Este breve relato sólo intenta contar alguna de las muchas fantasías que suelen hacernos pasar buenos momentos. A medida que tengamos confianza, les contaremos todos los detalles.
Desde que nos conocemos hemos tenido altibajos en la "morbosidad" de nuestras fantasias, algunas se cumplieron y, tal vez, algún día las contaremos, pero hoy le toca a la más reciente de todas... la que hace que ella se empape.
En nuestro último viaje, ella conoció a la parte de mi familia que le faltaba, y entre ellos a un primo con el que tengo poco contacto aunque buena relación.
Sin mencionar nada durante los días siguientes, ella se guardó algunas ideas para cuando volvieramos a estar solos, y la noche del reencuentro dejó algunas nuevas fantasias por cumplir:
Apenas empezamos a calentarnos, y ella se arrodilló frente a la silla en la que estaba sentado hizo comentarios que me dejaban en claro que había algo que quería contar, algo con lo que jugar.
Mientras empezaba a besarme la pija y se acomodaba el pelo, me dijo que había pasado días muy dificiles, en los que se había tentado pero sin la confianza como para poder llevar algo adelante.
Cerraba los ojos y esbozaba una sonrisa mientras su lengua me acariciaba la cabeza,me besaba, bajaba hasta los huevos y volvía a subir, siempre con los ojos cerrados y cara de estar pensando en otra situación.
No aguantó mucho más y empezó a contarme, con ganas de que yo también disfrute.
Como de costumbre, en cada polvo ella le dedica uno - o varios - momentos a su cuñado. En los casi 10 años que llevamos juntos, ellos tuvieron algunos polvos que la han dejado bastante caliente.
No satisfecha con eso, agregó a su calentura a ese primo con el que sólo había pasado unos minutos luego del brindis de fin de año.
Después de que la pusiera bien dura con esa boquita tan petera que tiene; la acomode contra la meza, le levante el camison y pude sentir lo mojada que estaba mientras se la ponía sin darle tiempo a que me pida ir a la cama.
Despues de pedir que me cuente más, de calentarla y hacerla casi gemir su nombre, la lleve a la cama y continuamos con el desarrollo de toda una fantasia que incluían tres pijas totalmente a su disposición.
Desde que nos conocemos hemos tenido altibajos en la "morbosidad" de nuestras fantasias, algunas se cumplieron y, tal vez, algún día las contaremos, pero hoy le toca a la más reciente de todas... la que hace que ella se empape.
En nuestro último viaje, ella conoció a la parte de mi familia que le faltaba, y entre ellos a un primo con el que tengo poco contacto aunque buena relación.
Sin mencionar nada durante los días siguientes, ella se guardó algunas ideas para cuando volvieramos a estar solos, y la noche del reencuentro dejó algunas nuevas fantasias por cumplir:
Apenas empezamos a calentarnos, y ella se arrodilló frente a la silla en la que estaba sentado hizo comentarios que me dejaban en claro que había algo que quería contar, algo con lo que jugar.
Mientras empezaba a besarme la pija y se acomodaba el pelo, me dijo que había pasado días muy dificiles, en los que se había tentado pero sin la confianza como para poder llevar algo adelante.
Cerraba los ojos y esbozaba una sonrisa mientras su lengua me acariciaba la cabeza,me besaba, bajaba hasta los huevos y volvía a subir, siempre con los ojos cerrados y cara de estar pensando en otra situación.
No aguantó mucho más y empezó a contarme, con ganas de que yo también disfrute.
Como de costumbre, en cada polvo ella le dedica uno - o varios - momentos a su cuñado. En los casi 10 años que llevamos juntos, ellos tuvieron algunos polvos que la han dejado bastante caliente.
No satisfecha con eso, agregó a su calentura a ese primo con el que sólo había pasado unos minutos luego del brindis de fin de año.
Después de que la pusiera bien dura con esa boquita tan petera que tiene; la acomode contra la meza, le levante el camison y pude sentir lo mojada que estaba mientras se la ponía sin darle tiempo a que me pida ir a la cama.
Despues de pedir que me cuente más, de calentarla y hacerla casi gemir su nombre, la lleve a la cama y continuamos con el desarrollo de toda una fantasia que incluían tres pijas totalmente a su disposición.
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