Aquella noche de septiembre del 2009 fue, después de la noche de mi primera infidelidad, la que más cambio mi vida.
Habíamos salido unos cuantos amigos a tomar algo, mi novia esa noche no estaba con nosotros. Lo que me vino magníficamente cuando en una de las discotecas que fuimos me encontré con mi más que amiga Leticia. El novio de ella si estaba, pero no nos costo mucho librarnos de el y acabar los 2 en el baño. Tras unos besos y caricias, Leti comenzó a hacerme una deliciosa mamada como ella sabe con su magnífica boca grande con gruesos labios.
De repente se abrió la puerta de nuestro compartimento, pues no la debimos cerrar bien, y apareció mi amiga Elena, que al verme se quedo paralizada unos segundos antes de pedir perdón y cerrar la puerta. Estaba tan cachondo que le dije a Leti que no parara y continuó comiéndomela hasta que me corrí dentro de su boca.
Cuando salimos ella volvió con su novio para evitar sospechas. Al volver yo con el grupo Elena me miraba fijamente con cara de nerviosa. Aproveché un momento que su novio, y buen amigo mío, se fue a la barra a pedir para acercarme a hablar con ella sin que este pudiera cotillear. Le dije que por favor no dijera nada a mi novia ni a nadie pues había sido una tontería. Esta me dijo que valía, pero la note rara el resto de la noche. Tan rara que ya avanzada la noche, cuando unos pocos nos fuimos a otra disco, esta se vino a pesar de que su novio se fue a casa, cosa que nunca hacía.
Nos tomamos varios chupitos y parecía que eso hizo que poco a poco se le quitara el nerviosismo que la notaba. Incluso un par de veces bailamos juntos. Ya por la mañana cuando cerraron la discoteca, los que quedábamos, nos fuimos a un after. Éramos solo 4 y entre ellos estaba aún Elena. Nuestros 2 amigos ligaron y nos quedamos solos en la pista bailando. Entonces Elena me pregunto cuanto tiempo llevaba siendo infiel a mi novia. Le dije que no pensara en eso, que había sido una tontería, pero insistió y al final la conté la verdad. Entonces ella me conto que si se había quedado allí era porque el verme en el baño más que asustarla, lo que la había puesto era cachonda. Yo no supe que decirla pues no me esperaba esa contestación. Me dijo que mas de una vez había tenido la posibilidad de serlo pero que siempre lo había rechazado porque quiere a su novio. La dije que yo a mi novia también la quiero, pero que esto son cosas distintas pues es solo un rato de sexo y diversión y que si lo quería probar que se lanzara por alguno que yo no iba a decir nada. Pero entonces ocurrió lo que nunca me hubiera imaginado. Elena me dijo que la encantaría serlo conmigo.
Yo no sabia si era una broma, pero miré a Elena con otros ojos y entonces me puse a mil. Esta iba guapísima con una camiseta marrón, con escote cruzado marcando sus pequeños y carnosos pechos y un vaquero gris ajustado. Además no llevaba sujetador pues se notaba por el escote. Cuando Elena me pidió perdón por decirme eso, la dije que no tenia por que hacerlo. La cogí de la mano y nos metimos en uno de los baños. Empezamos a besarla y mis manos agarraron su culo. Una de ellas no tardo y subió a acariciar uno de sus pechos.
Le apoyé contra la pared del cubículo y me arrodillé. La desabroche y baje el vaquero. Mientras acariciaba sus muslos cubiertos por unas medias que terminaban en ellos, la mire y la pregunte si estaba segura de querer seguir. Solo fue capaz de mover su cabeza para decirme que sí. Eché su tanga negro para un lado y comencé a pasar mi lengua por sus labios vaginales y clítoris. Yo estaba a mil, con mi lengua disfrutando del coño de la novia de uno de mis mejores amigos.
Mi lengua se fue introduciendo en su coño moviéndose cada vez mas y mas rápido. No volvió a salir de allí hasta que Elena se corrió en mi boca. Me levante y volvimos a besarnos mientras mi dedo corazón la masturbaba. Entonces la propuse si se quería venir a mi casa pues mis padres no estaban en todo el finde. No dudo ni un segundo en aceptar. Nuestros amigos no estaban en el after ya por lo que no tuvimos ni que poner una excusa. Al llegar a mi casa la lleve a mi habitación y volvimos a besarnos. La apoye contra la pared y seguimos besándonos y acariciándonos. Mis manos empezaron a jugar con sus pechos. La cogí la camiseta por el escote y se lo abrí fácilmente al ser cruzado. Elena tenia unos pezones gorditos y carnosos que no pude más que comenzar a lamer y morder. Mientras Elena comenzó a acariciar mi paquete el cual estaba a reventar.
Empecé a desabrocharla el pantalón y ella hizo lo mismo con el mío. Nos los quitamos quedándonos, ella con las medias hasta los muslos y el tanga negro y yo con un slip gris. Me quité el slip, me senté en la cama y sin decir nada Elena ya sabía lo que debía hacer con mi polla tan dura. Se arrodillo entre mis piernas y comenzó a hacerme una deliciosa mamada con sus gorditos labios.
Cuando tuve la polla bien dura nos levantamos y cogí un condón. Tumbe a Elena en la cama, me puse el condón, la quite el tanga y me tumbe sobre ella. Nos volvimos a besar y la acaricie las piernas con el tacto de las medias.
Metí mi polla despacito por su coño y comenzamos a follar. Nos besábamos y mis manos seguían acariciando sus piernas. Subí una de ellas hasta su pechito acariciándolo. Además de acariciarlo, baje mi cabeza y mi lengua jugueteo con su pezón hasta ponérselo duro. Entonces mi otra mano y mi lengua hicieron lo mismo con el otro pezón. Con ambos duros no pare de pellizcárselos.
Me senté en la cama y Elena lo hizo en mi rodeándome con sus piernas. Seguimos follando, mientras acariciaba sus piernas. Le quité la camiseta y le mordí sus duros pezones gordos. De vez en cuando se inclinaba hacia atrás para sentir mi polla más adentro y entonces acariciaba sus pechos con una de mis manos. Los besos que nos dábamos eran cada vez más calientes.
Avise a Elena que iba a correrme y esta se coloco a gatas en la cama a mi lado. Me quito el condón y comenzó a comerme la polla. Yo estiré mi mano y tras acariciarla un poco el culo la empecé a acariciar el clítoris masturbándola. Cuando me corrí, Elena dijo que quería mi semen en su boca por lo que no la saco hasta que me corrí bien.
Nos quedamos tumbados en la cama, ella lateralmente abrazándome y yo acariciándola una de las piernas. Nos besábamos de vez en cuando. La pregunte que tal estaba y me dijo que muy bien, que nunca se la había pasado por la cabeza ser infiel pero que estaba contenta por haberlo hecho conmigo. También me dijo que la había dado mucho morbo lo del baño del after.
Fui al baño y al volver Elena estaba tumbada boca abajo. Me senté a su lado y comencé a pasarla un dedo de arriba abajo y vuelta a subir. Tras hacer garabatos en su espalda, volví a bajar pasándolo por la raja de su culo, hasta llegar a su coño. Comencé a hacer círculos en el introduciéndolo poco a poco y masturbándola nuevamente. Con mi otra mano acariciaba su culo y piernas.
Cuando Elena se corrió saque mi dedo y lo pase por sus glúteos. Entonces la hice la pregunta que llevaba un rato deseando hacerla. La pregunte si le gustaba el sexo anal. Esta me respondió que antes de conocer a su novio lo había practicado alguna vez, pero que hacia unos 7 años que no lo había hecho. La sonreí y le pregunté si la apetecía volver a hacerlo. Me respondió que sí, pero que con mucho cuidado. Comencé a pasar mi dedo por su ano dilatándoselo un poquito. Cogí un lubricante y se lo fui dilatando poco a poco, sin prisas para que se sintiera a gusto.
Cuando lo tuvo dilatado, la pedí que se colocara a gatas en la cama para que estuviera más cómoda. Cogí un condón y me coloqué de rodillas frente a ella para que me masturbara y me la comiera poniéndomela dura para poder colocarme el condón.
Me puse de rodillas detrás de ella y fui metiendo despacio mi polla en su culo. Elena fue dando pequeños gritos de dolor y gusto. Cuando la tuve entera dentro, comencé a moverme en pequeños círculos y la sacaba y metía despacio. Cuando noté que ya iba entrando con mas facilidad fui subiendo la velocidad. Cada vez que ella me lo pedía paraba.
Me senté en el borde de la cama y Elena volvió a hacerlo sobre mí. Metí mi polla nuevamente en su culo y despacito volví a follárselo mientras nos besábamos. Además, jugué y comí sus tetitas.
Cuando me iba a correr no saque mi polla de su culo y la abrace fuerte contra mí, sintiendo mi polla explotar bien dentro de ella y oyendo sus gemidos de gusto y dolor.
Estuvimos un rato tumbados en la cama besándonos y acariciándonos nuevamente, hasta que Elena me dijo que iba a ducharse para no volver sudada a casa. Esta se quito las medias y me las tiro mientras entraba al baño de la habitación. Cuando oí que entro en la ducha me fui hacia allí. Al abrir la puerta de la mampara, me dijo que no quería follar dentro pues no quería mojarse el pelo. Le dije que no se preocupara, que se pueden hacer más cosas.
Entre y me coloque de rodillas. Mientras la besaba los muslos acaricie su culo. Poco a poco fui subiendo por sus muslos hasta llegar a su coño besándolo también. Metí mi lengua dentro comenzándoselo a comer. Con mis manos en su culo la apretaba contra mí, metiéndola todo lo adentro que podía.
Metí mi dedo pulgar en su mojado coño y comencé a masturbarla. Me levante y empezamos a besarnos, mientras seguía masturbándola. Elena agarro mi polla y también comenzó a masturbarme. No paramos hasta que ambos nos corrimos.
Tras secarnos y unos cuantos besos más, nos vestimos. Elena iba a pedir un taxi para volver a casa, pero la dije que yo la acercaba, que es lo mínimo que se merecía por habérmelo hecho pasar tan bien. Íbamos charlando en el coche, pero en un semáforo donde paramos y vi que no había nadie mas en toda la calle, no me pude resistir más y metí una mano por su escotazo acariciando una de sus tetas. Elena se vino hacia mi y comenzamos a besarnos. Cuando el semáforo se puso en verde y reiniciamos la marcha, Elena me dijo que siguiera sus indicaciones y no fuera para casa de sus padres a dejarla.
Sus indicaciones nos llevaron a un descampado, donde volvimos a besarnos. Saqué sus pechitos por el escote y los volví a comer, succionando con muchas ganas sus gordos pezones. Elena desabrocho mi pantalón, saco mi polla del slip y comenzó a masturbarme. Cuando la me la puso dura, se arrodillo en el asiento y comenzó una nueva, y mas morbosa al ser al aire libre, mamada.
Mi mano continuo dentro del escote acariciando sus tetas y pellizcando sus pezones, mientras duro la mamada. Cuando me corrí en su boca, Elena me la dejo bien limpia nuevamente, pasando su lengua por mi glande.
Ahora si que, tras unos nuevos besos, la lleve a su casa. Lejos de ser esto un simple calentón de una noche, fue el inicio de una mejor amistad de la que teníamos. Amistad de la que disfrutamos al máximo cuando podemos.
Habíamos salido unos cuantos amigos a tomar algo, mi novia esa noche no estaba con nosotros. Lo que me vino magníficamente cuando en una de las discotecas que fuimos me encontré con mi más que amiga Leticia. El novio de ella si estaba, pero no nos costo mucho librarnos de el y acabar los 2 en el baño. Tras unos besos y caricias, Leti comenzó a hacerme una deliciosa mamada como ella sabe con su magnífica boca grande con gruesos labios.
De repente se abrió la puerta de nuestro compartimento, pues no la debimos cerrar bien, y apareció mi amiga Elena, que al verme se quedo paralizada unos segundos antes de pedir perdón y cerrar la puerta. Estaba tan cachondo que le dije a Leti que no parara y continuó comiéndomela hasta que me corrí dentro de su boca.
Cuando salimos ella volvió con su novio para evitar sospechas. Al volver yo con el grupo Elena me miraba fijamente con cara de nerviosa. Aproveché un momento que su novio, y buen amigo mío, se fue a la barra a pedir para acercarme a hablar con ella sin que este pudiera cotillear. Le dije que por favor no dijera nada a mi novia ni a nadie pues había sido una tontería. Esta me dijo que valía, pero la note rara el resto de la noche. Tan rara que ya avanzada la noche, cuando unos pocos nos fuimos a otra disco, esta se vino a pesar de que su novio se fue a casa, cosa que nunca hacía.
Nos tomamos varios chupitos y parecía que eso hizo que poco a poco se le quitara el nerviosismo que la notaba. Incluso un par de veces bailamos juntos. Ya por la mañana cuando cerraron la discoteca, los que quedábamos, nos fuimos a un after. Éramos solo 4 y entre ellos estaba aún Elena. Nuestros 2 amigos ligaron y nos quedamos solos en la pista bailando. Entonces Elena me pregunto cuanto tiempo llevaba siendo infiel a mi novia. Le dije que no pensara en eso, que había sido una tontería, pero insistió y al final la conté la verdad. Entonces ella me conto que si se había quedado allí era porque el verme en el baño más que asustarla, lo que la había puesto era cachonda. Yo no supe que decirla pues no me esperaba esa contestación. Me dijo que mas de una vez había tenido la posibilidad de serlo pero que siempre lo había rechazado porque quiere a su novio. La dije que yo a mi novia también la quiero, pero que esto son cosas distintas pues es solo un rato de sexo y diversión y que si lo quería probar que se lanzara por alguno que yo no iba a decir nada. Pero entonces ocurrió lo que nunca me hubiera imaginado. Elena me dijo que la encantaría serlo conmigo.
Yo no sabia si era una broma, pero miré a Elena con otros ojos y entonces me puse a mil. Esta iba guapísima con una camiseta marrón, con escote cruzado marcando sus pequeños y carnosos pechos y un vaquero gris ajustado. Además no llevaba sujetador pues se notaba por el escote. Cuando Elena me pidió perdón por decirme eso, la dije que no tenia por que hacerlo. La cogí de la mano y nos metimos en uno de los baños. Empezamos a besarla y mis manos agarraron su culo. Una de ellas no tardo y subió a acariciar uno de sus pechos.
Le apoyé contra la pared del cubículo y me arrodillé. La desabroche y baje el vaquero. Mientras acariciaba sus muslos cubiertos por unas medias que terminaban en ellos, la mire y la pregunte si estaba segura de querer seguir. Solo fue capaz de mover su cabeza para decirme que sí. Eché su tanga negro para un lado y comencé a pasar mi lengua por sus labios vaginales y clítoris. Yo estaba a mil, con mi lengua disfrutando del coño de la novia de uno de mis mejores amigos.
Mi lengua se fue introduciendo en su coño moviéndose cada vez mas y mas rápido. No volvió a salir de allí hasta que Elena se corrió en mi boca. Me levante y volvimos a besarnos mientras mi dedo corazón la masturbaba. Entonces la propuse si se quería venir a mi casa pues mis padres no estaban en todo el finde. No dudo ni un segundo en aceptar. Nuestros amigos no estaban en el after ya por lo que no tuvimos ni que poner una excusa. Al llegar a mi casa la lleve a mi habitación y volvimos a besarnos. La apoye contra la pared y seguimos besándonos y acariciándonos. Mis manos empezaron a jugar con sus pechos. La cogí la camiseta por el escote y se lo abrí fácilmente al ser cruzado. Elena tenia unos pezones gorditos y carnosos que no pude más que comenzar a lamer y morder. Mientras Elena comenzó a acariciar mi paquete el cual estaba a reventar.
Empecé a desabrocharla el pantalón y ella hizo lo mismo con el mío. Nos los quitamos quedándonos, ella con las medias hasta los muslos y el tanga negro y yo con un slip gris. Me quité el slip, me senté en la cama y sin decir nada Elena ya sabía lo que debía hacer con mi polla tan dura. Se arrodillo entre mis piernas y comenzó a hacerme una deliciosa mamada con sus gorditos labios.
Cuando tuve la polla bien dura nos levantamos y cogí un condón. Tumbe a Elena en la cama, me puse el condón, la quite el tanga y me tumbe sobre ella. Nos volvimos a besar y la acaricie las piernas con el tacto de las medias.
Metí mi polla despacito por su coño y comenzamos a follar. Nos besábamos y mis manos seguían acariciando sus piernas. Subí una de ellas hasta su pechito acariciándolo. Además de acariciarlo, baje mi cabeza y mi lengua jugueteo con su pezón hasta ponérselo duro. Entonces mi otra mano y mi lengua hicieron lo mismo con el otro pezón. Con ambos duros no pare de pellizcárselos.
Me senté en la cama y Elena lo hizo en mi rodeándome con sus piernas. Seguimos follando, mientras acariciaba sus piernas. Le quité la camiseta y le mordí sus duros pezones gordos. De vez en cuando se inclinaba hacia atrás para sentir mi polla más adentro y entonces acariciaba sus pechos con una de mis manos. Los besos que nos dábamos eran cada vez más calientes.
Avise a Elena que iba a correrme y esta se coloco a gatas en la cama a mi lado. Me quito el condón y comenzó a comerme la polla. Yo estiré mi mano y tras acariciarla un poco el culo la empecé a acariciar el clítoris masturbándola. Cuando me corrí, Elena dijo que quería mi semen en su boca por lo que no la saco hasta que me corrí bien.
Nos quedamos tumbados en la cama, ella lateralmente abrazándome y yo acariciándola una de las piernas. Nos besábamos de vez en cuando. La pregunte que tal estaba y me dijo que muy bien, que nunca se la había pasado por la cabeza ser infiel pero que estaba contenta por haberlo hecho conmigo. También me dijo que la había dado mucho morbo lo del baño del after.
Fui al baño y al volver Elena estaba tumbada boca abajo. Me senté a su lado y comencé a pasarla un dedo de arriba abajo y vuelta a subir. Tras hacer garabatos en su espalda, volví a bajar pasándolo por la raja de su culo, hasta llegar a su coño. Comencé a hacer círculos en el introduciéndolo poco a poco y masturbándola nuevamente. Con mi otra mano acariciaba su culo y piernas.
Cuando Elena se corrió saque mi dedo y lo pase por sus glúteos. Entonces la hice la pregunta que llevaba un rato deseando hacerla. La pregunte si le gustaba el sexo anal. Esta me respondió que antes de conocer a su novio lo había practicado alguna vez, pero que hacia unos 7 años que no lo había hecho. La sonreí y le pregunté si la apetecía volver a hacerlo. Me respondió que sí, pero que con mucho cuidado. Comencé a pasar mi dedo por su ano dilatándoselo un poquito. Cogí un lubricante y se lo fui dilatando poco a poco, sin prisas para que se sintiera a gusto.
Cuando lo tuvo dilatado, la pedí que se colocara a gatas en la cama para que estuviera más cómoda. Cogí un condón y me coloqué de rodillas frente a ella para que me masturbara y me la comiera poniéndomela dura para poder colocarme el condón.
Me puse de rodillas detrás de ella y fui metiendo despacio mi polla en su culo. Elena fue dando pequeños gritos de dolor y gusto. Cuando la tuve entera dentro, comencé a moverme en pequeños círculos y la sacaba y metía despacio. Cuando noté que ya iba entrando con mas facilidad fui subiendo la velocidad. Cada vez que ella me lo pedía paraba.
Me senté en el borde de la cama y Elena volvió a hacerlo sobre mí. Metí mi polla nuevamente en su culo y despacito volví a follárselo mientras nos besábamos. Además, jugué y comí sus tetitas.
Cuando me iba a correr no saque mi polla de su culo y la abrace fuerte contra mí, sintiendo mi polla explotar bien dentro de ella y oyendo sus gemidos de gusto y dolor.
Estuvimos un rato tumbados en la cama besándonos y acariciándonos nuevamente, hasta que Elena me dijo que iba a ducharse para no volver sudada a casa. Esta se quito las medias y me las tiro mientras entraba al baño de la habitación. Cuando oí que entro en la ducha me fui hacia allí. Al abrir la puerta de la mampara, me dijo que no quería follar dentro pues no quería mojarse el pelo. Le dije que no se preocupara, que se pueden hacer más cosas.
Entre y me coloque de rodillas. Mientras la besaba los muslos acaricie su culo. Poco a poco fui subiendo por sus muslos hasta llegar a su coño besándolo también. Metí mi lengua dentro comenzándoselo a comer. Con mis manos en su culo la apretaba contra mí, metiéndola todo lo adentro que podía.
Metí mi dedo pulgar en su mojado coño y comencé a masturbarla. Me levante y empezamos a besarnos, mientras seguía masturbándola. Elena agarro mi polla y también comenzó a masturbarme. No paramos hasta que ambos nos corrimos.
Tras secarnos y unos cuantos besos más, nos vestimos. Elena iba a pedir un taxi para volver a casa, pero la dije que yo la acercaba, que es lo mínimo que se merecía por habérmelo hecho pasar tan bien. Íbamos charlando en el coche, pero en un semáforo donde paramos y vi que no había nadie mas en toda la calle, no me pude resistir más y metí una mano por su escotazo acariciando una de sus tetas. Elena se vino hacia mi y comenzamos a besarnos. Cuando el semáforo se puso en verde y reiniciamos la marcha, Elena me dijo que siguiera sus indicaciones y no fuera para casa de sus padres a dejarla.
Sus indicaciones nos llevaron a un descampado, donde volvimos a besarnos. Saqué sus pechitos por el escote y los volví a comer, succionando con muchas ganas sus gordos pezones. Elena desabrocho mi pantalón, saco mi polla del slip y comenzó a masturbarme. Cuando la me la puso dura, se arrodillo en el asiento y comenzó una nueva, y mas morbosa al ser al aire libre, mamada.
Mi mano continuo dentro del escote acariciando sus tetas y pellizcando sus pezones, mientras duro la mamada. Cuando me corrí en su boca, Elena me la dejo bien limpia nuevamente, pasando su lengua por mi glande.
Ahora si que, tras unos nuevos besos, la lleve a su casa. Lejos de ser esto un simple calentón de una noche, fue el inicio de una mejor amistad de la que teníamos. Amistad de la que disfrutamos al máximo cuando podemos.
2 comentarios - 05-09-2009:De amiga a amante