Glenda

En todos los años que llevo trabajando y de las miles de veces que fui a una reunión a un cliente, las recepcionistas nunca llamaron mi atención y, a decir verdad yo tampoco nunca llame su atención. Convengamos que si me gano una mina es mas por la actitud y por decir algo inteligente que por la facha.
Con la malaria económica que estamos pasando decidimos explorar el segmento pymes y ver que posibilidades teniamos para alguna que otra campaña.
Cuando llegamos por primera vez a esta empresa, por recomendación de un amigo, en la recepción estaba Glenda, de nombre raro si los hay, la verdad no muy simpática, pero si muy educada, una mujer “grande” podriamos denominarla. Y, debo decir que Glenda llamó mi atención desde ese instante, por supuesto como buen caballero que soy, me comporte de manera correcta y educada, pero me gusto. Creo que lo que me atrapo fue su nariz algo grande y alguito aguileña muy bien llevada, con actitud, con mucha actitud. Una de las veces que empezamos a ir a la empresa, una vez que nos convertimos en proveedores Glenda empezó a tener más confianza, pero sin dejar de poner distancia y mantener su postura lejana. Cuando se levantaba para ir hacer algo alguna otra tarea, la miraba. Estándar, bien mantenida, muy bien, mucho pelo, algo ondulado. lindos labios y, sobre todo, muy lindo ojos verdes, muy verdes.
Me empezo a gustar en serio, cada vez que podía le hacía un comentario, un chiste y ella respondía educadamente.
Pasaron las reuniones, pasaron los saludos, pasaron los días. Claramente no podía consultarle a nadie dentro de la empresa que onda con Glenda porque la empresa era muy chica y, cualquier comentario levantaba sospechas. Nunca la había agarrado hablando por celular con nadie para saber de su vida privada. No podía pedir su nro de celular porque no habia razon. No tenía manera, hasta que un dia uno de los dueños me dijo “mandame un mail con copia a glenda y avanzamos, ella se ocupa de eso”, por supuesto anote la dirección de correo electrónico y ese dia me fui con la capocha maquinando. Honestamente dude mucho en enviarle un mail con algo, no sabia si ella lo leeria o con quien mas, y si perdíamos el proyecto??. Pero bueno, la vida es una sola, la plata va y viene y si se iba todo a la mierda...alguien iba a entender que soy un boludo…
Le mande un mail directo a ella...con un detalle de algunas cosas laborales y al final la postdata decía una cursilleria tipo “si esta semana voy para alla, por favor apaga esos ojos que encandilan”, si ya se, una gilada marca Acme pero no se me ocurrió nada mejor. Para mi sorpresa, Glenda respondió exactamente “jajaja pero si los apago como hago para contemplarte…”
Me quedé helado...frío, duro nunca imaginé esa respuesta….balbucee, pense que quizas no fuera ella la que había respondido asi que me jugue una mas y le mande mi numero de celular con un “jjajaja...hablemos” me escribió por mensaje con un “hola”...
A partir de eso momento empezamos hablar, me entere que tenia 50 años, abuela joven, separada, hacia mas de 10 años, tres hijos, que trabajaba en esa empresa hacía 10 años. Que había sido amante de uno de los dueños durante un tiempo pero que ya no, y muchas cosas más.
Quedamos en salir. Salimos. De tarde. Un sábado. Le dije si queria ir a un evento de una marca en Cañuelas. Le gusto. Fuimos. Llegamos el lugar, estaba bien ambientado. Mucha onda. Glenda estaba muy canchera vestida. Me gusto. Su nariz, sus ojos, su sonrisa y lo que seguro en su momento habria sido un flor de culo, estaban perfectos. Charlamos. Mucho. La escuche. Lindo tono de voz. Sonreímos y, en un momento dado, la estampe un beso...chico, corto, pensé que me ponía un cross de derecha pero no. Me miró, me agarro de la mano y me llevo a un lugar más apartado. Me comió la boca y como. Besaba muy bien. Pero muy bien. Se me paro la pija. No pude evitar tocarle el orto. No dijo nada. Me apoyé contra el árbol y la traje contra mi. Chapamos. Un rato. Al borde de parecer dos desaforados. Nos separamos. Nos calmamos. Tipo 21.00hs, mas o menos. Glenda me dijo “esto ya fue, vámonos...me quiero ir”. Nos fuimos. Ruta 5. Yo manejaba y ella me miraba. Me manoteo la pija. “upaaa esta muy dura”, me dijo. “Y si, que esperabas…?” fue mi respuesta. Me bajo el cierre. Me saco la pija. Me empezo a pajear. Me la empezo a chupar...paaaaa que bien lo hacía. Por dios.
No aguante mas. Encontre un lugar al costado de la ruta. Estacione. Me fui para atras. Glenda tambien. No tenia forros. Ella tampoco. Le saque el jean. Le chupe la concha. Me entregue a ese trabajo que tanto me gusta. Mucha lengua. Mucho dedo. Dedo en la concha. Dedo en el orto. Glenda ni una queja. Gozaba. La estaba pasando bien. Miraba y se apretaba las tetas. Me explotaba la cabeza de la pija. Y, la cabeza de pensar. Glenda sabía coger. Sabia calentar a un hombre. Me miraba con cara de trola. Muy trola. “Ponemela ya” fue una orden. No iba a negarme. Me trepe. La enterre. Glenda suspiro. Mi oido estallo al escuchar su suspiro. Sabia que no iba a durar mucho. No me importo. La iba a volver a coger. Y mas de una vez.
Aguante para una posición mas. Glenda se subio. Se me trepo. Me agarro la pija con la mano y apunto a la entrada de su concha. Hervia de calor. Yo hervia de calentura. Glenda una mano en mi pecho.La otra en mi nuca. Me comia la boca. Ella no duro mas. Acabo. Gritos sordos. Goce pleno. Total. Me siguio cogiendo. Arriba y abajo. “No aguanto mas…” . “Dale, acabame”.
Le dijo que no, que no tenia forros y queria acabarle en la boca...ni se nego. Mi pedido fue su orden. Como pude dentro de un auto me acomode y le meti mi pija en la boca y me entregue a tirarle todo el contenido del envase dentro de la boca. Glenda junto y me miro y trago...me sonrio. Creo que esa jugada. Tragar mi leche y sonreir fue como el gol del Maxi Rodriguez a Mexico en el 2006. Magia. Sublime. Increible. Sin palabras. Un golazo.
Descansamos unos minutos. Riendonos. Besandonos.
Puse primera luego de encender el auto y nos fuimos.