Esto que les voy a narrar ocurrió hace unos 5/6 años y me da vueltas por la cabeza cada tanto.
Betiana es sobrina de mi mujer, hoy toda una madre de 22 o 23 años, y se podría decir que su cara es un clon de Catherine Fulop y su cuerpo no anda muy lejos.
Desde chica fue muy pegada conmigo: siempre me abrazaba y me llenaba de besos cuando nos veíamos en algún cumpleaños familiar.
Bettu (así le decíamos) fue creciendo y se transformó en una hembra hermosa: pelo castaño muy largo, ojos color miel, tetitas de adolescente y una cola manzanita, terriblemente apetecible.
Cuando sus padres se separaron ella optó por vivir con sus abuelos por lo que nos veíamos casi a cotidiano ya que luego del trabajo pasábamos con mi mujer a visitar a mis suegros.
Como les contaba, de chica era extremadamente cariñosa y esta situación no cambió con el paso de los años, al contrario, pareció ir acrecentándose.
En cierta ocasión, Bettu se sentó en mi falda, pero no ya sobre mis rodillas como cuando era pequeña sino colocando toda la cola sobre mi pija. La situación se me estaba yendo de la mano por lo que le pedí que me acompañara hasta el patio a buscar una mesita. allí la tomé del brazo y mirándola a los ojos le dije: " Bettu, no está bien que te sientes en mi falda, yo soy tu tío pero también soy hombre y esa situación me pone incómodo ... voy sos linda, muy linda, y hay momentos que desearía que no fueses mi sobrina, por lo que te pido me entiendas y no hagas mas eso...".
El Domingo siguiente fuimos a pasar el día a lo de mis suegros. Comimos un espectacular asado regado con buen vino y después de la sobremesa me fui al sofá que estaba en la sala principal y me recosté a mirar una película. En eso viene mi mujer y me dice que los llevaba a sus padres hasta Walmart a hacer una provista y que Bettu se quedaba conmigo.
Walmart estaba a aproximadamente 40 minutos de viaje, mas las 2 horas seguro que se perdían dando vueltas en el supermercado, iba a ser una demora de al menos 3 horas.
Ni bien el auto dobló la esquina - creo-, apareció Bettu en la sala: tenía puesto un pantaloncito corto de lycra tipo calza que le cubría la mitad de la cola y una remera color rosa extremadamente corta que apenas tapaba sus pechos. La visión no podía ser más maravillosa...
Se acercó a mí y me preguntó que tal era la peli. Le dije "algo aburrida", y sin esperar otra palabra se acostó a mi lado, empujándome con su cola para que entráramos los dos en el sofá.
Demás está decir que quedamos haciendo cucharita !! el silencio duró unos segundos, pasó una de sus piernas por encima de la mía pegando aún más su culo sobre mi ya endurecida pija.
No dije palabra alguna. Ella simulaba estar atenta a la película pero hacía suaves movimientos con sus caderas: evidentemente estaba sintiendo mi dureza (y le gustaba) ... Podía notar como subía y bajaba su pecho con su respiración agitada por el momento que se estaba dando y, olvidando todo parentesco, pasé mi mano sobre su cintura dejándola en su vientre. Ese contacto la hizo estremecer... quise retirar mi mano pero ella la agarró y la colocó sobre su estómago. Me acomodé como pude y retiré su pierna de encima mío, Bettu me miró y le hice señas que se callara. La tomé de la cintura para afirmarla mejor y ella tomó mi mano y la llevó hasta el nacimiento de sus tetas.
Acaricié esos pechos duros, adolescentes, lo más lento y suave que pude, ella gemía. Metió su mano dentro de mi pantalón buscando mi miembro y - apartándome un poco para que pudiese lograrlo- me los bajé un poco, empezando Bettu a masturbarme de una manera delicada, casi con miedo.
Luego de un rato, giré y besé sus pechitos y ella aceleró la paja haciéndome acabar sobre sus piernas y cola.
Sudados y alterados por la situación nos levantamos y fuimos al baño a limpiarnos: allí pude contemplar lo hermosa que era pero también observé como la juventud se hacía notar en la firmeza de todo su cuerpo.
Le tomé la cara y nos besamos ... y a su oído le dije lo mucho que la quería pero que era su tío y esto no iba a pasar nunca más.
Pasaron varios años y desde hace dos meses somos amantes con Betiana ... según ella le cumplí un sueño, el otro es tener un hijo conmigo.
Betiana es sobrina de mi mujer, hoy toda una madre de 22 o 23 años, y se podría decir que su cara es un clon de Catherine Fulop y su cuerpo no anda muy lejos.
Desde chica fue muy pegada conmigo: siempre me abrazaba y me llenaba de besos cuando nos veíamos en algún cumpleaños familiar.
Bettu (así le decíamos) fue creciendo y se transformó en una hembra hermosa: pelo castaño muy largo, ojos color miel, tetitas de adolescente y una cola manzanita, terriblemente apetecible.
Cuando sus padres se separaron ella optó por vivir con sus abuelos por lo que nos veíamos casi a cotidiano ya que luego del trabajo pasábamos con mi mujer a visitar a mis suegros.
Como les contaba, de chica era extremadamente cariñosa y esta situación no cambió con el paso de los años, al contrario, pareció ir acrecentándose.
En cierta ocasión, Bettu se sentó en mi falda, pero no ya sobre mis rodillas como cuando era pequeña sino colocando toda la cola sobre mi pija. La situación se me estaba yendo de la mano por lo que le pedí que me acompañara hasta el patio a buscar una mesita. allí la tomé del brazo y mirándola a los ojos le dije: " Bettu, no está bien que te sientes en mi falda, yo soy tu tío pero también soy hombre y esa situación me pone incómodo ... voy sos linda, muy linda, y hay momentos que desearía que no fueses mi sobrina, por lo que te pido me entiendas y no hagas mas eso...".
El Domingo siguiente fuimos a pasar el día a lo de mis suegros. Comimos un espectacular asado regado con buen vino y después de la sobremesa me fui al sofá que estaba en la sala principal y me recosté a mirar una película. En eso viene mi mujer y me dice que los llevaba a sus padres hasta Walmart a hacer una provista y que Bettu se quedaba conmigo.
Walmart estaba a aproximadamente 40 minutos de viaje, mas las 2 horas seguro que se perdían dando vueltas en el supermercado, iba a ser una demora de al menos 3 horas.
Ni bien el auto dobló la esquina - creo-, apareció Bettu en la sala: tenía puesto un pantaloncito corto de lycra tipo calza que le cubría la mitad de la cola y una remera color rosa extremadamente corta que apenas tapaba sus pechos. La visión no podía ser más maravillosa...
Se acercó a mí y me preguntó que tal era la peli. Le dije "algo aburrida", y sin esperar otra palabra se acostó a mi lado, empujándome con su cola para que entráramos los dos en el sofá.
Demás está decir que quedamos haciendo cucharita !! el silencio duró unos segundos, pasó una de sus piernas por encima de la mía pegando aún más su culo sobre mi ya endurecida pija.
No dije palabra alguna. Ella simulaba estar atenta a la película pero hacía suaves movimientos con sus caderas: evidentemente estaba sintiendo mi dureza (y le gustaba) ... Podía notar como subía y bajaba su pecho con su respiración agitada por el momento que se estaba dando y, olvidando todo parentesco, pasé mi mano sobre su cintura dejándola en su vientre. Ese contacto la hizo estremecer... quise retirar mi mano pero ella la agarró y la colocó sobre su estómago. Me acomodé como pude y retiré su pierna de encima mío, Bettu me miró y le hice señas que se callara. La tomé de la cintura para afirmarla mejor y ella tomó mi mano y la llevó hasta el nacimiento de sus tetas.
Acaricié esos pechos duros, adolescentes, lo más lento y suave que pude, ella gemía. Metió su mano dentro de mi pantalón buscando mi miembro y - apartándome un poco para que pudiese lograrlo- me los bajé un poco, empezando Bettu a masturbarme de una manera delicada, casi con miedo.
Luego de un rato, giré y besé sus pechitos y ella aceleró la paja haciéndome acabar sobre sus piernas y cola.
Sudados y alterados por la situación nos levantamos y fuimos al baño a limpiarnos: allí pude contemplar lo hermosa que era pero también observé como la juventud se hacía notar en la firmeza de todo su cuerpo.
Le tomé la cara y nos besamos ... y a su oído le dije lo mucho que la quería pero que era su tío y esto no iba a pasar nunca más.
Pasaron varios años y desde hace dos meses somos amantes con Betiana ... según ella le cumplí un sueño, el otro es tener un hijo conmigo.
4 comentarios - Mi sobrina: casi mi perdición
Queremos fotito de Belu para nuestra fantasía