También María Teresa la pasóespectacular en un colectivo, pero no con hombres. Otra fría tarde fue a otro lugar en colectivo, como siempre muy bien vestidacon campera de cuero, pulóver, pollera negra, botas con taco, perfumada ymaquillada, con ese aroma fuerte apintura de labios. En un momento se le sentó al lado una mujer elegante,castaña, gorda, de fino blazer de alpaca, pantalón, botas y maquillada, que sele puso a charlar amigable, y se excitó con el aroma a pintura de labios deMaría Teresa. Estimulada, la mujer la empezó a acosar y mimosear, y de prontose calentó e hizo ir al chofer hasta un lugar despoblado. Y cuando paró, lamujer le dijo a Tere que tenía que mostrarle algo y que fuera con ella alasiento trasero. Tere no entendía nada, pero aceptó.
Para qué. La mujer la agarró, la manoseó, la puteó, la obligó adesnudarse, sacó de su cartera un salchichón, le hizo abrir las piernas y se loenchufó por la vagina mientras se le subía con furia y ganas, dándole y dándolesin asco ni temor, con furia y pasión. Le dio por la vagina, luego por la colay le pasó las manos por todo el cuerpo, la hizo masturbarse, le sacó fotos, leestrujó las tetas, todo.
Pero eso no fue todo, porque las otras dos mujeres que venían enel colectivo se coparon, se sacaron todo y entre las tres la requeteviolaron aMaría Teresa por vagina, cola y por donde quisieron, cepillándola con locura,besándola, metiéndole cosas. Dale que te dale, sexo y pasión hasta que lagordota suplicó que la dejaran, pero quedó chocha de placer. Tanto que lespidió a las tres los teléfonos para invitarlas a una de las picadas de Estela.Sí amores, María Teresa hizo sin querer otro viaje de placer. Y qué placer, encolectivo y con tres mujeres elegantes y superlocas.
Para qué. La mujer la agarró, la manoseó, la puteó, la obligó adesnudarse, sacó de su cartera un salchichón, le hizo abrir las piernas y se loenchufó por la vagina mientras se le subía con furia y ganas, dándole y dándolesin asco ni temor, con furia y pasión. Le dio por la vagina, luego por la colay le pasó las manos por todo el cuerpo, la hizo masturbarse, le sacó fotos, leestrujó las tetas, todo.
Pero eso no fue todo, porque las otras dos mujeres que venían enel colectivo se coparon, se sacaron todo y entre las tres la requeteviolaron aMaría Teresa por vagina, cola y por donde quisieron, cepillándola con locura,besándola, metiéndole cosas. Dale que te dale, sexo y pasión hasta que lagordota suplicó que la dejaran, pero quedó chocha de placer. Tanto que lespidió a las tres los teléfonos para invitarlas a una de las picadas de Estela.Sí amores, María Teresa hizo sin querer otro viaje de placer. Y qué placer, encolectivo y con tres mujeres elegantes y superlocas.
0 comentarios - María Teresa cepillada por mujeres en colectivo