historias de una cama.

Me encanta cuando tengo tu parte posterior en mi rostro, y ese sutil momento cuando lubrico tus labios.
Ese bello momento cuando te tengo dominada y sometida entre mis manos, para dar batalla a tu cuerpo de diosa y escuchar el ronrroneo de tu boca.
Oh amor mío, si supieras lo que provocas dentro de mí.
Entonces me doy cuenta de todo el placer que inyecto dentro de tu cuerpo y es cuando me dejo caer al vacío de la lujuria y me pierdo en el deseo de someterte aún más a los placeres dentro de este campo de batalla.
Cayendo entre gemidos y fluidos, me doy cuenta que amarte es un arte, una forma de expresar el deseo de poseerte y hacerte mía. y sentirme dueño de tí por un instante...
Pienso en amarte a tí y a tu cuerpo, amar la manera en que me haces el amor, amar la forma en que nuestros cuerpos se acoplan, amar el nido de amor que tenemos tu y yo...
Amar hasta la última gota de sudor que cae de tu barbilla que se mezcla entre mís fluidos y que se fusiona con tu saliba y se pierde entre el placer que causan tus labios.

Muerte Lenta.