Pasamos un finde espectacular en una casa alejada que tiene la familia de Anto, como una casa de campo, cerca de un pueblo. El domingo a la tardecita pasó algo extraño pero traté de tomarlo con la mayor normalidad posible. Anto empezó a cocinar y mi suegra me pidió que la acompañe a hacer algunas compras al centro porque iba a abastecer la casa para los dos siguientes días del feriado y se le iba a poner pesado con las cajas y bolsas.
Accedí y realmente durante el trámite no pasó nada raro, ninguna gesto de más, ningun franeleo, ninguna frase fuera de lugar. Así es mi suegra, divina en todos los sentidos, una señorita. Esa noche, ya entrada la madrugada comenzamos a tomar unas cervezas con Anto en el patio mirando el campo y entre alcohol, besos y manoseo terminamos garchando. Se le escaparon unos grititos y encontré a mi suegra viendo la escena con la cortina de su habitación levemente corrida.
Fueron 3 veces que la vi y ella no se asustó, continuó viendo casi con placer. Quiero aclarar que mi suegra es una verdadera MILF: separada, alta, realiza mucha actividad fisica, tiene dos tetas increíbles, piel suave y una mirada que arrasa con todo. Suele usar vestidos al cuerpo o polleras y camisa tipo oficinista, ya que a eso se dedica.
Luego de eso nos fuimos a dormir y a la mañana siguiente me levante más temprano que Anto. En la cocina estaba mi suegra preparando el mate y admito que sentí una mezcla extraña pero satisfactoria entre morbo y vergüenza. No sé más de cuál. Lo cierto es que mientras me acerqué para prepararme un café, ahora sí comenzaron las miradas filosas y algun roce sin querer queriendo entre los cuerpos. Veremos como sigue esta historia, si me animo a más. Por supuesto, Anto sabe absolutamente todo y siente más morbo y vergüenza que yo, pero en el fondo nos gusta...
Accedí y realmente durante el trámite no pasó nada raro, ninguna gesto de más, ningun franeleo, ninguna frase fuera de lugar. Así es mi suegra, divina en todos los sentidos, una señorita. Esa noche, ya entrada la madrugada comenzamos a tomar unas cervezas con Anto en el patio mirando el campo y entre alcohol, besos y manoseo terminamos garchando. Se le escaparon unos grititos y encontré a mi suegra viendo la escena con la cortina de su habitación levemente corrida.
Fueron 3 veces que la vi y ella no se asustó, continuó viendo casi con placer. Quiero aclarar que mi suegra es una verdadera MILF: separada, alta, realiza mucha actividad fisica, tiene dos tetas increíbles, piel suave y una mirada que arrasa con todo. Suele usar vestidos al cuerpo o polleras y camisa tipo oficinista, ya que a eso se dedica.
Luego de eso nos fuimos a dormir y a la mañana siguiente me levante más temprano que Anto. En la cocina estaba mi suegra preparando el mate y admito que sentí una mezcla extraña pero satisfactoria entre morbo y vergüenza. No sé más de cuál. Lo cierto es que mientras me acerqué para prepararme un café, ahora sí comenzaron las miradas filosas y algun roce sin querer queriendo entre los cuerpos. Veremos como sigue esta historia, si me animo a más. Por supuesto, Anto sabe absolutamente todo y siente más morbo y vergüenza que yo, pero en el fondo nos gusta...
6 comentarios - Sorpresa con mi suegra