Hola! Vuelvo después de varios días porque la verdad no ha pasado mucho para contar. Tampoco quería hablar de nuestras cosas con Anto porque me quedé maquinando bastante todo lo sucedido con mi suegra.
Voy a ser breve. Después de la situación de la habitación y la ducha, yo sabía que algo iba a pasar pero en el fondo aunque Anto sabía no estaba seguro si quería jugar ese partido. Una cosa es un extraño, un conocido, hasta un amigo pero ¿la propia madre?
A mi me vuela la cabeza, parece una pendeja, se mata en el gimnasio, come sano... ¿qué más decirles?
Cuestión que vino a visitarnos ella a nosotros. Almorzamos el domingo y ya entrada la tarde se ofreció a cocinar una torta. Anto se recostó porque le dolía la cabeza y yo estaba ordenando algunas cosas en mi compu.
En un momento fui a la heladera a servirme agua y al pasar me llevé por delante el tremendo culo de mi suegra. En realidad, creo que ella lo movió itencionalmente:
-"Perdon, creo que estoy medio dormido después de la comida"
-"No pasa, no me molesta"
¿No me molesta? Pensé, pero no dije nada. Cuando cerré la heladera no me dio tiempo a respirar, me manoteó la pija y me empezó a besar tremendamente. Me puso al palo, mal. Me tiró contra la mesada y se llevó el dedo índice a la boca para que haga silencio. Se arrodilló, me bajó rápido el pantalón como para no dejarme reaccionar y empezó a succionar la verga de una manera que no se puede creer. Realmente llegué a pensar que Anto fue aprendiz de esta mujer, una chupa mejor que la otra, increíble.
Sinceramente estaba levemente nervioso, pero la mirada de mi suegra es fatal y lo que estaba haciendo era de otro planeta. Me dejé llevar...tanto... que largué todo sin avisar. No se derramó ni una gota, nada. Fue un placer mutuo, parece, porque se paró, me dio un beso y sonrió. "Hace mucho que quería jugar así" me dijo y se fue al baño. Me quedé loco, salí al patio a tomar aire pensando lo sucedido y cómo le contaría a Anto.
Al rato ella siguió con su torta, cruzamos algunas miradas perversas y Anto se levnató de la siesta. Compartimos un rato más hasta que se fue. Llegada la noche le conté todo lo sucedido y ella tampoco lo puede creer. ¿quién va a imaginar que una madre se animaría a tanto? De todos modos, no parece molesta, al contrario... algo morbosa.
Cumplí un sueño. Esa mujer es de otro mundo.
Voy a ser breve. Después de la situación de la habitación y la ducha, yo sabía que algo iba a pasar pero en el fondo aunque Anto sabía no estaba seguro si quería jugar ese partido. Una cosa es un extraño, un conocido, hasta un amigo pero ¿la propia madre?
A mi me vuela la cabeza, parece una pendeja, se mata en el gimnasio, come sano... ¿qué más decirles?
Cuestión que vino a visitarnos ella a nosotros. Almorzamos el domingo y ya entrada la tarde se ofreció a cocinar una torta. Anto se recostó porque le dolía la cabeza y yo estaba ordenando algunas cosas en mi compu.
En un momento fui a la heladera a servirme agua y al pasar me llevé por delante el tremendo culo de mi suegra. En realidad, creo que ella lo movió itencionalmente:
-"Perdon, creo que estoy medio dormido después de la comida"
-"No pasa, no me molesta"
¿No me molesta? Pensé, pero no dije nada. Cuando cerré la heladera no me dio tiempo a respirar, me manoteó la pija y me empezó a besar tremendamente. Me puso al palo, mal. Me tiró contra la mesada y se llevó el dedo índice a la boca para que haga silencio. Se arrodilló, me bajó rápido el pantalón como para no dejarme reaccionar y empezó a succionar la verga de una manera que no se puede creer. Realmente llegué a pensar que Anto fue aprendiz de esta mujer, una chupa mejor que la otra, increíble.
Sinceramente estaba levemente nervioso, pero la mirada de mi suegra es fatal y lo que estaba haciendo era de otro planeta. Me dejé llevar...tanto... que largué todo sin avisar. No se derramó ni una gota, nada. Fue un placer mutuo, parece, porque se paró, me dio un beso y sonrió. "Hace mucho que quería jugar así" me dijo y se fue al baño. Me quedé loco, salí al patio a tomar aire pensando lo sucedido y cómo le contaría a Anto.
Al rato ella siguió con su torta, cruzamos algunas miradas perversas y Anto se levnató de la siesta. Compartimos un rato más hasta que se fue. Llegada la noche le conté todo lo sucedido y ella tampoco lo puede creer. ¿quién va a imaginar que una madre se animaría a tanto? De todos modos, no parece molesta, al contrario... algo morbosa.
Cumplí un sueño. Esa mujer es de otro mundo.
6 comentarios - Se dio con mi suegra ¡un sueño!