-Dale que se hace tarde!!!
-Uhm ya voy…
Raquel se vestía mientras tomaba un café bientemprano, para ir a abrir el negocio como cada día. Yo, su hijo, me trataba dedespertar para ir a la facultad.
-Ya me voy, ahí te deje el café.
-Bueno má.
Mi madre se fue al trabajo, que es un negociopropio, una tienda de indumentaria con local en el centro de Capital, BuenosAires. Lo heredó de su madre desde hace 8 años. Es un negocio importante, deprestigio, podemos mantenernos y vivir muy bien con eso. La madre de mi madreempezó con el negocio hace 30 años, por razones que no quiero detallar, ahorapertenece a mi madre como dije, desde hace 8 años.
Yo me levanté y fui a la uni. Tengo 18 años, mellamo Joaquín y estudio fotografía. Curso por las mañanas, y en las tardesayudó a mamá en el local.
Mi madre se llama Raquel, tiene 38 años. Cuandoquedó embarazada de mí, mi padre huyó y nunca más se supo de él. Yo ni siquieralo conocí. Ella me crió normalmente, aunque trabajaba duro para alimentarme,con ayuda de sus padres.
Soy hijo único. Últimamente hablé con mamá deeso. Ella se siente apenada de haber tenido un niño a sus 20 años de edad, perodice que yo soy lo mejor que le pasó en la vida, y me ama.
También hace unos años hubo cierto problema,mamá había quedado estéril y eso llevó a mi madre a una depresión. Pero esosproblemas quedaron en parte del pasado.
Llegué de la uni y fui al local, voy con mimadre detrás del mostrador, donde atendemos a los clientes, y ahí cuando no haygente para atender me pongo con la laptop a hacer cosas de la facu o navegarpor Internet.
Ese día no había nadie, me conecté a Internetmientras miraba de reojo a mi madre. En una de esas, la vi actuar raro, y lepregunté si le pasaba algo.
-No, nada, nada.
-Segura?
-No, sí…. Sí.
Era obvio que me estaba mintiendo.
-A ver mamá, me vas a decir que pasa?
-No hijo, no es nada, son cosas de viejas.
-Viejas?
-Sí, de gente de mi edad.
-Jajajaja mamá, pero si tenés 38 añosnomás!
-Es estar vieja hijo!
-No seas loca, que te pasa?
-Es raro hablarte de esto.
-Bueno mamá, pero si siempre me decís que entrenosotros no hay secretos y que tenemos que estar unidos…
-Sí, es así, pero me da vergüenzacontarte.
-Dale ma, tan difícil es?
-Vino Claudia.
-Claudia? Y, que paso?
Claudia es una amiga de mi madre. Tiene unosaños menos que mi madre.
-Que vino a comprar ropa, pero estuvimoshablando…
-Y que te dijo?
-…
-Dale ma!
-Que estaba saliendo con un tipo.
-Y? No entiendo.
-Que todas mis amigas son felices en pareja y yoestoy muy sola.
No supe que decir. Me sorprendió un poco, lo quedijo, y a continuación siguió hablando:
-Soy vieja, fea, voy a estar sola hastamorirme.
-Pará mamá! Que estas diciendo?
-La verdad, hijo, la verdad. Si no te tuviera mivida sería una basura. (empezó a llorar)
La abracé mientras lloraba, yo me sorprendí delas cosas que decía. Le dije que se calmara, que todas las cosas que habíadicho de ella misma eran mentiras, etc.
Me fui a dormir aquella noche pensando. Y eraverdad. Nunca le conocí un amante a mi madre, nunca había estado con nadie.Pero eso era extraño, no? Seguramente habría tenido encuentros esporádicos conhombres.
A la tarde siguiente, cuando fui al local y trasunos minutos vi que estaba callada y triste, le hablé:
-Mamá, sácate eso de la cabeza. Seguro haymuchos hombres que querrían estar con vos.
-Por Dios hijo, no consueles a tu tonta madre.Ya soy vieja.
-Mamá, deja de decir eso. En serio. No entiendoporque no empezaste con nadie después de tenerme a mí.
-Joaquín, no estuve con nadie después detenerte!! Tu padre se fue cuando quedé embarazada, naciste y tuve que salir atrabajar para darte de comer, pase los años de mi juventud criándote, no teniatiempo para hombres. Luego fue pasando el tiempo y me dije a mi misma que yaiba a llegar otra persona pero acá estoy…
-O sea que no estuviste con nadie desde quenací?
-No hijo, no. Por eso soy tan estupida, que meavergüenza.
-Mama, mama no digas tonterías no sos estupida.No llores.
-Es la realidad, me siento vieja, y fea.
-Basta! No sos fea, ni vieja.
Los días fueron pasando, y ella seguía igual detriste. Pero yo la conozco. Cuando se le mete algo en la cabeza, es difícilsacárselo. Yo me quedé pensando en lo que dijo. Estaba 18 años sin siquierasexo, era una locura.
Empecé a pensar en cómo podría ayudar a mi madrea ser más feliz. Ella es bonita. Es morocha, tiene ojos oscuros, labios muycarnosos y una linda cara. Su cabello llega hasta la espalda, lo tiene liso. Sucuerpo es normal, es delgada, tiene unas tetas bastante grandes y muy redondas,para nada caídas, sus piernas están bastante bien y tiene un culo grande yredondo, como el de una jovencita. No entiendo que pasaba con mamá.
Un día llegué de la uni al negocio, puse mimochila en el mostrador y saludé a mi madre.
-Cómo te fue hoy?
-Normal, como siempre.
-Bien, estudia mucho.
-Sí…. Mamá?
-Qué tesoro?
-Todavía ningún…?
-No hijo, ya te dije que no le gusto a loshombres.
-Dios, ma, me cansé de que digastonterías.
-No son tonterías, es la verdad.
-Mira, creo que te puedo ayudar.
-Cómo?
-No sé si vas a aceptar…
-Decimelo!
-Pero no me vas a retar, ni nada?
-Jajaja, con qué me va a salir este chico…
-Vos decís, que no le gustas a loshombres…
-Y?
-Podemos subir una foto tuya a Internet, y versi a la gente le gusta.
-Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeee? –Gritó mi madre-
-Shhhhh. Es fácil, aparte nadie te va areconocer, quédate tranquila, puedo tapar la cara.
-No seas tonto, hijo, no vengas conestupideces.
-Dale mamá! Te juego a que les va aencantar!
-Quien miraría esas fotos?
-Cualquiera que circule por esa pagina, que esmucha gente!
-No entiendo….
-Es sencillo, yo te saco unas fotos, obviamentevestida, te tapo la cara y las pongo en Internet, ahí podemos ver lo que teescriben, sin que sepas quien sos.
-Y qué se supone que hay fotos de otras mujeresahí?
-Obvio mamá.
-Pero son chicas jóvenes, a las viejas no lasmiran seguro.
-Jajaja claro que si las miran. Dale, vas a vercomo les vas a gustar.
-No estoy segura, y si descubren quiensoy?
-Ya te dije que te tapo la cara, nadie te va areconocer.
-A ver… eh… bueno. Pero una vez nomás, ylisto.
-Bien!
-Desde ya te anticipo que solo me van a decirque soy vieja y fea…
-Jajaja shhh. Voy a buscar la cámara.
-Qué? Ahora?
-Sí! Aprovechemos que no hay nadie en elnegocio.
-Me vas a sacar las fotos acá, en elnegocio?
-Sí mamá, hay algún problema?
-No pero… es raro.
Saqué la cámara de mi mochila y laconfiguré.
-Espera. Mira si entra alguien justo ahora.Vamos a un vestidor-Opinó mi madre.
-Bueno, tenés razón.
Si alguien entraba al local, las campanitas dela puerta nos advertirían.
Nos dirigimos al primer vestidor, era algopequeño, espejo grande, un banquito, y una baranda para sostenerse. La cortinaera de color verde. Ella ingresó primero y yo detrás, cerré la cortina y mesenté en el banquito.
-Con esta ropa, te parece?
-No tiene nada malo la ropa, mamá.
-Bueno, y que hago?
-Nada, quédate así de frente que te saco un parde fotos.
Mamá estaba vestida con una remera de tirantesblanca, notándose las tiras del corpiño también blancas, y un pantalón de jeanajustado.
Empecé a tomarle fotos. Le saqué dos, defrente.
-Bueno, date vuelta.
-Para qué?
-Para tomar fotos.
-Tipos que no conozco me van a ver atrás?
-Mamá, no estás mostrando nada, y nadie sabráquien sos.
Tras un suspiro, se giró, y le tomé fotos desde atrás.La cola se le notaba grande y redonda bajo el jean, y seguro despertaríapasiones en la web.
-Bueno má, ya está.
-Cuándo va a estar listo?
-En un rato.
-Qué? Ya?
-Sí mamá, los tiempos pasan y la tecnologíaavanza. Paso las fotos a mi notebook y las subo a Internet, en unas horas vemoscuantos comentarios tenes.
Mi madre se sorprendió. Salimos del vestidor yyo me puse a hacer lo mío, mientras mamá atendía gente. Me registré con el nick“maduraycaliente”. Borré la cara de mamá de las fotos y subí 2 fotos, una dedelante y otra de detrás, a una pagina web de amateurs. Escribí “Hola, soynueva. Espero que les gusten mis fotos, pero tengo miedo de mostrarme con menosropa, gracias!” A los pocos minutos, apareció el primer comentario. Pero locerré y después lo miaríamos juntos con mamá.
A la noche, nos fuimos a casa. Empezamos acenar, y mientras lo hacíamos uno al lado del otro, abrí mi notebook para verlos comentarios que habían dejado en las fotos.
-Borraste mi cara, no?
-Claro mamá.
-Bueno, a ver si alguien dice algo.
Abrí las fotos. Vi que tenia 24 comentarios,entre ambas fotos.
-Dejaron… 24 comentarios. Vamos a ver.
Mientras los leíamos, mi madre no se lo podíacreer. Primero fue sorpresa, luego, se empezó a reír. Acá pongo algunos de loscomentarios:
*Mmmm se te ve bien amorcito
*Que linda estas cachorrita, pero mostramás
*Madurita y rica como me gustan, sacate mas ropamujer
Y los más obscenos, cuando los leímos mi madrese reía:
*Que linda colita tenés
*Por favor como te chupo esas tetas
*Que cuerpazo de puta, sacate la ropamamita
-Jajajaja. Esto es mentira.
-Jajaja qué mentira, mamá? Te dije que les ibasa gustar.
-Es que es difícil de creer, hijo.
-Es real. Ves como sí podes atraer a loshombres?
-Sí. Gracias hijo, por ayudarme. Te quieromucho.
-De nada mamá. No estabas tan feliz desde hacemucho.
-Tenes razón. Vamos a dormir.
Luego de aquello, no hablamos más de eso por unpar de días. Una semana después, estaba en el negocio con mamá, un sábado porla mañana, estábamos muy aburridos porque casi no había gente en las calles,era fin de semana largo y alrededor de las 11 a.m. teníamos ganas de irnos acasa.
- Bueno hijo mejor vamos a casa.
- Ok mamá, me parece bien.
- Todo el mundo disfrutando este día hermoso ynosotros acá, no señor.
- Jajaja.
Nos fuimos a casa, almorzamos y nos dormimos unrato. Cuando me levanté, fui al jardín a buscar una cosa y me encontré con mi madreen bikini acostada boca arriba tomando sol, sobre una toalla.
- Hola ma.
- Hola hijo, dormiste?
- Sí... (se me escapó una risa)
- Qué?
- Nada.
- No, ahora me decís.
- No es nada, en serio.
(Puso cara seria mirándome, para que me dieracuenta que se lo dijera como sea)
- Es que imaginé por un segundo que te vean enInternet así.
- Como así?
- Así con poca ropa.
- Supongo que nadie me miraría.
- Mamá, por favor. Otra vez con esas.
- La verdad es que el otro día me puse contenta,pero porque tenía ropa y no se notaba mi cuerpo, así seguro dicen que estoygorda.
- Jajajaja, ma, si te ven así te van a llenar decomentarios.
- Claro que no hijo.
- Querés hacer la prueba?
- Eh?
- Voy a buscar la cámara.
- Paráaaa, noo estás loco!
Inmediatamente y sin hacer caso a mi madre, salícorriendo a buscar mi cámara a mi habitación, bajé a toda marcha al jardínmientras configuraba mi cámara.
Apenas llegué:
- No Joaquín, dejá eso, mira si voy a salir así,hablo en serio.
- Mamá (dije sentándome en el pasto en frente aella) así estás muy bien y vas a ver cómo les gustas a la gente.
- No, de verdad, así no puedo salir, estoy gorday con arrugas en la piel, dejá eso.
- Deja de hablar al pedo ma, te aseguro que asívas a calentar a más de uno.
- ¡Joaquín Hernández! Qué es esa forma dehablar?
- Bueno mamá, se me escapó, pero quiero ayudartey es la verdad.
- Dios, este niño... bueno, un par de fotos ylisto, entendido?
- Si!
Mi madre tenía un bikini todo azul, le dije quese quedara acostada que yo haría todo, me paré en frente de ella y le tomé unasfotos desde arriba, mostrando todo su cuerpo, luego me puse a un costado deella y puse la cámara a la altura de su cuerpo, para que se note el relieve desus grandes tetas. Obvio que no le dije nada de esto a ella.
Terminé con las fotos y me traje la notebook aljardín para subirlas al sitio. Me quedé hablando con mi madre mientras leborraba la cara a las imágenes y las subía a Internet.
Pasó la tarde, y antes de cenar nos dispusimos aver los comentarios, claro que mi madre no esperaba mucho y se puso a mi ladosin ganas.
- Dios, mamá, jajajaja.
- Qué? Qué?
- Hay... 144 comentarios!
- Mentira, a ver!
"Mamita cuantos años tenes?"
"Estás tremenda, cuanto cobrás?"
"Que buena milf, subí más fotos"
- Qué significa milf?
- Así se les dice a las mujeres maduras queestán buenas.
Mi madre estaba sorprendida y alegre, cadacomentario que leíamos se reía.
"Sos una diosa"
"Mostrá el culito, hermosa"
"Qué paja me voy a hacer, hija deputa"
Mi madre no se lo podía creer, los comentariosnos causaban risa, lejos de indignarse, mi madre se reía de las obscenidadesque leíamos. Supongo que sentirse mujer de vuelta la hacía divertirse y subirsu autoestima.
- No puedo creer las chanchadas que dicen, estánlocos.
Luego de cenar e irme a la cama, abrí de vueltala web, ya sólo en mi habitación, y volví a ver las fotos. Luego de unosminutos de mirarlas se me fue poniendo dura... no sé, pero ver el cuerpoapetecible de mi madre y los comentarios abajo... me estaba volviendo loco, erami madre. Traté de sacar esos pensamientos sucios de mi cabeza ydescansar.
Estuve media hora sin poder dormir y abrí denuevo la notebook.
Incluso cuando le tomé fotos en vivo y endirecto no me calentó nada, ni cuando leímos los comentarios juntos, pero ahorano sé porqué no se me bajaba la calentura. Pensé que era normal, que un jovende 18 años como yo, virgen y lejos de avistar chicas por el momento estaba conlas hormonas revueltas, y el tremendo cuerpo de mi mamá era lo más cercano auna hembra que tenía. Yo nunca la había mirado como "mujer que estábuena", sino como mi madre y no despertaba en mí ningún connotamientosexual. Pero aquella noche... se despertaron todos mis fantasmasinternos.
Comencé a pensar en sus tetotas, en cómo debensentirse, me dejé llevar por mi mente y se me cruzó la imagen de mi pija metidaentre las tetas de mi madre.
Dios. Qué estaba haciendo? Ese no era yo. Teníala verga más dura que nunca y no tuve más remedio que empezar a pajearme. Mirélas fotos, los comentarios, y en mi mente mi madre desnuda. Acabéabundantemente manchándome todo el short.
- Qué hice?
Inmediatamente todo tipo de pensamientos oscuros,éticos, morales y de culpa atormentaron mi mente. No lo volvería a repetir, medije a mí mismo.
Al día siguiente, mamá estaba mucho mas animaday alegre.
-Se te ve bien ma.
-Si hijo, me ayudaste mucho. Eso de las fotos eshasta divertido.
-Jeje. De nada mami, viste que teníarazón?
-Sí.
El lunes llegué de la uni alnegocio, saludé a mamá y me conecté a Internet para pasar la tarde.
Luego de un rato estaba aburrido, atendí a unpar de clientes y me senté detrás del mostrador de nuevo. Pasaron 10 minutossin que ningún cliente entrara.
Saqué la cámara y bromeando le dije:
-A ver mamá, pose sexy.
-Jajaja. Querés sacar unas fotos?
-Dale.
No me lo esperaba, pero a ella le iba gustandoesto.
Nos metimos en un vestíbulo y cerramos lacortina. Yo me puse en posición.
Mamá portaba una remera común y una calza negraapretada, la cual marcaba bien su ojete.
-Cómo me ves? (Preguntó ella)
-Bien, aunque quizás esa remera no sea lo mejor,pero bueno.
-Me la saco?
Tragué saliva.
-Bu..bueno.
Se quitó la remera y quedó con un top blanco,del cual se notaba lo apretadas que se encontraban sus tetas bajo latela.
Empecé a calentarme con aquello, la situación loameritaba, traté de contenerme pero era imposible, tenía un jean por lo que nose me notaba lo dura que tenía la pija, así que eso fue un alivio.
Raquel por el momento sólo estaba parada con losbrazos en jarra mientras yo le tomaba fotos.
-Querés darte vuelta?
-Ok.
Se giró y aquello fue una locura, la calzadefinía a la perfección su cola y sus piernas, mientras la fotografiaba mi peneestaba a tope. Terminamos en unos minutos y fuimos al mostrador porque habíaingresado un cliente, así que yo subí las fotos y esperaríamos a la noche paraver los comentarios.
Ya en casa, me senté en la mesa de la cocina conla notebook, abrí la página donde subí las fotos y nuevo record, 187comentarios.
-Mamáaa.
-Ahí voy, ahí voy.
-187.
-A ver.
“Estás re fuerte madura”
“Te la pongo hoy y te la saco la semana queviene”
“Que buen orto tenés puta!”
“Mostrá las tetas burra”
Demás está decir que yo estaba empalmado hastalas trancas, por suerte no se me notaba, pero ver a mi madre divertida leeresos groseros comentarios sobre sus fotos me ponía caliente.
-Éstos tipos son insaciables, quieren quemuestre más todavía!
-Jajaja sí, hasta verte en bolas…
-Bueno, me voy a acostar ya. Mañana hacemos más,gracias por ayudarme, sos el hijo más bueno del mundo.
-Gracias mamá.
Mañana íbamos a hacer más fotos, eso me gustaba,a pesar de que era mi propia madre, no pude sacarme los pensamientos sucios demi cabeza… esa noche no me masturbé, quise mantenerme caliente para elsiguiente día.
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Toda la mañana en la universidad pensé en llegarcuanto antes al negocio para sacarle fotos a mi madre.
Arribé al local, apenas ingresé, vi a mamáatendiendo a una amiga suya, Romina. Mientras caminaba pasando para elmostrador, miré hacia ellas y observé que Romina tenía una tanga en sus manos,enseguida poniéndola en la bolsa para comprar.
-Qué mira usted?
-Yo? Nada.
Romina me conoce desde hace mucho, y essimpática, por lo que no me sorprendió que me preguntara eso con una sonrisa,la cual respondí de igual manera.
Me senté por allí y me imaginé a mi madre conesa tanguita que había visto… ya estaba excitado.
Luego de unos minutos la mujer se fue,dejándonos solos a mamá y a mi.
-Qué tal todo hoy?
-Normal. Vos?
-También. Ayudame a acomodar todo esto.
-Ok.
Había mercadería entrante, y ayude a mamáacomodar, cuando entraba un cliente nos deteníamos y luego seguíamos, acomodéjeans, sweters, remeras.
Mediando la tarde, y visto que en ese momentoestábamos solos, mi madre me miró y me dijo si quería hacer fotos.
Entramos al vestidor, cerré la cortina tras demí y empezamos. Primero, de frente, mi madre llevaba una remera musculosa, detirantes, con una insignia en inglés, y una falda que le llegaba casi a lasrodillas, simple, color negra.
-Mamá, podés ‘soltarte’, y hacer posesjaja.
-Jajaja, mmm bueno, voy a tratar. (Dijodivertida y riéndose)
Así lo fue haciendo, poniendo una pierna delantede la otra, cruzando brazos a un lado y al otro, apoyándose en la baranda delvestidor, poniéndose de perfil, dándose vuelta agarrándose el cabello.
Como no había entrado nadie, seguíamos allí. Enuna de esas, mientras está de espaldas, se levanta un poco la remera con unamano, enseñando un poco de su espalda. Yo seguía fotografiándolo todo.
En un momento, aún de espaldas, se sacó laremera, permitiéndome ver su espalda desnuda, sólo con una tira del corpiñocruzándola.
Ella seguía sin decir nada, haciendo ‘poses’ahora sin remera, se dio vuelta y pude fotografiarla de frente, el corpiño erade un blanco impoluto, se le veía la mitad superior de sus tetas, ahí mi pijareaccionó y se me fue hinchando. Justo en ese momento, escuchamos el ruido delas campanitas anunciando un cliente.
Mi madre se puso rápidamente su remera y fue aatender a la chica que había venido.
Luego de que se fue, quedé hablando con mamámientras subía las nuevas fotos.
-Salí bien?
-Para mí muy bien. Ya están, después vemos quedicen.
-Bien, voy a terminar de acomodar lamercadería.
Fue pasando la tarde, un rato antes de cerrar eirnos a casa, abrí la web para ver los comentarios.
-Mamá, vení a ver, ya hay mas de 200.
-Yaaa?
-Sí, mirá:
Nos pusimos a leer y muchos comentarios pedíanque se desnude, que muestre más, que estaba buenísima y todo eso, lejos deescandalizar, disfrutaba mamá.
-Bueno, piden todo éstos. (dijo mi madre)
-Jajaja sí.
-Suficiente que salgo en corpiño y bastantevergüenza me da.
Leímos muchos por arriba porque eran muchísimos,y nos fuimos a casa.
Esa noche, llegamos a casa y me fui a bañar, depronto viene mi madre y me dice que no hay nada para comer, que se olvidó decomprar algo, salí de la ducha, me vestí y fui a la cocina.
-Llamo de Fernando.
-Ahh, bueno dale, hace mucho que no comemospizza.
Fernando se llama el dueño de una pizzería a laque llamábamos seguido, pero hacía algunos meses que no lo hacíamos.
-Mierda, da desconectado.
-Llamá a otra.
-No, a mí me gustan las pizzas de Fernando,vamos una escapada en el auto.
-Bueno, avenida Dorrego era.
-No, Juan b Justo.
-No, ahí se mudaba.
-No, estaba en Dorrego y se mudó a Juan bJusto.
-Noo, al revés es.
-No, te digo que es así, si yo me acuerdo.
-Que no, es como yo te digo.
-No mami, yo me acuerdo bien.
-Me vas a decir a mí, hijo? Yo sé que es como tedigo.
-Nooo, ahora es Juan b Justo!
-No señor, es Dorrego.
-Qué querés apostar? (empecé yo)
-Vas a perder, eh?
-No, vos vas a perder.
-Bueno, si es donde yo te digo, lavás los platospor una semana.
-Jajaja, bueno. Y si es en donde yo te digo… aver…
-…
-Ya sé, te sacas fotos con la menor ropaposible.
Automáticamente, la cara de mi madre fue desorpresa, pero no de enfado:
-Cómo? Sólo corpiño y bombacha?
-Sí!
-...Bueno. (y suspiró poniendo los ojos enblanco riéndose)
Salimos con el coche, ella manejaba, tras unrato llegamos a la calle Juan b Justo y fuimos hasta la altura de donde debieraestar el negocio, y por suerte tengo buena memoria y no iba a lavar los platos.Allí estaba la pizzería como había dicho.
-Jajajaja te dije que era acá! (dije yo)
-Pero no puede ser, si era allá.
-Jajajaja viste que se había mudado acá?
Me bajé del coche y compré unas pizzas… llegamosa casa y cenamos.
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Ya al día siguiente, miércoles, estuvenuevamente toda la mañana pensando en ver a mi mamita en ropa interior, atendípoco al profesor y en mi mente traté de imaginarme cómo sería la bombacha quetendría mamá esa tarde, estaba muy ansioso y caliente.
Apenas llegué, me encontré con un montón degente, ayudé a mi madre atendiendo varios clientes, creo que estuve así unahora, luego había una señora que no se iba más, se probaba de todo y nos tuvomedia hora más para llevarse lo que quería.
En fin, ya eran como las 4 p.m. y al fin tuvimosunos minutos libres.
-Ma, vas a pagar la apuesta, no?
-Sí, esperá que ordene lo que quedó acá y lohacemos.
Mi madre se puso a ordenar toda la ropa que sehabía probado la última señora. Luego de unos minutos, todo estaba listo.
Una vez hecho, nos dirigimos al vestidor, yo mesenté en el banquito con cámara en mano. Mamá estaba en frente mío y empezóquitándose la remera, mostrando un corpiño blanco con detalles rosados,florcitas o algo así, luego tomó con ambas manos el elástico de la calza quellevaba y fue tirando hacia abajo, hasta sacársela y colgarla en la percha quehabía a un costado. Traía una bombacha que combinaba con el corpiño, era blancacon los mismos detalles rosados, seguro habría venido preparada paramostrarse.
Mi pene creció mucho y se me puso muy duro,lamentablemente el pantalón que tenía ese día dejaba notar mucho mi tremendobulto! A pesar de no tener una verga grande, sino normal y corriente, se menotaba bastante y traté de disimularlo pero era imposible.
Empecé a tomarle fotos, con mi brazo trataba dedejarlo bajo para tapar mi erección, luego de unos movimientos extraños mamá medijo:
-Te pasa algo?
-No.. nada.
Tras unos minutos de sacarle fotos de frente, nosé cómo pero me vió…
Puso una cara de sorpresa y luego una sonrisa memiró el paquete y me habló:
-Estás…?
Miré a mi bulto y estaba muy levantado, me moríde vergüenza…
-Mamá.. yo,… perdón, no quise…
Tartamudeaba y me puse rojo como untomate…
-Pero, porqué?
-Es.. no, es que verte así…
-Tranquilo, hijo, habla despacio. Estás diciendoque se te puso así por verme?
-S..sí mami, perdóname porfa!
-Jajaja no lo puedo creer, mi propio hijo!
-Ya sé que está mal, perdón, fue sin querer…yo..
-Shh, está bien, sabes? No me siento mal, ni meescandalizo por algo así, vos sos mi nene y me ayudaste mucho.
-Mamá, gracias, pero yo..
-Ah, y que una mujer ‘madura’ como yo te pongaasí, a un jovencito, me pone alegre!
-Mamá, estás siendo muy buena conmigo…
-No hijo, vos me ayudaste mucho con esteproblema que no me dejaba vivir y estas semanas estuve mejor que nunca, todogracias a vos.
-Bueno, gracias. Querés seguir con estoo…?
-Claro que vamos a seguir, pero dejame ver comotenés eso, no te apreta?
-Sí, me apreta mucho pero bueno.
-No, pero te va a doler. Hace muchos años, desdeque te bañaba, que no te veo el pito. No tengas vergüenza de sacártelo, soy tumamá, Joaquín.
-En serio? Es que me da vergüenza.
-Somos familia hijo, no te de vergüenza. Ademássi se te baja te lo guardas de nuevo.
-Ok.
Ni que decir tiene que mi cuerpo echaba humos delo caliente que estaba. Mi madre parecía todo lo contrario, estaba relajada yno parecía darle ningún tipo de importancia a que me viera la pija después dealgunos años.
Dejé la cámara en el suelo, con ambas manos mebajé el pantalón y el bóxer, mi verga dura quedó rebotando y me senténuevamente en el banquito con los pantalones en los tobillos. Tenía la pijaapuntando al techo, con el glande rojo y húmedo.
-Wow hijo, ya estás hecho un hombrecito.
-Mamá, me avergüenzas.
-Ya te dije que somos familia, a ver dejameverlo más de cerca.
Yo me iba a morir de placer. Ella se acercó y seagachó un poco para quedar cerca de mi verga.
-Las últimas veces que te bañé era muy chiquita,es increíble como creció jeje. Porqué se te puso así?
-Supongo que por verte con poca ropa.
-Qué maravilla, es re lindo. (mientras me laseguía mirando)
Mi propia madre estaba diciendo que mi pija eralinda, automáticamente dio un saltito de placer mi pene.
-Bueno, sigamos con esto.
Mi madre se fue hacia atrás nuevamente y seguísacando fotos, ahora con la pija afuera… mientras tanto, mamá hacía poses cadavez más excitantes. De repente ella se giró, dándome la espalda.
-Todavía tengo linda cola?
Eso preguntó mamá, y vaya que sí… era un ojeteperfecto, grande y gordo pero en su justa medida, sin ser desproporcionado desu cuerpo, un culo excelente. La bombacha era angosta atrás y se le metía muchatela en la raya.
-Es.. es excelente ma.
-En serio? Te gusta?
-Sí, mucho.
Le saqué fotos a ese señor culo, yo tenía ganasde pajearme y llenar de semen el lugar, pero debía aguantarme.
Tras un par de fotos más, decidimosfinalizar.
Mientras mamá se ponía la calza, yo me subí lospantalones, aún con la verga hecha una piedra.
Fuimos al mostrador nuevamente e hice la tareade subir las fotos, mientras mi erección bajaba de a poco…
Al otro día, no recuerdoexactamente porqué, pero había poco movimiento en las calles, estaba con mimadre allí en el negocio cuando luego de un rato aburridos…
-Que aburrido, trajiste la cámara?
-Sí ma.
-Querés hacer unas fotos?
-Sí, te lo iba a pedir.
Al lugar de siempre, antes de empezar, tuvimosque parar porque justo había entrado alguien… fue mi madre a atender y luegoregresó.
Fue todo normal con las imágenes hasta que sesacó la remera, luego estando de espaldas se inclinaba un poco para adelante,tenía una falda esta vez algo más corta, yo le miraba cuando podía las tetascubiertas por un corpiño negro, luego de hacer varias poses, se levantaba unpoco la falda con una mano, yo estaba a tope otra vez, en una de esas seinclina bastante levantándosele bastante la falda.
-Se me ve la bombacha?
-Sí, un poco.
-Te gusta?
-Sí, se ve muy bien.
Me estaba calentando mucho, se le veía la parteinferior de los cachetes del culo y una bombacha rosa tapando la raya.
Se giró y me quedó mirando.
-Hoy no se te puso como ayer?
Me sorprendió la pregunta.
-Sí,…sí la tengo como ayer pero no se menota.
-Ah, te molesta?
-…Algo.
-Sacatela, ya te dije que no tengasvergüenza.
-Ok ma.
Sin tardar me bajé el jean y el calzoncillo, latenía tan dura como ayer.
-Se ve que te gusta verme así.
-Perdón, ma si te molesta puedo..
-No, no me molesta, al revés, me halaga hijo.Qué te gusta?
-Me da vergüenza…
-Te gusta verme en bombacha?
-…Sí.
-Bueno, mirame, no hay problema hijo. Vos meayudaste a sentirme mejor, y quiero agradecerte con algo que te guste.
Se sacó la falda, quedando nuevamente solo conun corpiño negro y una bombacha rosa.
-Uff mami, estás hermosa.
-En serio?
-Sí, es increíble.
-Aww gracias tesoro, sos un sol.
En ese momento ingresaron un par de clientes ytuvimos que vestirnos rápidamente…
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Luego, en la noche, antes de la cena mamá hablómucho tiempo por teléfono, luego de cortar, le hablé:
-Quién era?
-La tía Blanca, va a venir a vivir a casa porunas semanas.
-Y eso?
-Te acordas que se divorció, y no tienecasa…
-Ah, cierto.
Me molestaba un poco pero bueno, sólo seríanunas semanas. Mi tía Blanca era hermana de mi madre, creo que le lleva 5 o 6años, así que debe rondar los 45.
Al día siguiente recibimos temprano a mi tía, leenseñamos un cuarto que estaba libre para que se hospedara mientras hacíatrámites de un alquiler donde viviría luego pero que llevaría tiempo.
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Ese día era viernes, ya en el negocio, despuésde atender a algunos clientes, mamá me dijo que la ayudara a acomodar la ropa,había jeans, calzas, buzos, y por último me tocó acomodar unas tanguitas.Mientras lo hacía, mi madre pasó por allí y me dijo:
-Ésas acomódalas allá (señalando unaestantería)
-Ok. Qué chiquitas que son.
-Sí, muy.
-Ma, si te pregunto algo no te enojás?
-Jaja no, qué pasa?
-Vos usás de éstas? (hice la pregunta y abrí conambas manos una tanguita toda blanca)
-En realidad no, siempre me dio un poco decuriosidad pero creo que nunca usé, de esas así tan chiquitas, nunca.
-Podrías probártelas, por ahí te gustan.
-No sé, me da cosa. Si las pruebo, con unacondición.
-Cuál?
-Que me digas si me quedan bien o no.
-Yo?
-Sí, quién más? No le voy a preguntar a undesconocido, para algo somos familia, ¿no?
-Sí, tenes razón.
-Vamos al vestidor rápido ahora que no haynadie.
-Bueno, cuántas llevo?
-Una sola está bien.
-Ok.
Fui detrás de ella al vestidor con una tangacompletamente blanca.
Cerré la cortina, mamá llevaba puesta unamusculosa y una falda corta a medio muslo, enseguida metió ambas manos pordebajo de la falda y empezó a bajarse la bombacha en frente de mí, era unabombachita roja, tiró de ellas hasta los pies y se agachó para quitárselas deltodo.
Yo estaba sorprendido y muy caliente, teníaganas de cometer una locura pero era mi madre. En ese momento, ella con subombacha recién quitada en su mano, me la alcanzó:
-Tomá, teneme ésta y dame esa.
Agarré con una mano la bombacha y le dí la tangablanca.
Levantó una pierna y luego la otra, poniéndosela tanga, y luego la subió por sus piernas metiéndose debajo de la falda, sinque yo pudiera ver algo, pero era una situación muy excitante, tenía subombacha recién usada en una mano y la pija explotándome en el pantalón.
Terminó de ponerse la tanga y se levantó lafalda por completo, enseñándome la parte de adelante mientras con ambas manosse sostenía la falda arriba.
-A ver, fijate como me va.
Le miré ahí abajo y se veía muy pequeña latanga, se le re notaba el vello púbico debajo de la tela porque era una tangablanca, y a los costados de la tela se le salían algunos pelitos oscuros.
-Es muy excitante mamá.
-En serio?
-Sí.
-No te creo, cómo podes demostrar que sossincero?
-……me la pusiste muy dura mami.
-Sin pruebas no te creo.
Con la bombacha en una mano, me ayudé con laotra a desabotonarme el jean y me lo bajé junto al bóxer, así salió mi vergaparada ante la mirada de mi madre.
-Ves ma?
-Ahora sí veo, y cómo se me ve la cola?
Se giró aún teniendo con sus manos la faldaalta, mostrándome su ojete. Estaba todo descubierto menos el agujero del culo,pero la tanga ahí atrás era muy muy finita y estoy seguro de que si abría loscachetes del culo por más que tenga la tanga le iba a poder ver elagujero.
-Uff se te mete toda, no?
-Sí, me tapa algo?
-Sí, lo justo y necesario.
-Alcanzás a ver si me tapa todo ahí abajo?
-…Dónde exactamente decis?
-Mi chocha.
-Ahh… no, desde acá no puedo ver.
-A ver, ahora? (se inclinó hacia delante)
-Ahora sí… sí, te tapa ahí, lo único es que sete ven algunos pelitos.
Con esa visión podía apreciarse el bulto de loslabios de la concha, y el culito en esa posición se le abrió un poco y pude vertambién cómo se le metía la tanga en el centro, casi me muero.
Yo estaba como un burro en celo, pero todavíapodía pensar con la cabeza de arriba y me mantenía quieto.
-Sí, tengo que depilarme un poco. Muchasgracias, hijo.
-De nada mamá.
Se giró de frente a mí y se bajó la falda, luegometió sus manos debajo y comenzó a bajarse la tanga, se le enrollo un poquito yse la sacó, dándomela a mí.
Le dí la bombacha roja que traía antes y se lapuso de la misma forma.
-Bueno, a mi me gustaron, así que voy a empezara usarlas.
Se acomodó toda, yo aún con la tanga en la manome subí el jean, y ella antes de salir me dijo
-Ah, ésa déjala donde te había dicho.
-Claro.
Mamá fue al mostrador y yo a la estantería delencería, abrí la tanga para doblarla y vi una pequeña manchita de humedad,instintivamente la llevé a mi nariz y aspiré ese aroma. Diossss, eraembriagador, nunca había hecho eso, ni pensado, pero no sé como, oler el olor aconcha de esa tanguita que minutos antes se había puesto mi madre en frente demí… era muy morboso, la doblé y guardé allí.
Nos fuimos a casa aquel viernes, cenamos porprimera vez con mi tía y yo después salí con unos amigos y durante toda lanoche pensaba en mamá.
Creo que llegué a casa al amanecer y fui directoa mi cama.
Me desperté alrededor de las 14 del sábado, bajéa la cocina y abrí la heladera para comer algo, fui al patio y estaba mi madreacostada en una toalla tomando sol en bikini.
-Hola ma.
-Que tal hijo.
-Bien. La tía?
-Me dijo que iba al baño.
-Ah. Voy a comer algo.
-Ok.
Estaba sin remera porque hacía mucho calor, comíalgo frío y salude a mi tía, me dijo que se quedaría en la cocina viendo algoen TV. La puerta de la cocina lleva al patio donde estaba mamá, que ahoraestaba en la pileta. Le gustaba mucho.
-Está buena el agua? -Pregunté.
-Umm, espectacular.
Me metí también un rato, nos refrescamos allípor unos minutos, cuando salí a secarme al sol en el patio. Mientras tenía losojos cerrados, mi madre salió de la piscina.
-Tengo que hacer pis.
Miré y mi madre se agachó en el césped a uncostado de la pileta.
-Vas a hacer acá? –Le preguntésorprendido.
-Sí, no voy a mojar todo adentro. Vigila que latía no me vea.
-Eh?
-Fíjate en la puerta que no me vea.
-Bueno.
Me levanté y la verga se me fue poniendo dura,no había mucha distancia entre la puerta y dónde estaba mamá, que estaba defrente a mí, con una seña le dije que estaba todo bien: mi tía estaba viendo TVsin saber lo que ocurría en el patio.
Giré a ver a mi madre, y agachada como estaba,con ambas manos fue quitándose la parte baja del bikini hasta sus muslos, yenseguida empezó a salir un chorrito de meada. Desde la posición de dondeestaba podía ver el líquido cayendo al césped mientras ella tenía la miradahacia abajo. Tras unos pocos segundos, terminó y se subió el bikini.
-Gracias hijo.
Y se metió nuevamente a la piscina. No puedoexplicar cómo me calentaba.
Esa noche me hice una paja tremenda. Estaba muyexcitado con mi madre, y ella no hacía nada para que no ocurriese.
El domingo pasó sin pena ni gloria, miré fútbola la tarde, y a la noche estudié, tampoco daba para hacer mucho con la tía enla casa, como dije, no me molestaba mucho, pero era incómoda supresencia.
E lunes fui a la universidad, y luego en elnegocio había una marea de gente, estuve toda la tarde atendiendo clientes conmi madre, fue un día muy ajetreado… recuerdo que ya casi nos íbamos a ir porqueya era la tardecita, y justo ahí tuvimos un ratito libre sin gente.
Yo estaba sentado detrás del mostrador y vino mimadre con un poco de ropa para acomodar, entre esa ropa había una tanguita queera minúscula…
La tomé y la estiré, abriéndola.
-Ma, te querés probar ésta?
-Jajaja, no me va eso, hijo.
-Yo creo que sí, tenemos un rato ahora que nohay nadie.
-Bueno, pro no creo que me entre.
Le dí la tanguita y fuimos al vestidor, entramosy cerramos la cortina. Esta vez mi mamá traía un jean.
-A ver, date vuelta para ponerme esto.
-Ok.
Me giré para el otro lado, escuchaba cómo mamáse bajaba el jean y se debía estar bajando la bombacha, yo ya estaba muycaliente, escuché cómo se subía la tanga por sus piernas, cuando prontodijo:
-Ya podés mirar.
Me di vuelta y vi lo que esperaba: la tanga todaroja apenas podía cubrir su pubis, ni lo cubría, la mitad superior de su pubisestaba completamente a la vista, se le veían todos los pelitos en el pubis!
-Se me ve todo, hijo.
-Sí mamá, perdón por insistir que te lapongas.
-Shh, tranquilo. Te gusta verme así?
-…Sí, mucho.
-Estás caliente?
-Sí.
-Mostrale a tu madre.
Me desabotoné el jean y me bajé los pantalones,mi pija dura y parada quedó a la vista de mi madre en tanga.
-Tu mami te pone así?
-Siii.
-Bueno, ahora decime como se me ve atrás.
Se dio la vuelta, y la tanga se le metía enteraen la raja del ojete, tenía todo el culo descubierto.
-Se me ve todo?
-La cola sí.
-Ok, mírame abajo.
Ya sabía a lo que se refería, ella se inclinóhacía adelante, apoyando sus manos en el espejo, dándome una visión sublime. Latanga era tan pequeña que sólo le tapaba la rajita de la concha, los labios sele sobresalían a ambos costados! Se le veía casi todo. Encima parecían biengorditos los labios mayores. También con el orto más abierto se le veía elagujerito del culo.
Yo me quedé embobado viendo aquello, mi glandeestaba babeando sin tocarme.
-Y? –Preguntó ella sacándome del trance.
-Te tapa poco.
-Siento que se me mete mucho.
-Sí, es que te tapa la rajita nomás. –Casiexploto por decir esto a mi madre, pero estaba tan excitado que me dabaigual.
-Ok, viste que me depilé?
No lo había notado, estaba tan embelesado viendoaquello que no me percaté que tenía los gorditos y abultados labios mayoresdepilados.
-Sí, se ve re bien.
Bajó su mano derecha hacía su conchita, yomiraba todo desde atrás, abrió sus dedos índice y medio, y los pasó despacitopor los labios mayores de su vagina, alrededor de la tanga.
-Además es suavecito.-Dijo ella mientras setocaba.
Yo no daba más, empecé a tocarme la pija,observaba y me empecé a pajear, cosa que mamá observó por el espejo.
-Así te das placer?
-Sí mamá.
-Porqué?
-Es que me pusiste tan caliente que no aguantomami.
-Entonces mostrale a mamá cómo te dasplacer.
Tras escuchar eso me puse a mil, empecé apajearme muy muy fuerte, no estaba tan caliente en mi vida, miraba como mamá setocaba los bordes de la concha y me ponía loco. Ella seguía a un ritmo muylento y suave.
-Querés probar lo suave que la tengo?
Hice un esfuerzo para detenerme y escuchar eso,me iba a morir de placer. Detuve mi paja y:
-Có..cómo?
-No seas tímido, tocame donde me estoy tocando ysentí lo suave que tengo la chocha.
El corazón me latía a lo máximo posible, arrimémi mano izquierda a la conchita y mis dedos hicieron contacto con sus muslos,dios, se sentía la piel muy calentita, luego con dos dedos los abrí y pudeempezar a tocarle los labios donde se estaba tocando antes, tenía razón, sesentían re suavecitos, depilados!
-Dios mamá, esto es increíble.
-Te gusta?
-Siii, tengo que pajearme mami.
-Ok hijo, mostrale a mamá como te dasplacer.
Mientras me miraba a través del espejo, yo mepajeaba con la derecha y con la izquierda le tocaba la concha, mamá tenía unasonrisa dibujada, de a poco fui tocandole más al centro, de pronto le toqué losbordes de la tanga, sentí que iba a acabar pronto, por eso bajé mucho el ritmode la paja, quería estirar el momento al máximo.
Ya estaba en éxtasis, corrí mis dedos mas alcentro y comencé a acariciarle la rajita por encima de la tanga, miré a mimadre por el espejo y tenía una mueca de placer, con los ojos cerrados, sentímis dedos húmedos, mientras le acariciaba la conchita sentía como se mojabanmis dedos y eso fue suficiente, me pajee muy rápido y acabé. El primer ysegundo chorro de leche golpearon el espejo, los demás saltaron y cayeron en elpiso, ante la incrédula mirada de mi madre.
-Jajaja mira como manchaste el espejo!
Yo sólo suspiré, estaba agotado… mi madre semovió de aquella posición sacándose mi mano de su almeja…
-Estoy mojada, hacía años que no memojaba!
Ya ni le di importancia a las palabras de mimadre, yo estaba medio ido por el placer, y esas palabras que en cualquiercircunstancia significarían ponerme caliente, en ese momento yo estaba muyrelajado.
-Quedate quieto y descansa hijo, yo limpio todoesto que dejaste jajaja.
Me senté allí y descansé… mi madre fue por untrapo o algo así y cuando volvió y se puso a limpiar aquello…
-Wow, mira todo lo que guardaban tushuevitos.
-Sí, fue mucha leche mamá.
-Leche?
Hizo una mueca como preguntándose porqué ledecía leche a aquél semen, pero enseguida siguió limpiando divertida.
Se fue y volvió con ropa puesta, luego nossentamos en el coche para volver a casa.
-Mamá, te juro que fue lo mejor que me pasó enla vida, fue increíble. Muchas gracias.
-Shh hijo, yo estoy muy agradecida por todo loque hiciste por mí estas semanas, además hoy me excite mucho y eso no meocurría desde hace muchísimos años. Por cierto, esto no podes decírselo aNADIE, entendes?
-Sí mamá.
Volvimos a casa y yo me dormí enseguida.
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Luego al siguiente día, me desperté y mamá yahabía partido, yo me fui a la universidad. Luego fui al local, apenas entrésaludé a mi madre y fui al mostrador con ella. Nos miramos y nos sonreímosmutuamente sin decir nada.
Luego de un rato, cuando no había clientes,ambos allí en el mostrador le dije a mamá:
-Ma, quiero jugar.
-A qué, hijo?
-A tocarte.
-Sí? Cómo se juega?
Mamá me estaba siguiendo el juego.
-Bueno, se empieza enseñándome labombacha.
Yo estaba sentado, mamá estaba parada en frentede mí. Así se levantó la falda de jean corta que tenía, mostrándome una tanganegra.
-Qué sorpresa.
-Y ahora qué hay que hacer?
-Darte vuelta para poder verte la cola.
Mamá se giró y tenía su culo en frente de micara..
-Ahora te tengo que tocar la colita…
Dicho esto, empecé a pasar mi palma abierta porlas nalgas de mi madre. Las acariciaba. Metía mi mano por debajo de la tangatocando mas adentro en su tremendo ojete.
Fui bajando mientras le acariciaba la parteinferior del culo.
-Y ahora te puedo tocar más abajo, mamá?
-Dónde más abajo, hijo?
-Te quiero tocar la concha, mami.
-Ummm, sí, suavecito tesoro.
Me bajé el pantalón, saqué mi pija afuera, ybajé mi mano lentamente hacia su vagina. Con los dedos los pasé por encima dela tanga, que le quedaba pequeña y sentía la piel a sus lados, noté la telahúmeda. Podía sentir el relieve de su conchita bajo la tanga.
-Estás mojada, ma?
-Sí, mucho.
Seguí tocándole, y fui un poco más adelante paraacariciarle el clítoris a través de la tanga. Apenas lo rocé, mamá dio unsuspiro.
Me detuve allí y le masajee su punto, notabacomo mamá empezaba a suspirar, y pronto a gemir. También notaba como mi manoestaba cada vez más húmeda.
-Sabés cómo sigue el juego?
-Có.. cómo? (No podía hablar bien por losgemidos)
-Bajándote la tanguita…
Automáticamente dejó de gemir, y con ambasmanos, fue bajándose la tanga lentamente, hasta sacársela por los pies ydejarla allí tirada.
Lo primero que observé fue su culito al fin sinningún tipo de barrera.
Me arrimé más y le abrí los cachetes, pude versu agujerito sonrosado, no aguanté y le pasé la lengua. Empecé a lamerle elculo mientras ella no paraba de gemir.
-Ahhh, si.. si seguimos jugando nos puedenver.
-Mmm quédate tranquila mamita (le dí otrolengüetazo) que si viene alguien paramos.
Cómo presagiando el destino, 30 segundos despuésvemos que un cliente está por ingresar, enseguida saco la cara enterrada en elculo de mamá y me subo los pantalones, ella se baja la falda.
-Hola
-Hola, que necesita?
Luego de unos 15 minutos,el cliente se lleva un par de camperas, me dio mucho morbo saber que mamáatendía a aquél señor sin tanga debajo de la corta falda, con la almejaempapada y el culo chorreando de saliva. Algún descuido y el viejo hasta podíahaberse ido del negocio de ropa habiéndole visto el chumino a una tremendahembra.
Apenas el tipo cerró la puerta, me bajé elpantalón para esperar a mamá en el mostrador.
-Estamos locos, ¿sabés?
Yo sólo sonreí, otra vez ella se subió lafalda.
Se agachó frente a mí y me agarró la pija, laacarició ante mis soplidos de placer.
-Enséñame a masturbarte tesoro.
-A ver, así.
Le puse la mano alrededor de mi verga.
-Ahora para arriba y abajo.
-Así?
-Sí, así mamá… ponete saliva, es mejor.
Se escupió la mano y empezó a pajearme… eradelicioso. Era la primera vez que una mano ajena tocaba mi miembro. Le tuve quedecir que pare porque iba a acabar.
Estaba claro que todo se había salido decontrol, yo estaba como un burro en celo y a mamá le chorreaba el chocho…
Me levanté de la silla y mamá se puso en elmostrador apoyando los brazos allí, parada, con vista a la calle. Yo me agachéy busqué su conchita. Ella se inclinó abriendo un poco las piernas.
Me arrodillé entre sus piernas y comencé alamerle la concha, con pliegues rosados y cerraditos, era una delicia. Estabasuave, y muy húmeda.
Mi madre gemía cada vez más, trataba de hacerloen voz baja.
Sabía que era una inmejorable oportunidad,tenerla así con las piernitas abiertas y mojada, y yo caliente al máximo, meatreví. Me levanté, y con la pija en mi mano, la guié hasta su conchita. Apenasmi glande hizo contacto con su vagina, mamá suspiró.
-Qué vas a hacer? Me la vas a meter?
-Puedo? (mientras tanto yo le refregaba la pijapor toda la concha)
-Despacito tesoro.. hace años que cojo, debotener la concha como la de una pendeja virgen.
-Sí mamá.
Busqué el orificio vaginal y cuando lo encontré,empecé a meterle la cabeza despacito, podía sentir lo calentito y húmedo queestaba, empujaba de a poquito, pero estaba muy apretada, me costabameterla.
Luego de unos segundos pude meterle el glandeentero y empujé más, hasta metérsela hasta la mitad, porque más no cabía ahíadentro.
-Mami está muy apretada, no te duele?
-No, tranquilo hijo, empezá a moverte.
Le hice caso y fui moviéndome sacandosela yvolviéndosela a meter.
Luego de algunas embestidas podía notar cómoahora sí iba entrando cada vez más y mejor. Ella miraba hacía la puerta por sivenía alguien, mientras gemía por lo bajo.
Realmente su conchita estaba muy apretada y esome daba demasiado placer, sumado a todo lo anterior, estaba llegando alclimax.
Luego de un par de bombeadas más, escuchar amamá gemir fue el límite: retiré mi pija de su concha y acabé sobre su ojete,llenándoselo de leche caliente.
Instantáneamente mamá se bajó la falda y me dijoque descansara.
-Podías haber terminado en mi interior. Sabésque no puedo tener hijos.
-Cierto mamá, me había olvidado. Te gustó?
-Si me gustó? Hace años que no era tanfeliz.
Permanecí sentado mientras ella buscaba la tangaque estaba en piso, colocándosela. Luego con un par de cleenex se limpió elculo de toda la leche que le había desparramado. El resto de la tarde fuenormal.
Terminó la jornada y nos fuimos al auto.Empezamos el trayecto de regreso a casa. Estábamos en silencio, yo de prontofui moviendo mi mano izquierda hasta tocar su muslo descubierto. Loacaricié.
-Mmmm
Mientras mamá manejaba, fui metiendo la manocada vez más a su entrepierna, hasta sobarle por encima de la tanga.
-Ummm, te portas mal con mamá.
Seguí acariciando, hasta hacerle la tanga a unlado y rozar directamente mis dedos con su clítoris.
-Ayy tesoro…vamos a chocar.
Sus palabras estaban cargadas de placer pero erasensato. Retiré mi mano de allí hasta llegar a casa.
Al llegar, nos recibió la tía con la cenapreparada.
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Al día siguiente, llegué al local y atendí a unaseñora que no se decidía por nada, y no terminó comprando nada.
Claro que saludé a mamá, y le toqué el culodescaradamente, tenía una calza negra ajustada. Ella se reía.
Fue un día difícil, ya que los clientes noparaban de ingresar y tuve que esperar mucho. En determinado momento, se dio mioportunidad. No había nadie y me acerqué a ella hasta acariciarle suspechos.
-Querés jugar, mamá?
-Sí quiero tesoro.
Comencé a manosearle las tetas por encima de laropa, luego la barriga, hasta pasarle la mano por encima de la concha, mientrasyo me sacaba el pantalón. Pronto mi madre ya tenía la calza y la bombacha porlos tobillos, y yo detrás de ella mientras observaba que no entraranadie.
-Mami querés pija?
-Sí, si quiero, metela en la cachucha demamita.
Se la metí y empezamos a coger, esta vez fue masfácil metérsela y mientras me la cojía ella gemía mucho.
Se la saqué de la concha y la pasé por la rajadel culo, dando golpecitos en sus nalgas.
-Mami por la cola?
-No, me va a doler.
-Un poquito mami, despacito…
No dijo nada y yo trataba de meterla en elojete, sin dudas estaba apretado pero bajé a lamerle el culo y traté después,entró y seguí cojiendola pero ahora por el culo.
-Ahhh… ahhhhhh.. ahhhhhh
Pronto iba a acabar, asique la saqué y descanséun minutos acariciándole las tetas, y luego se la enterré de nuevo en laconchita.
No pude más y descargué todo el semen dentro deella.
Éstas situaciones se repetían seguido en elnegocio, cuando no había clientes aprovechábamos para coger.
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Una vez, mi madre estaba al costado delmostrador atendiendo a una señora, que estaba viendo diferentes tipos decamperas, mientras que yo estaba en el mostrador haciendo algunas cuentas. Demanera que la señora no podía ver que pasaba donde estaba yo.
Estaba en lo mío cuando giro la cabeza paradonde estaban ellas (a escasos pasos de mí) y la señora le preguntó a mi madreque le mostrara unas camperas que estaban abajo.
Por lo tanto, mamá que llevaba una falda corta,debía agacharse para juntarlas, y al hacerlo, increíblemente no tenía bombachay se le veía todo.
Me acerqué, ya con mi madre parada con lascamperas en manos de la señora, metí mi mano bajo su falda y ella dió unrespingo pero sin decir nada.
Fui subiendo por sus muslos hasta suentrepierna, cuando empecé a acariciarle la concha.
La señora seguía viendo camperas mientras mimadre estaba en frente de ella tratando de no gemir mientras yo por detrás lemetía mano bajo la falda. Mis dedos comenzaban a estar húmedos y seguíahurgando allí, mientras mamá se inclinaba ligeramente para dejarme tocar a placer.
De pronto la señora dijo que quería probarse nosé que cosa, entonces saqué la mano de allí y mi madre le indicó el camino alos vestidores.
Cuando la señora entró a uno de ellos, sin decirnada me arrodillé en el suelo y le lamí la concha.
- Mmmmmm, así, hijo, así, cometela todaaammmmmmm
Eso me puso muy caliente y le chupaba elclítoris, mientras ella empujaba mi cabeza contra su argolla.
Luego salí de allí y me senté en una silla, laatraje a ella y le hice seña de que se sentara encima de mi verga.
Ella se acomodó el pelo y de espaldas a mí,agarró mi pija y la dirigió hasta su conchita, sentándose encima mío.
Mirábamos de reojo y la señora no salía delvestidor, asique ella empezó a moverse.
- Tocame, tesoro, tocame que acabo.
Puse mi mano en su clítoris y la masturbé unossegundos rápido mientras se vení, mi pija sentía las contracciones de suconchita.
Nos quedamos quietos unos segundos y vimos quesalía la señora, asique nos despegamos rápido y ella se bajó la falda mientras yome subí como pude el pantalón.
Luego la señora iba a probarse otra cosa, apenasentró, me abalancé sobre mamá y le levanté la falda, estábamos de pie asiquefue difícil pero, ella se inclinó un poco y se la volví a meter, esta vez lacogí muy duro y fuerte.
- Voy a acabar mami, voy a acabar.
- Bien tesoro, acabá dentro de mamá.
Con ambas manos sobre sus caderas, empecé aderramar leche y más leche caliente dentro de su concha, fue delicioso. Unossegundos quietos y la saqué de ahí, la leche chorreó hacia abajo cayendo en elpiso y otro poco por los muslos de mamá.
Nos vestimos rápido, mi madre trataba delimpiarse con las manos la leche que le chorreaba de los muslos, pero eraimposible, salió la señora y tuvo que atenderla así.
Luego de que la tía regresara a su nueva casa,tuvimos más libertad para cojer en casa a cualquier hora y momento.
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-Uhm ya voy…
Raquel se vestía mientras tomaba un café bientemprano, para ir a abrir el negocio como cada día. Yo, su hijo, me trataba dedespertar para ir a la facultad.
-Ya me voy, ahí te deje el café.
-Bueno má.
Mi madre se fue al trabajo, que es un negociopropio, una tienda de indumentaria con local en el centro de Capital, BuenosAires. Lo heredó de su madre desde hace 8 años. Es un negocio importante, deprestigio, podemos mantenernos y vivir muy bien con eso. La madre de mi madreempezó con el negocio hace 30 años, por razones que no quiero detallar, ahorapertenece a mi madre como dije, desde hace 8 años.
Yo me levanté y fui a la uni. Tengo 18 años, mellamo Joaquín y estudio fotografía. Curso por las mañanas, y en las tardesayudó a mamá en el local.
Mi madre se llama Raquel, tiene 38 años. Cuandoquedó embarazada de mí, mi padre huyó y nunca más se supo de él. Yo ni siquieralo conocí. Ella me crió normalmente, aunque trabajaba duro para alimentarme,con ayuda de sus padres.
Soy hijo único. Últimamente hablé con mamá deeso. Ella se siente apenada de haber tenido un niño a sus 20 años de edad, perodice que yo soy lo mejor que le pasó en la vida, y me ama.
También hace unos años hubo cierto problema,mamá había quedado estéril y eso llevó a mi madre a una depresión. Pero esosproblemas quedaron en parte del pasado.
Llegué de la uni y fui al local, voy con mimadre detrás del mostrador, donde atendemos a los clientes, y ahí cuando no haygente para atender me pongo con la laptop a hacer cosas de la facu o navegarpor Internet.
Ese día no había nadie, me conecté a Internetmientras miraba de reojo a mi madre. En una de esas, la vi actuar raro, y lepregunté si le pasaba algo.
-No, nada, nada.
-Segura?
-No, sí…. Sí.
Era obvio que me estaba mintiendo.
-A ver mamá, me vas a decir que pasa?
-No hijo, no es nada, son cosas de viejas.
-Viejas?
-Sí, de gente de mi edad.
-Jajajaja mamá, pero si tenés 38 añosnomás!
-Es estar vieja hijo!
-No seas loca, que te pasa?
-Es raro hablarte de esto.
-Bueno mamá, pero si siempre me decís que entrenosotros no hay secretos y que tenemos que estar unidos…
-Sí, es así, pero me da vergüenzacontarte.
-Dale ma, tan difícil es?
-Vino Claudia.
-Claudia? Y, que paso?
Claudia es una amiga de mi madre. Tiene unosaños menos que mi madre.
-Que vino a comprar ropa, pero estuvimoshablando…
-Y que te dijo?
-…
-Dale ma!
-Que estaba saliendo con un tipo.
-Y? No entiendo.
-Que todas mis amigas son felices en pareja y yoestoy muy sola.
No supe que decir. Me sorprendió un poco, lo quedijo, y a continuación siguió hablando:
-Soy vieja, fea, voy a estar sola hastamorirme.
-Pará mamá! Que estas diciendo?
-La verdad, hijo, la verdad. Si no te tuviera mivida sería una basura. (empezó a llorar)
La abracé mientras lloraba, yo me sorprendí delas cosas que decía. Le dije que se calmara, que todas las cosas que habíadicho de ella misma eran mentiras, etc.
Me fui a dormir aquella noche pensando. Y eraverdad. Nunca le conocí un amante a mi madre, nunca había estado con nadie.Pero eso era extraño, no? Seguramente habría tenido encuentros esporádicos conhombres.
A la tarde siguiente, cuando fui al local y trasunos minutos vi que estaba callada y triste, le hablé:
-Mamá, sácate eso de la cabeza. Seguro haymuchos hombres que querrían estar con vos.
-Por Dios hijo, no consueles a tu tonta madre.Ya soy vieja.
-Mamá, deja de decir eso. En serio. No entiendoporque no empezaste con nadie después de tenerme a mí.
-Joaquín, no estuve con nadie después detenerte!! Tu padre se fue cuando quedé embarazada, naciste y tuve que salir atrabajar para darte de comer, pase los años de mi juventud criándote, no teniatiempo para hombres. Luego fue pasando el tiempo y me dije a mi misma que yaiba a llegar otra persona pero acá estoy…
-O sea que no estuviste con nadie desde quenací?
-No hijo, no. Por eso soy tan estupida, que meavergüenza.
-Mama, mama no digas tonterías no sos estupida.No llores.
-Es la realidad, me siento vieja, y fea.
-Basta! No sos fea, ni vieja.
Los días fueron pasando, y ella seguía igual detriste. Pero yo la conozco. Cuando se le mete algo en la cabeza, es difícilsacárselo. Yo me quedé pensando en lo que dijo. Estaba 18 años sin siquierasexo, era una locura.
Empecé a pensar en cómo podría ayudar a mi madrea ser más feliz. Ella es bonita. Es morocha, tiene ojos oscuros, labios muycarnosos y una linda cara. Su cabello llega hasta la espalda, lo tiene liso. Sucuerpo es normal, es delgada, tiene unas tetas bastante grandes y muy redondas,para nada caídas, sus piernas están bastante bien y tiene un culo grande yredondo, como el de una jovencita. No entiendo que pasaba con mamá.
Un día llegué de la uni al negocio, puse mimochila en el mostrador y saludé a mi madre.
-Cómo te fue hoy?
-Normal, como siempre.
-Bien, estudia mucho.
-Sí…. Mamá?
-Qué tesoro?
-Todavía ningún…?
-No hijo, ya te dije que no le gusto a loshombres.
-Dios, ma, me cansé de que digastonterías.
-No son tonterías, es la verdad.
-Mira, creo que te puedo ayudar.
-Cómo?
-No sé si vas a aceptar…
-Decimelo!
-Pero no me vas a retar, ni nada?
-Jajaja, con qué me va a salir este chico…
-Vos decís, que no le gustas a loshombres…
-Y?
-Podemos subir una foto tuya a Internet, y versi a la gente le gusta.
-Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeee? –Gritó mi madre-
-Shhhhh. Es fácil, aparte nadie te va areconocer, quédate tranquila, puedo tapar la cara.
-No seas tonto, hijo, no vengas conestupideces.
-Dale mamá! Te juego a que les va aencantar!
-Quien miraría esas fotos?
-Cualquiera que circule por esa pagina, que esmucha gente!
-No entiendo….
-Es sencillo, yo te saco unas fotos, obviamentevestida, te tapo la cara y las pongo en Internet, ahí podemos ver lo que teescriben, sin que sepas quien sos.
-Y qué se supone que hay fotos de otras mujeresahí?
-Obvio mamá.
-Pero son chicas jóvenes, a las viejas no lasmiran seguro.
-Jajaja claro que si las miran. Dale, vas a vercomo les vas a gustar.
-No estoy segura, y si descubren quiensoy?
-Ya te dije que te tapo la cara, nadie te va areconocer.
-A ver… eh… bueno. Pero una vez nomás, ylisto.
-Bien!
-Desde ya te anticipo que solo me van a decirque soy vieja y fea…
-Jajaja shhh. Voy a buscar la cámara.
-Qué? Ahora?
-Sí! Aprovechemos que no hay nadie en elnegocio.
-Me vas a sacar las fotos acá, en elnegocio?
-Sí mamá, hay algún problema?
-No pero… es raro.
Saqué la cámara de mi mochila y laconfiguré.
-Espera. Mira si entra alguien justo ahora.Vamos a un vestidor-Opinó mi madre.
-Bueno, tenés razón.
Si alguien entraba al local, las campanitas dela puerta nos advertirían.
Nos dirigimos al primer vestidor, era algopequeño, espejo grande, un banquito, y una baranda para sostenerse. La cortinaera de color verde. Ella ingresó primero y yo detrás, cerré la cortina y mesenté en el banquito.
-Con esta ropa, te parece?
-No tiene nada malo la ropa, mamá.
-Bueno, y que hago?
-Nada, quédate así de frente que te saco un parde fotos.
Mamá estaba vestida con una remera de tirantesblanca, notándose las tiras del corpiño también blancas, y un pantalón de jeanajustado.
Empecé a tomarle fotos. Le saqué dos, defrente.
-Bueno, date vuelta.
-Para qué?
-Para tomar fotos.
-Tipos que no conozco me van a ver atrás?
-Mamá, no estás mostrando nada, y nadie sabráquien sos.
Tras un suspiro, se giró, y le tomé fotos desde atrás.La cola se le notaba grande y redonda bajo el jean, y seguro despertaríapasiones en la web.
-Bueno má, ya está.
-Cuándo va a estar listo?
-En un rato.
-Qué? Ya?
-Sí mamá, los tiempos pasan y la tecnologíaavanza. Paso las fotos a mi notebook y las subo a Internet, en unas horas vemoscuantos comentarios tenes.
Mi madre se sorprendió. Salimos del vestidor yyo me puse a hacer lo mío, mientras mamá atendía gente. Me registré con el nick“maduraycaliente”. Borré la cara de mamá de las fotos y subí 2 fotos, una dedelante y otra de detrás, a una pagina web de amateurs. Escribí “Hola, soynueva. Espero que les gusten mis fotos, pero tengo miedo de mostrarme con menosropa, gracias!” A los pocos minutos, apareció el primer comentario. Pero locerré y después lo miaríamos juntos con mamá.
A la noche, nos fuimos a casa. Empezamos acenar, y mientras lo hacíamos uno al lado del otro, abrí mi notebook para verlos comentarios que habían dejado en las fotos.
-Borraste mi cara, no?
-Claro mamá.
-Bueno, a ver si alguien dice algo.
Abrí las fotos. Vi que tenia 24 comentarios,entre ambas fotos.
-Dejaron… 24 comentarios. Vamos a ver.
Mientras los leíamos, mi madre no se lo podíacreer. Primero fue sorpresa, luego, se empezó a reír. Acá pongo algunos de loscomentarios:
*Mmmm se te ve bien amorcito
*Que linda estas cachorrita, pero mostramás
*Madurita y rica como me gustan, sacate mas ropamujer
Y los más obscenos, cuando los leímos mi madrese reía:
*Que linda colita tenés
*Por favor como te chupo esas tetas
*Que cuerpazo de puta, sacate la ropamamita
-Jajajaja. Esto es mentira.
-Jajaja qué mentira, mamá? Te dije que les ibasa gustar.
-Es que es difícil de creer, hijo.
-Es real. Ves como sí podes atraer a loshombres?
-Sí. Gracias hijo, por ayudarme. Te quieromucho.
-De nada mamá. No estabas tan feliz desde hacemucho.
-Tenes razón. Vamos a dormir.
Luego de aquello, no hablamos más de eso por unpar de días. Una semana después, estaba en el negocio con mamá, un sábado porla mañana, estábamos muy aburridos porque casi no había gente en las calles,era fin de semana largo y alrededor de las 11 a.m. teníamos ganas de irnos acasa.
- Bueno hijo mejor vamos a casa.
- Ok mamá, me parece bien.
- Todo el mundo disfrutando este día hermoso ynosotros acá, no señor.
- Jajaja.
Nos fuimos a casa, almorzamos y nos dormimos unrato. Cuando me levanté, fui al jardín a buscar una cosa y me encontré con mi madreen bikini acostada boca arriba tomando sol, sobre una toalla.
- Hola ma.
- Hola hijo, dormiste?
- Sí... (se me escapó una risa)
- Qué?
- Nada.
- No, ahora me decís.
- No es nada, en serio.
(Puso cara seria mirándome, para que me dieracuenta que se lo dijera como sea)
- Es que imaginé por un segundo que te vean enInternet así.
- Como así?
- Así con poca ropa.
- Supongo que nadie me miraría.
- Mamá, por favor. Otra vez con esas.
- La verdad es que el otro día me puse contenta,pero porque tenía ropa y no se notaba mi cuerpo, así seguro dicen que estoygorda.
- Jajajaja, ma, si te ven así te van a llenar decomentarios.
- Claro que no hijo.
- Querés hacer la prueba?
- Eh?
- Voy a buscar la cámara.
- Paráaaa, noo estás loco!
Inmediatamente y sin hacer caso a mi madre, salícorriendo a buscar mi cámara a mi habitación, bajé a toda marcha al jardínmientras configuraba mi cámara.
Apenas llegué:
- No Joaquín, dejá eso, mira si voy a salir así,hablo en serio.
- Mamá (dije sentándome en el pasto en frente aella) así estás muy bien y vas a ver cómo les gustas a la gente.
- No, de verdad, así no puedo salir, estoy gorday con arrugas en la piel, dejá eso.
- Deja de hablar al pedo ma, te aseguro que asívas a calentar a más de uno.
- ¡Joaquín Hernández! Qué es esa forma dehablar?
- Bueno mamá, se me escapó, pero quiero ayudartey es la verdad.
- Dios, este niño... bueno, un par de fotos ylisto, entendido?
- Si!
Mi madre tenía un bikini todo azul, le dije quese quedara acostada que yo haría todo, me paré en frente de ella y le tomé unasfotos desde arriba, mostrando todo su cuerpo, luego me puse a un costado deella y puse la cámara a la altura de su cuerpo, para que se note el relieve desus grandes tetas. Obvio que no le dije nada de esto a ella.
Terminé con las fotos y me traje la notebook aljardín para subirlas al sitio. Me quedé hablando con mi madre mientras leborraba la cara a las imágenes y las subía a Internet.
Pasó la tarde, y antes de cenar nos dispusimos aver los comentarios, claro que mi madre no esperaba mucho y se puso a mi ladosin ganas.
- Dios, mamá, jajajaja.
- Qué? Qué?
- Hay... 144 comentarios!
- Mentira, a ver!
"Mamita cuantos años tenes?"
"Estás tremenda, cuanto cobrás?"
"Que buena milf, subí más fotos"
- Qué significa milf?
- Así se les dice a las mujeres maduras queestán buenas.
Mi madre estaba sorprendida y alegre, cadacomentario que leíamos se reía.
"Sos una diosa"
"Mostrá el culito, hermosa"
"Qué paja me voy a hacer, hija deputa"
Mi madre no se lo podía creer, los comentariosnos causaban risa, lejos de indignarse, mi madre se reía de las obscenidadesque leíamos. Supongo que sentirse mujer de vuelta la hacía divertirse y subirsu autoestima.
- No puedo creer las chanchadas que dicen, estánlocos.
Luego de cenar e irme a la cama, abrí de vueltala web, ya sólo en mi habitación, y volví a ver las fotos. Luego de unosminutos de mirarlas se me fue poniendo dura... no sé, pero ver el cuerpoapetecible de mi madre y los comentarios abajo... me estaba volviendo loco, erami madre. Traté de sacar esos pensamientos sucios de mi cabeza ydescansar.
Estuve media hora sin poder dormir y abrí denuevo la notebook.
Incluso cuando le tomé fotos en vivo y endirecto no me calentó nada, ni cuando leímos los comentarios juntos, pero ahorano sé porqué no se me bajaba la calentura. Pensé que era normal, que un jovende 18 años como yo, virgen y lejos de avistar chicas por el momento estaba conlas hormonas revueltas, y el tremendo cuerpo de mi mamá era lo más cercano auna hembra que tenía. Yo nunca la había mirado como "mujer que estábuena", sino como mi madre y no despertaba en mí ningún connotamientosexual. Pero aquella noche... se despertaron todos mis fantasmasinternos.
Comencé a pensar en sus tetotas, en cómo debensentirse, me dejé llevar por mi mente y se me cruzó la imagen de mi pija metidaentre las tetas de mi madre.
Dios. Qué estaba haciendo? Ese no era yo. Teníala verga más dura que nunca y no tuve más remedio que empezar a pajearme. Mirélas fotos, los comentarios, y en mi mente mi madre desnuda. Acabéabundantemente manchándome todo el short.
- Qué hice?
Inmediatamente todo tipo de pensamientos oscuros,éticos, morales y de culpa atormentaron mi mente. No lo volvería a repetir, medije a mí mismo.
Al día siguiente, mamá estaba mucho mas animaday alegre.
-Se te ve bien ma.
-Si hijo, me ayudaste mucho. Eso de las fotos eshasta divertido.
-Jeje. De nada mami, viste que teníarazón?
-Sí.
El lunes llegué de la uni alnegocio, saludé a mamá y me conecté a Internet para pasar la tarde.
Luego de un rato estaba aburrido, atendí a unpar de clientes y me senté detrás del mostrador de nuevo. Pasaron 10 minutossin que ningún cliente entrara.
Saqué la cámara y bromeando le dije:
-A ver mamá, pose sexy.
-Jajaja. Querés sacar unas fotos?
-Dale.
No me lo esperaba, pero a ella le iba gustandoesto.
Nos metimos en un vestíbulo y cerramos lacortina. Yo me puse en posición.
Mamá portaba una remera común y una calza negraapretada, la cual marcaba bien su ojete.
-Cómo me ves? (Preguntó ella)
-Bien, aunque quizás esa remera no sea lo mejor,pero bueno.
-Me la saco?
Tragué saliva.
-Bu..bueno.
Se quitó la remera y quedó con un top blanco,del cual se notaba lo apretadas que se encontraban sus tetas bajo latela.
Empecé a calentarme con aquello, la situación loameritaba, traté de contenerme pero era imposible, tenía un jean por lo que nose me notaba lo dura que tenía la pija, así que eso fue un alivio.
Raquel por el momento sólo estaba parada con losbrazos en jarra mientras yo le tomaba fotos.
-Querés darte vuelta?
-Ok.
Se giró y aquello fue una locura, la calzadefinía a la perfección su cola y sus piernas, mientras la fotografiaba mi peneestaba a tope. Terminamos en unos minutos y fuimos al mostrador porque habíaingresado un cliente, así que yo subí las fotos y esperaríamos a la noche paraver los comentarios.
Ya en casa, me senté en la mesa de la cocina conla notebook, abrí la página donde subí las fotos y nuevo record, 187comentarios.
-Mamáaa.
-Ahí voy, ahí voy.
-187.
-A ver.
“Estás re fuerte madura”
“Te la pongo hoy y te la saco la semana queviene”
“Que buen orto tenés puta!”
“Mostrá las tetas burra”
Demás está decir que yo estaba empalmado hastalas trancas, por suerte no se me notaba, pero ver a mi madre divertida leeresos groseros comentarios sobre sus fotos me ponía caliente.
-Éstos tipos son insaciables, quieren quemuestre más todavía!
-Jajaja sí, hasta verte en bolas…
-Bueno, me voy a acostar ya. Mañana hacemos más,gracias por ayudarme, sos el hijo más bueno del mundo.
-Gracias mamá.
Mañana íbamos a hacer más fotos, eso me gustaba,a pesar de que era mi propia madre, no pude sacarme los pensamientos sucios demi cabeza… esa noche no me masturbé, quise mantenerme caliente para elsiguiente día.
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Toda la mañana en la universidad pensé en llegarcuanto antes al negocio para sacarle fotos a mi madre.
Arribé al local, apenas ingresé, vi a mamáatendiendo a una amiga suya, Romina. Mientras caminaba pasando para elmostrador, miré hacia ellas y observé que Romina tenía una tanga en sus manos,enseguida poniéndola en la bolsa para comprar.
-Qué mira usted?
-Yo? Nada.
Romina me conoce desde hace mucho, y essimpática, por lo que no me sorprendió que me preguntara eso con una sonrisa,la cual respondí de igual manera.
Me senté por allí y me imaginé a mi madre conesa tanguita que había visto… ya estaba excitado.
Luego de unos minutos la mujer se fue,dejándonos solos a mamá y a mi.
-Qué tal todo hoy?
-Normal. Vos?
-También. Ayudame a acomodar todo esto.
-Ok.
Había mercadería entrante, y ayude a mamáacomodar, cuando entraba un cliente nos deteníamos y luego seguíamos, acomodéjeans, sweters, remeras.
Mediando la tarde, y visto que en ese momentoestábamos solos, mi madre me miró y me dijo si quería hacer fotos.
Entramos al vestidor, cerré la cortina tras demí y empezamos. Primero, de frente, mi madre llevaba una remera musculosa, detirantes, con una insignia en inglés, y una falda que le llegaba casi a lasrodillas, simple, color negra.
-Mamá, podés ‘soltarte’, y hacer posesjaja.
-Jajaja, mmm bueno, voy a tratar. (Dijodivertida y riéndose)
Así lo fue haciendo, poniendo una pierna delantede la otra, cruzando brazos a un lado y al otro, apoyándose en la baranda delvestidor, poniéndose de perfil, dándose vuelta agarrándose el cabello.
Como no había entrado nadie, seguíamos allí. Enuna de esas, mientras está de espaldas, se levanta un poco la remera con unamano, enseñando un poco de su espalda. Yo seguía fotografiándolo todo.
En un momento, aún de espaldas, se sacó laremera, permitiéndome ver su espalda desnuda, sólo con una tira del corpiñocruzándola.
Ella seguía sin decir nada, haciendo ‘poses’ahora sin remera, se dio vuelta y pude fotografiarla de frente, el corpiño erade un blanco impoluto, se le veía la mitad superior de sus tetas, ahí mi pijareaccionó y se me fue hinchando. Justo en ese momento, escuchamos el ruido delas campanitas anunciando un cliente.
Mi madre se puso rápidamente su remera y fue aatender a la chica que había venido.
Luego de que se fue, quedé hablando con mamámientras subía las nuevas fotos.
-Salí bien?
-Para mí muy bien. Ya están, después vemos quedicen.
-Bien, voy a terminar de acomodar lamercadería.
Fue pasando la tarde, un rato antes de cerrar eirnos a casa, abrí la web para ver los comentarios.
-Mamá, vení a ver, ya hay mas de 200.
-Yaaa?
-Sí, mirá:
Nos pusimos a leer y muchos comentarios pedíanque se desnude, que muestre más, que estaba buenísima y todo eso, lejos deescandalizar, disfrutaba mamá.
-Bueno, piden todo éstos. (dijo mi madre)
-Jajaja sí.
-Suficiente que salgo en corpiño y bastantevergüenza me da.
Leímos muchos por arriba porque eran muchísimos,y nos fuimos a casa.
Esa noche, llegamos a casa y me fui a bañar, depronto viene mi madre y me dice que no hay nada para comer, que se olvidó decomprar algo, salí de la ducha, me vestí y fui a la cocina.
-Llamo de Fernando.
-Ahh, bueno dale, hace mucho que no comemospizza.
Fernando se llama el dueño de una pizzería a laque llamábamos seguido, pero hacía algunos meses que no lo hacíamos.
-Mierda, da desconectado.
-Llamá a otra.
-No, a mí me gustan las pizzas de Fernando,vamos una escapada en el auto.
-Bueno, avenida Dorrego era.
-No, Juan b Justo.
-No, ahí se mudaba.
-No, estaba en Dorrego y se mudó a Juan bJusto.
-Noo, al revés es.
-No, te digo que es así, si yo me acuerdo.
-Que no, es como yo te digo.
-No mami, yo me acuerdo bien.
-Me vas a decir a mí, hijo? Yo sé que es como tedigo.
-Nooo, ahora es Juan b Justo!
-No señor, es Dorrego.
-Qué querés apostar? (empecé yo)
-Vas a perder, eh?
-No, vos vas a perder.
-Bueno, si es donde yo te digo, lavás los platospor una semana.
-Jajaja, bueno. Y si es en donde yo te digo… aver…
-…
-Ya sé, te sacas fotos con la menor ropaposible.
Automáticamente, la cara de mi madre fue desorpresa, pero no de enfado:
-Cómo? Sólo corpiño y bombacha?
-Sí!
-...Bueno. (y suspiró poniendo los ojos enblanco riéndose)
Salimos con el coche, ella manejaba, tras unrato llegamos a la calle Juan b Justo y fuimos hasta la altura de donde debieraestar el negocio, y por suerte tengo buena memoria y no iba a lavar los platos.Allí estaba la pizzería como había dicho.
-Jajajaja te dije que era acá! (dije yo)
-Pero no puede ser, si era allá.
-Jajajaja viste que se había mudado acá?
Me bajé del coche y compré unas pizzas… llegamosa casa y cenamos.
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Ya al día siguiente, miércoles, estuvenuevamente toda la mañana pensando en ver a mi mamita en ropa interior, atendípoco al profesor y en mi mente traté de imaginarme cómo sería la bombacha quetendría mamá esa tarde, estaba muy ansioso y caliente.
Apenas llegué, me encontré con un montón degente, ayudé a mi madre atendiendo varios clientes, creo que estuve así unahora, luego había una señora que no se iba más, se probaba de todo y nos tuvomedia hora más para llevarse lo que quería.
En fin, ya eran como las 4 p.m. y al fin tuvimosunos minutos libres.
-Ma, vas a pagar la apuesta, no?
-Sí, esperá que ordene lo que quedó acá y lohacemos.
Mi madre se puso a ordenar toda la ropa que sehabía probado la última señora. Luego de unos minutos, todo estaba listo.
Una vez hecho, nos dirigimos al vestidor, yo mesenté en el banquito con cámara en mano. Mamá estaba en frente mío y empezóquitándose la remera, mostrando un corpiño blanco con detalles rosados,florcitas o algo así, luego tomó con ambas manos el elástico de la calza quellevaba y fue tirando hacia abajo, hasta sacársela y colgarla en la percha quehabía a un costado. Traía una bombacha que combinaba con el corpiño, era blancacon los mismos detalles rosados, seguro habría venido preparada paramostrarse.
Mi pene creció mucho y se me puso muy duro,lamentablemente el pantalón que tenía ese día dejaba notar mucho mi tremendobulto! A pesar de no tener una verga grande, sino normal y corriente, se menotaba bastante y traté de disimularlo pero era imposible.
Empecé a tomarle fotos, con mi brazo trataba dedejarlo bajo para tapar mi erección, luego de unos movimientos extraños mamá medijo:
-Te pasa algo?
-No.. nada.
Tras unos minutos de sacarle fotos de frente, nosé cómo pero me vió…
Puso una cara de sorpresa y luego una sonrisa memiró el paquete y me habló:
-Estás…?
Miré a mi bulto y estaba muy levantado, me moríde vergüenza…
-Mamá.. yo,… perdón, no quise…
Tartamudeaba y me puse rojo como untomate…
-Pero, porqué?
-Es.. no, es que verte así…
-Tranquilo, hijo, habla despacio. Estás diciendoque se te puso así por verme?
-S..sí mami, perdóname porfa!
-Jajaja no lo puedo creer, mi propio hijo!
-Ya sé que está mal, perdón, fue sin querer…yo..
-Shh, está bien, sabes? No me siento mal, ni meescandalizo por algo así, vos sos mi nene y me ayudaste mucho.
-Mamá, gracias, pero yo..
-Ah, y que una mujer ‘madura’ como yo te pongaasí, a un jovencito, me pone alegre!
-Mamá, estás siendo muy buena conmigo…
-No hijo, vos me ayudaste mucho con esteproblema que no me dejaba vivir y estas semanas estuve mejor que nunca, todogracias a vos.
-Bueno, gracias. Querés seguir con estoo…?
-Claro que vamos a seguir, pero dejame ver comotenés eso, no te apreta?
-Sí, me apreta mucho pero bueno.
-No, pero te va a doler. Hace muchos años, desdeque te bañaba, que no te veo el pito. No tengas vergüenza de sacártelo, soy tumamá, Joaquín.
-En serio? Es que me da vergüenza.
-Somos familia hijo, no te de vergüenza. Ademássi se te baja te lo guardas de nuevo.
-Ok.
Ni que decir tiene que mi cuerpo echaba humos delo caliente que estaba. Mi madre parecía todo lo contrario, estaba relajada yno parecía darle ningún tipo de importancia a que me viera la pija después dealgunos años.
Dejé la cámara en el suelo, con ambas manos mebajé el pantalón y el bóxer, mi verga dura quedó rebotando y me senténuevamente en el banquito con los pantalones en los tobillos. Tenía la pijaapuntando al techo, con el glande rojo y húmedo.
-Wow hijo, ya estás hecho un hombrecito.
-Mamá, me avergüenzas.
-Ya te dije que somos familia, a ver dejameverlo más de cerca.
Yo me iba a morir de placer. Ella se acercó y seagachó un poco para quedar cerca de mi verga.
-Las últimas veces que te bañé era muy chiquita,es increíble como creció jeje. Porqué se te puso así?
-Supongo que por verte con poca ropa.
-Qué maravilla, es re lindo. (mientras me laseguía mirando)
Mi propia madre estaba diciendo que mi pija eralinda, automáticamente dio un saltito de placer mi pene.
-Bueno, sigamos con esto.
Mi madre se fue hacia atrás nuevamente y seguísacando fotos, ahora con la pija afuera… mientras tanto, mamá hacía poses cadavez más excitantes. De repente ella se giró, dándome la espalda.
-Todavía tengo linda cola?
Eso preguntó mamá, y vaya que sí… era un ojeteperfecto, grande y gordo pero en su justa medida, sin ser desproporcionado desu cuerpo, un culo excelente. La bombacha era angosta atrás y se le metía muchatela en la raya.
-Es.. es excelente ma.
-En serio? Te gusta?
-Sí, mucho.
Le saqué fotos a ese señor culo, yo tenía ganasde pajearme y llenar de semen el lugar, pero debía aguantarme.
Tras un par de fotos más, decidimosfinalizar.
Mientras mamá se ponía la calza, yo me subí lospantalones, aún con la verga hecha una piedra.
Fuimos al mostrador nuevamente e hice la tareade subir las fotos, mientras mi erección bajaba de a poco…
Al otro día, no recuerdoexactamente porqué, pero había poco movimiento en las calles, estaba con mimadre allí en el negocio cuando luego de un rato aburridos…
-Que aburrido, trajiste la cámara?
-Sí ma.
-Querés hacer unas fotos?
-Sí, te lo iba a pedir.
Al lugar de siempre, antes de empezar, tuvimosque parar porque justo había entrado alguien… fue mi madre a atender y luegoregresó.
Fue todo normal con las imágenes hasta que sesacó la remera, luego estando de espaldas se inclinaba un poco para adelante,tenía una falda esta vez algo más corta, yo le miraba cuando podía las tetascubiertas por un corpiño negro, luego de hacer varias poses, se levantaba unpoco la falda con una mano, yo estaba a tope otra vez, en una de esas seinclina bastante levantándosele bastante la falda.
-Se me ve la bombacha?
-Sí, un poco.
-Te gusta?
-Sí, se ve muy bien.
Me estaba calentando mucho, se le veía la parteinferior de los cachetes del culo y una bombacha rosa tapando la raya.
Se giró y me quedó mirando.
-Hoy no se te puso como ayer?
Me sorprendió la pregunta.
-Sí,…sí la tengo como ayer pero no se menota.
-Ah, te molesta?
-…Algo.
-Sacatela, ya te dije que no tengasvergüenza.
-Ok ma.
Sin tardar me bajé el jean y el calzoncillo, latenía tan dura como ayer.
-Se ve que te gusta verme así.
-Perdón, ma si te molesta puedo..
-No, no me molesta, al revés, me halaga hijo.Qué te gusta?
-Me da vergüenza…
-Te gusta verme en bombacha?
-…Sí.
-Bueno, mirame, no hay problema hijo. Vos meayudaste a sentirme mejor, y quiero agradecerte con algo que te guste.
Se sacó la falda, quedando nuevamente solo conun corpiño negro y una bombacha rosa.
-Uff mami, estás hermosa.
-En serio?
-Sí, es increíble.
-Aww gracias tesoro, sos un sol.
En ese momento ingresaron un par de clientes ytuvimos que vestirnos rápidamente…
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Luego, en la noche, antes de la cena mamá hablómucho tiempo por teléfono, luego de cortar, le hablé:
-Quién era?
-La tía Blanca, va a venir a vivir a casa porunas semanas.
-Y eso?
-Te acordas que se divorció, y no tienecasa…
-Ah, cierto.
Me molestaba un poco pero bueno, sólo seríanunas semanas. Mi tía Blanca era hermana de mi madre, creo que le lleva 5 o 6años, así que debe rondar los 45.
Al día siguiente recibimos temprano a mi tía, leenseñamos un cuarto que estaba libre para que se hospedara mientras hacíatrámites de un alquiler donde viviría luego pero que llevaría tiempo.
:::::::::::::
Ese día era viernes, ya en el negocio, despuésde atender a algunos clientes, mamá me dijo que la ayudara a acomodar la ropa,había jeans, calzas, buzos, y por último me tocó acomodar unas tanguitas.Mientras lo hacía, mi madre pasó por allí y me dijo:
-Ésas acomódalas allá (señalando unaestantería)
-Ok. Qué chiquitas que son.
-Sí, muy.
-Ma, si te pregunto algo no te enojás?
-Jaja no, qué pasa?
-Vos usás de éstas? (hice la pregunta y abrí conambas manos una tanguita toda blanca)
-En realidad no, siempre me dio un poco decuriosidad pero creo que nunca usé, de esas así tan chiquitas, nunca.
-Podrías probártelas, por ahí te gustan.
-No sé, me da cosa. Si las pruebo, con unacondición.
-Cuál?
-Que me digas si me quedan bien o no.
-Yo?
-Sí, quién más? No le voy a preguntar a undesconocido, para algo somos familia, ¿no?
-Sí, tenes razón.
-Vamos al vestidor rápido ahora que no haynadie.
-Bueno, cuántas llevo?
-Una sola está bien.
-Ok.
Fui detrás de ella al vestidor con una tangacompletamente blanca.
Cerré la cortina, mamá llevaba puesta unamusculosa y una falda corta a medio muslo, enseguida metió ambas manos pordebajo de la falda y empezó a bajarse la bombacha en frente de mí, era unabombachita roja, tiró de ellas hasta los pies y se agachó para quitárselas deltodo.
Yo estaba sorprendido y muy caliente, teníaganas de cometer una locura pero era mi madre. En ese momento, ella con subombacha recién quitada en su mano, me la alcanzó:
-Tomá, teneme ésta y dame esa.
Agarré con una mano la bombacha y le dí la tangablanca.
Levantó una pierna y luego la otra, poniéndosela tanga, y luego la subió por sus piernas metiéndose debajo de la falda, sinque yo pudiera ver algo, pero era una situación muy excitante, tenía subombacha recién usada en una mano y la pija explotándome en el pantalón.
Terminó de ponerse la tanga y se levantó lafalda por completo, enseñándome la parte de adelante mientras con ambas manosse sostenía la falda arriba.
-A ver, fijate como me va.
Le miré ahí abajo y se veía muy pequeña latanga, se le re notaba el vello púbico debajo de la tela porque era una tangablanca, y a los costados de la tela se le salían algunos pelitos oscuros.
-Es muy excitante mamá.
-En serio?
-Sí.
-No te creo, cómo podes demostrar que sossincero?
-……me la pusiste muy dura mami.
-Sin pruebas no te creo.
Con la bombacha en una mano, me ayudé con laotra a desabotonarme el jean y me lo bajé junto al bóxer, así salió mi vergaparada ante la mirada de mi madre.
-Ves ma?
-Ahora sí veo, y cómo se me ve la cola?
Se giró aún teniendo con sus manos la faldaalta, mostrándome su ojete. Estaba todo descubierto menos el agujero del culo,pero la tanga ahí atrás era muy muy finita y estoy seguro de que si abría loscachetes del culo por más que tenga la tanga le iba a poder ver elagujero.
-Uff se te mete toda, no?
-Sí, me tapa algo?
-Sí, lo justo y necesario.
-Alcanzás a ver si me tapa todo ahí abajo?
-…Dónde exactamente decis?
-Mi chocha.
-Ahh… no, desde acá no puedo ver.
-A ver, ahora? (se inclinó hacia delante)
-Ahora sí… sí, te tapa ahí, lo único es que sete ven algunos pelitos.
Con esa visión podía apreciarse el bulto de loslabios de la concha, y el culito en esa posición se le abrió un poco y pude vertambién cómo se le metía la tanga en el centro, casi me muero.
Yo estaba como un burro en celo, pero todavíapodía pensar con la cabeza de arriba y me mantenía quieto.
-Sí, tengo que depilarme un poco. Muchasgracias, hijo.
-De nada mamá.
Se giró de frente a mí y se bajó la falda, luegometió sus manos debajo y comenzó a bajarse la tanga, se le enrollo un poquito yse la sacó, dándomela a mí.
Le dí la bombacha roja que traía antes y se lapuso de la misma forma.
-Bueno, a mi me gustaron, así que voy a empezara usarlas.
Se acomodó toda, yo aún con la tanga en la manome subí el jean, y ella antes de salir me dijo
-Ah, ésa déjala donde te había dicho.
-Claro.
Mamá fue al mostrador y yo a la estantería delencería, abrí la tanga para doblarla y vi una pequeña manchita de humedad,instintivamente la llevé a mi nariz y aspiré ese aroma. Diossss, eraembriagador, nunca había hecho eso, ni pensado, pero no sé como, oler el olor aconcha de esa tanguita que minutos antes se había puesto mi madre en frente demí… era muy morboso, la doblé y guardé allí.
Nos fuimos a casa aquel viernes, cenamos porprimera vez con mi tía y yo después salí con unos amigos y durante toda lanoche pensaba en mamá.
Creo que llegué a casa al amanecer y fui directoa mi cama.
Me desperté alrededor de las 14 del sábado, bajéa la cocina y abrí la heladera para comer algo, fui al patio y estaba mi madreacostada en una toalla tomando sol en bikini.
-Hola ma.
-Que tal hijo.
-Bien. La tía?
-Me dijo que iba al baño.
-Ah. Voy a comer algo.
-Ok.
Estaba sin remera porque hacía mucho calor, comíalgo frío y salude a mi tía, me dijo que se quedaría en la cocina viendo algoen TV. La puerta de la cocina lleva al patio donde estaba mamá, que ahoraestaba en la pileta. Le gustaba mucho.
-Está buena el agua? -Pregunté.
-Umm, espectacular.
Me metí también un rato, nos refrescamos allípor unos minutos, cuando salí a secarme al sol en el patio. Mientras tenía losojos cerrados, mi madre salió de la piscina.
-Tengo que hacer pis.
Miré y mi madre se agachó en el césped a uncostado de la pileta.
-Vas a hacer acá? –Le preguntésorprendido.
-Sí, no voy a mojar todo adentro. Vigila que latía no me vea.
-Eh?
-Fíjate en la puerta que no me vea.
-Bueno.
Me levanté y la verga se me fue poniendo dura,no había mucha distancia entre la puerta y dónde estaba mamá, que estaba defrente a mí, con una seña le dije que estaba todo bien: mi tía estaba viendo TVsin saber lo que ocurría en el patio.
Giré a ver a mi madre, y agachada como estaba,con ambas manos fue quitándose la parte baja del bikini hasta sus muslos, yenseguida empezó a salir un chorrito de meada. Desde la posición de dondeestaba podía ver el líquido cayendo al césped mientras ella tenía la miradahacia abajo. Tras unos pocos segundos, terminó y se subió el bikini.
-Gracias hijo.
Y se metió nuevamente a la piscina. No puedoexplicar cómo me calentaba.
Esa noche me hice una paja tremenda. Estaba muyexcitado con mi madre, y ella no hacía nada para que no ocurriese.
El domingo pasó sin pena ni gloria, miré fútbola la tarde, y a la noche estudié, tampoco daba para hacer mucho con la tía enla casa, como dije, no me molestaba mucho, pero era incómoda supresencia.
E lunes fui a la universidad, y luego en elnegocio había una marea de gente, estuve toda la tarde atendiendo clientes conmi madre, fue un día muy ajetreado… recuerdo que ya casi nos íbamos a ir porqueya era la tardecita, y justo ahí tuvimos un ratito libre sin gente.
Yo estaba sentado detrás del mostrador y vino mimadre con un poco de ropa para acomodar, entre esa ropa había una tanguita queera minúscula…
La tomé y la estiré, abriéndola.
-Ma, te querés probar ésta?
-Jajaja, no me va eso, hijo.
-Yo creo que sí, tenemos un rato ahora que nohay nadie.
-Bueno, pro no creo que me entre.
Le dí la tanguita y fuimos al vestidor, entramosy cerramos la cortina. Esta vez mi mamá traía un jean.
-A ver, date vuelta para ponerme esto.
-Ok.
Me giré para el otro lado, escuchaba cómo mamáse bajaba el jean y se debía estar bajando la bombacha, yo ya estaba muycaliente, escuché cómo se subía la tanga por sus piernas, cuando prontodijo:
-Ya podés mirar.
Me di vuelta y vi lo que esperaba: la tanga todaroja apenas podía cubrir su pubis, ni lo cubría, la mitad superior de su pubisestaba completamente a la vista, se le veían todos los pelitos en el pubis!
-Se me ve todo, hijo.
-Sí mamá, perdón por insistir que te lapongas.
-Shh, tranquilo. Te gusta verme así?
-…Sí, mucho.
-Estás caliente?
-Sí.
-Mostrale a tu madre.
Me desabotoné el jean y me bajé los pantalones,mi pija dura y parada quedó a la vista de mi madre en tanga.
-Tu mami te pone así?
-Siii.
-Bueno, ahora decime como se me ve atrás.
Se dio la vuelta, y la tanga se le metía enteraen la raja del ojete, tenía todo el culo descubierto.
-Se me ve todo?
-La cola sí.
-Ok, mírame abajo.
Ya sabía a lo que se refería, ella se inclinóhacía adelante, apoyando sus manos en el espejo, dándome una visión sublime. Latanga era tan pequeña que sólo le tapaba la rajita de la concha, los labios sele sobresalían a ambos costados! Se le veía casi todo. Encima parecían biengorditos los labios mayores. También con el orto más abierto se le veía elagujerito del culo.
Yo me quedé embobado viendo aquello, mi glandeestaba babeando sin tocarme.
-Y? –Preguntó ella sacándome del trance.
-Te tapa poco.
-Siento que se me mete mucho.
-Sí, es que te tapa la rajita nomás. –Casiexploto por decir esto a mi madre, pero estaba tan excitado que me dabaigual.
-Ok, viste que me depilé?
No lo había notado, estaba tan embelesado viendoaquello que no me percaté que tenía los gorditos y abultados labios mayoresdepilados.
-Sí, se ve re bien.
Bajó su mano derecha hacía su conchita, yomiraba todo desde atrás, abrió sus dedos índice y medio, y los pasó despacitopor los labios mayores de su vagina, alrededor de la tanga.
-Además es suavecito.-Dijo ella mientras setocaba.
Yo no daba más, empecé a tocarme la pija,observaba y me empecé a pajear, cosa que mamá observó por el espejo.
-Así te das placer?
-Sí mamá.
-Porqué?
-Es que me pusiste tan caliente que no aguantomami.
-Entonces mostrale a mamá cómo te dasplacer.
Tras escuchar eso me puse a mil, empecé apajearme muy muy fuerte, no estaba tan caliente en mi vida, miraba como mamá setocaba los bordes de la concha y me ponía loco. Ella seguía a un ritmo muylento y suave.
-Querés probar lo suave que la tengo?
Hice un esfuerzo para detenerme y escuchar eso,me iba a morir de placer. Detuve mi paja y:
-Có..cómo?
-No seas tímido, tocame donde me estoy tocando ysentí lo suave que tengo la chocha.
El corazón me latía a lo máximo posible, arrimémi mano izquierda a la conchita y mis dedos hicieron contacto con sus muslos,dios, se sentía la piel muy calentita, luego con dos dedos los abrí y pudeempezar a tocarle los labios donde se estaba tocando antes, tenía razón, sesentían re suavecitos, depilados!
-Dios mamá, esto es increíble.
-Te gusta?
-Siii, tengo que pajearme mami.
-Ok hijo, mostrale a mamá como te dasplacer.
Mientras me miraba a través del espejo, yo mepajeaba con la derecha y con la izquierda le tocaba la concha, mamá tenía unasonrisa dibujada, de a poco fui tocandole más al centro, de pronto le toqué losbordes de la tanga, sentí que iba a acabar pronto, por eso bajé mucho el ritmode la paja, quería estirar el momento al máximo.
Ya estaba en éxtasis, corrí mis dedos mas alcentro y comencé a acariciarle la rajita por encima de la tanga, miré a mimadre por el espejo y tenía una mueca de placer, con los ojos cerrados, sentímis dedos húmedos, mientras le acariciaba la conchita sentía como se mojabanmis dedos y eso fue suficiente, me pajee muy rápido y acabé. El primer ysegundo chorro de leche golpearon el espejo, los demás saltaron y cayeron en elpiso, ante la incrédula mirada de mi madre.
-Jajaja mira como manchaste el espejo!
Yo sólo suspiré, estaba agotado… mi madre semovió de aquella posición sacándose mi mano de su almeja…
-Estoy mojada, hacía años que no memojaba!
Ya ni le di importancia a las palabras de mimadre, yo estaba medio ido por el placer, y esas palabras que en cualquiercircunstancia significarían ponerme caliente, en ese momento yo estaba muyrelajado.
-Quedate quieto y descansa hijo, yo limpio todoesto que dejaste jajaja.
Me senté allí y descansé… mi madre fue por untrapo o algo así y cuando volvió y se puso a limpiar aquello…
-Wow, mira todo lo que guardaban tushuevitos.
-Sí, fue mucha leche mamá.
-Leche?
Hizo una mueca como preguntándose porqué ledecía leche a aquél semen, pero enseguida siguió limpiando divertida.
Se fue y volvió con ropa puesta, luego nossentamos en el coche para volver a casa.
-Mamá, te juro que fue lo mejor que me pasó enla vida, fue increíble. Muchas gracias.
-Shh hijo, yo estoy muy agradecida por todo loque hiciste por mí estas semanas, además hoy me excite mucho y eso no meocurría desde hace muchísimos años. Por cierto, esto no podes decírselo aNADIE, entendes?
-Sí mamá.
Volvimos a casa y yo me dormí enseguida.
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Luego al siguiente día, me desperté y mamá yahabía partido, yo me fui a la universidad. Luego fui al local, apenas entrésaludé a mi madre y fui al mostrador con ella. Nos miramos y nos sonreímosmutuamente sin decir nada.
Luego de un rato, cuando no había clientes,ambos allí en el mostrador le dije a mamá:
-Ma, quiero jugar.
-A qué, hijo?
-A tocarte.
-Sí? Cómo se juega?
Mamá me estaba siguiendo el juego.
-Bueno, se empieza enseñándome labombacha.
Yo estaba sentado, mamá estaba parada en frentede mí. Así se levantó la falda de jean corta que tenía, mostrándome una tanganegra.
-Qué sorpresa.
-Y ahora qué hay que hacer?
-Darte vuelta para poder verte la cola.
Mamá se giró y tenía su culo en frente de micara..
-Ahora te tengo que tocar la colita…
Dicho esto, empecé a pasar mi palma abierta porlas nalgas de mi madre. Las acariciaba. Metía mi mano por debajo de la tangatocando mas adentro en su tremendo ojete.
Fui bajando mientras le acariciaba la parteinferior del culo.
-Y ahora te puedo tocar más abajo, mamá?
-Dónde más abajo, hijo?
-Te quiero tocar la concha, mami.
-Ummm, sí, suavecito tesoro.
Me bajé el pantalón, saqué mi pija afuera, ybajé mi mano lentamente hacia su vagina. Con los dedos los pasé por encima dela tanga, que le quedaba pequeña y sentía la piel a sus lados, noté la telahúmeda. Podía sentir el relieve de su conchita bajo la tanga.
-Estás mojada, ma?
-Sí, mucho.
Seguí tocándole, y fui un poco más adelante paraacariciarle el clítoris a través de la tanga. Apenas lo rocé, mamá dio unsuspiro.
Me detuve allí y le masajee su punto, notabacomo mamá empezaba a suspirar, y pronto a gemir. También notaba como mi manoestaba cada vez más húmeda.
-Sabés cómo sigue el juego?
-Có.. cómo? (No podía hablar bien por losgemidos)
-Bajándote la tanguita…
Automáticamente dejó de gemir, y con ambasmanos, fue bajándose la tanga lentamente, hasta sacársela por los pies ydejarla allí tirada.
Lo primero que observé fue su culito al fin sinningún tipo de barrera.
Me arrimé más y le abrí los cachetes, pude versu agujerito sonrosado, no aguanté y le pasé la lengua. Empecé a lamerle elculo mientras ella no paraba de gemir.
-Ahhh, si.. si seguimos jugando nos puedenver.
-Mmm quédate tranquila mamita (le dí otrolengüetazo) que si viene alguien paramos.
Cómo presagiando el destino, 30 segundos despuésvemos que un cliente está por ingresar, enseguida saco la cara enterrada en elculo de mamá y me subo los pantalones, ella se baja la falda.
-Hola
-Hola, que necesita?
Luego de unos 15 minutos,el cliente se lleva un par de camperas, me dio mucho morbo saber que mamáatendía a aquél señor sin tanga debajo de la corta falda, con la almejaempapada y el culo chorreando de saliva. Algún descuido y el viejo hasta podíahaberse ido del negocio de ropa habiéndole visto el chumino a una tremendahembra.
Apenas el tipo cerró la puerta, me bajé elpantalón para esperar a mamá en el mostrador.
-Estamos locos, ¿sabés?
Yo sólo sonreí, otra vez ella se subió lafalda.
Se agachó frente a mí y me agarró la pija, laacarició ante mis soplidos de placer.
-Enséñame a masturbarte tesoro.
-A ver, así.
Le puse la mano alrededor de mi verga.
-Ahora para arriba y abajo.
-Así?
-Sí, así mamá… ponete saliva, es mejor.
Se escupió la mano y empezó a pajearme… eradelicioso. Era la primera vez que una mano ajena tocaba mi miembro. Le tuve quedecir que pare porque iba a acabar.
Estaba claro que todo se había salido decontrol, yo estaba como un burro en celo y a mamá le chorreaba el chocho…
Me levanté de la silla y mamá se puso en elmostrador apoyando los brazos allí, parada, con vista a la calle. Yo me agachéy busqué su conchita. Ella se inclinó abriendo un poco las piernas.
Me arrodillé entre sus piernas y comencé alamerle la concha, con pliegues rosados y cerraditos, era una delicia. Estabasuave, y muy húmeda.
Mi madre gemía cada vez más, trataba de hacerloen voz baja.
Sabía que era una inmejorable oportunidad,tenerla así con las piernitas abiertas y mojada, y yo caliente al máximo, meatreví. Me levanté, y con la pija en mi mano, la guié hasta su conchita. Apenasmi glande hizo contacto con su vagina, mamá suspiró.
-Qué vas a hacer? Me la vas a meter?
-Puedo? (mientras tanto yo le refregaba la pijapor toda la concha)
-Despacito tesoro.. hace años que cojo, debotener la concha como la de una pendeja virgen.
-Sí mamá.
Busqué el orificio vaginal y cuando lo encontré,empecé a meterle la cabeza despacito, podía sentir lo calentito y húmedo queestaba, empujaba de a poquito, pero estaba muy apretada, me costabameterla.
Luego de unos segundos pude meterle el glandeentero y empujé más, hasta metérsela hasta la mitad, porque más no cabía ahíadentro.
-Mami está muy apretada, no te duele?
-No, tranquilo hijo, empezá a moverte.
Le hice caso y fui moviéndome sacandosela yvolviéndosela a meter.
Luego de algunas embestidas podía notar cómoahora sí iba entrando cada vez más y mejor. Ella miraba hacía la puerta por sivenía alguien, mientras gemía por lo bajo.
Realmente su conchita estaba muy apretada y esome daba demasiado placer, sumado a todo lo anterior, estaba llegando alclimax.
Luego de un par de bombeadas más, escuchar amamá gemir fue el límite: retiré mi pija de su concha y acabé sobre su ojete,llenándoselo de leche caliente.
Instantáneamente mamá se bajó la falda y me dijoque descansara.
-Podías haber terminado en mi interior. Sabésque no puedo tener hijos.
-Cierto mamá, me había olvidado. Te gustó?
-Si me gustó? Hace años que no era tanfeliz.
Permanecí sentado mientras ella buscaba la tangaque estaba en piso, colocándosela. Luego con un par de cleenex se limpió elculo de toda la leche que le había desparramado. El resto de la tarde fuenormal.
Terminó la jornada y nos fuimos al auto.Empezamos el trayecto de regreso a casa. Estábamos en silencio, yo de prontofui moviendo mi mano izquierda hasta tocar su muslo descubierto. Loacaricié.
-Mmmm
Mientras mamá manejaba, fui metiendo la manocada vez más a su entrepierna, hasta sobarle por encima de la tanga.
-Ummm, te portas mal con mamá.
Seguí acariciando, hasta hacerle la tanga a unlado y rozar directamente mis dedos con su clítoris.
-Ayy tesoro…vamos a chocar.
Sus palabras estaban cargadas de placer pero erasensato. Retiré mi mano de allí hasta llegar a casa.
Al llegar, nos recibió la tía con la cenapreparada.
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Al día siguiente, llegué al local y atendí a unaseñora que no se decidía por nada, y no terminó comprando nada.
Claro que saludé a mamá, y le toqué el culodescaradamente, tenía una calza negra ajustada. Ella se reía.
Fue un día difícil, ya que los clientes noparaban de ingresar y tuve que esperar mucho. En determinado momento, se dio mioportunidad. No había nadie y me acerqué a ella hasta acariciarle suspechos.
-Querés jugar, mamá?
-Sí quiero tesoro.
Comencé a manosearle las tetas por encima de laropa, luego la barriga, hasta pasarle la mano por encima de la concha, mientrasyo me sacaba el pantalón. Pronto mi madre ya tenía la calza y la bombacha porlos tobillos, y yo detrás de ella mientras observaba que no entraranadie.
-Mami querés pija?
-Sí, si quiero, metela en la cachucha demamita.
Se la metí y empezamos a coger, esta vez fue masfácil metérsela y mientras me la cojía ella gemía mucho.
Se la saqué de la concha y la pasé por la rajadel culo, dando golpecitos en sus nalgas.
-Mami por la cola?
-No, me va a doler.
-Un poquito mami, despacito…
No dijo nada y yo trataba de meterla en elojete, sin dudas estaba apretado pero bajé a lamerle el culo y traté después,entró y seguí cojiendola pero ahora por el culo.
-Ahhh… ahhhhhh.. ahhhhhh
Pronto iba a acabar, asique la saqué y descanséun minutos acariciándole las tetas, y luego se la enterré de nuevo en laconchita.
No pude más y descargué todo el semen dentro deella.
Éstas situaciones se repetían seguido en elnegocio, cuando no había clientes aprovechábamos para coger.
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Una vez, mi madre estaba al costado delmostrador atendiendo a una señora, que estaba viendo diferentes tipos decamperas, mientras que yo estaba en el mostrador haciendo algunas cuentas. Demanera que la señora no podía ver que pasaba donde estaba yo.
Estaba en lo mío cuando giro la cabeza paradonde estaban ellas (a escasos pasos de mí) y la señora le preguntó a mi madreque le mostrara unas camperas que estaban abajo.
Por lo tanto, mamá que llevaba una falda corta,debía agacharse para juntarlas, y al hacerlo, increíblemente no tenía bombachay se le veía todo.
Me acerqué, ya con mi madre parada con lascamperas en manos de la señora, metí mi mano bajo su falda y ella dió unrespingo pero sin decir nada.
Fui subiendo por sus muslos hasta suentrepierna, cuando empecé a acariciarle la concha.
La señora seguía viendo camperas mientras mimadre estaba en frente de ella tratando de no gemir mientras yo por detrás lemetía mano bajo la falda. Mis dedos comenzaban a estar húmedos y seguíahurgando allí, mientras mamá se inclinaba ligeramente para dejarme tocar a placer.
De pronto la señora dijo que quería probarse nosé que cosa, entonces saqué la mano de allí y mi madre le indicó el camino alos vestidores.
Cuando la señora entró a uno de ellos, sin decirnada me arrodillé en el suelo y le lamí la concha.
- Mmmmmm, así, hijo, así, cometela todaaammmmmmm
Eso me puso muy caliente y le chupaba elclítoris, mientras ella empujaba mi cabeza contra su argolla.
Luego salí de allí y me senté en una silla, laatraje a ella y le hice seña de que se sentara encima de mi verga.
Ella se acomodó el pelo y de espaldas a mí,agarró mi pija y la dirigió hasta su conchita, sentándose encima mío.
Mirábamos de reojo y la señora no salía delvestidor, asique ella empezó a moverse.
- Tocame, tesoro, tocame que acabo.
Puse mi mano en su clítoris y la masturbé unossegundos rápido mientras se vení, mi pija sentía las contracciones de suconchita.
Nos quedamos quietos unos segundos y vimos quesalía la señora, asique nos despegamos rápido y ella se bajó la falda mientras yome subí como pude el pantalón.
Luego la señora iba a probarse otra cosa, apenasentró, me abalancé sobre mamá y le levanté la falda, estábamos de pie asiquefue difícil pero, ella se inclinó un poco y se la volví a meter, esta vez lacogí muy duro y fuerte.
- Voy a acabar mami, voy a acabar.
- Bien tesoro, acabá dentro de mamá.
Con ambas manos sobre sus caderas, empecé aderramar leche y más leche caliente dentro de su concha, fue delicioso. Unossegundos quietos y la saqué de ahí, la leche chorreó hacia abajo cayendo en elpiso y otro poco por los muslos de mamá.
Nos vestimos rápido, mi madre trataba delimpiarse con las manos la leche que le chorreaba de los muslos, pero eraimposible, salió la señora y tuvo que atenderla así.
Luego de que la tía regresara a su nueva casa,tuvimos más libertad para cojer en casa a cualquier hora y momento.
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25 comentarios - mama tiene muchas ganas de cojer
-A qué, hijo?
-A tocarte.
-Sí? Cómo se juega?