Por fin el gran día había llegado, Eva Estaba emocionada iba a viajar a Äfrica con Fede, uno de los mejores arqueólogos de España, encima era su amigo Fede.. la noche antes penas pudo dormir y desde que hicieron el trasbordo en Franfurt no había podido dormir nada. También porque Fede iba dormido y tenía apoyada la cabeza sobre sus tetas, si el pobre hasta había babeado sobre la camisa blanca de Eva por lo que una parte de su pecho derecho por efecto de las babas se transparentaba totalmente. Por recomendación de Fede, sin duda un experto en viajes, viajaba sin sujetador para evitar presiones, aunque por el contrario le había recomendado ponerse una camisita blanca muy ceñida, para que le sujetasen los pechos. Eva no estaba muy convencida porque la camisa le apretaba bastante y se le marcaban los pezones y encima con el frío del avión más,
pero claro ella solo había viajado una vez en avión antes de ese día y Fede era un experto viajero. Como Fede no dejaba de mover la boca estando dormido notaba constantemente el roce de su boca sobre sus tetas al principio le hacía cosquillas los labios y la barba de un día de Fede, pero llevaba más de una hora de "sobeteo" labial y ya empezaba a hacerle daño.
Se sentía un poco incomoda, sin duda la tripulación se había dado cuenta que se le transparentaba una teta, porque cada vez que pasaban no dejaban de mirarla, sobre todo un solicito azafato que constantemente se acercaba a ver si necesitaba algo.
Cuando por fin aterrizaron y descendieron de la escalerilla lo primero que Eva notó es que la envolvía una gran bocanada de calor, en el avión había pasado algo de frío pero sin duda el consejo de Fede de llevar una camisa ligera y un pantalón muy cortio era bueno ya que en África hacía mucho, pero mucho calor. Nada mas entrar en el edificio y antes de llegar al control de aduanas, un representante de la embajada española y amigo del profesor, debido sin duda a los múltiples viajes que anteriormente había realizado estaba esperándoles.
Hola Fede, bienvenido una vez más.
Hola Ricardo – dijo Fede mientras extendía la mano y se la apretaban muy afectuosamente – quiero presentarte a mi nueva ayudante, Eva.
Eva se acercó y le dio dos besos.
Encantado Eva. – dijo Ricardo mientras le lanzaba una mirada de arriba abajo descaradamente principalmente a su teta derecha que seguía transparentándose en la blusa.
Eva por qué no te adelantas tú, vas al baño a arreglarte un poco y quedamos en la zona de control de pasaportes… así mientras tanto charlo con mi amigo y nos ponemos al día.
La verdad es que no necesitas arreglarte- dijo Ricardo dirigiéndole una sonrisa a Eva mientras la miraba de arriba a abajo.
Gracias- comentó una ruborizada Eva, no sé si por el calor, por el piropo o porque era consciente que se le veía una teta y se fue hacía la terminal.
Cuando Fede y Ricardo se quedaron solos, Ricardo le comentó.
Joder Fede… eres un cabrón, cada vez te traes a ayudantes más buenorras.
Es que la arqueología tiene su tirón – dijo Fede en tono divertido.
Yo no podría trabajar con una ayudante así… ¿pero has visto que peazo tetas tiene?
Me he fijado, me he fijado y estado lamiéndoselas todo el viaje… y la tía ni se ha enterado…pero me pone más ese culito.
¿Es muy joven, ¿no?
Antes de ayer cumplió los 18…
Joder pues esta ya desarrolladita… ¿Y ya te la has tirado?
Todavía no… pero se hará lo que se pueda. Además es una amiga de la familia y te garantizo que hace años que ha llegado al punto de maduración.
Creo que este año te visitaré mucho en la excavación, aunque pocas posibilidades tendré con una tía así de buena.
Bueno hasta donde sé… y ya te digo que la conozco hace años… es muy complaciente… más bien de fácil convencer.
¿En serio?- dijo un sorprendido Ricardo- ¿ya se la han zumbado?
Hasta donde sé el servicio de la casa de su padre esta… ¿cómo decirlo?... muy contento de servirla.
¿Es una guarrilla? ¿Le va la marcha?
Creo que le va la marcha… pero no sé si es muy consciente de lo que se aprovechan de ella
¿Es tonta?
No, no, tiene un coeficiente intelectual muy alto… digamos que es un poco ingenua para los hombres. ¿Tú conoces a los policías del control de pasaportes?
Hombre me paso el día recibiendo gente aquí… claro que los conozco.
Pues escucha que igual te la zumbas antes de visitarnos en el campamento…
Fede le explicó su plan.
Eso no puede dar resultado – dijo Ricardo tras escuchar el plan de su amigo.
¿Perdemos algo por intentarlo? Eva confia plenamente en mi… vamos para allí yo la entretengo un poco y tú hablas con la policía.
Fede y Ricardo llegaron a la terminal y se encontraron a Eva con la camisa ya seca por lo que aunque se le marcaban las tetazas y todo el mudo podía imaginarlas no se le veían. Mientras Ricardo se acercaba al control Fede estuvo buscando durante casi 10 minutos su pasaporte, a fin de dar tiempo a Ricardo a preparar todo. Cuando Ricardo le hizo una seña, Fede por fin lo encontró.
Eva, por fin lo encuentro… menos mal, sino no entro en este país.
Uff sí menos mal… que susto me has dado. ¿Te imaginas que después de tanto preparativo igual no podemos entrar?
La primera en pasar el control fue Eva. Un par de policías negros le hicieron infinidad de preguntas mientras Ricardo traducía. Todo iba bien hasta que de repente Ricardo hablaba en árabe y parecía enfadado y los dos policías negaban con la cabeza. En ese momento apareció un policía con más galones y un montón de cosas doradas por toda la chaqueta, debía ser el jefe. Su oficina no debía tener aire acondicionado ya que la camisa presentaba grandes manchas de sudor, además la camisa debió quedarle bien hacía años porque los botones estaban a punto de reventar en la zona de la barriga y menos mal que los del pecho los tenía desabotonados porque sino seguro que no le entraba con esa pedazo de barriga. Entre los botines le salían lorzas de grasa de su barrigota.
¿Algún problema Don Ricardo? – dijo con una amplia sonrisa en un casi perfecto castellano.
Sí, Amed gracias por salir de la oficina, sus hombres insisten en registrar a mis amigos… me niego… este señor y su ayudante vienen a contribuir a la cultura de este país
Bueno, bueno.. seguro que podemos aclararlo – Se dirigió a sus hombre en una lengua que Eva no entendía y estos le contestaron. Por supuesto Eva no se entero de nada.
Lo lamento Don Ricardo pero mis hombres solo cumplen con su función
Por favor Amed – dijo Ricardo- Somos países amigos
Por favor Don Ricardo… no me ponga en un compromiso, sabe que le estimo y le respeto y que no deseo un conflicto con España pero mis hombres indican que hay algo sospechoso
Protesto enérgicamente y la trasladaré a sus superiores.
Por favor Don Ricardo cuanto antes empiece el registro antes terminaremos.
Entonces exijo que venga una mujer policía
Por favor Don Ricardo, usted sabe que no hay mujeres policía en mi país… no pida imposibles- dijo Amed con una voz cansina.
Pues entonces no permitimos el cacheo.
Pues entonces sus ciudadanos no entrarán en el país… Buenas tardes Don Ricardo – dijo mientras se daba la vuelta para volver a su despacho.
Por primera vez intervino Eva.
Ricardo ¿qué pasa?
Quieren cachearos antes de entrar al país… y aquí los cacheos son muy profundos… si no accedéis no os conceden el permiso de entrada.
No será para tanto – dijo Eva
Bueno a mi ya me han cacheado una vez… y la verdad que no es agradable te garantizo que buscan muy profundamente, pero que muy profundamente pero yo no me vuelvo a España- intervino Fede
Yo tampoco- aseguró Eva
¿Estas segura? – le preguntó Ricardo- aquí no hay mujeres policía.
Sí claro, si Fede va a hacerlo yo también.
Igual deberías estar presente durante el cacheo- apuntilló Fede- por garantizar los derechos de Eva, claro.
Creo que eso puedo conseguirlo…. Amed por favor regresa – dijo Ricardo levantando la voz- aceptamos el cacheo pero yo participaré de el mismo.
Claro, claro Don Ricardo… sin duda. ¿Empezamos por la chica o por el señor?
Por la chica, por la chica. – dijo Ricardo con voz ansiosa
Uno de los dos guardias, Ricardo y Amed, el jefe de la policía entraron con Eva en un cuarto. A Eva le sorprendió la sobriedad del sitio, había una mesa y una línea en el suelo con un trozo de cinta aislante. La sala estaba muy iluminada porque entraba gran cantidad de luz por dos ventanas altas que tenía la sala, pero era tan altas que Eva no podía ver el exterior.
Amed colocó de malos modos a Eva frente a la línea y le ordeno.
desnúdate
Eva interrogo con la mirada a Ricardo, que asintió. Por lo que Eva fue soltándose lentamente los botones de la blusa hasta que se la quitó. Durante unos segundos se quedó quieta por lo que el guardia negro le tiró levemente de los pantaloncitos cortos que Eva llevaba indicándole que debía quitárselos
Allí estaba Eva soltándose los pantaloncitos frente a esa línea mientras los tres hombres no dejaban de mirarla. Eva se bajó el pantalón y se quedó con un precioso tanguita de hilo dental blanco
En ese momento Amed ,exclamó un
Ohh… lleva la braga rota
Eva miró a Ricardo extrañada por el comentario y este intervino
Piensa que tu braga esta rota porque no tiene…. No tiene parte trasera… veras Amed en Europa ahora se lleva este tipo de ropa interior no esta rota.. se llama tanguita
Lankita… repitió Amed lo que hizo que Eva se riese.
No, no puntualizo Ricardo, tanguita, tanguita con t de turrón que tanto te gusta cuando te traigo de España.
Ahh tanguita, tanguita… bonito nombre para esa prenda. Por favor Eva quítate la tanguita
Eva se la quitó, y como el resto de prendas las dejó en el suelo junto a ella. Debía estar preciosa totalmente depiladita ya que era una recomendación que le había hecho Fede para no tener que depilarse en el campamento y evitar cortes e infecciones. Allí estaba ella en un país extranjero delante de dos policías negros, totalmente desnuda… menos mal que al menos estaba Ricardo.
Es una niña- dijo Amed mientras cogía el pasaporte y miraba su fecha de nacimiento- pero aquí dice que es mayor… el pasaporte es falso.
No, no el pasaporte no es falso- dijo una asustada Eva que temía no poder entrar en el país si pensaban que era falso- tengo 18 años. En mi país soy mayor de edad
Pero esto- dijo un extrañado Amed señalando y tocando con el dedo índice el coñito de Eva.
Por favor Amed vas a tener que visitar mi país y sus playas… el que no tenga pelitos en… en.. eso – dijo señalando el coñito de Eva y también apoyando su dedito - no quiere decir que sea una niña… muchas mujeres se lo afeitan es más para estos viajes se recomiendan… también muchos hombres
¿Hombres? Los europeos estáis locos… sois poco hombres… maricas
Por favor Amed… no digas tonterías eso no tiene nada que ver.
Los hombres siempre con pelo – y diciendo esto se bajo la cremallera se soltó el botón del pantalón y dejó al aire una polla medio morcillota bien llenita de pelos la verdad. – Ves hombres pelo,
si Ala no hubiese deseado que tuviésemos pelo nos lo hubiese quitado
Por favor Amed vamos a dejarlo y súbete ese pantalón - insistió Ricardo
Eva alucinaba un poco al verdad allí en medio plantada desnuda y rodeada de Ricardo y esos dos policías negros… ella pensaba que por lo menos entendía lo que decían pero el otro pobre policía que no se enteraba de nada y veía como su jefe sacaba su polla … la verdad que a la pobre Eva le daba pena ese policia. Sus pensamientos se interrumpieron cuando hablo Amed que ya se había metido la polla.
Pon las manos sobre la cabeza.
Eva lo hizo y Amed hizo un gesto al otro policía negro que empezó a cachear el desnudo cuerpo de Eva. Las manos empezaron por los tobillos pero enseguida recorrieron cada centímetro de su piel, sus rodillas sus piernas… y cuando llegaron a su culo separaron los cachetes y le sobaron el interior. Las manos pasaban más o menos rápido y como Eva ya se temía enseguida se posaron en su coño y recorrieron los labios vaginales. Eva miró con cara de sorpresa a Ricardo que no perdida detalle del cacheo, Ricardo interpretó s mirada y le contestó en voz alta.
Están buscando posibles drogas u armas pegadas a la piel, aquí los traficantes pegan trozo de latex y esconden esascosas.
Ahh dijo Eva que al menos ahora entendía la razón del manoseo. Para entonces las manos del policía ya estaban en sus precisos pechos blanquitos… a Eva le pareció que las manos se entretenían más de lo necesario pero como Ricardo no dijo nada pensó que serían imaginaciones suyas. Por lo menos ya terminaba, ya le estaban revisando su preciso pelo rubio. El policía negro dijo algo que no entendió Eva pero enseguida tradujo Ricardo.
Dice que estas limpia.
Eva se tranquilizó, pero en ese momento vio como Amed se ponía un guante de plástico lo que la intranquilizó un poco
Abre la boca Eva, lo que esta hizo y notó como Amed introducía el dedo por todos sus dientes y bastante dentro en el interior de la garganta.
Date la vuelta y flexiopona, no no es flexiopona es flexiona, si eso es … mi castellano cada vez es peor flexiona la espalada hacia delante y tócate los pies con la mano
Tu castellano es fantástico Amed, dijo un siempre atento y diplomático Ricardo. Allí volvía a estar Eva ahora con el culo para fuera mientras los tres hombres la miraban y dos de ellos se lanzaban halagos sobre si hablaba bien o mal el castellano. Por lo menos estuvieron un minuto halagándose mutuamente entre Ricardo y Amed mientras Eva estaba "ofreciendoles" el culo e imaginando lo que iba a pasarle.
Amed debió pedir al guardia que le separase los glúteos porque este así lo hizo. Sin previo aviso Eva notó como al menos dos dedos rechonchos de Amed se introducían en su virginal ano… dolió y bastante la verdad, primero porque tenía el ano contraído por el miedo y por supuesto el cabronazo de Amed no uso nada de lubricante.
Ahhh chilló Eva
Continuará...
pero claro ella solo había viajado una vez en avión antes de ese día y Fede era un experto viajero. Como Fede no dejaba de mover la boca estando dormido notaba constantemente el roce de su boca sobre sus tetas al principio le hacía cosquillas los labios y la barba de un día de Fede, pero llevaba más de una hora de "sobeteo" labial y ya empezaba a hacerle daño.
Se sentía un poco incomoda, sin duda la tripulación se había dado cuenta que se le transparentaba una teta, porque cada vez que pasaban no dejaban de mirarla, sobre todo un solicito azafato que constantemente se acercaba a ver si necesitaba algo.
Cuando por fin aterrizaron y descendieron de la escalerilla lo primero que Eva notó es que la envolvía una gran bocanada de calor, en el avión había pasado algo de frío pero sin duda el consejo de Fede de llevar una camisa ligera y un pantalón muy cortio era bueno ya que en África hacía mucho, pero mucho calor. Nada mas entrar en el edificio y antes de llegar al control de aduanas, un representante de la embajada española y amigo del profesor, debido sin duda a los múltiples viajes que anteriormente había realizado estaba esperándoles.
Hola Fede, bienvenido una vez más.
Hola Ricardo – dijo Fede mientras extendía la mano y se la apretaban muy afectuosamente – quiero presentarte a mi nueva ayudante, Eva.
Eva se acercó y le dio dos besos.
Encantado Eva. – dijo Ricardo mientras le lanzaba una mirada de arriba abajo descaradamente principalmente a su teta derecha que seguía transparentándose en la blusa.
Eva por qué no te adelantas tú, vas al baño a arreglarte un poco y quedamos en la zona de control de pasaportes… así mientras tanto charlo con mi amigo y nos ponemos al día.
La verdad es que no necesitas arreglarte- dijo Ricardo dirigiéndole una sonrisa a Eva mientras la miraba de arriba a abajo.
Gracias- comentó una ruborizada Eva, no sé si por el calor, por el piropo o porque era consciente que se le veía una teta y se fue hacía la terminal.
Cuando Fede y Ricardo se quedaron solos, Ricardo le comentó.
Joder Fede… eres un cabrón, cada vez te traes a ayudantes más buenorras.
Es que la arqueología tiene su tirón – dijo Fede en tono divertido.
Yo no podría trabajar con una ayudante así… ¿pero has visto que peazo tetas tiene?
Me he fijado, me he fijado y estado lamiéndoselas todo el viaje… y la tía ni se ha enterado…pero me pone más ese culito.
¿Es muy joven, ¿no?
Antes de ayer cumplió los 18…
Joder pues esta ya desarrolladita… ¿Y ya te la has tirado?
Todavía no… pero se hará lo que se pueda. Además es una amiga de la familia y te garantizo que hace años que ha llegado al punto de maduración.
Creo que este año te visitaré mucho en la excavación, aunque pocas posibilidades tendré con una tía así de buena.
Bueno hasta donde sé… y ya te digo que la conozco hace años… es muy complaciente… más bien de fácil convencer.
¿En serio?- dijo un sorprendido Ricardo- ¿ya se la han zumbado?
Hasta donde sé el servicio de la casa de su padre esta… ¿cómo decirlo?... muy contento de servirla.
¿Es una guarrilla? ¿Le va la marcha?
Creo que le va la marcha… pero no sé si es muy consciente de lo que se aprovechan de ella
¿Es tonta?
No, no, tiene un coeficiente intelectual muy alto… digamos que es un poco ingenua para los hombres. ¿Tú conoces a los policías del control de pasaportes?
Hombre me paso el día recibiendo gente aquí… claro que los conozco.
Pues escucha que igual te la zumbas antes de visitarnos en el campamento…
Fede le explicó su plan.
Eso no puede dar resultado – dijo Ricardo tras escuchar el plan de su amigo.
¿Perdemos algo por intentarlo? Eva confia plenamente en mi… vamos para allí yo la entretengo un poco y tú hablas con la policía.
Fede y Ricardo llegaron a la terminal y se encontraron a Eva con la camisa ya seca por lo que aunque se le marcaban las tetazas y todo el mudo podía imaginarlas no se le veían. Mientras Ricardo se acercaba al control Fede estuvo buscando durante casi 10 minutos su pasaporte, a fin de dar tiempo a Ricardo a preparar todo. Cuando Ricardo le hizo una seña, Fede por fin lo encontró.
Eva, por fin lo encuentro… menos mal, sino no entro en este país.
Uff sí menos mal… que susto me has dado. ¿Te imaginas que después de tanto preparativo igual no podemos entrar?
La primera en pasar el control fue Eva. Un par de policías negros le hicieron infinidad de preguntas mientras Ricardo traducía. Todo iba bien hasta que de repente Ricardo hablaba en árabe y parecía enfadado y los dos policías negaban con la cabeza. En ese momento apareció un policía con más galones y un montón de cosas doradas por toda la chaqueta, debía ser el jefe. Su oficina no debía tener aire acondicionado ya que la camisa presentaba grandes manchas de sudor, además la camisa debió quedarle bien hacía años porque los botones estaban a punto de reventar en la zona de la barriga y menos mal que los del pecho los tenía desabotonados porque sino seguro que no le entraba con esa pedazo de barriga. Entre los botines le salían lorzas de grasa de su barrigota.
¿Algún problema Don Ricardo? – dijo con una amplia sonrisa en un casi perfecto castellano.
Sí, Amed gracias por salir de la oficina, sus hombres insisten en registrar a mis amigos… me niego… este señor y su ayudante vienen a contribuir a la cultura de este país
Bueno, bueno.. seguro que podemos aclararlo – Se dirigió a sus hombre en una lengua que Eva no entendía y estos le contestaron. Por supuesto Eva no se entero de nada.
Lo lamento Don Ricardo pero mis hombres solo cumplen con su función
Por favor Amed – dijo Ricardo- Somos países amigos
Por favor Don Ricardo… no me ponga en un compromiso, sabe que le estimo y le respeto y que no deseo un conflicto con España pero mis hombres indican que hay algo sospechoso
Protesto enérgicamente y la trasladaré a sus superiores.
Por favor Don Ricardo cuanto antes empiece el registro antes terminaremos.
Entonces exijo que venga una mujer policía
Por favor Don Ricardo, usted sabe que no hay mujeres policía en mi país… no pida imposibles- dijo Amed con una voz cansina.
Pues entonces no permitimos el cacheo.
Pues entonces sus ciudadanos no entrarán en el país… Buenas tardes Don Ricardo – dijo mientras se daba la vuelta para volver a su despacho.
Por primera vez intervino Eva.
Ricardo ¿qué pasa?
Quieren cachearos antes de entrar al país… y aquí los cacheos son muy profundos… si no accedéis no os conceden el permiso de entrada.
No será para tanto – dijo Eva
Bueno a mi ya me han cacheado una vez… y la verdad que no es agradable te garantizo que buscan muy profundamente, pero que muy profundamente pero yo no me vuelvo a España- intervino Fede
Yo tampoco- aseguró Eva
¿Estas segura? – le preguntó Ricardo- aquí no hay mujeres policía.
Sí claro, si Fede va a hacerlo yo también.
Igual deberías estar presente durante el cacheo- apuntilló Fede- por garantizar los derechos de Eva, claro.
Creo que eso puedo conseguirlo…. Amed por favor regresa – dijo Ricardo levantando la voz- aceptamos el cacheo pero yo participaré de el mismo.
Claro, claro Don Ricardo… sin duda. ¿Empezamos por la chica o por el señor?
Por la chica, por la chica. – dijo Ricardo con voz ansiosa
Uno de los dos guardias, Ricardo y Amed, el jefe de la policía entraron con Eva en un cuarto. A Eva le sorprendió la sobriedad del sitio, había una mesa y una línea en el suelo con un trozo de cinta aislante. La sala estaba muy iluminada porque entraba gran cantidad de luz por dos ventanas altas que tenía la sala, pero era tan altas que Eva no podía ver el exterior.
Amed colocó de malos modos a Eva frente a la línea y le ordeno.
desnúdate
Eva interrogo con la mirada a Ricardo, que asintió. Por lo que Eva fue soltándose lentamente los botones de la blusa hasta que se la quitó. Durante unos segundos se quedó quieta por lo que el guardia negro le tiró levemente de los pantaloncitos cortos que Eva llevaba indicándole que debía quitárselos
Allí estaba Eva soltándose los pantaloncitos frente a esa línea mientras los tres hombres no dejaban de mirarla. Eva se bajó el pantalón y se quedó con un precioso tanguita de hilo dental blanco
En ese momento Amed ,exclamó un
Ohh… lleva la braga rota
Eva miró a Ricardo extrañada por el comentario y este intervino
Piensa que tu braga esta rota porque no tiene…. No tiene parte trasera… veras Amed en Europa ahora se lleva este tipo de ropa interior no esta rota.. se llama tanguita
Lankita… repitió Amed lo que hizo que Eva se riese.
No, no puntualizo Ricardo, tanguita, tanguita con t de turrón que tanto te gusta cuando te traigo de España.
Ahh tanguita, tanguita… bonito nombre para esa prenda. Por favor Eva quítate la tanguita
Eva se la quitó, y como el resto de prendas las dejó en el suelo junto a ella. Debía estar preciosa totalmente depiladita ya que era una recomendación que le había hecho Fede para no tener que depilarse en el campamento y evitar cortes e infecciones. Allí estaba ella en un país extranjero delante de dos policías negros, totalmente desnuda… menos mal que al menos estaba Ricardo.
Es una niña- dijo Amed mientras cogía el pasaporte y miraba su fecha de nacimiento- pero aquí dice que es mayor… el pasaporte es falso.
No, no el pasaporte no es falso- dijo una asustada Eva que temía no poder entrar en el país si pensaban que era falso- tengo 18 años. En mi país soy mayor de edad
Pero esto- dijo un extrañado Amed señalando y tocando con el dedo índice el coñito de Eva.
Por favor Amed vas a tener que visitar mi país y sus playas… el que no tenga pelitos en… en.. eso – dijo señalando el coñito de Eva y también apoyando su dedito - no quiere decir que sea una niña… muchas mujeres se lo afeitan es más para estos viajes se recomiendan… también muchos hombres
¿Hombres? Los europeos estáis locos… sois poco hombres… maricas
Por favor Amed… no digas tonterías eso no tiene nada que ver.
Los hombres siempre con pelo – y diciendo esto se bajo la cremallera se soltó el botón del pantalón y dejó al aire una polla medio morcillota bien llenita de pelos la verdad. – Ves hombres pelo,
si Ala no hubiese deseado que tuviésemos pelo nos lo hubiese quitado
Por favor Amed vamos a dejarlo y súbete ese pantalón - insistió Ricardo
Eva alucinaba un poco al verdad allí en medio plantada desnuda y rodeada de Ricardo y esos dos policías negros… ella pensaba que por lo menos entendía lo que decían pero el otro pobre policía que no se enteraba de nada y veía como su jefe sacaba su polla … la verdad que a la pobre Eva le daba pena ese policia. Sus pensamientos se interrumpieron cuando hablo Amed que ya se había metido la polla.
Pon las manos sobre la cabeza.
Eva lo hizo y Amed hizo un gesto al otro policía negro que empezó a cachear el desnudo cuerpo de Eva. Las manos empezaron por los tobillos pero enseguida recorrieron cada centímetro de su piel, sus rodillas sus piernas… y cuando llegaron a su culo separaron los cachetes y le sobaron el interior. Las manos pasaban más o menos rápido y como Eva ya se temía enseguida se posaron en su coño y recorrieron los labios vaginales. Eva miró con cara de sorpresa a Ricardo que no perdida detalle del cacheo, Ricardo interpretó s mirada y le contestó en voz alta.
Están buscando posibles drogas u armas pegadas a la piel, aquí los traficantes pegan trozo de latex y esconden esascosas.
Ahh dijo Eva que al menos ahora entendía la razón del manoseo. Para entonces las manos del policía ya estaban en sus precisos pechos blanquitos… a Eva le pareció que las manos se entretenían más de lo necesario pero como Ricardo no dijo nada pensó que serían imaginaciones suyas. Por lo menos ya terminaba, ya le estaban revisando su preciso pelo rubio. El policía negro dijo algo que no entendió Eva pero enseguida tradujo Ricardo.
Dice que estas limpia.
Eva se tranquilizó, pero en ese momento vio como Amed se ponía un guante de plástico lo que la intranquilizó un poco
Abre la boca Eva, lo que esta hizo y notó como Amed introducía el dedo por todos sus dientes y bastante dentro en el interior de la garganta.
Date la vuelta y flexiopona, no no es flexiopona es flexiona, si eso es … mi castellano cada vez es peor flexiona la espalada hacia delante y tócate los pies con la mano
Tu castellano es fantástico Amed, dijo un siempre atento y diplomático Ricardo. Allí volvía a estar Eva ahora con el culo para fuera mientras los tres hombres la miraban y dos de ellos se lanzaban halagos sobre si hablaba bien o mal el castellano. Por lo menos estuvieron un minuto halagándose mutuamente entre Ricardo y Amed mientras Eva estaba "ofreciendoles" el culo e imaginando lo que iba a pasarle.
Amed debió pedir al guardia que le separase los glúteos porque este así lo hizo. Sin previo aviso Eva notó como al menos dos dedos rechonchos de Amed se introducían en su virginal ano… dolió y bastante la verdad, primero porque tenía el ano contraído por el miedo y por supuesto el cabronazo de Amed no uso nada de lubricante.
Ahhh chilló Eva
Continuará...
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