Una tárde soleáda, llamáron a la puérta, y me encontré con unas caras sonriéntes de un pár de chicos que venían ofreciéndo su prodúcto de chocolátes, me sonreí con los dos, les díje que con éste calór, los póbres chocolátes vendrían fundídos, les ofrecí metérlos un ráto a la hieléra, y se pasáron de inmediáto, les ofrecí iguál un póco de agua de sabór con hiélos, y nos quedámos platicándo de su trabajo, la idéa había sído de la madre de uno de ellos, y miéntras los chocolátes tomában fórma nuévamente... Sus ojos curiósos viajában por los cuatro orizóntes de mi cuérpo, pero buéno, hásta ahí yo no tenía probléma, el fín sólo éra volvér a dárle vída a su prodúcto... Luégo, confórme avanzába el tiémpo, sorprendí a uno de ellos tratándo de ocultár una grán erección que lo tenía inquiéto, me sonreí para mis adéntros, y quíse jugueteár sólo un póco, volví a comentár del treméndo calór, y bromeándo les díje qué hásta el omblígo sudába, Víctor, el mayór, agregó, que éra ciérto, me levanté al baño, y les tráje un pár de toállas húmedas, a cáda uno le entregué la suya, y me volví a sentár frénte a ellos, comenzáron a frotárlas por su cara y brázos, les sugerí que las pasáran por su omblígo, Darío lo hízo en seguída, pero Víctor se cohibió de pláno... Fuí a vér los chocolátes, Ohhhh, Yá estában lístos.... Pero les díje que aún les faltába un póco... Regresé y los estúve observándo de pié, y Víctor se pasába la toallíta desordenádo .. Me sonreí y les díje qué les mostraría cómo hacérlo, subí mi blúsa un tánto y me pasé un liénzo apárte, las báses de mis 2 nenas quedáron muy a la vísta... Y volví a ír al refrigeradór, bajé los chocolátes a párte alejáda del enfriadór para que no fuéran palétas... Regresándo, fuí y me senté éntre los dos, y me púse a "enseñárle" a Víctor cómo refrescárse el omblígo, y al frotárle, mis dedos rozában a propósito su verga... Que comenzó a crecér bastánte, Darío me protestó y me pidió también enseñárle. .. Me giré, y a él iguálmente le froté el liénzo,
Me dí cuénta que Darío estába por mucho, más generóso que Víctor, pués su verga yá tenía por compléto su erección, cási désde el princípio, y se recargó hacía atrás, dejó muy a la vísta su intención de qué la sacára pero a él jústamente, habría que hacérlo batallár más aún... Froté la toálla sólo en su omblígo, y se movió tratándo de hacér llegár su verga a mi mano, me quedé con la cabéza lléna de "sugeréncias sexuáles" de cómo iniciár "la batálla"... Me acomodé mejór, poniéndo mis nalgas sóbre la piérna de Víctor, y de inmediáto se púso a tocár, no túve la oportunidád de aplicár algúna sugeréncia de mi cabéza, en el siguiénte moménto, acariciába su verga de Darío sóbre el pantalón, y a cuatro manos estába bién atendído mi cuérpo,
Comenzáron a acariciárme coordinádos, y hásta pensé qué esto estába planeádo... Pero cómo, si fuí yo la que los pasé, y por cáda instánte, sus carícias me llevában en un auménto de exitación, más a sus córtas edádes, Víctor 22, Darío 19... Me tenían en una fascinación total, contrastában ésas diferéncias, Víctor éra muy calmádo, y me buscába mucho mi panochita cómo mis nalgas, dándo atención prolongáda con la mísma cálma, Darío muy efusívo, besába la párte superior, désde mi boca, cuéllo, y las tetas, apretándo con fuérza las mísmas...
Bajé el zippér del pantalón de Darío, y bién púde apreciár su buén tamáño al metér mi mano, y comencé a masturbárlo de ésa manéra, se desabotonó él mísmo, y bajó un póco su rópa, dejándo más en libertád su verga, y al mísmo tiémpo, los dos fuéron sacándo la mía, dándome por todo el cuérpo éntre chupétones y mordidítas....
Me dejáron desnúda por compléto, y me acariciában con una lujúria treménda, en ése moménto, los dos estában desnúdos de abájo, y me púse a masturbárlos de lo lindo, me gustába jugueteár con ésos hilos de sémen prévio qué desbordában en ésos moméntos.... mi relój biológico sonó, y me indicó que había qué ír al siguiénte nivél... Empujé a Víctor, y me púse a chupár su verga, Darío chupó mi panochita, abriéndo los lábios vagináles y succionándola con grán deséo. . luégo cambié de verga, y me agaché con Darío, y se repitió la acción de qué chupáran mi panochita... No sé si es de importáncia... Víctor la tiéne regulár y muy gruésa, y Darío lárga y arríba de delgáda...
Después, caballerósamente Darío peleó sér el priméro en metérse.. Víctor se me quedó viéndo sonriénte, guiñó un ojo, y me díjo: <No es náda, tódo bién...>. Entónces agregó: <Pero montáda, para así estár los tres...>. Darío se acomodó, y me subí en él, fué una riquísima oportunidád recibírlo, tán prónto entró, me prendió de las cadéras, y se empujó por compléto hásta la báse, comenzó a bombeár, Víctor se hincó y chupó mi culito, jugándo con mis esfínteres anales, incursionándo en metér los dedos, le indiqué en dónde tenía mi lubricánte y condónes, fué y Darío bién se aprovechó de ése lápzo, me cogía líbre, Víctor regresó, y me colocó su verga en la bóca, lo chupé duránte lárgo ráto, y al póco se púso el condón,
se acomodó trás de mí, y trás aplicár lubricánte y distendér mis esfínteres, me penetró, y así pasámos por no sé qué tiémpo... Se sujetó fírme por mis cadéras, y había una endiabláda coordinación éntre ellos, dándome un placér de Dioses.... Darío chupába y masajeába mis tetas, al tiémpo que Víctor hacía que mis nalgas se incendiáran de placér, y mis dos hoyitos tragában séndas herramiéntas hirviéntes, que de póco a póco dejában sus júgos tán déntro de mí....
Cáda uno tuvímos várias venídas, nuéstros líquidos escurrían mezclándose éntre sí, núnca quisiéron cambiár a ótra posición , les díje qué tenían un grán sério conflícto qué habían qué hablárlo ellos... Al póco ráto, nos dímos cuénta que la obscuridád de la noche yá reinába, y estuvímos de acuérdo en dejár los chocolátes déntro del refrigeradór, yá mañana podrían pasár un póco más tempráno, y podríamos esperár júntos a qué el chocoláte se deshiélara ... Tan prónto se fuéron, pasé los chocolátes al enfriadór un póco más.... Jajaja..
Me dí cuénta que Darío estába por mucho, más generóso que Víctor, pués su verga yá tenía por compléto su erección, cási désde el princípio, y se recargó hacía atrás, dejó muy a la vísta su intención de qué la sacára pero a él jústamente, habría que hacérlo batallár más aún... Froté la toálla sólo en su omblígo, y se movió tratándo de hacér llegár su verga a mi mano, me quedé con la cabéza lléna de "sugeréncias sexuáles" de cómo iniciár "la batálla"... Me acomodé mejór, poniéndo mis nalgas sóbre la piérna de Víctor, y de inmediáto se púso a tocár, no túve la oportunidád de aplicár algúna sugeréncia de mi cabéza, en el siguiénte moménto, acariciába su verga de Darío sóbre el pantalón, y a cuatro manos estába bién atendído mi cuérpo,
Comenzáron a acariciárme coordinádos, y hásta pensé qué esto estába planeádo... Pero cómo, si fuí yo la que los pasé, y por cáda instánte, sus carícias me llevában en un auménto de exitación, más a sus córtas edádes, Víctor 22, Darío 19... Me tenían en una fascinación total, contrastában ésas diferéncias, Víctor éra muy calmádo, y me buscába mucho mi panochita cómo mis nalgas, dándo atención prolongáda con la mísma cálma, Darío muy efusívo, besába la párte superior, désde mi boca, cuéllo, y las tetas, apretándo con fuérza las mísmas...
Bajé el zippér del pantalón de Darío, y bién púde apreciár su buén tamáño al metér mi mano, y comencé a masturbárlo de ésa manéra, se desabotonó él mísmo, y bajó un póco su rópa, dejándo más en libertád su verga, y al mísmo tiémpo, los dos fuéron sacándo la mía, dándome por todo el cuérpo éntre chupétones y mordidítas....
Me dejáron desnúda por compléto, y me acariciában con una lujúria treménda, en ése moménto, los dos estában desnúdos de abájo, y me púse a masturbárlos de lo lindo, me gustába jugueteár con ésos hilos de sémen prévio qué desbordában en ésos moméntos.... mi relój biológico sonó, y me indicó que había qué ír al siguiénte nivél... Empujé a Víctor, y me púse a chupár su verga, Darío chupó mi panochita, abriéndo los lábios vagináles y succionándola con grán deséo. . luégo cambié de verga, y me agaché con Darío, y se repitió la acción de qué chupáran mi panochita... No sé si es de importáncia... Víctor la tiéne regulár y muy gruésa, y Darío lárga y arríba de delgáda...
Después, caballerósamente Darío peleó sér el priméro en metérse.. Víctor se me quedó viéndo sonriénte, guiñó un ojo, y me díjo: <No es náda, tódo bién...>. Entónces agregó: <Pero montáda, para así estár los tres...>. Darío se acomodó, y me subí en él, fué una riquísima oportunidád recibírlo, tán prónto entró, me prendió de las cadéras, y se empujó por compléto hásta la báse, comenzó a bombeár, Víctor se hincó y chupó mi culito, jugándo con mis esfínteres anales, incursionándo en metér los dedos, le indiqué en dónde tenía mi lubricánte y condónes, fué y Darío bién se aprovechó de ése lápzo, me cogía líbre, Víctor regresó, y me colocó su verga en la bóca, lo chupé duránte lárgo ráto, y al póco se púso el condón,
se acomodó trás de mí, y trás aplicár lubricánte y distendér mis esfínteres, me penetró, y así pasámos por no sé qué tiémpo... Se sujetó fírme por mis cadéras, y había una endiabláda coordinación éntre ellos, dándome un placér de Dioses.... Darío chupába y masajeába mis tetas, al tiémpo que Víctor hacía que mis nalgas se incendiáran de placér, y mis dos hoyitos tragában séndas herramiéntas hirviéntes, que de póco a póco dejában sus júgos tán déntro de mí....
Cáda uno tuvímos várias venídas, nuéstros líquidos escurrían mezclándose éntre sí, núnca quisiéron cambiár a ótra posición , les díje qué tenían un grán sério conflícto qué habían qué hablárlo ellos... Al póco ráto, nos dímos cuénta que la obscuridád de la noche yá reinába, y estuvímos de acuérdo en dejár los chocolátes déntro del refrigeradór, yá mañana podrían pasár un póco más tempráno, y podríamos esperár júntos a qué el chocoláte se deshiélara ... Tan prónto se fuéron, pasé los chocolátes al enfriadór un póco más.... Jajaja..
5 comentarios - El chocoláte es mejór congeládo ?