Como algunos sabrán, volví hace 4 meses a Argentina. Había estado dos años viviendo en EE.UU haciendo una carrera corta (algo así como un curso intensivo) con la idea de ayudar a mi papá en su empresa.
Por qué EE.UU? Primero porque había quedado enamorada de allá cuando fuimos de vacaciones con mi flia y hacia mucho que rompía las bolas con irme.
Segundo porque mi viejo va bastante seguido por negocios (al menos 3 veces al año).
Tercero porque tiene un amigo allá viviendo hace mucho tiempo, donde ya formó una familia y todo, y cualquier cosa él podía ayudarme en lo que necesitara. Ni hablar que era el contacto para conseguir la visa de estudio.
Cuarto porque mi papá vió que en La Plata me la pasaba de joda y pretendía hacerme cambiar radicalmente de vida mandándome a un lugar totalmente distinto y de lenguaje "extraño" (aunque mi nivel de inglés es excelente). Algo así como cambiar rotundamente mi vida... Cosa que obviamente no resultó (relato aparte).
Cuestión es que volví al país pero no vivo más en La Plata, ahora estoy en Capital viviendo en un semipiso que tenia mi flia acá.
El edificio es grande y sólo hay dos departamento por piso. Y mis vecinos resultaron ser una parejita muy linda de unos 30 y pico de años, muy copados los dos. Sobre todo el flaco que resultó ser no sólo hermoso bombón sino que particularmente simpático conmigo. Claramente al que no pude resistirme mirarlo de arriba a abajo cuando lo ví por primera vez...
Ellos me ayudaron con algunas cosas de la mudanza (el depto estaba amueblado pero yo me compré igual varias cosas) y ahí pegamos buena onda, aunque la flaca siempre me miraba un poco con recelo, quizás por la manera en que le miraba al novio, o por mi forma de vestir. Me mudé en pleno verano y suelo andar con poca ropa, la típica es una musculosa sin corpiño (con las tetas hechas no necesito tampoco) y algún minishort que me explota la cola.
"Te dejo mi número por cualquier cosa que necesites, te parece?", me dijo Cristian, que me había tocado la puerta para dejarme un papelito con su número escrito. "Y si querés pasame el tuyo por cualquier emergencia o algo que necesitemos".
Entendí la indirecta enseguida y le dije que me parecia buena idea. Unos días atrás me había dicho que la novia es médica y que hace muchas guardias, sobre todos los fines de semana. Ese día era sábado, no era casualidad nada.
"Esperame que agarro el celu porque no me acuerdo ni mi propio número, es una línea nueva. Pasá, no te vas a quedar en el pasillo", le dije.
Cristian entró, miró por arriba todo el depto y su mirada terminó en mi culo cuando yo justo me estaba dando vuelta. Se sonrojó un poco al saber que yo lo habia descubierto mirándome el orto. Anoté su número y le mandé un wpp para que le quedara grabado.
El problema era que no podía sacarle la mirada de encima, estaba tan bueno que ya se me pasaba por la cabeza tirarlo en el sillón y garchármelo. Para colmo era algo que venia pensando de hace rato. "Tranqui", pensé. "Hace 2 semanas que te mudaste, no te mandes cagadas", mientras mi miraba se me iba al bulto de su jean.
- Un día nos podemos juntar a cenar con tu novia. Le dije.
- Dale sí, pero viste que te dije que mi novia trabaja mucho de noche haciendo guardias, sobre todos los fines de semana, pero alguna vez puede ser.
- Ah cierto, qué bajón no?
- Sí, que se yo, a veces está bueno. Igual va rotando de horario, ahora se fue hace un rato y no vuelve hasta dentro de varias horas.
- Ah mirá... Le dije secamente. Había entendido todo.
- Pero invitá también a tu novio. Me dijo ni bien terminé mi frase.
- Estoy soltera. Le dije con mirada de "qué mierda estás esperando para avanzarme?"
- Ah copado, es lo mejor
- Querés quedarte un rato? Yo la verdad no tengo nada que hacer. Hago café. Le dije para que se dé cuenta de mis intenciones, por si habia dudas.
Claro que enseguida me dijo que sí, y yo me fui para la cocina a hacer el supuesto café. La verdad no tenia ni ganas de tomar, sólo esperaba hasta que se me tirara encima.
Llegué a la mesada de la cocina, agarré las cápsulas para la máquina, y no pude llegar a ponerlas cuando sentí dos manos que me agarraban la cintura. "Tardaste mucho", le dije dándome vuelta. Pero Cristian ni me miró a los ojos, tenía su mirada clavada en mis tetas. "Son hermosas y enormes!". Me reí, parecia que nunca había visto unas lolas hechas.
"Tocalas", le dije agarrándole las manos y apoyándoles en mis pechos. No tenia manos muy grandes asi que no le daban para agarralas enteras. Empezó a tocarlas al principio, después comenzó a amasarlas con más fuerza mientras comenzaba a darme cuenta de su excitación. Para colmo me tenia apoyada contra la mesada haciéndome fuerza con su pelvis y podía sentir cómo su pija comenzaba a crecer.
Cristian me levantó los brazos y me sacó la musculosa. La pija ya la tenia re al palo pero yo aún no se la habia ni tocado, queria que disfrutara un poco de mis pechos antes de comenzar a chupársela como nunca en su vida.
"Realmente nunca viste unas operadas no?", le dije riéndome. "Claro que no", y ahí nomás acercó su boca y comenzó a comerlas, succionando el pezón y haciéndome excitar de una manera increíble. Luego con las dos manos, me tomó y apretó una lola y me pasaba la lengua una y otra vez por el pezón, que ya lo tenia todo duro de la excitación.
No aguanté mucho más así, le desabroché el botón del jean, le bajé el cierre y saqué la pija, estaba durísima y era hermosa, toda blanquita y sin ningún pelo, como me gustan a mí. De tamaño era ideal, ni grande ni chica pero bastante larga. Empecé con mi mano a acariciarla, pajeándolo lentamente mientras lo miraba fijo a los ojos. "Te gusta?", le decía con voz suavecita mientras lo hacía gozar.
Luego nuestras lenguas se entrelazaron y comenzamos a chapar de una manera violenta. En nivel de calentura que tenia ya estaba por las nubes. Las manos iban para todos lados, me tocaba la cola, las tetas, el abdomen, la concha... Y yo no naba más.
Me agaché y comencé lentamente a pasarle la lengua por el pene, desde los huevos hasta la puntita de la cabeza, y cuando llegaba a la punta me ponia a jugar con mi lengua un ratito, para nuevamente repetirlo.
Tras unos minutos se la agarré con una mano y empecé a chupársela bien fuerte mientras yo gemía y le decía una y otra vez "Te gusta así? Te gusta así bebé? Porque te voy a dejar bien sequito", con voz bien de puta.
No tenia problemas en comerla de una solo saque, la pija me entraba por completo en la boca hasta chocar con su abdomen, la dejaba unos segundos y la volvía a sacar. Luego Cris quiso manejar la situación y agarrándome del pelo me la hacia comer a su ritmo. "Mandás vos", le dije.
Fue entonces cuando me agarró con mucha fuerza y empujó mi cara hasta literalmente, chocar contra su abdomen. Ahí la dejó un buen rato, me costaba respirar pero mi calentura iba en aumento.
Luego me la sacó y volvió a hacer lo mismo, "Hasta el fondo, dale dale", me decia una y otra vez mientras me la hacia comer toda. Tras un par de veces me la mandó de nuevo toda adentro, sólo que esta vez no fueron unos segundos que la tuve adentro, sino un buen rato.
"Dale, aguantá un poco más, un poco más", seguía diciéndome mientras tenia la poronga entera dentro de mi boca y haciéndome fuerza contra su cuerpo. Me costaba respirar, empezaba a toser un poco, pero él seguia haciendo más y más fuerza. Yo estaba absolutamente sometida y me dí cuenta que por hacerme la capa, iba a ser su puta esa tarde.
Finalmente la sacó y una bocanada de aire entró en mi boca, respiraba agitada, me habia costado mantenerla tanto tiempo.
Cris se sacó finalmente la ropa, me agarró de la mano y me tiró en el sillón de mi living. Allí me sacó el pantaloncito y se detuvo a mirarme la concha un rato.
Me abrió las piernas y empezó a pasarme la lengua por toda mi concha. No me la habia ni puesto que empecé a gemir mal, realmente me sentía desperada por ser penetrada. La lengua se movía rapidito de arriba hacia abajo, luego hacia los costados, en círculos para un lado y para el otro, mientras yo gemía y gemía y sólo disfrutaba del placer que me estaba dando.
Finalmente cerró un poco la boca y comenzó a comerla succionándome el clítoris y llegando al placer máximo. "Ay sí! Ay sí! Dale seguí así", le decia entre gemidos, realmente no podía hablar, sólo quería sentir el placer del sexo oral.
Pocos minutos pasaron cuando me dí cuenta que no aguantaba más, era cuestión de segundos para acabar. Así que le tomé con ambas manos la cabeza que tenia entre mis piernas y se la apreté hacia mi concha. "Te acabo! Te acabo", empecé a gritar como una puta mientras exploté en un intenso orgasmo que me hacia cerrar las piernas pero claro... él me las mantenia abiertas con sus brazos mientras seguia chupando y chupando.
Sin ningún tipo de pudor, grité como una puta entregada al placer absoluto de ese orgasmo. Mis respiración jadeante lo hacía excitar aún más a él que tenia una sonrisa de oreja a oreja porque sabía lo que me habia gustado. "Métemela por favor que necesito tenerla adentro", le dije casi implorando.
"Espérame que busco forros", me dijo. Yo no lo podía creer, el muy maldito se habia venido hasta el depto sin forros. Le dije que se apurara un poco enojado, no daba más. Cris estaba totalmente en bolas cuando salió corriendo por el pasillo, se metió en su depto y volvió con una caja de forros. En menos de dos minutos ya habia hecho todo.
Yo aún seguia en el sillón, esperando ser penetrada como la más puta. Mi vecino se puso un forro y empezó a darme golpecitos en mi concha, mientras de nuevo empezaban mis gemidos. Luego empezó a empujar su poronga pentrándome lentamente, al principio costaba un poco que entrara (la tengo chiquita y apretadita)
Cristian sacó su pija y la metió un par de veces hasta que mi concha cedió un poco. Finalmente empezó con los bombeos mientras yo no podía dejar de mirar fijo cómo su pene entraba y salia. Mis tetas se movían de acá para allá mientras me cogía cada vez más fuerte.
Luego me tomó las lolas con sus manos y las apretó tanto que me hizo gritar de dolor. "Qué ganas que te tenia por favor", me decía una y otra vez mientas seguia penetrándome al compás de mis gemidos"
Dos o tres minutos más tarde acabé nuevamente, sólo que esta vez fue un poco más intenso aún."Ay la puta te acabo de nuevo!", llegué a gritarle fuerte mientras el orgasmo llegaba a su punto máximo y me retorcía de placer.
Cris sin embargo nunca dejó de cogerme. Aún en plena acabada él seguía metiendo y sacando su poronga, no tuvo piedad en ningún momento. Yo le agarré el abdomen con las manos intentando frenar un poco sus embestidas, pero pareciera que eso lo hubiese calentado más porque me sacó las manos a la fuerza y empezó a garcharme aún más fuerte. "Puta de mierda te voy a llenar de leche", aunque ni bien me dijo se puso un poco colorado, creo que le había salido esa fiera del interior y eso a mí me encantaba.
Enseguida sacó el pene de mi concha, se sacó el forro y me la hizo comer de nuevo. Yo sabia que estaría a punto de acabar, así que empecé a chupársela con todas las ganas mientras le pedia a gritos que me diera la leche.
"Dámela toda, dámela toda!", le decia mientras le succionaba la cabeza de la poronga al mismo tiempo que lo pajeaba. Tampoco podia hablar mucho, tenia la mayor parte del tiempo al pija adentro de mi boca.
Al ratito nomás empecé a sentir cómo unos cuántos chorros de leche me inundaban la boca. Cris empezó a gemir mal mientras lo hacia acabar, siempre mirándolo a los ojos y mostrándole cómo el semen me rebalsaba por todos lados, cayéndose un poco por mi boca y cuello.
Una vez que pararon los chorros de leche, abrí mi boquita, le mostré todo mientras la saboreaba un poco, y me la tragué. Quería que viera todo, quería que viera cómo me la tomaba toda sin desperdiciar una sola gota. Quería que supiera que yo era la más puta. "No vas a querés ponérsela nunca más a tu novia", pensé mientras terminaba de tragarme su leche.
Yo claramente seguía sedienta de pija, dos orgasmos no eran suficientes para satisfacerme y claro que Cristian no iba a conformase con acabar una sola vez. Así que fue cuestión de un ratito nomás (por suerte) para que su poronga estuviese durísima de nuevo, claro que yo ayudé con algunas caricias.
Luego de pajearlo un rato sentados en el sillón, agarré un forro, se lo puse y me senté arriba de él. "Concentrate porque no vas a aguantar nada", le dije apoyando mis manos en su pecho, dejándole todas mis tetas a la altura de su boca, y mientras lentamente comenzaba a moverme con su pija dentro mío.
Su fascinación por mis tetas era total, las chupaba y amasaba como un loco, mordiéndome los pezones y abriendo la boca tanto como pudiera, parecía que quería meterse la teta entera en su boca pero claro, son demasiado grandes para cualquier boca.
A los minutos empecé a moverme rápidamente, chocando nuestros cuerpos una y otra vez haciendo el típico ruido de Plaf! Plaf! Plaf! en cada embestida que le pegaba, mientras yo gemía y gemía.
Su pija entraba y salia dentro de mi concha cada vez más rápido. "Ay la puta madre cómo te movés", me decía Cris con una cara de placer absoluto. Yo sólo me reí, estaba demasiado ocupada gozando de su pija.
Lo tuve unos minutos así hasta que él se levantó, me puso en cuatro y empezó a garcharme. Me había tomado con sus manos de la cintura y me la ponía con total violencia, yo gritaba más y más mientras él me acariciaba también la cola y me daba chirlos. "Sos mi puta", me decía a cada rato.
Y sí, esa tarde estaba siendo su puta. Enseguida que me dijo eso acabé nuevamente. No había tardado mucho, 10 minutos como mucho. Tampoco tuvo compasión y pese a mi orgasmo continuó con sus penetradas, esta vez con las manos en mi colita del pelo que me la tiraba para atrás cada vez más, ya me dolía el cuello de tener la cabeza tan atrás y la espalda tan arqueada.
Luego de mis orgasmo sentí como un dedo lo apoyaba en mi ano, metiéndolo lentamente, aunque no hasta el fondo. Yo no chisté ni nada, sólo seguía gimiendo, estaba totalmente entregada al placer.
Finalmente metió el dedo entero mientras seguían sus embestidas. Luego fueron dos los dedos que metía y ahí sí, mis gemidos tomaron otro nivel porque ya se habían convertidos en gritos que se escucharían por todos lados.
"Te la meto sin el forro", me dijo mientras sacaba su pija de mi concha. Se sacó el forro, me metió saliva en el ano y comenzó a meter su pija. No me había dejado ni tiempo de contestarle nada, iba decirle que la metiera con forro, pero ya era tarde. Y la verdad, me excitaba más así.
Estuvimos un ratito pero la pija no entraba, así que le agarré a mano, fuimos a mi pieza y saqué el lubricante de la mesita de luz. En mi sommier me puse en cuatro. "Rompéme el culo papi", le dije.
Él se puso atrás mío, y con la cola ya lubricada empezó a meterme la pija. Yo grité de dolor, él tenia tantas ganas que no estaba siendo considerado conmigo y la metía muy rápido. Pero finalmente el ano se dilató y empezó a bombear fuerte y mis gemidos de dolor pasaron a gemidos de placer absoluto.
Mientras me hacia la cola en cuatro y con la cabeza hacia atrás porque me seguía agarrando del pelo con una de sus manos, él me frotaba la concha con la otra. Era un servicio completo. Yo seguía gozando como una puta, sabiendo que iba a volver a acabar enseguida.
Pero esta vez aguanté más, y mientras Cris empezó a culearme con violencia (realmente me estaba rompiendo el orto mal) sentí cómo se me llenaba el culo de leche calentita, me había acabado pese a que seguían sus embestidas.
Finalmente después de un ratito, la pija empezó a dormirse y la sacó chorreando leche por mi cola y cayéndose todo en la sábana. Yo me habia quedado con las ganas de acabar, así que me dí vuelta, me puse boca arriba y le dije que me mandara los dedos.
Enseguida mandó dos dedos dentro de mi concha que entaron y salieron a todo ritmo. Bastó unos pocos segundos para que acabara nuevamente.
Los dos estábamos boca arriba, en bolas y algo cansados, así que al ratito nos quedamos dormidos en mi cama. Me desperté media hora después y ví que Cris seguía profundamente dormido."Esto tiene que seguir", pensé mientras le tomaba la pija y se la acariciaba.
"Despertate", le dije mientras tanto su pija empezaba a despertarse. Comencé entonces a chupársela hasta que la tuvo dura de nuevo. Me puse arriba de él, y cual lo había hecho en el sillón, empecé a montarlo. Esta vez no pensaba cambiar de posición hasta acabar.
Lo tuve ahi abajo mio cogiéndomelo como por 15 minutos, moviéndome de arriba hacia abajo, en círculos, con las tetas siempre en su boca, para que las disfrutara. Tras otro par de minutos tuve mi cuarto orgasmo, y la verdad, eran cada vez más intensos. Mis piernas temblaron y tuve que sacar su chota de mi concha de la intensidad que había tenido.
"Dale seguí seguí", me dijo Cris que queria que continuara cogiéndomelo arriba de él. Así queni bien me recuperé, me mandé su pija de nuevo adentro y en cuestión de un par de minutos lo hice acabar.
Cristian tenia una mezcla de cansancio con alegría total. Sonreía de oreja a oreja mientras me decia lo buena que estaba, y lo puta que era. Lo que él no sabia era que recién estaba conociéndome y que mis límites iban mucho más allá de lo que él imaginaba.
Menos sabia que lo que más me excitaba era garcharlo tanto hasta dejarlo seco, sabiendo que tenia novia y que no iba a tener nada para darle a ella.
Nos quedamos charlando tirados en la cama un rato, y cuando quisimos acordar ya eran las 20 hs. "Uy no! Mi novia llega a las 20 hs, me voy yaaa", dijo saltando de la cama mientras se vestía lo más rápido posible. Yo lo miré con cara picarona porque se me había ocurrido una idea. Nos vestimos, o más bien, él se vistió y yo sólo me puse una remera larga que me llegaba a tapar la cola, y fui a abrirle la puerta.
Cris cruzó el pasillo y cuando estaba abriendo la puerta de su depto, le grité desde el mío. "Esperá!". Me miró con cara sorprendia, pensó seguramente que se había olvidado algo, pero no...
Llegué hasta la puerta de su depto y ahí nomás mientras el estaba paradito, me agaché y le desabroché y bajé el pantalón. Quiso empezar a decirme algo, seguramente que frenara, que la novia llegaria en cualquier momento, pero no logró decir nada. Cuando quiso acordar ya tenia mi pija dentro de mi boca y se la estaba chupando.
"Me quedé con ganas de tomar más lechita calentita", le decía mientras no paraba de chupársela mirándolo fijo a los ojos. "Me vas a dar bebé? Me vas a dar lo que te queda?". Cris no daba más del placer, pero creo que lo que no podía entender era que se había ganado la loteria con una vecina así.
Esta vez costó un poco hacerlo acabar, no sólo era su cuarto polvo sino que estaba nervioso por la inminente llegada de su novia. Yo en cambio volaba de calentura y morbo.
Con una mano acariciándole los huevos y con otra pajeándolo a todo ritmo con la punta de su pija apoyada en mi lengua, me terminó acabando adentro de la boca, pero apenas si salió un poquito de leche, ya no le quedaba casi nada. "Uy que poquito! Me dejás con ganas. La próxima quiero más leche".
Entonces me incorporé y le dije en el oído "Te dije que te iba a dejar sin nada". Cris no entendía nada. Sólo sabia que lo habia hecho acabar cuatro veces en un rato. Me dí vuelta y me volví para mi puerta.
Ni bien entré me tiré en mi sommier, agarré el consolador y empecé a masturbarme. Me había quedado excitaba de esa chupada de pija. Estuve un rato entre el consolador y los dedos, hasta que acabé una vez más. Estaba cansadísima, temblorosa y muerta de sed y hambre. Pero no me habían quedado fuerzas para levantarme. Quedé sorprendida de la química y piel que habíamos pegado con ese flaco. "Y fue nuestra primera vez, las cosas que les esperan". El sueño me terminó venciendo, me tapé con las sábanas y me quedé profundamente dormida...
Por qué EE.UU? Primero porque había quedado enamorada de allá cuando fuimos de vacaciones con mi flia y hacia mucho que rompía las bolas con irme.
Segundo porque mi viejo va bastante seguido por negocios (al menos 3 veces al año).
Tercero porque tiene un amigo allá viviendo hace mucho tiempo, donde ya formó una familia y todo, y cualquier cosa él podía ayudarme en lo que necesitara. Ni hablar que era el contacto para conseguir la visa de estudio.
Cuarto porque mi papá vió que en La Plata me la pasaba de joda y pretendía hacerme cambiar radicalmente de vida mandándome a un lugar totalmente distinto y de lenguaje "extraño" (aunque mi nivel de inglés es excelente). Algo así como cambiar rotundamente mi vida... Cosa que obviamente no resultó (relato aparte).
Cuestión es que volví al país pero no vivo más en La Plata, ahora estoy en Capital viviendo en un semipiso que tenia mi flia acá.
El edificio es grande y sólo hay dos departamento por piso. Y mis vecinos resultaron ser una parejita muy linda de unos 30 y pico de años, muy copados los dos. Sobre todo el flaco que resultó ser no sólo hermoso bombón sino que particularmente simpático conmigo. Claramente al que no pude resistirme mirarlo de arriba a abajo cuando lo ví por primera vez...
Ellos me ayudaron con algunas cosas de la mudanza (el depto estaba amueblado pero yo me compré igual varias cosas) y ahí pegamos buena onda, aunque la flaca siempre me miraba un poco con recelo, quizás por la manera en que le miraba al novio, o por mi forma de vestir. Me mudé en pleno verano y suelo andar con poca ropa, la típica es una musculosa sin corpiño (con las tetas hechas no necesito tampoco) y algún minishort que me explota la cola.
"Te dejo mi número por cualquier cosa que necesites, te parece?", me dijo Cristian, que me había tocado la puerta para dejarme un papelito con su número escrito. "Y si querés pasame el tuyo por cualquier emergencia o algo que necesitemos".
Entendí la indirecta enseguida y le dije que me parecia buena idea. Unos días atrás me había dicho que la novia es médica y que hace muchas guardias, sobre todos los fines de semana. Ese día era sábado, no era casualidad nada.
"Esperame que agarro el celu porque no me acuerdo ni mi propio número, es una línea nueva. Pasá, no te vas a quedar en el pasillo", le dije.
Cristian entró, miró por arriba todo el depto y su mirada terminó en mi culo cuando yo justo me estaba dando vuelta. Se sonrojó un poco al saber que yo lo habia descubierto mirándome el orto. Anoté su número y le mandé un wpp para que le quedara grabado.
El problema era que no podía sacarle la mirada de encima, estaba tan bueno que ya se me pasaba por la cabeza tirarlo en el sillón y garchármelo. Para colmo era algo que venia pensando de hace rato. "Tranqui", pensé. "Hace 2 semanas que te mudaste, no te mandes cagadas", mientras mi miraba se me iba al bulto de su jean.
- Un día nos podemos juntar a cenar con tu novia. Le dije.
- Dale sí, pero viste que te dije que mi novia trabaja mucho de noche haciendo guardias, sobre todos los fines de semana, pero alguna vez puede ser.
- Ah cierto, qué bajón no?
- Sí, que se yo, a veces está bueno. Igual va rotando de horario, ahora se fue hace un rato y no vuelve hasta dentro de varias horas.
- Ah mirá... Le dije secamente. Había entendido todo.
- Pero invitá también a tu novio. Me dijo ni bien terminé mi frase.
- Estoy soltera. Le dije con mirada de "qué mierda estás esperando para avanzarme?"
- Ah copado, es lo mejor
- Querés quedarte un rato? Yo la verdad no tengo nada que hacer. Hago café. Le dije para que se dé cuenta de mis intenciones, por si habia dudas.
Claro que enseguida me dijo que sí, y yo me fui para la cocina a hacer el supuesto café. La verdad no tenia ni ganas de tomar, sólo esperaba hasta que se me tirara encima.
Llegué a la mesada de la cocina, agarré las cápsulas para la máquina, y no pude llegar a ponerlas cuando sentí dos manos que me agarraban la cintura. "Tardaste mucho", le dije dándome vuelta. Pero Cristian ni me miró a los ojos, tenía su mirada clavada en mis tetas. "Son hermosas y enormes!". Me reí, parecia que nunca había visto unas lolas hechas.
"Tocalas", le dije agarrándole las manos y apoyándoles en mis pechos. No tenia manos muy grandes asi que no le daban para agarralas enteras. Empezó a tocarlas al principio, después comenzó a amasarlas con más fuerza mientras comenzaba a darme cuenta de su excitación. Para colmo me tenia apoyada contra la mesada haciéndome fuerza con su pelvis y podía sentir cómo su pija comenzaba a crecer.
Cristian me levantó los brazos y me sacó la musculosa. La pija ya la tenia re al palo pero yo aún no se la habia ni tocado, queria que disfrutara un poco de mis pechos antes de comenzar a chupársela como nunca en su vida.
"Realmente nunca viste unas operadas no?", le dije riéndome. "Claro que no", y ahí nomás acercó su boca y comenzó a comerlas, succionando el pezón y haciéndome excitar de una manera increíble. Luego con las dos manos, me tomó y apretó una lola y me pasaba la lengua una y otra vez por el pezón, que ya lo tenia todo duro de la excitación.
No aguanté mucho más así, le desabroché el botón del jean, le bajé el cierre y saqué la pija, estaba durísima y era hermosa, toda blanquita y sin ningún pelo, como me gustan a mí. De tamaño era ideal, ni grande ni chica pero bastante larga. Empecé con mi mano a acariciarla, pajeándolo lentamente mientras lo miraba fijo a los ojos. "Te gusta?", le decía con voz suavecita mientras lo hacía gozar.
Luego nuestras lenguas se entrelazaron y comenzamos a chapar de una manera violenta. En nivel de calentura que tenia ya estaba por las nubes. Las manos iban para todos lados, me tocaba la cola, las tetas, el abdomen, la concha... Y yo no naba más.
Me agaché y comencé lentamente a pasarle la lengua por el pene, desde los huevos hasta la puntita de la cabeza, y cuando llegaba a la punta me ponia a jugar con mi lengua un ratito, para nuevamente repetirlo.
Tras unos minutos se la agarré con una mano y empecé a chupársela bien fuerte mientras yo gemía y le decía una y otra vez "Te gusta así? Te gusta así bebé? Porque te voy a dejar bien sequito", con voz bien de puta.
No tenia problemas en comerla de una solo saque, la pija me entraba por completo en la boca hasta chocar con su abdomen, la dejaba unos segundos y la volvía a sacar. Luego Cris quiso manejar la situación y agarrándome del pelo me la hacia comer a su ritmo. "Mandás vos", le dije.
Fue entonces cuando me agarró con mucha fuerza y empujó mi cara hasta literalmente, chocar contra su abdomen. Ahí la dejó un buen rato, me costaba respirar pero mi calentura iba en aumento.
Luego me la sacó y volvió a hacer lo mismo, "Hasta el fondo, dale dale", me decia una y otra vez mientras me la hacia comer toda. Tras un par de veces me la mandó de nuevo toda adentro, sólo que esta vez no fueron unos segundos que la tuve adentro, sino un buen rato.
"Dale, aguantá un poco más, un poco más", seguía diciéndome mientras tenia la poronga entera dentro de mi boca y haciéndome fuerza contra su cuerpo. Me costaba respirar, empezaba a toser un poco, pero él seguia haciendo más y más fuerza. Yo estaba absolutamente sometida y me dí cuenta que por hacerme la capa, iba a ser su puta esa tarde.
Finalmente la sacó y una bocanada de aire entró en mi boca, respiraba agitada, me habia costado mantenerla tanto tiempo.
Cris se sacó finalmente la ropa, me agarró de la mano y me tiró en el sillón de mi living. Allí me sacó el pantaloncito y se detuvo a mirarme la concha un rato.
Me abrió las piernas y empezó a pasarme la lengua por toda mi concha. No me la habia ni puesto que empecé a gemir mal, realmente me sentía desperada por ser penetrada. La lengua se movía rapidito de arriba hacia abajo, luego hacia los costados, en círculos para un lado y para el otro, mientras yo gemía y gemía y sólo disfrutaba del placer que me estaba dando.
Finalmente cerró un poco la boca y comenzó a comerla succionándome el clítoris y llegando al placer máximo. "Ay sí! Ay sí! Dale seguí así", le decia entre gemidos, realmente no podía hablar, sólo quería sentir el placer del sexo oral.
Pocos minutos pasaron cuando me dí cuenta que no aguantaba más, era cuestión de segundos para acabar. Así que le tomé con ambas manos la cabeza que tenia entre mis piernas y se la apreté hacia mi concha. "Te acabo! Te acabo", empecé a gritar como una puta mientras exploté en un intenso orgasmo que me hacia cerrar las piernas pero claro... él me las mantenia abiertas con sus brazos mientras seguia chupando y chupando.
Sin ningún tipo de pudor, grité como una puta entregada al placer absoluto de ese orgasmo. Mis respiración jadeante lo hacía excitar aún más a él que tenia una sonrisa de oreja a oreja porque sabía lo que me habia gustado. "Métemela por favor que necesito tenerla adentro", le dije casi implorando.
"Espérame que busco forros", me dijo. Yo no lo podía creer, el muy maldito se habia venido hasta el depto sin forros. Le dije que se apurara un poco enojado, no daba más. Cris estaba totalmente en bolas cuando salió corriendo por el pasillo, se metió en su depto y volvió con una caja de forros. En menos de dos minutos ya habia hecho todo.
Yo aún seguia en el sillón, esperando ser penetrada como la más puta. Mi vecino se puso un forro y empezó a darme golpecitos en mi concha, mientras de nuevo empezaban mis gemidos. Luego empezó a empujar su poronga pentrándome lentamente, al principio costaba un poco que entrara (la tengo chiquita y apretadita)
Cristian sacó su pija y la metió un par de veces hasta que mi concha cedió un poco. Finalmente empezó con los bombeos mientras yo no podía dejar de mirar fijo cómo su pene entraba y salia. Mis tetas se movían de acá para allá mientras me cogía cada vez más fuerte.
Luego me tomó las lolas con sus manos y las apretó tanto que me hizo gritar de dolor. "Qué ganas que te tenia por favor", me decía una y otra vez mientas seguia penetrándome al compás de mis gemidos"
Dos o tres minutos más tarde acabé nuevamente, sólo que esta vez fue un poco más intenso aún."Ay la puta te acabo de nuevo!", llegué a gritarle fuerte mientras el orgasmo llegaba a su punto máximo y me retorcía de placer.
Cris sin embargo nunca dejó de cogerme. Aún en plena acabada él seguía metiendo y sacando su poronga, no tuvo piedad en ningún momento. Yo le agarré el abdomen con las manos intentando frenar un poco sus embestidas, pero pareciera que eso lo hubiese calentado más porque me sacó las manos a la fuerza y empezó a garcharme aún más fuerte. "Puta de mierda te voy a llenar de leche", aunque ni bien me dijo se puso un poco colorado, creo que le había salido esa fiera del interior y eso a mí me encantaba.
Enseguida sacó el pene de mi concha, se sacó el forro y me la hizo comer de nuevo. Yo sabia que estaría a punto de acabar, así que empecé a chupársela con todas las ganas mientras le pedia a gritos que me diera la leche.
"Dámela toda, dámela toda!", le decia mientras le succionaba la cabeza de la poronga al mismo tiempo que lo pajeaba. Tampoco podia hablar mucho, tenia la mayor parte del tiempo al pija adentro de mi boca.
Al ratito nomás empecé a sentir cómo unos cuántos chorros de leche me inundaban la boca. Cris empezó a gemir mal mientras lo hacia acabar, siempre mirándolo a los ojos y mostrándole cómo el semen me rebalsaba por todos lados, cayéndose un poco por mi boca y cuello.
Una vez que pararon los chorros de leche, abrí mi boquita, le mostré todo mientras la saboreaba un poco, y me la tragué. Quería que viera todo, quería que viera cómo me la tomaba toda sin desperdiciar una sola gota. Quería que supiera que yo era la más puta. "No vas a querés ponérsela nunca más a tu novia", pensé mientras terminaba de tragarme su leche.
Yo claramente seguía sedienta de pija, dos orgasmos no eran suficientes para satisfacerme y claro que Cristian no iba a conformase con acabar una sola vez. Así que fue cuestión de un ratito nomás (por suerte) para que su poronga estuviese durísima de nuevo, claro que yo ayudé con algunas caricias.
Luego de pajearlo un rato sentados en el sillón, agarré un forro, se lo puse y me senté arriba de él. "Concentrate porque no vas a aguantar nada", le dije apoyando mis manos en su pecho, dejándole todas mis tetas a la altura de su boca, y mientras lentamente comenzaba a moverme con su pija dentro mío.
Su fascinación por mis tetas era total, las chupaba y amasaba como un loco, mordiéndome los pezones y abriendo la boca tanto como pudiera, parecía que quería meterse la teta entera en su boca pero claro, son demasiado grandes para cualquier boca.
A los minutos empecé a moverme rápidamente, chocando nuestros cuerpos una y otra vez haciendo el típico ruido de Plaf! Plaf! Plaf! en cada embestida que le pegaba, mientras yo gemía y gemía.
Su pija entraba y salia dentro de mi concha cada vez más rápido. "Ay la puta madre cómo te movés", me decía Cris con una cara de placer absoluto. Yo sólo me reí, estaba demasiado ocupada gozando de su pija.
Lo tuve unos minutos así hasta que él se levantó, me puso en cuatro y empezó a garcharme. Me había tomado con sus manos de la cintura y me la ponía con total violencia, yo gritaba más y más mientras él me acariciaba también la cola y me daba chirlos. "Sos mi puta", me decía a cada rato.
Y sí, esa tarde estaba siendo su puta. Enseguida que me dijo eso acabé nuevamente. No había tardado mucho, 10 minutos como mucho. Tampoco tuvo compasión y pese a mi orgasmo continuó con sus penetradas, esta vez con las manos en mi colita del pelo que me la tiraba para atrás cada vez más, ya me dolía el cuello de tener la cabeza tan atrás y la espalda tan arqueada.
Luego de mis orgasmo sentí como un dedo lo apoyaba en mi ano, metiéndolo lentamente, aunque no hasta el fondo. Yo no chisté ni nada, sólo seguía gimiendo, estaba totalmente entregada al placer.
Finalmente metió el dedo entero mientras seguían sus embestidas. Luego fueron dos los dedos que metía y ahí sí, mis gemidos tomaron otro nivel porque ya se habían convertidos en gritos que se escucharían por todos lados.
"Te la meto sin el forro", me dijo mientras sacaba su pija de mi concha. Se sacó el forro, me metió saliva en el ano y comenzó a meter su pija. No me había dejado ni tiempo de contestarle nada, iba decirle que la metiera con forro, pero ya era tarde. Y la verdad, me excitaba más así.
Estuvimos un ratito pero la pija no entraba, así que le agarré a mano, fuimos a mi pieza y saqué el lubricante de la mesita de luz. En mi sommier me puse en cuatro. "Rompéme el culo papi", le dije.
Él se puso atrás mío, y con la cola ya lubricada empezó a meterme la pija. Yo grité de dolor, él tenia tantas ganas que no estaba siendo considerado conmigo y la metía muy rápido. Pero finalmente el ano se dilató y empezó a bombear fuerte y mis gemidos de dolor pasaron a gemidos de placer absoluto.
Mientras me hacia la cola en cuatro y con la cabeza hacia atrás porque me seguía agarrando del pelo con una de sus manos, él me frotaba la concha con la otra. Era un servicio completo. Yo seguía gozando como una puta, sabiendo que iba a volver a acabar enseguida.
Pero esta vez aguanté más, y mientras Cris empezó a culearme con violencia (realmente me estaba rompiendo el orto mal) sentí cómo se me llenaba el culo de leche calentita, me había acabado pese a que seguían sus embestidas.
Finalmente después de un ratito, la pija empezó a dormirse y la sacó chorreando leche por mi cola y cayéndose todo en la sábana. Yo me habia quedado con las ganas de acabar, así que me dí vuelta, me puse boca arriba y le dije que me mandara los dedos.
Enseguida mandó dos dedos dentro de mi concha que entaron y salieron a todo ritmo. Bastó unos pocos segundos para que acabara nuevamente.
Los dos estábamos boca arriba, en bolas y algo cansados, así que al ratito nos quedamos dormidos en mi cama. Me desperté media hora después y ví que Cris seguía profundamente dormido."Esto tiene que seguir", pensé mientras le tomaba la pija y se la acariciaba.
"Despertate", le dije mientras tanto su pija empezaba a despertarse. Comencé entonces a chupársela hasta que la tuvo dura de nuevo. Me puse arriba de él, y cual lo había hecho en el sillón, empecé a montarlo. Esta vez no pensaba cambiar de posición hasta acabar.
Lo tuve ahi abajo mio cogiéndomelo como por 15 minutos, moviéndome de arriba hacia abajo, en círculos, con las tetas siempre en su boca, para que las disfrutara. Tras otro par de minutos tuve mi cuarto orgasmo, y la verdad, eran cada vez más intensos. Mis piernas temblaron y tuve que sacar su chota de mi concha de la intensidad que había tenido.
"Dale seguí seguí", me dijo Cris que queria que continuara cogiéndomelo arriba de él. Así queni bien me recuperé, me mandé su pija de nuevo adentro y en cuestión de un par de minutos lo hice acabar.
Cristian tenia una mezcla de cansancio con alegría total. Sonreía de oreja a oreja mientras me decia lo buena que estaba, y lo puta que era. Lo que él no sabia era que recién estaba conociéndome y que mis límites iban mucho más allá de lo que él imaginaba.
Menos sabia que lo que más me excitaba era garcharlo tanto hasta dejarlo seco, sabiendo que tenia novia y que no iba a tener nada para darle a ella.
Nos quedamos charlando tirados en la cama un rato, y cuando quisimos acordar ya eran las 20 hs. "Uy no! Mi novia llega a las 20 hs, me voy yaaa", dijo saltando de la cama mientras se vestía lo más rápido posible. Yo lo miré con cara picarona porque se me había ocurrido una idea. Nos vestimos, o más bien, él se vistió y yo sólo me puse una remera larga que me llegaba a tapar la cola, y fui a abrirle la puerta.
Cris cruzó el pasillo y cuando estaba abriendo la puerta de su depto, le grité desde el mío. "Esperá!". Me miró con cara sorprendia, pensó seguramente que se había olvidado algo, pero no...
Llegué hasta la puerta de su depto y ahí nomás mientras el estaba paradito, me agaché y le desabroché y bajé el pantalón. Quiso empezar a decirme algo, seguramente que frenara, que la novia llegaria en cualquier momento, pero no logró decir nada. Cuando quiso acordar ya tenia mi pija dentro de mi boca y se la estaba chupando.
"Me quedé con ganas de tomar más lechita calentita", le decía mientras no paraba de chupársela mirándolo fijo a los ojos. "Me vas a dar bebé? Me vas a dar lo que te queda?". Cris no daba más del placer, pero creo que lo que no podía entender era que se había ganado la loteria con una vecina así.
Esta vez costó un poco hacerlo acabar, no sólo era su cuarto polvo sino que estaba nervioso por la inminente llegada de su novia. Yo en cambio volaba de calentura y morbo.
Con una mano acariciándole los huevos y con otra pajeándolo a todo ritmo con la punta de su pija apoyada en mi lengua, me terminó acabando adentro de la boca, pero apenas si salió un poquito de leche, ya no le quedaba casi nada. "Uy que poquito! Me dejás con ganas. La próxima quiero más leche".
Entonces me incorporé y le dije en el oído "Te dije que te iba a dejar sin nada". Cris no entendía nada. Sólo sabia que lo habia hecho acabar cuatro veces en un rato. Me dí vuelta y me volví para mi puerta.
Ni bien entré me tiré en mi sommier, agarré el consolador y empecé a masturbarme. Me había quedado excitaba de esa chupada de pija. Estuve un rato entre el consolador y los dedos, hasta que acabé una vez más. Estaba cansadísima, temblorosa y muerta de sed y hambre. Pero no me habían quedado fuerzas para levantarme. Quedé sorprendida de la química y piel que habíamos pegado con ese flaco. "Y fue nuestra primera vez, las cosas que les esperan". El sueño me terminó venciendo, me tapé con las sábanas y me quedé profundamente dormida...
40 comentarios - 1. Estrenando vecinito
Saber que estas en capital me hace volar los ratones de la posibilidad más remota de cruzarte.
Espero los próximos relatos 😉
mira si aparecia la novia
alguna vez te agarraron asi?
van puntos
pero lo mejor es estar soltero
buen relato