Pensamientos y recuerdos que surgen mientras chateamos por Facebook me llevan a recordar una canción de Bersuit que escuche muchos años después de nuestra separación. Hace poco nos volvimos a encontrar en el mundo virtual y ya planeamos un encuentro mas real, mejor dicho un reencuentro.
Un pasaje de la canción dice asi
“Divagando sin buena razón
Vuelvo al barrio del primer amor…
Garabatos en mi anotador
Recordando el tono de tu voz
Evocando tu forma de ser
Una niña en frasco de mujer…”
Y suena en mi mente mientras cruzo con el auto esquinas que años atrás fueron testigo de ese amor juvenil, mi primer novia, tu primer novio, nuevos en esto de los besos las caricias y el sexo… hoy 14 años después de aquel quiebre somos otros, los mismos pero distintos.
"pasa el tiempo y te idealizo más
Con tus besos de virginidad..."
El reencuentro calido, amable, sin mucha demostración de aquel fuego que nos consumia en cada encuentro. Charlas risas y algunas miradas dan pie a avanzar un poco, en un bar nuestros labios vuelven a unirse otra vez y la experiencia que el tiempo nos regalo a ambos nos hace ir sin rodeos al grano, “Vayamos a un telo” fue la propuesta directa y asi de directa también la respuesta, minutos después ambos salimos rumbo a el primer hotel que encontremos.
“Todo cambia y también cambio yo
Me da miedo saber la verdad
Si te encuentro entonces, ¿qué verás?”
Consciente que al entrar a esa habitación la historia no se repetirá sino que seras otra persona distinta de aquella, misma cara con rasgos mas adultos, el pelo mas largo, esos lindos rulitos pelirrojos que lucias pero en un tono mas salvaje. Pero no la misma chica sino ahora una mujer distinta. Con la seguridad de saber lo que me gusta dejas caer tu ropa luciendo un conjunto negro de encaje, que resalta el blanco de tu piel, de pie junto a la cama giras para lucirte, te recorro con la vista y me acerco para recorrerte con las manos, esa suavidad, esa piel dulce, tus pecas, el verde de tus ojos, me transportan, me llevan y me enloquecen, mientras te beso y muerdo los labios voy quitándome la ropa, siento tus manos ayudarme con los botones, quedándome en bóxer, tu mano acaricia mi cuerpo y al notar mi erección ya bien marcada comenzas a masajearme sobre la tela. Te giro y te abrazo desde atrás, recorriendo con mis manos tus pechos, tu vientre hasta llegar a tu pelvis, la tanga negra cede y mis dedos acarician sobre tu depilada conchita hasta llegar a tu clítoris húmedo y calido, siento un suave gemido mientras te toco y apoyo mi bulto duro contra tu culo. Mi mano derecha juega en tu clítoris haciéndote suspirar de placer, y la izquierda busca desabrochar tu corpiño hasta que lo consigo, un pequeño tatuaje en tu hombro me llama la atención y lo beso instintivamente y huelo muy profundo tu aroma, mi verga apretando contra tus nalgas reclama salir, reclama ser liberada de su prisión y vos notas ese reclamo quitando mi mano y arrodillándote frente a mi para bajar mi bóxer y hacer saltar frente tuyo mi tronco hinchado que parece estar a punto de explotar. “uy como estas, parece que te alegra mucho verme” me decis y sin perder tiempo me empezas a dar un placer enorme mientras me la chupas. Tus pezones rosados bailan al ritmo de la mamada que me das, y mis piernas flaquean ante tanto placer, tengo que sentarme en la cama. Mientras seguís chupando y lamiendo cada centímetro vas quitándote lo único que queda sobre tu piel.
Mirándome a los ojos, chupándomela como pocas veces lo hizo alguien alguna vez, la sacas y sonriendo me decis
.-sorprendido? No me tenias asi no? Como veras la timidez ya no esta
-me doy cuenta, y me encanta pero ahora me toca a mi…
Me da un beso fuerte en la punta de la pija y se sube a la cama abriéndome las piernas, me sumerjo en sus labios, abriéndolos con la lengua buscando el clítoris, lo beso y muerdo sin piedad, sintiendo los espasmos de tu cuerpo que tiembla ante la llegada de un orgasmo brutal. Mis dedos juegan dentro tuyo acompañando y dando un ritmo mas fuerte al momento. Siento tu orgasmo casi en mi piel que se eriza junto a la tuya. Tus manos me toman de la cabeza y tiran de mi hacia arriba, al levantarme te pones en 4 y sin dudarlo voy metiendo mi pija en su concha que es un mar calido de placeres, el efecto del reciente orgasmo retumba en cada penetración y un segundo orgasmo no tarda en llegar. Tus pechos blancos y firmes rebotan en cada embestida y deslizo mis manos a su encuentro, levantándote dejándote solo de rodillas en la cama mientras te sostengo para subir la intensidad.
Entre gemidos me pedís subir sobre mi, cambiamos y te montas en mi pija sin perdida de tiempo, subiendo y bajando magistralmente haciéndome temblar, pocos minutos después ya es inevitable, la agarro fuerte de las caderas y le digo que estoy x acabar, de un salto se acomoda a un lado en la cama y con rapidez me masturba mientras su boca y lengua juegan en mi glande, para recibir segundos después todo mi semen caliente en varios chorros en su boca.
La noche continuo mas relajada, tomando algo para bajar y charlando sobre el pasado y el presente, sorprendidos en parte de la diferencia entre aquellos y estos que somos ahora pero casi sin tocar ese tema.
Y la canción seguía rondando mi mente, como sigue sonando ahora que me alejo de tu barrio después de dejarte en tu casa, volviendo a la mia, manejando x aquellas calles.
“Dame una esperanza
Decime algo más
¿Por qué te escondiste?
¿Y para dónde irás?
Mandame una carta
Si es que te acordás
De aquellos días
Nuestros nada mas”
Y será hasta un nuevo encuentro si es que existe, sino solo una nueva pagina en mi vida…
Marito
La canción es Barriletes, de Bersuit, y la chica, mi primer novia, la del relato “Vampiresa”. Un abrazo gente bella de P!
Un pasaje de la canción dice asi
“Divagando sin buena razón
Vuelvo al barrio del primer amor…
Garabatos en mi anotador
Recordando el tono de tu voz
Evocando tu forma de ser
Una niña en frasco de mujer…”
Y suena en mi mente mientras cruzo con el auto esquinas que años atrás fueron testigo de ese amor juvenil, mi primer novia, tu primer novio, nuevos en esto de los besos las caricias y el sexo… hoy 14 años después de aquel quiebre somos otros, los mismos pero distintos.
"pasa el tiempo y te idealizo más
Con tus besos de virginidad..."
El reencuentro calido, amable, sin mucha demostración de aquel fuego que nos consumia en cada encuentro. Charlas risas y algunas miradas dan pie a avanzar un poco, en un bar nuestros labios vuelven a unirse otra vez y la experiencia que el tiempo nos regalo a ambos nos hace ir sin rodeos al grano, “Vayamos a un telo” fue la propuesta directa y asi de directa también la respuesta, minutos después ambos salimos rumbo a el primer hotel que encontremos.
“Todo cambia y también cambio yo
Me da miedo saber la verdad
Si te encuentro entonces, ¿qué verás?”
Consciente que al entrar a esa habitación la historia no se repetirá sino que seras otra persona distinta de aquella, misma cara con rasgos mas adultos, el pelo mas largo, esos lindos rulitos pelirrojos que lucias pero en un tono mas salvaje. Pero no la misma chica sino ahora una mujer distinta. Con la seguridad de saber lo que me gusta dejas caer tu ropa luciendo un conjunto negro de encaje, que resalta el blanco de tu piel, de pie junto a la cama giras para lucirte, te recorro con la vista y me acerco para recorrerte con las manos, esa suavidad, esa piel dulce, tus pecas, el verde de tus ojos, me transportan, me llevan y me enloquecen, mientras te beso y muerdo los labios voy quitándome la ropa, siento tus manos ayudarme con los botones, quedándome en bóxer, tu mano acaricia mi cuerpo y al notar mi erección ya bien marcada comenzas a masajearme sobre la tela. Te giro y te abrazo desde atrás, recorriendo con mis manos tus pechos, tu vientre hasta llegar a tu pelvis, la tanga negra cede y mis dedos acarician sobre tu depilada conchita hasta llegar a tu clítoris húmedo y calido, siento un suave gemido mientras te toco y apoyo mi bulto duro contra tu culo. Mi mano derecha juega en tu clítoris haciéndote suspirar de placer, y la izquierda busca desabrochar tu corpiño hasta que lo consigo, un pequeño tatuaje en tu hombro me llama la atención y lo beso instintivamente y huelo muy profundo tu aroma, mi verga apretando contra tus nalgas reclama salir, reclama ser liberada de su prisión y vos notas ese reclamo quitando mi mano y arrodillándote frente a mi para bajar mi bóxer y hacer saltar frente tuyo mi tronco hinchado que parece estar a punto de explotar. “uy como estas, parece que te alegra mucho verme” me decis y sin perder tiempo me empezas a dar un placer enorme mientras me la chupas. Tus pezones rosados bailan al ritmo de la mamada que me das, y mis piernas flaquean ante tanto placer, tengo que sentarme en la cama. Mientras seguís chupando y lamiendo cada centímetro vas quitándote lo único que queda sobre tu piel.
Mirándome a los ojos, chupándomela como pocas veces lo hizo alguien alguna vez, la sacas y sonriendo me decis
.-sorprendido? No me tenias asi no? Como veras la timidez ya no esta
-me doy cuenta, y me encanta pero ahora me toca a mi…
Me da un beso fuerte en la punta de la pija y se sube a la cama abriéndome las piernas, me sumerjo en sus labios, abriéndolos con la lengua buscando el clítoris, lo beso y muerdo sin piedad, sintiendo los espasmos de tu cuerpo que tiembla ante la llegada de un orgasmo brutal. Mis dedos juegan dentro tuyo acompañando y dando un ritmo mas fuerte al momento. Siento tu orgasmo casi en mi piel que se eriza junto a la tuya. Tus manos me toman de la cabeza y tiran de mi hacia arriba, al levantarme te pones en 4 y sin dudarlo voy metiendo mi pija en su concha que es un mar calido de placeres, el efecto del reciente orgasmo retumba en cada penetración y un segundo orgasmo no tarda en llegar. Tus pechos blancos y firmes rebotan en cada embestida y deslizo mis manos a su encuentro, levantándote dejándote solo de rodillas en la cama mientras te sostengo para subir la intensidad.
Entre gemidos me pedís subir sobre mi, cambiamos y te montas en mi pija sin perdida de tiempo, subiendo y bajando magistralmente haciéndome temblar, pocos minutos después ya es inevitable, la agarro fuerte de las caderas y le digo que estoy x acabar, de un salto se acomoda a un lado en la cama y con rapidez me masturba mientras su boca y lengua juegan en mi glande, para recibir segundos después todo mi semen caliente en varios chorros en su boca.
La noche continuo mas relajada, tomando algo para bajar y charlando sobre el pasado y el presente, sorprendidos en parte de la diferencia entre aquellos y estos que somos ahora pero casi sin tocar ese tema.
Y la canción seguía rondando mi mente, como sigue sonando ahora que me alejo de tu barrio después de dejarte en tu casa, volviendo a la mia, manejando x aquellas calles.
“Dame una esperanza
Decime algo más
¿Por qué te escondiste?
¿Y para dónde irás?
Mandame una carta
Si es que te acordás
De aquellos días
Nuestros nada mas”
Y será hasta un nuevo encuentro si es que existe, sino solo una nueva pagina en mi vida…
Marito
La canción es Barriletes, de Bersuit, y la chica, mi primer novia, la del relato “Vampiresa”. Un abrazo gente bella de P!
3 comentarios - Divagues nocturnos