Hola Comunidad! Acá va la 4ta parte de mi historia con Nancy, espero les guste y espero sus puntos y comentarios.
Para los que entran por primera vez, acá los links a los 3 capítulos anteriores:
Capítulo 1: http://www.poringa.net/posts/relatos/3300860/Se-me-dio-con-la-veterana-Cap-1.html
Capítulo 2: http://www.poringa.net/posts/relatos/3301994/Se-me-dio-con-la-veterana-Cap-2.html
Capítulo 3: http://www.poringa.net/posts/relatos/3302561/Se-me-dio-con-la-veterana-Cap-3.html
Al fin habíamos podido concretar con Nancy y, si bien me lo había imaginado de mil maneras distintas, fue realmente increíble! No veía la hora de estar con ella nuevamente pero lamentablemente el segundo encuentro se iba a postergar un poco más de lo que yo creía. Unos problemas familiares de ella hicieron que no tuviera tiempo libre y estuvimos varios días sólo viéndonos en el cyber pero como cliente. Eso si, usaba la ropa que a mi me gustaba como le quedaba y cada vez que pasaba por delante mío algo le insinuaba.
Llegó el 31 de diciembre y pasé a saludarla, estuvimos un ratito hablando y tomamos unos mates pero sin que pase nada porque había muchos clientes por suerte para ella y su negocio. Nos dimos un abrazo, nos deseamos buen año y me fui. Ese Año Nuevo lo pasamos en casa, tranqui y en familia. Luego del brindis me fui con mis amigos a una fiesta que se hace todos los años en el club. Había mucha gente y en especial de mi edad, bailé y tomé algo con unas chicas pero ya saben en quien estaba pensando yo: Nancy. Así que a eso de las 4 de la mañana le escribí un SMS para saludarla de nuevo y ver cómo andaba. Me respondió que estaba bien, media borracha y sola porque ya se habían ido sus invitados. Así que ni lerdo ni perezoso me ofrecí para ir visitarla. Al principio le pareció una locura porque ella vivía un poco lejos, pero entre mi insistencia y las ganas de vernos accedió.
Tardé hasta conseguir un taxi pero al fin pude ir. Llegué y me encontré con una casa humilde pero bien cuidada, golpeé las manos y me hizo entrar sin salir a abrirme para que no la vean sus vecinos. Al entrar entendí el porqué: otra calza para el infarto, esta vez color azul metalizada y en las tetas la parte superior de una bikini blanca. Me enloqueció verla así y de inmediato me le abalancé para comerla a besos pero ella me detuvo. “Tranquilo nenito, recordá lo que te dije la primera vez, primero quiero cogerte y después hacer el amor, hoy toca hacer el amor”, me dijo y yo asentí con una mirada cómplice. Trajo 2 copas y sacó de la heladera un vino espumante para que brindemos, sirvió las copas y brindamos por el nuevo año. Me abrazó y luego me dio un beso suave, pero intenso. Nunca me habían besado así y traté de corresponderle de igual manera. De más está decir que con su experiencia siempre me enseñaba algo nuevo. Estuvimos un largo rato así, tomando y besándonos, se terminó la botella y trajo otra. Nos esperaba una noche larga. Yo había dicho a mis padres que me quedaba a dormir de unos amigos así que no habría problemas con el tiempo.
La situación se ponía cada vez más intensa y yo no aguantaba las ganas. Ella lo notó y me ayudó a quitarme la camisa. Me besaba mientras me acariciaba el torso descubierto y yo me dejaba hacer por ella. Me recosté en el sillón y ella se acostó encima mío, me besaba con dulzura pero a la vez con pasión y yo volaba de la excitación. Desnudó sus tetas, las puso en mi boca y yo se las besaba con suavidad, era un encuentro totalmente distinto al anterior, y yo que era bastante inexperto estaba entendiendo la diferencia entre coger y hacer el amor. Volvió a besarme y apoyaba su concha contra mi verga, yo con mis manos en su culo la apretaba contra mi y ella se movía suave. Empezó a besarme el cuello, bajó hasta el pecho, me lamía los pezones y siguió bajando hasta llegar a mi verga. Me bajó el pantalón y el bóxer y me la empezó a chupar con delicadeza. Usaba mucho su lengua, la recorría desde la cabeza hasta las huevos, subía y bajaba y se tragó el líquido pre seminal. Se dio vuelta y puso su concha en mi cara para que nos la chupemos mutuamente. Rápidamente empezó a mojarse toda y yo me tragaba todo, disfrutando ese sabor.
Me pidió que me corriera y se acostó ella en el sillón, yo me puse encima y nos volvimos a besar... “Haceme el amor, no aguanto más” me dijo y de inmediato obedecí. Apoye la cabeza entre sus labios y suavemente la empecé a meter, sentía como lentamente sus fluidos me iban empapando la pija, centímetro a centímetro hasta que entró toda. La dejé unos segundos así hasta que me empecé a bombear. Primero despacio, gozando de esa concha a medio dilatar apretando mi verga. Ella me acariciaba la espalda mientras daba pequeños gemidos en mi oído que me calentaban más aún. A diferencia de la vez anterior donde todo fue instinto y calentura, ahora era todo más sensibilidad, cada movimiento era cuidado para que ambos disfrutemos más. Mucho contacto de los cuerpos, mucha piel. Se dio vuelta, quedando boca abajo, puso un almohadón debajo de su cintura y me pidió que se lo hiciera así. Me quedé atónito mirando su hermoso culo pero me dijo que todavía faltaba darme para eso, así que la agarré de las caderas y nuevamente se la metí despacio. Empecé a darle un poco más fuerte y al poquito tiempo llegó al orgasmo.
-N: Como me hacés acabar lindo...
-Yo: Y vos me hacés disfrutar muchísimo.
-N: Vos a mi también. No pares por favor, seguí así que me matás.
-Yo: Si... Mmmmmm... Me encantas...
Seguí bombeando de esa manera que me encantaba. Tenerla así de servida, viendo ese culo maravilloso me estaba enloqueciendo y no me faltaba mucho para acabar. Ella lo notó y me pidió que le acabe adentro, que quería sentir la leche caliente llenándole la concha. Seguí un poquito más y acabé, fue un estallido de leche dentro de ella que nos dejó exhaustos a ambos. Así como estábamos me recosté encima de ella y la abracé hasta que nos quedamos dormidos. Habrá pasado una hora y nos despertamos. Nos miramos, nos sonreímos y nos besamos. La miro y le digo “me encantó hacer el amor con vos”. Siguieron los besos y la temperatura volvió a subir, se me paró nuevamente y la apoyé, a ella le gustó y abrió las piernas para que la apoye mejor. “A mi también me gustó, quiero más”, me dijo y me llevó a la habitación.
Entramos, había una cama grande y muchos almohadones. Estaba amaneciendo así que cerró las cortinas, se subió a la cama y me invitó a subir haciéndome seña con su dedo índice. Arrodillados frente a frente nos empezamos a besar con lujuria, apoyándonos y sintiendo nuestra calentura. Me empezó a pajear mientras yo le acariciaba la concha, rápidamente empezó a mojarse y a gemir. Me hizo acostar y se montó encima mío, jugaba con mi pija entre los labios hasta que metió la cabeza y la hizo entrar de una sintiendo su cuerpo contra el mío. Me cabalgaba mientras yo le manoseaba las tetas. El ritmo era muy rápido y sus gemidos ya eran gritos. Yo le decía cosas sucias y ella más se calentaba. Salió de encima mío, se puso en 4 en la cama y me pidió que se la metiera. Sabe que me calienta mirarle el culo mientras la cojo y se puso así a propósito. No tardé ni 2 segundos en estar detrás de ella metiéndosela. Lo embates eran fuertes, mi pelvis rebotaba contra su culo y para mí era increíble. Ella sabía perfectamente lo que me gustaba y lo hacía para que yo disfrute. Mi forma de devolverle eso era cogiéndola lo más que podía, aprender sus gustos y dárselos.
Ese cóctel de placer, lujuria y excitación fue demasiado para mi y estaba por acabar. Unos segundos antes se la saqué y acabé sobre su culo, es que tenía demasiadas ganas de hacerle eso. Ella lo disfrutó tanto como yo... Se limpió con una toalla que había en la habitación y riendo me retó porque ella no había acabado y yo si. Así que me dijo que la tenía que hacer llegar al orgasmo como sea...
La senté al borde de la cama y me arrodillé en el piso. Se la empecé a chupar y le metí un par de dedos. Sabía que eso la volvía loca. Los dedos entraban y salían mientras mi lengua la lamía. Ella estaba totalmente extasiada, gritaba y se apretaba las tetas hasta que empecé a sentir como mi boca se llenaba de sus jugos... Quedó tirada en la cama y yo me acomodé a su lado. Dormimos algunas horas hasta que se hicieron las 11. Ella se tenía que ir de un familiar y yo a mi casa. Así que fuimos en su auto. Me dejó a un par de cuadras para que no nos vieran y se fue. Yo llegué a casa, me bañé y recibimos el Año Nuevo comiendo un asado que hizo mi viejo.
Para los que entran por primera vez, acá los links a los 3 capítulos anteriores:
Capítulo 1: http://www.poringa.net/posts/relatos/3300860/Se-me-dio-con-la-veterana-Cap-1.html
Capítulo 2: http://www.poringa.net/posts/relatos/3301994/Se-me-dio-con-la-veterana-Cap-2.html
Capítulo 3: http://www.poringa.net/posts/relatos/3302561/Se-me-dio-con-la-veterana-Cap-3.html
Al fin habíamos podido concretar con Nancy y, si bien me lo había imaginado de mil maneras distintas, fue realmente increíble! No veía la hora de estar con ella nuevamente pero lamentablemente el segundo encuentro se iba a postergar un poco más de lo que yo creía. Unos problemas familiares de ella hicieron que no tuviera tiempo libre y estuvimos varios días sólo viéndonos en el cyber pero como cliente. Eso si, usaba la ropa que a mi me gustaba como le quedaba y cada vez que pasaba por delante mío algo le insinuaba.
Llegó el 31 de diciembre y pasé a saludarla, estuvimos un ratito hablando y tomamos unos mates pero sin que pase nada porque había muchos clientes por suerte para ella y su negocio. Nos dimos un abrazo, nos deseamos buen año y me fui. Ese Año Nuevo lo pasamos en casa, tranqui y en familia. Luego del brindis me fui con mis amigos a una fiesta que se hace todos los años en el club. Había mucha gente y en especial de mi edad, bailé y tomé algo con unas chicas pero ya saben en quien estaba pensando yo: Nancy. Así que a eso de las 4 de la mañana le escribí un SMS para saludarla de nuevo y ver cómo andaba. Me respondió que estaba bien, media borracha y sola porque ya se habían ido sus invitados. Así que ni lerdo ni perezoso me ofrecí para ir visitarla. Al principio le pareció una locura porque ella vivía un poco lejos, pero entre mi insistencia y las ganas de vernos accedió.
Tardé hasta conseguir un taxi pero al fin pude ir. Llegué y me encontré con una casa humilde pero bien cuidada, golpeé las manos y me hizo entrar sin salir a abrirme para que no la vean sus vecinos. Al entrar entendí el porqué: otra calza para el infarto, esta vez color azul metalizada y en las tetas la parte superior de una bikini blanca. Me enloqueció verla así y de inmediato me le abalancé para comerla a besos pero ella me detuvo. “Tranquilo nenito, recordá lo que te dije la primera vez, primero quiero cogerte y después hacer el amor, hoy toca hacer el amor”, me dijo y yo asentí con una mirada cómplice. Trajo 2 copas y sacó de la heladera un vino espumante para que brindemos, sirvió las copas y brindamos por el nuevo año. Me abrazó y luego me dio un beso suave, pero intenso. Nunca me habían besado así y traté de corresponderle de igual manera. De más está decir que con su experiencia siempre me enseñaba algo nuevo. Estuvimos un largo rato así, tomando y besándonos, se terminó la botella y trajo otra. Nos esperaba una noche larga. Yo había dicho a mis padres que me quedaba a dormir de unos amigos así que no habría problemas con el tiempo.
La situación se ponía cada vez más intensa y yo no aguantaba las ganas. Ella lo notó y me ayudó a quitarme la camisa. Me besaba mientras me acariciaba el torso descubierto y yo me dejaba hacer por ella. Me recosté en el sillón y ella se acostó encima mío, me besaba con dulzura pero a la vez con pasión y yo volaba de la excitación. Desnudó sus tetas, las puso en mi boca y yo se las besaba con suavidad, era un encuentro totalmente distinto al anterior, y yo que era bastante inexperto estaba entendiendo la diferencia entre coger y hacer el amor. Volvió a besarme y apoyaba su concha contra mi verga, yo con mis manos en su culo la apretaba contra mi y ella se movía suave. Empezó a besarme el cuello, bajó hasta el pecho, me lamía los pezones y siguió bajando hasta llegar a mi verga. Me bajó el pantalón y el bóxer y me la empezó a chupar con delicadeza. Usaba mucho su lengua, la recorría desde la cabeza hasta las huevos, subía y bajaba y se tragó el líquido pre seminal. Se dio vuelta y puso su concha en mi cara para que nos la chupemos mutuamente. Rápidamente empezó a mojarse toda y yo me tragaba todo, disfrutando ese sabor.
Me pidió que me corriera y se acostó ella en el sillón, yo me puse encima y nos volvimos a besar... “Haceme el amor, no aguanto más” me dijo y de inmediato obedecí. Apoye la cabeza entre sus labios y suavemente la empecé a meter, sentía como lentamente sus fluidos me iban empapando la pija, centímetro a centímetro hasta que entró toda. La dejé unos segundos así hasta que me empecé a bombear. Primero despacio, gozando de esa concha a medio dilatar apretando mi verga. Ella me acariciaba la espalda mientras daba pequeños gemidos en mi oído que me calentaban más aún. A diferencia de la vez anterior donde todo fue instinto y calentura, ahora era todo más sensibilidad, cada movimiento era cuidado para que ambos disfrutemos más. Mucho contacto de los cuerpos, mucha piel. Se dio vuelta, quedando boca abajo, puso un almohadón debajo de su cintura y me pidió que se lo hiciera así. Me quedé atónito mirando su hermoso culo pero me dijo que todavía faltaba darme para eso, así que la agarré de las caderas y nuevamente se la metí despacio. Empecé a darle un poco más fuerte y al poquito tiempo llegó al orgasmo.
-N: Como me hacés acabar lindo...
-Yo: Y vos me hacés disfrutar muchísimo.
-N: Vos a mi también. No pares por favor, seguí así que me matás.
-Yo: Si... Mmmmmm... Me encantas...
Seguí bombeando de esa manera que me encantaba. Tenerla así de servida, viendo ese culo maravilloso me estaba enloqueciendo y no me faltaba mucho para acabar. Ella lo notó y me pidió que le acabe adentro, que quería sentir la leche caliente llenándole la concha. Seguí un poquito más y acabé, fue un estallido de leche dentro de ella que nos dejó exhaustos a ambos. Así como estábamos me recosté encima de ella y la abracé hasta que nos quedamos dormidos. Habrá pasado una hora y nos despertamos. Nos miramos, nos sonreímos y nos besamos. La miro y le digo “me encantó hacer el amor con vos”. Siguieron los besos y la temperatura volvió a subir, se me paró nuevamente y la apoyé, a ella le gustó y abrió las piernas para que la apoye mejor. “A mi también me gustó, quiero más”, me dijo y me llevó a la habitación.
Entramos, había una cama grande y muchos almohadones. Estaba amaneciendo así que cerró las cortinas, se subió a la cama y me invitó a subir haciéndome seña con su dedo índice. Arrodillados frente a frente nos empezamos a besar con lujuria, apoyándonos y sintiendo nuestra calentura. Me empezó a pajear mientras yo le acariciaba la concha, rápidamente empezó a mojarse y a gemir. Me hizo acostar y se montó encima mío, jugaba con mi pija entre los labios hasta que metió la cabeza y la hizo entrar de una sintiendo su cuerpo contra el mío. Me cabalgaba mientras yo le manoseaba las tetas. El ritmo era muy rápido y sus gemidos ya eran gritos. Yo le decía cosas sucias y ella más se calentaba. Salió de encima mío, se puso en 4 en la cama y me pidió que se la metiera. Sabe que me calienta mirarle el culo mientras la cojo y se puso así a propósito. No tardé ni 2 segundos en estar detrás de ella metiéndosela. Lo embates eran fuertes, mi pelvis rebotaba contra su culo y para mí era increíble. Ella sabía perfectamente lo que me gustaba y lo hacía para que yo disfrute. Mi forma de devolverle eso era cogiéndola lo más que podía, aprender sus gustos y dárselos.
Ese cóctel de placer, lujuria y excitación fue demasiado para mi y estaba por acabar. Unos segundos antes se la saqué y acabé sobre su culo, es que tenía demasiadas ganas de hacerle eso. Ella lo disfrutó tanto como yo... Se limpió con una toalla que había en la habitación y riendo me retó porque ella no había acabado y yo si. Así que me dijo que la tenía que hacer llegar al orgasmo como sea...
La senté al borde de la cama y me arrodillé en el piso. Se la empecé a chupar y le metí un par de dedos. Sabía que eso la volvía loca. Los dedos entraban y salían mientras mi lengua la lamía. Ella estaba totalmente extasiada, gritaba y se apretaba las tetas hasta que empecé a sentir como mi boca se llenaba de sus jugos... Quedó tirada en la cama y yo me acomodé a su lado. Dormimos algunas horas hasta que se hicieron las 11. Ella se tenía que ir de un familiar y yo a mi casa. Así que fuimos en su auto. Me dejó a un par de cuadras para que no nos vieran y se fue. Yo llegué a casa, me bañé y recibimos el Año Nuevo comiendo un asado que hizo mi viejo.
5 comentarios - Se me dio con la veterana (Cap 4)
Excelente