Abandono en este caso los relatos con Ana, ya que si bien quedan unos cuantos, y seguramente aun falten experiencias por experimentar, y por lo tanto para ser contadas. En esta ocasión relataré algo inesperado que surgió a fines de diciembre y se concreta en enero.
Uno de mis amigos más antiguos, al que llamaré Gabriel, hace unos años vive en el exterior. Siempre tuvimos mucha confianza, desde que nos conocimos aproximadamente a los dieciocho años de edad, aunque él es un año mayor. Hoy día yo tengo treinta y siete años.
El hecho es que yo le había contado vía whatsapp alguna de las aventuras con Ana, y él se mostraba muy interesado en los detalles, él no la conocía, en realidad únicamente por fotos. Un determinado día, ambos estábamos trabajando, era fines de diciembre y mientras yo le contaba algo que habíamos hecho con Ana, me dice que hace días le viene rondando algo importante en su cabeza, pero sería bueno lo habláramos personalmente, ya que él venía a Uruguay de vacaciones la segunda y tercera semanas de enero. Me tomó un poco por sorpresa pero obviamente acepté.
Los días pasaron, y arreglamos que lo pasaría a buscar al aeropuerto el sábado 5 de enero. El llegaría con su esposa, y los llevaría a una cabaña que habían alquilado en un balneario del este. Todo sucedió según lo previsto, el avión llego en la hora programada, ellos estaban un poco cansados por las horas de viaje, pero aun así animados por estar en su país y poder disfrutar unos días de descanso.
Nos saludamos, acomodamos su equipaje en mi auto y nos fuimos en dirección al Este. Las dos horas que duró el viaje fuimos hablando de nuestras vidas, y trivialidades propias de amigos que hace tiempo no se ven a pesar de mantener un contacto fluido por redes sociales. La esposa de mi amigo a quien llamaré Eugenia, es dos años mayor que el, aunque no lo representa, es una mujer físicamente sin demasiados atractivos, pero que su personalidad y simpatía la hacen muy atractiva. A ella la conocí ya siendo novia de Gabriel y generamos mucha confianza desde un principio.
Llegamos a la cabaña cerca del mediodía,dejamos el equipaje, ellos tomaron una ducha y fuimos a almorzar a un pequeño restorán cercano. A pesar de ser el mes más caliente del año, era un día particularmente fresco, así que nos ubicamos en una mesa en el interior, en un rincón bastante distante de los demás comensales.
El almuerzo transcurrió con normalidad,luego nos fuimos a caminar a orilla del mar. Mientras hablábamos me proponen que esa noche hiciéramos un asado y me quedara con ellos ya que la cabaña era lo suficientemente grande para todos, si bien no tenía compromisos no quería molestarlos ya que tal vez quisieran descansar en la intimidad, pero acepte ya que no me pareció tan grave permanecer un día. Además de ser fin de semana, los días siguientes no trabajaría en la empresa, aunque tenía previsto quedarme en mi casa a realizar unos arreglos, comenzando ese fin de semana, pero podría esperar.
En la tarde decidimos ir con Gabriel a hacer las compras, mientras Eugenia se quedaría a descansar algo ya que se sentía agotada. En el camino me dice que esta noche quería hablar de lo que me había comentado, pero que sería bueno hablarlo entre los tres. Me intrigaba mucho, y más con el agregado de que participara Eugenia, pero obviamente le dije que no había problema.
En la nochecita comenzamos a prender el fuego, Eugenia sirvió whisky para los tres, y estando muy distendidos Gabrie lme dice que ahora que estábamos tranquilos les gustaría hablar algo conmigo. Me recuerda algunas conversaciones que habíamos tenido por whatsapp, donde el me contaba que estaban buscando tener un hijo, pero no lo lograban, de los estudios médicos que se habían realizado y dieron como resultado el diagnostico de su esterilidad, también me comenta nuevamente que habían analizado la posibilidad de adoptar, que al principio se habían entusiasmado mucho con la idea, pero que luego conocieron dos experiencias de allegados a los cuales no les había ido bien, y eso los había hecho desistir. También que habían analizado la posibilidad de la fecundación asistida, pero en ese caso les preocupaba el donante, ya que también habían conocido casos de personas que no les convencían su sanidad y que aun así sabían que habían sido donantes, lo cual les habían generado muchas dudas, y también desistieron de esa posibilidad. Eugenia participaba poco, pero hacia algunos comentarios.
Luego de esto, Gabriel me dice que habían estado pensado mucho en otra posibilidad y que era la que más los había convencido, Eugenia asentía con la cabeza y me miraba fijamente. Comienza a explicarme, que lo que habían pensado y analizado por bastante tiempo, era que Eugenia intentara quedar embarazada, de un hombre que les diera garantías de su estado físico, mental y que no les generara problemas futuros. Yo, ingenuamente les pregunto si eso no tendría algún impedimento legal, ya que tenía la idea deque los donantes son anónimos. Me responde Eugenia, diciendo que justamente no estaban pensando en un donante a la manera tradicional, Gabriel sigue diciéndome que le de unos minutos para que me explique algo, y trate de no interrumpirlo, ya que si no será difícil explicármelo, y que luego haga las preguntas que crea necesarias, concretamente lo que me quieren pedir como un gran favor, es que yo sea quien intente concebir a Eugenia, yo estaba totalmente incrédulo, pero deje que el continuara, era algo que lo tenían muy pensado y decidido, creían que yo era la persona adecuada, me dijo que entendían que era una decisión muy difícil de tomar, que lo había sido para ellos y que entendían que para mí también lo seria. Pero que si aceptaba les estaría haciendo un gran favor, ya que yo sabía las ganas que tenían de tener un hijo. Su monologo duro varios minutos, me contó en detalle cómo sería el futuro, que a resumidas cuentas nadie se enteraría de lo sucedido, claramente en el futuro tampoco el niño, aunque claro que lo podría visitar como un amigo de sus padres.
Me explica que para la concepción, les parecía que tanto para Eugenia como para mí sería sumamente difícil si lo tomábamos tan fríamente como un simple acto de fecundación, que lo habían hablado mucho, y habían llegado a un acuerdo de proponerme que si aceptaba, lo tomáramos como encuentro de dos amantes, sin tener en mente que el fin es la concepción, pero que claramente es lo que se buscará.
Yo estaba mudo, Eugenia me dice que ahora puedo preguntar todo lo que desee, que lo pensara luego, pero que lamentablemente no contaban con mucho tiempo, ellos habían planificado el viaje en sus días más fértiles, los cuales empezarían el lunes siguiente.
Les hice algunas preguntas, aunque ellos habían sido tan claros que simplemente tenía que pensarlo, y en ese momento no podía, estaba demasiado confundido.
La noche había avanzado, nos pusimos a cenar, también para distender un poco el clima, ya que todos estábamos muy nerviosos. Eugenia me dice, que continuáramos la noche sin hablar más del tema,pero que lo pensara, que les haría un enorme favor, el cual estarían toda su vida agradecidos si aceptaba.
Así fue, no se tocó más el tema, pero mi cabeza no dejaba de pensar. Las copas de vino fueron pasando con el asado,música tenue, un habano luego del postre y nos fuimos a dormir. Al otro día me levanté temprano ya que quería volver a mi casa para solucionar algunos temas pendientes. Al irme le dije a Gabriel que le contestaría esa noche.
Mi cabeza era un caos, no sabía ni por donde comenzar a pensar en el tema. Pero aún no se el motivo por el cual al llegar la tardecita decidí llamarlos, y aceptar lo que me habían propuesto. Gabriel me dice nuevamente que me lo van a agradecer toda la vida, y continúa dándome algunos detalles de lo que había pensado. Me proponía que yo pasara las noches de esa semana con Eugenia, él se quedaría en un hotel cercano, y durante el día yo podía estar con ellos o irme a donde quisiera. En ese sentido no habría problema, yo tendría que suspender las reparaciones de mi casa que tenía prevista, trasladarme con ellos, y durante el día me parecía mejor irme a lo de unos amigos que estaban en un balneario muy cercano al que ellos estaban.
Arreglamos para comenzar a la noche siguiente, arribe a eso de las nueve de la noche, apenas estaba oscureciendo,Gabriel ya no estaba, me recibió Eugenia, estaba arreglada pero casual, muy simpática y amable como siempre. Me invita a pasar y a tomar una copa de vino,me dice que quiere hablar un momento antes, pero que no quiere abrumarme, que la idea es pasarlo bien, aunque ambos sabemos el fin de aquellos encuentros. Me dice que hablara sin tapujo, ella estará dispuesta a seguir mis deseos, si quiero ser tierno estaría bien, si por el contrario quería tratarla más rudo también estaría bien, o podía cambiar cuando yo quisiera. Si me parece, cuando nos encontráramos sería una relación de novios o amantes.
Le propuse brindar, así lo hicimos. Luego ella se me acerco y comenzamos a besarnos. Sus beso eran una mezcla de ternura y deseo, su perfume me rodeaba y rápidamente comencé a excitarme, aunque no quería incomodarla, a pesar de todo lo hablado anteriormente, por lo cual me limitaba a besarla y acariciar tímidamente su cuerpo.
Los minutos pasaban y el deseo crecía en ambos. Ella detiene los besos, me mira y me dice que puedo pedirle lo que quiera, regreso a besarla. Sus besos comienzan a bajar por mi cuello y luego ami pecho, se arrodilla y desprende mi pantalón. Casi sin darme cuenta está felándome y mirándome a la cara, nunca imaginé que esa situación se pudiese dar. Su boca tibia era un placer, sumado a aquellos ojos claros que no dejaban de mirarme, recorría todo mi miembro con su boca humedeciéndolo con su saliva,para luego introducirlo todo lo más profundo que podía. Me limitaba a observarla y a acariciar su pelo, en ocasiones sujetándola.
Mi excitación ya era mucha, no sé por qué,pero la tome de sus pelos y la hice parar, puse su cara frente a la mía y le dije lo mucho que me había calentado como me chupaba la pija. Su cara tenía una expresión que nunca había visto, me responde que haría todo lo que yo quisiera,solo tenía que pedirlo o simplemente hacerlo. Sin soltar su pelo, comencé a besar su cuello, desprender la blusa y el corpiño, me detuve besando aquellos pequeños pero bonitos senos.
Luego la tomo de la mano y la llevo a un pequeño sofá. Le pido que se siente, la ayudo a sacarse su pollera y su tanga,comienzo a hacerle sexo oral, ella gemía cada vez mas, en determinado momento ella me detiene y me dice:
-Perdón por lo que voy a decir,pero no puedo mas de las ganas de que me cojas.
Sigo un poco mas, y me voy sacando lo queme queda de ropa, para luego comenzar a acercarme a penetrarla en misionero en el mismo sofá.
Cuando comienzo a penetrarla ella suspiro y dice algo así como:
-uff, por fin, no dada mas.
Lo hago lento, disfrutando el momento, ella cierra sus ojos y jadea. Mientras la penetro lamo su cuello y su boca. Su concha esta humada y caliente, eso me excita mucho. Entre jadeos me dice:
-Cojeme, disfrútame.
Por estar en el pequeño sillón, la posición me queda incomoda, por lo que salgo y le digo que se ponga en cuatro, lo hace rápidamente y vuelvo a penetrarla, ahora si mucho mas Comoros los dos.
Ella gemía cada vez mas, sus caderas eran mucho mejores de los que había imaginado, y no podía dejar de agarrarlas y traccionarlas en cada embestida. Cuando escucho que me dice:
-Por favor, no aguanto mas hacéme acabar y llename con tu leche.
No pude resistir más, la penetro mas fuerte, siento como su cuerpo se tensa y tiene un gran orgasmo, yo no puedo mas y comienzo a eyacular. El placer es increíble, nos quedamos en esa posición como si estuviésemos pegados por varios minutos, para luego derrumbarnos abrazados en el sofá. Luego de unos minutos me dice al oído:
-Me encantó como me cojiste,tuve un orgasmo increíble.
Respondí que yo lo había disfrutado muchísimo.Nos quedamos abrazados por un buen rato, como si nos conociésemos en esas circunstancias de mucho tiempo atrás. Cuando ya estábamos mas descansado me dice:
- Quiero confesarte algo, cuando te la estaba chupando, me moría de ganas de que acabaras en mi boca, pero por razones obvias no lo hice.
Le respondo que su boca se sentía muy bien,y que si le parecía me encantaría que en una de los próximos encuentros lo hiciésemos,ella estuvo de acuerdo.
Luego de tomar ambos una ducha ligera, nos servimos mas vino, y comimos algo. Los minutos fueron pasando y las caricias comenzaron. Su boca recorría mis labios, y su actitud indudablemente delataba que quería más sexo. Yo ya estaba mas en confianza, por lo que mientras la besaba con una de mis manos comencé a masturbarla lentamente. Ella movía su pelvis en pequeños círculos.
- Me encanta como usas tus manos, ya me tenés re caliente otra vez.
Me dijo al oído. Y me agarra de la mano.
- Vamos a coger a la cama, es más cómodo.
Nos fuimos al dormitorio, ambos sin ropa. Al llegar ella se tira en la cama boca abajo y me dice:
- Vení, disfrútame como quieras.
Yo me subo arriba de ella y comienzo a besar su cuello desde atrás, mi miembro comienza a estar cada vez mas erecto entre sus nalgas. Estuvimos unos minutos así.
- Meteme tu pija, la quiero adentro otra vez.
Me acomodo y comienzo a penetrarla desde atrás,dado a que estaba bastante húmeda lo logro rápidamente, otra vez sus gemidos y los pequeños movimientos de sus caderas. Aquellos movimientos y sus nalgas firmes eran un placer único de disfrutar. Lamo su cuello, con una de mis manos acaricio sus tetas y con la otra le doy algo de tensión a su pelo.
- No sabes lo puta que me pones.
Fueron sus siguientes palabras, era todo lo que necesitaba para querer descargar nuevamente en su concha. Salgo rápido y le pido que se de vuelta. Al hacerlo comienzo a penetrarla en misionero. Le digo que quiero ver su cara de “puta” cuando tenga el próximo orgasmo. No pasó mucho tiempo en que pude verla, todo un espectáculo.
Nos quedamos dormidos, abrazados. Cuando despierto, la luz que ingresaba por la ventana me molesta, intento girarme par a ver que hora es, ella me detiene con una mano en mi pecho. Comienza a besarme y va bajando con sus besos, cuando esta a la altura de mis caderas me dice:
-Quiero desayunar, me das tu leche?
Le respondo que con la única condición que tome todo, que no desperdicie nada. Comienza a lamer mi miembro, a lo pocos instantes logra provocarme una buena erección. Comienza a meterla y sacarla lentamente de su boca, masajea con una de sus manos mis testículos. El calor y humedad de su boca, sumado a los movimientos cada vez mas intensos van provocando que me acerque a eyacular, ella lo percibe, acelera el ritmo y se ayuda con una de sus manos. Al primer indicio de mi eyaculación, retira su mano y se lo introduce increíblemente profunda en su boca, sin retirarse hasta que yo haya terminado de expulsa hasta la ultima gota. Luego, lame y traga todo lo que quedó.
Nos levantamos, desayunamos y me voy a lo de mis amigos, ya eran cerca de las diez de la mañana.
Uno de mis amigos más antiguos, al que llamaré Gabriel, hace unos años vive en el exterior. Siempre tuvimos mucha confianza, desde que nos conocimos aproximadamente a los dieciocho años de edad, aunque él es un año mayor. Hoy día yo tengo treinta y siete años.
El hecho es que yo le había contado vía whatsapp alguna de las aventuras con Ana, y él se mostraba muy interesado en los detalles, él no la conocía, en realidad únicamente por fotos. Un determinado día, ambos estábamos trabajando, era fines de diciembre y mientras yo le contaba algo que habíamos hecho con Ana, me dice que hace días le viene rondando algo importante en su cabeza, pero sería bueno lo habláramos personalmente, ya que él venía a Uruguay de vacaciones la segunda y tercera semanas de enero. Me tomó un poco por sorpresa pero obviamente acepté.
Los días pasaron, y arreglamos que lo pasaría a buscar al aeropuerto el sábado 5 de enero. El llegaría con su esposa, y los llevaría a una cabaña que habían alquilado en un balneario del este. Todo sucedió según lo previsto, el avión llego en la hora programada, ellos estaban un poco cansados por las horas de viaje, pero aun así animados por estar en su país y poder disfrutar unos días de descanso.
Nos saludamos, acomodamos su equipaje en mi auto y nos fuimos en dirección al Este. Las dos horas que duró el viaje fuimos hablando de nuestras vidas, y trivialidades propias de amigos que hace tiempo no se ven a pesar de mantener un contacto fluido por redes sociales. La esposa de mi amigo a quien llamaré Eugenia, es dos años mayor que el, aunque no lo representa, es una mujer físicamente sin demasiados atractivos, pero que su personalidad y simpatía la hacen muy atractiva. A ella la conocí ya siendo novia de Gabriel y generamos mucha confianza desde un principio.
Llegamos a la cabaña cerca del mediodía,dejamos el equipaje, ellos tomaron una ducha y fuimos a almorzar a un pequeño restorán cercano. A pesar de ser el mes más caliente del año, era un día particularmente fresco, así que nos ubicamos en una mesa en el interior, en un rincón bastante distante de los demás comensales.
El almuerzo transcurrió con normalidad,luego nos fuimos a caminar a orilla del mar. Mientras hablábamos me proponen que esa noche hiciéramos un asado y me quedara con ellos ya que la cabaña era lo suficientemente grande para todos, si bien no tenía compromisos no quería molestarlos ya que tal vez quisieran descansar en la intimidad, pero acepte ya que no me pareció tan grave permanecer un día. Además de ser fin de semana, los días siguientes no trabajaría en la empresa, aunque tenía previsto quedarme en mi casa a realizar unos arreglos, comenzando ese fin de semana, pero podría esperar.
En la tarde decidimos ir con Gabriel a hacer las compras, mientras Eugenia se quedaría a descansar algo ya que se sentía agotada. En el camino me dice que esta noche quería hablar de lo que me había comentado, pero que sería bueno hablarlo entre los tres. Me intrigaba mucho, y más con el agregado de que participara Eugenia, pero obviamente le dije que no había problema.
En la nochecita comenzamos a prender el fuego, Eugenia sirvió whisky para los tres, y estando muy distendidos Gabrie lme dice que ahora que estábamos tranquilos les gustaría hablar algo conmigo. Me recuerda algunas conversaciones que habíamos tenido por whatsapp, donde el me contaba que estaban buscando tener un hijo, pero no lo lograban, de los estudios médicos que se habían realizado y dieron como resultado el diagnostico de su esterilidad, también me comenta nuevamente que habían analizado la posibilidad de adoptar, que al principio se habían entusiasmado mucho con la idea, pero que luego conocieron dos experiencias de allegados a los cuales no les había ido bien, y eso los había hecho desistir. También que habían analizado la posibilidad de la fecundación asistida, pero en ese caso les preocupaba el donante, ya que también habían conocido casos de personas que no les convencían su sanidad y que aun así sabían que habían sido donantes, lo cual les habían generado muchas dudas, y también desistieron de esa posibilidad. Eugenia participaba poco, pero hacia algunos comentarios.
Luego de esto, Gabriel me dice que habían estado pensado mucho en otra posibilidad y que era la que más los había convencido, Eugenia asentía con la cabeza y me miraba fijamente. Comienza a explicarme, que lo que habían pensado y analizado por bastante tiempo, era que Eugenia intentara quedar embarazada, de un hombre que les diera garantías de su estado físico, mental y que no les generara problemas futuros. Yo, ingenuamente les pregunto si eso no tendría algún impedimento legal, ya que tenía la idea deque los donantes son anónimos. Me responde Eugenia, diciendo que justamente no estaban pensando en un donante a la manera tradicional, Gabriel sigue diciéndome que le de unos minutos para que me explique algo, y trate de no interrumpirlo, ya que si no será difícil explicármelo, y que luego haga las preguntas que crea necesarias, concretamente lo que me quieren pedir como un gran favor, es que yo sea quien intente concebir a Eugenia, yo estaba totalmente incrédulo, pero deje que el continuara, era algo que lo tenían muy pensado y decidido, creían que yo era la persona adecuada, me dijo que entendían que era una decisión muy difícil de tomar, que lo había sido para ellos y que entendían que para mí también lo seria. Pero que si aceptaba les estaría haciendo un gran favor, ya que yo sabía las ganas que tenían de tener un hijo. Su monologo duro varios minutos, me contó en detalle cómo sería el futuro, que a resumidas cuentas nadie se enteraría de lo sucedido, claramente en el futuro tampoco el niño, aunque claro que lo podría visitar como un amigo de sus padres.
Me explica que para la concepción, les parecía que tanto para Eugenia como para mí sería sumamente difícil si lo tomábamos tan fríamente como un simple acto de fecundación, que lo habían hablado mucho, y habían llegado a un acuerdo de proponerme que si aceptaba, lo tomáramos como encuentro de dos amantes, sin tener en mente que el fin es la concepción, pero que claramente es lo que se buscará.
Yo estaba mudo, Eugenia me dice que ahora puedo preguntar todo lo que desee, que lo pensara luego, pero que lamentablemente no contaban con mucho tiempo, ellos habían planificado el viaje en sus días más fértiles, los cuales empezarían el lunes siguiente.
Les hice algunas preguntas, aunque ellos habían sido tan claros que simplemente tenía que pensarlo, y en ese momento no podía, estaba demasiado confundido.
La noche había avanzado, nos pusimos a cenar, también para distender un poco el clima, ya que todos estábamos muy nerviosos. Eugenia me dice, que continuáramos la noche sin hablar más del tema,pero que lo pensara, que les haría un enorme favor, el cual estarían toda su vida agradecidos si aceptaba.
Así fue, no se tocó más el tema, pero mi cabeza no dejaba de pensar. Las copas de vino fueron pasando con el asado,música tenue, un habano luego del postre y nos fuimos a dormir. Al otro día me levanté temprano ya que quería volver a mi casa para solucionar algunos temas pendientes. Al irme le dije a Gabriel que le contestaría esa noche.
Mi cabeza era un caos, no sabía ni por donde comenzar a pensar en el tema. Pero aún no se el motivo por el cual al llegar la tardecita decidí llamarlos, y aceptar lo que me habían propuesto. Gabriel me dice nuevamente que me lo van a agradecer toda la vida, y continúa dándome algunos detalles de lo que había pensado. Me proponía que yo pasara las noches de esa semana con Eugenia, él se quedaría en un hotel cercano, y durante el día yo podía estar con ellos o irme a donde quisiera. En ese sentido no habría problema, yo tendría que suspender las reparaciones de mi casa que tenía prevista, trasladarme con ellos, y durante el día me parecía mejor irme a lo de unos amigos que estaban en un balneario muy cercano al que ellos estaban.
Arreglamos para comenzar a la noche siguiente, arribe a eso de las nueve de la noche, apenas estaba oscureciendo,Gabriel ya no estaba, me recibió Eugenia, estaba arreglada pero casual, muy simpática y amable como siempre. Me invita a pasar y a tomar una copa de vino,me dice que quiere hablar un momento antes, pero que no quiere abrumarme, que la idea es pasarlo bien, aunque ambos sabemos el fin de aquellos encuentros. Me dice que hablara sin tapujo, ella estará dispuesta a seguir mis deseos, si quiero ser tierno estaría bien, si por el contrario quería tratarla más rudo también estaría bien, o podía cambiar cuando yo quisiera. Si me parece, cuando nos encontráramos sería una relación de novios o amantes.
Le propuse brindar, así lo hicimos. Luego ella se me acerco y comenzamos a besarnos. Sus beso eran una mezcla de ternura y deseo, su perfume me rodeaba y rápidamente comencé a excitarme, aunque no quería incomodarla, a pesar de todo lo hablado anteriormente, por lo cual me limitaba a besarla y acariciar tímidamente su cuerpo.
Los minutos pasaban y el deseo crecía en ambos. Ella detiene los besos, me mira y me dice que puedo pedirle lo que quiera, regreso a besarla. Sus besos comienzan a bajar por mi cuello y luego ami pecho, se arrodilla y desprende mi pantalón. Casi sin darme cuenta está felándome y mirándome a la cara, nunca imaginé que esa situación se pudiese dar. Su boca tibia era un placer, sumado a aquellos ojos claros que no dejaban de mirarme, recorría todo mi miembro con su boca humedeciéndolo con su saliva,para luego introducirlo todo lo más profundo que podía. Me limitaba a observarla y a acariciar su pelo, en ocasiones sujetándola.
Mi excitación ya era mucha, no sé por qué,pero la tome de sus pelos y la hice parar, puse su cara frente a la mía y le dije lo mucho que me había calentado como me chupaba la pija. Su cara tenía una expresión que nunca había visto, me responde que haría todo lo que yo quisiera,solo tenía que pedirlo o simplemente hacerlo. Sin soltar su pelo, comencé a besar su cuello, desprender la blusa y el corpiño, me detuve besando aquellos pequeños pero bonitos senos.
Luego la tomo de la mano y la llevo a un pequeño sofá. Le pido que se siente, la ayudo a sacarse su pollera y su tanga,comienzo a hacerle sexo oral, ella gemía cada vez mas, en determinado momento ella me detiene y me dice:
-Perdón por lo que voy a decir,pero no puedo mas de las ganas de que me cojas.
Sigo un poco mas, y me voy sacando lo queme queda de ropa, para luego comenzar a acercarme a penetrarla en misionero en el mismo sofá.
Cuando comienzo a penetrarla ella suspiro y dice algo así como:
-uff, por fin, no dada mas.
Lo hago lento, disfrutando el momento, ella cierra sus ojos y jadea. Mientras la penetro lamo su cuello y su boca. Su concha esta humada y caliente, eso me excita mucho. Entre jadeos me dice:
-Cojeme, disfrútame.
Por estar en el pequeño sillón, la posición me queda incomoda, por lo que salgo y le digo que se ponga en cuatro, lo hace rápidamente y vuelvo a penetrarla, ahora si mucho mas Comoros los dos.
Ella gemía cada vez mas, sus caderas eran mucho mejores de los que había imaginado, y no podía dejar de agarrarlas y traccionarlas en cada embestida. Cuando escucho que me dice:
-Por favor, no aguanto mas hacéme acabar y llename con tu leche.
No pude resistir más, la penetro mas fuerte, siento como su cuerpo se tensa y tiene un gran orgasmo, yo no puedo mas y comienzo a eyacular. El placer es increíble, nos quedamos en esa posición como si estuviésemos pegados por varios minutos, para luego derrumbarnos abrazados en el sofá. Luego de unos minutos me dice al oído:
-Me encantó como me cojiste,tuve un orgasmo increíble.
Respondí que yo lo había disfrutado muchísimo.Nos quedamos abrazados por un buen rato, como si nos conociésemos en esas circunstancias de mucho tiempo atrás. Cuando ya estábamos mas descansado me dice:
- Quiero confesarte algo, cuando te la estaba chupando, me moría de ganas de que acabaras en mi boca, pero por razones obvias no lo hice.
Le respondo que su boca se sentía muy bien,y que si le parecía me encantaría que en una de los próximos encuentros lo hiciésemos,ella estuvo de acuerdo.
Luego de tomar ambos una ducha ligera, nos servimos mas vino, y comimos algo. Los minutos fueron pasando y las caricias comenzaron. Su boca recorría mis labios, y su actitud indudablemente delataba que quería más sexo. Yo ya estaba mas en confianza, por lo que mientras la besaba con una de mis manos comencé a masturbarla lentamente. Ella movía su pelvis en pequeños círculos.
- Me encanta como usas tus manos, ya me tenés re caliente otra vez.
Me dijo al oído. Y me agarra de la mano.
- Vamos a coger a la cama, es más cómodo.
Nos fuimos al dormitorio, ambos sin ropa. Al llegar ella se tira en la cama boca abajo y me dice:
- Vení, disfrútame como quieras.
Yo me subo arriba de ella y comienzo a besar su cuello desde atrás, mi miembro comienza a estar cada vez mas erecto entre sus nalgas. Estuvimos unos minutos así.
- Meteme tu pija, la quiero adentro otra vez.
Me acomodo y comienzo a penetrarla desde atrás,dado a que estaba bastante húmeda lo logro rápidamente, otra vez sus gemidos y los pequeños movimientos de sus caderas. Aquellos movimientos y sus nalgas firmes eran un placer único de disfrutar. Lamo su cuello, con una de mis manos acaricio sus tetas y con la otra le doy algo de tensión a su pelo.
- No sabes lo puta que me pones.
Fueron sus siguientes palabras, era todo lo que necesitaba para querer descargar nuevamente en su concha. Salgo rápido y le pido que se de vuelta. Al hacerlo comienzo a penetrarla en misionero. Le digo que quiero ver su cara de “puta” cuando tenga el próximo orgasmo. No pasó mucho tiempo en que pude verla, todo un espectáculo.
Nos quedamos dormidos, abrazados. Cuando despierto, la luz que ingresaba por la ventana me molesta, intento girarme par a ver que hora es, ella me detiene con una mano en mi pecho. Comienza a besarme y va bajando con sus besos, cuando esta a la altura de mis caderas me dice:
-Quiero desayunar, me das tu leche?
Le respondo que con la única condición que tome todo, que no desperdicie nada. Comienza a lamer mi miembro, a lo pocos instantes logra provocarme una buena erección. Comienza a meterla y sacarla lentamente de su boca, masajea con una de sus manos mis testículos. El calor y humedad de su boca, sumado a los movimientos cada vez mas intensos van provocando que me acerque a eyacular, ella lo percibe, acelera el ritmo y se ayuda con una de sus manos. Al primer indicio de mi eyaculación, retira su mano y se lo introduce increíblemente profunda en su boca, sin retirarse hasta que yo haya terminado de expulsa hasta la ultima gota. Luego, lame y traga todo lo que quedó.
Nos levantamos, desayunamos y me voy a lo de mis amigos, ya eran cerca de las diez de la mañana.
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