Hola me llamo Candela, tengo 27 años de edad, trabajo en un negocio propio por la zona de moron Buenos aires y estoy casada hace 5 años.
Una noche hace unos meses estábamos en casa con mi marido, haciendo el amor íbamos por el quinto o sexto del ida, mi marido realmente era un hombre muy viril y con mucha potencia, yo lo estaba cabalgando rico saltándole como una gata en celo con mi concha mojada de tanto acabar hasta que escuchamos un ruido pero no dimos importancia, el polvo estaba siendo demasiado perfecto y luego se abre la puerta del dormitorio bruscamente eran 5 asaltantes todos encapuchados nos nos apuntan y nos piden dinero yo ene se momento me tire al suelo cuando de pronto suena la alarma y en ese momento se pusieron nerviosos ya que le estaban apuntando a mi marido le dispararon y se fueron y el quedo gravemente herido..
Bueno antes que nada como es costumbre en estos relatos, comenzare comentando como soy físicamente, mido 1.65 de estatura, morocha me dicen que tengo ojos de gata , cabello castaño oscuro, figura más o menos esbelta, caderas anchas, piernas bien torneadas y unos senos grandes y bien formados, los he nombrado de último porque modestia aparte son unos senos muy lindos, que me gusta lucir con grandes escotes y blusitas súper apretadas.
Luego del asalto llame a mi hermana que vive cerca de casa y llevamos a mi marido al hospital, y fuimos al consultorio del doctor (obviamente no puedo revelar su nombre), me imaginaba a un anciano pero al entrar observé que era un médico joven, atlético, blanco, como de unos 35 a 38 años, bien parecido, alto y con una barba muy cuidada.
Pregunté si podía estar acompañando a mi marido, ya que usualmente una persona se puede quedar con el paciente, pero el médico me dijo muy educadamente que no porque estaba en un estado muy delicado.
Luego de unas horas el medico salio a hablar con nosotras noté que apenas me vio se quedó mirándome de reojo, luego me dice que podía entrar a verlo y se lo veía realmente muy mal sin embargo, al sentarme y cruzar las piernas se me notaban mis muslos gruesos, cosa que el doctor mientras examinaba a mi marido se percató.
Estaba tan guapo que me gustaban sus miradas, yo estaba sentada en un sillón atrás del asiento de mi marido, así que mi amorcito no podía ver lo que yo hacía, mientras que el doctor sí podía contemplarme a plenitud, yo disimulaba jugando con mi celular, pero sabía que ese hombre estaba más atento a mí que a mi marido.
El doctor se acerco a mi y me dijo tenes que ser cociente que la recueperacion llevara meses sobre todo por la gravedad de unas de las heridas en el miembro, que le había quedado prácticamente estropeado de un escopetazo, eso me asusto mucho y no podía parar de llorar.
Me impresionó que sin siquiera hablar con él ya estuviera mostrando un interés en mí, quizás es cierto lo que dicen de que las mujeres infieles se notan a simple vista, en un momento yo estaba saliendo de la capilla del hospital mientras esperaba que mi hermana me trajera algo de comer y justo me cruzo con el medico en ese momento y quedé a solas con ese adonis.
Me preguntó si estaba bien y le dije que no, y que sentía unos dolorcitos en el pecho cuando (cosa que era falso), él me dijo que me desabrochara el vestido en la parte de arriba y le hice caso, poco a poco me fui desabrochando los botones del vestido quedando a su vista el sujetador con mis voluminosos senos, vi que se le iban los ojos contemplándolos y me colocó su estetoscopio en el medio de ellos, me pidió que respirara fuerte, con lo cual mis senos se levantaban más, creo que eran los más grandes que él había visto.
Luego le dije que estaba cansada y me iba a casa a dormir y me dijo que si yo quería el me venia a ver a casa para controlar (esos falsos dolores) y le dije que si asi que al día siguiente me avisa x whatsap que estaba cerca de casa pero se había perdido entonces salgo a la esquina para que me vea, luego entramos a la casa.
Él me dijo que estaba muy saludable pero que quizás necesitaba revisarme más para descartar cualquier otro malestar, yo le dije: “doctor también siento unos calambres que me dan por mis muslos sera por el estrés de lo que paso "? luego empezó a tocarme con la mano, apretando mis piernas y preguntando si sentía dolor, le dije que no, luego me apretó más arriba y exhalé un suspiro y le dije: “doctor es más arriba que siento el calambre”, él me metió descaradamente su mano por dentro de mi ropa interior y me peguntó si era aquí y le dije: “sí doctor.
Me hundió dos dedos en mi vagina mientras me sobaba las tetas, yo empecé a gemir más, le dije que parara porque no queria engañar de esta manera a mi marido y él me dijo que no me preocupara que va a tener para mucho tiempo y me dijo, una hembra como vos no puede estar sola.
Empezamos a besarnos, lo hacía muy bien, al parecer era un experto mujeriego, me sacó las tetas del brasiel y empezó a chupármelas fuertemente, yo le bajé el cierre del pantalón y le saqué su miembro, él se levantó y me arrodillé para chupársela, la tenía muy deliciosa, sabíamos que no podíamos durar mucho así que se la mamé con fuerza, su pene era grueso y largo y estaba bien cargado muy cabezón, como los que me gustan, me jalaba por el cabello hacia su pene, él sabía cómo tratar a una mujer de mi clase.
Doctor: Siiii, ponte en cuatro en la cama.
Yo: si papi (le obedecí y él me bajó la calza contemplando mis nalgas grandes, me metió su lengua por el medio de ellas y me hundió su pene de un solo viaje).
El doctor me penetraba con fuerza, como quien se coge a una puta (bueno, ya creo que lo soy), no podía creer que estuviera dándole mis nalgas a ese extraño en la misma cama que hace años duermo con mi marido pero más pudo mi mente sucia que la moralidad.
Me cogía como a una perra, con penetraciones fuertes, yo me venía abundantemente, gozando esa verga entre mis nalgas, y dijo mira lo q se esta perdiendo tu marido! lo cual me calentó aun mas.
Sabía cómo darme placer, me preguntó en qué lugar deseaba la leche y se la pedí en mi boca, me la sacó de las nalgas y me la hundió en mi boca, se vino abundantemente y me bebí toda su deliciosa leche, le dejé su verga bien limpia.
Finalmente nos quedamos cogiendo toda la noche y casi ni dormidos cuando el se levanto de la cama sentí el ruido de la camara de su celular que me saco de espalda eso también me calentó porque el pensaba que aun estaba dormida..
Luego me despierta finalmente con besitos en la espalda y eso me puso aun mas cachonda, realmente me había olvidado del impotente de mi marido teniendo a ese macho al lado..
Me acosté de espalda y él se dedicó a lamerme el culo, me metió unos dedos en mi ano, sobaba mis nalgas, metía su cara entre ellas, vaya que disfrutaba de mi cola, se tiró sobre mi espalda y me fue hundiendo su verga en mi orificio anal, empezó con movimientos suaves y luego fue acelerando sus movimientos, me halaba por el cabello, me hacía sentir como una hembra en todo el sentido de la palabra.
Su verga la tenía totalmente metida en mi culo, disfruté su grosor, gemía sin importarme mi marido, me sentía toda una zorra.
Pasaron las horas y ya cansados de coger nos acostamos abrazados, me dijo que yo era fantástica teniendo sexo, y que tranquilamente podía hacerme rica haciendo porno, yo me reí y le dije que quizás en unos años me daba por meterme en esa vida.
Él se levantó y se vistió yo hice lo mismo y le abrí la puerta y lo despedí con un gran beso de lengua, luego mi hermana vino a casa y fuimos a ver a mi marido ya que había despertado así que me puse un vestido sexy y perfume, y mi hermana me saco una foto junto a el aunque no podía dejar de pensar cuando nuevamente mi amante vuelva a casa a inundarme de semen y volver a limpiarle la verga con mi boca..
Una noche hace unos meses estábamos en casa con mi marido, haciendo el amor íbamos por el quinto o sexto del ida, mi marido realmente era un hombre muy viril y con mucha potencia, yo lo estaba cabalgando rico saltándole como una gata en celo con mi concha mojada de tanto acabar hasta que escuchamos un ruido pero no dimos importancia, el polvo estaba siendo demasiado perfecto y luego se abre la puerta del dormitorio bruscamente eran 5 asaltantes todos encapuchados nos nos apuntan y nos piden dinero yo ene se momento me tire al suelo cuando de pronto suena la alarma y en ese momento se pusieron nerviosos ya que le estaban apuntando a mi marido le dispararon y se fueron y el quedo gravemente herido..
Bueno antes que nada como es costumbre en estos relatos, comenzare comentando como soy físicamente, mido 1.65 de estatura, morocha me dicen que tengo ojos de gata , cabello castaño oscuro, figura más o menos esbelta, caderas anchas, piernas bien torneadas y unos senos grandes y bien formados, los he nombrado de último porque modestia aparte son unos senos muy lindos, que me gusta lucir con grandes escotes y blusitas súper apretadas.
Luego del asalto llame a mi hermana que vive cerca de casa y llevamos a mi marido al hospital, y fuimos al consultorio del doctor (obviamente no puedo revelar su nombre), me imaginaba a un anciano pero al entrar observé que era un médico joven, atlético, blanco, como de unos 35 a 38 años, bien parecido, alto y con una barba muy cuidada.
Pregunté si podía estar acompañando a mi marido, ya que usualmente una persona se puede quedar con el paciente, pero el médico me dijo muy educadamente que no porque estaba en un estado muy delicado.
Luego de unas horas el medico salio a hablar con nosotras noté que apenas me vio se quedó mirándome de reojo, luego me dice que podía entrar a verlo y se lo veía realmente muy mal sin embargo, al sentarme y cruzar las piernas se me notaban mis muslos gruesos, cosa que el doctor mientras examinaba a mi marido se percató.
Estaba tan guapo que me gustaban sus miradas, yo estaba sentada en un sillón atrás del asiento de mi marido, así que mi amorcito no podía ver lo que yo hacía, mientras que el doctor sí podía contemplarme a plenitud, yo disimulaba jugando con mi celular, pero sabía que ese hombre estaba más atento a mí que a mi marido.
El doctor se acerco a mi y me dijo tenes que ser cociente que la recueperacion llevara meses sobre todo por la gravedad de unas de las heridas en el miembro, que le había quedado prácticamente estropeado de un escopetazo, eso me asusto mucho y no podía parar de llorar.
Me impresionó que sin siquiera hablar con él ya estuviera mostrando un interés en mí, quizás es cierto lo que dicen de que las mujeres infieles se notan a simple vista, en un momento yo estaba saliendo de la capilla del hospital mientras esperaba que mi hermana me trajera algo de comer y justo me cruzo con el medico en ese momento y quedé a solas con ese adonis.
Me preguntó si estaba bien y le dije que no, y que sentía unos dolorcitos en el pecho cuando (cosa que era falso), él me dijo que me desabrochara el vestido en la parte de arriba y le hice caso, poco a poco me fui desabrochando los botones del vestido quedando a su vista el sujetador con mis voluminosos senos, vi que se le iban los ojos contemplándolos y me colocó su estetoscopio en el medio de ellos, me pidió que respirara fuerte, con lo cual mis senos se levantaban más, creo que eran los más grandes que él había visto.
Luego le dije que estaba cansada y me iba a casa a dormir y me dijo que si yo quería el me venia a ver a casa para controlar (esos falsos dolores) y le dije que si asi que al día siguiente me avisa x whatsap que estaba cerca de casa pero se había perdido entonces salgo a la esquina para que me vea, luego entramos a la casa.
Él me dijo que estaba muy saludable pero que quizás necesitaba revisarme más para descartar cualquier otro malestar, yo le dije: “doctor también siento unos calambres que me dan por mis muslos sera por el estrés de lo que paso "? luego empezó a tocarme con la mano, apretando mis piernas y preguntando si sentía dolor, le dije que no, luego me apretó más arriba y exhalé un suspiro y le dije: “doctor es más arriba que siento el calambre”, él me metió descaradamente su mano por dentro de mi ropa interior y me peguntó si era aquí y le dije: “sí doctor.
Me hundió dos dedos en mi vagina mientras me sobaba las tetas, yo empecé a gemir más, le dije que parara porque no queria engañar de esta manera a mi marido y él me dijo que no me preocupara que va a tener para mucho tiempo y me dijo, una hembra como vos no puede estar sola.
Empezamos a besarnos, lo hacía muy bien, al parecer era un experto mujeriego, me sacó las tetas del brasiel y empezó a chupármelas fuertemente, yo le bajé el cierre del pantalón y le saqué su miembro, él se levantó y me arrodillé para chupársela, la tenía muy deliciosa, sabíamos que no podíamos durar mucho así que se la mamé con fuerza, su pene era grueso y largo y estaba bien cargado muy cabezón, como los que me gustan, me jalaba por el cabello hacia su pene, él sabía cómo tratar a una mujer de mi clase.
Doctor: Siiii, ponte en cuatro en la cama.
Yo: si papi (le obedecí y él me bajó la calza contemplando mis nalgas grandes, me metió su lengua por el medio de ellas y me hundió su pene de un solo viaje).
El doctor me penetraba con fuerza, como quien se coge a una puta (bueno, ya creo que lo soy), no podía creer que estuviera dándole mis nalgas a ese extraño en la misma cama que hace años duermo con mi marido pero más pudo mi mente sucia que la moralidad.
Me cogía como a una perra, con penetraciones fuertes, yo me venía abundantemente, gozando esa verga entre mis nalgas, y dijo mira lo q se esta perdiendo tu marido! lo cual me calentó aun mas.
Sabía cómo darme placer, me preguntó en qué lugar deseaba la leche y se la pedí en mi boca, me la sacó de las nalgas y me la hundió en mi boca, se vino abundantemente y me bebí toda su deliciosa leche, le dejé su verga bien limpia.
Finalmente nos quedamos cogiendo toda la noche y casi ni dormidos cuando el se levanto de la cama sentí el ruido de la camara de su celular que me saco de espalda eso también me calentó porque el pensaba que aun estaba dormida..
Luego me despierta finalmente con besitos en la espalda y eso me puso aun mas cachonda, realmente me había olvidado del impotente de mi marido teniendo a ese macho al lado..
Me acosté de espalda y él se dedicó a lamerme el culo, me metió unos dedos en mi ano, sobaba mis nalgas, metía su cara entre ellas, vaya que disfrutaba de mi cola, se tiró sobre mi espalda y me fue hundiendo su verga en mi orificio anal, empezó con movimientos suaves y luego fue acelerando sus movimientos, me halaba por el cabello, me hacía sentir como una hembra en todo el sentido de la palabra.
Su verga la tenía totalmente metida en mi culo, disfruté su grosor, gemía sin importarme mi marido, me sentía toda una zorra.
Pasaron las horas y ya cansados de coger nos acostamos abrazados, me dijo que yo era fantástica teniendo sexo, y que tranquilamente podía hacerme rica haciendo porno, yo me reí y le dije que quizás en unos años me daba por meterme en esa vida.
Él se levantó y se vistió yo hice lo mismo y le abrí la puerta y lo despedí con un gran beso de lengua, luego mi hermana vino a casa y fuimos a ver a mi marido ya que había despertado así que me puse un vestido sexy y perfume, y mi hermana me saco una foto junto a el aunque no podía dejar de pensar cuando nuevamente mi amante vuelva a casa a inundarme de semen y volver a limpiarle la verga con mi boca..
10 comentarios - Mi marido en el hospital yo me cogí al medico