Mi cuñada: actualización 3

Continuando…
 
El médico me dijo que no había pasado nada, que podía seguir esquiando con cuidado, pero que yo decidiera qué iba a hacer... yo por supuesto cuidando mi salud decidí quedarme en el hotel.
 
Fuí a la piscina y me encontré con la cuñada jugando con el niño.
 
- hey!! qué haces aquí? yo pensé que estabas esquiando!!
- sí, pero me caí y me jodí la rodilla
- mierda! déjame ver... (y después de un rato)... no, no siento nada raro, si no te duele, no hay problema
- no, ya no me duele... siento como un fastidio, pero no me duele para caminar
- entonces estás bien... ve a esquiar!!! jajajaja
 
Estábamos solo los 3 en la piscina, de vez en cuando le agarraba las nalgas y piernas
 
- hey, tengo una idea, por qué no vamos a mi habitación??
- jajajaja (con una cara muy pícara) te dijeron los demás a qué hora regresan?
- la suegra dijo que se venían a las 4pm, y yo me demoré 40 min en llegar (eran las11 am)
- bueno, cuando el niño se duerma en media hora vamos a tu habitación (con picardía y a la vez pena)

Bueno, subimos y garchamos, obvio, pero lo nuevo fue que por primera vez me dio un pete, y yo no se lo pedí. No fue la gran cosa, pero eso significaba mucho: la cuñada estaba poniendo de su parte. Luego nos fuimos a bañar juntos y al verla desnuda me puse otra vez al palo, y la garché bien duro en la ducha.

Esta flaca me mata, ya tiene sus 40 pero como es flaquita y tonificada, no se le nota para nada la edad, ni siquiera se nota que tiene 3 hijos, el abdomen le quedó plano sin estrías ni marcas, tiene un vientre de mujer joven, y la panocha la tiene bonita... estar con ella me hace sentir que tengo 20 años, además su actitud es de mujer joven... al menos yo no le veo la edad por ningún lado.

Después de ese día, garchamos al menos 2 veces al día hasta que nos fuimos de regreso el domingo. Menos mal que mi mujer estaba cansada de tanto esquiar y no se sentía en forma para garchar, lo cual me dejaba preciosos recursos para su hermana que los estaba aprovechando bien.

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Un par de semanas después de esas vacaciones vino la primera crisis.

Encontramos la manera de vernos durante la semana: aquí hay unas habitaciones pequeñas "turísticas" que están regadas por la zona vieja (medieval) de la ciudad. Son habitaciones con entrada independiente a la calle, y están bien escondidas en callejones estrechos. Yo no sabía la existencia de esas habitaciones, pero las conocí gracias a ella. Me dijo que normalmente eran para turistas o mucha gente que trabaja en la ciudad las alquila para dormir a medio día. Lo cierto es que hay que reservar con bastante tiempo.

El asunto es que al menos una vez por semana reservábamos una habitación de estas. Ella se encontraba una excusa para llegar más tarde a casa, o para salir de improvisto durante la tarde.

El problema fue que esto se volvió costumbre, agarramos mucha confianza y se me ocurrió pedirle fotos desnuda. Yo pensé que con todo lo que había pasado ya estábamos en ese nivel, pero no... me equivoqué y bien equivocado!!!

Se molestó muchísimo, yo ni siquiera entendí por qué se puso brava... me dijo que le mostrara todo lo que tenía en el celular, lo hice, pero yo no sabía qué esperaba encontrar. Quería ver si secretamente le había tomado fotos. Por fortuna nunca lo hice, y si lo hubiese hecho, ella jamás las habría encontrado; guevón no soy...

Ella volvió a su frialdad de siempre y yo quería guindarme de las bolas. Todo el trabajo perdido!!! me dio tanta rabia conmigo mismo que me dieron ganas de llorar...

Pensé que esa fue su excusa para terminar con nuestra relación... ella no es de esas personas capaces de enfrentar algo por iniciativa propia, siempre espera que los demás hagan algo para ella reaccionar y yo mismo detoné esa reacción.

Yo no descuidé a mi mujer, claro que no, sin embargo no era lo mismo coger con ella que con la cuñada, nada se compara con la fruta prohibida. Durante esas semanas de garcha pareja, mi vida sexual con mi mujer se repotenció, yo no sé de dónde saqué tantas fuerzas, pero estaba más viril que nunca. Pero después de aquel día perdí el deseo de coger. Me sentía de verdad devastado y deprimido y ahí me di cuenta de que definitivamente había cruzado el límite: me había enamorado de ella.

Fue difícil mantener relaciones con mi mujer, menos mal que tuve también mucho estrés en el trabajo y eso fue como un desahogo, una excusa...

Luego de casi 2 MESES, se le pasó la rabia a la cuñada y nos volvimos a encontrar en una de esas habitaciones. Me dijo que ese día se había puesto muy nerviosa, que si alguien llegaba a ver las fotos estábamos muertos y pensó que era momento de frenar las cosas. Yo le dije que la extrañé mucho (no le dije que estaba enamorado de ella), me dijo lo mismo, y le prometí que nada de fotos, al menos no desnuda ni en estos sitios... y retomamos el curso que llevábamos, justo donde lo habíamos dejado. Y como por arte de magia, mi virilidad regresó y mi mujer estaba contenta de nuevo, todo había sido culpa del trabajo... a cualquiera le pasa.

Empezamos nuevamente como en abril de 2018. Muchas veces sólo nos quedamos abrazados en la cama esperando que pasara el tiempo y yo estaba conciente de que eso sólo empeoraría las cosas, pero no lo podía evitar.

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Más o menos en agosto el marido descubrió que ella estaba tomando pastillas y se armó la tercera guerra mundial... pero por fortuna lanzó los misiles en la dirección equivocada.

Él notó que desde que ella empezó a trabajar (que coincidió con el comienzo de nuestra relación), ella le exigía que tenía que usar condón si quería garchar (impulsada por mi teoría de que él tenía otra mujer), luego ella cortó definitivamente el servicio de sexo y pajas... él no le prestó mucha atención porque en el pasado eso ya había ocurrido y luego retomaban su vida sexual... pero su sorpresa fue encontrar la caja de las pastillas en la papelera, y ella le había dicho hace mucho tiempo que no las estaba tomando y por eso debía usar condón blablabla. A eso se le sumó que a veces llegaba después de medio día y que salía en la tarde sin previo aviso (nuestros encuentros en estas habitaciones).

El cuñado ató cavos y pensó que algún compañero de trabajo se la estaba rumbeando. Estaba como loco. Le contó a los suegros, a mi mujer y a mí. Yo ya estaba advertido porque la cuñada me había contado. Mi mujer y mis suegros se pusieron bravos con él, le dijeron que estaba paranóico, que eso era porque ella había pasado años encerrada en la casa y ahora que empezó a trabajar, él no podía soportar que ella era independiente... que nosotros no teníamos por qué enterarnos de su vida sexual, que arreglaran eso ellos solos, y si tanto le molestaba entonces que se divorciara, que se fuera de la casa si ella no lo respetaba. Él no esperaba esa reacción de parte de los suegros, se imaginó otra cosa...

Yo por fortuna le hice caso a la suegra y nunca le conté de nuestras escapadas, para la suegra estaba claro que en las vacaciones de invierno la pasamos bien, pero esto que estaba contando el cuñado era nuevo y distinto: la cuñada era muy cobarde como para estar escapándose de esa manera arriesgando tanto. La suegra ni siquiera pensó en mí, ella sabía que su hija no era arriesgada, y que si ella llegaba tarde, era porque estaba trabajando, y si no quería garchar con el marido eso no era nuevo... Todos se pusieron de parte de la cuñada y lo acusaron de paranóico y machista. Pero él tenía toda la razón, sólo que no apuntó bien.


Yo le dije a la cuñada que teníamos que andar con mucho cuidado porque lo creía capaz de contratar un detective... así que hasta el día de hoy, nuestros encuentros se han vuelto más impredecibles y la suegra ha colaborado para que sucedan. Como dije, la suegra hasta ahora no sabe que nosotros nos escapábamos, y está convencida de que el cuñado está paranóico sólo porque la cuñada ya no se la pasa encerrada en la casa... así que como "venganza", la suegra sale a pasear con los niños y me avisa que la casa está sola. Claro esto no pasa muy seguido, pero algo es algo...