Anoche llegue a casa y me sentía con muchas ganas de sexo, mi esposa no estaba pero aunque estuviera yo necesitaba otra cosa.
Tomé el auto y salí a dar vueltas por la cuidad, lleve los cigarrillos y un par de condones por las dudas.
Mientras recorría la cuidad pensaba que era realmente lo que buscaba, me sentía super caliente pero nos sabia bien que era lo que necesitaba. En un semáforo sentí la necesidad de tocarme la pija, se me puso dura y como llevaba un short muy liviano la saque por la pierna del short y me empece a masturbar; así hice varias cuadras, hasta que en un momento sin darme cuenta metí mi mano en el short para tocarme la cola y sentí que estaba mojado, como con la cola caliente.
Ahí decidí que lo que necesitaba era un hombre, un buen macho que me ponga en su lugar....
No esta fácil la cuidad para arriesgarse demasiado para cojer, pero sentía esas raras ganas de hacer algo loco, algo prohibido.
Después de un buen rato de dar vueltas y ya pensando en volver ya que no pintaba nada, pase por un una plaza y vi un pibe, de unos 20 años sentado solo con su perro, divino el pendejo, se me paro la pija de solo pensar en lo que había abajo de esa ropa.
Estacioné, bajé, me senté cerca de él y con la escusa del perro le empece a hablar y a conversar sobre nada... a los pocos minutos no podía más de las ganas de comerlo que tenia y le pregunté de una si le iban los tipos.
Me miro muy raro y me dijo que no, que tenia novia así que me las jugué toda y le dije si se animaba a cojer conmigo y probar, la respuesta fue negativa pero no se alejaba ni se molestaba así que por último le dije... y si te subís al auto y te la chupo?
Lo penso bastante pero con algunas frases lo convencí, ató el perro en una columna y se sento en el asiento del acompañante de mi auto.
Me subí al otro lado y no perdí el tiempo, él estaba con un short tipo deportivo y me vino bárbaro para meterle la mano y encontrar una hermosa pija de niño, con pocos bellos y con ganas de sentir cosas ricas.
Se la saque del pantalón y de una me la metí toda en la boca ya que aún estaba chiquita, nunca había tenido en la boca una pija tan sabrosa, tenia como gustito rico, la goce muchísimo.
El pendejo no decia nada, solo miraba lo que yo le hacia y lo disfrutaba, lo masturbe muy lentamente hasta que se le puso bien dura y ahi empece a mamarla con mas ganas, le pase la lengua por todos lados, si no fuera porque estaba sentado estoy seguro que le hubiera chupado la cola también.
No se si se la chupe demasiado bien o el pendejo estaba caliente pero al los pocos minutos me saco de los pelos avisándome que iba a acabar, tome mi remera y se la dí para que descargara toda la leche ahí así no me ensuciaba el auto ya que al otro día mi esposa lo necesitaba temprano.
Todo termino rápido pero me volví satisfecho, y con la remera llena de leche de ese pendejo que use para hacerme una tremenda paja en casa.
Espero les guste el relato, fue algo rápido pero no quería dejar pasar la oportunidad de contarles.
Tomé el auto y salí a dar vueltas por la cuidad, lleve los cigarrillos y un par de condones por las dudas.
Mientras recorría la cuidad pensaba que era realmente lo que buscaba, me sentía super caliente pero nos sabia bien que era lo que necesitaba. En un semáforo sentí la necesidad de tocarme la pija, se me puso dura y como llevaba un short muy liviano la saque por la pierna del short y me empece a masturbar; así hice varias cuadras, hasta que en un momento sin darme cuenta metí mi mano en el short para tocarme la cola y sentí que estaba mojado, como con la cola caliente.
Ahí decidí que lo que necesitaba era un hombre, un buen macho que me ponga en su lugar....
No esta fácil la cuidad para arriesgarse demasiado para cojer, pero sentía esas raras ganas de hacer algo loco, algo prohibido.
Después de un buen rato de dar vueltas y ya pensando en volver ya que no pintaba nada, pase por un una plaza y vi un pibe, de unos 20 años sentado solo con su perro, divino el pendejo, se me paro la pija de solo pensar en lo que había abajo de esa ropa.
Estacioné, bajé, me senté cerca de él y con la escusa del perro le empece a hablar y a conversar sobre nada... a los pocos minutos no podía más de las ganas de comerlo que tenia y le pregunté de una si le iban los tipos.
Me miro muy raro y me dijo que no, que tenia novia así que me las jugué toda y le dije si se animaba a cojer conmigo y probar, la respuesta fue negativa pero no se alejaba ni se molestaba así que por último le dije... y si te subís al auto y te la chupo?
Lo penso bastante pero con algunas frases lo convencí, ató el perro en una columna y se sento en el asiento del acompañante de mi auto.
Me subí al otro lado y no perdí el tiempo, él estaba con un short tipo deportivo y me vino bárbaro para meterle la mano y encontrar una hermosa pija de niño, con pocos bellos y con ganas de sentir cosas ricas.
Se la saque del pantalón y de una me la metí toda en la boca ya que aún estaba chiquita, nunca había tenido en la boca una pija tan sabrosa, tenia como gustito rico, la goce muchísimo.
El pendejo no decia nada, solo miraba lo que yo le hacia y lo disfrutaba, lo masturbe muy lentamente hasta que se le puso bien dura y ahi empece a mamarla con mas ganas, le pase la lengua por todos lados, si no fuera porque estaba sentado estoy seguro que le hubiera chupado la cola también.
No se si se la chupe demasiado bien o el pendejo estaba caliente pero al los pocos minutos me saco de los pelos avisándome que iba a acabar, tome mi remera y se la dí para que descargara toda la leche ahí así no me ensuciaba el auto ya que al otro día mi esposa lo necesitaba temprano.
Todo termino rápido pero me volví satisfecho, y con la remera llena de leche de ese pendejo que use para hacerme una tremenda paja en casa.
Espero les guste el relato, fue algo rápido pero no quería dejar pasar la oportunidad de contarles.
1 comentarios - Noche de calentura