También estuve en la fiesta de tu primo anoche.
Te vi en ese pasillo con tu sexy vestido rojo, mirándome,
tu largo cabello negro cayendo sobre tus hombros
Me quedé mirando tus ojos con ganas de comerte la boca, saborear esos labios carnosos y húmedos.
Me acerqué, no dejaste de sonreír y me mirabas fijamente también, te tomé por los brazos y te besé.
Nuestras lenguas se enredaron en un baile apasionado en nuestras bocas abiertas, compartiendo nuestra saliva ...
Me acerqué más, te abracé, ya sentía mi sexo duro, te froté el tuyo ...
Te llevé a la primera puerta que vi y entramos en esa habitación.
... eras una visión
Comencé a deslizar lentamente tu vestido hacia abajo, se trababa en tus senos suaves y abundantes, usé mis manos acariciándolos para permitir que el vestido se deslice hacia abajo, rozando tus pezones con mis dedos haciendo que se pongan duros y tensos, disfruté el momento.
El vestido cayó al suelo y me di cuenta que no llevabas ropa interior
Estaba extasiado con esa vista, con esa diosa desnuda frente a mí, con esa hermosa mujer
Me sonreíste y te pusiste de rodillas delante de mí, me abriste los pantalones con ternura y me los quitaste.
Mi sexo se mostró desafiante, duro, apuntando a tu cara.
Lo tomaste con ternura en tus manos y comenzaste a explorarlo con tus ojos.
Luego lo llevaste a tu boca y lo probaste con tu lengua mientras me mirabas a los ojos.
Me quité la camisa, extasiado mirándote, sintiéndote.
Me chupaste como nunca antes me lo habían hecho, era tu juguete.
También me arrodillé, tomé tus pechos y los lamí, los chupé, circulé con mi lengua esos pezones turgentes
Te puse boca arriba justo en el suelo, y miré tu vagina, la tomé con la boca, con la lengua, recorriendo cada pliegue.
Chupándote los labios vaginales y acariciando tu cuerpo con mis manos calientes.
Me encantó cómo te estremecías con cada toque de mi lengua
Probé cada gota de tu humedad.
Estaba listo para penetrarte, para disfrutar de las profundidades de tu vagina rosada y caliente.
Te penetré lentamente, haciéndote disfrutar cada centímetro de mi pene ...
... tus gemidos me volvieron loco y te cojí más fuerte.
Amé escucharte gritar de placer
nos amamos con locura
Saludos y hasta la próxima!!
Te vi en ese pasillo con tu sexy vestido rojo, mirándome,
tu largo cabello negro cayendo sobre tus hombros
Me quedé mirando tus ojos con ganas de comerte la boca, saborear esos labios carnosos y húmedos.
Me acerqué, no dejaste de sonreír y me mirabas fijamente también, te tomé por los brazos y te besé.
Nuestras lenguas se enredaron en un baile apasionado en nuestras bocas abiertas, compartiendo nuestra saliva ...
Me acerqué más, te abracé, ya sentía mi sexo duro, te froté el tuyo ...
Te llevé a la primera puerta que vi y entramos en esa habitación.
... eras una visión
Comencé a deslizar lentamente tu vestido hacia abajo, se trababa en tus senos suaves y abundantes, usé mis manos acariciándolos para permitir que el vestido se deslice hacia abajo, rozando tus pezones con mis dedos haciendo que se pongan duros y tensos, disfruté el momento.
El vestido cayó al suelo y me di cuenta que no llevabas ropa interior
Estaba extasiado con esa vista, con esa diosa desnuda frente a mí, con esa hermosa mujer
Me sonreíste y te pusiste de rodillas delante de mí, me abriste los pantalones con ternura y me los quitaste.
Mi sexo se mostró desafiante, duro, apuntando a tu cara.
Lo tomaste con ternura en tus manos y comenzaste a explorarlo con tus ojos.
Luego lo llevaste a tu boca y lo probaste con tu lengua mientras me mirabas a los ojos.
Me quité la camisa, extasiado mirándote, sintiéndote.
Me chupaste como nunca antes me lo habían hecho, era tu juguete.
También me arrodillé, tomé tus pechos y los lamí, los chupé, circulé con mi lengua esos pezones turgentes
Te puse boca arriba justo en el suelo, y miré tu vagina, la tomé con la boca, con la lengua, recorriendo cada pliegue.
Chupándote los labios vaginales y acariciando tu cuerpo con mis manos calientes.
Me encantó cómo te estremecías con cada toque de mi lengua
Probé cada gota de tu humedad.
Estaba listo para penetrarte, para disfrutar de las profundidades de tu vagina rosada y caliente.
Te penetré lentamente, haciéndote disfrutar cada centímetro de mi pene ...
... tus gemidos me volvieron loco y te cojí más fuerte.
Amé escucharte gritar de placer
nos amamos con locura
Saludos y hasta la próxima!!
0 comentarios - Me volviste loco ...