Una de las mejores locuras de la relación de Estela con suamorcito María Teresa, ocurrió un domingo a la noche, y en un lugar que nosuele frecuentar como antes, un boliche. Pero hace unas semanas hubo uncumpleaños de una amiga de Tere y la cosa terminó el lunes a la madrugada enuna disco. Y Tere, muy dulce como siempre, invitó a su amiguita a pesar de queésta nada que ver con la señora. Estela decía qué raro que Tere la invite congente que no conoce; si bien la pelirroja amiga mía es sociable, mucho no legusta entrar en casas que no son familiares. Pero María Teresa le insistió y ledijo que la pasaría a buscar, que fuera, que la iba a pasar bárbaro.
Como le gusta salir y chonguear, Estela se excusó con Ernesto, ledijo a Tere que sí y arreglaron. Estela se puso como siempre elegante, camperade cuero, blusa, pollera, tacos, maquillada, perfume, crema, cartera fina.Teresa llegó a las nueve y la pasó a buscar con un auto negro muy lindo yperfumado, de una mujer amiga de esta señora. Ella también estaba muy bienvestida, de campera y pollera de cuero negra, tacos, guantes, sombrero, muymaquillada y perfumada, llena de bijou y de fina cartera. Como siempre, Teresase le pegoteó a Estelita en el viaje, se hicieron mimos, pero todo normal. Teliveía a su novia muy pero muy elegante, incluso le daba que pensar que sucartera estaba abarrotada de cosas, pero no notaba nada distinto desiempre; ni sospechaba la que la gordotale iba a hacer.
Las mujeres llegaron, charlaron , conocieron gente y comieronsandwichitos, queso, fiambre, aceitunas y saladitos entre otras cosas. Y luego,la torta y algo de sidra para prolongar la fiesta en la casa. Pero la mujertenía el deseo de ir a bailar con sus amigas, a pesar de promediar 60. MaríaTeresa se prendió y le dijo a Estela de ir. Teli se acordó de sus tiempos demás joven, cuando con ropita ajustada de cuero iba a bolichear y exitar hombrescomo lo hizo con su marido. Aceptó y fue con Tere del brazo al auto, y de ahí ala disco. NI pensaba lo que María Teresa tenía preparado para ella. Menoscuando llegaron al boliche, estuvieron, bailaron entre ellas pero sin nadararo, tomaron algo, etc. Pero en un momento Estela empezó a notar algo raro: sibien la conoce, la vio a María Teresa que se le pegoteaba mucho, la mimaba y leacariciaba las manos encremaditas. Tere le dijo cositas dulces en medio delruido, le dio un beso en la mejilla y le pidió uno en su boca. Estela no teníadrama, pero no delante de sus amigas. Ella insistió, excitadita, y las dosmujeres se besuquearon limpiamente sus bocas rojas con brillo y aroma fuerte apintura. Tere siguió haciéndole mimos, bailó con ella lentos y la abrazó ybesó, y aunque Estela no quería mostrarse mucho, la gordota le dijo que aflojara,que estaba todo bien. Entonces aprovechó para toquetearla, le pasó las manospor la cadera, la cintura y le tocó la cola, le pidió que le tocara las tetas yla vagina cubierta por su pollera de cuero y Estela, excitada, la tocó nomás. Yde pronto, María Teresa agarró su cartera, la tomó a Teli del brazo y le pidióque la acompañara al baño, que le iba a mostrar algo.
Y ahí el desbande, la locura, la furia. María Teresa la encerró enel baño, la obligó a sacarse la ropa, se quitó todo y las dos se quedaron enropita interior. Estelita vio la que se le venía, se excitó y se hizo encima,mientras Teresa le sacaba feroz el corpiño y se ponía en pelotas. Estelaenloqueció de pasión, jadeó como loca, se sacó la bombacha, Teresa la hizosentar en el bidé, abrió su cartera, sacó un salchichón, se le subió y le diopor su vagina con el juguetito, mientras la puteaba, jadeaba y la besaba toda.Excitada la manoseó, acabó, le dio sentada y acostada ahí, vagina, cola, ambasvías, manos, tetas, besos. Estelita gimió de placer, ya no le importaba uncarajo de nada, si sus amigas escuchaban. María Teresa le hizo tragar su flujo,le enchufó hasta los cosméticos de su cartera, le pasó crema, le metió lasmanos donde quiso. Luego la obligó a masturbarla, lo que Teli hizo con placer ychupó su líquido chorreante de su vagi. Y mil asquerosidades más ahí en el bañodel boliche, mientras las demás hacían sus necesidades y oían todo. Después lescontó a las chicas y la hizo besarse con algunas de ellas, también rapiditas yelegantes. Una noche a todo volumen y sexo con la loca y genia de María Teresa,que a su novia Estela se la da en cualquier lugar.
Como le gusta salir y chonguear, Estela se excusó con Ernesto, ledijo a Tere que sí y arreglaron. Estela se puso como siempre elegante, camperade cuero, blusa, pollera, tacos, maquillada, perfume, crema, cartera fina.Teresa llegó a las nueve y la pasó a buscar con un auto negro muy lindo yperfumado, de una mujer amiga de esta señora. Ella también estaba muy bienvestida, de campera y pollera de cuero negra, tacos, guantes, sombrero, muymaquillada y perfumada, llena de bijou y de fina cartera. Como siempre, Teresase le pegoteó a Estelita en el viaje, se hicieron mimos, pero todo normal. Teliveía a su novia muy pero muy elegante, incluso le daba que pensar que sucartera estaba abarrotada de cosas, pero no notaba nada distinto desiempre; ni sospechaba la que la gordotale iba a hacer.
Las mujeres llegaron, charlaron , conocieron gente y comieronsandwichitos, queso, fiambre, aceitunas y saladitos entre otras cosas. Y luego,la torta y algo de sidra para prolongar la fiesta en la casa. Pero la mujertenía el deseo de ir a bailar con sus amigas, a pesar de promediar 60. MaríaTeresa se prendió y le dijo a Estela de ir. Teli se acordó de sus tiempos demás joven, cuando con ropita ajustada de cuero iba a bolichear y exitar hombrescomo lo hizo con su marido. Aceptó y fue con Tere del brazo al auto, y de ahí ala disco. NI pensaba lo que María Teresa tenía preparado para ella. Menoscuando llegaron al boliche, estuvieron, bailaron entre ellas pero sin nadararo, tomaron algo, etc. Pero en un momento Estela empezó a notar algo raro: sibien la conoce, la vio a María Teresa que se le pegoteaba mucho, la mimaba y leacariciaba las manos encremaditas. Tere le dijo cositas dulces en medio delruido, le dio un beso en la mejilla y le pidió uno en su boca. Estela no teníadrama, pero no delante de sus amigas. Ella insistió, excitadita, y las dosmujeres se besuquearon limpiamente sus bocas rojas con brillo y aroma fuerte apintura. Tere siguió haciéndole mimos, bailó con ella lentos y la abrazó ybesó, y aunque Estela no quería mostrarse mucho, la gordota le dijo que aflojara,que estaba todo bien. Entonces aprovechó para toquetearla, le pasó las manospor la cadera, la cintura y le tocó la cola, le pidió que le tocara las tetas yla vagina cubierta por su pollera de cuero y Estela, excitada, la tocó nomás. Yde pronto, María Teresa agarró su cartera, la tomó a Teli del brazo y le pidióque la acompañara al baño, que le iba a mostrar algo.
Y ahí el desbande, la locura, la furia. María Teresa la encerró enel baño, la obligó a sacarse la ropa, se quitó todo y las dos se quedaron enropita interior. Estelita vio la que se le venía, se excitó y se hizo encima,mientras Teresa le sacaba feroz el corpiño y se ponía en pelotas. Estelaenloqueció de pasión, jadeó como loca, se sacó la bombacha, Teresa la hizosentar en el bidé, abrió su cartera, sacó un salchichón, se le subió y le diopor su vagina con el juguetito, mientras la puteaba, jadeaba y la besaba toda.Excitada la manoseó, acabó, le dio sentada y acostada ahí, vagina, cola, ambasvías, manos, tetas, besos. Estelita gimió de placer, ya no le importaba uncarajo de nada, si sus amigas escuchaban. María Teresa le hizo tragar su flujo,le enchufó hasta los cosméticos de su cartera, le pasó crema, le metió lasmanos donde quiso. Luego la obligó a masturbarla, lo que Teli hizo con placer ychupó su líquido chorreante de su vagi. Y mil asquerosidades más ahí en el bañodel boliche, mientras las demás hacían sus necesidades y oían todo. Después lescontó a las chicas y la hizo besarse con algunas de ellas, también rapiditas yelegantes. Una noche a todo volumen y sexo con la loca y genia de María Teresa,que a su novia Estela se la da en cualquier lugar.
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