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Betty, la del barrio (2da. y última parte)

Para que entiendan este post les dejo el link de la primera parte:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3395682/Betty-la-del-barrio.html


Después de ese primer acercamiento habrán pasado unas dos semanas en donde ni siquiera nos cruzamos en la calle, hasta que ese lunes nos encontramos en el mercado. Se la veía un poco más arreglada: su cabellera colorada bien peinada, el vestido un poco más ceñido en la cintura lo que hacía resaltar sus pechos y la falda un poco más corta, indudablemente estaba más linda que de costumbre.
La saludé y como quien no quiere la cosa le pregunté cómo estaba el marido ... Betty me miró algo sorprendida por mi pregunta y dijo " ... Bien, gracias ... se fue de viaje hoy de madrugada ..." y redoblando la apuesta le tiré: " ... a qué ciudad ?..." y ella respondió bajando la vista: "... a Mendoza ... vuelve el viernes ...".
Seee !!! tenía toda la semana para intentar un nuevo acercamiento, pero gracias a Dios no hizo falta tanto tiempo ...

Esperé que hiciera su compra haciéndome el distraído y me ofrecí a llevarle una de las bolsas ... Betty caminó junto a mí sin decir nada, oportunidad que aproveché para admirar esos pechos que saltaban al compás de sus pasos ... mi pija estaba respondiendo al estímulo.

Entramos y ella comenzó a colocar las bolsas sobre la mesada de la cocina y orea vez la diosa naturaleza me brindó el placer de ver a trasluz el contorno de su cuerpo.
Me acerqué por detrás y apoyándola levemente acaricié su cintura ... ella se afirmó con sus manos sobre el mueble y tiró la cabeza hacia atrás ... besé su cuello mil veces mientras mis manos fueron subiendo hasta llegar a sus tetas... Betty movía suavemente la cadera intentando ubicar mi pija ... tiré de los hombros el vestido para bajarlo un poco y muy delicadamente bajé su corpiño hasta dejar los pezones fuera ... comencé a pellizcarlos mientras seguía besándola ... Ell llevó su mano a mi miembro y lo masajeaba ... dejé una de mis manos jugando con su pecho y con la otra levanté despacio el vestido,  acariciando de a poco su muslo y para mi sorpresa, al llegar a su entrepierna no había ropa interior alguna y además se encontraba totalmente depilada: Betty había planeado este encuentro, estaba esperándolo, no había sido el azar el que la había vuelto a poner en mi camino.

Su mano llevó mi verga hasta su entrepierna y debido a la humedad imperante allí, calzó mi cabeza y se fue hasta el fondo sin obstáculos... estaba dentro de ella por primera vez.

Ni bien comencé a moverme acabó... apretando sus piernas y levantándose en puntas de pie ... acompañando con pequeños gemidos me lo hizo saber... intensifiqué los movimientos y me pidió que no terminara dentro de ella ... la llevé a la silla y sacando del todo el corpiño puse mi pija entre sus pechos, salpicándolos con leche a los pocos segundos.

La besé tiernamente y ella respondió de la misma manera ... saqué su vestido dejándola totalmente desnuda. Betty hizo un intento por taparse, tal vez por vergüenza de mostrar las huellas del paso de los años ... retiré sus manos y volví a besarla ... me agaché para quedar cerca de su cara y le dije que me gustaría llevarla a cenar esa noche, que no aceptaría un no por respuesta ... sonrió y asintió con la cabeza. Volví a besarla y le dije que tomara un taxi hasta un cruce cercano a nuestros domicilios que estaría esperándola allí a las 10 de la noche.

Betty bajó del taxi a la hora acordada: tenía puesto un vestido negro de lycra, de falda corta, su cabello estaba peinado hacia atrás, tirante, terminando en un rodete ... pero el espectáculo eran sus pechos ... increíbles, hermosos ... pechos que quisieran tener algunas mujeres de 20 años ... daba la impresión que en algún momento iban a escapar de su prisión.

Cenamos con un lindo vino, nos contamos cosas de nuestra vida, halagué cómo estaba vestida diciéndole lo joven que la hacía y por supuesto, hice mención especial a sus pechos ... agradeció complacida y confesó que hacía una semana había empezado a tomar pastillas, que deseaba que nos encontráramos en alguna parte y animarse a decirme esto ... disimuladamente llevé una mano a uno de sus pechos acariciándolo suavemente por sobre el vestido, sorprendida miró tratando de ver si alguien lo había notado ... reí y retiré mi mano de allí para no ponerla incómoda... cuando nos levantamos para irnos manoteó mi bulto devolviéndome la gentileza ...

La hice agachar cuando llegábamos a casa para que ningún vecino - aunque era casi la 1 de la madrugada- nos pudiese ver, entré al auto a la cochera y luego de cerrarla bajó del vehículo... nos comimos la boca en todo el trayecto hasta el dormitorio, deshice el rodete liberando su pelo rojo ... nos desnudamos por completo y me tiró sobre la cama tomando ella la iniciativa del momento.
Lamió mis piernas y mamó mi verga hasta humedecerla bien y luego se subió, cabalgándome sin descanso hasta que obtuvo su primer orgasmo ... cambiamos de posición y dejándola en 4 patas lamí su concha y su culo, especialmente este último, al que le dediqué todo el amor que ameritaba la situación.
No pedí permiso y metí un dedo ... ella gemía. Cambiaba lengua por dedo entre sus dos agujeros y para mi asombro, tomó la pija con su mano y la puso en la entrada de su ano.
 El primer intento no fue posible por lo que retiré y metí lengua dilatándolo bastante más ... esta vez el segundo fue el vencido ... empujé y entró hasta la mitad, ella se movió abriendo algo más las piernas y calzó hasta el fondo ... monté sobre ella unos 10 minutos y descargue mi leche en el interior de su culo.
" ... desde que éramos novios que no me hacían la cola ..." dijo Betty llevando su mano hacia mi cintura y sosteniéndome para que me quedara así.
Besé su espalda y le dije lo mucho que me había gustado. Luego de unos minutos nos fuimos a bañar y nos quedamos dormidos abrazados.

Fuimos amantes durante casi un año y medio ... Betty me esperaba en algún lugar acordado y entraba a casa agachada en el auto ... innumerables veces supo quedarse en casa durante dos o tres días...

Las miradas sospechosas de los vecinos y tal vez el peligro de que nos vieran fueron alejándonos paulatinamente.

Agradecí haber gozado de esos pechos de colección y de haberle "devuelto la vida" esa hembra que cogía como los dioses.
Yo me puse de novio con quien hoy es mi esposa y ella terminó divorciándose del marido y mudándose de casa.

 No la volví a ver nunca más.

4 comentarios - Betty, la del barrio (2da. y última parte)

sobralargo
Asi se hace!! Eso es ser un buen vecino! 😉
NaneroEv2
Bien ahí, siempre quise coger con una vecina de +40!