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Continuación del capítulo anterior justo por dónde se cortó: Raquel y Fredy, el extraño hijo de Alfredo, se encuentran en el ático de éste sentados en el sofá al lado uno de la otra mientras ella empieza a adentrar al adolescente en el mundo del sexo con una mujer.
Dos meses más tarde Raquel se encontraba en el vuelo IB-8812 que la llevaba de regreso a su ciudad. Sentada al lado de una ventanilla miraba distraída las luces de una ciudad que el avión dejaba a su derecha. Vista desde arriba, la Tierra parecía insignificante como también las ciudades y las personas que las habitaban. Era como si los problemas le parecieran insignificantes, le encantaba volar de noche arrullada por el ronroneo de los motores.
Continuación del capítulo anterior justo por dónde se cortó: Raquel y Fredy, el extraño hijo de Alfredo, se encuentran en el ático de éste sentados en el sofá al lado uno de la otra mientras ella empieza a adentrar al adolescente en el mundo del sexo con una mujer.
-Vale. A ver primero tienes que hablar con ellas, las que se dejan meter mano no te convienen. Pero vale, supongamos que ya has hablado un rato con ella…¿cómo les metes mano?.
-Pues primero la beso y después le toco las tetas.
-No verás, primero la mano en una rodilla, le dijo ella cogiendo una de sus manos y poniéndosela en la suya para sorpresa de Fredy que se puso rojo como un tomate mientras comenzaba a acariciar la suave rodilla de Raquel. Nunca le toques las tetas directamente a una chica o te soltará un bofetón.
Vale muy bien, ya puedes ir subiendo por el muslo…así…muy bien…apriétalo suave…estupendo…ahora ya podrías besarla pero eso no lo vamos a hacer. Vamos a simular que me besas juntando nuestras mejillas, ¿vale?...así muy bien…ahora acaríciame la nuca, eso nos gusta mucho…muy bien…ahora ya sí que podrías subir tu mano a sus tetas. Toca las mías sobre la camiseta.
Fredy flipaba, en menos de 5 minutos le estaba tocando una teta a Raquel y era blandita y firme a la vez.
-Son super grandes…dijo él mientras magreaba las tetas a placer…en la tele parecen más pequeñas.
-No no, son normales tirando a un poco grandes. A veces uso una copa B o a veces la C, depende de la marca. Muy bien, muy bien pero quita las manos ya sí no te importa. ¿Has visto a alguna chica desnuda?, le preguntó muy directamente.
-En..en la tele.
“buffff, pobre chico a saber lo que habrá visto en la tele”. Vale no te muevas, dijo levantándose del sofá para colocarse frente a él cogiendo la camiseta por abajo, subiéndola dejando ver su vientre, después el sujetador que apenas contenía sus tetas y quitándosela por la cabeza. Después de tirar su melena hacia atrás se cogió el culot por los lados y tras bajarlo por sus piernas se lo quitó quedando ya sólo con la lencería puesta frente a él.
-¿Vale pues qué te parece?, preguntó ella mirándolo dulcemente con las piernas algo abiertas y las manos colocadas en sus caderas.
Al chaval pareció que le había tocado la primitiva porque se había quedado absorto mirando cómo se desnudaba delante de él. Y es que una cosa era ver a una mujer del tipo de ella por la ventana o en un video robado y otra muy distinta tenerla delante a apenas un metro. A Raquel no le pasó para nada desapercibido el bulto que se había levantado bajo el pantalón del chándal del chico.
-Pues sinceramente…¿qué prefieres el juego de la play o esto?, dijo señalándose su propio cuerpo.
-Jo…joder… a ti…¡qué buena estas!…dijo mientras se echaba hacia adelante un poco para abrazarla por las caderas pegando su cara a su vientre, gesto muy infantil por parte de él pero que gustó a Raquel, le dio ternura.
-Vale pues ahora quítame el sujetador, los chicos os hacéis mucho lio con eso pero yo te diré cómo hacerlo rápido, dijo sentándose de nuevo en el sofá al lado de él. Verás pon los dedos pulgar e índice a ambos lados de los corchetes…así, ahora aprieta…así muy bien, ¿ves qué fácil?, dijo ella ya con el sujetador abierto pero sin quitar del todo cosa que hizo ella misma dejando sus tetas ya completamente libres.
Bueno pues ahora acarícialas…bien, así…amásalas suavemente hundiendo tus dedos en la carne…bien, muy bien…¿ves?, cuando los pezones se endurecen es que ya nos está gustando lo que hacéis…bien…puedes apretar algo más…¡AH!...no tanto por favor, eso duele un montón y nos corta el rollo en seguida…vale para.
Tuvo que quitarle las manos ella misma porque Fredy flipaba con sus tetas y no quería retirarlas ni por asomo.
-Vale ahora vamos a la parte de abajo, dijo Raquel tras beber varios sorbos de cola, volver a sentarse a su lado y ponerse con las piernas paralelas a él separando los muslos para que tuviera un buen acceso al tanga. Bien Fredy, comienza por las rodillas…así…ve subiendo por los muslos…acarícialos varias veces (Raquel no quería confesarlo pero se estaba poniendo a mil con tanta caricia)…vale ve poniendo tu mano sobre mi tanga y acariciando mi vulva…genial…ahora quítala, la pones sobre mi vientre y la vas bajando hasta donde empieza el tanga…muy bien cariño…métela entre la tela y la piel y bájala, encontrarás los pelos del pubis…sigue bajando…ya la tienes en mi vulva…frótala despacio hacia los lados…mmm…sigue hasta que notes que se te moja la mano…así, muy bien. Vale pues ya estoy a punto para que lo hagamos.
-¿Hacer qué…follar?. Dijo él atónito completamente empalmado.
-Si claro follar, ¿nunca lo has hecho?...preguntó con curiosidad y una seguridad en si misma que la alarmó.
Levántate que me voy a tumbar en el sofá dijo ella en su papel de maestra del sexo mientras se quitaba el tanga, se tumbaba en el sofá, apoyaba una pierna flexionada en el respaldo y la otra la separaba apoyando el pie en el suelo fuera del sofá para de esa forma quedar bien abierta de muslos.
Fredy se quitó el chándal exhibiendo un pene mediano pero que no desentonaba en relación a su altura que apenas llegaría a 1,65, bastante más bajo que los 1.72 de ella aunque él era de complexión fuerte. Se colocó sobre ella y torpemente intentó penetrarla ya que se empeñaba en hacerlo o casi en el clítoris o tan abajo que daba en su culo.
-No no, a ver…tú solo tienes que colocar el glande entre los labios de la vulva…así…ahora bájalo entre ellos apretando suave…así…ahora lo tienes en la entrada…ella apenas sintió el glande abrir su vagina ya mojada y abierta.
Lentamente él empezó a follarla mientras ella le apretaba el culo y le animaba a acelerar o a aflojar. Esta vez Raquel apenas sintió gran cosa a parte de los empujones que él daba entre sus muslos y que la movían hacia delante y atrás haciendo que sus tetas se moviesen en el mismo sentido. Alfý las miraba como hipnotizado y tras apenas cinco minutos se corrió dentro de ella entre gritos, apretones y mordiscos en las tetas de Raquel que a veces se quejaba pero le dejó hacer hasta correrse.
-Vale Fredy, le dijo ella soportando el peso de él sobre su cuerpo, muy bien lo has hecho muy bien. No tendrás problemas con la chica que elijas, le decía mientras le acariciaba la espalda esperando que se recuperase.
-¿Qué chica teniendo a una mujer como tú con un cuerpazo que te mueres?.
-¿Quéeee?, le preguntó ella extrañada.
-Tú mira la pantalla.
Fredy, aún sobre ella, alargó la mano al mando de la TV y cambió a modo video. Raquel, aún debajo de él con las piernas abiertas sintiendo el peso de Fredy sobre ella, giró su cara hacia la pantalla y pudo verse a si misma mientras se follaban con los dedos ella y Laura en la tumbona de la piscina para terminar corriéndose las dos a la vez. Raquel al ver las imágenes quedó como hipnotizada mirando la pantalla, muda.
-Que yo te voy a follar cuándo me dé la gana o le enseño ese video a mi padre.
Cómo por arte de magia la voz de Fredy ya no era insegura y su actitud cambió de la noche al día.
-A ver Raquel, ¿tú te crees que soy tonto?. Cuándo me enseñabas cómo meterle mano a una piba casi me da la risa, ja ja, vas a hacer todo lo que yo te diga…dijo con su pene aún erecto dentro de ella.
-Ya ya veo, dijo Raquel resignada, disgustada y cabreada comprendiendo que la situación había cambiado mucho para ella y no para bien.
Pasados unos minutos de reposo Fredy se levantó pensativo,
-Tú no te has corrido y yo quiero que lo hagas. ¿Es porque la tengo pequeña?.
-No no es eso, dijo ella mirando al techo tumbada aún desnuda en el sofá. A ver te medirá como 12 o 13 ctms, eso es suficiente para que cualquier chica se corra. Es que me ha sentado muy mal que me grabaras con Laura y estaba con la cabeza en otra parte.
-Me da igual yo quiero ver cómo te corres, dijo con un egoísmo impresionante.
-¿Y qué quieres, que me masturbe delante de ti?, ¿es eso?. Mira no estoy “puesta” y las chicas no funcionamos así, no me correría ahora ni aunque me masturbase durante horas.
-Prueba, dijo él al tiempo que cogía una silla y se sentaba a un metro de ella. Ponte sentada.
A Raquel aquella situación le parecía surrealista pero obedeció, se incorporó en el sofá y se sentó frente a él. Cerró los ojos y comenzó a acariciar la cara interna de un muslo y el vientre, siempre le gustó acariciárselo porque los hombres cómo que pasaban de él para centrarse en sus tetas y culo.
Después y dejando la mano izquierda en el vientre, acercó la que acariciaba su muslo hacia su vulva. Simplemente colocó su mano sobre ella sintiendo la humedad de la misma. Apenas la movió durante unos minutos en los que simplemente fue apretando los labios mayores y el clítoris con los dedos.
Fredy permanecía boquiabierto viendo el cuerpazo que tenía delante, sus tetas que ella de vez en cuando acariciaba, su vientre, sus muslazos, su mano que cubría su sexo. Realmente tenía delante suya un belleza de mujer impresionante así que aprovechó y, alargando la mano hasta la mesa, cogió su móvil, puso el sonido de la cámara en “off” y empezó a fotografiarla.
Entretanto ella continuaba con los ojos cerrados frotando su vulva ligeramente, tocando con sus dedos su vagina sin penetrarla, rozando su clítoris con la palma de la mano, aplastándolo. Con la otra mano pasaba de acariciarse las tetas, amasarla o rozar sus pezones…a acariciarse el vientre con las yemas de los dedos, con la palma de la mano cómo si se untase bronceador o hundir su ombligo con un par de dedos.
Mmmmmm…empezó a gemir muy flojo Raquel que ya empezaba a sentirse a gusto y excitada.
Pasó a penetrarse primero con un dedo y después con dos mientras continuaba acariciando sus tetas, apretando ligeramente sus pezones…
Ohhh…sus gemidos eran cada vez más fuertes y sus rodillas comenzaban a temblar mientras su vientre a veces se hundía bruscamente para volver a su posición natural. A veces cerraba sus piernas aprisionando la mano con los muslos que cerraba con fuerza para volver a abrirlos casi a tope dejándole a Fredy una vista impresionante de sus dedos follando su vagina.
Oh…Oh….mmmmmm…¡AUMMMMMMMMMM!, gimió con fuerza cuándo comenzó a sentir las contracciones de su vagina y los espasmos en sus muslos mientras apretaba fuertemente su vientre con su antebrazo como abrazándose a si misma e hinchaba sus pulmones a tope una y otra vez buscando un aire que no encontraba.
Fredy no se perdió ni un detalle de cómo ella se corría violentamente con un orgasmo brutal que la hizo cerrar los muslos con fuerza y girarse en el sofá quedando tumbada de lado en posición fetal mientras su cuerpo temblaba como un flan durante cerca de un minuto.
Raquel permaneció en esa posición tanto rato que a Fredy hasta le dio tiempo de prepararse un ron cola.
-¿Quieres tú otro?, le dijo a ella mientras volvía a sentarse en la silla observándola aún en esa posición con su mano entre los muslos y los ojos cerrados.
-¿Qué?...dijo ella abriendo los ojos y levantando la cabeza ligeramente…no no, yo me voy ya. Tras decir eso se incorporó e hizo ademan de coger sus prendas para vestirse.
-¡Eh, eh!, le dijo él cogiéndola por la muñeca. No tan deprisa que no hemos terminado, mira cómo me he puesto…dijo él para que ella le mirase el pene.
-Mira es tu problema yo me voy, dijo ella con determinación.
-No no, de aquí no te vas hasta que soluciones esto. Pero primero tómate uno de estos, le dijo ofreciéndole el que se había preparado.
-Sólo me quedo sí me puedo vestir, dijo ella muy seria.
-Vale pero sólo con las bragas y la camiseta.
Raquel se puso ambas prendas y se volvió a sentar cogiendo la copa de la que bebió un par de sorbos aburrida. Aquel ambiente cargado de sexo la asfixiaba, quería salir de allí lo antes posible.
-¿Oye y no te ha dolido?.
-No…¿por qué iba a dolerme?.
-Pues porque gritas, tienes como calambres…
-Es normal, el orgasmo es así. No en todas las chicas claro, algunas los tienen más fuertes otras más suaves…respondió casi maquinalmente mientras miraba la copa y daba otro trago. Oye, ¿no estás cansado ya?. Te has corrido, me he corrido…bueno eso es el sexo deberías estar…no sé, que se te deberían haber pasado las ganas.
-No no, es mi primera vez y estoy muy bien contigo aquí.
-Ya claro. Pero puedes contratar a chicas sí te es difícil ligar, ¿no?...le sugirió ella a ver si así la dejaba en paz.
-No eso no, lo sabría mi padre si mira mi tarjeta. Además es que como tú…¡joder tia es que estás buenísima!.
Vaya con la boca que gasta el chaval, pensó ella.
-Bueno a ver, ¿qué quieres hacer conmigo y terminamos ya?, le dijo deseando que la dejara ir.
-Pues…mira tú túmbate desnuda bocabajo en la mesita voy a por unas cosas.
“¿A por unas cosas?, cómo salga al padre éste aparece con un látigo o algo así”, pensó ella mientras volvía a quitarse la camiseta y el tanga y se colocaba sobre la mesita. El frió de la misma hasta le sentó bien pero las patas de la mesa eran más bajas que sus piernas flexionadas y tuvo que abrir las rodillas un poco para que su vientre y caderas terminasen apoyadas en ella.
Al rato apareció él con una bola de billar. Nada más entrar en el salón y ver la grupa de Raquel y su espalda, cubierta en parte por su melena, al chaval se le puso tiesa de nuevo.
-Vale mira, ponte esta bola entre el ombligo y la mesa.
Ella extrañada y sin mirar hacia atrás levantó el vientre, dejó que él pusiese la bola bajo su ombligo y, despacio, fue bajando el vientre de forma que la bola se hundiese en su ombligo separando sus intestinos al hacerlo. Contra lo que ella pudiese pensar la sensación no era dolorosa. Era eso, cómo sí le separasen las tripas pero sin hacerle daño.
Después Fredy se colocó detrás de ella de rodillas y fue metiendo su pene despacio.
Entonces entendió ella por qué le había puesto la bola entre el ombligo y la mesa. Al ocupar esta un espacio en su vientre su vagina no podía estirarse hacia el ombligo de forma que, aunque el pene de él fuera mediano, sentía cómo si se la llenase, cómo si le midiese 20 centímetros o por ahí.
Además cuándo él lo metía del todo ella sentía cómo si pudiese tocar con su glande la bola de billar. Las sensaciones eran muy entrañas pero no desagradables a no ser que él apoyara su mano en la parte baja de su espalda porque ahí la bola sí que se hundía del todo en el vientre y le dolía algo.
Lentamente él comenzó a follarla acariciando su espalda y culo todo el rato. Era algo que no había hecho en su vida y se notaba que nunca se cansaba de ella, de una mujer así. Mayor que ella, con cuerpazo, guapa…el chaval ni se lo creía así que aprovechaba su oportunidad follándola a placer mientras sus manos recorrían su cuerpo.
A Raquel empezó a gustarle eso de sentirse llena por dentro y a la vez que el pene del chico no fuera grueso cómo el de su padre con lo que no llegaba a escocerle…le gustaba por lo que comenzó a colaborar con el chico incorporándose cuándo él quería meter su mano entre un pecho y la mesa, ajustando la altura de sus caderas a la del pene de él…cooperaba.
PLAS…¡au!, gritó suave ella al notar una nalgada pero no le dijo que dejase de hacerlo.
Pasaban los minutos y el chaval no parecía cansarse, la penetraba una y otra vez mientras, sin saberlo ella, grababa con su móvil cómo su pene entraba y salía de la vagina en primer plano o lo alejaba para que se viese toda la espalda y culo de ella.
Poco a poco las embestidas del chico se iban haciendo más violentas haciendo que la bola que ella tenía bajo el ombligo se le hundiese más y más llegando a dolerle a veces mientras la mesa se iba corriendo hacia adelante empujada por los caderazos de él, caderazos que ella recibía en su culo y muslos con un PLOP…PLOP…PLOP…PLOP que sonaba al chocar.
De repente el chico pareció perder los estribos y empezó a follarla tan fuerte que ella notaba como a cada segundo cómo el glande golpeaba la bola de billar haciéndole algo de daño en sus tripas mezclado con el placer que lleva al orgasmo. La follada era ya tan dura que la mesa se iba hacia adelante a cada golpe de cadera mientras él volvía a azotar su culo con las dos manos a la vez arrancándole a ella quejas y grititos.
Sin embargo esas nalgadas, sentir cómo la bola de billar le separaba las tripas y las sensaciones que le llegaban de la vagina inevitablemente llevaron a Raquel a correrse.
-Ah…ah…mmmm…¡AUF!...oh…oh….ooooh…si mátame cabrón, ¡mátame!...ahhhhh.
Dijo ya loca de placer y dolor corriéndose bajo él que, también al borde del orgasmo, se dejó caer sobre la espalda de ella agarrando sus tetas a tope mientras gritaba y le llenaba la vagina con tal cantidad de semen que escapaba muslos abajo cada vez que él empujaba con el pene.
Ya exhaustos, él siguió tumbado sobre la empapada en sudor espalda de ella que notaba la bola de billar cada vez más dentro de ella.
Y es que las cosas habían cambiado y ahora su trabajo como sugar baby estaba en las manos de un chaval de 17 años y ella necesitaba ese dinero, no podía permitirse volver a su casa y que la echasen de la agencia. Estas cosas pensaba ella mirando el suelo sin importarle estar en esa posición sobre la mesa, desnuda y con las piernas abiertas aún dejando ver perfectamente su húmeda vulva y su precioso culo algo sonrosado por las nalgadas.
Dos meses más tarde Raquel se encontraba en el vuelo IB-8812 que la llevaba de regreso a su ciudad. Sentada al lado de una ventanilla miraba distraída las luces de una ciudad que el avión dejaba a su derecha. Vista desde arriba, la Tierra parecía insignificante como también las ciudades y las personas que las habitaban. Era como si los problemas le parecieran insignificantes, le encantaba volar de noche arrullada por el ronroneo de los motores.
-¿Pasamos ya Valencia?, le preguntó un hombre bastante atractivo que ocupaba el asiento de al lado.
-Si, creo que si, le respondió tras dejar de mirar por la ventanilla y recostarse en su asiento cerrando sus ojos.
Apenas pasados unos minutos llegaron a su mente llegaron recuerdos, recuerdos muy próximos que definieron su vida unos meses atrás. Recuerdos tan nítidos que parecía que los estaba viviendo en ese instante.
Recordó la tarde que pasó en el ático de Fredy, el hijo de Alejandro y cómo tras vestirse volvió a sus habitaciones se duchó y se vistió para cenar.
-Te veo algo pensativa…¿te ocurre algo?, le preguntó Alfredo.
-No no, nada…le respondió sorbiendo de una copa de vino.
-Pues algo te pasa, ¿ha ido bien la tarde con mi hijo?.
-Si bueno, más o menos si. Será cansancio imagino.
-Bueno pues debe haber ido todo bien. Fredy da ésta noche una fiesta a sus amigos en su ático así que imagino que le habrás enseñado bien y que está tan contento que ha decidido celebrarlo. Me alegra eso, es la primera vez que da una fiesta.
-Vaya me alegro, respondió ella fingiendo interés.
-Pues sí, ¿qué le has enseñado para que esté tan animado?.
-Pues…bueno digamos que sobre sexo tu hijo sabe bastante más de lo que creías.
-¿En serio?, me alegra saberlo. ¿Hasta dónde llegasteis, lo hicisteis?. Le preguntó Alfredo con interés.
-Si…bueno si, lo hicimos…reconoció ella con cierto malestar.
-Raquel, es mi hijo trátalo bien. Le recordó él con un tono que más parecía una orden que otra cosa.
Pasada la cena como de costumbre cada uno se fue a su dormitorio sobre las diez de la noche.
También como de costumbre al llegar a su dormitorio se desnudó y se metió en la bañera para darse un largo baño de sales. Le vinieron a la cabeza recuerdos de la tarde con Fredy, recuerdos desagradables de como la usó en todas las posturas que se le pueden ocurrir a un chaval de 17 años que todo lo que había aprendido de sexo era porno barato del que veía en internet.
Procuró evitar esos pensamientos y siguió su baño de espuma. Una vez terminó se secó bien la piel y pasó del enorme baño al no menos enorme dormitorio. Tras ponerse unas braguitas se metió en la cama a dormir.
Sobre las once de la noche y ya casi dormida sonó el móvil interior. Pensando que Alfredo querría que durmiese con él lo cogió.
-Si dime.
-Raquel soy Fredy, sube a mi fiesta que te va a encantar.
El sobresalto que le produjo oir al hijo de Alfredo a esas horas la hizo echar hacia un lado las sábanas y sentarse en la cama.
-¿Fredy?...a ver es que ya estoy en la cama y me estaba durmiendo, le dijo amablemente tratando de disimular su malestar.
-No no, no te duermas. Sube a mi fiesta te espero en diez minutos, le dijo él en un tono que dejaba bien claro que no aceptaría un “no” por respuesta. ¡Ah!, y ponte el vestido color champan que llevaste en la fiesta que dio mi padre.
“Joder con el puto crio”, pensó ella con el corazón en la boca. Pero era ir o ir, sabía que no tenía más opciones.
-Vale ahora subo.
-No tardes…dijo Fredy tras lo cual colgó el móvil.
Entre tanto en el ático Fredy hablaba con sus amigotes.
-¿Veis?, ya os dije que vendría dijo entusiasmado.
-Ya claro, ¿y dices que es la de las fotos que nos has mandado por wasap?. Mira que cómo sea una bola nos vamos.
-Que si que es ella ya lo veréis. Tiene unas tetazas de lujo no habéis visto nada igual.
-¿Y nos dejará tocárselas y eso?...dijo el más pequeño incrédulo.
-¿Tocárselas?, respondió Fredy…tocárselas y mucho más.
-Más te vale porque o follamos o nos vamos y no volvemos…dijo el mayor de ellos que parecía el líder del grupo.
Entre tanto Raquel se levantó de la cama, se dirigió al vestidor y se puso el vestido color champán ajustado desde los muslos hasta el pecho y muy escotado en V para llevar sin sujetador con lo que las tetas se movían libremente tras la tela que apenas las cubría.
Después se fue al baño, se sentó delante del espejo, se dio algo de sombra en los ojos, rimmel y se pintó los labios. Mientras se los perfilaba se miraba en el espejo sin pensar en nada en concreto, solo en estar guapa. Una vez terminó se fue al ático escuchando música house cada vez más cercana.
Una vez en la puerta y tras colocarse bien la falda y el escote, llamó y al hacerlo la misma se abrió sola viendo a Fredy y seis chavales más de entre 15 y 18 años moviéndose según lo que para ellos era bailar. Los cuatro más mayores ya con el cuerpo formado, atléticos mientras los otros dos parecían más críos por estatura y caras.
Fue entrar ella y quedarse quietos y mudos admirados por la belleza de ella muy resaltada por el vestido y los zapatos de tacón alto.
-Joder Raquel, ¡estás hecha un pibón!, le dijo Fredy acercándose a ella y cogiéndola por la muñeca para acercarla al grupo. ¿Te preparo algo?.
-Si por favor, un ron cola…dijo ella con el estómago lleno de palomitas visiblemente inquieta al no ver ninguna chica.
-Vale pues ven al bar y te lo sirvo a tu gusto, le dijo sin soltarla de la muñeca. Verás Raquel esta noche tiene que hacer todo lo que deseemos, todo.
-¿Perdona?, no no…a ver la cosa era entre tú y yo, nunca hablaste de nadie más.
-Ya pero tendrás que hacerlo o…
-O lo enseñas el video a tu padre lo sé. A ver me dejaré tocar pero nada más, ¿de acuerdo?.
-Vale con eso vale…dijo Fredy mientras le daba el ron cola y volvían al salón.
Ella se sentó en el sofá tan normal sin que se le pasara por la cabeza que al hacerlo los chavales se quedaran mirando embobados sus preciosas piernas cruzadas exhibiendo buena parte de sus muslos. El tacón alto hacía que pareciesen más largas y bonitas y la rotundidad de sus muslos, caderas y culo hacían el resto.
Cuando levantó la mirada del cubata y los vio a todos mirándola se quedó como extrañada pero lo vio natural y siguió bebiendo mientras los chicos volvían a bailar mirándole de reojo el escote o las piernas a cada oportunidad.
-Joder con la niña tios, está para reventarla a pollazos…comentaba uno.
-¿Pero habéis visto que tetas?, me tiraba la noche comiéndoselas, jaja…decía otro.
-Todo a su tiempo les dijo Fredy. ¡Raquel ven y baila con nosotros!...la animó haciendo gestos con la mano para que se acercase.
Ella dejó el vaso ya casi vacio sobre la mesa y empezó a bailar aunque el house no era lo suyo, prefería la música indi.
Pronto se dejó llevar por la música bailando sin preocuparse de que sus tetas también lo hicieran bajo la tela del vestido. Al no llevar sujetador era fácil que buena parte de ellas casi se saliese por los costados o el escote en V bastante pronunciado.
También movía su culo de una forma graciosa, tanto que algunos chicos se colocaban tras ella separándose lo suficiente como para ver bien sus movimientos mientras hacían gestos obscenos al resto de los chicos de cómo se la follarían por detrás.
Pasados unos minutos Raquel empezó a notar como le rozaban el culo, lo tocaban tímidamente o se frotaban ligeramente contra el. No le dio importancia y siguió bailando lo que animó a Raúl, el más mayor, a pegarse por completo a ella y frotar su pene contra su culo mientras la sujetaba por el vientre para poder apretarse más.
Ella supo al momento lo que buscaba pero se dejó hacer, sólo la estaba tocando y pasó del tema mientras seguía bailando a su bola.
Raúl fue bastante más allá subiendo sus manos desde sus caderas pasando por sus costados a las aberturas laterales del vestido por las que asomaban parte de sus tetas y, tras acariciarlas un poco por los lados, metió sus manos dentro de las copas del vestido y se las agarró a conciencia con las dos manos.
Eso a ella ya le incomodó bastante más, pero tras la sorpresa inicial prefirió seguir bailando con los ojos cerrados mientras el chico frotaba el pene contra su culo y le sobaba las tetas de todas las formas posibles.
El resto de chavales incluido Fredy dejó de bailar para mirar flipados como se lo montaba Raúl con ella que permanecía en su mundo, como ausente.
-Estoy desando romperte el coño putita…le susurró Raúl a ella mientras seguía restregándose contra su culo y le amasaba las tetas a base de bien.
Ella no dijo nada pero tampoco se separó de él. Entre las caricias y magreos combinados con la música la verdad es que se encontraba a gusto.
Pasado un rato muy corto Fredy se les acercó y tras desabrocharle el vestido dejó al aire el pecho de ella cubierto sólo por las manos de Raúl que empezaba a gemir notando cómo, tras cinco o diez minutos frotando su pene contra el culo de ella, se corría dentro de sus pantalones llenándoselos de semen.
A ella le dio muchísima vergüenza que Fredy la dejase con las tetas al aire y trató de tapárselas cuando lo hizo, pero él la miró con cara de ido y decidió no hacer nada.
-Quítate el vestido, dijo Fredy.
Sin saber muy bien por qué ella le obedeció quedando cubierta solo por el tanga en medio del salón sintiéndose completamente desnuda. Esa sensación no duró mucho tiempo porque tras retirarse Raúl de su espalda los chavales la rodearon buscando con sus manos sus tetas, su culo, sus muslos…
Unos la acariciaban, otros eran más brutos y le apretaban los mulos, el culo o las tetas con fuerza. Ella estaba totalmente desbordada, desorientada. Ni siquiera sabía cómo reaccionar aunque su cuerpo sí que lo hizo endureciéndose sus pezones y humedeciéndose su vulva.
Entre tanta mano notó unos dedos separar la tira del tanga desde atrás buscando la entrada a su vagina.
-¡Eh!...oye no…fue capaz de decir ella mientras notaba como el intruso había encontrado la entrada y ya metía dos dedos dentro de ella.
Resignada Raquel se dejó hacer, decidió dejarse llevar y aceptar lo que viniera. Y lo que vino fue que el chico muy hábilmente la penetró por detrás echando a un lado el tanga.
-¡Au!, gimió ella al notar cómo entraba el glande abriéndole la vagina. El chico debía tenerla larga porque de pie el culo de ella hacía como de cojín grande. El mismo chico la cogió por las caderas para poder follarla a gusto pero ni por esas llegaba a meter el pene más allá del glande.
-¡Tengo una idea!...¡vámonos al dormitorio!, dijo el chaval visto que el culo de ella era un impedimento para follarla desde atrás.
Raquel flipaba pero se vio casi llevada en volandas al dormitorio de Fredy que la invitó a quitarse el tanga y colocarse en la cama en la posición del misionero con las piernas abiertas y flexionadas. Contrariamente a lo esperado, ella lo hizo sin rechistar y en un par de minutos ya tenía al chico que intentó follarla por detrás entre sus muslos mientras el resto miraba desde fuera de la cama.
-Muy bien José…¡fóllatela!, jaja.
-Eso eso, dale duro…¡tú puedes!.
Que animaran a su colega a Raquel le reventaba los higadillos pero tras unos minutos de follada ella misma volvió a “ponerse” y no sólo se dejaba follar sino que ya cooperaba moviendo sus caderas y apretando con su vagina el pene del tal José, un chaval de unos 16 años algo bajo de estatura pero muy bien dotado que tras tres o cuatro minutos se corrió dentro de ella gritando como un cochino.
Lo tuvieron que retirar entre varios porque el chaval estaba tan a gusto sobre el cuerpo de ella que no quería quitarse ni a la de tres. Una vez retirado, otro chaval se colocó sobre ella y empezó a follarla como si le fuera la vida en ello.
El cuerpo de ella se movía atrás y adelante a cada embestida y sus tetas lo hacían del mismo modo llevando al resto de los chavales a una excitación absoluta que les llevaba a frotarse sus penes. Ver las piernas flexionadas de ella y a su amigo encajado entre sus preciosos muslos mientras ella gemía y movía la cabeza a un lado u otro los tenía embobados.
-¡Ah!...se quejaba ella cuando el chico le apretaba las tetas o chocaba el pubis contra su clítoris haciéndola un poco de daño. Pero de nuevo calló y se dejó follar durante bastante tiempo.
Y esta vez el chico casi la hizo correrse, de hecho estaba a punto de hacerlo cuando se corrió dentro de ella entre espasmos que hicieron que le saliese por la vagina tanto el semen del anterior como el suyo propio manchando sus muslos, culo y cama.
El siguiente fue Julio, un chaval de 18 años bastante fuerte y bien dotado, tanto que ella se quejó cuando la penetró a pesar de estar ya abierta y lubricada. Y era bueno follando, lo hacía despacio y profundamente. Metiéndole el pene desde la base al glande con lo que frotaba bien la vagina de ella que en unos minutos estaba ya al borde del orgasmo.
En resto de chavales miraban hipnotizados cómo aquel grueso y largo pene aparecía y desaparecía en la vagina. Cómo Raquel le abrazó con sus hermosas piernas cuyos muslazos parecían más gruesos al apretarse contra las caderas del chico mientras sus preciosas tetas sobresalían por sus costados aplastadas por el pecho de él.
-Mmmm…oh..oh…ésta vez Raquel sintió que el orgasmo era posible y se entregó por entero a la follada.
-Oh…oh…mmmm…¡AHHHHHH!, gritó ella empezando a sentir los espasmos en su vagina, el temblor en sus muslos y vientre…oh…oh…oh…el chico aumentaba los caderazos ya próximo a un orgasmo que se unió al de ella en un espectáculo impresionante para el resto de los chavales.
Especialmente cuando se corrió ella. Era impresionante ver un cuerpazo como el suyo deshacerse en un orgasmo bestial…ver sus preciosos muslos temblando o su carita con la boca completamente abierta respirando a tope mientras arqueaba tanto la espalda como para levantarle a él.
Tan flipados se quedaron que, cuando el chico se retiró, se quedaron mirando el cuerpo de Raquel ya perlado de sudor con el pecho subiendo y bajando por su agitada respiración que la llevaba a subir sus pezones como si quisieran tocar el techo.
-¡Cambio!, gritó Fredy que había ideado una nueva postura. Raquel, siéntate en la cama que me voy a tumbar yo.
Obedientemente ella así lo hizo dejando que fuera Fredy el que se tumbara boca arriba completamente empalmado.
-Vale ahora tú súbete sobre mi polla y fóllame, le dijo a ella que no dudó en sentarse en cuclillas sobre él, coger su pene por la base, colocárselo en la entrada de la vagina e introducírselo de golpe porque estaba tan húmeda y abierta que casi ni se enteró.
Vale Raquel ahora túmbate sobre mí, estira las piernas y sepáralas.
-Mmmm…vale, dijo ella que ya con el pene dentro se pegó a él aplastándolo con sus tetas y colocando su mejilla al lado de la de él.
Al poco rato sintiendo como Fredy se movía debajo de ella, notó como otro chico se colocaba sobre ellos dos y comenzaba a pasear su glande entre los cachetes de su culo. Sabía lo que pasaría a continuación pero decidió esperar y relajarse.
A los pocos segundos notó como el glande del chico se colocaba en su culo intentando entrar dentro de él. Ella lo relajó todo lo que pudo para evitar que la dañase y se preparó para ser sodomizada quedándose muy quieta agarrándose con las manos a la almohada. Notó que el glande parecía lubricado y como cubierto por un preservativo porque conforme iba entrando le dolía lo justo. El primer esfínter lo pasó sin problemas pero el segundo si que le dolió.
-¡Aufffff!...¡AH!...se quejó ella cuando el glande traspasó por completo su culo.
De nuevo los demás flipaban porque Raquel ahora estaba entre dos chicos que se la follaban por los dos lados cada vez con más fuerza. Tanta que Fredy tuvo que abrazarla con los dos brazos para que ella no escapara del sándwich aplastada por el peso del chico y sobre excitada por las sensaciones que le llegaban al cerebro desde la vagina y el culo y que la llevaban al orgasmo lo quisiera o no.
Esta vez la follada duró bastante seguramente porque los chicos ya se habían corrido antes con lo que a ella le dio tiempo a correrse un par de veces entre gritos casi desesperados mientras Raúl, que era quien la penetraba por detrás, se corría también tras follarle el culo con fuerza y rapidez.
Después de sacarle el pene del culo dejándoselo abierto unos segundos escurriendo semen que caía hacia su vagina y el pene de Fredy, Raúl se dejó caer hacia un lado de la cama dejándola a ella sobre Fredy que aún no se había corrido por lo incómoda de su posición y el peso de ella que no le dejaba meterla y sacarla con suficiente rapidez. De un empujón se quitó a Raquel de encima, la colocó bocarriba, se puso sobre Raquel y la continuó follando con fuerza en la postura del misionero hasta que se corrió dentro de ella que también disfrutó de un nuevo orgasmo ya más suave.
-Vale tiempo chavales…dijo Fredy tras recuperarse…vamos a tomarnos algo.
-Fredy por favor, le dijo Raquel casi implorante, son ya las cinco de la mañana estoy reventada.
-Tranquila un cubata o dos más y te vas.
Raquel se dirigió a la terraza completamente desnuda y sudorosa a tomar aire con su vaso en la mano. Los chavales por su parte no paraban de hablar de su cuerpo, de lo buena que estaba, del gusto que daba follársela…de mil cosas que nunca habían visto o sentido con una mujer de la belleza de Raquel.
Ella miraba los árboles del jardín despreocupada mientras daba sorbos a su cubata hasta que notó una fuerte nalgada seguida de un apretón en uno de sus cachetes.
-¡Aufff!, se quejó ella girando su cara para ver al autor de la nalgada. Era Fredy que continuó amasándole el culo a placer.
-Bueno qué, ¿qué tal estas?...le dijo mientras acariciaba sus muslos y culo.
- Pues reventada y cansada si ya te lo he dicho, casi está amaneciendo ya…
-Vale pero te queda por hacer una cosa.
-A ver porque me habéis manoseado, follado varias veces por delante, una por detrás…¿oye no te cansas?.
-No, ven sígueme que nos vas a comer la polla a todos.
-¿Quéeeeee?, preguntó ella perpleja…no no Fredy eso me da muchísimo asco. Mira lo que quieras…por atrás, un trio…lo que quieras pero eso…¡joder!...se quejó mientras él la volvía a llevar dentro.
-Síiiigueme, le volvió a ordenar él.
Ella le siguió hasta el salón dónde esperaban los otros seis chavales de pie con los penes morcillones menos dos que sólo con verla entrar con aquel cuerpazo y las tetas moviéndose de acá a allá se volvieron a empalmar.
-Siéntate en cuclillas en el centro, le ordenó Raúl.
Raquel ya doblegada por el cansancio hizo lo que le decía Raúl y se sentó en cuclillas en el centro. De nuevo los chavales fliparon porque en esa postura sus muslos, apretados por los gemelos, parecían aún más grandes y hermosos, su culo se veía precioso y verle las tetas desde arriba les ponía un montón.
-José tú que la tienes mediana métesela en la boca…así…Raquel cógenos la polla a Fredy y a mí, ordenó Raúl.
Raquel abrió la boca para que se la metiera José bastante torpemente dada su edad. De hecho ella tuvo que colaborar mucho para que el pene no se le saliese de la boca sorbiéndolo hasta llegarle a la campanilla, haciendo vacio con su boca. Al mismo tiempo cogía los penes de Raúl y Fredy y comenzaba a frotarlos procurando no perder el equilibrio.
Estuvieron así un par de minutos hasta que el pene de José se puso duro y comenzó a follarle la boca provocándole alguna que otra arcada, arcadas que le hacían tensar el vientre a tope. Ella retiraba la cara para evitarlas pero Raúl le dijo a José que le cogiera la cabeza con las dos manos y le follase la boca cómo si fuera la vagina, lo que hizo que las arcadas de ella fuesen más violentas al entrarle el pene más adentro, casi hasta la garganta.
Por fortuna para ella José duró muy poco y se corrió en su boca a los cuatro o cinco minutos.
-Trágalo…enséñamelo y no dejes de masturbarnos a Fredy y a mí, le dijo Raúl que sin duda era el más bestia de todos ellos.
Raquel reunió fuerzas y coraje y tras enseñarle a Raúl que tenía el semen en su boca se lo tragó cosa que le provocó varias arcadas más que la encogieron sobre sí misma al borde del vómito.
Ya repuesta volvió a frotar los penes de los dos chicos mientras los otros la miraban masturbándose. Ella misma se sorprendió mirando como sus manos frotaban aquellos penes que le parecían hermosos, se quedó como fascinada mirando sus glandes e incluso le dieron ganas de besarles los glandes, de lamerlos. Cosa que no hizo aunque lo desease.
Fredy empezó a tener espasmos con lo que la cogió por la cabeza, le metió el pene y se corrió dentro de ella obligándola a tragar su semen.
Lo mismo pasó con Raúl que al correrse le cerró la boca hasta que notó que entre arcabas se tragaba su semen.
-Túmbate en el suelo bocarriba, le dijo Fredy. Ella así lo hizo y pudo ver como los cuatro chavales que quedaban por correrse se ponían dos a cada lado de ella y se masturbaban hasta correrse uno tras otro en sus tetas, vientre y cara dejándola perdida de semen. Semen que resbalaba por su cara, por los lados de sus tetas o por su vientre hasta llegar a su ombligo llenándolo por completo y extendiéndose hacia los lados de su precioso vientre.
Pasados unos minutos los chavales se fueron vistiendo y marchándose a sus casas no sin antes despedirse de ella con besos, abrazos y un montón de cumplidos.
-¿Me puedo duchar en tu baño?, le preguntó ella a Fredy cuando quedaron a solas.
-Si claro.
-Vale, dijo ella levantándose del suelo cubierta de semen para dirigirse al baño.
-¡Raquel!, le dijo él antes de que entrara en el baño.
-¿Qué?.
-No nada que…bueno que has estado increíble…gracias.
-Ya claro, respondió ella metiéndose en la ducha sin ningún gesto ni de enfado ni de agrado, impasible mientras Fredy la miraba ducharse desde la puerta del baño.
Tras ducharse y vestirse se despidió de Fredy y se fue a su dormitorio a dormir no sin antes lavarse la boca con un cepillo y dentífrico, aún tenía el sabor del semen en la misma.
Después de aquella noche los dos meses siguientes pasaron de igual forma que esa semana si bien tanto Alfredo como su hijo le pedían sexo cada vez menos frecuentemente a la vez que se iban encariñando con ella, cariño que ella notó en que ya no la compartían con otros. También ella se encariñó con ellos, con Lucía la jefa del servicio y con el resto de empleados.
Aún así una vez finalizado el contrato Raquel se despidió de Alfredo a pesar de la insistencia de él en que se quedara. Con todo se dio por vencido y le escribió una carta de recomendación con unas referencias estupendas.
-¿Podré contratarte más adelante?, le preguntó él.
-Quizás, fue la respuesta de ella.
Volvió a abrir los ojos y, al ver que se encontraba en el avión, los recuerdos se fueron haciendo tan pequeños como las diminutas luces de la ciudad que dejaba atrás.
3 comentarios - Sugar Baby FINAL