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Aventuras cuckold 6

Ceci volvió esa noche a las seis de la mañana. Yo tenía miedo de que las cosas se hubieran desmadrado y, a decir verdad, como buen pajero estaba tan preocupado como famélico por enterarme de cada uno de los detalles. Pero finalmente llegó, arrojó la ropa al suelo -noté que estaba  toda manchada-, se duchó y tras hacerme una caricia desganada en la mejilla se tiró a dormir sin decir palabra. Al día siguiente tampoco quiso contarme nada y seguimos con nuestra rutina familiar. Sólo por la noche del viernes, luego de acostar a los chicos y ducharse nuevamente, apareció en la cama con un camisón transparente, que le quedaba muy sexy y una expresión medio pícara. Me metió la mano en el bóxer y al instante me puso como loco. No me dejó tocarla pero, mientras me masturbaba lenta, casi sádicamente, me contó que el chico (nunca me dijo el nombre) la había llevado al departamento que compartía con unos amigos de su misma edad.

Eran cuatro o cinco, pero no se acordaba bien porque estaban todos medio borrachos yella, luego de un rato, también. El que la llevó la tenía de la cintura y los demás la rodearon. Tomaban y fumaban. La empezaron a embromar con que era hotwife y de vez en cuando alguno le ponía la mano encima, pero con el mareo y el cansancio ella ni se daba cuenta cuál. El que la había llevado la besaba y le acariciaba el culo. Ella le susurraba en la oreja que la llevara a la cama, porque quería sentirlo dentro suyo, pero el pibe no le daba bola y seguían charlando. De repente se acercó otro, con pelo largo, y la besó de prepo. Ella se resistió un poco pero a la vez reconoció que la calentaba el hecho de estar totalmente vulnerable en medio de esa bandita, y comenzó a besarlo mientras el que la había llevado al departamento le lamía las orejas y ella sentía que los demás le acariciaban las tetas encima del top y le levantaban la mini para tocarle el culo. Poco a poco se fue relajando y dejando llevar, hasta que de repente -dijo- se encontró arrodillada entre cuatro pibes con las pijas afuera, turnándose para mamarlos.

No se acordaba bien cómo, pero mientras los pajeaba y los felaba uno delos chicos le acabó sobre el top y rápidamente otro le largó un chorro espeso en la boca. “Tragá”, le dijeron. Y ella tragó. Dijo que era más agria que la leche de Juan. Yo me volvía loco mientras ella seguía su relato y aceleraba poco a poco la paja. Al tercero, siguió, se le bajaba y pronto se tiró a dormir en un sofá sin acabar, y el que la había llevado entonces la llevó a su cuarto. La tiró sobre un colchón,le metió una mano para lubricarla unos segundos y, al comprobar que ya estaba mojada, la penetró rápidamente por atrás. Según Ceci el chico bombeaba rápido y mal, desesperado, sin ritmo, pero ya no le importaba demasiado porque estaba totalmente excitada por la situación misma y pronto llegó al orgasmo mientras el tipo le sostenía la cabeza contra el colchón y aceleraba sus embates hasta que le acabó adentro. Y, sin decir nada, se tiró a dormir al lado suyo. Ahí yo no aguanté más el morbo del cuento y exploté, con la leche saltando casi hasta el techo. Mientras Ceci jugueteaba con la cabeza de mi pene, que casi me dolía de lo sensible que había quedado, siguió contándome que ella también cayó rendida sobre la espalda del chico mientras sentía su leche escurriéndose por la cola.

Al despertar, por la madrugada, salió en silencio mareada, con dolor de cabeza, y se volvió a casa en taxi. “Cornudito”, me dijo con una sonrisita; me dio un beso en los labios, se dio la vuelta y se durmió. Yo me quedé desvelado con la cabeza dando vueltas. Aunque el cuento me pareció un poco sórdido, definitivamente tenía mi hotwife.

2 comentarios - Aventuras cuckold 6

Ramonyma +1
Siempre gozare siendo un cornudo feliz y espero por más relatos con fotos en TANGA 👍👌
juanchooo13 +1
Tremenda mujer me encantan sus aventuras son muy morbosas y calientes