Mi novio Lauti estaba muy nervioso con la situación. Justo ese mes a sus padres se les ocurrió irse a ese crucero y dejarlo a cargo de todo. No quería que su tío se sintiera incomodo pero se le notaba cierta tensión. Siempre creyó en su inocencia pero era raro después de tantos años traer a su tío recién liberado de la cárcel a su casa por más que fuera solo por unos días. A mi no me gustaba tener a un veterano recién salido de prisión en su casa pero me parecía que tenía que apoyar a mi novio en esa situación tan incomoda. Cuando lo largaron fue sólo a buscarlo porque no quería que yo fuera al penal. Era un lugar desagradable para una chica. Salió la noche anterior y llegaron temprano. En su llegada escuché las voces desde que se bajaron del auto. Por suerte para mi Lauti su tío parecía tener una actitud muy positiva ya que venían entre risas y comentarios cómplices.
Cuando entró me dio una impresión no muy agradable. Tenía una musculosa y traía una campera de jean muy desgastada en la mano. Tenía unos tatuajes de mala calidad en sus brazos. Era un tipo flaco medio canoso con barba candado pero con una mirada muy penetrante. Sus ojos ojerosos y grandes eran un poco aterradores. Supongo que sería por las cosas que pasó ahí adentro. Tenía un pantalón roto y bolcegos. Nada que ver con mi novio que vestía siempre casual pero con mucho estilo.
Se me acercó y pude ver que me miró de una forma que aún sin ser tímida me hizo sentir más que intimidada. Yo no tenía nada provocativo, consciente de que iba a estar con un ex presidiario en la misma casa. Vestía una remera bastante suelta y un pantalón de jean con zapatillas. Ropa muy alejada de mis escotes y minifaldas.
Aún así se notaba como miraba mis tetas y al saludarme me abrazó apretándolas y rozó la piel de mi cintura con sus manos haciendo un extraño quejido en mi oído al pasar la mano tan cerca de mi cola. Luego disfrazó ese sonido con una tos inmediata y se aclaró la garganta al soltarme. Se alejó haciéndome una sonrisa cómplice que muy lejos de provocarme me espantó bastante. Disimulé todo por mi novio pero traté de mantener una distancia segura con ese tipo.
Lauti - y ahora que vas a hacer cuando te vayas para el sur?
Tío - el hermano del cata tiene un taller allá en Río Negro y como yo laburaba en eso me va a tomar, en negro obvio jajaja -
Los dos rieron con la aclaración y yo me sumé por más que mucha gracia no me había causado.
Supongo que se notó un poco que mi risa fue forzada
Tío - Pobre la pongo nerviosa. No te preocupes gringuita que yo estoy de paso y te quedas con el muñeco este que está más bueno que un feriado ja-
De nuevo reímos pero si bien mi risa siguió siendo un poco nerviosa esta vez fue más sincera.
Yo - Perdón si lo incomodé. Es que no quiero meterme en sus charlas. La que está de más soy yo. Ustedes son familia.
Tío - Esta piba que conseguiste es de fierro nene, cuidala. Mirá que pude venir un viejo chanta y te la roba jajaja -
Lauti - Mi bebota es perfecta, aparte de hermosa, me banca como una leona -
Después me abrazó y me dio un beso. Creo que un poco para marcarle territorio a su tío y que no se pase con los chistes y los piropos.
Durante el resto del día estuve poco. Si bien era fin de semana, me fui a hacer shopping para darles tiempo de que se pongan al día. Habían pasado varios años que estuvo adentro. Además para mi era un respiro estar alejada de ese tipo. Si bien me gusta provocar y que se zarpen bastante era una parsona que me daba bastante miedo a pesar de su buen humor.
Volví cerca de la noche. Toqué la puerta y me atendió justo él. Estaba sin remera y su pecho peludo me llamó la atención en primer plano ya que soy bastante más bajita que él. Estaba fumando y cuando me saludó le sentí olor a cerveza.
Yo - Lauti donde está? -
Tío - Fue al chino a comprar más birra. Mejor así nos conocemos mejor, no?
Yo - bueno, voy a dejar estas cosas a la cocina y vuelvo -
Estaba guardando unas cosas que le compré a mi novio para ambientar y siento que me apoya de atrás.
Me quedé dura. Siempre me gustó la sensación del apoyo y el manoseo pero en esta situación dude.
Tío - Necesitas ayuda gringa -
Yo - No gracias. Estoy bien
Tío - vos estás más que bien, tenes un orto divino -
Sentía su bulto, estaba con la pija muy parada y la apoyaba bien en el medio de mi cola.
Yo - Lauti debe estar por venir
Tío - Yo no tengo apuro -
Ya la apoyada incluía más movimiento. Lo sentía moverse en mi cola como si me cogiera con ropa.
Lo sentía gemir en mi oído y sus manos acariciaban mi panza pero una empezó a subir levantando también mi remera. Cuando llegó hasta mi teta la apretó y sentí su verga moverse bajo el pantalón
Tío - que hermosa sos pendeja, se te nota a la legua que sos una puta y yo no me equivoco
Me empezó a desabrochar el pantalón para bajármelo y yo le agarré las manos.
Yo - No pare pare. No -
Tío - Dale mira como me tenes, dejate de joder -
Estábamos en ese tironeo cuando escuchamos la puerta.
Lauti - te traje las rubias! gritaba mi novio agitando la bolsa con las cervezas.
Nos separamos rápido y él se quedó un rato dado vuelta. Prendió un cigarrillo y se asomó a la ventana de la cocina para que no se note la erección. Yo me bajé la remera y me quedé mirando para otro lado y tratando de estabilizar la respiración sin que se note. Estaba muy roja. Así que seguí guardando las cosas.
Tío - Acá estoy pibe. Me vine a la ventana para no joder a tu chica con el olor a pucho
Antes de que mi novio llegue a la cocina me miró con cara de loco y me hizo seña de silencio
Lauti - Ah si me olvidé de decirte que le molesta el humo a ella, guardo estas en la heladera y esta otra la abrimos ya mismo que tengo una sed peligrosa jaja -
Los dos se rieron de nuevo y yo aproveché para escaparme. Me saqué la ropa y me di una ducha con mucho jabón. Sentía el olor de su cuerpo sudado en mi ropa y en mi piel. Mas allá de la repulsión que me producía ese tipo, la situación me había excitado un poco pero no quería reconocerlo y por eso quise borrar de mi cuerpo todo lo que me recordara lo que acababa de pasar y mi novio no descubrió por segundos.
El resto de la noche casi no lo miré y solamente respondía cuando mi novio me preguntaba algo. Ellos hablaban del trabajo en el sur y de algunos temas de política que como yo no entiendo la verdad no era raro que no participara.
Entre la cerveza y la comida, comimos re tarde y mi novio me dijo que me quede a dormir.
Su tío se fue a bañar y se acostó en la pieza de mi novio que se la ofreció, así que Lauti y yo nos fuimos al cuarto de mis suegros a la cama de dos plazas, la mejor de la casa. Yo me puse una remera grande de Lauti y debajo quedé en tanga y obvio sin corpiño. Mi novio en boxer como siempre
Lauti - Yo se que te jode que lo traiga acá pero es poco tiempo
Yo - No. No pasa nada
Lauti - Dale, se te nota que te molesta, te estas portando re bien
Yo - Es como me mira nada más -
Le minimicé para concederle algo pero que no fuera para un quilombo familiar
Lauti - Y si imaginate. Si yo estuviera 8 años encerrado ahí viendo tipos y el primer día afuera me encuentro a un bombón como vos... con este culo... - y me agarra la cola - con estas tetas... - y me agarra una teta - y con esta boquita hermosa que tenes... - y yo ya con una sonrisa de oreja a oreja me doy vuelta cuando me agarra la mejilla y nos empezamos a besar. Nos mandábamos lengua como si fuera la primera vez que me tenía en la cama. Me agarró el pelo mientras nos besábamos. Se lo notaba más caliente de lo normal. Capaz tener a un viejo mirando de esa forma a su chica le daba morbo. Yo baje mi mano por los cuadraditos de sus abdominales y llegué a su boxer que ya estaba con una carpa armada. Se lo acariciaba y él levantó la cola y lo bajó. Lo habré pajeado no más de 10 segundos y me agarró la cabeza para que se la chupe. A mi me encanta su pija así que bajé y me la metí toda en la boca. Me enderecé y me saqué la remera para quedarme nada más en tanga y se la seguí chupando un rato más. El por momentos me dirigía la cabeza con su mano agarrándome el pelo y gemía fuerte.
En eso sentí una tos de su tío y me la saqué de la boca y miré para la puerta que seguía cerrada.
Yo - No pará. Está tu tío, nos puede escuchar
Lauti - como estás con eso eh. Esta re borracho y re cansado. Se debe haber dormido apenas tocó la almohada. Dale bebota vení para acá -
Me agarró y me empezó a chupar las tetas para convencerme de seguir. Mis pezones parados le dijeron que ya estaba para continuar. Nos besamos un poco más mientras me bajaba la tanga con la punta de sus pulgares. Terminé de sacármela con los pies y me subí a su verga mojada por mi saliva. Estabamos de su lado de la cama ahora y yo sentía como la verga de mi novio se abría paso entre mi concha. Le puse las manos en el pecho y empece a subir y bajar. Sus manos en mi cintura me guiaban y su cadera acompañaba mi movimiento. La vieja cama crujía sufriendo el espectacular garche que nos estábamos dando.
De golpe mi novio se quedó quieto y pensé que iba a acabar pero en lugar de eso me agarró del pelo y me hizo besarlo. Fue un movimiento muy violento y me sorprendió. Su beso también fue diferente pero no entendí que pasó hasta el momento en el que sentí otra mano en mi pelo que me tiró para atrás.
Tío - anda con ganas de fiesta esta puta -
Yo me paralicé un segundo con la boca abierta por la sorpresa y cuando estaba por gritar sentí su lengua enorme entrando hasta mi garganta y su boca chupando mis labios en un beso violento. Mientras sentía su lengua moverse en mi boca y su aliento a alcohol y cigarrillo descubrí que mi novio volvía a moverse y seguía cogiéndome. Que gimiera en su boca creo que fue lo que más lo calentó al tío porque se subió a la cama con la pija en la mano
Yo - Lauti que esta... -
Pero cortando mi reclamo la pija enorme y babosa de su tío entro en mi boca causandole el gemido ronco y profundo. Se afirmó bien en el colchón y yo me agarré de sus piernas casi instintivamente por la posición en la que quedé, para el costado de mi novio. No se en qué momento exactamente él dejó de dirigir mi cabeza y yo empecé a chupar sola pero lo que si se es que ya lo hacía en el momento que escuché
Tío - te dije estas pendejas se mueren porque las enfiesten y tu mina se le notaba que andaba pidiendo fiesta -
Lauti - que putita resultaste mi amor, me encanta que recibas así al tío, te gusta tener dos pijas? -
Yo solamente respondía con ruidos porque no me sacaba la pija de la boca ni para desponder y eso a mi novio le encantó porque me cambió de pose. Se puso frente a su tío y yo quede en cuatro. Los dos se arrodillaron en la cama y siguieron dandome pija cada uno por donde venía pero ahora más cómodos y casi al mismo ritmo. Su tío equilibraba con las ganas que tenía la fuerza y juventud de mi novio. Yo estaba mojadisima. Que mi novio me trate así primero me enojó pero ya me había excitado tanto que no me importaba ser la puta del ex presidiario ni que mi novio me entregue.
Tío - quedate así putita, vos vení para acá -
Yo me quedé en cuatro como toda una sumisa mientras ellos cambiaban de lugar.
Tío - Ahh siii que ganas que tenía de una concha apretada y jugosa como esta, nena -
gritó el viejo mientras me la metía lentamente disfrutando la experiencia que hacía tanto no sentía.
Mi novio ya pasado de morbo tardó un rato en meterme la pija en la boca porque quería escucharme gritar
Apenas terminó de metermela en la concha empezó con un garche tremendo. Todas las ganas contenidas. Era una animalada. Sentía que me iba a partir en dos. Ahí si, mis gritos se hicieron incontenibles.
Tío - sentí como le gusta encima, ay que buena puta me conseguiste!
Lauti - mmm bebe que trolita que estas, te gusta como te coge mi tío?
Yo - hijos de puta, me trajeron engañada -
le reclamé sin mostrarme muy enojada tampoco porque la verdad me estaban cogiendo espectacular
Lauti - si bebota pero te vamos a dar tanta pija que nos vas a perdonar
Me volvió a meter la pija en la boca y trató de igualar el ritmo de su tío que era como una máquina de coger prácticamente. Pero no se iba a quedar así
Tío - Quiero verte las tetas mientras te cojo puta -
Los dos me dieron vuelta como si fuera una muñeca. El viejo me abrió un poco de piernas pero mi novio parecía decidido a lucirse conmigo y conociendo lo flexible que soy me agarró de las pantorrillas y me abrió totalmente de piernas.
Lauti - esa no te la esperabas no?
Tío - la verdad que no, puta, con cara de nana, con ese cuerpazo y encima es de goma -
Así abierta con la concha bien tirante la salvaje cogida de ese veterano se sentía el doble y mientras se la chupaba a mi novio como para no dejarlo afuera. Sentía la mano aspera de su tío apretandome una teta y pellizcando fuerte uno de mis pezones y me vine. Toda mojada y temblorosa por el orgasmo sentía las sacudidas que no paraban más que en ese instante y luego continuaron con más energía.
Ya me sacudía tanto que se me hacía dificil chupar y me quede viendolo mientras me cogía. Estaba como poseído. Al punto que de golpe los ojos se le pusieron en blanco y me llenó la concha de leche. Cuando digo me llenó de leche es literal, salía por todos lados. Yo metí los dedos y desbordó. mi novio se tiró sobre mi y me la metió él. Lo calentaba mi concha llena de leche caliente.
Yo agarré la pija media blanda de su tío y me puse a chuparla. Tenia leche pero también el gusto de mi concha. Eran unas chupadas para limpiarla pero se convirtió en otro pete cuando se le volvió a parar.
Tío - Queres más no? Que puta viciosa sos.
Yo - Me gusta mucho tu pija
Mi novio me cogía más fuerte al escucharme
Sentí la mano de su tío entre mis nalgas recorriendo la raya. Y su dedo mayor presionó sobre mi ano.
Tío - Acá la queres vos
Yo me sonreí y metió su dedo forzando mi culo y haciéndome gritar más.
Lo siguiente que pasó fue que me pusieron de costado y empezaron una doble penetración tremenda. Yo gritaba y no daba más, estaba roja. Un orgasmo a chorros por el aire fue el segundo que me causaron. Ya no podía estar tan sucia cuando mi novio la sacó y me bañó cara y tetas
Lauti - Así te ves mas puta mi amor, que perra estás!
Estaba extasiado con la imagen de su chica así.
Su tío. sin embargo, arrastraba muchas ganas contenidas por su largo encierro y duró un rato más.
Al salir de escena mi novio luego de acabar. Me puso boca abajo y con todo el peso de su cuerpo me penetraba la cola sin parar. El movimiento era brusco y permanente. Mis gemidos se sobreponían al anterior por la velocidad con la que los causaba. Sentía mi culo forzado al máximo. Sus dedos presionaban y frotaban igual de veloces mi clítoris. Me dio vuelta levemente la cara y me comía la boca.
Yo gritaba y mis ojos largaban lagrimas. Todo mi cuerpo vibraba por el placer tan grande que me daba el viejo. Todos mis sentidos me daban placer, el tacto de mi piel con sus estremecedora masturbación y su bestial culeada, mi vista al vernos en el espejo y mirarme tan sometida, el ruido de mi cola contra él que se levantaba y se dejaba caer una y otra vez, el sabor de sus vergas en mi boca y del semen que aún chorreaba por mi cara y eventualmente llegaba a mis labios y el olor a sexo que perfumaba el ambiente.
Tío - voy a llenarte el culo de leche pendeja!
Yo - dale acabame que quiero tenerla toda adentro
Ya no tuve más palabras de su parte solo un fuerte grito de satisfacción que vino acompañado de una acabada a litros en lo más profundo de mi culito.
La sacó y me dió una palmada fuerte en la cola y la leche empezó a salir y escurrirse por mi cola. Esa sensación es lo último que recuerdo antes de dormirme. Eso y la imagen del tío totalmente satisfecho subiendose los pantalones con una sonrisa de oreja a oreja en su vieja y sufrida cara. Me acomodé en el pecho de mi novio y mis ojos se cerraron para dormir como una bebé después de tomar la leche.
19 comentarios - El tío en libertad
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