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Una alcahueta, un mundo mejor - Relato

Como soy un hombre grande, ya probé de todo. Solo soy virgen de dos asuntos: no me he dejado romper el culo por ningún varón –alguna que otra atrevida, me lo ha perforado con los dedos-. Tampoco ingerí Viagra o algún otro estimulante de ese estilo.
Creo que he sido merecedor de los favores de todo tipo de mujeres: gordas, flacas, petisas, altas, tetonas, chatas, culonas, dulces, saladas, depiladas, peludas, silenciosas, gritonas, secas, húmedas, mojada, viejas, jóvenes, muy viejas, muy jóvenes, sumisas, esclavas, rebeldes, dominantes, solteras, viudas, casadas, divorciadas y, las más lindas de todas, “de novio”. 
He tenido suerte en la vida. Algunas me enseñaron y a otras enseñé. Jugué con palabras en inglés: threeasome, squirting, spanking, fisting, y otras en francés, bondage, voyeur, menagge a trois. Tuve tríos con dos mujeres, y con parejas. Usé dildos, vibradores, poleas, sogas, ceras y aceites. 
No estoy haciendo alarde de nada. Solo estoy haciendo una lista de hermosas imágenes que me vienen a la cabeza y que demuestran que me he divertido, y que, defintivamente, estoy viejo. Ha pasado mucha agua bajo este puente.
Y encima no soy lindo. Ni alto. Ni delgado. Ni musculoso. Tengo una pelada prominente que disimulo pasándome la máquina por completo. Pero eso sí, además de experimentado, soy simpático –un tipo fulero no puede no ser simpático- y bastante instruido.
Por eso, me las rebusco con relatos en esta página. Con mi cara o mi abdomen no puedo seducir a nadie, menos en un lugar lleno de bellezas de ambos géneros. En cambio, compartiendo mis experiencias y fantasías, puedo llamar la atención de alguna intrépida, que después, al conocerme pueda decir “no es taaaan feo, y además es simpático”.
Al respecto solo quiero decir dos cosas más, antes de entrar al tema que quiero compartir hoy: también soy discreto y puedo pagar una salida. Lo aclaro porque por suerte, hay mucho ratón suelto entre tantas bellezas.
Pero todo este prólogo es para contar la única fantasía que me faltaba cumplir. Lo último que quería conseguir era una alcahueta. Una alcahueta, en términos del marques de Sade, es una mujer que consigue y provee a su hombre, de otras mujeres. 
Cada tanto me encuentro con S. (¿Susana? ¿Sandra? ¿Silvia? No viene al caso) Me gusta coger con ella, solo porque es una máquina de acabar. Tiene unos orgamos preciosos. Convulsiones que le recorren todo el cuerpo. Chorros de acabada. Pero lo mejor de S. no es todo eso. Ella disfruta de mis caricias. Quiero ser preciso en esto: al principio, apenas nos desnudamos, mis manos en su espalda o en su cola, consiguen los primeros dos o tres orgasmos. Antes eran inesperados. Hoy ya los busco y los espero. Algunas caricias en la espalda, y las convulsiones involuntarias le empiezan a recorrer el cuerpo. Apoyo mis manos en su cola, y las nalgas se le tensan como si tuviera el culo de mármol. Y acaba. 
La última vez que la vi le propuse un juego: que contara los orgasmos en voz alta. Como me gusta jugar a dominarla (no podría hacer otra cosa quien pierde el control en forma permanente) la amenacé diciéndole que si no lo hacía, detenía el juego y me iba. Así que empezamos el juego, con las caricias que ya conocía, y apenas recuperaba la respiración, con voz gutural decía “uno”, “dos”, “tres” y así sucesivamente…
Dejamos de coger cuando se acabó el turno y la cuenta dio “cuarenta y ocho”, y una sonrisa espléndida se le dibujó en la cara, acusando cansancio y diciendo que era obvio, que ella también estaba muerta y aún hablaba. Como el 48 en la quiniela. 
Y en esa sonrisa, y en su posterior confesión, mi última fantasía se convirtió en realidad. 
Me dijo que nunca le había pasado esto, de tener tantos orgasmos. Y mucho menos de contarlos para no perder la cuenta. Y mucho menos llegar a casi cincuenta orgasmos fuertes. Que ningún hombre lo había logrado, y que yo era un hijo de puta, por eso, y por no cogérmela más seguido.
-Vos querés que te coja más seguido?
-Claro, pelotudo
-Entonces vos tenés que ser mi alcahueta
-Qué?
-Si, es muy sencillo. Vos me mandás a alguna amiga, vecina, clienta, que necesite pija. Le decís, hay un señor que te coge bien y paga el telo. La única condición es que venga hasta el centro. Cada vez que vos me mandás una mujer así, yo, en el término de 72 horas, te estoy cogiendo.
-Vos sos un hijo de puta.
-Si.
Demás está decir que desde entonces, no necesito hacerme el lindo, el simpático, el histriónico o el ingenioso. No uso más chat, ni redes sociales, ni aplicaciones traposas. Cada tanto, recibo un mensaje por whatsapp que dice, más o menos, todas dicen lo mismo “hola! Tu celu me lo pasó S. cuando podemos vernos?”… y así he engrosado la lista de chicas que disfrutan de mis manos, de mi boca, de mi pija. 
Y mi amiga S. se esmera cada vez más en su rol de alcahueta, proveyéndome mujeres de todo tipo gordas, flacas, petisas, altas, tetonas, chatas, culonas, dulces, saladas, depiladas, peludas, silenciosas, gritonas, secas, húmedas, mojadas, viejas, jóvenes, muy viejas, muy jóvenes, sumisas, esclavas, rebeldes, dominantes, solteras, viudas, casadas, divorciadas y, las más lindas de todas, las que están “de novio” y quieren experimentar.
Y yo, que soy un caballero, a las 72 horas voy a su casa, y nos matamos en la cama. Alguna vez contamos orgasmos, otras veces nos dejamos llevar y perdemos la cuenta. Si me pregunta, le cuento cómo es esta o aquella. Pero a decir verdad, a S. (¿Susana? ¿Sandra? ¿Silvia?) no le importa lo que yo hago con sus presas. Solo le interesa que la tenga bien atendida. Y yo, además de un caballero, soy un tipo agradecido.
El problema que tenemos es qué pasa cuando alguna quiere repetir. 
¿Debo cumplir mi promesa? 
¿O ya es una conquista mía?
Por lo pronto, se está armando una cadena de sexo, que solo puede terminar en un mundo mejor, más placentero…

5 comentarios - Una alcahueta, un mundo mejor - Relato

mdqpablo +1
no conociamos ese termino para esas fantasias . cómo siempre muy buena pluma .donde conseguimos una de esas ?
VoyeaurXVII +1
el marqués de Sade las tenía a sueldo...
también se les puede pagar en especies...
mdqpablo +1
buscaremos una a ver si tenemos esa suerte
Pervberto +2
Te leí con alborozo, con lágrimas en los ojos, con la felcidad que produce la identificación en cuanto a la escasa belleza que lleva al derroche de ingenio, con placer de conocer a través de tus letras a esa señora que nunca acaba de acabar, con risueño reproche por ese perverso mecanismo que nutre tu alcoba de deseosas de todo tipo (gordas, flacas, etc.), en fin, con la solemne percepción de que este cuento es una obra maestra.
Pervberto +1
Dije exactamente lo que pienso, mi querido amigo, Y lo releo y cada vez me gusta más. ¡Si yo también traigo el efínter invicto en materia de falos pero no de dedos femeninos y hasta de juguetes! Y detesto las pastillas pero, cuando me hagan falta, seguro que me entregaré...
VoyeaurXVII +1
jajajajaja! viejo perverso!
cuando haga falta... nos entregaremos a todo lo que venga!
como si alguna vez hubieramos tenido límites!
Pervberto +1
¡Solo los de la realidad! ¡Nunca en la cabeza!

(en ninguna...)
Lady_GodivaII
Quid pro quo en una placentera versión!
VoyeaurXVII +1
donde todos ganan!!
gracias por los puntos!
maritox-69 +1
Cualquier palabra expresada es poca ante semejante obra maestra. Gracias
VoyeaurXVII
gracias a vos, querido!