Y estela me da todo. Qué regalo de cumpleaños me hizo, hace unos días,el 2 de abril. Copado con la pelirroja, la invité a la cena. Y ella se pusoespectacular saco negro, blusita y pollera estampada, tacos altos, muymaquillada y perfumada, cremita para las manos y una finísima cartera de cuero.Por supuesto una ropa interior bien infartante, con portaligas y todo.
Así de elegante, Estela llegó a mi departamento trayendo dosdocenas de sandwiches de miga para una picada con queso, fiambre,aceitunas y saladitos. Llegó, entró a midepto y cuando la vi me deslumbré. Y ni hablar cuando me besó suavecito y mesaludó, me excité con su aroma a perfume y pintura de labios, más los vuelos desu pollera, me la cogía vestida y todo. Bueno, charlamos, comimos bien,tomamos, la pasamos bárbaro junto a otra gente invitada mía. Yo charlabaanimado con otras mujeres, muy bien vestido con saco y pantalón negro, zapatosy riquísimo perfume, mientras comía un sandwich de jamón crudo y queso. Pero yola miraba a Estela cada tanto, y ella veía que yo la seguía y no le sacaba lavista. Pensó que yo estaría enamorado de ella, soltero que soy, pero yo ya sé que Estela es casada, si bienfue sola. Pero igual ella no prestó atención y siguió disfrutando la cena y elcumple, que terminó pasadas las 2 de la mañana.
Cuando los invitados se fueron, nos quedamos solos. Y no pude más.Muy elegante, maquillada, perfume fuerte, cremita, tremenda yegua pelirroja.Nomás le confesé que estaba excitadísimo con ella y que si podía tener sexo. Ycomo ella también quería loca sentir mi pene y recibir lo mío que ya conoce ,aceptó rapidísima. Pero no hizo falta ir a un hotel: fuimos a mi habitación,nos besamos, nos mimamos, nos calentamos y sacado le pedí que me estimularaporque me costaba la erección con lo de las pastillas. Ni lerda ni perezosa,Estelita me dijo sí mimosa y se fue sacando la ropa, la pollera y los tacos, mevolví loco y le desabroché la blusa y cuando le vi la ropa interior casi me lacomo cruda. Me frenó para sacarme mi ropa, y cuando estuve en calzón y me vioel pene largo y grueso, listo, la divina me sacó el calzón, se quitó suavecitoy provocativa las medias negras, las ligas, el corpiño y finalmente, labombacha negra supererótica.
Y me estimuló magistralmente al punto que rendí de primera. Me leacosté, la penetré por la vagina y le di con furia y locura hasta acabarterrible semen en su vagina. Después le di por la cola, le bañé de semen lacara, le exprimí sus tetas preciosas y perfectas como limones y me excitó tantoque hasta me hizo pajearme, lo cual hice con ganas y de mi salchichón de 25 cm largué semen hasta porlas bolas, el que la mujer tragó con gusto y luego pasó la lengüita. Noconforme, Estela me dio su flujo, se masturbó sobre mí y luego le pedí más,excitado con el elegancia, su aroma a pintura y crema y los sandwichitos. YEstelita se abrió nomás en cuatro, me estimuló con una cosita de su cartera yse la di hasta que quedé exhausto, con el pene hecho bolsa de tanta eyaculaciónde semen a borbotones. Y pasamos una noche imborrable, cumpliendo mi sueño decepillarme a Estela, ésa de quien siempre soñé con el sexo.
Así de elegante, Estela llegó a mi departamento trayendo dosdocenas de sandwiches de miga para una picada con queso, fiambre,aceitunas y saladitos. Llegó, entró a midepto y cuando la vi me deslumbré. Y ni hablar cuando me besó suavecito y mesaludó, me excité con su aroma a perfume y pintura de labios, más los vuelos desu pollera, me la cogía vestida y todo. Bueno, charlamos, comimos bien,tomamos, la pasamos bárbaro junto a otra gente invitada mía. Yo charlabaanimado con otras mujeres, muy bien vestido con saco y pantalón negro, zapatosy riquísimo perfume, mientras comía un sandwich de jamón crudo y queso. Pero yola miraba a Estela cada tanto, y ella veía que yo la seguía y no le sacaba lavista. Pensó que yo estaría enamorado de ella, soltero que soy, pero yo ya sé que Estela es casada, si bienfue sola. Pero igual ella no prestó atención y siguió disfrutando la cena y elcumple, que terminó pasadas las 2 de la mañana.
Cuando los invitados se fueron, nos quedamos solos. Y no pude más.Muy elegante, maquillada, perfume fuerte, cremita, tremenda yegua pelirroja.Nomás le confesé que estaba excitadísimo con ella y que si podía tener sexo. Ycomo ella también quería loca sentir mi pene y recibir lo mío que ya conoce ,aceptó rapidísima. Pero no hizo falta ir a un hotel: fuimos a mi habitación,nos besamos, nos mimamos, nos calentamos y sacado le pedí que me estimularaporque me costaba la erección con lo de las pastillas. Ni lerda ni perezosa,Estelita me dijo sí mimosa y se fue sacando la ropa, la pollera y los tacos, mevolví loco y le desabroché la blusa y cuando le vi la ropa interior casi me lacomo cruda. Me frenó para sacarme mi ropa, y cuando estuve en calzón y me vioel pene largo y grueso, listo, la divina me sacó el calzón, se quitó suavecitoy provocativa las medias negras, las ligas, el corpiño y finalmente, labombacha negra supererótica.
Y me estimuló magistralmente al punto que rendí de primera. Me leacosté, la penetré por la vagina y le di con furia y locura hasta acabarterrible semen en su vagina. Después le di por la cola, le bañé de semen lacara, le exprimí sus tetas preciosas y perfectas como limones y me excitó tantoque hasta me hizo pajearme, lo cual hice con ganas y de mi salchichón de 25 cm largué semen hasta porlas bolas, el que la mujer tragó con gusto y luego pasó la lengüita. Noconforme, Estela me dio su flujo, se masturbó sobre mí y luego le pedí más,excitado con el elegancia, su aroma a pintura y crema y los sandwichitos. YEstelita se abrió nomás en cuatro, me estimuló con una cosita de su cartera yse la di hasta que quedé exhausto, con el pene hecho bolsa de tanta eyaculaciónde semen a borbotones. Y pasamos una noche imborrable, cumpliendo mi sueño decepillarme a Estela, ésa de quien siempre soñé con el sexo.
0 comentarios - Estela me regaló larga noche de sexo para mi cumple