El otro día estaba con mi mejor amigo en un bar y vimos a una chica asiática que nos llamo mucho la atención, ella estaba trabajando como mesera en local. Luego de un rato nos animamos a hablarle, le dijimos que queríamos conocerla y rápidamente sin pensarlo mucho entendió lo que buscábamos con ella. Nos preguntó si queríamos divertirnos esa noche con ella, preguntamos cuánto costaría y nos dio una cantidad razonable, mi amigo le que queríamos estar con ella al mismo tiempo, aunque el comentario me sorprendió si me calentó por el morbo que me daba y la chica dijo que estaba bien.
Nos atrevimos a hacer otra solicitud a cambio de más dinero, queríamos tomar fotografías del momento y vídeo si era posible, la chica no estaba convencida de ello, pero mi amigo dijo que sin esto no nos interesaba y al presionar con esto la chica acepto, me pareció raro en realidad que decidiera hacerlo con esta petición. Luego de cerrar el trato nos dirigimos a un motel para poder disfrutar de la hermosa mesera asiática.
Ya estando en el lugar comenzamos a disfrutar de ella, primero unas mamadas y cuando estábamos listos comenzamos a penetrarla, primero uno la penetraba mientras el otro recibía una mamada y luego cambiábamos de lugar, ya al finalizar decidimos que cada quien podría disfrutarla por separado mientras tomábamos las fotos del recuerdo.
La experiencia fue increíble y decidimos buscarla nuevamente para repetir la historia, pero se nos acercó una de las compañeras de la chica para hablar con nosotros y nos dijo algo que nos hizo sentirnos extraños y decidimos desistir. La mesera con la que estuvimos aquél día llevaba trabajando cerca de una semana en el bar, hasta donde sabía la chica que nos contó la historia tenía fuertes problemas económicos, estaba casada y tenía una hija pequeña. Luego de saber esto entendimos que estuvimos con una mujer casada y que muy seguramente acepto este trato por su hija, esas son mujeres y no tonterías, aunque estar en esta situación tan morbosa fue muy interesante.
Nos atrevimos a hacer otra solicitud a cambio de más dinero, queríamos tomar fotografías del momento y vídeo si era posible, la chica no estaba convencida de ello, pero mi amigo dijo que sin esto no nos interesaba y al presionar con esto la chica acepto, me pareció raro en realidad que decidiera hacerlo con esta petición. Luego de cerrar el trato nos dirigimos a un motel para poder disfrutar de la hermosa mesera asiática.
Ya estando en el lugar comenzamos a disfrutar de ella, primero unas mamadas y cuando estábamos listos comenzamos a penetrarla, primero uno la penetraba mientras el otro recibía una mamada y luego cambiábamos de lugar, ya al finalizar decidimos que cada quien podría disfrutarla por separado mientras tomábamos las fotos del recuerdo.
La experiencia fue increíble y decidimos buscarla nuevamente para repetir la historia, pero se nos acercó una de las compañeras de la chica para hablar con nosotros y nos dijo algo que nos hizo sentirnos extraños y decidimos desistir. La mesera con la que estuvimos aquél día llevaba trabajando cerca de una semana en el bar, hasta donde sabía la chica que nos contó la historia tenía fuertes problemas económicos, estaba casada y tenía una hija pequeña. Luego de saber esto entendimos que estuvimos con una mujer casada y que muy seguramente acepto este trato por su hija, esas son mujeres y no tonterías, aunque estar en esta situación tan morbosa fue muy interesante.
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