-Me dio un poco de hambre- les dije -¿quieren que les prepare un sandwich?-
-Claro, mami, por favor-
Me levanté y fui a la cocina. No me cubrí los pechos y no sólo eso, sino que me acomodé el bikini como me había dicho Jerry, subiendo los tiras de los lados y haciendo que se me metiera entre las nalgas. Quería que cuando me vieran caminar hacia la cocina me vieran bien… pero no que se olvidaran de lo de los besos.
Regresé con tres enormes sandwiches, bueno dos enormes y uno normal, y bebidas para los tres. Puse la bandeja en mi tumbona y me senté con ésta entre mis piernas. Ellos se voltearon hacia mi, de forma que quedamos los tres alrededor de la bandeja.
-A ver si adivinan de que son los sandwiches, les van a agradar- les dije.
-Mmmm- dijo Jerry mordiendo el suyo -jamón…-
-Tocineta- añadió Jamie -y huevo, por supuesto-
-¿Pechuga de pavo?…-
-Salchichón-
-Queso-
-Si, queso amarillo…-
-Lechuga-
-Tomate-
-Muy bien- dije con una gran sonrisa -espero les haya gustado. ¡Ah! y mayonesa-
-Jajajaja- nos reímos todos.
-Jamie- le dije -tu comentaste antes que Anna estaba casada-
-Si- respondió éste.
-¿Y su marido no tiene problemas con que ella viniera a visitarlos a Uds?-
-¿Uh? La verdad es que no sé. Ella no me dijo nada. A lo mejor ya no está casada-
-En cualquier caso ella siempre ha sido muy ligera de cascos- añadió Jerry.
-¿Cómo es eso?- pregunté haciéndome la loca, como si no había visto nada.
-Oh… no sé si debamos contarte-
-No se supone que tengamos secretos entre nosotros, ¿no?- les dije mordiendo mi sandwich. Ellos se miraron a los ojos y luego hicieron un leve gesto de asentimiento.
-Bueno mami…- dijo Jerry.
-El caso es que…- siguió Jamie.
-En nuestro penúltimo año tuvimos un poco de dificultades con matemáticas ¿recuerdas?-
-Claro. Fue cuando Anna comenzó a venir en las tardes a ayudarlos-
-Bueno… no sólo nos ayudó con las matemáticas…-
-¿Cooomooo?- dije sinceramente asombrada -pero ¿qué edad tenían Uds entonces? ¿16?-
-Y ella 17- dijo Jerry.
-Y había perdido su virginidad un par de meses antes-
-Y un día que hacía mucho calor, ella vino con una blusa muy escotada…-
-Y una falda muy corta…-
-¿Yyyy?-
-Bueno… comenzamos a besarnos-
-¿Los dos?-
-Mas o menos, primero uno y después el otro-
-Y después pasamos a segunda-
-Y a tercera-
-¿Pasaron a segunda y a tercera? ¿Qué es eso?- dije.
-¿No lo conoces? -dijo Jerry -Es como el beisbol, la primera son los besos, la segunda tocarle las tetas-
-Y la tercera es tocarla entre las piernas-
-¿Y llegaron a home?- pregunté.
-No ese día. Mientras nos besábamos empezamos a tocarnos por todos lados. Nos sacó los güevos…-
-¿Los dos al mismo tiempo?-
-Claro. Ella estaba sentada en el medio de los dos y ambos le tocábamos las tetas, en aquel entonces pequeñas y puntiagudas, como las de Leonor, y la vulva. Sin tener idea de qué hacer exactamente, puro instinto-
-Entonces ella nos sacó el güevo a cada uno y nos masturbó-
-Bueno, no tuvo que esforzarse mucho. Creo que batimos el récord mundial en la acabada más rápida del mundo-
-Jajajaja- me reí -eso es tan típico. Mi primer… me hizo lo mismo. ¡Me sorprendí tanto! Pensé que si todos los hombres acababan tan rápido, nunca tendría tiempo de tener un orgasmo. Jajaja-
Después de contarles eso me puse muy roja, revelándoles mis experiencias sexuales a mis hijos.
-El caso es que después de eso, nos vestimos y ella se fue para su casa-
-Al día siguiente no vino-
-Y tampoco fue al colegio-
-Nos preocupamos muchísimo. Pensamos que era por lo que habíamos hecho-
-Que le habíamos hecho daño-
Siempre hablaban así. Cuando contaban algo que habían hecho los dos, se repartían el cuento, cada uno contaba una parte, sin saltarse nada. Jejeje-
-Al final nos enteramos que era que le había venido la menstruación y que había tenido muchos calambres y dolores y que había tenido que ir al médico con su mamá-
-Aparte de la buena noticia de que no tenía nada malo, o por lo menos nada que le hubiésemos causado nosotros-
-El médico le había recetado píldoras anticonceptivas para evitar los dolores… ¡y los hijos!-
-Cosa que a nosotros nos iba de perlas-
-Me parece muy bien. No me imagino lo que habría sucedido si Uds. embarazan a esa muchacha- dije.
-El caso es que ella nos informó que no podría venir por unos días-
-Hasta que se le quitara el período-
-Y también nos dijo que nos preparáramos-
-Y vaya que nos preparamos-
-La siguiente vez que vino nos habíamos bañado y puesto nuestras mejores ropas-
-Lo que fue innecesario, por lo menos lo de la ropa, porque a los 5 minutos estábamos los tres desnudos-
-¿Desnudos? y ¿dónde? ¡por Dios!-
-Aquí en la sala de la casa. Tu estabas en el trabajo, como siempre…-
-¡Vaya!, yo trabajando y Uds…-
-El caso es que lo echamos a la suerte y yo gané- dijo Jerry.
-Y a él le tocó primero-
-Fue memorable-
-Si, claro. Nuevo récord mundial. Tres empujones y ¡zas!-
-Cualquiera cae que tu duraste mucho más. ¿Cuántos? ¿Cinco?-
-Jajajaja. Más que tu-
Seguía sin poder creer que estuviera conversando con mis hijos los detalles de sus primeras experiencias sexuales. Y aunque no lo quisiera reconocer, volvía a comenzar a excitarme. Mis pezones estaban nuevamente duros y sentía mi conchita mojada. Ellos se daban cuenta, ni modo que mis tetas seguían al aire y no podía evitar que vieran cómo mis pezones se ponían duros, pero disimulaban muy bien para no hacerme sentir incómoda.
-Lo bueno fue que mientras Anna se cogía a Jamie. Yo me recuperaba y pronto pude volver a metérselo. Esta vez aguanté mucho más y ella casi llega al orgasmo-
-Pero no llegó- intervino Jamie -y cuando me tocó el turno a mi, sí logré que ella acabara ¡su primer orgasmo! nos contó-
-Bueno, su primer orgasmo por penetración, porque ella ya era una experta con sus dedos, jajaja-
-Así que ambos perdieron su virginidad al mismo tiempo- dije.
-Yo primero que él- dijo Jerry riendo.
-Si, pero yo la hice acabar primero que tu-
-Ya, ya- le dije -¿Y qué pasó después?-
-Después de ese día establecimos algunas reglas importantes. No podíamos tirar si no terminábamos antes las tareas. Si era una tarea demasiado larga o importante, poníamos un límite-
-Por ejemplo, dos horas. Estudiábamos dos horas, luego tirábamos por un rato. Más o menos hasta que los tres teníamos uno o dos orgasmos. Y luego seguíamos estudiando hasta que terminábamos todo-
-Entonces nos metíamos en la piscina o salíamos a tomarnos un helado-
-¿Y eso fue todo el año?- pregunté.
-Nooo, un día tuvimos un pequeño problema-
-Esa tarde no teníamos tareas y empezamos temprano, por lo que pronto cada uno de nosotros tuvimos nuestros dos orgasmos-
-Que ya duraban considerablemente. Ya habíamos aprendido y aguantábamos lo suficiente como para que ella tuviese varios orgasmos-
-¿Ella tenía varios orgasmos?-
-Oh si. Anna podía tener hasta 4 o 5 orgasmos seguidos-
-¡En la misma sesión!-
-¿Y una sesión era…?-
-Una acabada nuestra-
-Wow. Entonces si cada uno de Uds se la cogía dos veces y ella acababa, digamos que 4 veces cada vez… ¿ella tenía 16 orgasmos?- estaba impresionado. Ni me imaginaba que eso fuese posible.
-Bueno, en realidad no- corrigió Jerry.
-Ella tenía 5 orgasmos la primera vez-
-En la primera cogida-
-En la segunda, a lo mejor sólo 3-
-Luego uno o dos-
-Si, después era sólo uno-
-O ninguno. A veces estaba tan cansada que no podía más-
-Justamente eso fue lo que sucedió ese día-
-Como te dijimos, no teníamos tarea y empezamos a tirar temprano. Luego nos fuimos a la piscina, pero el ambiente estaba… no sé, agradable-
-Y volvimos a tirar varias veces en la piscina-
-A veces con los dos al mismo tiempo-
-¿Los dos al mismo tiempo?- pregunté alarmada.
-Si mami, ya sabes. Uno por delante y otro por detrás-
-¿Los dos en el mismo…?- volví a preguntar.
-Eso lo probamos también un par de veces, pero es muy incómodo-
-No, lo hacíamos con uno en el culo y el otro en la vagina-
-¿Se la cogían también por el culo?-
-Claro. A ella le encantaba-
-Dios mío…- dije.
Por dentro me imaginaba cómo sería tener dos güevos metidos al mismo tiempo o uno en la vagina y otro en el culo… y mi vientre temblaba ¿de ganas?…
-El caso es que ese día fue tanto que quedamos totalmente irritados-
-Teníamos el güevo completamente rojo y casi en carne viva-
-Pero te puedes imagina ella. A nosotros nos tocaba la mitad a cada uno. A ella le tocaba completo-
-Al final no podía caminar. La tuvimos que ayudar a llegar a su casa-
-Y no vino por tres días-
-Cosa que nosotros también agradecimos-
-¿Y yo no me di cuenta?-
-No te dijimos nada, claro-
-¿Cómo te lo íbamos a explicar?-
-Ah, pero ahora no tienen pena en contármelo- dije.
-Ahora somos más grandes…-
-Y tu preguntaste…-
-Bueno, está bien- dije. No quería reconocer que me estaba excitando muchísimo que ese cuento.
-El caso es que tres días después nos informó que no podíamos seguir así-
-Que ella no podía con los dos. Jejeje-
-Y que iba a traer a su hermana para que la ayudáramos-
-A Leonor- dije yo.
-Así es-
-Anna era, bueno, es un año más que nosotros y Leonor es un año menor-
-Y era virgen-
-¿Y ella qué decía?- pregunté.
-¡Ah! Ella estaba desesperada por participar-
-Hacía poco se había enterado de las actividades de Anna-
-Ella la veía todos los días cuando se desvestía y de alguna forma se dio cuenta lo que hacíamos-
-Y empezó a pedirle a Anna que la dejara participar-
-El hecho es que el día de la gran… cogida, Anna se convenció de que Leonor podía ayudarla a compartir las cargas-
-Le contó todo y le preguntó si quería participar-
-Y por supuesto que ella aceptó-
-Acordamos que la siguiente vez viniera ella y que haríamos un proceso de introducción-
-Si. Me imagino qué fue lo que lo introdujeron, jajaja-
-No, nos referimos a que habría un proceso gradual-
-Primero tenía que perder la virginidad de la forma más agradable posible-
-Luego tendría que ir acostumbrándose a hacer el amor todos los días-
-El caso es que hicimos un plan de trabajo…-
-Que no se cumplió-
-¿Qué paso?-
-Bueno. Resultó que Leonor es… una natural-
-¿Una natural? ¿Qué significa eso?- pregunté.
-Que al igual que su hermana. El sexo es muy fácil para ella. Le encanta y tiene orgasmo tras orgasmo, lo mismo que Anna-
-Su primera vez fue con Jamie, por que yo fui el primero con Anna-
-Si y nada que ver-
-¿Cómo que nada que ver?- intervine.
-Bueno, es que apenas ni sangró. Una gota quizás-
-¡Y tuvo un orgasmo en esa primera vez!-
-Y media hora después quizo hacerlo conmigo- dijo Jerry.
-Claro. Esa segunda vez no le gustó mucho porque estaba sensible-
-El caso es que decidimos darle tres días de descanso para que se repusiera-
-Pero al día siguiente estaba allí como un clavel-
-Jajajaaja-
-El resto del año seguimos con la misma rutina que antes, pero ahora repartida entre las dos hermanas-
-¿Y no volvieron a repetir…?- pregunté.
-¿Qué cosa mami? ¡Repetimos todo!-
-Pero ahora eran dos- dije.
-Si, pero a veces una no participaba-
-O al contrario, dos no participaban-
-No entiendo-
-A las dos hermanas les gustaba de vez en cuando darnos un show-
-¿Un show?- imaginando a lo que se referían, pero esperando que me lo confirmaran.
-Si. Se hacían el amor una a la otra-
-Decían que el amor entre mujeres es distinto-
-Mas suave-
-Más delicado-
-¿Tu lo has hecho alguna vez con otra mujer? Mami?-
-Oh no, no- respondí azorada. La verdad era que realmente nunca lo había hecho, pero a veces veía películas de lesbianas y me preguntaba… -Yo nunca… nunca he estado con una mujer. ¿Qué pregunta es esa?-
-Mami. Estamos en el año 2018. Hoy en día eso es muy normal-
-Además- dijo Jerry -Tu siempre nos dijiste que el amor, si es consentido, no tiene que ser sólo entre un hombre y una mujer-
-Si. Yo sé que se los dije… pero no quiere decir que a mi me guste-
-¿Cómo sabes que no te gusta, si nunca has probado?-
-¿Pero qué pregunta es esa?- dije -Yo sé si me gusta una mujer o no, o si me gusta un hombre o no. No tengo que acostarme con uno o con una para saberlo-
-Bueno. Eso es verdad-
Me aterraba pensar que ellos también hubiesen probado… así que no pregunté.
-Pero no sigamos con eso- dije -¿Qué paso después?-
-Bueno, llegó el final del año escolar y todos sacamos buenas notas-
-Para nuestra propia sorpresa, la obligación de terminar las tareas antes de tirar, nos obligó a estudiar más de lo que pensábamos-
-Jajaja- reímos todos.
-El caso es que casi el mismo día que terminaron las clases, Anna y Leonor se mudaron al otro lado de la ciudad-
-Y ahora era más difícil vernos-
-Si. De vez en cuando nos encontramos y recordamos los viejos tiempos-
-¿Cómo hoy?, por ejemplo- pregunté. Ambos bajaron los ojos sin contestar la pregunta. Yo no insistí, ya sabía la respuesta.
-¿Y entonces se acabaron las “tardes locas”?- pregunté.
-Bueno. Esas si, Perón nuestra popularidad en el colegio se había incrementando mucho-
-¿Gracias a las hermanas?-
-No creo- dijo Jerry.
-Yo sí lo creo- ripostó Jamie -las mujeres hablan…-
-Pero es que también comenzamos a ganar en los juegos de baseball y en el atletismo. Crecimos, nuestros músculos se acentuaron-
-Es cierto. Y las compañeras de clase también evolucionaron-
-¿Las compañeras de clase?-
-Claro. Millie, Jannine, Joanna, Donna. Tu las conociste a todas. Dejaron de ser unas niñas y se convirtieron en mujeres hechas y derechas-
-¿Y tuvieron relaciones con todas ellas también?-
-¡Claro! Con ellas también. Y con la experiencia que habíamos adquirido con las hermanas Miller, éramos muy estimados-
-En todas las fiestas, paseos… ya sabes. No éramos los únicos. Todos participaban, pero como dijo Jerry, éramos “el mejor polvo”, jajaja-
-Inclusive, a veces hacíamos trampas-
-¿Como trampas?- pregunté.
-Por ejemplo, si Jerry se acostaba con una compañera de clases, apenas acababa, se iba al baño y yo me cambiaba con él-
-Y cuando regresaba a donde estaba ella, ya venia con el güe.. bueno, con el miembro listo...-
-Esta bien- intervine - le puedes decir güevo. Después de todo lo que me han contado hoy, no me voy alarmar porque utilicen unas palabras más o unas palabras menos-
-El caso es que yo llegaba e inmediatamente se lo introducía y ellas siempre se admiraban de mi rápida recuperación. Jajaja-
-¿Y nunca se dieron cuenta?-
-O si, algunas veces y generalmente se arrechaban muchísimo, pero otras simplemente aprovechaban el servicio doble, jajaja-
-Y Entonces tuvieron relaciones con todas las compañeras de clases?-
-O no. No con todas-
-Algunas nunca quisieron por que jugaban para el otro equipo-
-¿Cómo? No entiendo- dije.
-Si, obviamente algunas de nuestras compañeras son lesbianas-
-Digo 100% lesbianas, por que hay otro porcentaje que juegan en los dos equipo...-
-¿En los dos equipos?- volví a preguntar.
-Ay mami, pareces del siglo pasado., eso significa que algunas son bisexuales-
-Aaah, claro, lo que pasa es que eso, en mi época eso no existía- dije.
-Querrás decir que no se sabía- dijo Jerry.
-En cualquier caso, a las “bi” les gustaba comerse su salchicha de vez en cuando-
-¡No seas falta de respeto- le dije.
-Nos dijiste que podíamos usar el lenguaje que quisiéramos-
-Si, pero sin faltar el respeto-
-Bueno. Digamos que ésas si se acostaban con nosotros de vez en cuando-
-Y también estaba Elizabeth-
-¿Elizabeth, la rubia alta y bonita?- pregunté.
-Si. Ella siempre fue inalcanzable- dijo Jerry.
-Nunca tuvo nada con nadie. Todos la invitamos, algunos logramos que nos acompañara al cine, a tomar un café, pero nadie llegó nunca ni a primera-
-¿Nadie llegó a primera? No entiendo- dije
-Recuerda mami: primera base, la boca; segunda base, las tetas; tercera...-
-Ah, si!, Ya me acordé - lo interrumpí.
Jamie se había quedado callado.
-¿Qué te pasa?- le pregunto Jerry.
-Nada, nada-
-Vamos a mi no me puedes mentir-
-Es que prometí no decir nada-
-¡Aaaaahhh¡ ¿Tu… y ella?- gritó Jerry.
-Si. El verano pasado, justo antes de las vacaciones- respondió Jamie
-¡No puede ser!- dijo Jerry
-Ella fue un viernes con su universidad de visita a la nuestra, por motivo de una competencia de basketball y nos encontramos por casualidad. Ella no sabia que yo estudiaba allí. Conversamos, la invité a tomarnos un café después del juego y…-
-¿Y?-
-Bueno, sólo salió de mi cuarto el domingo en la tarde, para agarrar el autobús de vuelta. Caminaba un poco torcida, mas o menos como Anna aquella vez-
-!No puede ser!- repitió Jerry -eres un sortario-
-!Siii! Me dijo que se había mantenido virgen hasta el matrimonio por presión de su mamá, pero cuando llego a su universidad conoció al “amor de su vida”, el tipo con quien se casaría, etc, etc. ya sabes. Y entonces empezó aquello de que para qué esperar si igual nos vamos a casar... y bueno, se acabó lo de la virginidad. Pero el caso fue que el tipo resultó una cagada y ella lo mandó para el carajo mas pronto que tarde. En cualquier caso, una vez resuelto el problema de la virginidad, ella tenia que recuperar el tiempo perdido… y lo demás es historia-
-Jajaja. !Buena esa hermano!- dijo Jerry.
-Prepárate tu. Me dijo que te tenía en la lista de pendientes-
-Jajaja-
-Bueno, ahora veo que fue una época muy movida- les dije -Yo me imaginaba que sí, que seguro que habrían hecho algo, que se habrían dado unos besos con alguna de las chicas, pero... ¿que se cogieran a todas o casi todas sus compañeras de clase?…- y luego pregunté con cierto temor de lo que iban a decir:
-¿Y hubo algo más?-
-Bueno… algunas de tus amigas- respondió Jerry.
-!No puede ser! ¿Mis amigas? ¿Quienes?- protesté.
-Ah no. Tu nos enseñaste a ser unos caballeros. No debemos hablar de las damas con quien hemos estado-
-Pero ya me contaron de las otras- insistí.
-Si, pero ellas eran nuestras compañeras de colegio y es fácil imaginarse que tendríamos sexo con ellas, ¿pero tus amigas? Mejor es no decirte nada- respondió Jamie.
-Bueno... te vamos a contar de dos que no eran tus amigas- dijo Jerry mirando a Jamie esperando a ver si éste aprobaba lo que iba a decir y éste le guiñó el ojo afirmativamente.
-Las mamás del baseball-
-¿Las mamás del baseball?- pregunté alarmada.
-¿Recuerdas a las Sras. Jones y Baker?-
-¿Las que acompañaban siempre al equipo de baseball?-
-Exactamente-
-¿Y?-
-Pues que ellas tenían la costumbre de premiar al pitcher ganador-
-Claro, mami, por favor-
Me levanté y fui a la cocina. No me cubrí los pechos y no sólo eso, sino que me acomodé el bikini como me había dicho Jerry, subiendo los tiras de los lados y haciendo que se me metiera entre las nalgas. Quería que cuando me vieran caminar hacia la cocina me vieran bien… pero no que se olvidaran de lo de los besos.
Regresé con tres enormes sandwiches, bueno dos enormes y uno normal, y bebidas para los tres. Puse la bandeja en mi tumbona y me senté con ésta entre mis piernas. Ellos se voltearon hacia mi, de forma que quedamos los tres alrededor de la bandeja.
-A ver si adivinan de que son los sandwiches, les van a agradar- les dije.
-Mmmm- dijo Jerry mordiendo el suyo -jamón…-
-Tocineta- añadió Jamie -y huevo, por supuesto-
-¿Pechuga de pavo?…-
-Salchichón-
-Queso-
-Si, queso amarillo…-
-Lechuga-
-Tomate-
-Muy bien- dije con una gran sonrisa -espero les haya gustado. ¡Ah! y mayonesa-
-Jajajaja- nos reímos todos.
-Jamie- le dije -tu comentaste antes que Anna estaba casada-
-Si- respondió éste.
-¿Y su marido no tiene problemas con que ella viniera a visitarlos a Uds?-
-¿Uh? La verdad es que no sé. Ella no me dijo nada. A lo mejor ya no está casada-
-En cualquier caso ella siempre ha sido muy ligera de cascos- añadió Jerry.
-¿Cómo es eso?- pregunté haciéndome la loca, como si no había visto nada.
-Oh… no sé si debamos contarte-
-No se supone que tengamos secretos entre nosotros, ¿no?- les dije mordiendo mi sandwich. Ellos se miraron a los ojos y luego hicieron un leve gesto de asentimiento.
-Bueno mami…- dijo Jerry.
-El caso es que…- siguió Jamie.
-En nuestro penúltimo año tuvimos un poco de dificultades con matemáticas ¿recuerdas?-
-Claro. Fue cuando Anna comenzó a venir en las tardes a ayudarlos-
-Bueno… no sólo nos ayudó con las matemáticas…-
-¿Cooomooo?- dije sinceramente asombrada -pero ¿qué edad tenían Uds entonces? ¿16?-
-Y ella 17- dijo Jerry.
-Y había perdido su virginidad un par de meses antes-
-Y un día que hacía mucho calor, ella vino con una blusa muy escotada…-
-Y una falda muy corta…-
-¿Yyyy?-
-Bueno… comenzamos a besarnos-
-¿Los dos?-
-Mas o menos, primero uno y después el otro-
-Y después pasamos a segunda-
-Y a tercera-
-¿Pasaron a segunda y a tercera? ¿Qué es eso?- dije.
-¿No lo conoces? -dijo Jerry -Es como el beisbol, la primera son los besos, la segunda tocarle las tetas-
-Y la tercera es tocarla entre las piernas-
-¿Y llegaron a home?- pregunté.
-No ese día. Mientras nos besábamos empezamos a tocarnos por todos lados. Nos sacó los güevos…-
-¿Los dos al mismo tiempo?-
-Claro. Ella estaba sentada en el medio de los dos y ambos le tocábamos las tetas, en aquel entonces pequeñas y puntiagudas, como las de Leonor, y la vulva. Sin tener idea de qué hacer exactamente, puro instinto-
-Entonces ella nos sacó el güevo a cada uno y nos masturbó-
-Bueno, no tuvo que esforzarse mucho. Creo que batimos el récord mundial en la acabada más rápida del mundo-
-Jajajaja- me reí -eso es tan típico. Mi primer… me hizo lo mismo. ¡Me sorprendí tanto! Pensé que si todos los hombres acababan tan rápido, nunca tendría tiempo de tener un orgasmo. Jajaja-
Después de contarles eso me puse muy roja, revelándoles mis experiencias sexuales a mis hijos.
-El caso es que después de eso, nos vestimos y ella se fue para su casa-
-Al día siguiente no vino-
-Y tampoco fue al colegio-
-Nos preocupamos muchísimo. Pensamos que era por lo que habíamos hecho-
-Que le habíamos hecho daño-
Siempre hablaban así. Cuando contaban algo que habían hecho los dos, se repartían el cuento, cada uno contaba una parte, sin saltarse nada. Jejeje-
-Al final nos enteramos que era que le había venido la menstruación y que había tenido muchos calambres y dolores y que había tenido que ir al médico con su mamá-
-Aparte de la buena noticia de que no tenía nada malo, o por lo menos nada que le hubiésemos causado nosotros-
-El médico le había recetado píldoras anticonceptivas para evitar los dolores… ¡y los hijos!-
-Cosa que a nosotros nos iba de perlas-
-Me parece muy bien. No me imagino lo que habría sucedido si Uds. embarazan a esa muchacha- dije.
-El caso es que ella nos informó que no podría venir por unos días-
-Hasta que se le quitara el período-
-Y también nos dijo que nos preparáramos-
-Y vaya que nos preparamos-
-La siguiente vez que vino nos habíamos bañado y puesto nuestras mejores ropas-
-Lo que fue innecesario, por lo menos lo de la ropa, porque a los 5 minutos estábamos los tres desnudos-
-¿Desnudos? y ¿dónde? ¡por Dios!-
-Aquí en la sala de la casa. Tu estabas en el trabajo, como siempre…-
-¡Vaya!, yo trabajando y Uds…-
-El caso es que lo echamos a la suerte y yo gané- dijo Jerry.
-Y a él le tocó primero-
-Fue memorable-
-Si, claro. Nuevo récord mundial. Tres empujones y ¡zas!-
-Cualquiera cae que tu duraste mucho más. ¿Cuántos? ¿Cinco?-
-Jajajaja. Más que tu-
Seguía sin poder creer que estuviera conversando con mis hijos los detalles de sus primeras experiencias sexuales. Y aunque no lo quisiera reconocer, volvía a comenzar a excitarme. Mis pezones estaban nuevamente duros y sentía mi conchita mojada. Ellos se daban cuenta, ni modo que mis tetas seguían al aire y no podía evitar que vieran cómo mis pezones se ponían duros, pero disimulaban muy bien para no hacerme sentir incómoda.
-Lo bueno fue que mientras Anna se cogía a Jamie. Yo me recuperaba y pronto pude volver a metérselo. Esta vez aguanté mucho más y ella casi llega al orgasmo-
-Pero no llegó- intervino Jamie -y cuando me tocó el turno a mi, sí logré que ella acabara ¡su primer orgasmo! nos contó-
-Bueno, su primer orgasmo por penetración, porque ella ya era una experta con sus dedos, jajaja-
-Así que ambos perdieron su virginidad al mismo tiempo- dije.
-Yo primero que él- dijo Jerry riendo.
-Si, pero yo la hice acabar primero que tu-
-Ya, ya- le dije -¿Y qué pasó después?-
-Después de ese día establecimos algunas reglas importantes. No podíamos tirar si no terminábamos antes las tareas. Si era una tarea demasiado larga o importante, poníamos un límite-
-Por ejemplo, dos horas. Estudiábamos dos horas, luego tirábamos por un rato. Más o menos hasta que los tres teníamos uno o dos orgasmos. Y luego seguíamos estudiando hasta que terminábamos todo-
-Entonces nos metíamos en la piscina o salíamos a tomarnos un helado-
-¿Y eso fue todo el año?- pregunté.
-Nooo, un día tuvimos un pequeño problema-
-Esa tarde no teníamos tareas y empezamos temprano, por lo que pronto cada uno de nosotros tuvimos nuestros dos orgasmos-
-Que ya duraban considerablemente. Ya habíamos aprendido y aguantábamos lo suficiente como para que ella tuviese varios orgasmos-
-¿Ella tenía varios orgasmos?-
-Oh si. Anna podía tener hasta 4 o 5 orgasmos seguidos-
-¡En la misma sesión!-
-¿Y una sesión era…?-
-Una acabada nuestra-
-Wow. Entonces si cada uno de Uds se la cogía dos veces y ella acababa, digamos que 4 veces cada vez… ¿ella tenía 16 orgasmos?- estaba impresionado. Ni me imaginaba que eso fuese posible.
-Bueno, en realidad no- corrigió Jerry.
-Ella tenía 5 orgasmos la primera vez-
-En la primera cogida-
-En la segunda, a lo mejor sólo 3-
-Luego uno o dos-
-Si, después era sólo uno-
-O ninguno. A veces estaba tan cansada que no podía más-
-Justamente eso fue lo que sucedió ese día-
-Como te dijimos, no teníamos tarea y empezamos a tirar temprano. Luego nos fuimos a la piscina, pero el ambiente estaba… no sé, agradable-
-Y volvimos a tirar varias veces en la piscina-
-A veces con los dos al mismo tiempo-
-¿Los dos al mismo tiempo?- pregunté alarmada.
-Si mami, ya sabes. Uno por delante y otro por detrás-
-¿Los dos en el mismo…?- volví a preguntar.
-Eso lo probamos también un par de veces, pero es muy incómodo-
-No, lo hacíamos con uno en el culo y el otro en la vagina-
-¿Se la cogían también por el culo?-
-Claro. A ella le encantaba-
-Dios mío…- dije.
Por dentro me imaginaba cómo sería tener dos güevos metidos al mismo tiempo o uno en la vagina y otro en el culo… y mi vientre temblaba ¿de ganas?…
-El caso es que ese día fue tanto que quedamos totalmente irritados-
-Teníamos el güevo completamente rojo y casi en carne viva-
-Pero te puedes imagina ella. A nosotros nos tocaba la mitad a cada uno. A ella le tocaba completo-
-Al final no podía caminar. La tuvimos que ayudar a llegar a su casa-
-Y no vino por tres días-
-Cosa que nosotros también agradecimos-
-¿Y yo no me di cuenta?-
-No te dijimos nada, claro-
-¿Cómo te lo íbamos a explicar?-
-Ah, pero ahora no tienen pena en contármelo- dije.
-Ahora somos más grandes…-
-Y tu preguntaste…-
-Bueno, está bien- dije. No quería reconocer que me estaba excitando muchísimo que ese cuento.
-El caso es que tres días después nos informó que no podíamos seguir así-
-Que ella no podía con los dos. Jejeje-
-Y que iba a traer a su hermana para que la ayudáramos-
-A Leonor- dije yo.
-Así es-
-Anna era, bueno, es un año más que nosotros y Leonor es un año menor-
-Y era virgen-
-¿Y ella qué decía?- pregunté.
-¡Ah! Ella estaba desesperada por participar-
-Hacía poco se había enterado de las actividades de Anna-
-Ella la veía todos los días cuando se desvestía y de alguna forma se dio cuenta lo que hacíamos-
-Y empezó a pedirle a Anna que la dejara participar-
-El hecho es que el día de la gran… cogida, Anna se convenció de que Leonor podía ayudarla a compartir las cargas-
-Le contó todo y le preguntó si quería participar-
-Y por supuesto que ella aceptó-
-Acordamos que la siguiente vez viniera ella y que haríamos un proceso de introducción-
-Si. Me imagino qué fue lo que lo introdujeron, jajaja-
-No, nos referimos a que habría un proceso gradual-
-Primero tenía que perder la virginidad de la forma más agradable posible-
-Luego tendría que ir acostumbrándose a hacer el amor todos los días-
-El caso es que hicimos un plan de trabajo…-
-Que no se cumplió-
-¿Qué paso?-
-Bueno. Resultó que Leonor es… una natural-
-¿Una natural? ¿Qué significa eso?- pregunté.
-Que al igual que su hermana. El sexo es muy fácil para ella. Le encanta y tiene orgasmo tras orgasmo, lo mismo que Anna-
-Su primera vez fue con Jamie, por que yo fui el primero con Anna-
-Si y nada que ver-
-¿Cómo que nada que ver?- intervine.
-Bueno, es que apenas ni sangró. Una gota quizás-
-¡Y tuvo un orgasmo en esa primera vez!-
-Y media hora después quizo hacerlo conmigo- dijo Jerry.
-Claro. Esa segunda vez no le gustó mucho porque estaba sensible-
-El caso es que decidimos darle tres días de descanso para que se repusiera-
-Pero al día siguiente estaba allí como un clavel-
-Jajajaaja-
-El resto del año seguimos con la misma rutina que antes, pero ahora repartida entre las dos hermanas-
-¿Y no volvieron a repetir…?- pregunté.
-¿Qué cosa mami? ¡Repetimos todo!-
-Pero ahora eran dos- dije.
-Si, pero a veces una no participaba-
-O al contrario, dos no participaban-
-No entiendo-
-A las dos hermanas les gustaba de vez en cuando darnos un show-
-¿Un show?- imaginando a lo que se referían, pero esperando que me lo confirmaran.
-Si. Se hacían el amor una a la otra-
-Decían que el amor entre mujeres es distinto-
-Mas suave-
-Más delicado-
-¿Tu lo has hecho alguna vez con otra mujer? Mami?-
-Oh no, no- respondí azorada. La verdad era que realmente nunca lo había hecho, pero a veces veía películas de lesbianas y me preguntaba… -Yo nunca… nunca he estado con una mujer. ¿Qué pregunta es esa?-
-Mami. Estamos en el año 2018. Hoy en día eso es muy normal-
-Además- dijo Jerry -Tu siempre nos dijiste que el amor, si es consentido, no tiene que ser sólo entre un hombre y una mujer-
-Si. Yo sé que se los dije… pero no quiere decir que a mi me guste-
-¿Cómo sabes que no te gusta, si nunca has probado?-
-¿Pero qué pregunta es esa?- dije -Yo sé si me gusta una mujer o no, o si me gusta un hombre o no. No tengo que acostarme con uno o con una para saberlo-
-Bueno. Eso es verdad-
Me aterraba pensar que ellos también hubiesen probado… así que no pregunté.
-Pero no sigamos con eso- dije -¿Qué paso después?-
-Bueno, llegó el final del año escolar y todos sacamos buenas notas-
-Para nuestra propia sorpresa, la obligación de terminar las tareas antes de tirar, nos obligó a estudiar más de lo que pensábamos-
-Jajaja- reímos todos.
-El caso es que casi el mismo día que terminaron las clases, Anna y Leonor se mudaron al otro lado de la ciudad-
-Y ahora era más difícil vernos-
-Si. De vez en cuando nos encontramos y recordamos los viejos tiempos-
-¿Cómo hoy?, por ejemplo- pregunté. Ambos bajaron los ojos sin contestar la pregunta. Yo no insistí, ya sabía la respuesta.
-¿Y entonces se acabaron las “tardes locas”?- pregunté.
-Bueno. Esas si, Perón nuestra popularidad en el colegio se había incrementando mucho-
-¿Gracias a las hermanas?-
-No creo- dijo Jerry.
-Yo sí lo creo- ripostó Jamie -las mujeres hablan…-
-Pero es que también comenzamos a ganar en los juegos de baseball y en el atletismo. Crecimos, nuestros músculos se acentuaron-
-Es cierto. Y las compañeras de clase también evolucionaron-
-¿Las compañeras de clase?-
-Claro. Millie, Jannine, Joanna, Donna. Tu las conociste a todas. Dejaron de ser unas niñas y se convirtieron en mujeres hechas y derechas-
-¿Y tuvieron relaciones con todas ellas también?-
-¡Claro! Con ellas también. Y con la experiencia que habíamos adquirido con las hermanas Miller, éramos muy estimados-
-En todas las fiestas, paseos… ya sabes. No éramos los únicos. Todos participaban, pero como dijo Jerry, éramos “el mejor polvo”, jajaja-
-Inclusive, a veces hacíamos trampas-
-¿Como trampas?- pregunté.
-Por ejemplo, si Jerry se acostaba con una compañera de clases, apenas acababa, se iba al baño y yo me cambiaba con él-
-Y cuando regresaba a donde estaba ella, ya venia con el güe.. bueno, con el miembro listo...-
-Esta bien- intervine - le puedes decir güevo. Después de todo lo que me han contado hoy, no me voy alarmar porque utilicen unas palabras más o unas palabras menos-
-El caso es que yo llegaba e inmediatamente se lo introducía y ellas siempre se admiraban de mi rápida recuperación. Jajaja-
-¿Y nunca se dieron cuenta?-
-O si, algunas veces y generalmente se arrechaban muchísimo, pero otras simplemente aprovechaban el servicio doble, jajaja-
-Y Entonces tuvieron relaciones con todas las compañeras de clases?-
-O no. No con todas-
-Algunas nunca quisieron por que jugaban para el otro equipo-
-¿Cómo? No entiendo- dije.
-Si, obviamente algunas de nuestras compañeras son lesbianas-
-Digo 100% lesbianas, por que hay otro porcentaje que juegan en los dos equipo...-
-¿En los dos equipos?- volví a preguntar.
-Ay mami, pareces del siglo pasado., eso significa que algunas son bisexuales-
-Aaah, claro, lo que pasa es que eso, en mi época eso no existía- dije.
-Querrás decir que no se sabía- dijo Jerry.
-En cualquier caso, a las “bi” les gustaba comerse su salchicha de vez en cuando-
-¡No seas falta de respeto- le dije.
-Nos dijiste que podíamos usar el lenguaje que quisiéramos-
-Si, pero sin faltar el respeto-
-Bueno. Digamos que ésas si se acostaban con nosotros de vez en cuando-
-Y también estaba Elizabeth-
-¿Elizabeth, la rubia alta y bonita?- pregunté.
-Si. Ella siempre fue inalcanzable- dijo Jerry.
-Nunca tuvo nada con nadie. Todos la invitamos, algunos logramos que nos acompañara al cine, a tomar un café, pero nadie llegó nunca ni a primera-
-¿Nadie llegó a primera? No entiendo- dije
-Recuerda mami: primera base, la boca; segunda base, las tetas; tercera...-
-Ah, si!, Ya me acordé - lo interrumpí.
Jamie se había quedado callado.
-¿Qué te pasa?- le pregunto Jerry.
-Nada, nada-
-Vamos a mi no me puedes mentir-
-Es que prometí no decir nada-
-¡Aaaaahhh¡ ¿Tu… y ella?- gritó Jerry.
-Si. El verano pasado, justo antes de las vacaciones- respondió Jamie
-¡No puede ser!- dijo Jerry
-Ella fue un viernes con su universidad de visita a la nuestra, por motivo de una competencia de basketball y nos encontramos por casualidad. Ella no sabia que yo estudiaba allí. Conversamos, la invité a tomarnos un café después del juego y…-
-¿Y?-
-Bueno, sólo salió de mi cuarto el domingo en la tarde, para agarrar el autobús de vuelta. Caminaba un poco torcida, mas o menos como Anna aquella vez-
-!No puede ser!- repitió Jerry -eres un sortario-
-!Siii! Me dijo que se había mantenido virgen hasta el matrimonio por presión de su mamá, pero cuando llego a su universidad conoció al “amor de su vida”, el tipo con quien se casaría, etc, etc. ya sabes. Y entonces empezó aquello de que para qué esperar si igual nos vamos a casar... y bueno, se acabó lo de la virginidad. Pero el caso fue que el tipo resultó una cagada y ella lo mandó para el carajo mas pronto que tarde. En cualquier caso, una vez resuelto el problema de la virginidad, ella tenia que recuperar el tiempo perdido… y lo demás es historia-
-Jajaja. !Buena esa hermano!- dijo Jerry.
-Prepárate tu. Me dijo que te tenía en la lista de pendientes-
-Jajaja-
-Bueno, ahora veo que fue una época muy movida- les dije -Yo me imaginaba que sí, que seguro que habrían hecho algo, que se habrían dado unos besos con alguna de las chicas, pero... ¿que se cogieran a todas o casi todas sus compañeras de clase?…- y luego pregunté con cierto temor de lo que iban a decir:
-¿Y hubo algo más?-
-Bueno… algunas de tus amigas- respondió Jerry.
-!No puede ser! ¿Mis amigas? ¿Quienes?- protesté.
-Ah no. Tu nos enseñaste a ser unos caballeros. No debemos hablar de las damas con quien hemos estado-
-Pero ya me contaron de las otras- insistí.
-Si, pero ellas eran nuestras compañeras de colegio y es fácil imaginarse que tendríamos sexo con ellas, ¿pero tus amigas? Mejor es no decirte nada- respondió Jamie.
-Bueno... te vamos a contar de dos que no eran tus amigas- dijo Jerry mirando a Jamie esperando a ver si éste aprobaba lo que iba a decir y éste le guiñó el ojo afirmativamente.
-Las mamás del baseball-
-¿Las mamás del baseball?- pregunté alarmada.
-¿Recuerdas a las Sras. Jones y Baker?-
-¿Las que acompañaban siempre al equipo de baseball?-
-Exactamente-
-¿Y?-
-Pues que ellas tenían la costumbre de premiar al pitcher ganador-
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