Bueno, la cosa es mas o menos así. Antes que nada contarles que este relato es completamente real y no he podido compartirlo con nadie y aprovecho a escribirlo en esta hermosa comunidad mientras me masturbo recordando el momento. Uno de los más calientes y placenteros de mi vida.
Tengo poco más de 30 años, trabajo en Córdoba capital y la empresa donde lo hago tiene varios espacios donde se encuentran distintos equipos. Uno de ellos es el área de empaquetado, donde se encuentran 3 compañeras, de las mas lindas de la empresa. Todos pasan al menos una vez al día por allí para poder mirarlas.
Una de ellas es Flavia, una milf de 42 años recién divorciada, flaquita, 1,70 aprox pelo lacio y rubio, unas tetas bien grandes y piernas largas, siempre de botitas cortas jeans, de esos medios rotos pero bien ajustados y arriba remeritas al cuerpo a veces más escotadas que otras.
La otra es Milagros, una morocha de rulitos, no más de 1.60, también flaquita, sonrisa muy pícara y un culito hermoso, siempre con calzas y zapatillas tipo vans.
Y la última es Julieta, la jefa del área, rubia, alta, fumadora de voz ronca pero siempre muy perfumada y la más atrevida y sin filtro para dirigirse a los compañeros.
En los últimos días me había cruzado varias veces con Flavia en el horario de almuerzo y habíamos conversado sobre muchos aspectos de la vida y uno de ellos había sido el sexo sin compromiso. Por supuesto yo me había quedado con los ratones a full pero no había avanzado ya que estoy de novio hace bastante tiempo, es una relación conocida en mi trabajo e incluso algunas personas conocen a mi novia.
Pero hace 5 o 6 días tuve un sueño con Flavia, muy pero muy caliente y me desperté convencido de que tenía que contárselo. Ese día llegué a la empresa, participaba de una reunión y a unos metros podía ver a Flavia, cruzamos miradas varias veces y las sosteníamos. Salí y nos cruzamos, la saludé y le digo:
- "Después te tengo que contar algo"
- "¿En serio?, yo también a vos" Respondió
Quedamos que en 30 minutos, en el horario de almuerzo nos encontrábamos y charlábamos.
Llegamos al comedor y entre chiste y chiste por ver quien le contaba primero al otro le digo:
Yo- Anoche soñé con vos
Flavia- Posta?
Y- Si, mal, fue muy real
F- Vos hablaste con Milagros? (Me dice)
Y- No, por?
F- Ah, que raro, porqué hoy le conté que había soñado con vos también y que me daba vergüenza contarte y ella me insistió para que lo haga.
Y- jajajaja ¿Nos habremos encontrado en los sueños? (Le digo)
F- No sé (y me guiña el ojo)
Ahí entendí que el tema se iba a poner bueno, pero todavía no estaba seguro si avanzar por mi relación.
Junté coraje y le dije:
Y- Flavia, te cuento que tu cola con la tanga blanca que estaba en mis sueños fue de lo más hermoso que vi en años, me cansé de chupartela toda!
F- Epa! Arrancaste con todo! Lástima que siempre te vas temprano del trabajo
Y- Por?
F- Pasate a las 18:30 por empaquetado
Y se fue del comedor…
Era verdad, siempre me iba alrededor de las 17 del trabajo pero ese día decidí quedarme.
Se empezaron a ir los compañeros que se iban conmigo temprano y yo inventé la excusa de que estaba demorado con unas entregas para quedarme, también llamé a mi novia para avisarle que me demoraba hoy por las entregas.
Eran las 18:20 aprox, la verdad es que ya me había empezado a tocar varias veces imaginando lo que podía pasar más tarde, ya no quedaba nadie en la empresa y de fondo escucho que empieza a sonar música. “I want to know what love is” de Foreigner más precisamente y a los segundos me suena el interno.
F- Veo que te quedaste, ¿venis?
Y- Voy! (mientras la pija ya se me ponía dura)
Las luces estaban apagadas, apenas entraba algún rayo de sol de rebote en alguna pared, las cortinas estaban cerradas y solo el velador de un escritorio estaba prendido. El panorama era Flavia apoyada sobre el escritorio con su cola apuntando hacia la puerta, llevaba una tanga blanca diminuta, las piernas completamente libres, descalza y arriba un top blanco que cubria sus pechos apoyados sobre el escritorio.
F- Así era la tanga en tus sueños? (Me dice mientras gira la cabeza para mirarme)
Me quedé mudo unos segundos y caminé hacia ella, me paré atrás y empecé a acariciarle las piernas y a agacharme para besarle la cintura y empezar a besar esa cola. Sin hablar aún se la empecé a chupar desenfrenadamente, con la lengua empecé a dejar más chiquita esa tanga y meter la lenguita más y más adentro.
Mientras chupaba mis manos se desesperaban por acariciar las piernas pero no abandonar la cintura y las demás parte de su cuerpo. En eso empecé a levantar el top que llevaba y casi sin darme cuenta terminé dejando descubiertos esos pechos que eran más grandes y hermosos de lo que imaginaba.
Sin pedírselo Flavia se dió vuelta, quedó sentada sobre el escritorio y quedamos de frente, empezamos a besarnos mucho, sus manos empezaron a desabrochar mi jean, mi pija ya explotaba, apenas empezó a bajar se asomó por arriba del boxer y sus manos fueron más adentro. Ahí nomás me alejo de su boca y sus pechos y me dijo:
F- Sentate acá
Intercambiamos lugares, me senté en el escritorio y ella se agachó para empezar a chuparme la pija. Terminó de bajarme el jean y le pedí que me lo saque para estar más cómodo.
Les juro que nunca pensé que Flavia iba a chupar la pija así, a los 2 minutos le estaba pidiendo que pare porque le llenaba la boca de leche y quería seguir manteniendo el nivel de exitación un rato más.
Por unos segundos la soltó y mientras le daba besitos me decía:
F- ¿Era así tu sueño?
Y- No la chupabas tan bien, dije
F- Mi sueño iba más allá y lo estoy haciendo realidad.
Y- Qué? En serio?
F- Si, pero no sé si te va a gustar lo que soñé, yo me la juego. (decía mientras le daba besos a mi pija)
Y- Por ahora es más de lo que imaginé
F- Te espera lo mejor…
Flavia se para, se apoya contra la pared y empieza a bajarse la tanga mientras bailaba sensualmente al ritmo de un lento de los 80 que ya ni me acuerdo cuál era.
Empieza a agacharse sin despegar las manos de la pared y cuando se queda 1 segundo quieta me avalanzo, me agacho y empiezo a chupar su concha que ya estaba muy mojada, me quedé unos minutos ahí abajo para luego pararme atrás de ella y sin dudar penetrarla hasta el fondo por esa conchita que pedía pija a gritos. No hubo piedad y a ella pareció gustarle mucho, fueron dos o tres gemidos y luego empezar a pedirme que se la meta toda y más fuerte. Unos minutos después de cogerla así sentí un gemido muy profundo y mi pija mucho más caliente. Me di cuenta que ella había acabado, bajé el ritmo 2 segundos, ella salió pero solo para agarrarme la mano, sentarme en una silla que teníamos atrás y sentarse de frente arriba mío, me cabalgó con una lujuría que llegó a dolerme un poquito. Le dijé que quería llenarle la boquito de leche y me dijo:
F- Todavía no, te dije que te espera lo mejor…
Se levantó para que yo respire unos segundos y del escritorio buscó un paquetito…
F- Yo soñé que te tapaba los ojos ¿Puedo? (Dijo mientras me ponía un antifaz negro)
Y- Soy tuyo, todo tuyo
F- Yo soñé con que te ataba las manos ¿Puedo? (Dijo mientras me ponía unas esposas detrás de la silla en la que estaba sentado)
Y- Si es necesario para romperte la colita, lo que quieras
F- La colita y lo que pidas
La escuché caminar unos pasos alejándose de mi y escuché la música un poco más fuerte de lo que estaba y al segundo tenía una boca chupándome la pija de nuevo.
Y- Tranquila que es toda tuya y no se va a bajar. ¿Estás lubricando la colita?
Nadie respondió y mi pija siguió un rato adentro de esa boca.
Al ratito Flavia se acercó a mi boca me beso unos segundos, empezó a bajar por mi pecho, mi panza y llegó nuevamente a mi pija.
Empecé a sentir que de nuevo se la comía toda, pero era diferente, como si esa boca fuese más seca que la anterior.
F- Vas a tener mucho más que mi cola hoy, haceme realidad el sueño
Me dijo Flavia al oído pero mi pija seguía adentro de una boca. Ahí comprendí el porqué de la diferencia, no sabía quién me la estaba chupando pero Flavia empezó a besarme la boca a acariciarme y mi placer era mucho más fuerte que mis dudas, estaba completamente entregado a ese momento.
Desde mi entrepierna escuché “Por fin lo trajiste a este pendejo, mirá la pija que tiene”. Me resultaba conocida la voz pero en la calentura no logré identificarla. Si me di cuenta que en mi pija había dos bocas chupando, se turnaban, la chupaban, la besaban, la manoseaban.
Intenté quitarme las esposas pero no eran tan de juguete, no podía. Flavia se dió cuenta y mientras me besaba me dijo:
F- Querés empezar a conocer mi sueño?
Y- Lo estoy disfrutando mucho así pero me muero de ganas de ver lo que pasa, dale, sacame todo ésto
F- Vamos a jugar, si respondés bien las preguntitas que te hago, te saco las cosas.
Y- ¿Cuantas preguntas?
F- mmmm, 3
Y- Dale!
F- ¿Cuántas bocas te chuparon la pija hoy?
Y- 3 (Ni lo dude, podrían haber sido más)
F- Muy bien! Te mereces un regalito.
Alguien cabalgó sobre mi pija unos segundos y salió….
Y- Que rico premio, no hay un poquito más?
F- No! Tengo otra preguntita. ¿Crees que las otras dos bocas son de personas conocidas tuyas?
Lo pensé un momento, realmente no había visto nada ni había oído mucho desde que Flavia había subido el volumen.
F- Te vamos a dar una pista…
Tres lenguas recorrieron mi cuello y respiraron agitadas bien cerca de mis oídos y nariz.
F- Conoces los perfumes?
Y- Me van a volver loco. Me arriesgo, SI, las conozco
F- Que buen olfato! Va tu segundo premio.
Entre las 3 me acostaron atado a la silla y pusieron sus conchitas al alcance de mi lengua un ratito cada una. Estaban las 3 deliciosas, mojadas y muy calentitas.
F- Estás preparado para la última pregunta?
Y- Si, dale!
F- Voy a soltar tus manos y voy a hacer que agarres un ratito la cola de cada una de nosotras, si adivinas cuál es la mía, te destapo los ojos.
Y- confío en mi tacto y sobre en mis sueños, traeme esas colas!
Flavia se acercó a sacarme las esposas, una boca aprovechó para chuparme la pija unos segundos y otra se puso al frente mío y me dejó chuparle los pechos, tenía pezones muy duros y no eran tan grandes como los de Flavia pero sabían muy ricos.
F- Parate y da dos pasos adelante, vas a tener las 3 colitas una al lado de la otra para que las toques. Nadie te va a hablar y no podés tocar otra parte que no sean nuestras colitas.
Me paro, encuentro la primer cola y para mi sorpresa estaba aceitada, no pude con mis ganas y metí un dedito. Salió un gemidito. Por eso y porque me pareció que tenía un poquito más de “carne” que la de Flavia que había comido a besos hacía unos minutos pensé que esa no era.
Fui hacía la derecha y encontré otra cola, también estaba aceitada, bajé un poquito más y logré tocar la base de esa conchita y estaba casi seguro de que era la que había chupado y cogido antes de que me venden los ojos.
Igual fui unos pasos más a la derecha y estaba la tercera de las colitas. Ésta también estaba aceitada y tenía una tanga puesta, la recorrí y era la tanga que tenía Flavia al principio de nuestro encuentro, seguí tocando, empecé a bajar la tanga y me encontré con un dilatador anal bien metido adentro! Me volví loco quice empezar a jugar con él pero una mano no me dejó.
La tanga era la de Flavia, la cola era muy parecida aunque me parecía un poquito más blanda que la de ella, pero el dilatador también me inclinaba hacia Flavia porque ella sabía que yo quería su cola. En ese instante levanto mi mano y me doy cuenta que habían dejado olor a cigarrillo en la que me habían tocado.
Me fuí de inmediato hacia la cola del medio, agarré las dos nalgas bien fuerte y dije:
Y- Esta es la cola de mis sueños!
Se escucharon 3 risas y Flavia dijo
F- ¿Cómo hiciste?
Y- Dale, destapame los ojos o lo hago yo
F- No hagas trampa o nos vamos. Danos 1 minuto y te avisamos para que te destapes.
Sentí como se alejaban un poquito….
F- Listo, sacate el antifaz
Al frente mío tenía a las 3 chicas de empaquetado con la misma tanguita blanca y completamente a mi disposición.
Quedé mudo, estaban ahí, en su versión más puta para mí.
Y- En serio? Qué pasó?
F- El premio de los que se hacen “horas extras” (dijo a modo de chiste)
Por primer vez hablaron las otras dos bombas.
Milagros - Las 3 te teníamos ganas, Flavia nos contó lo de hoy al mediodía más su sueño y organizamos ésto.
Y- Pero que soñó Flavia?
Julieta - Que entrabas a este lugar y nos cogías a las 3!
Y - Ah bue! ¿Y falta mucho para empezar?
Julieta se acercó, recuerden que es la jefa del área y la más atrevida, y me dijo:
J- Mi cola es la que tiene el dilatador. ¿Arrancás por acá?
Y- Te la rompo toda ahora
Julieta se puso en perrito, se corrió la tanga y empezó a dar órdenes:
J- Mili, chupale un rato la pija así la tiene bien mojada. Vos Flavia sentate acá abajo mío así te chupo la conchita, vas a ser el postre de la tarde.
Ambas hicieron caso como si también fuese su jefa para este momento, la tenía a milagros arrodillada chupándome la pija y miraba como Juli le chupaba la concha a Flavia y ella explotaba de placer.
Le saqué la pija de la boca a Milagros y mientras Juli estaba muy concentrada en la concha de Flavia fui por atrás, arranqué el dilatador de su cola, la escupí y la embestí con todo. Esa cola comía pija muy seguido, solo fue un gemido de dolor y luego se convirtió en placer puro para los dos. La cogía más y más.
J- Llename de leche la cola
Milagros se había ido a sentar sobre la boca de Flavia y disfrutaba de una buena chupada de concha mientras Julieta se la chupaba a ella pero no dudo en correrla un segundo:
F- Ni se te ocurra, toda esa leche es mía hoy!
J- Tiene pinta de lechero, no te preocupes
F- No, toda esa leche es mía (impuso Flavia)
Yo seguía bombeando esa cola y realmente no daba más pero quería lo mismo que Flavia, acaberla a ella, bañarla en mi leche así que salí un segundo.
Y- Mili vení
Yo tenía el dilatador en mis manos aún, le pedí que se siente en el escritorio y a Flavia que se siente al lado de ella. Las empujé y las dejé a las 2 acostadas boca arriba una al lado de la otra. Puse las piernas de Mili en mis hombros y me metí entre sus piernas a chuparle la colita, con mucha saliba hasta que empecé a meter el dilatador en su colita.
Al lado estaba Juli besándose con Flavia, parecía que no se habían peleado finalmente por la lechita.
Y- Juli, ponete las piernas de Flavia en los hombros y empezá a mojarle la colita
Así estábamos, Julieta y yo chupando las dos colas que después iba a tener que culiar.
La de Mili parecía estar lista, el dilatador había entrado completo y hasta había bombeado alguna veces mientras me avalanzaba sobre ella a chuparle las tetas.
Se lo saco y apunto la punta de mi pija a ese agujerito. Estaba mucho más cerradito que el de Julieta, veía caritas de dolor mientras entraba. Flavia vió eso y de al lado le agarró la cara y la empezó a besar con todas sus fuerzas mientras Juli ya me había robado el dilatador e intentaba meterlo en la cola de Flavia.
Al fin pude entrar completo en la cola de Mili, que morocha hermosa, ahora si estaba disfrutando de mi pija, empecé a bombear suave y ella se empezó a levantar. Terminé parado con ella a upa mío cabalgando sobre mi pija con su cola.
M- Que lástima que elegiste darle tu leche a Flavia, yo la quiero toda!
Ahí nomás empecé a bombear con todo, me aguantaba las ganas de acabar pero quería sentir como acababa esta morochita divina. Empezó a gemir fuerte, cada vez más, hasta que sentí que se derrumbó sobre mis hombros y mi pija se mojaba de un liquido caliente.
La saqué de arriba mío para no acabar, respiré 2 segundos con ella en mis brazos y desafié a Flavia.
Y- Ya está lista la colita de mis sueños?
F- Siii, rompeme toda!
Julieta la soltó pero Milagros la agarró de inmediato, la tiró al piso y la puso lista para hacer 69 entre ellas.
Flavia se me acercó, de parados nos besamos mucho, nos acariciamos todas nuestras partes y me dijo:
F- ¿Como me rompías la cola en tu sueño?
Y- Yo estaba acostado boca arriba y vos te sentabas arriba mío de espalda.
F- Dale, tirate en el piso
Ni lo dude y a los segundos la tenía a Flavia, esa milf hermosa que había soñado, sentándose de a poquito pero con fuerza en mi pija con esa cola para que entre toda. Pasó la cabecita y yo no daba más, la agarré de la cintura y la empujé con fuerza hacia abajo para romperle bien duro la colita.
Y- Te gusta bebé?
F- Me encanta, dame más duro!
Cuando dijo eso empezamos a coger con todo, ella saltaba y yo la empujaba para abajo, los dos con muchas fuerzas, explotábamos de placer.
Me levanté, la puse en cuatro y seguí bombeando. Le agarré los pechos, me acerqué a sus oídos y le dije:
Y- No vas a compartir mi lechita con tus amigas?
F- No, es toda mía esa lechita.
Seguí dándole con fuerza unos segundos, hasta que le llené la cola de leche. La paré al frente mío, nos besamos, le agarré las manos y dije:
Y- Juli, Mili ¿Quieren lechita?
J y M - Siiii
Y- Chupenlé la colita a Flavia así se quedan con la lechita que le caiga
Mientras ellas se agachaban ahí atrás Flavia me pasaba la lengua por la cabecita de mi pija para quedarse hasta con la última gota.
F- Parece que le gustó al pendejo
Y- Son unas HDP, no doy más
M- Que lástima, yo quería más!
Y- Se puede repetir cuando quieran.
F- Me faltó cumplir una parte de mi sueño. Estábamos las 3 apoyadas contra el escritorio y vos nos cogías de atrás, un ratito a Juli y un ratito a mi, un ratito a Mili y un ratito a mi, yo en el medio porque quería que me pases los juguitos de mis amigas bien adentro.
J- Que puta saliste Flavia! jajajajaja
Nos vestimos, acomodamos un poco y salimos por separado de la oficina.
Hasta hoy no hicimos más nada, solo seguir con algunos chats aunque con Mili estamos muy cerca de concretar algo solos.
Después les cuento!
Espero que les haya gustado y se hayan masturbado como yo mientras lo leen.
Tengo poco más de 30 años, trabajo en Córdoba capital y la empresa donde lo hago tiene varios espacios donde se encuentran distintos equipos. Uno de ellos es el área de empaquetado, donde se encuentran 3 compañeras, de las mas lindas de la empresa. Todos pasan al menos una vez al día por allí para poder mirarlas.
Una de ellas es Flavia, una milf de 42 años recién divorciada, flaquita, 1,70 aprox pelo lacio y rubio, unas tetas bien grandes y piernas largas, siempre de botitas cortas jeans, de esos medios rotos pero bien ajustados y arriba remeritas al cuerpo a veces más escotadas que otras.
La otra es Milagros, una morocha de rulitos, no más de 1.60, también flaquita, sonrisa muy pícara y un culito hermoso, siempre con calzas y zapatillas tipo vans.
Y la última es Julieta, la jefa del área, rubia, alta, fumadora de voz ronca pero siempre muy perfumada y la más atrevida y sin filtro para dirigirse a los compañeros.
En los últimos días me había cruzado varias veces con Flavia en el horario de almuerzo y habíamos conversado sobre muchos aspectos de la vida y uno de ellos había sido el sexo sin compromiso. Por supuesto yo me había quedado con los ratones a full pero no había avanzado ya que estoy de novio hace bastante tiempo, es una relación conocida en mi trabajo e incluso algunas personas conocen a mi novia.
Pero hace 5 o 6 días tuve un sueño con Flavia, muy pero muy caliente y me desperté convencido de que tenía que contárselo. Ese día llegué a la empresa, participaba de una reunión y a unos metros podía ver a Flavia, cruzamos miradas varias veces y las sosteníamos. Salí y nos cruzamos, la saludé y le digo:
- "Después te tengo que contar algo"
- "¿En serio?, yo también a vos" Respondió
Quedamos que en 30 minutos, en el horario de almuerzo nos encontrábamos y charlábamos.
Llegamos al comedor y entre chiste y chiste por ver quien le contaba primero al otro le digo:
Yo- Anoche soñé con vos
Flavia- Posta?
Y- Si, mal, fue muy real
F- Vos hablaste con Milagros? (Me dice)
Y- No, por?
F- Ah, que raro, porqué hoy le conté que había soñado con vos también y que me daba vergüenza contarte y ella me insistió para que lo haga.
Y- jajajaja ¿Nos habremos encontrado en los sueños? (Le digo)
F- No sé (y me guiña el ojo)
Ahí entendí que el tema se iba a poner bueno, pero todavía no estaba seguro si avanzar por mi relación.
Junté coraje y le dije:
Y- Flavia, te cuento que tu cola con la tanga blanca que estaba en mis sueños fue de lo más hermoso que vi en años, me cansé de chupartela toda!
F- Epa! Arrancaste con todo! Lástima que siempre te vas temprano del trabajo
Y- Por?
F- Pasate a las 18:30 por empaquetado
Y se fue del comedor…
Era verdad, siempre me iba alrededor de las 17 del trabajo pero ese día decidí quedarme.
Se empezaron a ir los compañeros que se iban conmigo temprano y yo inventé la excusa de que estaba demorado con unas entregas para quedarme, también llamé a mi novia para avisarle que me demoraba hoy por las entregas.
Eran las 18:20 aprox, la verdad es que ya me había empezado a tocar varias veces imaginando lo que podía pasar más tarde, ya no quedaba nadie en la empresa y de fondo escucho que empieza a sonar música. “I want to know what love is” de Foreigner más precisamente y a los segundos me suena el interno.
F- Veo que te quedaste, ¿venis?
Y- Voy! (mientras la pija ya se me ponía dura)
Las luces estaban apagadas, apenas entraba algún rayo de sol de rebote en alguna pared, las cortinas estaban cerradas y solo el velador de un escritorio estaba prendido. El panorama era Flavia apoyada sobre el escritorio con su cola apuntando hacia la puerta, llevaba una tanga blanca diminuta, las piernas completamente libres, descalza y arriba un top blanco que cubria sus pechos apoyados sobre el escritorio.
F- Así era la tanga en tus sueños? (Me dice mientras gira la cabeza para mirarme)
Me quedé mudo unos segundos y caminé hacia ella, me paré atrás y empecé a acariciarle las piernas y a agacharme para besarle la cintura y empezar a besar esa cola. Sin hablar aún se la empecé a chupar desenfrenadamente, con la lengua empecé a dejar más chiquita esa tanga y meter la lenguita más y más adentro.
Mientras chupaba mis manos se desesperaban por acariciar las piernas pero no abandonar la cintura y las demás parte de su cuerpo. En eso empecé a levantar el top que llevaba y casi sin darme cuenta terminé dejando descubiertos esos pechos que eran más grandes y hermosos de lo que imaginaba.
Sin pedírselo Flavia se dió vuelta, quedó sentada sobre el escritorio y quedamos de frente, empezamos a besarnos mucho, sus manos empezaron a desabrochar mi jean, mi pija ya explotaba, apenas empezó a bajar se asomó por arriba del boxer y sus manos fueron más adentro. Ahí nomás me alejo de su boca y sus pechos y me dijo:
F- Sentate acá
Intercambiamos lugares, me senté en el escritorio y ella se agachó para empezar a chuparme la pija. Terminó de bajarme el jean y le pedí que me lo saque para estar más cómodo.
Les juro que nunca pensé que Flavia iba a chupar la pija así, a los 2 minutos le estaba pidiendo que pare porque le llenaba la boca de leche y quería seguir manteniendo el nivel de exitación un rato más.
Por unos segundos la soltó y mientras le daba besitos me decía:
F- ¿Era así tu sueño?
Y- No la chupabas tan bien, dije
F- Mi sueño iba más allá y lo estoy haciendo realidad.
Y- Qué? En serio?
F- Si, pero no sé si te va a gustar lo que soñé, yo me la juego. (decía mientras le daba besos a mi pija)
Y- Por ahora es más de lo que imaginé
F- Te espera lo mejor…
Flavia se para, se apoya contra la pared y empieza a bajarse la tanga mientras bailaba sensualmente al ritmo de un lento de los 80 que ya ni me acuerdo cuál era.
Empieza a agacharse sin despegar las manos de la pared y cuando se queda 1 segundo quieta me avalanzo, me agacho y empiezo a chupar su concha que ya estaba muy mojada, me quedé unos minutos ahí abajo para luego pararme atrás de ella y sin dudar penetrarla hasta el fondo por esa conchita que pedía pija a gritos. No hubo piedad y a ella pareció gustarle mucho, fueron dos o tres gemidos y luego empezar a pedirme que se la meta toda y más fuerte. Unos minutos después de cogerla así sentí un gemido muy profundo y mi pija mucho más caliente. Me di cuenta que ella había acabado, bajé el ritmo 2 segundos, ella salió pero solo para agarrarme la mano, sentarme en una silla que teníamos atrás y sentarse de frente arriba mío, me cabalgó con una lujuría que llegó a dolerme un poquito. Le dijé que quería llenarle la boquito de leche y me dijo:
F- Todavía no, te dije que te espera lo mejor…
Se levantó para que yo respire unos segundos y del escritorio buscó un paquetito…
F- Yo soñé que te tapaba los ojos ¿Puedo? (Dijo mientras me ponía un antifaz negro)
Y- Soy tuyo, todo tuyo
F- Yo soñé con que te ataba las manos ¿Puedo? (Dijo mientras me ponía unas esposas detrás de la silla en la que estaba sentado)
Y- Si es necesario para romperte la colita, lo que quieras
F- La colita y lo que pidas
La escuché caminar unos pasos alejándose de mi y escuché la música un poco más fuerte de lo que estaba y al segundo tenía una boca chupándome la pija de nuevo.
Y- Tranquila que es toda tuya y no se va a bajar. ¿Estás lubricando la colita?
Nadie respondió y mi pija siguió un rato adentro de esa boca.
Al ratito Flavia se acercó a mi boca me beso unos segundos, empezó a bajar por mi pecho, mi panza y llegó nuevamente a mi pija.
Empecé a sentir que de nuevo se la comía toda, pero era diferente, como si esa boca fuese más seca que la anterior.
F- Vas a tener mucho más que mi cola hoy, haceme realidad el sueño
Me dijo Flavia al oído pero mi pija seguía adentro de una boca. Ahí comprendí el porqué de la diferencia, no sabía quién me la estaba chupando pero Flavia empezó a besarme la boca a acariciarme y mi placer era mucho más fuerte que mis dudas, estaba completamente entregado a ese momento.
Desde mi entrepierna escuché “Por fin lo trajiste a este pendejo, mirá la pija que tiene”. Me resultaba conocida la voz pero en la calentura no logré identificarla. Si me di cuenta que en mi pija había dos bocas chupando, se turnaban, la chupaban, la besaban, la manoseaban.
Intenté quitarme las esposas pero no eran tan de juguete, no podía. Flavia se dió cuenta y mientras me besaba me dijo:
F- Querés empezar a conocer mi sueño?
Y- Lo estoy disfrutando mucho así pero me muero de ganas de ver lo que pasa, dale, sacame todo ésto
F- Vamos a jugar, si respondés bien las preguntitas que te hago, te saco las cosas.
Y- ¿Cuantas preguntas?
F- mmmm, 3
Y- Dale!
F- ¿Cuántas bocas te chuparon la pija hoy?
Y- 3 (Ni lo dude, podrían haber sido más)
F- Muy bien! Te mereces un regalito.
Alguien cabalgó sobre mi pija unos segundos y salió….
Y- Que rico premio, no hay un poquito más?
F- No! Tengo otra preguntita. ¿Crees que las otras dos bocas son de personas conocidas tuyas?
Lo pensé un momento, realmente no había visto nada ni había oído mucho desde que Flavia había subido el volumen.
F- Te vamos a dar una pista…
Tres lenguas recorrieron mi cuello y respiraron agitadas bien cerca de mis oídos y nariz.
F- Conoces los perfumes?
Y- Me van a volver loco. Me arriesgo, SI, las conozco
F- Que buen olfato! Va tu segundo premio.
Entre las 3 me acostaron atado a la silla y pusieron sus conchitas al alcance de mi lengua un ratito cada una. Estaban las 3 deliciosas, mojadas y muy calentitas.
F- Estás preparado para la última pregunta?
Y- Si, dale!
F- Voy a soltar tus manos y voy a hacer que agarres un ratito la cola de cada una de nosotras, si adivinas cuál es la mía, te destapo los ojos.
Y- confío en mi tacto y sobre en mis sueños, traeme esas colas!
Flavia se acercó a sacarme las esposas, una boca aprovechó para chuparme la pija unos segundos y otra se puso al frente mío y me dejó chuparle los pechos, tenía pezones muy duros y no eran tan grandes como los de Flavia pero sabían muy ricos.
F- Parate y da dos pasos adelante, vas a tener las 3 colitas una al lado de la otra para que las toques. Nadie te va a hablar y no podés tocar otra parte que no sean nuestras colitas.
Me paro, encuentro la primer cola y para mi sorpresa estaba aceitada, no pude con mis ganas y metí un dedito. Salió un gemidito. Por eso y porque me pareció que tenía un poquito más de “carne” que la de Flavia que había comido a besos hacía unos minutos pensé que esa no era.
Fui hacía la derecha y encontré otra cola, también estaba aceitada, bajé un poquito más y logré tocar la base de esa conchita y estaba casi seguro de que era la que había chupado y cogido antes de que me venden los ojos.
Igual fui unos pasos más a la derecha y estaba la tercera de las colitas. Ésta también estaba aceitada y tenía una tanga puesta, la recorrí y era la tanga que tenía Flavia al principio de nuestro encuentro, seguí tocando, empecé a bajar la tanga y me encontré con un dilatador anal bien metido adentro! Me volví loco quice empezar a jugar con él pero una mano no me dejó.
La tanga era la de Flavia, la cola era muy parecida aunque me parecía un poquito más blanda que la de ella, pero el dilatador también me inclinaba hacia Flavia porque ella sabía que yo quería su cola. En ese instante levanto mi mano y me doy cuenta que habían dejado olor a cigarrillo en la que me habían tocado.
Me fuí de inmediato hacia la cola del medio, agarré las dos nalgas bien fuerte y dije:
Y- Esta es la cola de mis sueños!
Se escucharon 3 risas y Flavia dijo
F- ¿Cómo hiciste?
Y- Dale, destapame los ojos o lo hago yo
F- No hagas trampa o nos vamos. Danos 1 minuto y te avisamos para que te destapes.
Sentí como se alejaban un poquito….
F- Listo, sacate el antifaz
Al frente mío tenía a las 3 chicas de empaquetado con la misma tanguita blanca y completamente a mi disposición.
Quedé mudo, estaban ahí, en su versión más puta para mí.
Y- En serio? Qué pasó?
F- El premio de los que se hacen “horas extras” (dijo a modo de chiste)
Por primer vez hablaron las otras dos bombas.
Milagros - Las 3 te teníamos ganas, Flavia nos contó lo de hoy al mediodía más su sueño y organizamos ésto.
Y- Pero que soñó Flavia?
Julieta - Que entrabas a este lugar y nos cogías a las 3!
Y - Ah bue! ¿Y falta mucho para empezar?
Julieta se acercó, recuerden que es la jefa del área y la más atrevida, y me dijo:
J- Mi cola es la que tiene el dilatador. ¿Arrancás por acá?
Y- Te la rompo toda ahora
Julieta se puso en perrito, se corrió la tanga y empezó a dar órdenes:
J- Mili, chupale un rato la pija así la tiene bien mojada. Vos Flavia sentate acá abajo mío así te chupo la conchita, vas a ser el postre de la tarde.
Ambas hicieron caso como si también fuese su jefa para este momento, la tenía a milagros arrodillada chupándome la pija y miraba como Juli le chupaba la concha a Flavia y ella explotaba de placer.
Le saqué la pija de la boca a Milagros y mientras Juli estaba muy concentrada en la concha de Flavia fui por atrás, arranqué el dilatador de su cola, la escupí y la embestí con todo. Esa cola comía pija muy seguido, solo fue un gemido de dolor y luego se convirtió en placer puro para los dos. La cogía más y más.
J- Llename de leche la cola
Milagros se había ido a sentar sobre la boca de Flavia y disfrutaba de una buena chupada de concha mientras Julieta se la chupaba a ella pero no dudo en correrla un segundo:
F- Ni se te ocurra, toda esa leche es mía hoy!
J- Tiene pinta de lechero, no te preocupes
F- No, toda esa leche es mía (impuso Flavia)
Yo seguía bombeando esa cola y realmente no daba más pero quería lo mismo que Flavia, acaberla a ella, bañarla en mi leche así que salí un segundo.
Y- Mili vení
Yo tenía el dilatador en mis manos aún, le pedí que se siente en el escritorio y a Flavia que se siente al lado de ella. Las empujé y las dejé a las 2 acostadas boca arriba una al lado de la otra. Puse las piernas de Mili en mis hombros y me metí entre sus piernas a chuparle la colita, con mucha saliba hasta que empecé a meter el dilatador en su colita.
Al lado estaba Juli besándose con Flavia, parecía que no se habían peleado finalmente por la lechita.
Y- Juli, ponete las piernas de Flavia en los hombros y empezá a mojarle la colita
Así estábamos, Julieta y yo chupando las dos colas que después iba a tener que culiar.
La de Mili parecía estar lista, el dilatador había entrado completo y hasta había bombeado alguna veces mientras me avalanzaba sobre ella a chuparle las tetas.
Se lo saco y apunto la punta de mi pija a ese agujerito. Estaba mucho más cerradito que el de Julieta, veía caritas de dolor mientras entraba. Flavia vió eso y de al lado le agarró la cara y la empezó a besar con todas sus fuerzas mientras Juli ya me había robado el dilatador e intentaba meterlo en la cola de Flavia.
Al fin pude entrar completo en la cola de Mili, que morocha hermosa, ahora si estaba disfrutando de mi pija, empecé a bombear suave y ella se empezó a levantar. Terminé parado con ella a upa mío cabalgando sobre mi pija con su cola.
M- Que lástima que elegiste darle tu leche a Flavia, yo la quiero toda!
Ahí nomás empecé a bombear con todo, me aguantaba las ganas de acabar pero quería sentir como acababa esta morochita divina. Empezó a gemir fuerte, cada vez más, hasta que sentí que se derrumbó sobre mis hombros y mi pija se mojaba de un liquido caliente.
La saqué de arriba mío para no acabar, respiré 2 segundos con ella en mis brazos y desafié a Flavia.
Y- Ya está lista la colita de mis sueños?
F- Siii, rompeme toda!
Julieta la soltó pero Milagros la agarró de inmediato, la tiró al piso y la puso lista para hacer 69 entre ellas.
Flavia se me acercó, de parados nos besamos mucho, nos acariciamos todas nuestras partes y me dijo:
F- ¿Como me rompías la cola en tu sueño?
Y- Yo estaba acostado boca arriba y vos te sentabas arriba mío de espalda.
F- Dale, tirate en el piso
Ni lo dude y a los segundos la tenía a Flavia, esa milf hermosa que había soñado, sentándose de a poquito pero con fuerza en mi pija con esa cola para que entre toda. Pasó la cabecita y yo no daba más, la agarré de la cintura y la empujé con fuerza hacia abajo para romperle bien duro la colita.
Y- Te gusta bebé?
F- Me encanta, dame más duro!
Cuando dijo eso empezamos a coger con todo, ella saltaba y yo la empujaba para abajo, los dos con muchas fuerzas, explotábamos de placer.
Me levanté, la puse en cuatro y seguí bombeando. Le agarré los pechos, me acerqué a sus oídos y le dije:
Y- No vas a compartir mi lechita con tus amigas?
F- No, es toda mía esa lechita.
Seguí dándole con fuerza unos segundos, hasta que le llené la cola de leche. La paré al frente mío, nos besamos, le agarré las manos y dije:
Y- Juli, Mili ¿Quieren lechita?
J y M - Siiii
Y- Chupenlé la colita a Flavia así se quedan con la lechita que le caiga
Mientras ellas se agachaban ahí atrás Flavia me pasaba la lengua por la cabecita de mi pija para quedarse hasta con la última gota.
F- Parece que le gustó al pendejo
Y- Son unas HDP, no doy más
M- Que lástima, yo quería más!
Y- Se puede repetir cuando quieran.
F- Me faltó cumplir una parte de mi sueño. Estábamos las 3 apoyadas contra el escritorio y vos nos cogías de atrás, un ratito a Juli y un ratito a mi, un ratito a Mili y un ratito a mi, yo en el medio porque quería que me pases los juguitos de mis amigas bien adentro.
J- Que puta saliste Flavia! jajajajaja
Nos vestimos, acomodamos un poco y salimos por separado de la oficina.
Hasta hoy no hicimos más nada, solo seguir con algunos chats aunque con Mili estamos muy cerca de concretar algo solos.
Después les cuento!
Espero que les haya gustado y se hayan masturbado como yo mientras lo leen.
6 comentarios - Sorpresa en el trabajo
Faaaa que relato!!! Me da mucho morbo saber que son de Córdoba como yo....
Van +10 y a favoritos!!!
Se podrá tener alguna data de Flavia, Mili o Juli? Abrazo capo!!!
Perdón pero los nombres son de fantasía para cuidar la privacidad de todos.