Ahora vamos a una de mis locuras. Como cualquier mujer que veo meexcitonea, me saco con la primera que encuentro. Y así fue hace tiempo, cuandofui a una imprenta en mi barrio a hacer unas tarjetas. Entré, saludé a laempleada y pedí las tarjetas. La chica, morocha, de preciosa cara, figura yvoz, me deleitó con su presencia. Tanto, que me costó concentrarme al hablarledel texto y la presentación de las tarjetas. Encima, tenía un perfume muyfuerte y eso me enganchó más. Un rato después, le pregunté por otra cosa deimpresión y me llevó al fondo del negocio para mostrarme diseños.
NO sé por qué, porque era mañana de sol, temprano, pero me fuicalentando con la mujer. Que aparte dulce me atendía rebuena onda. Le empecé ahacer preguntas un poco en el borde, qué rico perfume, qué linda, si usabamaquillaje, si se ponía crema para las manos. Con eso me conformaba para volvera casa y darme con tutti.
Para mi sorpresa, la mina era media deseosa. De pronto, llamó aotra empleada y le pidió que atendiera, que ella estaba conmigo, un cliente. Ycuando volvió hacia mí, cerró la puerta del lugar y viendo que yo la mironeaba,me empezó a dar calce, a contarme cosas y me hizo mimos. Obvio que no me quedéquieto y le pregunté si me dejaba darle un beso, así me hacía descuento de lastarjetas. Ella asintió y le di un besote en la boca. A ella le gustó, me pidióotro y le di. Ella me besó, yo a ella, ella a mí, pico va, pico viene, se meempezó a engordar el pene dentro de mi pantalón liviano. NO pude evitartocármelo, acariciarlo y toquetearla a ella, que se dejó manosear y me pidióotro beso. Por toda respuesta, qué beso ni qué concha, la sujeté, la llevé alfondo de su negocio a la rastra, y como ella no se resistió me excité más. Lapuse contra la pared, le manoseé con ganas la cola, ella me pidió que la besaray tocara toda. Y exploté: brutamente le bajé la pollera liviana que tenía, lebajé la bombacha y le metí sin juego ni nada un tremendo salchichón de 23 cm por cinco de espesor,bien gruesote. Ella gimió y gritó excitada a pesar de que alguien ahí podíaescuchar, había gente atendiéndose. Pero la dulce gozó tranquila, me excitó,estimuló, froté con locura y acabé nomás eyaculando terrible cantidad de semenen su cola. Luego me llevó al baño y me pidió más pero por la vagina. Sedesnudó, me sacó todo, me acarició la pija, se me fue la garcha para adelante ysin juego ni nada, salvajemente la cogí por vagina, acabando montón de semen enella, que luego no me dejó de mimosear y besar y me felicitó por mi potenciasexual y mi locura, y yo a ella por el favorcito. Luego le pedí excitado que mediera su bombacha, y ella divina me la dio, y además me dio su teléfono si la quería llamar. Excitado, guardé labombacha mojadita en una bolsita dentro de mi saco y me fui a casa. Qué copado,tarjetas con descuento, la mujer, la bombacha y mi pene con semen. Todo por elmismo precio.
NO sé por qué, porque era mañana de sol, temprano, pero me fuicalentando con la mujer. Que aparte dulce me atendía rebuena onda. Le empecé ahacer preguntas un poco en el borde, qué rico perfume, qué linda, si usabamaquillaje, si se ponía crema para las manos. Con eso me conformaba para volvera casa y darme con tutti.
Para mi sorpresa, la mina era media deseosa. De pronto, llamó aotra empleada y le pidió que atendiera, que ella estaba conmigo, un cliente. Ycuando volvió hacia mí, cerró la puerta del lugar y viendo que yo la mironeaba,me empezó a dar calce, a contarme cosas y me hizo mimos. Obvio que no me quedéquieto y le pregunté si me dejaba darle un beso, así me hacía descuento de lastarjetas. Ella asintió y le di un besote en la boca. A ella le gustó, me pidióotro y le di. Ella me besó, yo a ella, ella a mí, pico va, pico viene, se meempezó a engordar el pene dentro de mi pantalón liviano. NO pude evitartocármelo, acariciarlo y toquetearla a ella, que se dejó manosear y me pidióotro beso. Por toda respuesta, qué beso ni qué concha, la sujeté, la llevé alfondo de su negocio a la rastra, y como ella no se resistió me excité más. Lapuse contra la pared, le manoseé con ganas la cola, ella me pidió que la besaray tocara toda. Y exploté: brutamente le bajé la pollera liviana que tenía, lebajé la bombacha y le metí sin juego ni nada un tremendo salchichón de 23 cm por cinco de espesor,bien gruesote. Ella gimió y gritó excitada a pesar de que alguien ahí podíaescuchar, había gente atendiéndose. Pero la dulce gozó tranquila, me excitó,estimuló, froté con locura y acabé nomás eyaculando terrible cantidad de semenen su cola. Luego me llevó al baño y me pidió más pero por la vagina. Sedesnudó, me sacó todo, me acarició la pija, se me fue la garcha para adelante ysin juego ni nada, salvajemente la cogí por vagina, acabando montón de semen enella, que luego no me dejó de mimosear y besar y me felicitó por mi potenciasexual y mi locura, y yo a ella por el favorcito. Luego le pedí excitado que mediera su bombacha, y ella divina me la dio, y además me dio su teléfono si la quería llamar. Excitado, guardé labombacha mojadita en una bolsita dentro de mi saco y me fui a casa. Qué copado,tarjetas con descuento, la mujer, la bombacha y mi pene con semen. Todo por elmismo precio.
0 comentarios - Cogiéndome a la chica de un negocio