Volví a encontrarme con la pendeja del tren

Padua 7 am, el tren estaba atrasado así que el andén explota de gente, camino de punta a punta a la espera de un buen culo y sorpresa, ahí estaba la pendeja que se dejó manosear esperando, así que me pare al lado a la espera del maldito tren. Ella como siempre con la calza clavadisima y un escote hermoso, viene el tren y me pare detrás, ella deja subir algunas personas y entra, yo bien pegado y como ya la conocía de una le mandé mano, cuando se acomodaron todos ella quedo medio de costado así que primero vi que nadie mirará y le empecé a amazar el culo, ella me mira, me reconoce y se acomoda para sentir mí pija dura en la pierna, la monosie a full, fui muy alevoso, le separaba el culo y le metía los dedos, tenía una tanga tan chiquita que se le perdía separándole los cachetes, ella se movía con disimulo obviamente yo también aunque nadie se daba cuenta.
Asi la disfrute hasta Caballito, cada vez que llegábamos a una estación, aprovechamos el movimiento de la gente para refregarnos, que calentura que tenía, sentía como me chorreaba la pija y ella se dejaba desesperada como que me quería cojer ahí mismo.
La última vez que la vi le pregunté cómo se llamaba pero solo me sonrió y no me contestó así que está vez no quería quedar como boludo, la recontra monosie y nada más. Si alguna vez se me da con esa pendeja va a ser porque ella vino solita, mientras tanto mañana la voy a esperar a la misma hora a ver si otra vez tenemos un viaje caliente