Silvia las sumisa parte 2
Silvia la sumisa parte 2
Luego de haberme entregado a sus amigos en el baño de una cafetería cerca de nuestra casa, permanecimos sentados allí, mientras los amigos le narraban con pelos y señales lo que me habían hecho cada uno en el baño.
Yo mientras notaba como me chorreaba el semen de Mario y cómo estaba poniendo de empapado mi tanga y el asiento.
Marcos, mientras, se mostraba orgulloso de cómo me había comportado con sus amigos.
Llamaron al camarero para pedir unos cafés y cuando me tocó pedir a mí.
-Y la señorita que va a querer?
-Un mitad (café con leche en Málaga)
-Si pero jefe tráeselo con café solo, que la leche ya se la he dado yo jajajajaja, dijo Ramón.
El camarero se me quedó mirando y yo no sabía dónde meterme. Cuando el camarero se fue con la comanda, Marcos me dijo:
-Silvia, parece ser que le has gustado al camarero
-Sí, que cabrón, no te quitaba ojo, dijo Mario.
-Vas a quitarte dos botones de la camisa, y le vas a enseñar esas maravillosas tetas que tienes, me ordenó Marcos.
-Pero…
-Ni pero ni nada; da gracias a que no te hago ir al baño a quitarte el sujetador, así que hazlo antes de que me arrepienta.
Así que discretamente me quite dos botones más de la camisa, dejando casi libres mis pechos.
Cuando el camarero volvió se quedó cortado. No sabía dónde mirar, pero por más que lo intentaba no paraba de mirarme.
Una vez nos dejó los cafés, observamos cómo empezó a comentarle algo a su compañero, mirando hacia mí.
-Parece que tienes dos nuevos fans, Silvia, me dijo Marcos.
-Pobres quizás otro día deberías dejar que se la follen bien follada, añadió Mario
Cuando terminamos de tomarnos el café me hicieron ir a pagar así.
Casi se me salían las tetas y los dos camareros que me cobraron no me quitaban ojo, mientras mi novio y sus amigos no paraban de murmurar.
Salimos de la cafetería y cuando creía que nos despediríamos de sus amigos, Marcos me sorprendió.
-Bueno, qué. ¿Os apetece seguir con la fiesta o es mucha hembra para vosotros?
Mario y Ramón se miraron entre ello y luego me miraron a mí.
-Joder pues claro que voy, me muero de ganas de jodérmela, dijo Mario.
-¿Estás de broma? estoy deseando follármela, añadió Ramón.
Yo no me lo podía creer, Marcos pensaba seguir ofreciéndome a sus amigos, pero eso me puso cachondísima.
-Pues vamos, que lo vamos a pasar de puta madre con mi zorrita.
Diciendo eso me dio un cachete en el culo para que fuera delante hacia nuestra casa.
Por el camino nos cruzamos con algunos chicos del barrio que nos conocen y vi como me miraban y hablaban entre ellos. Cuando llegamos al portal mi novio me paró y me llevo al juego de las escaleras.
-Silvia, quítate el sujetador y el tanga
-Estás de broma, ¿no?
Marcos ese momento me cogió del pelo.
-No me hagas repetírtelo o te desnudo aquí mismo y te follamos aquí.
-Vale Marcos, lo hago.
Así que allí mismo me bajé el tanga, que estaba chorreando semen, y me quité el sujetador.
-Buena chica, así me gusta. Que obedezcas sin rechistar. Ahora, tira para el ascensor.
Esperamos el ascensor y cuando se abrieron las puertas aparecieron mis dos vecinos de enfrenté, quedándose de piedra, ya que era evidente que no llevaba sujetador.
En el ascensor los tres empezaron a manosearme por todas partes.
-Zorrita, métete un dedo en el culo y saborea el semen de mi amigo
Yo me estaba poniendo tan caliente que lo hice sin rechistar. Me metí el dedo índice y recogí un poco del semen que todavía tenía, lo lamí y me chupé el dedo, con cara de viciosa. Eso los puso más frenéticos, tanto que pensé que me follarían allí mismo.
-La que te vamos a dar, dijo Ramón, mientras me mordía el cuello.
-Vas a ver lo que es bueno, remachó Mario, mientras me metía un dedo en el coño.
-Mira, Silvia. Te voy a convertir en una sumisa de mierda. Cuando acabé contigo, dejaré que tu padre te folle, ¡puta! Y mientras decía eso no dejaba de pellizcarme los pezones, lo que hizo que me calentase mucho más. Estaba salida, deseando follar.
Por fin llegamos a nuestra planta, salimos y entramos en nuestra casa.
Cuando yo estaba más caliente y su amigos prácticamente los tenía encima, Marcos dijo.
-Parad, que lo vamos hacer mejor.
-Joder tío, qué coño dices, mírala está caliente como una perra, vociferó Mario.
-Por eso, tengo que enseñarle quién manda
-Joder, tío, qué tienes en mente, preguntó Ramón.
-La quiero convertir en mi sumisa, y para eso tengo que enseñarle quién decide y como y cuando se folla y con quién.
-Enserio me vais a dejar así. Estoy cachonda perdida. Necesito, no una, sino un buen par de pollas, o tres, cuanto antes.
-Tu calla, que luego verás, dijo mi novio.
-Venga macho, pero más vale que merezca la pena esperar, soltó Mario.
-Ya te digo, remachó Ramón.
-Ven Silvia, vamos al cuarto que te voy a preparar, y vosotros coger lo que queráis.
Marcos me llevo al cuarto y me desnudoó, se puso a buscarme ropa mientras yo permanecía de pie sin decir nada.
Me saco un camisón de encaje blanco y unas ligas del mismo color. Me ordenó que me lo pusiera y mientras él empezó a sacar juguetes eróticos que habíamos comprado hacía tiempo.
-Así muy guapa, ahora ponte esto en tu culo (unas bolas chinas) y esto en el coño (un vibrador)
Me vendó los ojos, me ató las manos a la espalda y me puso un cinturón al cuello apretándome lo justo.
Me sentía completamente a su disposición, pero lejos de tener miedo, me puse aún más cachonda. Estaba impaciente por que me follaran Mario, Ramón y mi propio novio. Deseaba tener dentro de mí sus tres pollas. Y lo quería cuanto antes.
Acto seguido, tirando de la correa, me sacó hacia el salón donde estaban sus amigos.
-Vamos no jodas, exclamó Mario al verme llegar como si fuera un perrito.
-Dios, pero que zorra más sumisa, coño, dijo Ramón.
-Silvia, ponte de rodillas, que ahora los tres te vamos a follar la garganta
-Sí, cariño
En ese momento me tiró del pelo hacia atrás y me dijo
-De cariño nada: soy tu puto amo (y me escupió en la boca), ¿te enteras, puta?
-Sí, mi Amo. Lo que tú digas.
-Eso es.
Bueno, qué pasa ¿Necesitáis una invitación para follarle la garganta? Preguntó mi novio a sus amigos.
En ese momento, sin poder ver quién era quien, me pusieron las tres pollas en mi cara e intenté ir comiéndomelas.
-No zorrita ansiosa, tú solo abre la boca. He dicho que te vamos a follar la garganta
Así que le hice caso y abrí mi boca todo lo que pude, y empezaron a escupirme en la boca, entonces me cogió alguno fuerte del pelo y empezó a follarme literalmente la garganta.
Mario: ¡Come puta!
Silvia: ugggghha
Mario: ¡Traga! ¡cómo noto mi polla en su garganta!
Silvia: agggg (las babas me caían por las comisuras de los labios y a duras penas podía respirar)
Marcos: Para; puta; no te corras todavía
Entonces Marcos puso el vibrador en marcha, y yo creía que me moría de gusto, y cuando abrí mi boca para gemir de tanto placer, Mario volvió a la carga; enterró su polla en mi boca de un solo golpe y esta vez sí se corrió en mi estómago.
-Toma leche puta Cerdá ajjjjj
-uggghhgg, apenas pude balbucear, casi ahogada por tan fantástica corrida.
Cuando yo estaba a punto de correrme, Marcos paró el vibrador.
-No. No. todavía no, zorrita. Aún no permito que te corras. Lo harás cuando yo te lo ordené. ¿Entendido, puta?
Entonces Ramón me puso su culo en mi boca y me sujeto la cabeza
-Vamos ¡Cerdá!, límpiame el culo con tu lengua.
Yo empecé a lamer aquel culo peludo, que me daba arcadas.
-O si así, ooooh que gusto puta, ahora cómeme los huevos.
Sí. Dame tus huevos, soy una puta zorra hambrienta
-Eso es putita vaya lengua tienes, ahora traga hasta el fondo
-agghh, chillé, cuando con un brutal empujón, Ramón me metió su polla hasta la laringe.
-Marcos le voy a quitar la venda, quiero que me mire con esos ojazos mientras le follo a lo bestia la garganta.
-Lo que quieras amigo. Puedes hacer con esa puta zorra lo que se te antoje. Es tuya.
Así que me quitó la venda y me agarró con fuerza del cuello mientras me follaba la garganta
-Mírame puta, mírame a los ojos mientras te follo la garganta ¡joder! Noto mi polla en su garganta con mis manos
ufffff aagggg, era lo único que podía farfullar con esa enorme polla dentro de mi boca.
Me saco la polla de la garganta y se corrió en mi cara
-Toma puta; toma toda mi leche en toda tu cara.
Me chorreaba el semen por mi cara y caía hasta mis tetas. Tenía la garganta toda irritada, apenas podía hablar.
La follada que me regaló Ramón fue bárbara y despiadada. Casi me destroza, pero yo me quedé con ganas de más.
-Y ahora: córrete; puta.
Y Marcos encendió el vibrador al máximo. Yo, en la posición que estaba, caí hacia un lado y me corrí como una cerda.
- Y ahora a follar. Así que recupérate pronto.
-Sí, mi Amo.
Marcos se tumbó en el suelo, Mario y Ramón me cogieron en brazos, para ponerme encima de él.
-Ven que te folle ese coño de guarra que tienes, zorra.
-Por fin amo, estaba deseando tu polla.
Me la clavó hasta el útero de un solo golpe y mientras el semen de Ramón escurría desde mi cara
-ahhhhh sí. Me encanta tu polla amo, seré tu puta sumisa siempre, agggh
-Te gusta mi polla, guarra ,eh? Te gustaría que tú padre te follara, eh zorra? Te gustaría tener la polla de tu padre en tu culo verdad, eh?
-No amo, solo quiero tu polla, ahhhhhggg
-Vamos puta; dime la verdad.
En ese momento Mario saco las bolas chinas de mi culo y me ensartó con su polla hasta los huevos.
Sentía los dos pollas pelear por mi interior violentamente.
-Aggggggh si follarme cabrones, destrozadme el culo y el coño agggh
-Contesta o dejamos de follarte puta
-No agggh, seguid follándome. Si quiero follarme a mi padre y también al tuyo, ahhh quiero ser vuestra puta agghh
Mario tiraba de mis brazos y me embestía muy duro, para que pudiera tragarme la polla de Ramón hasta la campanilla, yo estaba fuera de mi.
Tenía una enorme polla en cada uno de mis agujeros.
En ese momento estaba tan cachonda que no me importaría que me estuviera follando un burro
-Pedazo de culo el que tienes puta, te lo voy a destrozar.
-Aggghhf era lo único que podía decir.
-Come polla ¡Puta! Traga, coño, traga, gritaba Ramón.
-Me corro ahhhhh, toma leche, toma hasta el útero puta, chilló Marcos
-ahhhhh si, traga, traga, ufffff que gustazo puta, bramaba Ramón.
-Yo también me corro, toma hasta el intestino, ¡zorraaaaaaaa!! Tomaaa! Aullaba Mario, mientras llenaba mi culo de semen.
-ahhhhhggg sí ahhh siiiiiiiiiiii dadme vuestro semen siiiiiiiiiiii por favor ahhh
Nos corrimos los cuatro casi a la vez.
Yo quedé derrengada y llena de leche por todos mis orificios, encima de Marcos.
Mario y Ramón se sentaron en el sillón
-Te ha gustado, putita.
-Sí, sí mi Amo.
-Muy bien así me gusta. Ahora límpianos las polla y te puedes ir a dormir
-Sí, mi Amo.
Cómo pude me incorporé (tenía las manos atadas a la espalda) y uno a uno les limpié sus pollas de semen y jugos míos con mi lengua, mientras les agradecía el haberme follado así.
Continuará…….
Silvia la sumisa parte 2
Luego de haberme entregado a sus amigos en el baño de una cafetería cerca de nuestra casa, permanecimos sentados allí, mientras los amigos le narraban con pelos y señales lo que me habían hecho cada uno en el baño.
Yo mientras notaba como me chorreaba el semen de Mario y cómo estaba poniendo de empapado mi tanga y el asiento.
Marcos, mientras, se mostraba orgulloso de cómo me había comportado con sus amigos.
Llamaron al camarero para pedir unos cafés y cuando me tocó pedir a mí.
-Y la señorita que va a querer?
-Un mitad (café con leche en Málaga)
-Si pero jefe tráeselo con café solo, que la leche ya se la he dado yo jajajajaja, dijo Ramón.
El camarero se me quedó mirando y yo no sabía dónde meterme. Cuando el camarero se fue con la comanda, Marcos me dijo:
-Silvia, parece ser que le has gustado al camarero
-Sí, que cabrón, no te quitaba ojo, dijo Mario.
-Vas a quitarte dos botones de la camisa, y le vas a enseñar esas maravillosas tetas que tienes, me ordenó Marcos.
-Pero…
-Ni pero ni nada; da gracias a que no te hago ir al baño a quitarte el sujetador, así que hazlo antes de que me arrepienta.
Así que discretamente me quite dos botones más de la camisa, dejando casi libres mis pechos.
Cuando el camarero volvió se quedó cortado. No sabía dónde mirar, pero por más que lo intentaba no paraba de mirarme.
Una vez nos dejó los cafés, observamos cómo empezó a comentarle algo a su compañero, mirando hacia mí.
-Parece que tienes dos nuevos fans, Silvia, me dijo Marcos.
-Pobres quizás otro día deberías dejar que se la follen bien follada, añadió Mario
Cuando terminamos de tomarnos el café me hicieron ir a pagar así.
Casi se me salían las tetas y los dos camareros que me cobraron no me quitaban ojo, mientras mi novio y sus amigos no paraban de murmurar.
Salimos de la cafetería y cuando creía que nos despediríamos de sus amigos, Marcos me sorprendió.
-Bueno, qué. ¿Os apetece seguir con la fiesta o es mucha hembra para vosotros?
Mario y Ramón se miraron entre ello y luego me miraron a mí.
-Joder pues claro que voy, me muero de ganas de jodérmela, dijo Mario.
-¿Estás de broma? estoy deseando follármela, añadió Ramón.
Yo no me lo podía creer, Marcos pensaba seguir ofreciéndome a sus amigos, pero eso me puso cachondísima.
-Pues vamos, que lo vamos a pasar de puta madre con mi zorrita.
Diciendo eso me dio un cachete en el culo para que fuera delante hacia nuestra casa.
Por el camino nos cruzamos con algunos chicos del barrio que nos conocen y vi como me miraban y hablaban entre ellos. Cuando llegamos al portal mi novio me paró y me llevo al juego de las escaleras.
-Silvia, quítate el sujetador y el tanga
-Estás de broma, ¿no?
Marcos ese momento me cogió del pelo.
-No me hagas repetírtelo o te desnudo aquí mismo y te follamos aquí.
-Vale Marcos, lo hago.
Así que allí mismo me bajé el tanga, que estaba chorreando semen, y me quité el sujetador.
-Buena chica, así me gusta. Que obedezcas sin rechistar. Ahora, tira para el ascensor.
Esperamos el ascensor y cuando se abrieron las puertas aparecieron mis dos vecinos de enfrenté, quedándose de piedra, ya que era evidente que no llevaba sujetador.
En el ascensor los tres empezaron a manosearme por todas partes.
-Zorrita, métete un dedo en el culo y saborea el semen de mi amigo
Yo me estaba poniendo tan caliente que lo hice sin rechistar. Me metí el dedo índice y recogí un poco del semen que todavía tenía, lo lamí y me chupé el dedo, con cara de viciosa. Eso los puso más frenéticos, tanto que pensé que me follarían allí mismo.
-La que te vamos a dar, dijo Ramón, mientras me mordía el cuello.
-Vas a ver lo que es bueno, remachó Mario, mientras me metía un dedo en el coño.
-Mira, Silvia. Te voy a convertir en una sumisa de mierda. Cuando acabé contigo, dejaré que tu padre te folle, ¡puta! Y mientras decía eso no dejaba de pellizcarme los pezones, lo que hizo que me calentase mucho más. Estaba salida, deseando follar.
Por fin llegamos a nuestra planta, salimos y entramos en nuestra casa.
Cuando yo estaba más caliente y su amigos prácticamente los tenía encima, Marcos dijo.
-Parad, que lo vamos hacer mejor.
-Joder tío, qué coño dices, mírala está caliente como una perra, vociferó Mario.
-Por eso, tengo que enseñarle quién manda
-Joder, tío, qué tienes en mente, preguntó Ramón.
-La quiero convertir en mi sumisa, y para eso tengo que enseñarle quién decide y como y cuando se folla y con quién.
-Enserio me vais a dejar así. Estoy cachonda perdida. Necesito, no una, sino un buen par de pollas, o tres, cuanto antes.
-Tu calla, que luego verás, dijo mi novio.
-Venga macho, pero más vale que merezca la pena esperar, soltó Mario.
-Ya te digo, remachó Ramón.
-Ven Silvia, vamos al cuarto que te voy a preparar, y vosotros coger lo que queráis.
Marcos me llevo al cuarto y me desnudoó, se puso a buscarme ropa mientras yo permanecía de pie sin decir nada.
Me saco un camisón de encaje blanco y unas ligas del mismo color. Me ordenó que me lo pusiera y mientras él empezó a sacar juguetes eróticos que habíamos comprado hacía tiempo.
-Así muy guapa, ahora ponte esto en tu culo (unas bolas chinas) y esto en el coño (un vibrador)
Me vendó los ojos, me ató las manos a la espalda y me puso un cinturón al cuello apretándome lo justo.
Me sentía completamente a su disposición, pero lejos de tener miedo, me puse aún más cachonda. Estaba impaciente por que me follaran Mario, Ramón y mi propio novio. Deseaba tener dentro de mí sus tres pollas. Y lo quería cuanto antes.
Acto seguido, tirando de la correa, me sacó hacia el salón donde estaban sus amigos.
-Vamos no jodas, exclamó Mario al verme llegar como si fuera un perrito.
-Dios, pero que zorra más sumisa, coño, dijo Ramón.
-Silvia, ponte de rodillas, que ahora los tres te vamos a follar la garganta
-Sí, cariño
En ese momento me tiró del pelo hacia atrás y me dijo
-De cariño nada: soy tu puto amo (y me escupió en la boca), ¿te enteras, puta?
-Sí, mi Amo. Lo que tú digas.
-Eso es.
Bueno, qué pasa ¿Necesitáis una invitación para follarle la garganta? Preguntó mi novio a sus amigos.
En ese momento, sin poder ver quién era quien, me pusieron las tres pollas en mi cara e intenté ir comiéndomelas.
-No zorrita ansiosa, tú solo abre la boca. He dicho que te vamos a follar la garganta
Así que le hice caso y abrí mi boca todo lo que pude, y empezaron a escupirme en la boca, entonces me cogió alguno fuerte del pelo y empezó a follarme literalmente la garganta.
Mario: ¡Come puta!
Silvia: ugggghha
Mario: ¡Traga! ¡cómo noto mi polla en su garganta!
Silvia: agggg (las babas me caían por las comisuras de los labios y a duras penas podía respirar)
Marcos: Para; puta; no te corras todavía
Entonces Marcos puso el vibrador en marcha, y yo creía que me moría de gusto, y cuando abrí mi boca para gemir de tanto placer, Mario volvió a la carga; enterró su polla en mi boca de un solo golpe y esta vez sí se corrió en mi estómago.
-Toma leche puta Cerdá ajjjjj
-uggghhgg, apenas pude balbucear, casi ahogada por tan fantástica corrida.
Cuando yo estaba a punto de correrme, Marcos paró el vibrador.
-No. No. todavía no, zorrita. Aún no permito que te corras. Lo harás cuando yo te lo ordené. ¿Entendido, puta?
Entonces Ramón me puso su culo en mi boca y me sujeto la cabeza
-Vamos ¡Cerdá!, límpiame el culo con tu lengua.
Yo empecé a lamer aquel culo peludo, que me daba arcadas.
-O si así, ooooh que gusto puta, ahora cómeme los huevos.
Sí. Dame tus huevos, soy una puta zorra hambrienta
-Eso es putita vaya lengua tienes, ahora traga hasta el fondo
-agghh, chillé, cuando con un brutal empujón, Ramón me metió su polla hasta la laringe.
-Marcos le voy a quitar la venda, quiero que me mire con esos ojazos mientras le follo a lo bestia la garganta.
-Lo que quieras amigo. Puedes hacer con esa puta zorra lo que se te antoje. Es tuya.
Así que me quitó la venda y me agarró con fuerza del cuello mientras me follaba la garganta
-Mírame puta, mírame a los ojos mientras te follo la garganta ¡joder! Noto mi polla en su garganta con mis manos
ufffff aagggg, era lo único que podía farfullar con esa enorme polla dentro de mi boca.
Me saco la polla de la garganta y se corrió en mi cara
-Toma puta; toma toda mi leche en toda tu cara.
Me chorreaba el semen por mi cara y caía hasta mis tetas. Tenía la garganta toda irritada, apenas podía hablar.
La follada que me regaló Ramón fue bárbara y despiadada. Casi me destroza, pero yo me quedé con ganas de más.
-Y ahora: córrete; puta.
Y Marcos encendió el vibrador al máximo. Yo, en la posición que estaba, caí hacia un lado y me corrí como una cerda.
- Y ahora a follar. Así que recupérate pronto.
-Sí, mi Amo.
Marcos se tumbó en el suelo, Mario y Ramón me cogieron en brazos, para ponerme encima de él.
-Ven que te folle ese coño de guarra que tienes, zorra.
-Por fin amo, estaba deseando tu polla.
Me la clavó hasta el útero de un solo golpe y mientras el semen de Ramón escurría desde mi cara
-ahhhhh sí. Me encanta tu polla amo, seré tu puta sumisa siempre, agggh
-Te gusta mi polla, guarra ,eh? Te gustaría que tú padre te follara, eh zorra? Te gustaría tener la polla de tu padre en tu culo verdad, eh?
-No amo, solo quiero tu polla, ahhhhhggg
-Vamos puta; dime la verdad.
En ese momento Mario saco las bolas chinas de mi culo y me ensartó con su polla hasta los huevos.
Sentía los dos pollas pelear por mi interior violentamente.
-Aggggggh si follarme cabrones, destrozadme el culo y el coño agggh
-Contesta o dejamos de follarte puta
-No agggh, seguid follándome. Si quiero follarme a mi padre y también al tuyo, ahhh quiero ser vuestra puta agghh
Mario tiraba de mis brazos y me embestía muy duro, para que pudiera tragarme la polla de Ramón hasta la campanilla, yo estaba fuera de mi.
Tenía una enorme polla en cada uno de mis agujeros.
En ese momento estaba tan cachonda que no me importaría que me estuviera follando un burro
-Pedazo de culo el que tienes puta, te lo voy a destrozar.
-Aggghhf era lo único que podía decir.
-Come polla ¡Puta! Traga, coño, traga, gritaba Ramón.
-Me corro ahhhhh, toma leche, toma hasta el útero puta, chilló Marcos
-ahhhhh si, traga, traga, ufffff que gustazo puta, bramaba Ramón.
-Yo también me corro, toma hasta el intestino, ¡zorraaaaaaaa!! Tomaaa! Aullaba Mario, mientras llenaba mi culo de semen.
-ahhhhhggg sí ahhh siiiiiiiiiiii dadme vuestro semen siiiiiiiiiiii por favor ahhh
Nos corrimos los cuatro casi a la vez.
Yo quedé derrengada y llena de leche por todos mis orificios, encima de Marcos.
Mario y Ramón se sentaron en el sillón
-Te ha gustado, putita.
-Sí, sí mi Amo.
-Muy bien así me gusta. Ahora límpianos las polla y te puedes ir a dormir
-Sí, mi Amo.
Cómo pude me incorporé (tenía las manos atadas a la espalda) y uno a uno les limpié sus pollas de semen y jugos míos con mi lengua, mientras les agradecía el haberme follado así.
Continuará…….
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