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Estela, María Teresa y sus maridos repitieron orgía

Ya conté que María Teresa, Estela y susmaridos se dieron todos contra todos para cerrar el verano en Mar del Plata. Yome imaginaba que las mujeres iban a seguir sus locuras acá en Buenos Aires.Pero nunca que iban a repetir aquella noche marplatense.
 
En efecto señoras y señores, el 9 de febrero, una semana despuésde la orgía en el depto de Estelita en Mardel, Estela y su marido volvieron ajuntarse con Teresa y el suyo, ahora en su casa, para otra picada pero en estecaso de la vuelta de vacaciones. Esta vez hacía mucho calor, así que nada decuero ni charol. Igual, claro, las dos pelirrojas estuvieron tremendas. MaríaTeresa se puso un vestido fino estampado con flores, tacos, cartera fina y muymaquillada y perfume fuerte como siempre, llevó sandwiches de miga para la cena.Y Estela se preparó con todo, ropita interior fina, blusita, pollera fina,tacos altos, mucha pintura en la cara, perfume exquisito. Los hombres se vistieroncon camisa, pantalón largo y sandalias y mucho perfume, Juan Carlos se pusoropa interior de mujer por Ernesto. Apenas Tere y Juan entraron, la gordotasaludó a Estela sin importarle nada, con mimito en la pera y besote en su bocaroja. Y el tipo también la abrazó demasiado cariñoso a la dueña de casa y labesuqueó más de lo aconsejado. Bah, a esta altura, ya nada sorprendía. DespuésTeresa se acercó a Ernesto y éste la recibió también con pico largo en la rojaboca de la gorda.
 
Y bueno, los cuatro cenaron fiambre, queso, aceitunas, los demiga, saladitos, cerveza a rabiar. Las dos mujeres pegoteaditas, mimo va, mimoviene, besote en la boca, convidarse sandwichito, todo. Los hombres, chochoscon lo que se dieron en Mardel, también medio cariñosones. Luego los postres,flan y demás. Pero no estaba previsto, si bien las damas pensaban ir a un telo,otra orgía marplatense.
 
Pero claro, la noche, la elegancia, los perfumes, la cena, elcalorcito, el aire acondicionado del living dieron para todo. De pronto, todosempezaron a irse de mambo con el alcohol, así por tomar, y entonces empezaronlos mimos fuertes, los toqueteos prohibidos, los besos a la pareja del prójimo.Ma qué prójimo, los cuatro se engancharon en el tren de la calentura. Teresaexcitada con la blusa de Estela le acarició las tetas,  ésta a Tere en el medio de sus piernas elvestido, Teresa se la devolvió metiéndole la mano por la pollera y no sólotirándole la bombacha sino tocándole bien el culo. Las dos se besuquearon, lestoquetearon ahí a los hombres, éstos se las devolvieron en el medio de suspiernas, todos empezaron a los abrazos  ybesos sin saber quién a quién.
 
Al final, todo se fue a la concha. Nomás, los cuatro entraronen locura, se sacaron todo y se dieron en otra orgía impensada pero inolvidable.Del pedo nadie sabía a quién agarraba. Así que María Teresa quiso darle aEstela  y terminó en brazos de Ernesto,que la sacudió contra la heladera, la hizo abrirse y la penetró con un lindosalchichón dándole duro hasta eyacular montonazo de semen en la gorda, que gemíade loca. Estela aprovechó y tras bailotearle a Juan, se quitó su bombacha y fuereventada por vagina hasta que el hombre acabó tremendo buen semen y ella muchoflujo. Apenas terminó con Juan por la cola, Estela fue agarrada por Tere y sumarido, la gordota le dio por atrás con elemenntos preciosos encremaditos y eltipo con un pene terrible eyaculando locura de semen. Erne agarró a Juan yexcitado con verlo en bombacha se la bajó y le dio arriba del sofá, mientrasMaría Teresa ahora sí se cogía sin piedad y con furia a Estela, con látigo decuero incluido. Teresa también fue cogida por su matrimonio amigo, como aquellavez en Mardel. Los matrimonios se dieron entre sí con tutti, y al final, de nuevolos cuatro todos contra todos en una batalla campal. Pene, vagina, cola, mujeresborrachas y sacadas, hombres borrachos y locos, ropa en el suelo, todos por cualquierlugar de la enorme casa de Estela. Los cuatro insaciables, entre alcohol queseguían y la calentura y locura, la continuaron bien hasta el amanecer, cuandopor fin nadie quiso más nada y así, desnudos, desnudas, se acostaron a dormir.Eso sí, cada uno con la pareja del otro, como para hacerla completitta. Lahicieron, la repitieron. Segunda orgía en una semana. Un verano a todo sexo,como sólo Estela, María Teresa y ahora sus maridos pueden.

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