You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Orgasmo sin vocales

Después de haber compartido un café, en la oportunidad en la que se conocieron, siguieron con las charlas intensas en el whatsapp, cortejándose, encerrándose, haciéndose trampas y todos los juegos posibles de la seducción.


Hasta que hubo una frase definitiva, sin vocales, que lo dejó sin aliento. Un desafío lanzado desde aquél lado, quizás sin saber que desde el otro, era su juego favorito, su fantasía permanente.


Ella le escribió “chpm l cnch dspct”… y él le respondió “vas a rogar”.
Los dos no supieron como seguir la charla. Más de cuarenta minutos en silencio. Ardiendo. Hasta que fue él (¿o ella?) quien tiró la invitación final, la que caía de maduro: “mañana, a las cinco, en el bar de la esquina de la oficina”. Y la respuesta, innecesaria: “allí estaré”.


Y fue llegar al lugar, y comenzar a desarrollar lo que luego serían los ritos permanentes: cerrar la puerta, burlarse de la vida que quedaba allí afuera, mirarse a los ojos cómplices, y abrazarse. 


Pero esa vez, la primera, se ponía mucho en juego. Y no sólo se trataba de las fuerzas que emanaban de sus cuerpos y que chocaban contra el otro, descubriéndose, reconociéndose. También vivían las contradicciones de sus propios deseos. Ambos luchaban internamente, por disfrutarse, saborearse, hacerse desear, y todo estaba nublado por las ganas de penetrarse, gozarse, acabarse en el otro. 


Por suerte, primó la cordura. Y él tomó el control. Al menos por un rato. El suficiente para demostrar que era su mano firme la que signarían los próximos pasos.


Ella se dejó llevar mansamente.


Se puso en puntas de pie, para que el pantalón cayera al suelo y sintió un escalofrío cuando sintió la palma de la mano bien abierta en su espalda.
Los labios estaban chocándose. Los de él y los de ella. El beso profundo, atrevido, escudriñador, los alentaba a comenzar por fin, la fiesta de los cuerpos.


Puso sus dos manos en su cintura, y la subió a la mesa. Sus piernas quedaron colgando, y de un tirón le arrancó su tanguita. Ella ensayó una protesta poco creíble. Él seguía administrando cuchilladas, la tensión entre la brutalidad y la suavidad. El despojo de toda ropa y la caricia rozando la piel.


Su boca se acercó a su ombligo. Ella supo lo que venía. Sus manos rozaron sus pechos, y ella tiró la cabeza hacia atrás, conformando una línea recta entre el mentón y el clítoris que demuestra que el cuerpo está preparado para recibir el mar de sensaciones que está por inundarlo todo.
Esa fue la primera de las tres señales que recibió él para saber que estaba bien encaminado, y que terminaría por satisfacerlo, quizás, por primera vez en su vida.


La respiración de ella se agitaba a medida que los roces de las manos y de la boca se acercaban a su centro. Él no se dejaba amilanar. Estaba dispuesto a estirar el momento hasta el límite de lo insoportable, “hasta que ruegues” le había dicho.


Tampoco fue fácil para él, que lo que realmente deseaba era sentir en su miembro todo el calor que imaginaba recibiría al instante de penetrarla.


 Ya habría tiempo para esos menesteres.


Ahora si apenas acercaba su boca a los muslos, mientras el cuerpo de su amante se retorcía de placer, y un murmullo brotaba de su boca.


Hasta que empezó a ocurrir… sus labios rozaron el clítoris y la reacción fue la esperada. El cuerpo de ella se tensó y gimió. Pero también ocurrió algo inesperado. Empezó a hablarle. Nunca antes le había ocurrido. Ella empezó a decir que si. Varias veces. “si, si, si”. Afirmaciones que le llevaban a continuar con la tarea propuesta, la de chprl l cnch dspct… la de jugar con la punta de la lengua sobre la base del clítoris, la de lamerla completa, la de penetrarla lentamente endureciéndola como si fuera un pequeño pene. 


Pero empezó a escuchar las murmuraciones de la que era su dama parlemitana. La mujer dulce, sofisticada, que no se atrevía ni siquiera a ponerle vocales a la única provocación directa que había obtenido después de largas charlas, empezó a gritar “si, así, haceme círculos, no pares, chupame la concha, hijo de puta, así, si, si, puto, cogeme, cogeme de una vez puto, quiero coger, Agus, cogeme” todo junto y con un tono grave, transformada en un verdadero animal en celo.


Se concentró en hacer círculos con la lengua. Y utilizó la yema del dedo índice para acariciar los labios, mientras soplaba, chupaba, rozaba y succionaba el pequeño botoncito centro del placer, hasta que toda una furia se concentraba en el vientre.


De un empujón le sacó la cara. Y se apretó la concha y el clítoris con la mano, apenas tres segundos. Su cuerpo se contrajo y se desplomó con el grito de un oso.


Se hizo un bollito y le dio la espalda.
Cuando recuperó el aliento, abrió un ojo, como espiando. Una sonrisa angelical quedó estampada en su cara. 


-Algunos se asustan del oso. Parece que a vos te gusta.
-Es el más grande descubrimiento que ha hecho la humanidad.
Parece que esa fue la respuesta correcta, porque como un resorte se incorporó y empezó a tragarse la pija que estaba por estallar de placer, pero eso, eso es otra historia.







Orgasmo sin vocales

10 comentarios - Orgasmo sin vocales

WarmySupay +1
quiero mas!! 🙊
VoyeaurXVII
busquemonos... y tendrá mucho más!
SweetDragonfly_ +1
Las palabras, las descripciones, las sensaciones, las miradas.. Perfecto, como siempre. Andaba extrañando tus relatos.
VoyeaurXVII +1
jeje... casi me zarpo y digo "usted lo que extraña es otra cosa"... pero mejor guardo las formas.
SweetDragonfly_ +1
@VoyeaurXVII zarpate.. como si no te gustara provocar y perder las formas jajaj
buenosaires2018 +1
muy buen relato! me gusta el hombre conocedor de los placeres femeninos van 10 puntos! 😘😘😘
VoyeaurXVII
cuando quiera...
Lady_GodivaII +2
excelente!!!! me encantó
VoyeaurXVII +1
que gusto me da que te encante!!
Pervberto +1
Casi que también sobraron las consonantes...
VoyeaurXVII +1
esa es buena... pero serìa algo mudo... y no, no fue mudo
horrotika +1
Muy buen relato!!! las que tenemos acceso a conocedores de los secretos de comer bien la concha, (pues dsgraciadamente no todos saben hacerlo) sabemos que es uno de los placeres mas ardientes que existen...y ahi es cuando gritos de osas, leonas, yeguas y demas bestias sensuales salen en estampida desde nosotras...
VoyeaurXVII +1
lo importante es arrancarles a todas esas bestias... hasta el ultimo alarido y hasta la ultima gota de placer.
Tetasgrandes03 +2
que rico!
VoyeaurXVII
de eso es de lo que le estoy hablando...
pero también, hay otras gracias...
5contar -1
Cometí el gravísimo error de leerlo en el trabajo... ahora tengo una calentura que se me nota en la mirada! Atrás todas las pijas! Que este relato me dejó súper caliente...
De por sí un placer enorme leerte. Qué calenturas hermosas 😏
VoyeaurXVII
que lindo provocarte esto (y no es laprimera vez!)
5contar +1
@VoyeaurXVII y sinceramente espero que me lo sigas provocando!
VoyeaurXVII
Charlemos! (Necesito musas para proximos relatos)
chuky75 +1
Tremendo relato...eh estado ahi y rememore esas sensaciones en las feminas..
skalarigil
Casi a punto de arruinarse el relato con el último párrafo; menos mal terminó anunciando otra historia.
VoyeaurXVII
tanto?
tan fulero?
skalarigil +1
@VoyeaurXVII el relato es sobre comerse un coño; una pija está de más. 💋
VoyeaurXVII +1
lo tomo... buen punto!