Esta historia me la fuera contada y yo la adapte a un lugar sin que enese lugar ocurran los hechos y exista la casa
Sino la adapte a un lugar físicamente en el oeste que ni siquiera lahubiere de conocer y los autores de esta historia lo he inventado.
Lahistoria del Loco Pepe
Ocurrió con ésta mujer, que nomucho tiempo, después supimos que era casada pero ya no seencontraba viviendo, con la que por siete años fuese su pareja, que ahoratrabajaba por el micro centro porteño en una empresa estatal
Era casi el fin de un verano porteño de hace mas de veinte añosatrás y esa tarde deverano, anochecedor en ese colectivo, llevase una ampliapollera acampanada
La había llevado a su trabajoporque habían venidos inspectores a recorrer su trabajoy debía atenderlos muy justa en su vestir, con una lar camisaoriginal que circunscribía su cuero elegantemente
Cuando subió el loco que tomaba el micro a la salida del puerto, alverla literalmente, estallo en calentura.
Hermano me la mandó, Dios dijo el loco
Nosotros que lo escuchábamos narrar ciento de historias estaba yahabía tomado un comino nunca descripto por el loco, mostros que éramos (seis o ocho) humanos admirados por un relatoque pintaba ser insuperables por lo sensual, ya que sabíamos de sus aventuras,lo escuchábamos pidiendo algo para amenizar la conversación elbar…
Siguiendo el loco mandó, ya su jugada:
…fue entonces que me acerque por detrás, el viaje era largo el colectivorepleto y a los costado dos tipos que casi durmiéndose emprendían, surecorrido en el colectivo 86.
Coloqué mi pene rozando apenas su nalga.
Ella inmediatamente lo sintió y supo que era aquello, punzante yaduro y seguramente lo hubiere notado, caliente trató de ponersede costado.
Sonriéndome, dijo el loco ello me calzó.
No pudo más que volver ella a laposición inicial, es decir enfrentada con su culo mi pija, había ya demasiadagente en derredor de ella
Me fui acomodando mejor atrás deella...
Mi pene avanzaba por su nalga y percibía mi pene, el agrado de aquelculito durito que me excitó a rabiar
Ella ya no se corría y de alguna manera, más bien también en algúnmomento de ese largo recorrido de ómnibus, empezó a acomodarse de manera que mefacilitara mi maniobra de apoyarla.
Ella ya no ofrecía ninguna resistencia, más bien se empezó arefregar sobre mi pene.
Se había ya calentado
A un momento, y como una reacción simple de ver por unaventanilla, se agachó un poco como para sentir mejor mipene que lo tenía en todo sobre su pierna muy cerca de su culo, a segundo deello, fue ella avanzando poco a poco hasta poseer totalmente sus nalgas, sobremi pija
Ella sintió todo mi pene largo y caliente apretando su culito y susmejillas se encendieron por la excitación, dándose apenas vuelta para mirarme,es decir quería saber quien la estaba puerteando y al hacerlo me miraba diciéndome con los ojos:
Que continuara.
Ello si cuando estábamos a quince minutos quince minutos de un viaje muylargo de así una hora
Así lo cuenta el loco, siguiendo
Cerca de congreso, se agacha haciendo que observaba algo por laventanilla del colectivo y yo apreté más mi pene contra su culito, pero yadesaforadamente sin ningún arte en disimulo de ello.
La sintió bien y si no estuviesedentro del pantalón la hubiera recibido en su interior estallando de placer
Ella lo asistió y ayudo algo, esdecir al levantarse de observar la nada ella, se la sintió por todo su culo, yahora me miro con esos ojitos diciéndome
Cógeme hermano que ya no aguanto más…
Hora si estaba seguro que ello, me saldría redondo, pero mi calenturaempezada a sentir, y no quería que terminase dentro de mi pantalón.
Estaba obsequiada, recaliente, se notaba hacialo imposible por no perder el contacto con mi pene.
Subió más gente y nos apretaban. Nos pusimos frente a frente y ella pegósus pechos contra el mío.
Yo nunca había avanzado tanto con una mujer, lo juro por Dios decía elloco a su auditorio
Que lo miraba embobado
El loco nos decía, no seguía mis técnica, como si levantarse a una mujercaliente tuviera técnica, era solo asumir y decirle nos bajamos y vamos a unhotel
Ella estaba excelentísimacaliente y nadie nos veía.
Toqué sus pechos sobre la blusa, los amasé despacio sin que nadie nosviese y en un momento de un empellón por un gran pozo en la Richieri, la besérápidamente sus labios. Ella me sonrió.
Estaba que volaba decía el loco me hubiera gustado subirle la falda ahímismo y penetrar hasta el fondo de sus encantos pero no me atrevía atanto.
Nos apretábamos mutuamente, para entonces.
Ella no se atrevía a hablarme
Solo nos movíamos disimuladamente.
Ella se movía buscando con su vientre mi pene y se apretaba contra mí.
La tomé de las manos y las puse junto a su mano
Entonces ella los tomo mirándome a los ojos y así me lo apretaba redondeándomecon su mano derecha mi pija tocándome, los huevos conociéndome, y a un momentoempezó a jugar con su mano el recorrido de mi pene
Sentí sus dedos recorrer todo el largo de mi miembro.
Yo hice lo mismo y estiré un dedo y se lo metí por la conchita
Ahora mi mano la cubría su bombacha que se ajusto aun más sobre su piel
Ella gimió mirando hacia un costado, sentí como se contorsionaba y elloera reflejado en mis dos dedos dentro de su conchita.
A un momento ella acabó sobre mis dos dedos.
Y a un minuto creo yo o no sé cuánto tiempo tarde mierda, yo leacabe mojando sus dedos dentro de supollera, que a simple vista ya se notaba
Ella sintió todo mi pene caliente apretando por mi mano y sus mejillasse encendieron por la excitación, aun más
Me miro
Bajamos en Liniers amor seguime cuando yo te lleve de mano y yaestábamos en Floresta, en quince minutos llegamos y le tome la mano y ellame siguió
En la parada le dije seguime iremos a un telo no tienes drama por llegara tu casa
Ninguna soy viuda y vos, le dijo
Contestándole simplote: yo soy soltero y vivo, cera del McDonald´s frente a la estación sobre la ruta provincial,al final en el cruce con la avenida…
Y yo al inicio del pueblo, a diez minutos de la fábrica nueva y a dos dela avenida mira qué casualidad y dondenos conocimos en un colectivo de la línea.
Nos miramos y presentimos que ero ella algo no planeado y nicircunspecto a una realidad casi mágica
Fuimos a hablar a una pizzería y cenamos esa noche a una hora que nospareció oportuna cruzando la avenida Rivadavia y cruzamos un paso a niveltomados de la mano y elegimos por mi sugerencia la habitación que da arriba
Nora me dijo, aclaro Pepe: pedí toda la noche así de aquí me voy atrabajar
Pague y pedí las pieza de arriba porque también son mas silenciosas
Al principio, muy al principio el amor es paciente, tampoco es uncondimento de la vida él no jactancioso, es la pasión, la intimidad y hasta elcompromiso que nos ayuda a darnos esa fuerza que salimos decir: amo a esa mujery a ese hombre oír decirle a ella
Aún Pape descubrió en ella otra parte de la vida
Descubrió Pepe al ver desnudarse a esa mujer no algopara ensañarse en la cama con ella demala manera y hasta hacerla llegar produciéndole ofensivamente artes en el amory/o su descarga física a una mujer débil o deseosa de amor que su hombre no lebrindara en la cama como descubría antes en mujeres que la hiciese sentirpuramente deseosa de lo que su hombre no les daba a sus esposas o compañeras
Sino veíadesnudarse a una mujer que de él llenase un día común y simple a un díaespecial, cuando dirigía, al baño, le dijo:
Pepe dale háganoslo juntos conociéremos bajo lalluvia que nos despoja de la simplicidad de ver a una mujer y a un hombrejuntos
Si, si claro es que me he quedado tonto y hastaimbécil al verte amor, eres Nora unamujer que me agrada y quisiera amarte
Pero ensénamea tratar a una mujer como eres tu amor
No quisieraperderte
Lo haremos juntos ambos descubriremos en la cama losque a mí me agrada que me hagas y yo lo que te brinde elevando tu pasión, ventenemos largo tiempo aun para ello
Jugaron el juego del amor, del amarse en lugaresprohibidos y sentirse gustosamente la pasión y el sabor del amor en sus labios,o en sus lugares tan privados que en una pareja solo ellos los conocen
La noche fue el inicio de una amor sano a la vistade todos pero que ya en ambos no conocían secretos que nadie más que ellos lo manifestarannunca más a terceros
Así empezaron a vivir la mayor vida en común
A los dos meses se había pensado que Pepe habíaestado internado, hasta algunos sorprendidos pensaron que alguno se habíavengado por lo que había realizado a una de su mujer, y hasta que estaría preso
Un sábado apareció en el bar de siempre, creo quehasta el mismísimo silencio hubo de callar, dirigiéndose con pasos seguroshasta Pedro, sin vueltas o coloquios, ledijo
Mañana me puedes cambiar una bomba de agua que meeleve hasta un tanque de quinientos litros
Si Pepe
Gracia amigo le dijo entregándole una dirección yasegurándose si conocía la calle y el lugar, allí desde dos meses vivo
Si Pepe le dijo, iré no te quepa ninguna dudaaclarando Pepe algo que aun mas acentuóel silencio y sintiéndose por única vez el ruido que se produce al respirar: esla casa de Nora quien es ahora mi mujer, nos casaremos en Abril, ella estaviuda y ahora vivimos juntos, sabes está esperando un hijo y yo estoy ampliandola casa de ella
Además refiriéndose s Marcelo, puedes conseguirveinte litros de pintura de base para interior, yo tengo el color
Allí dormirá nuestro hijo
En el bar esas palabras rompían un silencio casimágico y donde es palabras penetraron en los oídos de cliente que conocían alloco Pepe y ahora era un simple obrero llamado Pepe
A los cinco meses Nora era la que ofrecía con unasado controlado por ella, y las tortas que delicadamente emocionar a losamigos de Pepe que nunca más dejaron de ayudar en su vida
PD
Dicen que al loco Pepe lo lapidó una mujer y dicenque ahora ya en el colectivo nunca más se lo vio al loco Pepe sino a un simpleobrero que buscaba un simple asiento para dormir hasta muy cerca de su casa
Sir Lord Cami
Argentina
Sino la adapte a un lugar físicamente en el oeste que ni siquiera lahubiere de conocer y los autores de esta historia lo he inventado.
Lahistoria del Loco Pepe
Ocurrió con ésta mujer, que nomucho tiempo, después supimos que era casada pero ya no seencontraba viviendo, con la que por siete años fuese su pareja, que ahoratrabajaba por el micro centro porteño en una empresa estatal
Era casi el fin de un verano porteño de hace mas de veinte añosatrás y esa tarde deverano, anochecedor en ese colectivo, llevase una ampliapollera acampanada
La había llevado a su trabajoporque habían venidos inspectores a recorrer su trabajoy debía atenderlos muy justa en su vestir, con una lar camisaoriginal que circunscribía su cuero elegantemente
Cuando subió el loco que tomaba el micro a la salida del puerto, alverla literalmente, estallo en calentura.
Hermano me la mandó, Dios dijo el loco
Nosotros que lo escuchábamos narrar ciento de historias estaba yahabía tomado un comino nunca descripto por el loco, mostros que éramos (seis o ocho) humanos admirados por un relatoque pintaba ser insuperables por lo sensual, ya que sabíamos de sus aventuras,lo escuchábamos pidiendo algo para amenizar la conversación elbar…
Siguiendo el loco mandó, ya su jugada:
…fue entonces que me acerque por detrás, el viaje era largo el colectivorepleto y a los costado dos tipos que casi durmiéndose emprendían, surecorrido en el colectivo 86.
Coloqué mi pene rozando apenas su nalga.
Ella inmediatamente lo sintió y supo que era aquello, punzante yaduro y seguramente lo hubiere notado, caliente trató de ponersede costado.
Sonriéndome, dijo el loco ello me calzó.
No pudo más que volver ella a laposición inicial, es decir enfrentada con su culo mi pija, había ya demasiadagente en derredor de ella
Me fui acomodando mejor atrás deella...
Mi pene avanzaba por su nalga y percibía mi pene, el agrado de aquelculito durito que me excitó a rabiar
Ella ya no se corría y de alguna manera, más bien también en algúnmomento de ese largo recorrido de ómnibus, empezó a acomodarse de manera que mefacilitara mi maniobra de apoyarla.
Ella ya no ofrecía ninguna resistencia, más bien se empezó arefregar sobre mi pene.
Se había ya calentado
A un momento, y como una reacción simple de ver por unaventanilla, se agachó un poco como para sentir mejor mipene que lo tenía en todo sobre su pierna muy cerca de su culo, a segundo deello, fue ella avanzando poco a poco hasta poseer totalmente sus nalgas, sobremi pija
Ella sintió todo mi pene largo y caliente apretando su culito y susmejillas se encendieron por la excitación, dándose apenas vuelta para mirarme,es decir quería saber quien la estaba puerteando y al hacerlo me miraba diciéndome con los ojos:
Que continuara.
Ello si cuando estábamos a quince minutos quince minutos de un viaje muylargo de así una hora
Así lo cuenta el loco, siguiendo
Cerca de congreso, se agacha haciendo que observaba algo por laventanilla del colectivo y yo apreté más mi pene contra su culito, pero yadesaforadamente sin ningún arte en disimulo de ello.
La sintió bien y si no estuviesedentro del pantalón la hubiera recibido en su interior estallando de placer
Ella lo asistió y ayudo algo, esdecir al levantarse de observar la nada ella, se la sintió por todo su culo, yahora me miro con esos ojitos diciéndome
Cógeme hermano que ya no aguanto más…
Hora si estaba seguro que ello, me saldría redondo, pero mi calenturaempezada a sentir, y no quería que terminase dentro de mi pantalón.
Estaba obsequiada, recaliente, se notaba hacialo imposible por no perder el contacto con mi pene.
Subió más gente y nos apretaban. Nos pusimos frente a frente y ella pegósus pechos contra el mío.
Yo nunca había avanzado tanto con una mujer, lo juro por Dios decía elloco a su auditorio
Que lo miraba embobado
El loco nos decía, no seguía mis técnica, como si levantarse a una mujercaliente tuviera técnica, era solo asumir y decirle nos bajamos y vamos a unhotel
Ella estaba excelentísimacaliente y nadie nos veía.
Toqué sus pechos sobre la blusa, los amasé despacio sin que nadie nosviese y en un momento de un empellón por un gran pozo en la Richieri, la besérápidamente sus labios. Ella me sonrió.
Estaba que volaba decía el loco me hubiera gustado subirle la falda ahímismo y penetrar hasta el fondo de sus encantos pero no me atrevía atanto.
Nos apretábamos mutuamente, para entonces.
Ella no se atrevía a hablarme
Solo nos movíamos disimuladamente.
Ella se movía buscando con su vientre mi pene y se apretaba contra mí.
La tomé de las manos y las puse junto a su mano
Entonces ella los tomo mirándome a los ojos y así me lo apretaba redondeándomecon su mano derecha mi pija tocándome, los huevos conociéndome, y a un momentoempezó a jugar con su mano el recorrido de mi pene
Sentí sus dedos recorrer todo el largo de mi miembro.
Yo hice lo mismo y estiré un dedo y se lo metí por la conchita
Ahora mi mano la cubría su bombacha que se ajusto aun más sobre su piel
Ella gimió mirando hacia un costado, sentí como se contorsionaba y elloera reflejado en mis dos dedos dentro de su conchita.
A un momento ella acabó sobre mis dos dedos.
Y a un minuto creo yo o no sé cuánto tiempo tarde mierda, yo leacabe mojando sus dedos dentro de supollera, que a simple vista ya se notaba
Ella sintió todo mi pene caliente apretando por mi mano y sus mejillasse encendieron por la excitación, aun más
Me miro
Bajamos en Liniers amor seguime cuando yo te lleve de mano y yaestábamos en Floresta, en quince minutos llegamos y le tome la mano y ellame siguió
En la parada le dije seguime iremos a un telo no tienes drama por llegara tu casa
Ninguna soy viuda y vos, le dijo
Contestándole simplote: yo soy soltero y vivo, cera del McDonald´s frente a la estación sobre la ruta provincial,al final en el cruce con la avenida…
Y yo al inicio del pueblo, a diez minutos de la fábrica nueva y a dos dela avenida mira qué casualidad y dondenos conocimos en un colectivo de la línea.
Nos miramos y presentimos que ero ella algo no planeado y nicircunspecto a una realidad casi mágica
Fuimos a hablar a una pizzería y cenamos esa noche a una hora que nospareció oportuna cruzando la avenida Rivadavia y cruzamos un paso a niveltomados de la mano y elegimos por mi sugerencia la habitación que da arriba
Nora me dijo, aclaro Pepe: pedí toda la noche así de aquí me voy atrabajar
Pague y pedí las pieza de arriba porque también son mas silenciosas
Al principio, muy al principio el amor es paciente, tampoco es uncondimento de la vida él no jactancioso, es la pasión, la intimidad y hasta elcompromiso que nos ayuda a darnos esa fuerza que salimos decir: amo a esa mujery a ese hombre oír decirle a ella
Aún Pape descubrió en ella otra parte de la vida
Descubrió Pepe al ver desnudarse a esa mujer no algopara ensañarse en la cama con ella demala manera y hasta hacerla llegar produciéndole ofensivamente artes en el amory/o su descarga física a una mujer débil o deseosa de amor que su hombre no lebrindara en la cama como descubría antes en mujeres que la hiciese sentirpuramente deseosa de lo que su hombre no les daba a sus esposas o compañeras
Sino veíadesnudarse a una mujer que de él llenase un día común y simple a un díaespecial, cuando dirigía, al baño, le dijo:
Pepe dale háganoslo juntos conociéremos bajo lalluvia que nos despoja de la simplicidad de ver a una mujer y a un hombrejuntos
Si, si claro es que me he quedado tonto y hastaimbécil al verte amor, eres Nora unamujer que me agrada y quisiera amarte
Pero ensénamea tratar a una mujer como eres tu amor
No quisieraperderte
Lo haremos juntos ambos descubriremos en la cama losque a mí me agrada que me hagas y yo lo que te brinde elevando tu pasión, ventenemos largo tiempo aun para ello
Jugaron el juego del amor, del amarse en lugaresprohibidos y sentirse gustosamente la pasión y el sabor del amor en sus labios,o en sus lugares tan privados que en una pareja solo ellos los conocen
La noche fue el inicio de una amor sano a la vistade todos pero que ya en ambos no conocían secretos que nadie más que ellos lo manifestarannunca más a terceros
Así empezaron a vivir la mayor vida en común
A los dos meses se había pensado que Pepe habíaestado internado, hasta algunos sorprendidos pensaron que alguno se habíavengado por lo que había realizado a una de su mujer, y hasta que estaría preso
Un sábado apareció en el bar de siempre, creo quehasta el mismísimo silencio hubo de callar, dirigiéndose con pasos seguroshasta Pedro, sin vueltas o coloquios, ledijo
Mañana me puedes cambiar una bomba de agua que meeleve hasta un tanque de quinientos litros
Si Pepe
Gracia amigo le dijo entregándole una dirección yasegurándose si conocía la calle y el lugar, allí desde dos meses vivo
Si Pepe le dijo, iré no te quepa ninguna dudaaclarando Pepe algo que aun mas acentuóel silencio y sintiéndose por única vez el ruido que se produce al respirar: esla casa de Nora quien es ahora mi mujer, nos casaremos en Abril, ella estaviuda y ahora vivimos juntos, sabes está esperando un hijo y yo estoy ampliandola casa de ella
Además refiriéndose s Marcelo, puedes conseguirveinte litros de pintura de base para interior, yo tengo el color
Allí dormirá nuestro hijo
En el bar esas palabras rompían un silencio casimágico y donde es palabras penetraron en los oídos de cliente que conocían alloco Pepe y ahora era un simple obrero llamado Pepe
A los cinco meses Nora era la que ofrecía con unasado controlado por ella, y las tortas que delicadamente emocionar a losamigos de Pepe que nunca más dejaron de ayudar en su vida
PD
Dicen que al loco Pepe lo lapidó una mujer y dicenque ahora ya en el colectivo nunca más se lo vio al loco Pepe sino a un simpleobrero que buscaba un simple asiento para dormir hasta muy cerca de su casa
Sir Lord Cami
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