Mi vecino Octávio es un frésco, se pása el tiémpo tirándome "flores" la cosa, es qué es muy buéno haciéndo reparaciones de los aparátos domésticos, y había qué dár chequéo a mi refrigeradór... Es mayor qué yo por 30 años, con sus enórmes 61 años, sus 2 hijos labóran con él, Martín de 40, y Edgardo de 38..... En ésos días, le pedí de favór a Octávio qué revisára mi aparáto y se presentó tempráno, inició la taréa con Martín, desarmáron por compléto mi réfri, yo los observába désde la bárra de la cocína, y de repénte Octávio me díjo qué se ausentaría, y se retiró al cábo de média hora, me díjo iguál qué Martín se quedaría y qué en unas horas mi réfri quedaría cómo nuévo... Un par de horas después, se acercó Martín y me "notificó" muy gentil, qué regresaría hásta el día siguiénte, pués su padre no le había dejádo refacciones para los cámbios.. Y me llené de coráje por habér confiádo en ellos..... Y me quedé en mi bárra sentáda y frustráda....
Ése mísmo día, por la tárde, miéntras qué me distraía en mi jardín, observé un chico, no mayor de 23 años quizá, qué no quitába la vísta de mí, me púse nerviósa, más qué náda por sér tán pequeño, se encontrába sentádo en la banqueta de una casa, llegó a su ládo su novia, y pasáron ahí por horas, buéno, consideré qué todo volvería a la cálma, así qué continué con lo mío, y con mis pensamiéntos en lo de mi réfri..Estába metída, cuándo una pequeña piedríta me golpeó mi cabéza, busqué de inmediáto el orígen de la piedríta, y ví al chico éste qué se encontrába recargádo en la réja de mí casa, sujéto a la mísma, y tratándo de qué volteára... Me dió una rísa histérica, se me hacía un chico bastánte atrevído, no cejó de la intención de hablárme, éra imposible no escuchár su fuérte vóz, pero traté de no hacérle cáso, me había llamádo la atención pero no se me hacía lógico pasárlo a casa de inmediato, sóbre todo al vérlo en el vecindário, pero le regalába una sonrísa tán provocatíva en fórma indirécta...
Su insisténcia éra admiráble, yo tenía una fuérte tensión nerviósa, podía vér de él un cuérpo muy trabajádo de Gym, sentí en mí corrér una agüita abundánte en mi éntre piérna, váya, con ésto se me había bajádo lo malhumoráda, Ví qué subió a la párte média de la réja, y así tratába de qué le hiciéra cáso, de hécho metía médio cuérpo a través de la mísma, continúe ignorándolo me costába yá hacérme disimuláda ánte su desafiánte atrevimiénto,Pero decidí seguír por no facilitárle el accéso, tán sólo bajé un póco mi pants con mi panty, y bajé de ahí, caminándo al interiór de mi casa.... Con mi traséro a la vísta.
Segúra de lo qué había provocádo, désde la ventana lo observába, por más qué su sér se había ído al univérso, respetó trás el momento en qué apagué la lúz del pátio.... Y me fuí dirécto a tomár un buén ducházo.. Al día siguiénte, me levanté tempráno y me púse a acomodár al derredór del réfri, mi vecino Octávio llegó júnto a su segúndo hijo Edgárdo, y se pusiéron a limpiárle el motór, la piéza qué llevában no éra de la mísma medída, y mi vecino llamó a su taller de casa, en 10 minútos llamáron al tímbre de casa, y Octávio acudió a atendér resultó qué éra el chico insisténte, qué al momento en qué entró, su miráda parecía de un caracol, éra el menor de los hijos de Octávio, Oscár, de 21 años, sín querér me ganó la rísa, más qué náda, porqué sus mirádas no pasáron inadvertídas para su padre, qué de inmediáto le pidió retirárse, sín embárgo se quedó "ayudándo" y su hijo Edgárdo moría por la situación de la rísa... Me dí cuénta lo bién qué conocían a su padre, les ofrecí un café pára rompér la tensión y a cáda uno le arrimé su taza, me senté platicándo con los 3, y el primero qué se fué, despidiéndose muy amable, fué Edgárdo.. Después se hízo una pequeña batálla éntre padre e hijo, para vér "quién se íba primero"..... Y... Ganó Oscár, pués su padre terminó por retirárse pidiéndole que pasára a limpiár el lugár... Después de habér saldádo el trabajo, lo acompañé a la puerta, y me " encargó corrér rápido" a su hijo... Entré y platicámos muy ligeramente, sín dúda qué estábamos parádos al fílo de un sáble samurái... Nos quedámos en mi jardín conversándo...a pesár qué hacía un tánto de frío...
Désde ahí podíamos escuchár a Octávio, qué le gritába y silvába fuérte, nos dió un póco de rísa ésa actitúd, salió por el frénte , y quedó en dárse la vuélta por el jardín traséro..... Yo quedé con mi éntrepierna hécha agua, y a pesár qué el frío imperaba, trás toqueteárme sín dejár de imaginárme una situación con Oscár, terminé desnúda con mis dedos jugueteándo déntro de mi conchita,
Me quedé quiéta en mi lugár después de médio saciár mi calentúra, désde ahí podía vér ciértos movimiéntos en casa de Oscár, aúnque náda cláros, pero aún así, alcancé a vér qué éra espiáda désde la ventana de arríba, con la lúz apagáda, pesár de no vér, me llevó a qué mi calentúra se disparára de nuévo, y me púse a toqueteár ótra véz el interiór de mi conchita, abrí totalmente mis piérnas, y metía mis dedos déntro, lo más profúndo qué me permitía.. La cortína se abrió cási en su totalidad, y apareció un cuérpo desnúdo frénte a mí, pero por la distáncia tán sólo podía suponér qué se tratába de Octávio, de repénte prendiéron la lúz, y médio alcanzába a vér, qué sí éra Octávio, mantenía un cátalejos sóbre su cara con una mano, y con la ótra abájo se masturbába, y buéno, continúe jugándo mi conchita hásta obtenér un orgásmo rico... No logré vér si él terminó, pero al apagár su lúz, supúse qué sí.... Y cómo ví qué no venía Oscár, me dirigí al interiór de mi casa
Tomé un baño tíbio, y al salír, busqué qué ponérme.. Cuándo escuché unos ligéros golpecítos en mi ventána de la sala... Entónces mi corazoncito se aceleró y mi vagina terminó más qué empapáda, bajé y me acerqué a la puerta, ántes de abrír, le obsequié una vísta de mi cuérpo, me púse una bata ligéra, y lo pasé al interiór, díjo de qué se había bañado y entrár a su cuárto ánte sus padres, fingiéndo qué dormiría.... Le pedí qué pasára hásta mi recámara, y se subió por la escalera....
Tán prónto entró, me sujetó de las cadéras y me fué quitándo la báta y cuánto tenía puésto, qué éra muy póco, y entónces de iguál fórma, también le fuí desvistiéndo, sus dedos corrían diéstramente sóbre mi piél, tomába mis nalgas y metía sus dedos éntre las mísmas, abriéndolas y filtrándo los mísmos jugándo y distendiéndo mis esfínteres.. Frotába mis tetas sóbre su pecho, irguiéndo totálmente mis pezónes, qué se rozában dejándome unos deliciósos ardóres en los mísmos, chupó mis tetas, y su salíva traía un ciérto alívio al escozór... Sus dedos urgáron iguálmente déntro de mis lábios vaginales, llevándome a tenér una barbaridád de multiorgásmias....
Tomé su polla y me púse a masturbárlo, le crecía y se ponía muy dúra, la coloqué a la mitád de mis piérnas, y le híce una gránde presión masturbándolo así, me abrió las piérnas, y se introdújo entónces....... uyyyy, me hízo venír nuévamente, y comencé a movér mis cadéras al rítmo contrário de su movimiénto, para frotár con energía su pene déntro de mí... Caímos sóbre la cama, y me bombeó con tánta energía, qué me hízo lanzár fuértes gemídos, Comenzámos a rodár por toda la cama, me sujetó fuérte de mis cadéras, y bombeó cómo el cuénto del lobo feróz, bombeó y bombeó... Hásta qué sentí cómo lanzó muy déntro de mi su cargáda venída de espérmas... Cambiámos no sé cuántas véces de posiciónes, pero mi conchita también se hayába perdída éntre tál cantidád de júgos semináles déntro de ella.... Amén de los míos...
Tán sólo cuánto pasába déntro de mi cuárto éra lo qué se podía escuchár en la quietúd de la madrugáda, permanecímos un lárgo rato platicándo entrelazádos en mi cama, de repénte se giró, y quedámos para hacér un delicióso 69..... Y cáda uno nos encaramámos a chupár el sexo del ótro, abría mis nalgas al máximo, y chupába con tál fuérza, qué bién podía yo sentír cómo desvanecía la mézcla de los júgos de ámbos, tragándolos por compléto
Nos dímos cuénta de qué yá serían las 6 de la mañana, pués Octávio marcó a su Célu de Oscár, creyéndolo en su cuárto, y éste le respondió qué no tardária en llegár con él, pués había salído ántes a hacér un póco de ejercicio... Jajaja, el ingénuo Ingénio de los chicos no tiéne medída.... Y entónces tán sólo se mudó la ropa, y salió de casa dejándome un grán beso en mi boca y se metió éntre mis piérnas, dándome ótro beso en mis lábios vaginales....
Ése mísmo día, por la tárde, miéntras qué me distraía en mi jardín, observé un chico, no mayor de 23 años quizá, qué no quitába la vísta de mí, me púse nerviósa, más qué náda por sér tán pequeño, se encontrába sentádo en la banqueta de una casa, llegó a su ládo su novia, y pasáron ahí por horas, buéno, consideré qué todo volvería a la cálma, así qué continué con lo mío, y con mis pensamiéntos en lo de mi réfri..Estába metída, cuándo una pequeña piedríta me golpeó mi cabéza, busqué de inmediáto el orígen de la piedríta, y ví al chico éste qué se encontrába recargádo en la réja de mí casa, sujéto a la mísma, y tratándo de qué volteára... Me dió una rísa histérica, se me hacía un chico bastánte atrevído, no cejó de la intención de hablárme, éra imposible no escuchár su fuérte vóz, pero traté de no hacérle cáso, me había llamádo la atención pero no se me hacía lógico pasárlo a casa de inmediato, sóbre todo al vérlo en el vecindário, pero le regalába una sonrísa tán provocatíva en fórma indirécta...
Su insisténcia éra admiráble, yo tenía una fuérte tensión nerviósa, podía vér de él un cuérpo muy trabajádo de Gym, sentí en mí corrér una agüita abundánte en mi éntre piérna, váya, con ésto se me había bajádo lo malhumoráda, Ví qué subió a la párte média de la réja, y así tratába de qué le hiciéra cáso, de hécho metía médio cuérpo a través de la mísma, continúe ignorándolo me costába yá hacérme disimuláda ánte su desafiánte atrevimiénto,Pero decidí seguír por no facilitárle el accéso, tán sólo bajé un póco mi pants con mi panty, y bajé de ahí, caminándo al interiór de mi casa.... Con mi traséro a la vísta.
Segúra de lo qué había provocádo, désde la ventana lo observába, por más qué su sér se había ído al univérso, respetó trás el momento en qué apagué la lúz del pátio.... Y me fuí dirécto a tomár un buén ducházo.. Al día siguiénte, me levanté tempráno y me púse a acomodár al derredór del réfri, mi vecino Octávio llegó júnto a su segúndo hijo Edgárdo, y se pusiéron a limpiárle el motór, la piéza qué llevában no éra de la mísma medída, y mi vecino llamó a su taller de casa, en 10 minútos llamáron al tímbre de casa, y Octávio acudió a atendér resultó qué éra el chico insisténte, qué al momento en qué entró, su miráda parecía de un caracol, éra el menor de los hijos de Octávio, Oscár, de 21 años, sín querér me ganó la rísa, más qué náda, porqué sus mirádas no pasáron inadvertídas para su padre, qué de inmediáto le pidió retirárse, sín embárgo se quedó "ayudándo" y su hijo Edgárdo moría por la situación de la rísa... Me dí cuénta lo bién qué conocían a su padre, les ofrecí un café pára rompér la tensión y a cáda uno le arrimé su taza, me senté platicándo con los 3, y el primero qué se fué, despidiéndose muy amable, fué Edgárdo.. Después se hízo una pequeña batálla éntre padre e hijo, para vér "quién se íba primero"..... Y... Ganó Oscár, pués su padre terminó por retirárse pidiéndole que pasára a limpiár el lugár... Después de habér saldádo el trabajo, lo acompañé a la puerta, y me " encargó corrér rápido" a su hijo... Entré y platicámos muy ligeramente, sín dúda qué estábamos parádos al fílo de un sáble samurái... Nos quedámos en mi jardín conversándo...a pesár qué hacía un tánto de frío...
Désde ahí podíamos escuchár a Octávio, qué le gritába y silvába fuérte, nos dió un póco de rísa ésa actitúd, salió por el frénte , y quedó en dárse la vuélta por el jardín traséro..... Yo quedé con mi éntrepierna hécha agua, y a pesár qué el frío imperaba, trás toqueteárme sín dejár de imaginárme una situación con Oscár, terminé desnúda con mis dedos jugueteándo déntro de mi conchita,
Me quedé quiéta en mi lugár después de médio saciár mi calentúra, désde ahí podía vér ciértos movimiéntos en casa de Oscár, aúnque náda cláros, pero aún así, alcancé a vér qué éra espiáda désde la ventana de arríba, con la lúz apagáda, pesár de no vér, me llevó a qué mi calentúra se disparára de nuévo, y me púse a toqueteár ótra véz el interiór de mi conchita, abrí totalmente mis piérnas, y metía mis dedos déntro, lo más profúndo qué me permitía.. La cortína se abrió cási en su totalidad, y apareció un cuérpo desnúdo frénte a mí, pero por la distáncia tán sólo podía suponér qué se tratába de Octávio, de repénte prendiéron la lúz, y médio alcanzába a vér, qué sí éra Octávio, mantenía un cátalejos sóbre su cara con una mano, y con la ótra abájo se masturbába, y buéno, continúe jugándo mi conchita hásta obtenér un orgásmo rico... No logré vér si él terminó, pero al apagár su lúz, supúse qué sí.... Y cómo ví qué no venía Oscár, me dirigí al interiór de mi casa
Tomé un baño tíbio, y al salír, busqué qué ponérme.. Cuándo escuché unos ligéros golpecítos en mi ventána de la sala... Entónces mi corazoncito se aceleró y mi vagina terminó más qué empapáda, bajé y me acerqué a la puerta, ántes de abrír, le obsequié una vísta de mi cuérpo, me púse una bata ligéra, y lo pasé al interiór, díjo de qué se había bañado y entrár a su cuárto ánte sus padres, fingiéndo qué dormiría.... Le pedí qué pasára hásta mi recámara, y se subió por la escalera....
Tán prónto entró, me sujetó de las cadéras y me fué quitándo la báta y cuánto tenía puésto, qué éra muy póco, y entónces de iguál fórma, también le fuí desvistiéndo, sus dedos corrían diéstramente sóbre mi piél, tomába mis nalgas y metía sus dedos éntre las mísmas, abriéndolas y filtrándo los mísmos jugándo y distendiéndo mis esfínteres.. Frotába mis tetas sóbre su pecho, irguiéndo totálmente mis pezónes, qué se rozában dejándome unos deliciósos ardóres en los mísmos, chupó mis tetas, y su salíva traía un ciérto alívio al escozór... Sus dedos urgáron iguálmente déntro de mis lábios vaginales, llevándome a tenér una barbaridád de multiorgásmias....
Tomé su polla y me púse a masturbárlo, le crecía y se ponía muy dúra, la coloqué a la mitád de mis piérnas, y le híce una gránde presión masturbándolo así, me abrió las piérnas, y se introdújo entónces....... uyyyy, me hízo venír nuévamente, y comencé a movér mis cadéras al rítmo contrário de su movimiénto, para frotár con energía su pene déntro de mí... Caímos sóbre la cama, y me bombeó con tánta energía, qué me hízo lanzár fuértes gemídos, Comenzámos a rodár por toda la cama, me sujetó fuérte de mis cadéras, y bombeó cómo el cuénto del lobo feróz, bombeó y bombeó... Hásta qué sentí cómo lanzó muy déntro de mi su cargáda venída de espérmas... Cambiámos no sé cuántas véces de posiciónes, pero mi conchita también se hayába perdída éntre tál cantidád de júgos semináles déntro de ella.... Amén de los míos...
Tán sólo cuánto pasába déntro de mi cuárto éra lo qué se podía escuchár en la quietúd de la madrugáda, permanecímos un lárgo rato platicándo entrelazádos en mi cama, de repénte se giró, y quedámos para hacér un delicióso 69..... Y cáda uno nos encaramámos a chupár el sexo del ótro, abría mis nalgas al máximo, y chupába con tál fuérza, qué bién podía yo sentír cómo desvanecía la mézcla de los júgos de ámbos, tragándolos por compléto
Nos dímos cuénta de qué yá serían las 6 de la mañana, pués Octávio marcó a su Célu de Oscár, creyéndolo en su cuárto, y éste le respondió qué no tardária en llegár con él, pués había salído ántes a hacér un póco de ejercicio... Jajaja, el ingénuo Ingénio de los chicos no tiéne medída.... Y entónces tán sólo se mudó la ropa, y salió de casa dejándome un grán beso en mi boca y se metió éntre mis piérnas, dándome ótro beso en mis lábios vaginales....
3 comentarios - Dícen qué de tál palo, tál astílla... y sí...
ya se te extrañaba por acá.