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La cogí a Ana María tras la pileta

Pero yo también hice mi parte caliente. Apenas volví de Mar del Plata,de mi sexo con Estela, quise seguir la excitación que me provocan estas maduraspitucas. Es el caso de la divina y preciosa de Ana María, la vecina y amigotade Estela, que a sus 60 y algo tiene un cuerpo perfecto, es joven, linda, finay por eso usa bikini. Hablando con ella por teléfono, la dulce me invitó amerendar y a su casa con pileta, recordemos pegada a Estela. Ana me pidió quellevara mi short de baño, de última me ponía una bikini de ella, bienfetichista. Pero no hizo falta, porque me bañé, me vestí con remera, bermuda ysandalias, llevé mi short negro y verde de baño y excitado fui para Olivos, ala gran casa que la amiga de Estela comparte con su marido Jorge, pero estabasola porque el tipo vuelve tipo 6 de trabajar. Como Ana María trabaja a lamañana, estaba dispuesta para recibirme y charlar un rato de sus vacaciones ydemás. Llegué, me besó, me excité con su vestido blanco y su cabello húmedo yme dijo que fuera nomás a la pileta, que ella se iba a cambiar y poner subikini.
 
Dies después, cuando yo preguntaba por qué tarda tanto, Ana Maríavino a la pileta. Espectacular, balanceando su cuerpo perfecto, delgado,torneado, la morochona se puso una bikini multicolor muy linda, fina como ella,y encima, en la mano traía un frasco de crema Hind's bronceadora. Ana se pasócrema antes de meterse conmigo, me pidió que saliera para ponerme por el solque estaba tan fuerte a esa hora, ella me pasó cremita, me excité de nuevo yempecé mis ratones. Ya ver una mujer en bikini, con el calor, la pileta, erabastante, imaginen el aroma a cremita. Más aún cuando veía los movimientos deAna María, sus piernas perfectas, su cola, sus pechos que se le notaban algodel corpiño. Ana, dulce, me acompañó y nos metimos nomás en la pileta, y ahícharlamos un rato mientras disfrutábamos el agua a la sombra de un árbolgrande. Ana me charlaba, pero yo, si bien la seguía, estaba más preocupado porsu bikini, por su cremita, su cuerpo y claro, por ver si podía darle.
 
Se hicieron las 4 y Ana me invitó a tomar sol a su lado, para locual me volvió a pasar crema, y luego ella se pasó. El aroma a crema me volvíaloco, quería tirármele ahí encima pero me contuve. Mientras tomaba sol, el olorde la Hind's me sacaba y sacaba todo el tiempo, me re crecía el pene bajo mishort. Un rato después, fuimos adentro y Ana me ofreció merendar. Le dije quesí, ella se puso a preparar todo y me preguntó si la pasaba bien, si me habíagustado la pileta. Cada vez más cordial, más dulce, yo sé que es así, pero medaba la impresión que quería engancharme para algo. De última me mandaba yo.Encima la veía a Ana pasar en su bikini haciendo las tostadas, sacando el quesoblanco y el dulce de la heladera, poniendo todo. Al rato Ana trajo todo ymerendamos café con leche, tostadas con queso y mermelada. Seguimos la charla, ytraté de disimular mi apetito sexual mientras ella me untaba una tostada conqueso y me la daba. Pero era imposible.
 
Lo decidí nomás, y apenas terminamos la merienda y Ana Maríaterminó de levantar todo, me acerqué a la cocina donde ella estaba y la acosé,pidiéndole un besito, tal cual. Ella no entendía, le insistí y me dio. Yo se lodevolví, ella lo mismo y al tercero, la estrujé violentamente contra la puertade la heladera, la sujeté, la manoseé, Ana quiso zafarse pero yo estaba hechoun trueno, me quité el short sin dejar de manosearla, le toqué todo, me crecióel pene, exploté y a la fuerza le bajé la bombacha, la embestí duro con mikilaje y mi locura y la penetré por atrás, dándole sin miedo ni asco por lacola hasta eyacular espeso semen. Ana María gritó de placer cuando mi penelargó semen a borbotones. Y cuando se la saqué, la morochona la lamió y mepidió más. “Sí Ana, pero sacate el corpiño mamita”, le exigí. Y la genia gauchase quitó la parte de arriba, se puso en cuatro sobre un sillón, se abrió y mela cogí por la vagina inundándola de semen, mientras Ana María largó su flujo.Excitadísimo, la llevé a su pieza, la tiré en su cama y le di de nuevo confuria, excitado por estar arriba de su cuerpo delgadito, el aroma a crema quepersistía y me volvía loco y la merienda nutritiva. Traca traca, gemidos de AnaMaría, agitación y mi semen en su vagina. Pene afuera, lamida, besos, mimos, ladi vuelta y por la cola, semen de nuevo, se lo pasé y Ana María lamió y tragóexcitadísima mi semen. Le pedí chupar su concha y ella permitió, me ayudó, mepuso la cara contra la vagi y la chupé gustoso. Y luego le pedí la bikini, ellame la facilitó sin saber para qué, me la puse, me puse crema de nuevo y cumplími sueño de estar en su bikini, me masturbé y bañé la bikini, la saqué y se lapasé por la boca y ella tragó y lamió todo. Ana María, delgada, perfecta,preciosa, encremada, fue una tostada deliciosa para mí, con queso y mermelada.Fue mi tostada, yo la unté con mi semen y ella me dio una tarde inolvidable.
 

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