Este es un pequeño relato que les comparto, espero que les guste, y si me ayudan a mejorar, se los agradezco mucho, bueno, se los dejo.
Trabajábamos en una provincia, éramos una empresa de instalaciones eléctricas, el personal era muy poco, de hecho solo 4 personas en lo administrativo, mi jefe, dos secretarias y yo, una de ellas estaba hermosa, alta, de tez blanca, cabello negro, piernas largas, un buen culo, pero lo mejor eran sus tetas, divinas, grandes que te hacían perder la cabeza.En fin, nuestras oficinas eran una casa completa que rentaba el dueño, tres recámaras, que se adaptaron como oficinas y bodega, el comedor y sala se adaptó como la recepción y dos escritos para los administrativos, en la sala había una ventana que daba a otra bodega, que no era parte de la casa, en fin, nuestro jefe era un viejo entre 45 y 50 años, alto, de tez muy morena y feo jaja.Un día la segunda secretaria no fue a laborar, y yo me tuve que encargar de temas de campo por lo que salí de oficina y fui a la obra, cosa que me llevaría por lo menos la mitad del día, para ir a la obra era necesario tomar un colectivo, salí de la oficina y me fui a esperar el colectivo a la parada, a medio camino recordé que había olvidado unos documentos y tuve que volver por ellos, así me regresé a la oficina, cuando iba llegando escuché muchas risas y decidí entrar a la bodega para ver desde la ventana, cuál fue mi sorpresa al ver al viejo besando a la secretaria bonita, le acariciaba las tetas y el culo, y ella le sobaba su verga por encima del pantalón, después él le bajó sus pantalones y la empujó contra la pared y le empezó a chupar la panocha, ella se retorcía del placer, yo moría de envidia, veía como ese viejo chupaba ese culo tan delicioso y ella lo gozaba, ella amasaba sus tetas del placer que sentía, y se quitó su blusa y brasier para dejar al aire sus tetas hermosas, el viejo se levantó y le comenzó a agarrar las tetas mientras ella buscaba sacar su verga del pantalón, lo sacó y lo empezó a acariciar con sus manos, cuando se puso más duro ella se dió vuelta y se agachó a chupar esa verga negra, era muy grande, ella lo veía mientras se metía esa verga en su boca y la empezó a chupar con su linda boquita, chupaba y tragaba todo lo que podia, el viejo lo estaba disfrutando mucho y le empujaba más su verga, ella la dejo toda mojada y se puso de pie, se dió vuelta y agarró esa verga y se la puso en la puerta de su panocha, el viejo se la metió toda de un solo golpe y a ella se le salió un gemido muy grande, después él continuó con embestidas cortas pero fuertes y ella solo gritaba de placer, después le dió más rápido y ella pedía más, gemía como una verdadera puta, sus gemidos ya se oían por toda la oficina, y el viejo le daba más duro, ella solo se sostenía de la pared por todas las embestidas que le daba, así siguieron hasta que él le sacó su verga de la panocha y le dió vuelta, ella sabía que era hora de tomar su leche, se metió esa verga negra a la boca y empezó a chupar como loca, él le sacó la.verga de la boca y le tiró un gran chorro de leche en la cara y las tetas, ella tomó todo lo que pudo y siguió chupando esa verga hasta dejarla limpia, se limpió la leche de las tetas y se la llevó a la boca, se levantó y fue al baño a limpiar su linda carita y yo me salí rápido de ahí para que no me descubrieran, regresé a la obra y en la tarde los vi muy felices a los dos, yo sabía que era por qué habían tenido una gran sesión de sexo esa mañana y estaba seguro que se volvería a repetir, y desde ese día entro con más precaución a la oficina para ver si los encuentro nuevamente.
0 comentarios - Mi jefe se coge a la más buena de la oficina