calentá el que te guste" así que viendo por el espejo que venía uno de los que estaban en la cena, le dijo "subí no pases frio".
Cuando arranqué me dijo que vivía cerca. En el camino Anto se pasó para atrás y le pidió fuego, raro porqeu ella no fuma. El pibe sacó un faso y le dijimos que no. Automaticamente ella le empezó a comer la boca. Para entonces ella lo empezó a rozar con su pantalon y a pasarle la mano por el bulto. Con la cara de sorpresa del pendejo, Anto se llevó el dedo índice a la boca y le dijo "tranqui". Le pregunto "che por acá es no?" me dice que si.
Freno, estaciono y me doy vuelta. Veo una pija impresionante y la cara de Anto pajeandola. "Es tuya" le digo riendome y se atragantó con ella. El pibe estaba extasiado y la empezó a manosear toda mal. Me pasé para atrás y mentras se la chupaba me empezó a pajear a mi también. El pibe no duró ni 5 minutos que se acabó encima. "No pasa nada bebé" le dijo ella. Saludo cordial y hasta nunca.
En la autopista a Capital tuvimos que frenar y echarnos un polvo porque volabamos de calentura.
Nos encantan esas aventuras improovisadas. Son momentos únicos. 100% recomendables.
Ella tiene unas amigas de cuando vivía en La Plata y cada cierto tiempo va a visitarlas. Esta vez me pidió que la acompañe y que de paso yo visite a mis amigos de allá también. Me pareció una buena propuesta ya que hacía mucho que no iba.
Fuimos en el auto, paseamos un poco y caímos a la casa de dos de sus amigas. Subí al departamento para saludar (ya que yo también las conozco un poco). Una de ellas, la que nos abrió, desde que conocí a Anto me parece un camión y obviamente, como toda mujer, se dio cuenta y muchas veces Anto me ha dicho que se da cuenta como me gusta. Esta vez no fue la excepción, porque en el viaje en ascensor me canse de mirarla y mirar su cuerpo en los espejos, pero la historía no viene por acá.
Voy a ser breve. Llegó la noche, salí con mis amigos a comer pero como laburaban al otro día enseguida los fui dejando en sus casa y le hablé a Anto. Ella estaba en el departamento con sus amigas, pero también habian ido otras chicas y también chicos. Me dijo que vaya para allá que estaban terminando de cenar e iban a tomar algo.
Me copé porque basicamente no tenía otra alternativa posible. Cuando llego, ya habia pocas luces, música fuerte y mucho alcohol. Anto bajó a abrirme y estaba cambiada, tenia un top rojo y unas calzas engomadas negras que le marcaban todo el orto de una manera bestial. Cintura perfecta. Me volví loco y le digo "no me esperaba todo esto qué onda?" a lo que me respondió que ibamos a salir un rato y que cuando yo quiera nos ibamos.
Ya en clima, y un poco tomado me di cuenta que los flacos que habia eran piolas pero cada oportunidad de mirarle el orto a Anto lo hacian. Cuando iba a buscar algo a la cocina o al balcón, sin disimulo. Esas cosas la verdad me encantan y me dan orgullo porque es una bomba, cualquiera la miraría y está bien.
Luego fuimos a un pequeño boliche y allí también se la querían comer entre dos panes, a lo que me acerco a ella y le digo "che te quieren comer jaja" y me contestó "y vos no querés?" le dije "sí pero esto está lleno de pendejos no les compito, jaja" me puso una cara pícara y siguió en la suya hasta que avanzada la noche nos fuimos. Saludamos a todos y vi como varios aprovecharon la ocasión para apoyarle las manos en la cintura descubierta.
Fuimos hasta el auto que estaba a una cuadra del boliche, en una de las tantísimas esquinas oscuras que hay en La Plata. Ni bien se sentó la abracé y le empecé a comer la boca, se dio cuenta de la calentura que estaba aguantando. Tirpe el asiento levemente hacia atrás y me regaló un pete descomunal, le largué todo, una belleza de mujer. Incluso me dí cuenta que algunas personas que estaban pasando saliendo del boliche sospechaban que algo pasaba en el auto pero la oscuridad colaboraba.
Ojo, me encanta que nos vean, muchas veces que tenemos relaciones en casa tratamos de que sea cerca de una ventana y juegos así. Un placer. En fin, cuando terminó de limpiarse la boca me dijo "está lleno de pendejos esto" y le digo "calentá el que te guste" así que viendo por el espejo que venía uno de los que estaban en la cena, le dijo "subí no pases frio".
Cuando arranqué me dijo que vivía cerca. En el camino Anto se pasó para atrás y le pidió fuego, raro porqeu ella no fuma. El pibe sacó un faso y le dijimos que no. Automaticamente ella le empezó a comer la boca. Para entonces ella lo empezó a rozar con su pantalon y a pasarle la mano por el bulto. Con la cara de sorpresa del pendejo, Anto se llevó el dedo índice a la boca y le dijo "tranqui". Le pregunto "che por acá es no?" me dice que si.
Freno, estaciono y me doy vuelta. Veo una pija impresionante y la cara de Anto pajeandola. "Es tuya" le digo riendome y se atragantó con ella. El pibe estaba extasiado y la empezó a manosear toda mal. Me pasé para atrás y mentras se la chupaba me empezó a pajear a mi también. El pibe no duró ni 5 minutos que se acabó encima. "No pasa nada bebé" le dijo ella. Saludo cordial y hasta nunca.
En la autopista a Capital tuvimos que frenar y echarnos un polvo porque volabamos de calentura.
Nos encantan esas aventuras improovisadas. Son momentos únicos. 100% recomendables.
2 comentarios - Momento súper caliente con mi novia