Eran cerca de las tres de la mañana cuando recibí una llamada, estaba muy cansado de una larga jornada en el trabajo, no quería contestar, pero reconocí el tono del celular de inmediato, pues sólo se puede tratar de una persona. Justo este día mi hermana se mudaría a un departamento después de todo ya es mayor de edad, mis padres adoptivos siempre han sido buenos conmigo, una pareja me adopto cuando yo tenía seis años, porque pensaron que nunca podrían tener hijos, pero no paso mucho tiempo desde que terminaron los tramites de mi adopción cuando mi madre se embarazo de mi hermana, yo le he amado desde el momento en que la vi por primera vez y me propuse ser un buen hermano mayor para ella.
Era mí querida hermana al teléfono, estaba asustada y primero intente tranquilizarle para entender lo que decía, aparentemente dos tipos intentaron entrar a su departamento en la noche:
Mi hermana se encontraba dormida luego de desempacar se quedó dormida por el agotamiento, pero unos ruidos extraños le hicieron despertarse, parecía que alguien rompió un cristal del apartamento y al mirar por la ventana dos siluetas se distinguían corriendo entre la oscuridad. Mi hermana se asusto y pensando en que mis padres se encontraban fuera de la ciudad decidió llamarme, porque estaba muy asustada.
No perdí el tiempo, sin importarme mi cansancio subí a mi auto y comencé mi camino hasta su departamento, al llegar le llame y abrió para recibirme, me recriminó por mi tardanza, pero le dije que ya no estaba en casa de mis padres y que llegar hasta su departamento me toma cerca de media hora, se sorprendió y avergonzada se disculpo y me dijo que había olvidado que ya no estaba en casa de nuestros padres, lo deje pasar, pues después de todo es su primer día en ese departamento.
Ya con más calma nos sentamos a hablar de lo ocurrido, me agradeció sinceramente por ir a buscarle, pero yo le dije que lo hago, porque es mi hermana, jugando le dije que debe estar contenta de que es mi hermana, porque de lo contrario como mínimo me debería una buena mamada. Lo dije sin pensar, pues así soy de directo con otras chicas, me disculpe, pero a ella le hizo gracia el comentario. Le dije que no se preocupara por los inconvenientes, porque para mí aún es una niña pequeña, de forma risueña me dijo que ya no era una niña y que me sorprendería de su habilidad para hacer mamadas, me regreso mi broma de mal gusto.
Decidimos encender la televisión y sin darnos cuenta nos quedamos dormidos, luego de un rato mi hermana me despertó y me dijo que sería mejor dormir, le dije que me parecía bien, pero que me quedaría esa noche para cuidar de ella, acepto, pero cuando me disponía a preparar todo para dormir en el sillón de la sala me detuvo y me dijo que durmiera en la cama, yo le pregunte dónde dormiría ella y me respondió que en la misma cama.
Ante la situación me sorprendí y le pregunte si estaba segura, me contesto de inmediato que estaba bien, somos hermanos después de todo, en tono burlón me pregunto de manera sarcástica ¿o piensas clavarme tu gran verga como a mis amigas? Yo respondí de inmediato ¿de qué hablas? Y me dijo que había hablado con sus amigas y que sabía que estuve con algunas de ellas, me dijo que le comentaron que se sorprendieron del tamaño de mi verga, yo le suplique que parara de hablar de eso y me reto diciendo que entonces fuéramos a la cama o seguiría hablando y yo acepte ir.
Fue un momento extraño, los dos acostados en la cama en medio de la madrugada, me dijo que era muy parecido a cuando de niños dormíamos juntos durante los viajes o las noches de tormentas. Estaba incomodo por mi pantalón de mezclilla y ella lo noto, me dijo que podía quitármelo y yo por evitar la incomodidad y poder descansar me lo quite. Jugamos unos minutos más, bromeamos y recordamos viejos tiempos hasta que quedamos profundamente dormidos.
Era extraño, hace tanto que no dormía a lado de mi hermano, me sentía segura de que estuviera conmigo. No lograba quedarme dormida del todo y de a poco sentí muy cerca de mí que algo crecía a mis espaldas y se restregaba contra mí, era una sensación incomoda, no lo había pensado, pero cuando me propuse averiguar el origen de aquello note que mi hermano tenía una erección y recordé que los hombres sufren de ellas sin razón cuando duermen. Sin darme cuenta la curiosidad me ganó y como estaba a mi alcance quería saber si era verdad lo que mis amigas me habían contado sobre él, su gran verga. La tome entre mis manos y era verdad ya he estado con chicos antes, pero el tamaño de esa verga era impresionante y decidí ponerla en mi boca cuando mi hermano despertó y me descubrió.
Al sentirme extraño desperté y no podía creer lo que mis ojos estaban viendo, frente a mí mi hermana tenía mi verga entre sus manos y estaba mamando mi verga de arriba hasta abajo. Le pregunte sobre la situación y me dijo que quería experimentar, yo le recordé que éramos hermanos, pero me dijo que no compartíamos sangre y que sólo sería esa vez. Luego de que me preguntara si no quería tener sexo con ella, me decidí a intentarlo, pero le mencione que no quería ofenderle, me dijo que estaba bien que lo hiciera como a mí me gustará.
Fue así que comencé a recorrer su cuerpo con mis manos, su delicada y suave piel era lo máximo a ello se le sumaba su dulce voz y sus delicados gestos. Llegado el momento sólo pensaba en introducir mi enorme verga en ella, mi hermana al ser tan pequeña era fácil para mí colocarla en las posturas que me gustan, normalmente con las chicas de su complexión y su edad no suelo tener sexo de la manera en que suelo hacerlo, trato no introducir toda mi verga y de a poco permitirle a la chica que decida que tan profundo puedo llegar, pero en este caso de manera deliberada elegí las posturas que me permitieran clavar toda mi verga en ella e incluso le impedía resistirse al no permitir que sostuviera su propio peso y tuviera oportunidad de decidir la profundidad de las penetraciones.
Logre cansarla rápido de tanto y llegó el momento que más disfrute, mi pequeña hermana estaba exhausta y le deje recostarse mientras estaba aún jadeante me dijo que había sido una gran experiencia, pero le interrumpí y le dije que yo aún estaba a punto de comenzar, mi hermana estaba boca abajo sobre la cama cerca de la cabecera de la misma cuando sin pensarlo introduje mi enorme verga en ella, se sorprendió en gran manera, su cara de sorpresa fue lo mejor, pues estaba agotada y sentía que no podría soportar más.
No me importo que estuviera agotada y comencé a penetrarla con fuerza. A mi hermana no le quedó más que disfrutar de lo que hacía con su cuerpo, logre llevarla al orgasmo en más de una ocasión y entre más me decía que se volvería loca si continuaba más le penetraba hasta llevarle de vuelta a ese estado de excitación, finalmente luego de otros largos minutos termine en su pequeña boca y ella recibió mi corrida con gusto.
Al terminar nos duchamos, acordamos que eso no se volvería a repetir y dormimos. Muy temprano por la mañana alguien llamaba a la puerta, mi hermana estaba indispuesta por lo que yo fui a abrir la puerta, era una mujer junto a dos chicos de unos doce años, pregunte por el motivo de su visita y me dijo que en la noche anterior su hijo y su amigo estaban jugando fútbol fuera de los apartamentos a altas horas de la noche y que por accidente rompieron la ventana de este departamento, ahora todo tenía sentido, nadie había intentado entrar a robar al departamento, los chicos accidentalmente rompieron la ventana y se echaron a correr por miedo a las represalias.
Era mí querida hermana al teléfono, estaba asustada y primero intente tranquilizarle para entender lo que decía, aparentemente dos tipos intentaron entrar a su departamento en la noche:
Mi hermana se encontraba dormida luego de desempacar se quedó dormida por el agotamiento, pero unos ruidos extraños le hicieron despertarse, parecía que alguien rompió un cristal del apartamento y al mirar por la ventana dos siluetas se distinguían corriendo entre la oscuridad. Mi hermana se asusto y pensando en que mis padres se encontraban fuera de la ciudad decidió llamarme, porque estaba muy asustada.
No perdí el tiempo, sin importarme mi cansancio subí a mi auto y comencé mi camino hasta su departamento, al llegar le llame y abrió para recibirme, me recriminó por mi tardanza, pero le dije que ya no estaba en casa de mis padres y que llegar hasta su departamento me toma cerca de media hora, se sorprendió y avergonzada se disculpo y me dijo que había olvidado que ya no estaba en casa de nuestros padres, lo deje pasar, pues después de todo es su primer día en ese departamento.
Ya con más calma nos sentamos a hablar de lo ocurrido, me agradeció sinceramente por ir a buscarle, pero yo le dije que lo hago, porque es mi hermana, jugando le dije que debe estar contenta de que es mi hermana, porque de lo contrario como mínimo me debería una buena mamada. Lo dije sin pensar, pues así soy de directo con otras chicas, me disculpe, pero a ella le hizo gracia el comentario. Le dije que no se preocupara por los inconvenientes, porque para mí aún es una niña pequeña, de forma risueña me dijo que ya no era una niña y que me sorprendería de su habilidad para hacer mamadas, me regreso mi broma de mal gusto.
Decidimos encender la televisión y sin darnos cuenta nos quedamos dormidos, luego de un rato mi hermana me despertó y me dijo que sería mejor dormir, le dije que me parecía bien, pero que me quedaría esa noche para cuidar de ella, acepto, pero cuando me disponía a preparar todo para dormir en el sillón de la sala me detuvo y me dijo que durmiera en la cama, yo le pregunte dónde dormiría ella y me respondió que en la misma cama.
Ante la situación me sorprendí y le pregunte si estaba segura, me contesto de inmediato que estaba bien, somos hermanos después de todo, en tono burlón me pregunto de manera sarcástica ¿o piensas clavarme tu gran verga como a mis amigas? Yo respondí de inmediato ¿de qué hablas? Y me dijo que había hablado con sus amigas y que sabía que estuve con algunas de ellas, me dijo que le comentaron que se sorprendieron del tamaño de mi verga, yo le suplique que parara de hablar de eso y me reto diciendo que entonces fuéramos a la cama o seguiría hablando y yo acepte ir.
Fue un momento extraño, los dos acostados en la cama en medio de la madrugada, me dijo que era muy parecido a cuando de niños dormíamos juntos durante los viajes o las noches de tormentas. Estaba incomodo por mi pantalón de mezclilla y ella lo noto, me dijo que podía quitármelo y yo por evitar la incomodidad y poder descansar me lo quite. Jugamos unos minutos más, bromeamos y recordamos viejos tiempos hasta que quedamos profundamente dormidos.
Era extraño, hace tanto que no dormía a lado de mi hermano, me sentía segura de que estuviera conmigo. No lograba quedarme dormida del todo y de a poco sentí muy cerca de mí que algo crecía a mis espaldas y se restregaba contra mí, era una sensación incomoda, no lo había pensado, pero cuando me propuse averiguar el origen de aquello note que mi hermano tenía una erección y recordé que los hombres sufren de ellas sin razón cuando duermen. Sin darme cuenta la curiosidad me ganó y como estaba a mi alcance quería saber si era verdad lo que mis amigas me habían contado sobre él, su gran verga. La tome entre mis manos y era verdad ya he estado con chicos antes, pero el tamaño de esa verga era impresionante y decidí ponerla en mi boca cuando mi hermano despertó y me descubrió.
Al sentirme extraño desperté y no podía creer lo que mis ojos estaban viendo, frente a mí mi hermana tenía mi verga entre sus manos y estaba mamando mi verga de arriba hasta abajo. Le pregunte sobre la situación y me dijo que quería experimentar, yo le recordé que éramos hermanos, pero me dijo que no compartíamos sangre y que sólo sería esa vez. Luego de que me preguntara si no quería tener sexo con ella, me decidí a intentarlo, pero le mencione que no quería ofenderle, me dijo que estaba bien que lo hiciera como a mí me gustará.
Fue así que comencé a recorrer su cuerpo con mis manos, su delicada y suave piel era lo máximo a ello se le sumaba su dulce voz y sus delicados gestos. Llegado el momento sólo pensaba en introducir mi enorme verga en ella, mi hermana al ser tan pequeña era fácil para mí colocarla en las posturas que me gustan, normalmente con las chicas de su complexión y su edad no suelo tener sexo de la manera en que suelo hacerlo, trato no introducir toda mi verga y de a poco permitirle a la chica que decida que tan profundo puedo llegar, pero en este caso de manera deliberada elegí las posturas que me permitieran clavar toda mi verga en ella e incluso le impedía resistirse al no permitir que sostuviera su propio peso y tuviera oportunidad de decidir la profundidad de las penetraciones.
Logre cansarla rápido de tanto y llegó el momento que más disfrute, mi pequeña hermana estaba exhausta y le deje recostarse mientras estaba aún jadeante me dijo que había sido una gran experiencia, pero le interrumpí y le dije que yo aún estaba a punto de comenzar, mi hermana estaba boca abajo sobre la cama cerca de la cabecera de la misma cuando sin pensarlo introduje mi enorme verga en ella, se sorprendió en gran manera, su cara de sorpresa fue lo mejor, pues estaba agotada y sentía que no podría soportar más.
No me importo que estuviera agotada y comencé a penetrarla con fuerza. A mi hermana no le quedó más que disfrutar de lo que hacía con su cuerpo, logre llevarla al orgasmo en más de una ocasión y entre más me decía que se volvería loca si continuaba más le penetraba hasta llevarle de vuelta a ese estado de excitación, finalmente luego de otros largos minutos termine en su pequeña boca y ella recibió mi corrida con gusto.
Al terminar nos duchamos, acordamos que eso no se volvería a repetir y dormimos. Muy temprano por la mañana alguien llamaba a la puerta, mi hermana estaba indispuesta por lo que yo fui a abrir la puerta, era una mujer junto a dos chicos de unos doce años, pregunte por el motivo de su visita y me dijo que en la noche anterior su hijo y su amigo estaban jugando fútbol fuera de los apartamentos a altas horas de la noche y que por accidente rompieron la ventana de este departamento, ahora todo tenía sentido, nadie había intentado entrar a robar al departamento, los chicos accidentalmente rompieron la ventana y se echaron a correr por miedo a las represalias.
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