de madrugada, sonó la alarma de la compu, era mi marido por Skype. La conversación se alargó hasta el amanecer sobre todo porque mi marido al verme en camisón me pidió que me lo quitara. La verdad es que me lo quité todo, y me puse de píe, y giré en redondo para mostrarle lo que se estaba perdiendo por hallarse tan lejano. Ya amanecía cuando me acosté, cansada y aún bajo los efectos del licor y también excitada por la conversación con mi esposo.
Unos extraños ruidos en el pasillo me sobresaltaron, me levanté intrigada y abrí ligeramente la puerta del cuarto. Por la estrecha rendija vi que la puerta del baño estaba abierta y la luz encendida y mi suegro se desnudaba sin cerrar la puerta. Le vi desnudo, con su cuerpo moreno y atlético y una pija impresionante y me excité más todavía. Instintivamente bajé la mano entre los muslos y comencé a acariciarme que no tardó en humedecerse. Fue entonces cuando tuve una atrevidísima idea casi diabólica.
Con el corazón latiendo a mil por hora salí silenciosamente del cuarto y con todo el cuidado me asomé al cuarto principal donde mi suegra roncaba plácidamente bajo el efecto combinado del licor y de las pastillas. Luego fui al cuarto de baño donde mi suegro se preparaba para la ducha. Me detuve justo al lado de la puerta, inspiré profundamente tres veces Pasé a su lado, levante la tapa del inodoro, me bajé la tanga y me senté a orinar y me la tanga s alejándolas de mi con una patada al aire tras lo que me levanté, no tiré de la cadena para no despertar a mi suegra (mi suegro tampoco lo había hecho antes). Me paré en medio del cuarto y de frente a mi suegro me saqué por la cabeza el camisón, luego abrí el agua de la ducha, entré en la bañera y me di la vuelta, mi suegro, que continuaba rasurando la barba, me observaba detenidamente fijándose especialmente en mi rasurado pubis. Luego dejó la maquinilla sobre el lavabo y se acercó, mis rodillas temblaron tanto que me sentí casi incapaz de mantenerme de píe. Entró en la bañera a mi lado, y cerró la cortina tras de sí. Vi su pija creciendo y elevándose.
Mi suegro puso en mi mano una esponja con gel de ducha y comencé a frotarle todo el cuerpo mientras me miraba a los ojos. Yo no podía mantenerle la mirada y solo podía mirarle la pija que se bamboleaba con el movimiento. No pude más y solté la esponja aferrándome a la pija que se endureció más. Levanté los ojos y pide ver que sonreía y seguí mirándole mientras mis manos subían y bajaban por aquel mástil hasta que noté como palpitaba y sus testículos se apretaban. Cerré los ojos y aceleré el bombeo de mis manos. Luego me puse de rodillas y miré la enorme cabeza de la pija que besé suavemente y lamí delicadamente con la punta de la lengua antes de metérmela en la boca y tragármela todo lo que pude. Mi suegro me tomó e la cabeza dirigiendo mis movimientos. Gemí de alegría mientras chupaba con energía. Abrí la boca todo lo que pude y me tragué la pija todo lo profundo que fui capaz. Casi no podía respirar.
Me tomó del pelo y muy despacito me hizo ponerme de píe entre temblores de rodillas de lo nerviosa y excitada que estaba. Luego me comió la boca metiéndome la lengua tan profundo como antes la pija Noté mi concha tan caliente que parecía que iba a arder.
Mi suegro se tumbó sobre la espalda en la bañera, me agaché despacito, separé los muslos y dejé que la inmensa cabeza de su pija se apoyara en mi cocha a punto de estallar bajé el cuerpo sobre su pija que entró poco a poco mientras nos mirábamos a los ojos. No pude evitar un gemido cuando mi concha se tragó toda la pija y contactó con su pubis. Noté como las paredes de mi vagina se separaban al entrar su pija enorme que él empujó decidido dentro de mi invadiendo su húmedo interior. El comenzó a jadear. Yo también al sentirlo llenándome
la concha me ardía, de excitación . Bajé todo lo que pude mientras me agarraba por la cintura.
―Lo quiero todo papi, dámelo todo
Se detuvo un solo instante para acariciarme las mejillas y volver a embestirme mientras sonreía. Noté que su grueso pene me estaba destrozando. De pronto se me escapó un grito de placer y la respiración se me aceleró. Un movimiento inadecuado de mis temblorosas piernas hizo que me resbalara y que su pija se saliera. Me atrajo con sus fuertes manos y me recolocó otra vez metiéndomela con más fuerza que antes, haciéndome subir y bajar, cada vez más rápido, con ritmo duro, cogiamos rápido, como con urgencias, marcándome el ritmo con sus manos agarrándome la cintura.
Mis pezones estaban erectos y duros como diamantes, mi concha mojado y palpitante. Comencé a moverme también de lado a lado, girando. su cadera empujaba firmemente hacía delante para metérmela muy dentro. Noté el palpitar de mi corazón. Mi suegro miró hacia la puerta, se izó y cerró el grifo. Entendí que eso significaba que quería que se la chupara otra vez así que me puse de rodillas.
― ¡Chúpamela otra vez nena! ―susurró.
Se la tomé con las manos, la rodeé con los dedos y comencé a chuparle despacito la enorme cabeza.
―Chupa fuerte nena ―y empujó su pija dentro de mi boca.
― ¡Aaaaaaaaahhhh! ―exclamó mientras noté una enorme oleada de esperma cremoso y cálido dentro de mi boca. Me resultó muy agradable su salado semen. Chupé fuerte tratando de no dejarme nada. Se la lamí toda sin dejar una sola gota hasta que se detuvo.
Unos ruidos y pasos nos alertaron, recogí mi camisón, la tanga y abrí la puerta.y me fui a mi cuarto con toda la leche de mi suegro en la boca
Unos extraños ruidos en el pasillo me sobresaltaron, me levanté intrigada y abrí ligeramente la puerta del cuarto. Por la estrecha rendija vi que la puerta del baño estaba abierta y la luz encendida y mi suegro se desnudaba sin cerrar la puerta. Le vi desnudo, con su cuerpo moreno y atlético y una pija impresionante y me excité más todavía. Instintivamente bajé la mano entre los muslos y comencé a acariciarme que no tardó en humedecerse. Fue entonces cuando tuve una atrevidísima idea casi diabólica.
Con el corazón latiendo a mil por hora salí silenciosamente del cuarto y con todo el cuidado me asomé al cuarto principal donde mi suegra roncaba plácidamente bajo el efecto combinado del licor y de las pastillas. Luego fui al cuarto de baño donde mi suegro se preparaba para la ducha. Me detuve justo al lado de la puerta, inspiré profundamente tres veces Pasé a su lado, levante la tapa del inodoro, me bajé la tanga y me senté a orinar y me la tanga s alejándolas de mi con una patada al aire tras lo que me levanté, no tiré de la cadena para no despertar a mi suegra (mi suegro tampoco lo había hecho antes). Me paré en medio del cuarto y de frente a mi suegro me saqué por la cabeza el camisón, luego abrí el agua de la ducha, entré en la bañera y me di la vuelta, mi suegro, que continuaba rasurando la barba, me observaba detenidamente fijándose especialmente en mi rasurado pubis. Luego dejó la maquinilla sobre el lavabo y se acercó, mis rodillas temblaron tanto que me sentí casi incapaz de mantenerme de píe. Entró en la bañera a mi lado, y cerró la cortina tras de sí. Vi su pija creciendo y elevándose.
Mi suegro puso en mi mano una esponja con gel de ducha y comencé a frotarle todo el cuerpo mientras me miraba a los ojos. Yo no podía mantenerle la mirada y solo podía mirarle la pija que se bamboleaba con el movimiento. No pude más y solté la esponja aferrándome a la pija que se endureció más. Levanté los ojos y pide ver que sonreía y seguí mirándole mientras mis manos subían y bajaban por aquel mástil hasta que noté como palpitaba y sus testículos se apretaban. Cerré los ojos y aceleré el bombeo de mis manos. Luego me puse de rodillas y miré la enorme cabeza de la pija que besé suavemente y lamí delicadamente con la punta de la lengua antes de metérmela en la boca y tragármela todo lo que pude. Mi suegro me tomó e la cabeza dirigiendo mis movimientos. Gemí de alegría mientras chupaba con energía. Abrí la boca todo lo que pude y me tragué la pija todo lo profundo que fui capaz. Casi no podía respirar.
Me tomó del pelo y muy despacito me hizo ponerme de píe entre temblores de rodillas de lo nerviosa y excitada que estaba. Luego me comió la boca metiéndome la lengua tan profundo como antes la pija Noté mi concha tan caliente que parecía que iba a arder.
Mi suegro se tumbó sobre la espalda en la bañera, me agaché despacito, separé los muslos y dejé que la inmensa cabeza de su pija se apoyara en mi cocha a punto de estallar bajé el cuerpo sobre su pija que entró poco a poco mientras nos mirábamos a los ojos. No pude evitar un gemido cuando mi concha se tragó toda la pija y contactó con su pubis. Noté como las paredes de mi vagina se separaban al entrar su pija enorme que él empujó decidido dentro de mi invadiendo su húmedo interior. El comenzó a jadear. Yo también al sentirlo llenándome
la concha me ardía, de excitación . Bajé todo lo que pude mientras me agarraba por la cintura.
―Lo quiero todo papi, dámelo todo
Se detuvo un solo instante para acariciarme las mejillas y volver a embestirme mientras sonreía. Noté que su grueso pene me estaba destrozando. De pronto se me escapó un grito de placer y la respiración se me aceleró. Un movimiento inadecuado de mis temblorosas piernas hizo que me resbalara y que su pija se saliera. Me atrajo con sus fuertes manos y me recolocó otra vez metiéndomela con más fuerza que antes, haciéndome subir y bajar, cada vez más rápido, con ritmo duro, cogiamos rápido, como con urgencias, marcándome el ritmo con sus manos agarrándome la cintura.
Mis pezones estaban erectos y duros como diamantes, mi concha mojado y palpitante. Comencé a moverme también de lado a lado, girando. su cadera empujaba firmemente hacía delante para metérmela muy dentro. Noté el palpitar de mi corazón. Mi suegro miró hacia la puerta, se izó y cerró el grifo. Entendí que eso significaba que quería que se la chupara otra vez así que me puse de rodillas.
― ¡Chúpamela otra vez nena! ―susurró.
Se la tomé con las manos, la rodeé con los dedos y comencé a chuparle despacito la enorme cabeza.
―Chupa fuerte nena ―y empujó su pija dentro de mi boca.
― ¡Aaaaaaaaahhhh! ―exclamó mientras noté una enorme oleada de esperma cremoso y cálido dentro de mi boca. Me resultó muy agradable su salado semen. Chupé fuerte tratando de no dejarme nada. Se la lamí toda sin dejar una sola gota hasta que se detuvo.
Unos ruidos y pasos nos alertaron, recogí mi camisón, la tanga y abrí la puerta.y me fui a mi cuarto con toda la leche de mi suegro en la boca
16 comentarios - cogida con mi suegro en la ducha
lokiitoox